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domingo, 5 de mayo de 2024

El Gobierno. Vieja casta, viejos vicios… @dealgunamanera...

El Gobierno. Vieja casta, viejos vicios…

La ‘voz’ de los libertarios, Nicolás Posse. Dibujo: Pablo Temes.

Los primeros meses de gestión tuvieron elementos en común: falta de operatividad y destrato a los profesionales que se incorporaron.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 04/05/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Hubo aplausos en la reunión de gabinete del jueves pasado que formalmente encabezó el jefe de Gabinete, Nicolás Posse –más conocido como “el Mudo”, según el apelativo de amplia circulación por los pasillos del poder– pero que, en los hechos, fue manejada por “el Jefe”, es decir Karina Milei. Las internas en el seno del Gobierno se incrementan día a día.

Las críticas al jefe de Gabinete son continuas. Habrá que prestarle atención a la exposición que hará en los próximos días en la presentación del informe que debe hacer ante los senadores. Su figura se ve opacada por la intensidad de Santiago Caputo, que ha conformado un tándem con el ministro del Interior, Guillermo Francos. Ambos tuvieron un rol destacado en las conversaciones con los sectores dialoguistas de la Cámara baja. Las internas no solo se viven en el seno del Poder Ejecutivo. En el Congreso, el oficialismo muestra pujas por doquier. Por eso el bloque está tan deshilachado como producto de relaciones humanas muy complejas. “Todo se hace más difícil cuando la cúpula del poder parece estar blindada por dos o tres personas y las órdenes se bajan verticalmente, como si fuésemos soldados. Está claro que alguien debe tener la última palabra pero el ejercicio de la cohesión y la camaradería sigue estando ausente”, graficaron en el despacho de un legislador. Esto no será un problema mayor mientras los resultados sigan siendo positivos pero puede resultar un boomerang en época de vacas flacas.

Algo más que discursos

El motivo de la euforia actual fue la media sanción que la Cámara de Diputados le dio al proyecto de ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos. La así llamada “ley ómnibus”, devenida en “ley minibús”, constituye el instrumento esencial que necesita el Gobierno para avanzar con su gestión. “Lo que se aprobó es lo posible”, reconoció un conspicuo miembro del Poder Ejecutivo. Ese es un dato de la realidad política que refleja los límites que tiene Javier Milei. La expresión más brutal de ese hecho la reflejó Federico Sturzenegger –el padre del mamotreto hecho proyecto de ley–, que puso blanco sobre negro lo que representa lo aprobado en la maratónica sesión legislativa del martes: sindicatos 1-Milei 0.

Efectivamente, el corazón de la reforma laboral se fue a la basura. Los sindicatos festejaron en silencio la continuidad de los aportes solidarios que cada trabajador debe hacer a su gremio aunque no esté afiliado. Lo mismo ocurrió con la ausencia de sanciones a los bloqueos empresariales. Entre otras cosas, la llamada caja sindical ha quedado intacta. “Ese era el límite para garantizar la paz en la calle. Más allá del paro agitado por Pablo Moyano, los muchachos se quedaron más tranquilos”, atinó a decir una fuente cercana a la CGT sin ponerse colorada. Para que se vea con mayor claridad. El último borrador incluía un capítulo laboral muy parecido al DNU 70, por eso los sindicalistas exigieron encontrarse con Santiago Caputo y con el diputado Miguel Ángel Pichetto, y acordaron la marcha atrás del oficialismo. Los artículos de modernización laboral eran 58 y quedaron solo 16, sin la presencia de los puntos objetados por la CGT. No significa que lo que quedó no sea importante. Lo que sobrevivió fue el intento de quitarles a esos dirigentes sindicales el privilegio y el poder que les da el manejo de las multimillonarias cajas de las cuales viven y con la cuales mantienen su poder. Ese era un objetivo importante de la reforma que, una vez más, quedó archivado. Es lo mismo que les pasó a los expresidentes Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa.

La media sanción del proyecto de ley fue producto de la negociación. Es otra de las moralejas que dejó el trámite parlamentario. El agradecimiento del presidente a Miguel Ángel Pichetto, a Cristian Ritondo y a Rodrigo De Loredo es una muestra inequívoca de ello. Pichetto está llamado a tener un creciente protagonismo a lo largo del mandato de Milei. Por las dudas, ya se ocupó de quitarle dramatismo a la posible vuelta a Diputados del proyecto de ley si es que en el Senado se aprueba con modificaciones.

