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domingo, 4 de febrero de 2024

De ómnibus a minibús… @dealgunamaneraok...

 De ómnibus a minibús…  

Meter balas en el protocolo, Patricia Bullrich Pueyrredón. Dibujo: Pablo Temes.

Todo lo que ocurrió en los tres días de sesiones en Diputados era previsible. Habrá que seguir negociando. 


© Escrito por Nelson Castro el sábado 03/02/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


“Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” pasó de ser un proyecto de ley ómnibus a ser un proyecto de ley minibus. La sanción en general, por parte de la 
Cámara de Diputados augura nuevos cambios y /o recortes en la votación en particular. Lo evidencia la decisión de postergar el tratamiento de cada uno de sus artículos hasta el próximo martes. 
 
Habrá que seguir negociando. Todo lo que ocurrió a lo largo de los tres días de sesiones en los que se discutió el proyecto era previsible. A decir verdad, lo que hubo en el plenario de la Cámara baja no fue un debate sino una serie de peroratas interminables en la que, en medio de chicanas e invectivas, muchos decían cualquier cosa. Algunos dieron vergüenza. Lo marcó muy bien Miguel Ángel Pichetto que, de lejos, fue el mejor en cuanto a su conocimiento de la mecánica de funcionamiento de la Cámara y de la legislación. 

Fue malo lo del kirchnerismo que, fingiendo demencia, se expresó como si nada tuviera que ver en la catástrofe por la cual atraviesa la Argentina. ¿Podía esperarse otra cosa? Lo primero que deberían haber hecho es pedir disculpas por la horrorosa gestión de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.    

Milei presidente es la evidencia categórica del fracaso del kirchnerismo.

La pauta de esa realidad por ellos ignorada la tuvo Máximo Kirchner durante la pantomima que protagonizó en la noche del jueves cuando, durante los incidentes entre el grupúsculo de manifestantes que intentaban cortar las calles que enmarcan a la Plaza del Congreso, salió a la calle para hacer no se sabe qué y recibió críticas encendidas por el desastroso gobierno del que fue parte. Milei presidente es la evidencia categórica de ese rotundo fracaso. Por otra parte, los legisladores de Unión por la Patria tanto en Diputados como en la reunión de Comisión del miércoles en el Senado, donde el ahora oficialismo no pudo obtener dictamen para la modificación de la ley de Prevención de Lavado de Activos, se mofaban de lo difícil que le resulta a sus pares de La Libertad Avanza y Unión PRO, alcanzar sus objetivos. Chicanas propias de un grupo de alumnos del colegio secundario.  

Fue –como siempre– malo lo de los partidos de izquierda y los movimientos piqueteros, una mixtura para la cual el gran triunfo era poder cortar la calle. A medida que fueron pasando los días, la cantidad de gente que participó fue disminuyendo de manera apreciable. Ello permitió identificar muy bien a los violentos que se dedicaron a romper baldosas y cordones para agredir a las fuerzas de seguridad. Eran verdaderos provocadores cuyo objetivo era generar un accionar descontrolado de la Policía, la Prefectura, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La medida de la falta de apoyo a esta metodología, la dio la actitud de los automovilistas de transitar por la zona no bien se despejaba. Como se ha repetido una y mil veces en esta columna, el derecho a protestar y manifestarse contra un gobierno es absolutamente legal y legítimo, y forma parte de la esencia de la vida en democracia. Ese derecho debe ser ejercido con métodos legales. Cortar una calle, una ruta, una vía, no lo es; el vandalismo tampoco. 

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos. El 56% de los votos no le da derecho a hacer cualquier cosa. Ese pensamiento es el mismo que tuvo CFK cuando fue reelegida en 2011 con el 54%. 

Hay errores conceptuales profundos en 
Javier Milei y el círculo áulico que lo rodea: uno es considerar que ser fuerte significa que a los que no piensan como ellos hay que agredirlos y tratarlos como enemigos y corruptos; el otro, creer que las únicas ideas buenas son las suyas. Sin embargo, nada de esto los preocupa. Están convencidos de que la magnitud del desprestigio de la dirigencia política es tal que, que es mejor estar lo más lejos posible de ellos.  

El Gobierno ganó el primer tiempo de un partido largo y complejo que aún no está terminado. En gran medida se aprovechó de una oposición absolutamente dividida y fragmentada. Aún así, para lograrlo tuvo que ceder y negociar. Lo que cedió no fue poca cosa: ni más ni menos que el paquete fiscal, que es el corazón del programa económico que lleva adelante 
Luis Caputo. Al día de hoy,  nadie sabe cuándo esto podrá ser tratado.  

En las cercanías del ministro tienen la convicción de que, tarde o temprano, serán los gobernadores los que pidan algunas de las medidas propuestas en el capítulo impositivo eliminado de la ley. Por eso en el Ministerio de Economía se trasunta un clima de optimismo. Hay dos datos positivos que les dan aliento: el aumento de las reservas del Banco Central y una caída del índice de inflación de enero que las consultoras están ubicando alrededor del 20%. La contracara de esto es la recesión que no durará poco tiempo. La caída en la actividad económica arrastra como consecuencia directa la falta de generación de nuevos puestos de trabajo.

La gente está aguantando como puede. Sin embargo, en el Gobierno permanecen inmutables. Aquellos a quienes les toca negociar, tienen algo más de autocrítica. Lo dicen en voz baja porque temen la ira de sus pares de paladar negro, dentro de la Libertad Avanza. Un empresario dio la alerta al describir lo que percibe como contraproducente para la gestión: “Una cosa es mostrar firmeza ejemplificadora y otra muy distinta es echar un ministro a los 60 días de iniciado el Gobierno. Si continúa esa inestabilidad terminará generando dudas respecto a la presencia de interlocutores válidos. Si hablás con alguien pensando que su gestión puede durar lo que canta un gallo, entonces la confianza se rompe”.

Argentina intenta ponerse de pie; pero deberá recorrer un largo camino a prueba y error con un gobierno que transita los vaivenes del aprendizaje constante.



   

sábado, 6 de enero de 2024

El fascismo libertario… @dealgunamaneraok...

