martes, 20 de septiembre de 2016

Tigre 1 vs. Huracán 1... @dealgunamanera...

Agónico empate con Tigre…


Huracán empató esta noche uno a uno frente a Tigre en el estadio José Dellagiovana por la tercer fecha del Torneo de Primera División 2016.

© Escrito por Rodrigo da Silva el lunes 19/09/2016 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán. Fotos de Daniel Méndez.

El Globo consiguió llevarse un punto en su visita a Victoria tras un primer tiempo en el que estuvo desordenado, deslucido y privado de ideas. Del otro lado, las limitaciones y pobreza de juego alcanzaron para ponerse en ventaja ante la espera y pasividad del Globo.

 Lo mejor fue Marcos Díaz quién en colaboración con la poca definición de los delanteros rivales fue el responsable para que la diferencia fuera de un solo gol al cabo del primer tiempo.

En la segunda etapa, se renovaron los ánimos y surgieron las intenciones. Con más amor propio que claridad, Huracán se llevó puesto a Tigre y con la embestida final y el gol de Martín Nervo, tapó el bosque con el árbol.

Tigre 1

Nelson Ibáñez; Martín Galmarini, Erik Godoy, Mariano Echeverría y Diego Sosa; Lucas Wilchez, Lucas Menossi, Gaspar Iñiguez; Diego Rincón, Lucas Janson, Diego Morales y Carlos Luna. DT: Pedro Troglio.

Huracán 1

Marcos Díaz; Carlos Araujo, Martín Nervo, Luca Sosa, Ezequiel Garré; Mauro Bogado, Matías Fritzler, Daniel Montenegro; Ignacio Pussetto, Patricio Toranzo y Diego Mendoza. DT: Eduardo Dominguez.

Goles: 41′ C. Luna (T); 93′ M. Nervo (H).

Cambios: Ingresaron Jerónimo Barrales, Alejandro Romero Gamarra y Julio Angulo por Toranzo, Pussetto y Montenegro.

Estadio: José Dellagiovana.

Árbitro: Diego Abal.











lunes, 19 de septiembre de 2016

Frentes abiertos… @dealgunamanera...

Frentes abiertos… 
Patricia capitana Ministra Bullrich. Foto: Pablo Temes

A la puja entre Prat-Gay y Sturzenegger se suma la interna en Seguridad. Justicia en deuda.

© Escrito por Nelson Castro y publicado el domingo 18 de Septiembre de 2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los principales analistas coinciden en señalar al menos tres variables para tener en cuenta en el camino de la contención y reactivación de la economía:

En primer lugar, el déficit fiscal, que crece en magnitud por la caída en la recaudación. Equivale hoy al 7% del PBI. La consecuencia obligada es el aumento de la emisión que, sin ningún atenuante, presiona sobre la inflación.

En segundo lugar, la recesión que trae aparejada la caída del consumo. En agosto, en algunos rubros fue del 8%. Electrodomésticos, vestimenta y gastronomía, cualitativamente señalan que el golpe es absorbido por la clase media –que cada vez se cuida más en sus erogaciones– y la clase media baja. "Creo que en este aspecto ya hemos tocado fondo. A partir de ahora la recesión debería detener su profundización y comenzarían a verse las primeras señales de reactivación”, señala un economista de la oposición de diálogo fluido con los funcionarios de Economía.

Todo esto repercute en el empleo y los salarios, que, claro está, son la tercera variable que preocupa al oficialismo.

Más allá del agite por las promesas cumplidas, la realidad marca que hoy la inflación gira en torno al 40%. Si comparamos agosto de 2016 contra el mismo mes de 2015, nos da un 43% anual. En cambio, si tomamos el acumulado de enero a agosto de este año, es del 32%. Por eso, si el Gobierno calcula un acumulado de aquí a fin de año del 1,5% mensual, volvemos a ese 40% anualizado.

El duelo de egos entre varios actores del Gobierno es indisimulable. El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, volvieron a dar la nota esta semana. “Lo más importante para los cargos que ocupan es que son dos funcionarios honestos y no veo entre ellos una intención de disputa de poder por el cargo”, asegura un hombre que conoce el pensamiento de ambos. Sin embargo, en el Gobierno ya nadie lo niega: “Son dos tipos excelentes pero se marcan la cancha a cada rato, deberían ser más prolijos”, señala otra fuente con preocupación.

