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jueves, 27 de febrero de 2014

Él y Ella, el matrimonio perfecto... De Alguna Manera...

El día que los Kirchner apoyaron la privatización de YPF…


La errática historia de YPF —con el capítulo de hoy incluido— es la postal de la sinuosidad del propio kirchnerismo. Muchos parecen olvidar que fue Néstor Kirchner quien gestó el ingreso de la familia Eskenazi al directorio de YPF en 2008, provocando la inevitable transferencia de divisas que debían utilizarse para exploración hacia los bolsillos de los mismos accionistas españoles que hoy denuesta Cristina.

Sin embargo, no es esa la peor contradicción del entonces matrimonio: en 1992/93, Néstor y su esposa fueron los impulsores más férreos de la privatización de YPF. Video y documento que se muestran a continuación, son irrefutables a ese respecto:


En realidad, no ha sido gratuito el apoyo de los Kirchner al impulso privatizador. A cambio, el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo —hoy curiosamente fustigado por los K— les "ofrendó" más de 500 millones de dólares bajo el engañoso concepto de "regalías mal liquidadas". Ese dinero, que pertenece al Estado, jamás apareció luego de que fuera girado al exterior por Néstor. Se trata de los evaporados fondos de Santa Cruz.

Solicitada publicada en 1992 por los principales diarios santacruceños

¿Cómo explica Cristina ese viraje, de apoyar la privatización de YPF a impulsar su expropiación? En efecto, la mandataria no explica nada porque nadie le pregunta nada.

Si alguien se atreviera a indagarla, la Presidenta debería responder, entre otras, las siguientes preguntas:

-¿Adónde estaban ella y su esposo cuando Repsol se encontraba vaciando la misma empresa que ahora "nacionaliza"? ¿Por qué no lo denunció antes?

-¿Por qué se impulsó el ingreso del grupo Eskenazi a YPF y luego se destrozó a esa misma familia públicamente?

-¿Por qué un año antes de expropiarla, la mandataria alabó el trabajo de esa misma empresa?

Como se dijo anteriormente, Cristina no responderá nada: no le interesa dar explicaciones de sus actos. Es su naturaleza, ni más ni menos.



© Escrito por Christian Sanz el Jueves 27/02/2014 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 16 de febrero de 2014

Y se calentó Carlos Melconián... De Alguna Manera...


“La inflación tiene un solo origen que no está en el diagnóstico del gobierno”...

Carlos Melconián.

Carlos Melconián, director de M&S Consultores, opinó sobre el reciente “sinceramiento” de la inflación que demostró el gobierno a través de la cifra difundida en el día de ayer, en el marco de las nuevas indicaciones propuestas por el Fondo Monetario para transparentar dicho índice.

“Hace 17 años que hago precios, pasaron presidentes y ministros de Economía, pero nunca intenté que un dato mío reemplace el oficial”, dijo el excandidato a ministro de Economía a “Políticamente Incorrecto”, el programa que conduce Christian Sanz por MDZ Radio.

“Un día detectamos que cuando nos daba 20% de inflación al año, al Indec les daba 8%. Ahora el Indec da muy parecido a lo que nosotros estábamos diciendo y sin embargo siguen descalificando”, criticó.

El consultor económico expresó que “en estos siete años hubo persecución, multa y denuncia penal, pero nunca nos dijeron qué estábamos haciendo mal, nosotros seguimos haciendo nuestro laburo mientras la realidad empieza a reencauzar las cosas”.

Melconián aseguró en este sentido: “Siempre pedimos que el gobierno reconozca, la pregunta es, una vez que reconozcan, ¿qué van a hacer? ¿Cómo vamos a hacer con la competitividad, el salario, el mínimo no imponible? Eso es un verdadero quilombo.

“De ayer, hoy lo único que hemos ganado es que gobierno y privado más o menos coincidimos en los números, y después Dios dirá”, agregó.

Con respecto a la inflación, el director de M&S Consultores manifestó que “la inflación tiene un origen multicausal, pero cuando hay siete años consecutivos de inflación en un mundo donde no hay inflación, eso ya dejó de ser multicausal”.

“Si durante seis años hubo una presión fiscal fenomenal y una gran recaudación y así y todo el gasto es superior y ese gasto no está financiado genuinamente, porque has descubierto la máquina de imprimir billetes, un elemento ya prehistórico y se hace uso intenso de eso y se tira sin respaldo, vas devaluando el valor de la moneda en el bolsillo del habitante”, explicó.