El fascismo libertario… 

Entender las razones profundas que posibilitaron la irrupción de Javier Milei como opción de “salvación” de nuestra sociedad en crisis, es una tarea compleja pero imprescindible. Igualmente necesario es preguntarse cómo un personaje de esas características, que anunciaba tragedias, sufrimiento, y sobre todo, violencia, pudo llegar a ganar una elección presidencial. Finalmente hay que interrogarse acerca de los espacios en los que pudo insertarse el grupo de inadaptados que hoy ocupan la casa rosada y que abrevaron en los principios más estereotipados del racismo y la discriminación.

© Escrito por Carlos Alberto Rozanski el 06/01/2024 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Se trata de un nuevo y peligroso escenario político-social que intentan instalar en el corazón mismo de la comunidad. Es aquel en el cual los hoy gobernantes diferencian dos sectores muy marcados: “la gente de bien” (los libertarios) y “el resto”. 

Es bueno recordar que el grupo negacionista libertario comenzó su actividad pública hace poco más de dos años con apariciones esporádicas durante la pandemia. Desde la apología de la dictadura genocida, la negación de la existencia del virus covid 19 y la denostación de la vacuna hasta la quema de barbijos en alguna vereda, el grupo inició el camino hacia el actual discurso único de los “unos” y “los otros”. En esa primera etapa, los actos aparentaron desvinculación entre sí, asemejándose más a un producto del azar o la casualidad que a un plan organizado. 

Bolsas mortuorias en el frente de la Casa de Gobierno con nombre de personalidades y guillotinas en la Plaza de Mayo, eran noticias en algunos medios, las que, aún dispersas, comenzaban a impregnarse en la mente de los telespectadores. Se trataba aún de una primera etapa en la cual las agresiones aparecen fragmentadas simulando agotarse en cada acto. 

En esos momentos -2021-, irrumpió en esa escena el personaje de Javier Milei que terminaría canalizando esos impulsos aparentemente dispersos, hacia un verdadero movimiento político. En ese contexto el 1 de septiembre de 2022, se produjo el intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner. Así, las manifestaciones esporádicas y en apariencia desconectadas pasaron a la etapa siguiente de la secuencia, lo cual se materializó en un partido político (La Libertad Avanza) cuyo fundador luego ganaría las elecciones presidenciales en el Balotaje de 2023. 

Se trataba de un personaje extraño, de cabellos revueltos y labia agresiva que desde su particular desaliño personal anunciaba la superioridad “moral, productiva y estética” de su agrupación libertaria. A partir de allí, la demonización de un sector variado y creciente de la comunidad monopolizó la mayor parte de su discurso político. 

Una vez instalado en las redes sociales y mediáticas, Milei comenzó de ese modo una brutal agresión expresiva hacia objetivos específicos. Calificó de “imbécil” y de “representante del maligno en la tierra” al Papa Francisco y de “zurdos de mierda” a los militantes y dirigentes de la izquierda política de quienes dijo reiteradamente que había que destruir. Sin embargo, el objetivo central y obsesivo de Javier Milei fue el movimiento nacional justicialista. Comenzando por su figura más representativa, la primera etapa de estigmatización se centró en Cristina Fernández de Kirchner, en ese momento vicepresidenta de la nación y en el “Kirchnerismo” a quienes tanto Milei como sus socios atribuyeron la mayor parte de los males del universo. Ese espectro demonizante se fue ampliando al resto del partido político mayoritario en nuestro país y al mismo tiempo el que mayores conquistas sociales logró a través de leyes que ahora el presidente se propone derogar. 

Es útil recordar que el peronismo ha basado su doctrina y lucha política en el concepto de “justicia social”. La mejor síntesis de ese principio trascendente es la idea de equidad, solidaridad, bien común, igualdad de oportunidades, en suma, el respeto por la dignidad humana. 

En sentido opuesto y como parte de su estrategia destructiva, Milei ha definido reiteradamente la justicia social como una “aberración”. Con ese sustantivo, el presidente intenta demoler aquello que durante muchas décadas ha encabezado las luchas no sólo del peronismo, sino de toda la clase política progresista argentina. De hecho que la extensa lista de víctimas del genocidio de la última dictadura se ha nutrido de un colectivo políticamente heterogéneo en un abanico que va desde el radicalismo hasta la izquierda trotskista pasando, por supuesto, por el peronismo. 

Actualmente, a escasas semanas de haber asumido el nuevo presidente, estamos entrando en una tercera etapa de avance de la extrema derecha que excede la actividad específica partidaria. Milei está tratando de instalar los conceptos centrales de su discurso reaccionario y violento, en el corazón mismo de gestión comunitaria que es el propio Estado. Ese Estado que cínicamente demonizó en cada discurso, anunciando su desaparición al igual que la de la mayoría de las dependencias ministeriales desde las que en los gobiernos anteriores -exceptuando el de Macri-, se impulsaban las políticas de contención y ayuda social. Su real intención al respecto nunca fue la de extinción del Estado. El objetivo real de Javier Milei y de quienes están detrás, es el reemplazo de un Estado presente y solidario por uno prebendario y orientado a una entrega de recursos humanos y naturales como nunca se vio en la historia de nuestro país. 

Esta tercera etapa en marcha prevé un estado organizado en base a la exclusión absoluta del sector social que los libertarios consideren que no son “argentinos de bien”. 

Al respecto, con la claridad que lo caracteriza Rocco Carbone señaló que “…cuando se nos dice que se gobernará para “los argentinos de bien” se está trazando un límite que va a separar a millones de seres del reconocimiento de su condición humana. En ese gesto segregatorio yace un núcleo del pensamiento fascista”. Agrega sobre el poder que ganó las elecciones que “… Está animado por lógicas mafiosas y por un catalizador fascista”. (1) 

Esa vinculación estrecha que Carbone plantea entre la mafia -representada por Mauricio Macri- y el fascismo en la lógica de los discursos y actos de Javier Milei, resulta esencial para comprender el momento actual. 

