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viernes, 12 de junio de 2020

Día de la Reafirmación de los Derechos sobre las Islas… @dealgunamanera…

El Gobierno envía tres leyes al Congreso con eje en las Malvinas

Alberto Fernández recibió en Olivos a Felipe Solá y Daniel Filmus para anunciar tres leyes vinculadas a Malvinas Foto: Presidencia

Los proyectos apuntan a la ampliación de la plataforma argentina para la exploración y explotación de hidrocarburos y minerales, mayores sanciones a la pesca ilegal y la creación de un consejo con la oposición, académicos y ex combatientes que avance en políticas de estado.

© Escrito por Mariano Beldyk el miércoles 10/06/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad de Buenos de Aires, República de los Argentinos.


El Gobierno anunció el envío formal al Congreso de sus primeros tres proyectos de ley vinculados a la política exterior: la creación del Consejo Malvinas, el aumento de sanciones para la pesca ilegal y el nuevo mapa de la Argentina con la ampliación de la plataforma continental, tal como había anunciado el presidente Alberto Fernández el pasado 1 de marzo durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso. Aunque se esperaba la presentación formal en un acto en la Quinta de Olivos con motivo del Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, el anuncio mutó primero a un mensaje grabado y, finalmente, a un comunicado oficial de Presidencia.

"Trabajaremos incansablemente para potenciar el legítimo e imprescriptible reclamo por la soberanía”, había afirmado el Presidente ante la asamblea legislativa cuando señaló que “para esta tarea no alcanza el mandato de un Presidente, o de un Gobierno: exige una política de Estado, de mediano y largo plazo”. El canciller Felipe Solá y el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de Cancillería, Daniel Filmus, presentaron las iniciativas por la tarde en la Quinta de Olivos junto al subsecretario de Pesca, Carlos Liberman.

Solá sostuvo que los tres proyectos “tienen como objetivo fortalecer nuestra presencia soberana, nuestra actividad económica y promover la memoria con hechos concretos, por los héroes de Malvinas y por otros que dieron la vida en la Antártida”. Desde el ministerio que comanda se trabajó a lo largo de estos meses. Los tres proyectos, ya firmados, provienen del Ejecutivo, pese a que había ya algunos vinculados a estas temáticas a cargo de legisladores, como el de la ampliación de la plataforma continental con la firma de la senadora Norma Durango.

Los tres proyectos “tienen como objetivo fortalecer nuestra presencia soberana, nuestra actividad económica y promover la memoria con hechos concretos", dijo Felipe Solá 

Acorde a la letra del “proyecto de ley sobre la demarcación del límite exterior de la plataforma continental argentina” que enviará el Ejecutivo, el objetivo es "consolidar los derechos de soberanía sobre los recursos del lecho y subsuelo" en línea con una política de estado en la que se trabaja en el marco de las Naciones Unidas y a lo largo de varias administraciones. La presentación argentina tuvo lugar el 21 de abril de 2009 con el propósito de demarcar el límite exterior de la plataforma continental más allá de las 200 millas.

"La adopción de la ley y la publicación de las coordenadas de la plataforma continental argentina incrementarán la seguridad jurídica para el otorgamiento de concesiones que tengan como finalidad la exploración y explotación de hidrocarburos, minerales y especies sedentarias para todo el Pueblo Argentino y las generaciones futuras", asegura el proyecto. Explica que "se han obtenido datos inéditos para el conocimiento del margen continental argentino, con el fin de que el trazado de ese límite sea el más beneficioso para el país respetando las fórmulas y restricciones previstas en la normativa internacional".

Por supuesto que dicho rediseño impacta directamente en el reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas: "La inclusión de los puntos que refieren a la demarcación de la plataforma continental proveniente de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur en el proyecto de Ley resulta imprescindible, y la eventual sanción de esta ley constituirá —ni más ni menos que— un nuevo acto de reafirmación de los derechos soberanos argentinos sobre tales áreas". El Gobierno reitera que tales derechos son inherentes, por el carácter ribereño del estado argentino, y no sujetos a su ejercicio efectivo.

"La adopción de la ley y la publicación de las coordenadas de la plataforma continental argentina incrementarán la seguridad jurídica para el otorgamiento de concesiones" 
  
A lo largo de sus fundamentos, la iniciativa hace un racconto de dos décadas de trabajo por parte de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), creada por ley N° 24.815 para nuclear al equipo científico, técnico y jurídico interministerial bajo la órbita de Cancillería—. El 11 de marzo de 2016, primero, y el 17 del mismo mes de 2017, luego, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de la ONU adoptó por consenso las recomendaciones sobre la presentación que hizo el país en 2009.