“En la Argentina hay cero origen multicausal de la inflación, tiene un solo origen que encima no está en el diagnóstico del gobierno”, dijo.

En referencia al control de precios que está llevando a cabo últimamente el gobierno nacional en compañía de las administraciones provinciales, Melconián apuntó: “Ellos pretenden que de repente 180 precios bajen de un día para el otro y seguir imprimiendo billetes. Esto es primer año de universidad”.

Con respecto a las acusaciones oficiales sobre especulaciones y desestabilizaciones de presuntos formadores de precios, el economista disparó: “Yo era formador de precios en la zapatería de mi casa, y tenía una zapatillas que las quería vender a 2 pesos, y vino el de la esquina a ponerla a 1,50 y me rompía el culo a pedazos”.

“Los que piensan en formadores de precios nunca tuvieron un puto negocio ni han sido comerciantes”, aseveró.

“Hacemos 10 años de una cosa, nos damos cuenta que está mal y hacemos 10 años de otra, después tiene razón The Economist”, agregó.

Escuchá acá la entrevista completa:



© Publicado el Domingo 16/02 2014 por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sábado, 7 de diciembre de 2013

Nicolás y Miguel Winazki, La Dueña… De Alguna Manera…

Nicolás y Miguel Winazki, La Dueña…

La Dueña, libro de Nicolás y Miguel Winazki. Editorial Márgen Izquierdo.
 
Recién salido a la venta en las librerías de todo el país, el libro La Dueña es la historia secreta de cómo una niña con un padre ausente se transformó en la Presidenta más rica, más poderosa y más confrontativa de la Argentina. Pero es, también, una investigación reveladora que muestra con qué armas Cristina Fernández intentó trascender a su compañero, con el objeto de mantenerse en el poder y evitar el ocaso político o la futura visita a los tribunales.

En La Dueña, Nicolás Wiñazki investiga, denuncia e interpela y su padre Miguel observa, reflexiona, desnuda a la mujer más allá del luto.

“La Dueña es una de las denuncias más completas sobre los escándalos que salpican a Ella y a un grupo de empresarios y funcionarios que la rodean”, según su propia contratapa.

La Dueña explica, con lujo de detalles, la resurrección política y personal de Cristina, desde la madrugada en que Néstor Kirchner murió hasta el momento en que decidió ir "por todo" sin límites ni controles.

En diálogo con Christian Sanz por MDZ Radio, Nicolás Wiñazki aseguró: “Cristina es la dueña del peronismo, la dueña del gobierno, la que reformó el poder judicial, que trató de reformar los medios”.

A la hora de hablar del caso Ciccone, el periodista asegura que “no solo involucra a Boudou sino también a Cristina. Es una cosa simbiótica. En el libro mostramos cómo la negociación de la gente de Boudou con los Ciccone fue avalada por Néstor Kirchner en la Quinta de Olivos y una vez que murió, todo el apoyo que tenía Boudou fue avalado por Cristina”.

El autor asegura que Néstor y Cristina tenían una relación muy particular: “Durante un vuelo de Santa Cruz a Buenos Aires cuando Néstor era gobernador y Cristina legisladora de la provincia, Kirchner lee en la pavada de Crónica que Cristina había ido a un evento con un collar carísimo, que costaba varios miles de dólares. Enfurece, enrolla el diario y le pega en la cabeza varias veces mientras le dice: ‘Te dije que no uses esa mierda’”, cuenta.

Luego, Wiñazki recomendó especialmente un capítulo en el que refleja los dichos de Pedro Robledo, el militante del PRO que fue atacado a fines de marzo de este año por ser gay. “Lo que le contó Cristina y cómo se lo contó jamás lo vi antes. Le habla tres horas en la Casa Rosada mientras se votaba la reforma judicial”.

El periodista cuenta que Robledo describió la siguiente escena: “(Guillermo) Moreno tirado en un sillón al lado del despacho presidencial descalzo mirando futbol junto a Zannini, dándole órdenes a Cristina a los gritos”.

Más adelante, contó cómo el militante del PRO la increpó a Cristina porque le encanta vestirse con marcas extranjeras. “Tenés el mismo cinturón Chanel de ayer”, le dijo. Y la presidenta le habría respondido: “No, este es el Ferragamo”.

La jefa de Estado le habría dicho a Robledo: “Yo soy cipaya con todo lo que tiene que ver con la ropa y las series de TV. Me gusta todo lo de afuera”.

Y finaliza Wiñazki: “Le va dando explicaciones políticas que yo no escuché que le diera a nadie. Incluso explica por qué no aparece Máximo Kirchner públicamente”.

