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domingo, 7 de mayo de 2023

El destino cíclico del país… @dealgunamaneraok...

El destino cíclico del país…


¿Por dónde salir? Sergio Masa. Dibujo: Pablo Temes. 

Tanto la dirigencia como el ciudadano de a pie, no logran escapar al círculo que aparece en cada elección.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/05/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El plan de Massa es llegar”, dijo Antonio Aracre a lo largo de la semana en el transcurso del raid mediático, en el que se dedicó a confirmar con todo detalle, tanto las inconsistencias de la gestión del ministro de Economía, como la situación de crisis interna que atraviesa al Gobierno. Es notable como día tras día van quedando expuestas las mentiras del kirchnerismo, circunstancia que en nada inmuta ni a Alberto Fernández ni a Cristina Fernández de Kirchner y sus respectivos entornos cultores del “miente, miente, que algo quedará”.

La semana arrancó con las nuevas medidas que aumentaron las restricciones para acceder al dólar. Lo que logró este cepo recargado fue poco. Le siguió el vergonzoso viaje a Brasilia de una numerosa comitiva encabezada por el Presidente saliente para –según se anunció oficialmente a tambor batiente– firmar un acuerdo con Lula para facilitar las importaciones de insumos producidos por empresas brasileñas. Lo cierto fue que, como dijo el primer mandatario del Brasil, AF se volvió más aliviado, pero sin dinero. A falta de dinero se asistió, en cambio, a una reyerta de peluquería entre alguna de las integrantes de la comitiva presidencial, tal cual lo describió en su imperdible artículo Roberto García. Si no hay pan que por lo menos no falte el circo. Vergonzoso.


Al mismo tiempo que el Tango 04 volaba hacia Brasilia, se desarrollaba en el estadio de Defensores de Belgrano el acto de la CGT para conmemorar el “Día del Trabajador”. Lo más relevante fue la escasez de la concurrencia y el faltazo de sindicalistas aliados a CFK. Sinuoso –tal cual es su estilo– Massa mandó un mensaje que a nadie le importó. Como parte de la estrategia acomodaticia de la dirigencia gremial, lo que se les escucha decir es que el objetivo es evitar la hiperinflación (sic). Si en lugar de un gobierno peronista hubiera uno de la oposición, la CGT estaría decretando paros y movilizaciones a diestra y siniestra, empujándolo a su caída. Sin embargo, este gobierno kirchnerista, tuvo mucha más suerte.

 

Antes de que lo echen

 

Producto de la desesperación del kirchnerismo, el Indec anunció el miércoles que, en vez del viernes 12, el índice de inflación de abril se daría a conocer el lunes 15. La inverosímil y descarada excusa que se dio es que, como el domingo 14 son las elecciones a gobernador en varias provincias, la difusión de esa información podría influir en la decisión del electorado (sic). El bochorno generado por el anuncio y su carencia de fundamentos –increíblemente sostenidos por el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos, Marco Lavagna– hicieron que la medida se revirtiera a las pocas horas. Lavagna hijo, parece haber olvidado el tiempo en el que supo ser frontalmente crítico de las maniobras de manipulación, destinadas a alterar los datos de la inflación.

Nada muy sorprendente: lo mismo hicieron Alberto Fernández, Sergio Massa, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, por nombrar algunos funcionarios de memoria débil. Por otra parte, el ocultamiento y la distorsión de las estadísticas, es un capítulo viejo que tuvo final trágico en los tiempos de Guillermo Moreno.

El plan “llegar” de Massa necesita los dólares como el oxígeno. Por eso se asiste al derrotero de un gobierno mendicante. Se le pide a quien: Brasil, China y el FMI. De ellos, el único que ofrece una cantidad significativa es el vilipendiado Fondo. Lo que para CFK es una herejía, para Massa es como el maná caído del cielo. Cuenta el Gobierno con la ayuda del gobierno de los Estados Unidos. En Washington se ha tomado la decisión de evitar que la Argentina caiga en default. Es una decisión que es producto del aprendizaje: el default argentino de 2002 le ocasionó daños severos a la mayoría de las empresas norteamericanas.

En materia electoral a “la jefa” tampoco le gustan las opciones que tiene sobre la mesa. A Daniel Scioli lo atormentó durante años, maltrató y destrató. Por eso insiste con Sergio Massa. No es una inclinación que le simpatice, pero, a sabiendas de una posible derrota, no quiere que el Superministro de Economía salga ileso. CFK es vengativa y no da puntada sin hilo.