"Queda, de esta manera, finalizado el análisis de todos los puntos del límite exterior de la plataforma continental argentina a excepción de aquellas zonas sujetas a una disputa de soberanía con el Reino Unido, así como el sector que está regido por el Tratado Antártico", aclara la iniciativa.

Muy relacionado con este proyecto destaca la modificación al régimen de sanciones que fija la Ley 24.922 a la pesca ilegal en aguas argentinas, en base a montos de 1997, con una posterior actualización a los once años, que quedó muy lejos de desalentar su práctica. El proyecto busca no solo actualizar las multas sino también endurecerlas en base a unidades de valor relacionadas al monto del combustible —contemplando su actualización— y la restitución de los gastos del Estado.


A lo largo de sus fundamentos, la iniciativa hace un racconto de dos décadas de trabajo por parte de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), creada por ley N° 24.815 para nuclear al equipo científico, técnico y jurídico interministerial bajo la órbita de Cancillería—. El 11 de marzo de 2016, primero, y el 17 del mismo mes de 2017, luego, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de la ONU adoptó por consenso las recomendaciones sobre la presentación que hizo el país en 2009.

"Queda, de esta manera, finalizado el análisis de todos los puntos del límite exterior de la plataforma continental argentina a excepción de aquellas zonas sujetas a una disputa de soberanía con el Reino Unido, así como el sector que está regido por el Tratado Antártico", aclara la iniciativa.

Muy relacionado con este proyecto destaca la modificación al régimen de sanciones que fija la Ley 24.922 a la pesca ilegal en aguas argentinas, en base a montos de 1997, con una posterior actualización a los once años, que quedó muy lejos de desalentar su práctica. El proyecto busca no solo actualizar las multas sino también endurecerlas en base a unidades de valor relacionadas al monto del combustible —contemplando su actualización— y la restitución de los gastos del Estado. 

"Existe una vasta gama de intereses nacionales en juego, los cuales además deben apreciarse a la luz de la existencia de la disputa de soberanía con el Reino Unido"

Por último, la creación de un "Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes" aspira a "constituir un espacio plural en el máximo nivel institucional, que diseñe y proyecte estrategias a mediano y largo plazo en el plano nacional, regional y global" y con una conformación "multipartidaria", que comprenda a distintos sectores sociales vinculados a la temática con el fin de forjar consensos políticos y sociales más allá de los cambios de gobierno. Parte de sus fines será también la proyección de estas ideas en el marco nacional e internacional con la participación de sus miembros en reuniones y seminarios referidos a la Cuestión Malvinas, en Argentina y el exterior.

Dicho consejo estará integrado por el o la Presidente/a de la Nación, el o la canciller y el o la secretario/a de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur (SEMAS) —a cargo de la coordinación técnica, por parte del Ejecutivo. Además, habrá un legislador por cada uno de los tres bloques con mayor representación parlamentaria de Diputados y Senadores y el gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Y por último, incluirá a dos especialistas en Derecho Internacional, tres representantes del sector académico y científico con trayectoria en la materia y un representante de los excombatientes de Malvinas. Estos últimos seis miembros permanecerán en funciones por cinco años, con la opción de ser reelegidos. Todas las labores serán "ad honorem".

MB / DS









domingo, 9 de febrero de 2020

De Europa al barro. Después de la gira, las internas... @dealgunamanera...

Después de la gira, las internas...

 “Se va la primera...” Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes

El periplo europeo del Presidente fue muy productivo. Ahora toca resolver la deuda y alinear funcionarios. Kicillof, siempre amateur, y roces en Justicia.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Fue una semana de caricias políticas para Alberto Fernández. Su exitosa gira por Europa le deparó las mieses de la cordialidad de la canciller de Alemania, Ángela Merkel, del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y del presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Todos ellos lo recibieron muy bien, comprometieron su apoyo para los reclamos por la deuda y hasta le hicieron regalos simpáticos y de calidad (la guitarra que le regaló Macron es de muy buena hechura).

Dicho esto, hay que recordar que a Mauricio Macri también lo trataron muy bien en su primera gira europea. Y lo mismo le sucedió a Néstor Kirchner en su primer viaje presidencial al Viejo Mundo. A la única a la que nunca le fue verdaderamente bien fue a Cristina Kirchner. Ya se ha dicho aquí que su patológica personalidad generó el rechazo de todos los jefes de Estado que la conocieron.

La moraleja de este racconto es que el apoyo de los líderes mundiales es una condición imprescindible para enfrentar una negociación tan compleja como la que deparará la búsqueda de un acuerdo de pago con el FMI y los bonistas, pero insuficiente para reconstruir la economía del país.