Disonancia cognitiva

La negociación en la Cámara alta será ardua. El kirchnerismo se juega una carta clave: si alguno de sus integrantes no cumple con la orden de cerrar filas que ha bajado Cristina Fernández de Kirchner, la mengua de su poder se acentuará. Su reaparición en Quilmes mostró esa decadencia y una necesidad, cuya consecuencia es la interna que crece con Axel Kicillof, a quien se encargaron de ningunear, impidiéndole estar en el escenario para que no pueda ganar protagonismo. El kirchnerismo duro está malherido y sus movimientos internos apuntan a la cristalización de una nueva figura que, por ahora, se parece bastante al gobernador de la provincia de Buenos Aires. No está dicha la última palabra pero la puja con Máximo Kirchner sigue abierta y las desprolijidades en el seno de núcleo K continúan a la orden del día.

Tampoco en el oficialismo son demasiado puntillosos. Los primeros meses de mandato han dejado un denominador común en distintos ministerios: falta de operatividad y destrato por los profesionales que se han incorporado. En algunos casos las mañas de la política sucia propia de la casta que se dice combatir recayeron en gente calificada a quien se utilizó deliberadamente para ajustar personal, ordenar secretarías y direcciones, y luego fue dejada en la calle para que sus puestos sean ocupados por los amigos del poder. Más casta no se consigue.

Cuando la política se humanice, los viejos vicios podrán empezar a cambiar de verdad.



    


domingo, 28 de abril de 2024

Bisturí vs. Motosierra. Algo más que discursos… @dealgunamanera...

 Bisturí vs. Motosierra. Algo más que discursos…

 

Radical penitente arrodillado, Rodrigo De Loredo. Dibujo: Pablo Temes. 

Los constructores del relato oficialista deben buscar acuerdos políticos más profundos para tener paz en el segundo semestre.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 27/04/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

“Fue como tirarse un tiro en el pie”. Con esa frase, un conspicuo miembro del gabinete nacional reconoció el grueso error que cometió el Gobierno en su evaluación previa de la marcha en defensa de la universidad pública, que se extendió a lo largo y a lo ancho del país, hecho que, a su vez, resonó muy fuertemente en decenas de medios internacionales.  


El episodio, además, fue producto de una trama que ejemplifica los problemas internos que atraviesan al Poder Ejecutivo. Los protagonistas centrales de esta historia fueron el asesor sin cartera, Santiago Caputo –sobrino del ministro de Economía–, el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Caputo y Álvarez llevaron adelante una negociación con el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Emiliano Yacobitti con la esperanza de desactivar la marcha. Creyeron que liberando los fondos para los hospitales de la UBA la marcha se suspendería. Cometieron un grueso error. Parece que 
Javier Milei creyó que eso era posible. También se equivocó, motivo por el cual perdió la oportunidad de comunicar durante la inexplicable Cadena Nacional de Radio y Televisión del lunes pasado por la noche, que los fondos que reclamaban la universidades habían sido finalmente transferidos en la tarde de ese día.

Disonancia cognitiva

Así las cosas, el Gobierno le regaló a la oposición un escenario sin igual al que intentó subirse desesperadamente en pos de alguna reivindicación que, hay que decirlo, no logró. Los muy malos discursos que se escucharon de personas identificadas con el kirchnerismo –empezando por la integrante de Madres de Plaza de Mayo, Taty Almeida, hasta de referentes sindicales– generaron el rechazo de muchos de los asistentes al acto, que fueron a defender a la universidad pública y gratuita, y no a la dirigencia opositora y al Gobierno. Esos discursos inflamados de kirchnerismo –“perdimos” dijo Taty Almeida– contrastaron con el impecable documento consensuado por los rectores, leído por la presidenta de la Federación Universitaria Argentina, Piera Fernández.   


La educación pública es un factor determinante en la vida de la sociedad argentina. Es una de las pocas cosas sobre las que no hay grieta. El interminable cierre de las escuelas que, durante la pandemia, ordenó el tándem Alberto Fernández–Axel Kicillof, impactó negativamente a las clases más bajas que expresaron su bronca, a través del voto que capitalizó el hoy disuelto Juntos por el Cambio a lograr una victoria que sorprendió a todos. 