 

Jugar con la paciencia

 

No tan Juntos por el Cambio merece un párrafo aparte. María Eugenia Vidal, desangelada y sola, publicó un tuit ambiguo dando a entender que no sería precandidata presidencial para las PASO. “Esperaba un apoyo interno que nunca llegó, y todo hace pensar que tampoco tendrá su operativo clamor si decidiera ir por el Gobierno de la Ciudad. Nadie se baja si los números lo acompañan. No sería el caso”, –argumentó una fuente que recorre el moderno edificio de Uspallata.

El verbo “ceder” no aparece en el manual de las negociaciones aplicado por estos días. Lo peor es que los trapitos amarillos, se han vuelto a lavar al sol y la gente ha comenzado a tomar nota de ello. El hastío generalizado que manifiesta el votante con la clase política es palpable en todos lados. El único que sale beneficiado de esta situación es Javier Milei quien no deja de subir en las encuestas. Es justo decir que a medida que se acerca el calendario electoral el votante se vuelve más conservador, pero en este proceso hay ingredientes que se combinan para desembocar en un voto castigo.

Miley está tan seguro de sí mismo que no tiene ningún apuro en definir los nombres que lo acompañarán en la provincia de Buenos Aires, por citar un ejemplo. Ya hay varios intendentes y concejales que buscan un lugar bajo su melena. Para el Libertario, la lista sábana no es un problema y el tiempo y sus adversarios le juegan a favor. Por eso CFK lo eligió para subirlo al ring. Si el gobierno del iracundo economista terminara en un fracaso, el kirchnerismo volvería a la vida inmediatamente.

Argentina y un destino cíclico que tanto la dirigencia como el ciudadano de a pie, no logran esquivar.




   

domingo, 16 de abril de 2023

Mala Dirigencia. Vivir de espaldas… @dealgunamaneraok...

 Mala Dirigencia. Vivir de espaldas… 


Migraña Larretiana. Dibujo: Pablo Temes.


Quienes deben sacar al país del estancamiento no reaccionan. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 15/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.   

Desde la recuperación de la democracia, la Argentina vivió la mayor parte del tiempo bajo el azote de la inflación. Este mal que complica y deteriora la vida de la gente se ha instalado a la manera de una enfermedad crónica que desnuda los males del país. Males que tienen en la dirigencia política una causa fundamental. Desde 1983 a la fecha se han sucedido en el poder diferentes enfoques ideológicos.

El denominador común es que todos fracasaron. Fracasó el Plan Austral. Fracasó el Plan Primavera que desembocó en la hiperinflación que acabó con el gobierno de Raúl Alfonsín. La Convertibilidad engendró una bomba de tiempo que le explotó al gobierno de Fernando de la Rúa dando paso a la brutal crisis de 2001/2002.

La compleja matriz económica de la Argentina representa un desafío al que la dirigencia vernácula no le ha encontrado la solución. El 7,7% de inflación de marzo es una muestra más de ello que sorprendió incluso al propio gobierno que no esperaba semejante escalada. Cuando se escucha la banalidad de los argumentos que esgrime el oficialismo para explicar las causas de tamaño descalabro, se entiende perfectamente el porqué de esta dramática realidad, que hace cada día más cuesta arriba la vida de la ciudadanía.

En caso de ser gobierno, la oposición no tiene margen para repetir errores.

A través de la inefable portavoz presidencial, Gabriela Cerruti se la atribuyó a la guerra en Ucrania y a la sequía. Basta recordar que, a pesar del impacto mundial de esa guerra, la inmensa mayoría de países tienen niveles bajísimos de inflación que, por otra parte, han comenzado a descender. Lo mismo vale para la sequía.

Esta inflación que a lo largo de los últimos cuarenta años ha afectado a la economía tiene una consecuencia palpable y dolorosa: el aumento de la pobreza. La Argentina de hoy muestra niveles de pobreza y de miseria muy superiores a los que tenía hace 40 años. Y lo notable es que la dirigencia no se hace cargo de ello. Y el problema es que esto va socavando los parámetros de la vida en democracia. No es lo mismo gobernar un país en el que la pobreza es mínima, a hacerlo en otro en que los niveles de pobreza se acercan al 50% con un fuerte componente estructural.