Deuda. Néstor Kirchner solucionó el problema de la deuda pero Cristina se fue del gobierno con 25% de pobreza, la deuda con los holdouts y altos índices de inflación y desempleo.

Mauricio Macri solucionó el problema con los holdouts, pero su gobierno terminó con más del 30% de pobreza, la deuda con el FMI y bonistas privados, e índices de inflación y de desempleo aún mayor de los que había heredado.

En su periplo europeo, el Presidente fue a pasar la gorra en pos de la ayuda de los líderes mundiales a los que visitó. Es altamente probable que también le vaya bien con Donald Trump, que trató con deferencia al flamante embajador en Washington, Jorge Argüello, quien volvió a ocupar esa sede diplomática de la cual había sido expulsado en 2012 como castigo por CFK.

Está claro que el problema de la deuda se va a solucionar. El desafío es que vengan las inversiones. Por eso –y para que no le suceda lo que a sus antecesores– el gobierno de Fernández debe abocarse a la búsqueda de las soluciones políticas y estructurales que requiere la problemática de la economía argentina.

Kicillof. En el devenir de la negociación por la deuda, el Gobierno tuvo en las dos últimas semanas una especie de quinta columna: Axel Kicillof. Su impericia para manejar el vencimiento del bono por 249.750 millones de dólares emitido en 2011 por Daniel Scioli fue proverbial.

Cuando se propone una postergación de los plazos de pago o alguna otra variante, se requiere un consenso previo con un número de acreedores que sea suficiente para que el deudor se asegure contar con la aquiescencia de la casi totalidad de los acreedores. Eso es lo que no hizo Kicillof. Lo suyo fue un piletazo sin ninguna posibilidad de éxito.

“Fue algo amateur, sin ningún sentido”, lo definió un analista económico de elite. Y tan amateur fue que acabó impactado negativamente en la reestructuración del bono AF20, un bono dual que se paga en pesos o en dólares a un cambio determinado.

Es evidente, además, que Kicillof no tiene muy en claro su rol. Él es el gobernador, no el ministro de Economía. La lógica indica que debió haber sido su ministro de Economía, Pablo López, quien llevara la voz cantante de la negociación ante la opinión pública.
Para eso están los ministros, que son, además, fusibles.

“Axel se equivocó otra vez. Tiene mucho que aprender”, confiesa una voz de su cercanía.


Internas. Poco le duró al Presidente el dulce sabor de las jornadas vividas entre Roma, Berlín, Madrid y París. La interna emergió con toda su potencia apenas el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, volvió a decir que en la Argentina no hay presos políticos.

Que haya salido a cruzarlo Julio De Vido no sorprendió a nadie. Es más, el retruécano del depreciado ex ministro –despreciado, además, por muchos de sus ex conmilitones– es casi un galardón para el jefe de Gabinete. Pero que esa discrepancia haya sido expresada públicamente –una vez más– por una integrante del gabinete, la ministra de las Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, es insólito.

La repercusión de este episodio sin dudas ha sido fuerte al interior del Gobierno. No es casual que el canciller Felipe Solá haya salido de inmediato a respaldar a Cafiero al advertir que este incidente termina afectando la autoridad del Presidente. Y el mismo AF advirtió esto ya que ayer la orden que circulaba al interior del gabinete era no hablar más del tema.

Otro foco de tensión que se está incubando es el de la reforma judicial. El proyecto anunciado por el Presidente el 10 de diciembre en su discurso ante la Asamblea Legislativa aún no tiene fecha de presentación a causa de las diferencias internas entre la ministra de Justicia, Marcela Losardo, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.

AF decidió que se encarguen de su redacción –entre otros– Losardo, Beliz, Cafiero, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y la interventora de la AFI, Graciela Camaño.

La última semana trascendió que Beliz habría solicitado el asesoramiento del fiscal José María Campagnoli. Es un aporte extraoficial. “No está institucionalizado”, afirman. Campagnoli, que fue subsecretario de Justicia durante el período en que Beliz se desempeñó como ministro de Néstor Kirchner, fue víctima de la persecución política del kirchnerismo cuando investigó a Lázaro Báez.

Losardo, por su parte, ya hizo saber en los pasillos de Comodoro Py que está “muy en desacuerdo” con la reforma judicial que está armando Beliz, con eje en la Justicia Federal, conmocionada en estos días por la muerte del juez Claudio Bonadio.

Bonadio fue un juez muy pero muy cuestionable al que el kirchnerismo –en el ejercicio de la doble moral que forma parte de su esencia– protegió y elogió cuando se benefició con sus fallos y a quien recién denostó cuando fue objeto de sus investigaciones por hechos de corrupción.





domingo, 2 de febrero de 2020

Alberto, Francisco, Axel y Aníbal... @dealgunamanera...