En rigor de verdad, ocurre lo que ha pasado siempre entre las cabezas de los dos sectores; en los Estados Unidos y los países desarrollados siempre se dio esta puja de poder: Hacienda prefiere reactivar y bajar las tasas, mientras que el Banco Central apunta a mantener alta la tasa hasta ver planchada la inflación. Sin ir tan lejos, geográfica y cronológicamente hablando, fue  la puja que tuvieron Roberto Lavagna y Aldo Pignanelli en 2002 (aunque resuelta puertas adentro y sin tantos trapitos al sol).

Inseguros. El otro frente abierto es el que se disputan la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el secretario del área, Eugenio Burzaco. El malestar entre ambos ha abierto una grieta que se ahonda en uno de los momentos más delicados en materia de seguridad.

“Bullrich es más política y Burzaco, más técnico. Hay celos. La ministra no se banca demasiado que la pericia corra por la vereda de enfrente y busca acaparar los anuncios muchas veces cometiendo errores imperdonables”, confiesa una voz del Gobierno. Lo grave es que, en medio de esta disputa, la inseguridad nuestra de cada día continúa haciendo estragos en la gente. Hace quince días el centro de la atención y la controversia estuvo puesto en el caso del médico Lino Villar Cataldo, que mató al ladrón que le quiso robar su auto a las puertas de su consultorio en Loma Hermosa.

La ministra no se banca demasiado que la pericia corra por la vereda de enfrente Esta semana, el caso que conmueve es el de Daniel Oyarzún, el carnicero de Zárate que salió a perseguir a los ladrones que le habían  robado la recaudación del día, con la consecuencia ya conocida de que uno de ellos murió. Los elementos de análisis que surgieron a partir de estos hechos no son novedosos para la sociedad y deberían ser motivo de una profunda reflexión por parte de la totalidad de la dirigencia política. Ha comenzado a manifestarse una peligrosa tendencia hacia el ejercicio de la justicia por mano propia, algo absolutamente riesgoso e incompatible con el Estado de derecho.

¿Cuál es la causa de esta reacción? La ausencia del Estado. Esa ausencia no se manifiesta sólo en la falta de policías, gendarmes o prefectos en las calles. Se expresa también en la ausencia de una tarea social sostenida y adecuadamente planificada en los conglomerados plagados de carencias y marginalidad que han proliferado a lo largo y a lo ancho del país, que son el caldo de cultivo de los que se nutre el delito. En la mayoría de esos lugares la única institución que se hace presente es la Iglesia. 

En ese submundo se vive con otros códigos. La ley no vale nada. La vida, tampoco. Robar y matar son cosas de todos los días. Sin una acción decidida sobre estos factores, pretender eficacia en la prevención del delito es una quimera. Este cóctel es explosivo. De ahí la necesidad de trabajar con denuedo en la prevención porque cuando esto falla, lo punitivo es siempre insuficiente y tardío. Cuando se comete un delito hay siempre una víctima y un daño. Y si ese daño significa la muerte, es irreparable.

El mal funcionamiento de la Justicia, la corrupción policial, la sobrepoblación de las cárceles y la proliferación de los sobornos entre muchos de los agentes del servicio penitenciario completan el universo de causas que explican la inseguridad que se vive. Delincuentes que entran por una puerta y salen por otra casi al instante sumado a los altos niveles de reincidencia demuestran lo disfuncional de todo ese andamiaje que se lleva mucho de los altos impuestos que paga la ciudadanía.   

El presidente Mauricio Macri fue imprudente cuando salió a pedir la liberación de Oyarzún. Es cierto que no hubo en sus palabras ninguna convalidación de la justicia por mano propia pero tampoco hubo una condena explícita a esta peligrosa e inaceptable práctica. Pero si lo de Macri fue imprudente, lo de Cristina Fernández de Kirchner fue indignante. Durante sus dos presidencias –plagadas de los mismos robos y los mismos asesinatos por los cuales hoy se horroriza– no sólo evitó mencionar la palabra inseguridad, sino que casi nunca habló del tema. 