La universidad pública tiene decenas de cosas para mejorar. Claro que debe haber nichos de corrupción que investigar y esclarecer. No por nada el rector, Ricardo Gelpi, hablando con quien esto escribe por Radio Rivadavia respondió “no me consta” cuando fue interrogado acerca de la existencia de hechos de corrupción. Es decir, no negó la eventualidad de su ocurrencia. Para eso es clave el rol de las auditorías y, sobre todo, que se hagan en tiempo y forma. Pero todo eso debe hacerse con las aulas funcionando, así como también las tareas de investigación. Todo eso estuvo y está aún en riesgo. El Gobierno debería cambiar la motosierra por el bisturí. Ya ha sido dicho hasta el cansancio. Curioso que el Presidente y sus ministros no terminen de darse cuenta de esto.  

La conducta del ex superministro como le gustaba que lo llamen– 
Sergio Tomás Massa, en torno a dicha protesta, merece un párrafo aparte. No sólo por la utilización política del caso sino por el propio accionar y el de su gobierno respecto al tema. El derrotado por Javier Milei, había compartido en sus historias de Instagram el spot con el que la Universidad de Buenos Aires convocaba a la jornada nacional del 23 de abril en Plaza de Mayo, bajo el lema #YoVoy. Fue su forma de anunciar que estaría presente. Lo curioso es que Massa en pleno empoderamiento tras la inacción del gobierno de los Fernández para estabilizar la macro, recortó recursos para Educación, Producción, Obras Públicas, Transporte y Salud. En particular, el Tesoro recortó en $ 70 mil millones las transferencias previstas para el Ministerio de Educación, en $10 mil millones al de Salud y en $ 50 mil millones al programa Procrear. Ocurrió en agosto de 2022, cuando pretendió iniciar un ahorro o ajuste fiscal que le diera oxígeno para corregir los desequilibrios. En ese recorte significativo a la educación pública, estaban incluidos unos $ 5 mil millones asignados originalmente a “infraestructura y equipamiento” para educación. La conclusión es simple, histórica y reiterada: cuando el ajuste lo hace el peronismo, se encarga de controlar la calle para no pasar sobresaltos.     


Mañana el Gobierno enfrentará un nuevo capítulo para alcanzar la aprobación de la Ley Bases. Los números parecen holgados para la aprobación en general, pero, una vez más, los problemas aparecerán en la votación en particular de cada artículo. En Balcarce 50 ya dan por sentado que el Congreso no le otorgará al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias por más de un año. Para ser justos, prácticamente todos los gobiernos hicieron uso de ellas. Los otros puntos en los que los de Milei tuvieron que ceder posiciones fueron la reforma laboral que, tal como estaba redactada, chocaba de frente con los intereses de los sindicatos y los impuestos al tabaco. En los dictámenes de mayoría alcanzados esta semana, el oficialismo consiguió el apoyo total del PRO, pero la UCR, y Hacemos Coalición Federal anticiparon que plantearán disidencias en varios artículos. 

El Senado se presenta como una ruleta rusa para los libertarios por los constantes ataques verbales del Presidente a los legisladores, en particular, por la suba de las dietas. “Estamos siendo prolijos en todos los frentes. No podemos quedar expuestos otra vez, pero tampoco podemos controlar lo que Javier dice o deja de decir en su cuenta de Twitter” –atinó a decir un aliado de la Libertad Avanza. 

La carta final de los constructores del relato oficialista vuelve a ser el discurso en contra de los enemigos del cambio. Deberán bucear mucho más profundo en la construcción de acuerdos políticos si pretenden que el segundo semestre traiga más alivio que dolores de cabeza.



  

domingo, 21 de abril de 2024

Decir vs. Hacer. Disonancia cognitiva... @dealgunamanera...

Decir vs. Hacer. Disonancia cognitiva...

Omato Manuel Adorni. Dibujo: Pablo Temes.

El Presidente la atribuye a la educación pública, pero él es el primero que la exhibe en sus actos de gobierno.

© Escrito por Nelson Castro el Sábado 20/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. República Argentina.

“Pero después uno intenta modernizar las leyes laborales y se ponen como locos… La disonancia cognitiva que generó el lavado del cerebro en la educación pública es tremendo”, dijo Javier Milei a través de sus redes sociales. La intención era clara: la desacreditación de la educación pública en medio de los reclamos presupuestarios, que vienen haciendo las universidades nacionales.