Estamos asistiendo al fiasco más estrepitoso que ha experimentado el peronismo desde 1983 a la fecha. El humo de Sergio Massa se va adelgazando a medida que la improvisación va haciendo sentir sus consecuencias. Las medidas que va ensayando tienen cada vez menos efectos. El dólar soja 3, precios justos, recompra de deuda, dispensas del Fondo Monetario Internacional, ayuda del gobierno de los Estados Unidos, ayuda del mundo árabe, ayuda de China y un largo etcétera han terminado en un chasco. Vale decir que nos vendió el cuento del salvador utilizando las mismas recetas perimidas del pasado.

Nada da resultados. Y esto no debería sorprender a nadie. Un gobierno dividido y lleno de contradicciones internas no puede generar sino incertidumbre y desconfianza. Un gobierno con exponentes de la talla de Aníbal Fernández o el secretario de Comercio Interior Matías Tombolini, no tiene posibilidades ni capacidad de evitar el colapso. El primero, no tuvo mejor idea que apelar a la extorsión para dar su veredicto en materia de inseguridad.


Claudicación kirchnerista


“Si gana Juntos por el Cambio, las calles estarán regadas de sangre y muertos”. ¿Y cómo están ahora? El segundo, al igual que la portavoz, le echó la culpa de la inflación a la sequía y agregó a los formadores de precios. Otra vez sopa, con funcionarios de una intrascendencia e incapacidad alarmante.

Atención: esto debería también ser tenido muy en cuenta por los líderes de No Tan Juntos por el Cambio, atrapados hoy en una pelea anacrónica por candidaturas que, como consecuencia, los aleja de la agenda de la sociedad. En el hoy de la oposición escasea la certidumbre y abunda la duda, algo que, con todas las letras, expresó el mundo empresarial que se dio cita para escuchar a Mauricio Macri el jueves pasado, durante el almuerzo organizado por el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (CICyP).

Un hombre de negocios que prefirió mantener en reserva su nombre expresó su desconcierto: “Salvo muy pocas excepciones, no veo las herramientas necesarias para atacar los problemas que tienen al país contra las cuerdas. Hay discursos políticos y decisión de los líderes opositores, pero cuando te juntás con quienes suenan para desempeñar cargos en Economía, o el Banco Central, notás que no pueden disimular el temor, la preocupación y hasta te diría, el espanto. Yo los entiendo, pero eso no nos da ninguna seguridad”.

En caso de ser gobierno la oposición no tiene margen para repetir errores. El diagnóstico inicial debe ser certero, realista y crudo. Claro que para eso deben dejar atrás de una vez por todas las luchas de poder interno. Aunque se cansen de repetir que son contrapuntos normales dentro de una coalición, lo que ocurrió esta semana fue lisa y llanamente una brutal pelea por el poder.

Horacio Rodríguez Larreta comprendió que no puede esperar nada de Mauricio Macri y, de una vez por todas, decidió destetarse de su líder político para sostener su alianza con una parte del radicalismo. Aún queda mucho camino por recorrer y, si siguen viviendo de espaldas a la gente, nada bueno podremos esperar de los encargados de sacarnos de este estancamiento.



  

domingo, 12 de marzo de 2023

En el medio, la gente… @dealgunamaneraok...

 En el medio, la gente…

Honoris Causa. Cristina Kirchner. Dibujo: Pablo Temes.


La agenda del oficialismo va por un carril absolutamente diferente de la realidad en la que vive la población.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 11/03/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

 

Cristina Fernández de Kirchner se sintió a sus anchas el viernes por la tarde al recibir el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad nacional de Río Negro. La ceremonia, transformada en un mero acto partidario del cual participaron sus acólitos, sirvió de excusa para la reaparición pública de la expresidenta en funciones. "¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI; crisis de deuda y fragmentación política” fue el largo título con aires de novela caribeña de la alocución de CFK. Fue una extensa perorata en la que ella se explayó sobre una larga variedad de temas como si no fuera parte de este gobierno. Si no fuera por el drama diario que se vive en nuestro país, sus intentos de despegarse de la gestión de la cual forma parte bien podrían ser parte de un show de magia que termina mal.