Lo grave no fue eso, sino la falta de una política de seguridad a lo largo de sus mandatos. Lo que hoy se vive es principalmente la consecuencia de esa desatención fatal. “Hoy los medios de comunicación ocultan prolijamente la inseguridad. Antes, en mi gestión, se producía un hecho y era repetido mil veces. Hoy se producen mil casos o más y no pasan nada por televisión”, dijo la ex presidenta a la vista de las horas de aire que los canales le dedicaron al tema. ¿En qué país vive?

Producción periodística: Santiago Serra.  


Doña Malcorra y las Islas Malvinas Argentinas... @dealgunamanera...

Polémica por el acuerdo firmado con Reino Unido por Malvinas…

Susana Malcorra junto a su par, Alan Duncan. Foto: Cedoc

Distintas fuerzas políticas, tanto oficialistas como opositoras, salieron a hablar del documento. Todos concuerdan en que deberá ser aprobado por el Congreso.

© Publicado el lunes 19 de Septiembre de 2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El acuerdo sobre las Islas Malvinas firmado por la canciller argentina, Susana Malcorra, y el vicecanciller de Reino Unido, Alan Duncan, causó polémica en la política nacional. 

Desde la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el Frente Renovador, hablaron del tema y acordaron en que antes de entrar en vigencia deberá ser aprobado por el Congreso. 

Mario Negro, presidente del bloque radical en Diputados, sostuvo: "La vamos a invitar (a la Canciller) al Congreso para que nos explique cómo impactan estos diez puntos que se mencionan en el comunicado conjunto sobre el reclamo por la soberanía argentina de las Islas Malvinas”. 

Además, en su cuenta de Twitter, el legislador agregó: "Todo paso vinculado a Malvinas debe ser bajo dos premisas: el tema de la soberanía no se resigna y cuidar, no alterar una política de Estado". 

Por su parte, la Mesa Nacional de la Coalición Cívica, manifestó preocupación ante el acuerdo firmado por Malcorra y Duncan sobre acuerdo. 

"El objetivo de la política de Estado de nuestro país no se alcanzará por medio de un esquema de cooperación en el que el gobierno británico solo entiende la negociación como una imposición de sus condiciones", sostuvieron desde el partido de Elisa Carrió. 

Además, advirtieron que "el anuncio realizado constituye un acuerdo cuya eventual aprobación requiere ineludiblemente la debida intervención del Congreso Nacional". 

En cuanto al massismo, Alberto Asseff, diputado del Parlasur por el Frente Renovador, calificó el documento como "un mal preacuerdo" e "innecesario". Además sostuvo que falta la aprobación del Congreso.

"El contexto internacional no exigía premura, pero el gobierno se apresuró a suscribir un comunicado conjunto con Gran Bretaña. En el mejor momento nuestro, es un mal preacuerdo. Innecesario", apuntó el parlamentario. 

El acuerdo. Los diplomáticos pactaron tratar el establecimiento de un nuevo vuelo mensual a las islas, con escalas en territorio continental argentino, y temas relacionados a la exploración de hidrocarburos, al tema de pesca y comercio en general en el archipiélago.


lunes, 12 de septiembre de 2016

José Ortega y Gasset sabía de inflación… @dealgunamanera...

José Ortega y Gasset sabía de inflación…


Entre las frases sobre nuestro país dichas por o atribuidas al pensador español José Ortega y Gasset en una de sus visitas, hace casi un siglo, hay una premonitoria y contundente: “La Argentina es un país con un gran futuro. Y lo seguirá siendo”, habría dicho, y dejó a más de uno sin saber si tenía que agradecerle.

© Escrito por Carlos De Simone el domingo 11/09/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Cuando el diario Perfil en su actual versión llegaba por primera vez a los quioscos, hace 11 años, el gobierno de entonces, a cargo de Néstor Kirchner, disponía elevar la jubilación mínima a $ 390. Era una buena noticia para los jubilados, que con esa suma lograrían acceder apenas a la mitad de la canasta básica, que rondaba los $ 800. Desde entonces hasta hoy desaparecieron las AFJP y pasó todo lo que sabemos que pasó, hasta llegar a esta primavera de 2016. Aquel mismo jubilado que sigue cobrando el haber mínimo, como en 2005, hoy tiene la edición del undécimo aniversario de Perfil en sus manos y $ 5.600 mensuales de jubilación en sus bolsillos, con los que logra acceder apenas a la mitad de la canasta básica, calculada en unos $ 11.300.