Es bueno recordar también que Milei afirmó públicamente por televisión: “Entre el Estado y la Mafia me quedo con la Mafia. Porque la mafia tiene códigos, la mafia cumple” (SIC). (2) 

Y en esa disyuntiva planteada, Milei optó por la construcción de un Estado mafioso. Se convirtió así en el primer presidente electo en un país luego de afirmar su devoción por una organización criminal como es la mafia. 

Macri, a su vez, fue denunciado por citas textuales de “mi Lucha” de Adolfo Hitler. El ex presidente definió públicamente a los alemanes como “raza superior” (SIC). Como señala un reconocido autor, Mauricio Macri es el primer político en el mundo fuertemente sospechado de pertenecer de manera orgánica a una organización mafiosa (la ‘Ndrangheta calabresa) que llega a la presidencia de un país. (3) 

En el actual escenario, hay cuestiones que por su aparente extravagancia deben llamar nuestra atención y sobre todo la de nuestros dirigentes responsables de dar respuesta. Así, en el programa de la televisión chilena antes citado, Milei propuso privatizar las calles de nuestras ciudades para que quienes viven en cada cuadra puedan tener ingresos cobrando peaje. Igualmente, sus pintorescos diputados se han manifestado públicamente impulsando por ejemplo alambrar y privatizar los océanos o asegurando que los hombres que tuvieron relaciones sexuales con una mujer, deberían tener 15 dias de tiempo después de notificados del embarazo de sus parejas, para decidir si se harán cargo o no de las obligaciones parentales respecto del futuro hijo recien concebido. Por su parte, la actual canciller propuso la creación de un “mercado de órganos” (sic). 

Baste para completar la idea recordar que el presidente eligió como Procurador del Tesoro (abogado del país) a un ex Nazi que participó del ataque a una sinagoga. 

Como se sintetizó, la estrategia libertaria tanto para llegar al gobierno como para intentar sostenerse en él se erige sobre una sucesión de propuestas tan violentas como inverosímiles. La alianza mafioso-fascisita que describe Carbone es inédita en el país y eso explica algunas de las situaciones extrañas que se están viviendo. La magnitud del absurdo y lo bizarro de los personajes, permiten pensar que estamos ante la posibilidad de un saqueo sin precedentes con final abierto. 

El actual escenario representa un desafío tan grave como la alianza que lo nutre. En él, es muy difícil determinar si la Argentina está presidida por un perverso, un desequilibrado o simplemente un megalómano. Lo que sí es posible afirmar es que los riesgos a los que el personaje en cuestión está sometiendo a una nación de 47 millones de habitantes, son superlativos. 

La esperanza está hoy depositada en aquel sector de la política que supo luchar contra la dictadura genocida hasta recuperar la democracia. En aquellos jueces y fiscales decentes que no se doblegan ante la corrupción más reaccionaria de la corporación. En ese maravilloso pueblo que en las calles y sin vacilar, va a seguir poniendo el cuerpo para apoyar a sus dirigentes e impedir nuevos y brutales atropellos. 

(1) La Tecl@ Eñe, 30/11/2023. 
(2) Programa Vía Pública Santiago de Chile 18/12/2019. 
(3) “El lado oculto de la Famiglia Macri”. Edit. Ciccus. Jorge Beinstein, Daniel Cieza, 2019.



   

domingo, 31 de diciembre de 2023

Las formas importan.... @dealgunamaneraok...

 Las formas importan…

Javier, la ira de Dios. Dibujo: Pablo Temes.

Ante tanta fragilidad política, el gobierno debe cuidar no solo el contenido de sus medidas.    

© Escrito por Nelson Castro el domingo 31/12/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.  


Todo transcurre en medio de una vorágine pocas veces transitada. Desde ese punto de vista no hay sorpresas. Es lo que Javier Milei había prometido. Eso no significa que sea lo ideal. Acierta el gobierno cuando exhibe acción. Eso indica que, efectivamente, tiene un plan. Se equivoca cuando pretende imponer una noción de que la cosa es a todo o nada, lo que en el ámbito de la política es decididamente malo.

Tanto el Decreto de Necesidad y Urgencia como el proyecto de Ley para las “Bases y punto de partida para la Libertad de los Argentinos”, demuestran que el equipo que encabeza Federico Sturzenegger trabajó durante muchos meses con todo detalle sobre una impresionante diversidad de temas. Más allá de lo que marca la Constitución Nacional. Pretender evitar la participación del Congreso en alguno de los puntos del DNU, es afectar su vigencia en el tiempo. Lo que se pretende imponer de un plumazo, se puede también derogar de un plumazo. Sería aconsejable que en el entorno de Milei esto se entendiera bien.  

El envío del proyecto de ley al Congreso sorprendió a varios funcionarios del gabinete nacional. Entre ellos, los que estaban dialogando con el secretariado general de la CGT. Por eso, el Presidente hizo una mala lectura de la realidad ya que había un diálogo subterráneo con el sindicalismo, con cierto grado de acuerdo con varios de ellos. Ese puente se rompió aun cuando, la fecha del 24 de enero, fijada por la central obrera para el paro general, deja abierta la ventana a una eventual negociación. En este punto, es menester hacer una reflexión sobre la foto que dejó la presencia de Héctor Daer, Pablo Moyano y compañía en el escenario del salón Felipe Vallese en la que anunciaron la medida de fuerza. Es una foto sepia que atrasa y, el hecho de que durante los cuatro años del desastroso gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández –el orden no es un error, sino que se corresponde con el nivel de poder que tuvieron– no hayan llevado adelante ningún paro expone su pusilanimidad. 