No fue difícil adivinar los temas que eligió para deleitar a los suyos. En primer lugar, el ataque a la Justicia, que se encargó de dejar en claro en los fundamentos del fallo de la causa Vialidad que el lawfare no existe y que se trata más bien de una construcción ideada para eludir responsabilidades. Luego la construcción –falsa y remanida– de la proscripción. “Una condena a las puertas de un año electoral es una proscripción encubierta”, se apuraron a aclarar desde el Instituto Patria a sabiendas de que formalmente no existe ningún impedimento para que pueda postularse. “La mentira de la proscripción es una de las últimas herramientas que tienen a mano para mantener la cohesión interna y disfrazar de épica el desastre que han engendrado. Cristina sabe que si se presenta tiene altas chances de perder”, aseguró un analista político del peronismo.

A medida que pasan los días y los meses, se va haciendo más evidente el fracaso rotundo de la gestión de Sergio Massa. La inflación –imparable– es la consecuencia de la falta de un plan serio y del problema más importante que afecta a este gobierno: la falta de credibilidad. Hoy nadie sabe a ciencia cierta cuál es el valor real de las cosas. Una misma mercadería puede costar uno, diez, cien, mil o más pesos. Cuando se observa el valor de los artículos de primera necesidad y de los alimentos, la penuria se hace mayor para los que menos tienen. En esta última semana, los cronistas de exteriores de radio y televisión han dado cuenta de un fenómeno que no se vivía en el país desde finales del mandato del expresidente Raúl Alfonsín: varios comerciantes prestaron su testimonio asegurando que recibían listas de precios que podían variar –más de una vez– en un mismo día. Verdulerías y almacenes de barrio fueron los protagonistas de esta verdadera locura. La gente, en especial aquellos que se las deben arreglar comprando lo justo para sobrellevar el día a día, son los verdaderos damnificados de este gobierno nacional y popular. Puertas adentro saben que la inflación de febrero podría superar el 6%.

Nadie cree que el narcotráfico y la desidia política sean exclusivas de una ciudad


La agenda del oficialismo va por un carril absolutamente diferente del que impone la realidad. Y eso no se observa solo en el ámbito de la economía. Lo sucedido en estos días en Rosario también es parte de esa disociación que exhibe no solo la gestión de Alberto Fernández sino la de todo el oficialismo. El delito y el crimen organizado que asolan a esa ciudad se han visto potenciados por el internismo feroz y por el pseudoideologismo con el que el kirchnerismo se quiere vestir de progresismo. Los capos narcos manejan todo desde sus celdas a través de los celulares. Son celulares cuyo uso el mismísimo Gobierno estimula.

En un hecho insólito, el 1° de febrero pasado se publicó en el Boletín Oficial un decreto por medio del cual se establece la instalación de fibra óptica para la mejora de la conectividad del penal de Marcos Paz. Ante las críticas, en el Gobierno salieron a decir que el objetivo de la medida es mejorar la calidad del servicio de Justicia para tomar declaraciones directamente desde los penales.

Sin embargo, en los argumentos de la medida se sostiene que el Estado nacional “garantiza el Servicio Universal entendido como el conjunto de servicios de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) que debe prestarse a todos los habitantes de la Nación, asegurando su acceso en condiciones de calidad, asequibilidad y a precios justos y razonables, con independencia de su localización geográfica, ingreso o capacidades”.

Como se ve, esto nada tiene que ver con asegurar una mejor prestación del servicio de Justicia. Está muy claro en la letra de la resolución que el objetivo incluye la mejor conectividad de los reclusos. Tan claro como el agua clara.

Curiosamente, la vicepresidenta no habla de este tema. Lo vive con un desinterés absoluto. Quizá también prefiere despegarse de este último gran papelón que significa la reacción espasmódica del envío de fuerzas federales a Santa Fe sin ninguna planificación previa. “Enviaron gendarmes y los dejaron a la buena de Dios. Deambulan por las calles sin conocer el barrio. Les asignan recorridas por cuadrícula geográfica de lugares donde nunca antes han estado. Ante un ilícito o una emergencia, acuden a sus teléfonos celulares para orientarse o les preguntan a los propios vecinos cómo llegar a una zona determinada”, reconoció un legislador provincial que tiene trato diario con los habitantes de esos barrios desolados.