No es necesario convocar a Paul Krugman para ver que tanto la canasta básica como la jubilación mínima se actualizaron en estos 11 años más de un 1.300%, y que la cifra no habla de otra cosa que de la inflación que supimos conseguir. El jubilado está en el mismo lugar, e igual de lejos de la góndola del súper.

La información de este septiembre también menciona que por estos días se conocerá el nuevo proyecto para la recuperación del Riachuelo, y reproduce declaraciones de los actuales directivos de la entidad creada para el saneamiento, en las que se asegura que hoy “está peor que hace un siglo”. Veinticinco años atrás, la dupla Menem-Alsogaray prometió que en mil días los porteños se tirarían a nadar en él, pero María Julia se reveló fiel a Heráclito: no sólo no nos bañaremos en ese mismo río, sino que ahora calculan que llevará cuarenta años limpiarlo.

Las referencias son apenas dos botones de muestra, tan arbitrarios como representativos. Se podría elegir otros ejemplos de distintas fechas para comparar, sean años o décadas, y seguramente aparecerían las clases con peligro de no comenzar por el conflicto salarial docente, los hospitales con carencia de insumos vitales, o reclamos por la inseguridad. Tampoco faltaría quien sume datos positivos que contrapesen en el otro plato de la balanza. En tren de comparar aniversarios, el país de hoy no es el mismo que el de septiembre de 1930, y no es poca cosa.

No se trata de abonar al pesimismo nacional en el afán de destacarse. No somos los peores del mundo ni estamos condenados al éxito, y el destino y la grandeza que –se dice– éste nos tiene reservada están por verse.

Está claro que no se avanza sólo mirando el espejo retrovisor (tampoco ignorándolo) y que el pasado no explica el futuro, pero aun sin echar mano del rigor de las estadísticas existe en el inconsciente colectivo la ligera certeza de que las coyunturas se repiten demasiado y que, con matices, vivimos en un país que es más o menos siempre el mismo.

Para que Ortega y Gasset deje de tener razón al menos en eso, no estaría mal en algún momento probar qué pasa si dejamos de señalar a la piedra como la culpable de nuestros reiterados tropiezos.


domingo, 11 de septiembre de 2016

Por el Día del Niño las ventas de juguetes argentinos crecieron 2,5%... @dealgunamanera...

Por el Día del Niño las ventas de juguetes argentinos crecieron 2,5%...


La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) informó que las ventas por el Día del Niño fueron un éxito, habiéndose registrando un incremento del 2,5% en las cantidades vendidas en la última “Semana del Niño” respecto al mismo período del año pasado. Esto fue posible principalmente por dos factores: (i) el Programa de Fomento al Consumo y la Producción AHORA 12 y (ii) el Acuerdo firmado por la entidad con la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).

Hasta el mismísimo Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri, como muestra de apoyo a la industria argentina, ha adquirido juguetes de fabricación nacional con licencias internacionales en una tradicional juguetería de barrio de la localidad de San Miguel. El Presidente eligió dos rompecabezas, uno de “Monster High” y otro de “My Little Pony”, ambos fabricados por socios de CAIJ licenciatarios de firmas internacionales. El primero se consigue por 110 pesos y el segundo por 120.

El presidente de la CAIJ, Dr. Matías Furió, señaló que el ticket promedio rondó este año los $250 pesos y que los precios de los productos se incrementaron sólo un 15% desde el pasado mes de diciembre. Todos los segmentos del rubro juguetero tuvieron un muy buen desempeño, con una destacada performance en las ventas de los juegos didácticos de primera infancia y los juegos de sociedad, también conocidos como juegos de mesa. Además, se registraron buenos niveles de ventas en rodados y patines (rollers) así como las muñecas, los camiones y los artículos fabricados en el país con licencia de una compañía internacional como los de Peppa Pig, Miles del Mañana, Avengers, Frozen y Soy Luna.

Gracias al apoyo de la Subsecretaría de Comercio Interior a cargo del Dr. Javier Tizado (h), el sector juguetero ha visto impulsadas sus ventas a través del Programa AHORA 12.