Alberto, Francisco, Axel y Aníbal…

Totus Tuss. Papa Francisco. Dibujo: Pablo Temes.

Hubo química entre el Presidente y el Papa. El gobernador bonaerense sigue mostrando ineptitud. Macri ayudó al Gobierno, y otro Fernández lo complicó.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 02/02/200 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


En la política, la química personal es un factor clave en la concreción de acciones y/o proyectos. Mauricio Macri tenía –y tiene– una muy buena relación personal con Donald Trump y eso permitió que, contra la opinión de muchos de los integrantes del board del FMI, se abrieran los grifos de la entidad y llegaran a su gobierno los miles de millones de dólares que necesitó para no caer en default. Esa regla volvió a funcionar esta semana con otros protagonistas y en otro lugar. El lugar fue El Vaticano y los protagonistas el papa Francisco y Alberto Fernández. La coincidencia de todas las voces que conocen lo que se vio, lo que no se vio, lo que se escuchó y lo que no se escuchó es total: el encuentro fue muy bueno.

Diferencias. Las diferencias con las reuniones del Papa y Macri fueron abismales. Tampoco con Cristina existió la cercanía que hubo el viernes en la Biblioteca del Palacio Apostólico durante los 44 minutos en que Francisco y AF conversaron sobre la afligente situación socioeconómica del país.  

“El Papa se quedó contento”, decía ayer desde Roma una de las muy pocas personas que conoce al detalle lo que pasa en Santa Marta, donde Francisco vive y se sincera.

El cortocircuito ocurrió con el tema del aborto sobre el que, efectivamente, el Presidente no habló con el Papa, pero que sí estuvo presente en la conversación con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.

Más allá del ida y vuelta que se generó –hecho que obligó a la Sala Stampa del Vaticano a emitir dos comunicados a pedido del propio Papa que hizo corregir el primero de ellos– lo que AF debería tener en cuenta es que la posición contraria al aborto de la Iglesia –con Francisco a la cabeza– es inmodificable y que la conflictividad aparecerá una vez que el proyecto se abra a debate en el Congreso.

Para la interna del Vaticano queda la insólita homilía peronista de monseñor Marcelo Sánchez Sorondo en la misa en la cripta de la tumba de San Pedro que precedió al encuentro entre Francisco y AF. Desde 1998, Sánchez Sorondo es el Canciller de la Academia Pontificia de Ciencias y de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales. ¡Sus palabras fueron un bochorno!

Deuda. El objetivo central del periplo europeo de Alberto Fernández es el tema de la deuda, y lo habló con el Papa. ¿Podrá ayudar Francisco? Difícil. Más allá de las expresiones del Sumo Pontífice, los interlocutores políticos que deciden son otros. Y el que más influye es Donald Trump.

En relación al presidente de los Estados Unidos, Alberto debería tener en cuenta dos cosas: la primera, que el proceso de impeachment (juicio político) que le inició la Cámara de Representantes está a punto de caer. Los republicanos –que dominan el Senado– constituyen una barrera inexpugnable para el avance del proceso. La segunda, que Trump seguramente será reelecto en las elecciones de noviembre. La buena sintonía con una persona difícil como él exigirá un manejo fino que tendrá en el centro de la discusión el caso Venezuela, tema sensible que condicionará la negociación por la deuda.

Vencimiento. En lo inmediato, la expectativa está en ver qué sucede mañana con el vencimiento del ya casi legendario bono de US$ 250 millones que la Provincia de Buenos Aires emitió en 2011 durante el gobierno de Daniel Scioli.

Axel Kicillof ha demostrado hasta aquí una particular ineptitud para manejar este tema. No sorprende: lo mismo hizo cuando fue ministro de Economía y debió renegociar –con resultados ruinosos para el país– la deuda con el Club de París, con los fondos buitre y con Repsol.

El desenlace se dará justo en la semana en que Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, intentarán que los jefes de gobierno de Francia, España y Alemania apoyen la renegociación.

Macri. En el ámbito doméstico, el Gobierno recibió esta semana una ayuda impensada: habló Macri. Su frase “yo siempre les decía a todos: cuidado, que los mercados no te dan más plata y nos vamos a la mierda” causó conmoción en Cambiemos y regocijo en el Gobierno.

Más allá de que para algunos sea un sincericidio, esa frase refleja una conducta presente a lo largo de su Presidencia, según la cual las causas de su fracaso le fueron ajenas. Lo mismo hacía –y hace– Cristina Kirchner.