© Publicado el sábado 07/12/2013 por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

martes, 19 de noviembre de 2013

Morenito... ¿Hizo falta tanta agua?... De Alguna Manera...

Cómo (y por qué) se cocinó la renuncia de Guillermo Moreno…


Virtualmente acorralado, Guillermo Moreno decidió hoy renunciar a su cargo al frente de la Secretaría de Comercio Interior. Lo hizo un día después de haber pedido a la Justicia que lo sobreseyera en el marco del expediente en el que está procesado por multar a las consultoras privadas que difunden datos de inflación.

No fue casual su salida, sino más bien una de las exigencias de Jorge Miton Capitanich antes de asumir al frente de la emblemática Jefatura de Gabinete de Ministros. Debilitada, Cristina Kirchner no tuvo más remedio que entregar su cabeza.

Nadie extrañará su gestión, plagada de fracasos de diversa índole. Los precios congelados, los planes para todos, la presión por Papel Prensa, las cosechadoras “míticas” de Angola, la Moreno-Card, el dólar paralelo, la recuperación de la ex papelera Massuh, y los erráticos Cedin, fueron apenas algunas de esas decepciones.

¿Qué ocurrirá ahora con las causa judiciales que jaquean al otrora poderoso secretario? Nadie lo sabe, aunque es probable que la suerte que supo acompañarlo en estos años, comience a volverse esquiva.

Por caso, los camaristas K Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, se han negado hasta ahora a desprocesarlo penalmente en la causa por amenazas antes referida. Ello a pesar de sus súplicas persistentes.

No es el único expediente que lo complica: el juez Julián Ercolini lo investiga también por haber amenazado a los accionistas privados de la empresa Papel Prensa el día que concurrió a una asamblea de accionistas de la empresa portando guantes de boxeo.

A esas denuncias debe sumarse la que iniciarán en unas horas legisladores de la oposición por su inexplicable crecimiento patrimonial. Es que, según revela su última declaración jurada —presentada ante la ineficaz Oficina Anticorrupción—, Moreno afirma haber ganado $469.872,58. Lo suspicaz del asunto es que el ahora ex Secretario jura haber ganado esa diferencia luego de adquirir títulos públicos en dólares. Uno, inclusive, se rige bajo ley extranjera.

Hay quienes sospechan que este último dato no estaría desvinculado de su eyección del gabinete oficial.

Como sea, la suerte de Moreno ha cambiado de un día para otro y ni siquiera la lejana Italia, donde será designado como agregado en el área económica, podrá tapar el fiasco que dejó a su paso.

No obstante, hay un dato que no debe dejar de tenerse presente: Moreno siempre hizo lo que le indicaron Néstor y Cristina Kirchner. Ergo, su desempeño fue apenas una muestra de sumisión oficial. Mal que le pese a más de uno, toda la responsabilidad de sus actos persiste en las oficinas más relevantes de Casa de Gobierno.

El ex Secretario solía decirlo a sus pocos íntimos: “Soy un soldado de la causa”. Es el lema que llegó a pronunciar en actos oficiales y que hoy nadie parece querer recordar. Ni dentro ni fuera del gabinete de Cristina.

En psicoanálisis es un tópico muy conocido y fácilmente aplicable a esta situación: se denomina “represión de los recuerdos”.

© Escrito por Christian Sanz el martes 19/11/2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

jueves, 31 de octubre de 2013

La asombrosa, veloz (y vergonzosa) reconversión de Massa... De Alguna Manera...



La asombrosa, veloz (y vergonzosa) reconversión de Massa...


Luego de las elecciones, el clima se puso más y más espeso. Al mismo tiempo, Daniel Scioli trató de encontrar consuelo en La Plata, donde le juraban que las encuestas daban como ganador al oficialismo por tres puntos.

Mientras tanto, en el bunker del Frente para la Victoria empezaron los reproches, los cuales llegaron hasta los insultos contra los intendentes del conurbano. Es que, en varios distritos, los jefes territoriales cosechaban sus propios votos, alejados del oficialismo.

Fue entonces que se improvisó una reunión de urgencia, en la cual, a la familia presidencial se sumaron Scioli, Massa, y, a último momento, el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

Aunque parece una crónica de lo sucedido el domingo pasado, en realidad es la trama de lo acaecido el 28 de junio de 2009, cuando el kirchnerismo tuvo la peor elección legislativa desde 2003.