“Cuando tuvimos inflación, que fue un flagelo, y siguió y aumentó, tuvimos las paritarias para recomponer el salario” –argumentó Daer– olvidando que Massa los había presionado para que las paritarias no superaran el 60%. Luego agregó que “jamás se apuntó en contra del sistema jubilatorio y la igualdad de todos los que habitamos esta tierra”. Sobre esto, es necesario recordar dos cosas: primero, los dichos de la diputada por el Frente de Todos contra Todos, Fernanda Vallejo, quien calificó de “fórmula de mierda” al sistema de ajuste votado por ella misma y el resto del oficialismo K; y sobre la igualdad, hay que recordarle a Daer que Cristina Fernández cobró hasta ahora, el haber de la jubilación como presidenta y una pensión también de presidente correspondiente a su esposo Néstor, algo absolutamente contrario a las disposiciones legales. Es decir, un privilegio bochornoso por su inmoralidad que está en vías de ser revocado. La legisladora Graciela Ocaña sigue sosteniendo la causa en la Justicia. Al respecto, llama la atención que entre la quita de privilegios a “la casta” el Presidente Javier Milei no haya puesto la lupa sobre estos privilegios, algo que –a todas luces– no tiene razón de ser. Es más, vale la pena recordar que el exvicepresidente condenado Amado Boudou está entre los que perciben este beneficio extraordinario.   
Una constante con la que se han encontrado los nuevos funcionarios en los principales ministerios es la cantidad de gente empleada que no realiza tareas específicas. El propio ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona denunció públicamente que tuvo que poner cámaras en el edificio porque habían roto en siete oportunidades el sistema de validación de ingresos y egresos con la intención de sortear los controles. En el Ministerio de Economía y en la Secretaría de Comercio sucede algo similar y es puesto de manifiesto en el off the récord por los propios empleados de carrera de la cartera: “No te podés distraer porque apareció gente que no había venido nunca a buscar desesperadamente un escritorio libre donde recaer. Son los ñoquis, que no quieren perder sus beneficios y no tienen ningún empacho en discutir con quienes hemos estado trabajando día y noche cumpliendo con nuestras obligaciones”. Una foto cabal de lo que dejó el kirchnerismo. 

El período de Sesiones Extraordinarias en el Congreso no será un paso fácil para el gobierno. El Decreto de Necesidad y Urgencia desencadenó una oposición férrea en todos los sectores del peronismo y, como ya se dijo, en la CGT, sobre todo por la reforma laboral impulsada y las limitaciones para las protestas callejeras. El propio Miguel Ángel Pichetto, presidente del nuevo bloque Hacemos Coalición Federal pidió “no dramatizar” el debate legislativo de la ley Ómnibus del Ejecutivo y sostuvo que hay contenidos necesarios para darle al gobierno herramientas que faciliten la gobernabilidad. Si bien, en un principio se mostró crítico del DNU, aseguró que “lo que no se pueda discutir en el decreto se discutirá en la ley”.  

A pesar de todo, hay en el gobierno cierto aire de optimismo. Saben que para la oposición y, sobre todo para el sindicalismo, no será gratis oponerse a un gobierno que lleva apenas un par de semanas en el poder. De hecho, las marchas que han intentado ganar la calle en los últimos días, nacieron con ese mismo vicio de debilidad. Habrá que ver qué sucede si el paro general anunciado por la CGT a realizarse a sólo 44 días de gestión del nuevo gobierno se traduce en una demostración de poder en la calle. Una cosa es segura: a ambos extremos de la cuerda les conviene negociar. Es muy pronto para todo.  

El gobierno tiene la oportunidad de dejar atrás años de decadencia, pero no debe olvidar que, en un contexto de fragilidad política, las formas son tan importantes como el fondo de las medidas. La Argentina y todos sus habitantes están en sus manos y no hay lugar para otro fracaso.



   

sábado, 30 de diciembre de 2023

De la ignorancia de Duhalde a la ignorancia de Milei... @dealgunamaneraok...

De la ignorancia de Duhalde a la ignorancia de Milei...


Milei BIS: en la imitación de Fátima Florez.
Fotografía: Télam  

Solo una persona que ignorara las complicaciones que significaba salir de la convertibilidad, que creyese que “quien depositó dólares recibirá dólares”, como dijo Duhalde en 2002 y después tuvo que ser corregido por su ministro de Economía, podía asumir la irresponsabilidad de poner patas para arriba aquel sistema económico. Solo un secretario de Finanzas provincial podía asumir el Ministerio de Economía en ese contexto y con esa fragilidad. Ambos pagaron los costos y los beneficios los cosecharon quienes luego continuaron la tarea, Roberto Lavagna y más tarde Néstor Kirchner. Con ingenua honestidad, a los pocos meses de asumir como presidente, Duhalde decía públicamente que “no sabía que el mundo estaba tan interconectado” y que “no imaginaba que todo era tan complejo”.   

© Escrito por Jorge Fontevecchia el viernes 29/11/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.  



No pocas veces en la historia de la humanidad la ignorancia fue la partera de cambios que luego pudieron encontrar su rumbo y que, sin la ignorancia del agente, no se hubieran podido producir. Un hegeliano pensaría que el ignorante es el cuerpo que eligió la historia para seguir su rumbo y salir del atolladero circular de un dilema donde los costos del remedio y de la enfermedad son tan similares, que la racionalidad inmoviliza. En casos extremos, el técnico experto se convierte en el maestro ignorante porque no puede aprender a desaprender, y hace falta un Alejandro Magno que, frente al nudo gordiano, en lugar de desatarlo, como creían que era el procedimiento correcto todos sus fallidos predecesores, lo corte con su espada de un golpe. 

En los dilemas, la historia apela a la brutalidad, entendida como carencia del refinamiento que genera el conocimiento. Ignorancia lisa y llana, la mayor de todas, que es la de quien ignora que ignora y por eso tiene tanta certeza. 

Hace 22 años, Duhalde fue el ignorante que Argentina precisó para decidir un rumbo; ahora, en diciembre de 2023, la sociedad argentina (el espíritu de la historia) eligió a otro ignorante, Javier Milei, en su caso políticamente, para volver a patear el tablero, esta vez en sentido opuesto al de Duhalde, buscando retroceder en el tiempo para restaurar y profundizar aquello que se descartó en el primer “que se vayan todos”. Lo mismo su ministro de Economía, Luis Caputo, un secretario de Finanzas que asume un papel que lo excede y al cual un técnico más completo quizá no se hubiera arriesgado a asumir acompañando a un presidente tan débil.

¿Tendrán valor las palabras o los periodistas, como hacemos de ellas nuestro oficio, exageramos al reclamar cierta adecuación del significante con el significado?