“Le pedimos que haga silencio por un tiempo largo porque, con declaraciones como ésa, no hace más que complicarnos la vida”, confesaba un legislador de Cambiemos tras la aprobación en Diputados del proyecto de ley de renegociación.

Aníbal. El Gobierno se apresuró a devolver la gentileza: nombró a Aníbal Fernández interventor en Yacimientos Carboníferos Fiscales en Río Turbio. Más allá de los memes asociando a Fernández a la palabra “turbio”, es curioso ver cómo funciona este mecanismo de equilibrio en los desaciertos entre opositores y oficialistas.

¿Qué necesidad había para el Gobierno de concretar este nombramiento que solo le acarrea desprestigio? ¿Qué dirán Felipe Solá y Daniel Arroyo, quienes durante la campaña a gobernador de Buenos Aires de 2015 asociaron en forma directa y sin rodeos a Aníbal Fernández con la circulación de drogas ilegales?

Desgraciada saga la del yacimiento de Río Turbio. En 2004 un incendio que desnudó graves fallas de mantenimiento se cobró la vida de 14 trabajadores. El impacto político de la tragedia fue de tal magnitud que obligó a Néstor Kirchner a quitarle la concesión a Sergio Taselli y a planear un proyecto para asistir a los habitantes de la localidad.

Se pensó en la construcción de una central termoeléctrica a carbón, que insumiría dos millones de toneladas de ese mineral, para lo que había que reconvertir la mina. De más está decir que eso nunca se logró. Lo que sí ocurrió fue que ese plan dio pie a una desvergonzada saga de corrupción por la que está siendo juzgado el ex ministro de Planificación, Julio De Vido. Curiosamente, su esposa, Alessandra Minnicelli, salió a saludar la designación de Aníbal Fernández con un brío que merecería mejores propósitos.

Consultado tras su encuentro con el Papa por el proyecto de ley de despenalización del aborto, AF dijo que lo presentará ante el Congreso el 1º de marzo y que eso no era ni más menos que cumplir con su promesa de campaña. “Voy a cumplir con mi palabra”. Otra de sus promesas fue “vamos a volver para ser mejores. La designación de Aníbal Fernández al frente de YCF lo desmiente rotundamente.






domingo, 12 de enero de 2020

Kicillof se escribe con K... @dealgunamanera...

 El chiquito y la cintura política…

Jaquecas, Axel Kicillof. Dibujo: Pablo Temes

La provincia de Buenos Aires, su gobernabilidad y sus dificultades financieras, son un problema que también afecta a Alberto Fernández.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 12/01/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El recorte del porcentaje de coparticipación que le corresponde a la Capital Federal había sido planteado durante la campaña por Alberto Fernández quien luego, al ser consultado por el tema, prácticamente lo descartó. Pero, en el acto de asunción de Fernando Espinoza como intendente de La Matanza, a los pocos días de comenzado el Gobierno, Cristina Fernández de Kirchner lo impulsó con vehemencia. Lo que hizo, claramente, fue marcarle la cancha al Presidente quien, a menos de un mes, adoptó la iniciativa sin ningún tipo de negociación previa con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ¿No era que existiría diálogo antes de tomar medidas? ¿Es así como AF quiere dar una imagen de no dependencia de su vicepresidenta?

Quienes han hablado con el Dr. Fernández lo han escuchado quejarse de esta conjetura. “Resulta que antes de integrar la fórmula con Cristina, yo era una persona de carácter y pensamiento propio y a partir de ese momento me convertí en su monigote”, les manifestó a algunos de los periodistas a los que les hizo conocer su fastidio por esa apreciación. Le guste o no, será ése un karma con el que deberá cargar a lo largo de su mandato. Y de su independencia de la vicepresidenta dependerá la posibilidad de éxito de su gobierno, que está atravesado por contradicciones. Una de las evidencias de esas contradicciones se ve en algunas de las designaciones que se han producido hasta aquí. 

"Volvimos para ser mejores”, fue una de las frases que repitió desde la noche del 28 de octubre, el día de la victoria electoral. Sin embargo, hubo nombramientos que contradicen esa promesa. ¿Es “ser mejores” proponerlo al juez federal Daniel Rafecas –quien debió haber sido sometido a juicio político por su bochornoso papel en el caso Boudou, a uno de cuyos abogados aconsejó mientras estaba a cargo de la causa– como procurador general de la Nación? ¿Es “ser mejores” designarlo al ex gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri –un hombre muy cuestionado en esa provincia– como embajador de la Argentina ante el gobierno de Israel? ¿Es “ser mejores” haberlo nombrado a Carlos Zannini como procurador del Tesoro?