La disonancia cognitiva es la incomodidad o desasosiego que padece una persona cuando sus convicciones o conductas entran en contradicción con sus actos. El término fue acuñado por el psicólogo social estadounidense Leo Festinger (quien vivió entre 1919 y 1989) y, en 1957 publicó su libro referencial “A Theory of Cognitive Disonance” (Teoría de la Disonancia Cognitiva). Uno de los casos que siempre se mencionan para ejemplificar la definición, es el de la persona que, sabiendo de lo comprobadamente nocivo que es el hábito de fumar para su salud, decide continuar haciéndolo con el argumento de que no es así. Otro ejemplo clásico es el del integrante de un matrimonio que, habiéndose comprometido a serle fiel a su cónyuge, finalmente lo engaña y trata de justificarse arguyendo que la culpa de su claudicación es del otro u otra.

De la definición de la afección y de los ejemplos recién citados, emerge claramente que la condición sine qua non para su existencia es la mentira, cuyas principales consecuencias son el autoengaño y la contradicción. Vayamos pues a los casos concretos.

¿Hay funcionarios del actual gobierno que hayan estudiado en universidades públicas? La respuesta es “sí”. De una primera y rápida mirada surgen los siguientes: Federico Sturzenegger, cerebro del proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” es graduado de la Universidad de Buenos Aires. Lo mismo acontece con el ministro de Economía, Luis Caputo. La canciller Diana Mondino es graduada de la Universidad Nacional de Córdoba y el ministro de Defensa, Luis Petri, es graduado de la Universidad Nacional de Cuyo. Y la lista sigue…. ¿Diría el Presidente que todas estas personas han sufrido un lavado de cerebro por haber estudiado en universidades públicas?

Vanidad e impericia.

Avancemos por este camino de ver las decisiones del Gobierno que representan un caso de disonancia cognitiva, o sea, decir una cosa y hacer otra.

Nos tropezamos ahí con el de las prepagas. Claramente, los aumentos exorbitantes que han impuesto en las cuotas a sus afiliados generan una enorme angustia en la totalidad de los usuarios, muchos de los cuales han debido darse de baja o adoptar planes inferiores a los que durante años sostuvieron. Ante esta situación –sumada a la convicción que tiene Milei de que el renunciado presidente de la Unión Argentina de Salud, Claudio Belocopitt, jugó decididamente a favor de Sergio Massa –en la elección presidencial del año pasado–, actitud que tuvo la mayoría del empresariado argentino, el Gobierno –o sea, el Estado–, decidió intervenir para acabar con lo que entiende es una situación de cartelización. Este accionar hace a las atribuciones del Estado al que, en sus declaraciones y pensamientos, el Presidente demoniza permanentemente.

Lo mismo aplica para el concepto de casta –pilar de la construcción de poder de Milei– para el cual, hay que reconocerlo, lo ha ayudado mucho el bochornoso espectáculo que dio la Cámara de Senadores el jueves pasado con el escandaloso aumento de dietas, gastos de representación y por desarraigo que se autootorgaron con un accionar furtivo, propio de bribones. Sin embargo, el hecho salpicó también a los senadores de la Libertad Avanza que, desde el punto de vista del reglamento de funcionamiento de la Cámara, terminaron avalando tal aumento. Para explicarlo con claridad: cuando un proyecto se vota a mano alzada, la forma de oponerse es pedir la palabra y expresar la oposición. Eso no ocurrió. Tampoco hubo una crítica por parte de la vicepresidenta, Victoria Villarruel –a quien no le gusta que se le diga vicepresidenta, sino vicepresidente– quien sólo se limitó a decir que todo lo ocurrido era perfectamente legal aun cuando le era ajeno. Lo que no dijo fue si le parecía correcto o no. El que calla, otorga.

La disfuncionalidad cognitiva es la manifestación de una conducta patológica, que se manifiesta en las personas de todas las clases sociales en todas partes del mundo. No es patrimonio exclusivo de los argentinos. El mismo Milei es un exponente de ello. La tildó a Patricia Bullrich de ser una montonera que ponía bombas en las escuelas, de lo que después debió disculparse, Lo mismo ocurrió con el papa Francisco, a quien llamó el representante del “Maligno” en la Tierra. Despotricó también contra el presidente de China, Xi Jinping, para luego asignarle a la canciller Mondino la tarea de disculparse, situación que se repitió en estos días con el presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva.

La llamó montonera que ponía bombas en los jardines de infantes a Bullrich, y después la nombró ministra.

Y dos ejemplos finales para marcar estas contradicciones del Presidente. Hablando el viernes ante lo más conspicuo del empresariado vernáculo reunido en el Foro del Llao Llao dijo que los que habían fugado dólares eran “héroes” porque habían escapado de las “garras del Estado”.