Para darle sentido a este tiempo distópico, excéntrico y por momentos absurdo, hay que apelar a la metafísica adhiriendo a la doctrina del progreso y atribuyendo un orden a los acontecimientos que solo el futuro demostrará. Quienes vivieron los primeros meses de la presidencia de Duhalde, a comienzos de 2002, recordarán la misma sensación de estar atravesando una distopía que luego el paso del tiempo explicó. Como en búsqueda del tiempo perdido, de Proust, “los acontecimientos del pasado fructifican bajo la mirada retroactiva del presente”.  

Duhalde y su ministro de Economía, Jorge Remes Lenikov, fueron el instrumento de la alianza entre un sector de poder y el humor de época de una parte numerosa de la sociedad. ¿Serán Javier Milei y Luis Caputo el instrumento de otro sector de poder en alianza con otro numeroso sector de la sociedad que en su asociación interpretan el humor de esta época? Y de ser así, ¿correrán el efímero destino de Duhalde y Remes Lenicov o el de otro agente de la historia que también vino a poner patas para arriba el sistema económico que lo precedía, pero tuvo la habilidad de perdurar lo suficiente como para ser él mismo quien cosechara los frutos, como hicieron Carlos Menem y, durante muchos años, su ministro de Economía, Domingo Cavallo? 

Ver a al cofundador del partido de Domingo Cavallo y actual ministro del Interior, Guillermo Francos, entregarle en una caja de regalos la Ley Ómnibus a otro Menem (Martín), que ahora preside Diputados no puede no hacer recordar la frase de Karl Marx en su 18 Brumario de Luis Bonaparte: “La historia se repite dos veces, primero como tragedia y luego como farsa”, tomada de un texto de Hegel. 

Recuerdo en la época de Bolsonaro la vergüenza que sentían algunos brasileños al tener que explicar ciertas “excentricidades” de su presidente. Similar a la vergüenza de muchos norteamericanos al explicar a Trump cuando presidía su país. Explicar hoy a un extranjero la relación del Presidente con su pareja, que lo imita en el teatro, crea los mismos dilemas estéticos que una “revolución libertaria” producida a través de un decreto de necesidad y urgencia. 

A veces, que el drama regrese como farsa ayuda a digerir y desdramatizar las vivencias. Por ejemplo, el uso de la palabra “revolución”. Imaginemos qué hubiéramos dicho si Cristina Kirchner, al asumir en 2007, hubiera propuesto una “revolución socialista” en lugar de la “revolución libertaria” que propone Milei.

Siguiendo con lo absurdo, los jóvenes mileístas también podrían cantar en el Patio de la Palmeras de Casa Rosada: “Acá tenés los pibes para la revolución”. Vale recordarles que toda revolución e intento de ella utiliza armas que luego se vuelven contra el que las empuña. 

¿Tendrán valor las palabras o los periodistas, como hacemos de ellas nuestro oficio, exageramos al reclamar cierta adecuación del significante con el significado? Si finalmente todo es un show, como el de Fátima Florez, en un sentido ideológico o el opuesto, y lo que principalmente reclama el soberano sea no aburrirse, los verdaderos ignorantes somos aquellos que esperamos cierta coherencia entre las palabras y las cosas, como explicaba Foucault.  

Jürgen Habermas escribió en Conocimiento e interés sobre la falsa conciencia que para Hegel era toda ideología (irreflexiva), criticando la fe en el racionalismo porque “la ciencia solo puede ser comprendida epistemológicamente como una de las categorías del conocimiento posible (...) comparado con el conocimiento absoluto el conocimiento científico aparece necesariamente limitado (...) en un mundo cotidiano en el que nos encontramos siempre de forma inevitablemente contingente (...) el racionalismo es asunto de creencia, una opinión entre otras opiniones”. El ignorante viene a llenar el vacío insondable en esos momentos en que el conocimiento se devela irresoluto y “el futuro solo puede conocerse ambulando en el proceso de construirlo”, arrojados al destino como el dasein de Heidegger. 

La híper de 1989 y el estallido de la convertibilidad de 2001 fueron la causa mientras que Menem y Duhalde, la consecuencia. En 2024 la situación pareciera invertirse y ser Milei el implementador del cambio de régimen económico sin que hubiera llegado a estallar el régimen anterior. Y como no somos criaturas amnésicas, quizá no era necesario que se produjera el estallido ya que “el futuro solo puede hallarse incubándose tanto en el pasado como en el presente en la forma de una vaga premonición de lo que ha de venir, como una suerte de reminiscencia invertida”, (escribió Ernst Bloch en The principle of hope).   

Kant, en La religión dentro de los límites de la mera razón, la definió como “quien confía sin saber cómo sucederá lo que espera”. Milei, como toda aspiración de revolución, es una religión que –literalmente– apela a las fuerzas celestiales para cumplir su cometido. Quizá lo ayuden.



   

domingo, 24 de diciembre de 2023

En el medio está la gente... @dealgunamaneraok...

En el medio está la gente...


Patricia está con nosotros, nada malo podrá ocurrirnos. Pablo Temes.

La sociedad sabe que hay crisis y que nada se logra sin sacrificio. El Gobierno precisa lucidez.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 24/12/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El megadecreto anunciado por el presidente 
Javier Milei el miércoles a la noche debe ser analizado en su fondo, en su forma y en sus eventuales resultados. Respecto de la cuestión de fondo  hay que señalar que su contenido le ha permitido a la sociedad argentina tener la noción clara y la dimensión exacta de la maraña de disposiciones regulatorias que afectan su vida cotidiana. Desde la muy mala ley de alquileres hasta la ley de góndolas y un largo etcétera que, además, han servido para crear una burocracia que alimentó la letal corrupción que se extiende por todo el país. Ejemplo de ello –entre tantos– es el registro automotor, muchos de cuyos titulares son personas vinculadas al poder de los diferentes turnos. Los gobernadores no están exentos de esta crítica. Esto no significa que el Estado no deba tener a su cargo un rol de regulación en situaciones bien puntuales en las cuales grupos dominantes quieran imponer sus condiciones para eliminar todo tipo de competencia. Eso no es lo que ha ocurrido con el Estado elefantiásico que el megadecreto expone. Ese Estado elefantiásico ha, paradojalmente, consolidado la fortaleza de esas posiciones dominantes y favorecido la corrupción.      