La presencia del Ejército –aun en el limbo– fue el último capítulo de una disputa ideológica vergonzosa entre un Presidente débil que quiso demostrar que no le temblaba el pulso a la hora de tomar medidas y un pseudoprogresismo que se desgarró las vestiduras para las cámaras.

En cambio, no se ha dicho ni una sola palabra de la ruta de la droga, que atraviesa medio país para llegar hasta Rosario. Tampoco sobre ese agujero negro de aguas turbias que es la hidrovía.

En el medio está la gente. Toda la gente. Nadie puede creer que el narcotráfico y la desidia de la clase política argentina son exclusividad de una ciudad o una provincia.




   

domingo, 26 de febrero de 2023

Todos contra todos... @dealgunamaneraok...

Todos contra todos...


Alberto Fernández y Enrique Rodríguez Larreta. Dibujo: Pablo Temes.

La política ignora problemas de la mayoría y se hunde en las luchas de poder internas.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 25/02/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Ya no es una humorada ni mucho menos una metáfora. Las peleas, tironeos y acusaciones tanto dentro de la coalición gobernante como de la oposición son –tristemente– el hecho más destacado de la semana. Una vez más, los intereses políticos estuvieron por encima de todo y de todos. Ciudadanos que ya no soportan la inflación, la inseguridad, el empleo precario y, sobre todo, la falta de rumbo y previsibilidad.

El inicio del ciclo lectivo sumó un nuevo frente de angustia para los padres de los millones de alumnos que han comenzado las clases como pudieron y con lo que pudieron. Equipar a un alumno de nivel primario para que pueda desempeñarse en la escuela con los útiles correspondientes –sin contar la vestimenta– significa para una familia una erogación que supera cómodamente los $ 50 mil. Ya nadie se sorprende de la gama de disparates en
tre precios de un mismo segmento. Por citar un ejemplo, una cartuchera puede costar desde $ 1.500 hasta los $ 19 mil. La Argentina es inviable para una porción cada vez más grande de sus habitantes. 

Sin embargo, la agenda política les da vuelta la cara a los problemas que aquejan a la mayoría y se sumerge egoístamente y de manera obscena en las luchas de poder internas y los problemas de cartel. Veamos pues algunos de los pasos de comedia de este show electoralista vergonzante.

La primera luz amarilla para el Frente de Todos contra Todos fue la fractura de su bloque en el Senado. Fueron cuatro legisladores del PJ que integraban el Frente de Todos más la cordobesa Alejandra Vigo, que responde a Juan Schiaretti.

Guillermo Snopek, jujeño y del PJ, salió a hablar pestes de Alberto Fernández prácticamente haciéndolo responsable de su decisión. Por las dudas –para no ofuscar a la jefa– habló con la vice en funciones y hasta le escribió una carta que hizo pública. Carlos Camau Espínola, peronista de la provincia de Corrientes en 2014, había sido secretario de Deportes de Cristina. Esta vez, arremetió contra ella y aseguró que no está proscripta y que puede presentarse a las elecciones, sumándose al elenco de Aníbal Fernández que, apenas unas horas antes, había dicho lo mismo para sacar de quicio a los K más rancios. La cordobesa Alejandra Vigo es la esposa del gobernador Schiaretti, lo que despertó suspicacias sobre los intereses del gobernador en que la fractura efectivamente se produjera. Edgardo Kueider es un hombre cercano al gobernador entrerriano Gustavo Bordet, y la puntana Eugenia Catalfamo responde al gobernador Alberto Rodríguez Saá. Más allá del paisaje variopinto, Cristina Kirchner tendrá mayores dificultades para conseguir el quórum de 37 senadores nacionales. 

El lanzamiento de la precandidatura a presidente de Horacio Rodríguez Larreta 
desató un terremoto dentro de No tan Juntos por el Cambio. No fue el qué sino el cómo. El alcalde porteño utilizó una catarata de metáforas audiovisuales para promover la unidad de los argentinos y el tan mentado final de la grieta. Luego de varios cruces por tuit con Patricia Bullrich, que salió a fustigarlo y a advertirle que no se puede dialogar con gente como CFK, Baradel o Hugo Moyano, redobló su postura. Parecería haber un problema de base en la concepción de “grieta” que se desprende de las reflexiones de algunos dirigentes.