Volver. En las segundas líneas de varias áreas del Gobierno han sido designados dirigentes de La Cámpora que habían estado en la gestión de CFK, quienes no han tenido empacho en expresar a viva voz su avidez de revancha. ¿Eso es “ser mejores”?

La Argentina necesita inversiones de un volumen monumental, si es que la erradicación de la pobreza se erige en un objetivo auténticamente prioritario del Gobierno. Y para atraer ese nivel de inversiones, la gestión de AF debe ser necesariamente mejor que las dos de CFK y la de Mauricio Macri.  

En las expresiones del Presidente y de varios de sus funcionarios se evidencia un equivocado concepto de lo que es la clase media. Sobrevuela ahí la idea de que es una clase llena de privilegios y ausente en el sacrificio. Es un grosero error de concepto. Es el mismo error de concepto que supo expresar –y aún hoy expresa– la vicepresidenta. Todos recordamos sus peroratas durante sus Aló Presidenta por cadena nacional en las que no dejaba pasar oportunidad para fustigar a la clase media. Por si hace falta recordarlo, la clase media la pasó mal con CFK, la pasó mal con Macri y la sigue pasando mal con Alberto Fernández.    

El mal momento de la economía persiste y hasta que no sea superado no habrá mejoras ni soluciones. Roberto Lavagna hizo conocer su preocupación sobre esto en la reunión que mantuvo en Pinamar con varios de sus dirigentes.

Allí expresó su aprobación al bono para los jubilados y su crítica a la doble indemnización y la falta de coordinación de las medidas tributarias implementadas a nivel nacional, provincial y municipal. Como ejemplo puso a la provincia de Buenos Aires.

La ley de reforma impositiva aprobada por la Legislatura bonaerense dejó al descubierto las falencias y desprolijidades políticas del gobierno de Axel Kicillof. “A Axel –“este chiquito va a ser un gran gobernador” dijo AF– le falta mucha cintura política”, señaló –contundente– un legislador provincial oficialista. Por eso fue necesario el involucramiento de Sergio Massa.

Hubo una férrea voluntad de diputados y senadores oficialistas y opositores de ser ellos quienes lleven adelante la negociación final. Es como si hubieran rememorado la famosa frase de Obdulio Varela en el Maracanazo: “Los de afuera son de palo”. Verónica Magario también estuvo activa cerrando por su cuenta acuerdos con legisladores que no se sabía si tenían el visto bueno del gobernador. Desde algún sector del oficialismo le atribuían algunas demandas a Massa, quien se apresuró a desmentir.

El frente interno de Kicillof es complejo. Son varios los intendentes del PJ que no lo quieren.

Elogios. Las cosas con el Fondo Monetario Internacional marchan bien. Los elogios de algunos de sus funcionarios a las medidas del Gobierno sorprendieron a más de uno.    

De todos modos hay aún un largo camino por recorrer. Esto genera algunas discrepancias en el equipo designado por el Presidente. Por eso Daniel Marx, cuya propuesta no fue tenida en cuenta, decidió alejarse.

Venezuela es una piedra en el zapato para el Gobierno. Hay un punto muy importante que tanto el Presidente como el canciller, Felipe Solá, deberían tener muy en cuenta: Nicolás Maduro no tiene la más mínima intención de abandonar el poder y, por lo tanto, cualquier negociación con él tiene destino de Titanic. Allí la democracia está liquidada. No existe más. La fuente de poder de Maduro son las Fuerzas Armadas. Todo lo que hacen es dilatar las cosas para que todo siga igual. Quienes confiaron en Maduro salieron mal parados. Le pasó al mismísimo papa Francisco. Esa es la triste realidad de Venezuela que el gobierno argentino parece no conocer.

El martes, luego de almorzar, el Presidente se sintió mal. Por eso fue a consultar a su médico, el Dr. Federico Walter Saavedra, un prestigioso clínico. Le diagnosticó una virosis gastrointestinal que fue tratada a base de dieta, líquido y algo de reposo. Por eso el miércoles, atendió en su despacho desde Olivos. El jueves ya se sintió bien. Alberto Fernández es una persona de buen comer, no exento de cierta glotonería, que está con sobrepeso. Le vendría muy bien atender ese “detalle”.




sábado, 5 de octubre de 2019

El primer presidente “rosquero”… @dealgunamanera...

El primer presidente “rosquero”… 


Alberto Fernández es un miembro de larga data del establishment político nacional y se define como “un hombre de la política”. Para validar la afirmación se puede ver su frondoso CV o incluso su estética, pero también ver sus movimientos, discursos y los nombres de quienes podrían formar parte de su Gabinete.