En un sistema republicano las cuestiones de forma hacen a su esencia. La división de poderes es un pilar fundamental sobre el que se asienta la estructura institucional de la Argentina. El objetivo de tal condición es claro: evitar que alguien tenga la suma del poder total. En el transcurso de la historia, esa fue una aspiración que tuvieron varios líderes políticos: Juan Manuel de Rosas, Julio Argentino Roca, Juan Domingo Perón, Carlos Menem y, últimamente, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. En el caso de los Kirchner fue esa división de poderes la que evitó que el proyecto chavista que encarnaban se concretara.

Algunos puntos del decreto deben pasar por el Congreso inevitablemente

Los decretos de necesidad y urgencia (DNU) nacieron como un instrumento que, bajo la justificación de una necesidad extrema y excepcional dieron pie a una aberración que permitió al presidente de turno eludir la participación del Congreso en la elaboración de instrumentos legislativos. Menem abusó de los DNU, lo que llevó a que, con un intento de limitarlos, se reglamentara su uso en la reformada Constitución de 1994.  

Imaginemos por un momento que, en vez de Javier Milei, esto lo hubiese hecho la expresidenta. Desde esta columna se estarían exponiendo las mismas críticas. De hecho, destacados abogados profesores de Derecho Constitucional de afinidad ideológica declarada con el actual gobierno no dudaron en calificar a alguno de los puntos del megadecreto como inconstitucional. Por lo tanto, hay algunos puntos del decreto que deben pasar por el Congreso inevitablemente. Si así no fuera, se exponen a que en el futuro un gobierno de signo contrario elimine también de un plumazo lo que hoy se quiere imponer del mismo modo.

Los resultados de todas medidas serán los que terminarán de darles su vigencia. Si los prometidos beneficios se hacen realidad, las ideas de Milei tendrán terreno fértil y cambiarán la cultura política de la sociedad. Si no, retornará lo mismo que se acaba de ir, pero mucho peor. Es un riesgo demasiado grande como para cometer errores de forma que condicionan todo el armado.   

El Gobierno sabe que el momento de acelerar con medidas antipáticas es ahora

“Si el Presidente hubiese enviado una parte del decreto como proyecto de ley al Congreso de la Nación, no tengo dudas de que hubiese tenido mejor recepción general y que habría tenido el apoyo de la mayoría en ambas Cámaras. Estoy de acuerdo con el Fondo de las medidas, pero no puedo aceptar el camino elegido para imponerlas”. La reflexión pertenece a una diputada nacional del ala dialoguista de Juntos por el Cambio y demuestra claramente que las cosas podrían haberse hecho mejor. Al fin y al cabo, parte del peronismo no kirchnerista también habría apoyado las medidas en el Parlamento dejando en soledad al kirchnerismo duro y los sectores más radicalizados de la izquierda. Sin embargo, para el Presidente este DNU es algo más que una batería de medidas políticas. Forma parte de su concepción del poder, y de su batalla contra la burocracia de “la casta”. Victoria Villarruel, desde el Senado, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, ya están tejiendo alianzas para intentar tomar el control de la comisión bicameral permanente que controla los DNU. En el Gobierno son optimistas y alegan que “en los 40 años desde el regreso de la democracia nunca se rechazó un DNU”. El problema es que esto no termina aquí. Apenas una parte de lo que viene es la ley de reforma tributaria. Son, al menos, 10 capítulos con decenas de artículos que versan sobre el blanqueo, retenciones, posibles moratorias, impuestos internos y la polémica vuelta de ganancias. Quienes conocen el derrotero de leyes, decretos y normas para desregular la economía y todos los aspectos que hacen a la vida en sociedad que eran controlados por el Estado aseguran que el camino será áspero por lo menos hasta fines del mes de mayo. En el Gobierno saben que el momento de acelerar con medidas controvertidas o antipáticos es ahora. La pregunta sigue siendo la misma: ¿podrá la gente de a pie soportar algunas de las consecuencias de estas medidas de apertura? Es cierto que la liberación de precios es consecuencia directa de los desastres del gobierno anterior. La inflación –que recrudecerá al menos hasta marzo– es responsabilidad del gobierno de los Fernández y, en especial, de la irresponsabilidad del exministro candidato Sergio Massa, pero las consecuencias actuales las sufre la gente, y es una incógnita el tiempo que podrán sostenerse en pie ante la llegada del sinceramiento de precios percibido como un ajuste descomunal.

Argentina pelea por volver a ser un país normal. Los 20 años de kirchnerismo hicieron estragos. Se libra una batalla cultural que tendrá en pie de guerra a los Belliboni de la vida, los D’Elía y los Grabois. Lo peor que puede pasar es quedarse a mitad de camino. El Gobierno deberá tener la lucidez suficiente para administrar dos años de tragos amargos. Nada se logra sin sacrificios, pero en el medio está la gente.



   


sábado, 16 de diciembre de 2023

Medidas económicas de Luis Caputo: 10 datos para entender lo que anunció… @dealgunamaneraok...

Medidas económicas de Luis Caputo: 10 datos para entender lo que anunció…

El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, anunció 10 medidas económicas que marcan el inicio de la gestión de Javier Milei (La Libertad Avanza). En esta nota, Chequeado te explica todas ellas con datos de contexto para entender qué fue lo que anunció el flamante ministro.

© Escrito por Manuel Tarricone, Lucía Gardel y José Giménez el miércoles 13/12/2023 y publicado por Chequeado.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El Ministro de Economía emitió un mensaje grabado en el que anunció las primeras medidas económicas de la gestión del presidente Javier Milei. Tipo de cambio, subsidios, obra pública, importaciones, empleo público, publicidad oficial, transferencias a las provincias, planes de empleo y políticas sociales. En esta nota, datos de contexto sobre los 10 anuncios de Caputo.

1- Se decreta la suspensión de la pauta oficial

Caputo señaló que el Gobierno nacional suspenderá por un año la publicidad oficial en medios de comunicación, algo que ya había adelantado el vocero presidencial Manuel Adorni en su conferencia de prensa matutina.

De acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Economía de la Naciónen lo que va de 2023 el Estado nacional gastó $ 33.477 millones en “Prensa y Difusión de Actos de Gobierno”. Los datos llegan hasta el 4 de diciembre último, es decir, antes de la asunción de Milei. El presupuesto anual vigente de este ítem es de $ 40.807 millones, es decir que hasta ahora se gastó el 82% del presupuesto. En 2022 se gastaron $ 13.121 millones en este programa. Si se ejecuta todo el presupuesto previsto para 2023, las partidas para publicidad oficial registrarán un aumento real del 34,6%.

En la Argentina no existe una ley que regule los criterios de reparto de la publicidad oficial. Hay resoluciones de la Secretaría de Comunicación Pública de la Nación que determinan requisitos para que los medios reciban pauta oficial y establecen criterios de reparto, como el alcance del medio, zona geográfica, pertinencia del mensaje y fomento del federalismo y pluralidad de voces.

2- Los ministerios bajan de 18 a 9

Javier Milei formó su gabinete con 9 ministerios, la mitad de los que existían al final de la gestión de Alberto Fernández (Frente de Todos). Así, a partir de esta semana el Poder Ejecutivo cuenta con los siguientes ministerios: Interior; Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; Defensa; Economía; Seguridad; Salud; Justicia; Infraestructura y Capital Humano. Seis de los ministerios ya existían con ese nombre y uno cambió su denominación. Por su parte, Capital Humano e Infraestructura son nuevos y concentran varias áreas.

El gabinete de Fernández comenzó en 2019 con 20 ministerios y finalizó con 18; Mauricio Macri (Cambiemos) arrancó con 20 y terminó con 11. Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria) terminó su mandato con 16 ministerios. Eduardo Duhalde (PJ) y Néstor Kirchner (Frente para la Victoria) gobernaron con 10 ministros, respectivamente.

En términos de género, Milei conformó un gabinete que cuenta con un 33% de representación femenina. Si se tienen en cuenta todas las designaciones de ministros y ministras a lo largo de cada administración, hasta el momento la de Milei es la que cuenta con un mayor porcentaje de representación femenina. En términos absolutos, teniendo en cuenta toda la gestión, el gobierno del Frente de Todos fue el que más ministras mujeres tuvo (9).

Ministras designadas en los gabinetes de cada gobierno.

Se tienen en cuenta todas las designaciones de ministros y ministras a lo largo de cada administración.


3- Se reducen los subsidios a la energía y el transporte

En los primeros 10 meses de 2023 el Gobierno destinó $ 2,1 billones a los subsidios a la energía. Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), esto representó una caída real (es decir, contemplando el efecto de la inflación) del 25,2% con respecto a igual período de 2022. 

De acuerdo con los datos de la empresa mixta Cammesa (la distribuidora mayorista de energía eléctrica), en octubre de 2023 el Estado cubrió el 60% del costo total de la energía. Es decir que los usuarios a través de las tarifas pagaron el 40% de lo que costó efectivamente producir la electricidad que consumieron. En el caso de los usuarios residenciales con subsidios, sólo pagaron el 17% del costo total de la tarifa y el resto lo cubrió el Estado.

En el caso del gas natural, los últimos datos disponibles del Enargas (de principios de 2023) muestran que en promedio el Estado nacional asumiría en 2023 el 67,3% del total de la tarifa.

En cuanto al transporte, los subsidios insumieron hasta octubre último $ 718 mil millones, lo que significó un incremento del 12,4% real con respecto a los primeros 10 meses de 2022.

De acuerdo con los cálculos del Gobierno anterior, actualmente el Estado cubre el 90% del boleto promedio de colectivo, mientras que los usuarios pagan sólo el 10%. Según estos cálculos, el precio promedio del boleto sin subsidios para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sería de $ 422. Sin embargo, la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) indicó que en noviembre último el costo real del boleto fue de $ 541.

4- Se mantienen los planes Potenciar Trabajo de acuerdo al Presupuesto 2023

El presupuesto vigente de 2023 para el programa Potenciar Trabajo es de $ 998 mil millones. En lo que va del año se gastó el 89% de ese total, con datos actualizados hasta el 4 de diciembre.

Potenciar Trabajo es un plan de inserción laboral que unificó iniciativas previas -como Hacemos Futuro y el Salario Social Complementario-. Los titulares de este programa participan a través de proyectos socio-productivos, socio-laborales y/o socio-comunitarios o a través de la terminalidad educativa. El objetivo, según la web oficial del ex Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, es “promover la inclusión social plena para personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad social y económica”.

A partir del 1 de enero de 2024 se transfieren las personas titulares del Programa Potenciar trabajo al Programa de inclusión laboral. Los datos oficiales del ex Ministerio de Desarrollo Social  indican que hasta agosto de 2023 el programa contaba con 1,2 millones de beneficiarios. Los beneficiarios del Potenciar Trabajo cobran mensualmente el 50% de un Salario Mínimo Vital y Móvil. Actualmente, el salario mínimo es de $ 156 mil, es decir que los beneficiarios del Potenciar Trabajo perciben $ 78 mil mensuales.

Caputo señaló que el Potenciar Trabajo se mantendrá “de acuerdo a lo establecido en la Ley de Presupuesto 2023”. Es decir que, en un contexto inflacionario, se espera que el valor real del programa disminuya.

5- Se duplica la AUH y aumenta en un 50% la Tarjeta Alimentar

La Asignación Universal por Hijo (AUH) es una suma mensual que se paga por cada hijo menor de 18 años cuando sus padres están desocupados, tienen empleos informales o son trabajadores del servicio doméstico. El programa se creó en 2009 y a julio de 2023 cuenta con 4,1 millones de beneficiarios.

Según datos de la ASAP, entre enero y octubre de 2023 la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) destinó $ 548 mil millones al pago de la AUH. En términos reales, agrega ASAP, esto representa una caída del 14,5% respecto del mismo período de 2022. Desde diciembre de 2023, el monto de la AUH es de $ 20.661 mil, es decir que si se duplica, como anunció Caputo, llevaría el monto mensual a $ 41.332.