Fueron más de 3000 los pequeños comercios y jugueterías de barrio que se registraron como puntos de venta adheridos pudiendo ofrecer esquemas de financiamiento sin topes de. El Dr. Matías Furió señaló a que “el ticket promedio de compra por persona con Ahora12 es de $ 1.400”.

Por su parte, las góndolas de las grandes superficies han quedado prácticamente vacías gracias a las agresivas promociones de liquidación y otros descuentos ofrecidos por las tarjetas de crédito de los diferentes bancos que posibilitaron adquirir los juguetes de mayor valor con rebajas de hasta el 40% y 6 cuotas sin interés. Esta estrategia generó un impacto favorable en las ventas de juguetes de fabricación local por el Acuerdo CAIJ-ASU homologado en la Secretaría de Comercio del Ministerio de Producción. El mismo dispone que el 50% de los juguetes ofrecidos deben ser argentinos y compromete a los supermercados a no importar productos que se fabriquen en el país.

Otro factor determinante que destacó la CAIJ, fue que no se percibieron artículos a la venta en la vía pública, los cuales no cumplen las normas vigentes de seguridad, no pagan impuestos, violan la ley de marcas y ponen en riesgo la salud de los niños. Esto fue posible al trabajo de la Dirección General de Aduanas dirigido a controlar e incautar mercadería de dudosa procedencia en el puerto.

Más allá de promover el desarrollo del sector juguetero, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete dona para esta fecha en la que se agasajan a los pequeños de la casa, más de 10 mil juguetes a diferentes centros de atención como el Hospital Ricardo Gutierrez así como comedores y merenderos de todo el país. En esta oportunidad, se realizaron donaciones a la comunidad Wichi de Las Lomitas (Formosa), a la comunidad Toba de Chaco y a varias instituciones de la provincia de Buenos Aires.




¿Cuándo nos fuimos a la mierda?... @dealgunamanera...

¿Cuándo nos fuimos a la mierda?...

Pedraza. Tuvo que morir Mariano Ferreyra para que un sindicalista fuera preso. Foto: Cedoc

Como el personaje de Vargas Llosa de Conversación en La Catedral que se pregunta: “¿Cuándo se jodió el Perú?”, en el bar de Lima donde se sitúa la novela, o como canta Jaime Roos en Los Olímpicos sobre los uruguayos... “Uruguayos / uruguayos/ dónde fuimos a parar/ Antes éramos campeones / Les íbamos a ganar / Hoy somos los sinvergüenzas / Que caen a picotear”, si el lector de esta columna acepta un café en El Hipopótamo o en el Derby, alrededor del Parque Lezama, en algún momento nos quedaremos en silencio, mirando pasar la tarde en la ventana, pensando lo mismo, quizá en términos más vulgares, más nuestros: “¿Cuándo fue que nos fuimos a la mierda?”.

© Escrito por Carlos Ares el sábado 10/09/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

¿Cuándo y por qué comenzó a importarnos todo un carajo y forzamos los límites de la convivencia hasta reventarlos? No los de la ley que se nos impone, sino los propios, los que nos hacen ser una persona. Esos que desmienten al tango, porque no es lo mismo “ser derecho que traidor”, por ejemplo. ¿En qué momento empezamos a culpar siempre a otro, a negar, a encubrirnos con el discurso de que no podíamos ser “el boludo” que se queda afuera cuando todos “entran”? 

Es probable que haya sido a causa de la última dictadura. Ya, antes, llevábamos varios años quebrando los pactos, los acuerdos, la Constitución, pero ahora hasta los golpes de Estado previos parecen dramas menores frente a lo que sucedió después. Fue en los primeros años de esos trágicos 70 cuando se despreció la vida. Matar pasó a ser un acto de justicia. Y la venganza comenzó a servirse en caliente. Secuestrar, torturar, eliminar, aniquilar, erradicar, reprimir fueron los verbos maestros del poder. Hasta el punto de “desaparecer”, “no estar”, como decía Videla, “ni vivos ni muertos”. Y desaparecimos, miles físicamente y millones como sociedad, como proyecto, como promesa, como cultura. Cultura entendida, según T.S. Eliot, “como todo aquello que hace que la vida merezca la pena ser vivida”.