© Escrito porAlejandro Radonjic el viernes 04/10/2019 y publicado por el Diario El Economista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como dijera Emilio Monzó en una frase nada inocente, Alberto reivindica la rosca. Entiende los códigos de la política y cree en ella. No cree que las soluciones vengan de afuera y valora a la gente que viene de la política. Está lejos del discurso de la nueva política posmoderna y, para él, vale más haber sido militante que un exitoso empresario o emprendedor del sector privado. Acaso esa procedencia macrista sea uno de los motivos del rechazo casi visceral que algunos políticos, como Fernández, tienen con el PRO. Son outsiders. Cuerpos extraños. “Un accidente histórico”, como dijo Agustín Rossi.

Una clara distinción con los tiempos técnicos que corren hoy. Si Cambiemos representa la “CEOcracria” o tiene un “ala política” (es decir, hay otra que no lo es), el Frente de Todos será la “políticocracia” en la que no habrá “alas políticas” sino que todas lo serán.

Alberto (si las urnas revalidan el resultado de las PASO) necesitará “rosquear” para mantener agrupada la heterogénea coalición detrás de él y, además, empezar a suturar las heridas de la grieta, puertas afuera.

Semanas atrás, dijo que su Gobierno estará integrado por personas con experiencia en la gestión pública. No hay lugar para los outsiders y, si los hubiera, serán casos puntuales para dar una señal. Con esa estrategia, procuró diferenciarse del actual Gobierno y, además, es lo que va a ocurrir. No veremos sorpresas. Por eso se habla de Matías Kulfas, Felipe Solá, Martín Redrado, Miguel Peirano, Jorge Argüello, Florencio Randazzo, Daniel Arroyo o Marcela Losardo.

Como bicho político, cree en el poder conciliador de la cafeína. Meses atrás, en vivo por un canal de noticias, le dijo a Sergio Massa: “Sergio, volvé a Buenos Aires, tomemos un café y terminemos esto a ver cómo podemos avanzar”. Hubo café, rosca (medialunas, en rigor) y Massa encabeza la lista a diputados de la provincia de Buenos Aires.

La danza de ministros puede seguir, pero todos tiene un elemento común: experiencia política. La mayoría serán viejos conocidos y algunos más nuevos (los Santiago Cafiero, Nicolás Trotta y “Wado” de Pedro, entre otros), que aportarán renovación y conexión con el electorado más joven, también tienen antecedentes en la política, aunque más breves.


domingo, 22 de septiembre de 2019

Octubre lejano. La cuenta regresiva… @dealgunamanera...

La cuenta regresiva… 

Caretas y caras. Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes

Por más que la brigada optimista se empeñe, el Gobierno vive la transición como una carga pesada. 

© Escrito por Nelson Castro el domingo 22/09/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


La larga transición transcurre lentamente, escasa en alternativas de relevancia y abundante en incógnitas. La circunstancia parece asemejarse a "esa curiosa luz de tarde inmóvil que efunde el vago cielo desde el alba" (Jorge Luis Borges).

El Gobierno le ha puesto proa a un objetivo con visos de utopía: revertir parte de los números de las PASO para llegar. Esa meta se parece a una orilla cada vez más lejana. Es como si el oficialismo nadara contra la corriente. A cada paso, aparece un obstáculo. No hay buenas noticias en este presente de hastío y, lo que es más triste, no las habrá tampoco en el futuro. Entendámoslo bien: futuro para Mauricio Macri significa el 27 de octubre. Y, de no ocurrir un cisne negro, es un futuro que lo deja al Presidente sin porvenir político: ninguna encuesta vaticina hoy que siquiera el oficialismo pueda llegar al desesperadamente ansiado ballottage.

En camino. De cara a la elección, se perciben en el Gobierno dos actitudes: están los que forman parte de una especie de brigada del optimismo, que se muestran convencidos de que no solamente habrá segunda vuelta, sino también de que Macri será reelecto.

A la cabeza de este grupo está Marcos Peña. Recuérdese que fue el mismo Peña quien en la tarde noche del 11 de agosto dijo que Juntos por el Cambio estaba haciendo una muy buena elección y que algunos de los funcionarios dependientes del jefe de Gabinete el viernes 9 fatigaron los teléfonos de algunos periodistas y dirigentes para informarles que Macri estaba 3 puntos arriba de los Fernández y que María Eugenia Vidal lo pasaba por arriba a Axel Kicillof.

Frente a esa brigada del optimismo están quienes, con los dos pies sobre la tierra, no ven en el horizonte del oficialismo otra cosa que no sea la repetición de la derrota ocurrida en las PASO. Entre ellos están los intendentes de la provincia de Buenos Aires. Por eso, varios –en verdad, muchos– han tomado la decisión de favorecer el corte de boleta. “Cada vez que aparece o se lo menciona a Macri, perdemos votos”, se sincera uno de ellos, que estuvo con el Presidente la semana que pasó. Entre esos muchos hay varios que, además, unirán su boleta a la de Axel Kicillof y Alberto Fernández.