Por su parte, el Programa Alimentar consiste en una transferencia monetaria a familias para la compra de alimentos. Está dirigido a personas con hijos de hasta 14 años que cobran la AUH y a embarazadas a partir de los 3 meses que cobran la Asignación por Embarazo o las personas con discapacidad que perciben la AUH. El requisito para acceder al programa es ser beneficiario de la AUH.

En lo que va de 2023, el ex Ministerio de Desarrollo Social destinó $ 593 mil millones a este programa, con un presupuesto vigente de $ 611 mil millones. Actualmente, la Tarjeta Alimentar representa un monto de $ 22 mil mensuales para las familias con un hijo; $34.500 con 2 hijos; y 45.500 con 3 hijos. Si se incrementa en un 50%, como mencionó el ministro de Economía, la transferencia mensual por hijo sería de $ 33 mil (un hijo), $ 51.750 (2 hijos) y $ 68.250 (3 hijos).

Hasta noviembre de 2023, los ingresos de una familia con un hijo que cobra la AUH y la Tarjeta Alimentar (un total de $ 34 mil) habían caído en términos reales un 24% con respecto a igual mes de 2022.

6- “No se renuevan los contratos laborales del Estado que tengan menos de 1 año de vigencia”

Con los datos actualmente disponibles, no es posible saber cuánto personal del Estado nacional tiene menos de 1 año de contrato, pero sí se puede conocer cómo se compone el empleo estatal del Gobierno nacional.

Como se explica en esta nota, esa información está contenida en la Base Integrada de Empleo Público (BIEP) de la Subsecretaría de Empleo Público de la Nación, que cuenta con información detallada de los puestos de trabajo de cada una de las dependencias nacionales, desde 2010 hasta la fecha.

De acuerdo con esta base, en mayo de 2023 (último dato disponible) se registraron 403 mil empleados en el Poder Ejecutivo Nacional (incluyendo organismos autárquicos, como el PAMI o la AFIP, y el personal de las fuerzas de seguridad y las Fuerzas Armadas).

De ese total, 202.300 corresponden a fuerzas de seguridad; 98.500 a personal de planta permanente (es decir, que cuentan con estabilidad en el cargo); 23.800 es personal concursado (que se sometió a un proceso de selección en competencia con otros postulantes); y 5.800 son empleados de planta temporaria (no cuentan con estabilidad total).

En relación con la medida anunciada por Caputo, en mayo de 2023 existía un total de 72.500 personas contratadas, de las cuales 70.100 eran a plazo fijo (es decir, que contaban con fecha de finalización y el Gobierno podría decidir no renovarles), mientras que casi 2.400 eran por tiempo indeterminado

7- “Vamos a reducir al mínimo las transferencias discrecionales del Estado nacional a las provincias”

Como se explica en esta nota, se llama “transferencias discrecionales” a aquellas que no están reguladas por la Ley de Coparticipación Federal y pueden ser repartidas según la voluntad del Ejecutivo nacional, pero sin seguir ningún criterio ni prioridad establecido de antemano.

Este tipo de transferencias pueden ser “corrientes” (destinadas a solventar gastos tales como el pago de sueldos, por ejemplo) o “de capital” (utilizadas para la realización de obras públicas).

De acuerdo con datos de la ASAP, hasta octubre de 2023 el Gobierno nacional giró a las provincias poco más de $ 1 billón destinados a gastos corrientesSe trata de una caída real del 5,7% con respecto a igual período de 2022, principalmente a raíz de menores giros en concepto de asistencia financiera y de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

En tanto, las transferencias de capital a las provincias acumularon en los primeros 10 meses del año $ 387 mil millones, una caída real del 4,9%.

8- “El Estado nacional no va a licitar más obra pública nueva”

Como se explica acá, para medir el nivel de inversión en obras públicas es necesario sumar 2 indicadores que se informan junto con la ejecución del presupuesto nacional: la inversión real directa (que incluye los gastos en obra pública y otras erogaciones de capital, como la compra de equipos y maquinaria) y las transferencias de capital (que suman los recursos que el Gobierno nacional gira a las provincias y los municipios para la realización de trabajos de infraestructura).

De acuerdo con los últimos datos oficiales, hasta octubre último las transferencias de capital totalizaron casi $ 1,4 billones, mientras que la inversión real directa fue de $ 562 mil millones. Se trata de un incremento real del 2,4% con respecto a igual período de 2022.

9- “Vamos a sincerar el tipo de cambio oficial: va a pasar a valer $ 800”

No hay una única forma de ponderar si el valor del dólar está atrasado o no respecto de otras variables de la economía, como se explica en esta nota.

Una de las formas de saberlo es a través del Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral. Esta estadística, que se expresa a través de un índice elaborado por el Banco Central, mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto al de los de sus 12 principales socios comerciales para determinar cuál es el valor real de la divisa.

Los datos del índice se comparan con respecto a diciembre de 2015. De acuerdo con la serie histórica, el punto más alto se registró en mayo de 2002, cuando superó los 200 puntos luego de la salida de la Convertibilidad decretada por el entonces presidente Eduardo Duhalde (PJ), que produjo una devaluación que llevó el valor del dólar inicialmente por encima de los $ 3.

El tipo de cambio real multilateral se ubicaba, previo a la devaluación anunciada por Caputo, en 81,2 puntos, el registro más bajo registrado desde el final de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria) en diciembre de 2015.

10- “Reemplazaremos el sistema de importaciones SIRA”

El Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) comenzó a funcionar en octubre de 2022 en reemplazo del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).

El SIRA es un procedimiento de permisos electrónicos para gestionar las importaciones, coordinado por la AFIP. Los importadores deben llenar una planilla en la que tienen que detallar los productos a importar y demostrar que cuentan con los fondos necesarios para hacer frente a la compra. 

La AFIP cuenta con 90 días para aprobar la importación y, si no lo hace en ese plazo, el trámite queda anulado.

El uso del SIRA fue cuestionado por la Unión Industrial Argentina (UIA), que denunció demoras de más de un mes en la autorización de las importaciones y la existencia de una deuda comercial (es decir, importaciones que se efectuaron pero no se pagaron) de más de US$ 40 mil millones.