La grieta no es solo política, la grieta va más allá de los nombres, es un problema cultural y moral que dividió nuevamente a los argentinos. Hay en la entrelínea del discurso de HRL una idea que saca de sus cabales a Patricia Bullrich y al propio Mauricio Macri. La política de conciliación implica levantar la veda sobre ciertos personajes cuyos nombres no son compartidos ni aceptados puertas adentro del PRO. “Horacio con mucha sutileza en su mensaje está avisando que está dispuesto a sentarse con todos o casi todos en su idea de construcción política y eso para muchos es inaceptable”, asegura una fuente del PRO que tiene diálogo con halcones y palomas. Es correcto pensar que no se puede sostener un país dividido.

Pero ¿fué acertado el enfoque unidireccional y casi monotemático utilizado por el jefe de Gobierno? No hubo propuestas ni empatía con los padeceres de millones de argentinos. No tuvo determinación ni intención de abordar los temas más calientes de la coyuntura. Sabor a poco para todos los votantes que necesitan que la dirigencia les quite un pie de encima y los ayude a solucionar los problemas del día a día. 

En paralelo y con la frialdad de cálculo que lo caracteriza, el expresidente 
Macri se mostró con María Eugenia Vidal, que intenta recuperar terreno en la interna. El ingeniero alienta la competencia y sigue sin dar señales concretas sobre su futuro. Es el juego que mejor maneja mientras todos, aunque lo nieguen en público, esperan su guiño para definir la pulseada alimentando su poder interno y su capacidad de negociación con el futuro presidente, sea cual fuere el candidato. 

Todo esto ocurre con el descalabro de la economía como telón de fondo. El superministro Sergio Massa no logró sostener los compromisos que asumió la Casa Rosada con el 
FMI sobre los dólares y la acumulación de reservas que, según reconocieron en el propio Banco Central, apenas alcanzan los US$ 4.000 millones. La meta para marzo es incumplible y, curiosamente, la sequía que actuaba como verdugo podría convertirse en el nuevo salvador si se logra activar una especie de cláusula de contingencia prevista para estos casos. En el massismo vuelven a prenderle velas a Kristalina Georgieva, los tiempos se acortan y los números no cierran para esta Argentina del disparate donde los candidatos creen ser más importantes que la propia gente.




    

domingo, 18 de septiembre de 2022

Humo. Ruido por lúmpenes… @dealgunamaneraok...

 Ruido por lúmpenes… 


Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes.

El Gobierno insiste en ver una conspiración detrás del atentado a Cristina para no hablar de economía. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 17/09/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Para ser claros: el principal problema –pero no el único– que afecta a la sociedad argentina en su totalidad es el incontrolable nivel de inflación. Y para este problema –así como para los otros– el Gobierno viene demostrando no tener ninguna solución.

Sergio Massa hizo bien los deberes con el Fondo Monetario Internacional y regresó al país con una palmada en la espalda –una ansiada palmada– de Washington. Allí se valoró el cambio de actitud política que explicó con detalle el ministro de Economía.  A decir verdad, se trata de un fuerte cambio en lo discursivo que llevó algo de tranquilidad a la cúpula del FMI, que todavía le reprocha a Kristalina Georgieva su mano blanda con la Argentina.

Una fuente que conoce el clima de lo que se vivió en esas reuniones lo describió así: “Los tipos no lo podían creer. Por primera vez en lo que va de este gobierno alguien llegó desde la Argentina para hablar un idioma similar al de ellos con cierta coherencia y en línea con los intereses del Fondo. No es poco: en la Casa Blanca ya no había paciencia para los berrinches revolucionarios y los discursos berretas. No son tontos, saben que el volantazo es abrupto y por imperio de la necesidad, pero consideran un avance que, al menos por ahora, se hable el mismo idioma”.

Traducido: las cosas estaban tan mal que ante el primer atisbo de razonabilidad, en cuanto a correcciones de los desajustes fiscales, desde el norte aplaudieron de pie.

A pesar de esto, Massa no se llevó un cheque en blanco. Aun cuando dio un paso fundamental para permitirle al FMI anunciar que la Argentina viene cumpliendo con las metas, los deberes que debe completar son muchos y de alto costo político en relación con el frente interno del Frente de Todos contra Todos.  