A más de treinta años, esa explicación, la dictadura como causa y consecuencia, es necesaria pero no suficiente para entender todo lo que sucedió después. Hay una responsabilidad que, en parte, les cabe también a los gobiernos democráticos. Alfonsín, según admitió, no supo o no pudo echar las raíces y desarrollar la construcción de ciudadanía, el debate de ideas, los apoyos mutuos, la alternancia en el poder, la igualdad ante la ley.

Agotados por las resistencias tardías de los carapintadas, desesperados por el fracaso económico, nos saqueamos de paciencia, y en ese desencuentro con la fe democrática regresamos al peronismo, donde el discurso populista de Menem prendió en campo fértil. “La patria morena”, “la revolución productiva”, “el salariazo”. El líder que no iba a defraudar arrasó con lo poco que quedaba de esperanza. Dictó los indultos a Firmenich y Videla, entre otros, y en poco tiempo traicionó todas las palabras dadas y las promesas hechas. El mensaje que bajaba desde el poder era: “Mírenme. Vean cómo miento. Cómo hago lo contrario de lo que digo. Síganme. Todo está permitido”. 

El “favor” pedía “retorno”. 

Los barrios se cerraron. Colocamos rejas, cámaras, alambres de púa. El que no mafia no mama. La policía hizo su negocio. El narco tomó posesión de la tierra de nadie, contrató a sus “soldaditos” y comenzó la guerra. Sálvese quien pueda. El que no es un criminal es cómplice o es víctima.

Desde entonces, la muerte parece ser el único motor de nuestra historia. Tuvo que morir, violada, asesinada, María Soledad en Catamarca para terminar con el régimen feudal de los Saadi. Tuvo que morir, apaleado, el soldado Carrasco para terminar con el servicio militar obligatorio. Tuvieron que morir 52 personas en la masacre de Once para que se ocuparán de los trenes. 
Tuvieron que morir fusilados los pibes Kosteki y Santillán, durante la gobernación de Felipe Solá, para que Duhalde adelantara las elecciones.
 Tuvo que morir Mariano Ferreyra para que finalmente un sindicalista, José Pedraza, fuera preso. Costó muertos terminar con Cavallo. Y sin contar los muertos de hambre, de necesidad, de olvido, de pena, de nada, de tantos que ni siquiera movieron la aguja de la vida.


Nueve meses de duelo y parto… @dealgunamanera...

Nueve meses de duelo y parto…

Mauricio Macri. Foto: Pablo Temes 

El viento de cola de la economía mundial que alcanzó para disimular nuestro parate de 2009 a 2015, se apagó. Hará falta mucho más que festiva impertinencia para reemplazarlo.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 11/09/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ayer se cumplieron los primeros nueve meses del gobierno de Macri, y la asociación con el embarazo es obligada. Fueron nueve meses dolorosos como un parto, con el inconveniente de no saber cuánto más se prolongará. Tampoco el resultado final de lo gestado es seguro, porque no hay una ideología clara de derecha y a favor de los ricos como creen los K, ni liberal o conservadora o republicana como quieren creer ciertos anti K. El drama tragicómico de la Aduana, o los servicios de inteligencia a los que en esencia se les mantuvo el poder, o la continuidad al frente de la Policía Bonaerense de un comisario que no podía desconocer lo mismo que hoy Vidal combate son todas señales de la debilidad fáctica y conceptual de lo que se denomina “cambio”, porque su expresión ideológica no tiene palabra y lo novedoso, tal vez, sea sólo ornamento de su vacío.

Pero Macri cuenta a favor con el enorme odio que generó el kirchnerismo en la mayoría de los medios de comunicación profesionales, que con tal de castigar todo lo K reducen la agenda del presente para dedicar la mayor cantidad de tiempo a la corrupción de los 12 años kirchneristas, empujando a gran parte de la sociedad a entretenerse con la novela diaria de Comodoro Py, como si estuviéramos preñados de pasado en lugar de futuro.

El futuro es aún terra incognita, y no se sabe si Macri es el demiurgo que precisa la época

Mientras tanto, el déficit fiscal no se reduce: sigue habiendo 36 empleos públicos por cada 100 empleos privados, cuando en Chile hay 12 empleos públicos por cada 100 privados; crece la deuda externa no sólo para obras de infraestructura sino en parte significativa para financiar el pago de sueldos de las provincias, como en los 90, y no se disipa la duda sobre si el gobierno del PRO vino a hacer kirch-nerismo más prolijo imprimiendo deuda en lugar de imprimir billetes. Shakespeare decía: “Vestir palabras viejas en nuevo modo es todo mi arte”.