Así lo conto entonces diario La Nación: “El encuentro duró poco. (Néstor) Kirchner se deshizo en críticas por cómo Randazzo había cargado el escrutinio. Para Massa hubo miradas fulminantes: en su distrito (Tigre), su esposa, que era candidata, estaba sacando más votos que el líder peronista”.

Al tiempo que esto sucedía, los ministros del gabinete deliberaban sin saber qué hacer: las explicaciones públicas se demoraron al tiempo que recrudecían los gritos e insultos.

El matutino reflejó con precisión lo que pasó luego de esas ingratas horas: “Afuera llovía a mares. Unos 40 militantes de La Cámpora intentaban entrar para colgar banderas. No los dejaron y hubo trompadas e insultos. Los jefes de seguridad cerraron todas las puertas. El búnker se transformó en una suerte de hermética fortaleza”.

Quien intentaba tranquilizar los ánimos era el entonces jefe de la Juventud Peronista, el hoy cuestionado Juan Cabandié: "Compañeros, tranquilos, estamos achicando las diferencias. Tengan paciencia". La esperanza duró poco: después de las 2 de la mañana, Kirchner aceptaba la derrota.

Cuatro años más tarde, la historia les daría revancha a varios de los actores de este culebrón. En realidad, la mayoría siguió gravitando en su propio devenir, solo dos referentes sorprenderían a la ciudadanía al paso del tiempo: Néstor Kirchner, por su fallecimiento; y Sergio Massa, por posicionarse en la vereda de enfrente del gobierno pocos meses más tarde.

El hoy diputado por el Frente Renovador fue cultor de su propio destino. Pasó de ser satirizado en el programa de Marcelo Tinelli a provocar la reverencia de los principales referentes de la política vernácula. ¿Quién no recuerda acaso la burla de un hiperquinético Mariano Iúdica que reflejaba la hipérbole de la obsecuencia de Massa?

Apenas cuatro años más tarde, el destino quiso que el intendente de Tigre se recobrara por completo, como si jamás hubiera existido su pasado por el seno del kirchnerismo.

Un dato no menor: “Massita”, como solía llamarlo Néstor Kirchner, ha sabido lidiar con contradicciones mucho más complejas que esa. Lejos de su actual “progresismo”, sus orígenes lo vinculan con la UceDé, el partido conservador creado por Álvaro Alsogaray.

Más aún, todavía son recordados los días en que fue presidente de la Juventud Liberal de la Provincia de Buenos Aires: ocurrió entre los años 94 y 96. Posteriormente, fue uno de los pocos que se animó a saltar a las filas del menemismo y no dudó en trabajar para el polémico sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo.

Se insiste: si Massa pudo sortear esas contradicciones, ¿cómo no podría ahora reinventarse como si jamás hubiera sido K?

El destino quiso que el hoy diputado fuera eyectado del círculo íntimo del kirchnerismo y armara su propio camino en la provincia de Buenos Aires. Lo hizo con una gestión cuidada, pero también a fuerza de gastar millonadas de dinero oficial en autopromocionar su mandato.

Como sea, Massa logró forjar una figura de buen administrador y hombre público comprometido con la sociedad. Y, lo que es más importante, consiguió convertirse en el principal enemigo de Cristina Kirchner de cara a 2015.

Es un dato de una elocuencia a prueba de balas. Pero no es lo más importante, sino el hecho de que finalmente la disputa que viene —en realidad, que ya está en discusión— es qué peronismo será el próximo que gobierne la Argentina.

Porque, hay que decirlo, la lectura real de lo sucedido el domingo pasado, es que la mayoría de los votos se los llevó el justicialismo, en sus distintas versiones.

Massa es más peronismo, desde otra óptica —o no— pero es más de lo mismo. Para graficarlo, solo basta prestar atención a su discurso, sin críticas directas hacia Cristina Kirchner y solo centrado en golpear a los únicos “soldados” indefendibles del oficialismo, como Guillermo Moreno y Luis D’Elía.

El tigrense convive con esas tribulaciones y muchas otras, como su cercanía al siempre cuestionado empresario mendocino Daniel Vila y sus conversaciones subrepticias con Eduardo Duhalde. Con esos antecedentes, ¿cómo puede hablar de ética y principios?

Massa puede ser muchas cosas, pero siempre será él mismo: aquel obsecuente jefe de gabinete que solo atinaba a agachar la cabeza cuando Cristina lo retaba en público por no haber sabido responderle cuál era la cotización del real brasileño.

© Escrito por Christian Sanz el martes 29/10/2013 y publicado en Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.