“Subsiste un estado de duda permanente. Eso lo genera la figura de Cristina. Todos acá saben que la que manda es ella, por lo que todos se preguntan hasta cuándo aguantará sin quejarse por las consecuencias de este inevitable gran ajuste que debe hacer”, señalaba otra voz del Fondo desde una de sus oficinas en el caluroso mediodía del último viernes en  Washington.

El 7% de inflación fue un mazazo. Lo fue para el Gobierno en lo político y para la gente; en especial, para los más pobres. Los promedios de aumentos de los precios de alimentos en distintas zonas del Gran Buenos Aires, en donde la pobreza y la marginalidad se vienen enseñoreando desde años, fueron todavía mayores que la general.     

Un exministro de Economía lo puso en estos términos: “Es lógico que se haya dado un paso adelante, pero, atención, solo se compró tiempo a cuenta. ¿Cuánto? Dos meses en términos económicos. Pero caemos en el cuento de la frazada corta. Lo que se pagó ahora faltará a fin de año. Igual festejan el paso a paso, el día a día, pero la situación sigue siendo agobiante”.

En el ámbito legislativo le escucharon decir con sorna al propio Massa: “¿De qué se preocupan? Estamos haciendo lo que hay que hacer. El cambio de discurso es clave. ¿Qué esperaban que haga? ¿Qué querían que dijera?”(Sic).

Para un referente de la oposición acostumbrado a los vaivenes discursivos del kirchnerismo, el volantazo es tan grande que tendrá consecuencias. “Lo que ayer era un elefante hoy es una tortuga y te lo dicen con total convicción. Ese cambio de discurso tendrá costos. Una parte de La Cámpora y del Instituto Patria no lo va a digerir”.

Los pronósticos para este mes en curso no son mejores. Los guarismos de las dos primeras semanas de septiembre no son buenos. El aumento de los precios trae augurios sombríos. Los productores venden soja y liquidan dólares, pero el dólar “blue” no baja de 270. “Muchos reciben pesos y, al instante, los cambian en dólares”.

En virtud de la necesidad de desplazar a la grave crisis socioeconómica del centro de la agenda, el Gobierno viene desplegando un arsenal de acciones ruidosas vinculadas con el atentado que puso a Cristina Fernández de Kirchner a centímetros de la muerte. El oficialismo pretende hacer de un hecho grave llevado adelante por personas propias del lumpen una conspiración terrorista de alto vuelo en la que, de paso, intenta asociar al macrismo.

Nada que sorprenda: la mentira y el relato son la esencia del kirchnerismo. Es algo que está en su génesis. Todo es puesta en escena: la fallida misa en la Basílica de Luján que generó una oleada de críticas y pases de facturas entre curas y obispos que aún no cesa. La reunión con trazos de teatralidad de la expresidenta en funciones con un grupo ultraminoritario de curas y laicas que han hecho de su devoción por ella un credo.

La calle está diciéndole al oficialismo que este plan no está dando resultados. El nivel de incredulidad sobre el atentado crece a medida que se le van aditando detalles que parecen extraídos del Día del chacal, la célebre novela del famoso escritor Frederick Forsyth.  
 

La supuesta intención de gestar un diálogo con la oposición que incluya una reunión entre CFK y Mauricio Macri. La promesa de otras convocatorias hechas por el ministro de Desarrollo de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, una voz de CFK.

En medio de este humo, avanza a paso firme la idea de supresión de las primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). La excusa que se utiliza prende en muchos sectores de la población: son muy costosas. Con ese criterio, en el futuro podrían peligrar las elecciones. Lo curioso –pero no sorprendente– es que las PASO fueron una creación de CFK luego de la traumática derrota electoral de 2009, en la que, en la provincia de Buenos Aires, el trío Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa fue vencido por Felipe Solá, Francisco de Narváez y Mauricio Macri. El objetivo es claro y burdo: complicar a la oposición y  aprovechar para reinstalar en muchos distritos la ley de lemas, una distorsión grave y aberrante del voto.       

La oposición tuvo ocasión de festejar una victoria de alto valor simbólico en la elección municipal de la pujante ciudad de Marcos Juárez, ubicada en el sur de la provincia de Córdoba. Sin embargo, todo lo que transmite hasta aquí es estar envuelta en una maraña de rencillas internas interminables. Mauricio Macri quiere ser candidato. Su voluntad es esa. A ello se opone Juliana Awada, su esposa. Habrá que ver cuánto pesa eso a la hora de las decisiones del expresidente.