Desde una perspectiva ideológicamente opuesta a la ortodoxia económica,  más que expectativas y dudas sobre el resultado del parto lo que hubo fue duelo por la reducción del consumo.

A pesar de la pérdida del 8% del poder de compra en lo que va de 2016, los sueldos privados en Argentina son en promedio 50% mayores que en el resto de Latinoamérica. Pero al no ser el resultado de una mayor competitividad, los precios de los productos también son un 50% más caros que en el resto de nuestros vecinos, creando un círculo vicioso cuya solución requerirá mucho más que un incremento sustancial de las inversiones.

Hará falta mucha creatividad para cambiar la matriz económica-cultural de la Argentina, y sorprende que después de nueve meses de gobierno el ministro Prat-Gay proponga un pacto social para tener menos inflación y recesión cuando no se hizo en diciembre, al asumir. Muestra diferencias en el equipo económico y cómo el sistema de dos CEOs supervisando a los ministros genera tensiones. Hay quienes sostienen que Macri terminará poniendo a uno de sus dos vicejefes de Gabinete  directamente como ministro de Economía, y Mario Quintana es el más mencionado.

Tampoco la obra pública alcanzará  para transformar esa matriz. La provincia de Buenos Aires tiene un territorio equivalente al de Alemania y un déficit de infraestructura de 200 mil millones de dólares; aunque Macri lograra destinarle 20 mil millones, no conseguiría un efecto como el del Plan Marshall, que después de la Segunda Guerra reconstruyó a Alemania, y tampoco se acercaría al objetivo de “pobreza cero” que pregona el Gobierno ni se verificarían en la vida cotidiana mejoras contundentes.

Aunque María Eugenia Vidal tenga hoy el récord de casi el 70% de imagen positiva, si no logra transformar la penosa situación de la Provincia (escuelas, hospitales, comisarías y rutas con problemas crónicos de mantenimiento), corre el riesgo de que dentro de cuatro años se diga de ella que fue “Scioli con polleras”: muy querible, pero no pudo cambiar nada. La opinión pública es tan volátil que en cuatro años puede modificar totalmente las condiciones de reconocimiento: en 2011 Aníbal Fernández fue quien ganó las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires con el 57% de los votos como primer candidato a senador. 

Macri hoy tiene la ventaja de una oposición altamente fragmentada y las organizaciones sindicales desprestigiadas, aún sin liderazgos categóricos. Aunque puedan hacer movilizaciones multitudinarias y hasta paros nacionales, los sindicatos ya no son la base de un partido de oposición como lo fueron en el pasado para el peronismo cada vez que no fue gobierno. 

Pasamos de la elocuencia vulgar al discurso del silencio, donde la esperanza es la espera.

Hoy no hay una “ancha avenida” de oficialismo y otra de oposición, sino una atomización de espacios políticos todos minoritarios, con el riesgo para la oposición de que cada vez que trate de amalgamarse para adquirir peso electoral termine pasándole lo de Alfonsín-De Narváez, para quienes la suma de partes fue menor que el todo. En su acuerdo con Stolbizer, le atribuyen a Massa decir que sólo sería candidato en 2017 si Cristina Kirchner se postulara para senadora por la provincia de Buenos Aires.

Un ejemplo del estado líquido de las fuerzas políticas argentinas lo muestran los  principales cuadros de la frustrada Alianza que gobernó de diciembre de 1999 a diciembre de 2001,  sirviendo tanto para aportar funcionarios y candidatos al kirchnerismo como al PRO. 

El corolario es que duelo y parto comparten la esperanza en la espera. Ambos en el fondo tienen su poder de concepción porque se supone que, acabado el trabajo de duelo (también hay trabajo de parto), quien tiene su humor dolido se cura sustituyendo lo perdido por su reemplazo. El viento de cola de la economía mundial que sopló de 2003 a 2008 y que alcanzó incluso hasta para disimular nuestro parate de 2009 a 2015, se apagó. Hará falta mucho más que festiva impertinencia para reemplazarlo.