Esos intendentes se quejaron con firmeza ante Macri a causa de una situación que les genera azoramiento: que la ayuda social que baja desde la Nación hacia las barriadas pobres no sea distribuida por los municipios y sí por las organizaciones sociales aliadas al Frente de Todos. “No seamos boludos. Parece que estamos jugando para el adversario en lugar de hacerlo para retener nosotros los lugares que podemos ganar. Es el mayor sinsentido que se ha visto en la política vernácula”, le escuchó decir el Presidente a uno de esos intendentes.

Salvo en la primera elección que perdió Macri en la Ciudad de Buenos Aires en 2003, el PRO, que llevó la voz cantante dentro de Cambiemos, nunca experimentó el duro trance de una derrota. Y eso ha dejado shockeados a muchos de sus dirigentes. En gran parte del gobierno bonaerense se vive una desazón palpable a cada paso. “Muchos ministros, secretarios y funcionarios intermedios ya han bajado los brazos”, señala una voz que convive diariamente con esa realidad. De ahí que, más allá de las arengas y los anuncios, la gestión de Vidal está, en los hechos, paralizada. No hay ni estrategia de campaña ni estrategia de gestión. La reunión de “reconciliación” de la gobernadora con Peña aportó poco para revertir esa situación.  

En la mitología griega, Sísifo es conocido por haber sido condenado a empujar cuesta arriba por la ladera de una montaña una pesada piedra que, a poco de alcanzar la cima, volvía a caer, hecho que se repetía hasta la eternidad.

Algo así, y de forma absolutamente terrenal, le está ocurriendo al Gobierno en los atribulados días de esta larga transición. Cuando parece que está a punto de concretar un logro, aparece un imponderable que tira todo para atrás. Esta semana ocurrió con el precio de los combustibles. Luego de la batalla por su congelamiento, sucedió el aumento del barril de petróleo, consecuencia del atentado terrorista acaecido en Arabia Saudita contra sus refinerías de petróleo el martes pasado, lo que forzó al Gobierno a dar marcha atrás con la medida que había impuesto hace un par de semanas. Y, para hacer la cuesta más empinada aún, estuvo la difusión del índice de desempleo del segundo trimestre –10,6–, que será todavía mayor en el tercer trimestre.

Tira y afloja. En el Frente de Todos, lo que se vive es lo propio que deviene de las tribulaciones del poder. Uno de los tironeos del presente tiene que ver con la conformación del futuro gabinete del virtual presidente, Alberto Fernández. Como barrera para esas pujas internas, AF planea valerse de Sergio Massa, Felipe Solá, Héctor Daer y los gobernadores peronistas que, en su gran mayoría, le responden. El apoyo de los gobernadores le será caro.

La reunión –con posterior foto– que mantuvo Sergio Massa con Hugo y Pablo Moyano es otro indicio claro del rol activo que está teniendo y va a tener el ex intendente de Tigre que, de no mediar sorpresas, será el futuro presidente de la Cámara de Diputados. “Su objetivo es mediar para garantizar la gobernabilidad hasta el 10 de diciembre y, luego, trabajar para instrumentar buena parte del acuerdo sociopolítico que buscará AF”, sostiene una voz que trabaja intensamente al lado de Massa. Su presencia será un freno también para los sectores más radicales del kirchnerismo que no dejan de menear el delicadísimo tema de la reforma de la Constitución Nacional. La historia de fracasos de la Argentina incluye este tema. Cada vez que se intentó reformar la Constitución se lo hizo con un objetivo primordial, enmascarado en otros de mayor nobleza: otorgarle al presidente la posibilidad de mantenerse en el poder indefinidamente y de gobernar con la suma del poder público.

Massa está intercediendo en estas horas ante el cuestionado gobernador de Chubut, Mario Arcioni, de quien, en la intimidad, se muestra crítico. El mandatario provincial  fue compañero de estudios universitarios y se considera amigo personal del ex intendente de Tigre, que fue quien lo vinculó con Mario Das Neves, un férreo opositor del kirchnerismo que superpobló de empleados la administración pública provincial. El problema de base es que Arcioni hizo promesas en campaña que hoy no puede cumplir. Salvando algunas distancias, es lo mismo que le ha pasado a Macri con varias de las promesas que hizo en 2015. Ese fue, al fin y al cabo, el mensaje de las urnas el 11 de agosto.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.