Fue ésta una apología de la ilegalidad, porque en ese universo no sólo hubo pequeños ahorristas tratando de salvar sus pocos ahorros sino, principalmente, grandes evasores que se aprovecharon del uso de instrumentos financieros que están al alcance de unos pocos para incumplir la ley.  Si nos atenemos a la definición de liberalismo dada por Milei –“El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad”– esa conducta nada tuvo de “heroica”, porque quien evade impuestos perjudica al resto de la sociedad, es decir, el prójimo.

 Tampoco encaja en la definición de liberalismo dada por Milei su agresividad permanente, contra quienes no piensan como él. Los economistas que no piensan como él, son todos burros o delincuentes. Los periodistas que lo critican –esta semana les tocó a Jorge Lanata y María Laura Santillán, para quienes va la solidaridad de esta columna– son todos “ensobrados”. He ahí otro ejemplo de la disonancia cognitiva del Presidente. Y van…




domingo, 14 de abril de 2024

Vanidad e impericia… @dealgunamanera...

Vanidad e impericia…


El Messi de la economía, Toto y Retoto.
 Dibujo: Pablo Temes.

Impresiona, aunque no sorprende, la falta de capacidad política del Gobierno en vísperas de debates claves.

© Escrito por Nelson Castro el Sábado 13/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires., República Argentina.

El número no fue el esperado. El índice de inflación de marzo no estuvo por debajo del 10%. El Gobierno soñaba con un IPC (el Índice de Precios al Consumidor) de un dígito. No pudo ser. Fue de un 11%. Los aumentos de marzo en los servicios públicos, la salud y la estacionalidad dada por el comienzo del año lectivo se hicieron sentir y se llevaron puestos los bolsillos de la gente y las ilusiones del oficialismo. No obstante, en un largo mensaje por la red X (ex-Twitter), Luis Caputo salió a celebrar, pronosticando que el índice de la inflación núcleo –que estuvo en 9,8%– prenuncia que la inflación seguirá desacelerándose. El uso de esta palabra es importante, porque reconoce que los índices actuales son altísimos.

Hay coincidencia en que la caída de precios que se experimenta en algunos pocos rubros es producto de la baja del poder de compra. No es algo que desconozcan ni el Presidente ni el ministro de Economía. En el transcurrir tan particular de este tiempo por el que atraviesa la Argentina se observan fenómenos de consumo, que muestran la dimensión de la crisis: desde lo que pasa con la carne, cuyo precio, a pesar de la caída de las ventas, no para de subir, o panaderías que tienen estantes en los que se exhiben pan y facturas del día anterior a mitad de precio que se agotan.

En busca de enemigos

Tanto preocupa el tema en el Gobierno, que Luis Caputo se entusiasmó con la alusión a los datos de la cuenta Jumbo Bot sobre bajas de precios que resultaron ser falsos. Un verdadero papelón para el jefe de Estado –que le dio like al comentario– y para su ministro. Debería ser una enseñanza: creer que la realidad sólo se limita a lo que pasa en las redes, es un grueso y peligroso error para cualquier gobierno. Ya le pasó al gobierno de Mauricio Macri que, basado en los datos falsos de las redes, creyó que ganaba las PASO de agosto de 2019.  

“La mitad de los argentinos creen que de acá a seis meses estaremos mejor”, señaló el Presidente en la larga entrevista que le concedió en Neura Media a Alejandro Fantino. Es cierto lo que dice: el nivel de apoyo reflejado por las encuestas –sobre todo, las que no se publican– señalan que el nivel de expectativa positiva sigue siendo alto. Esto se conjuga con el fuerte apuntalamiento de su imagen internacional y la curiosidad que despierta en aliados y detractores. Nadie puede negar que puertas afuera de nuestro país Milei es una especie de rockstar que deslumbra, no tanto por sus ideas, sino por la excentricidad de sus formas. Un claro ejemplo de esto es el encuentro que mantuvo con el empresario sudafricano Elon Musk en la planta de Tesla en Austin, Texas. Su buena sintonía es tanto personal como ideológica y recuerda los tiempos en que el expresidente Carlos Menem causaba sensaciones similares entre no pocos líderes internacionales. A no confundirse, el riojano tenía muy claros los resortes del Estado y sabía a la perfección con quién debía acordar y de quién debía mantener distancia.

Lo que debe tener presente el Presidente es que todo esto no dura para siempre. Alberto Fernández supo tener un nivel de imagen positiva del 80% en los primeros meses de su gobierno. Y lo mismo le sucedió a Macri. Está claro que la gobernabilidad va a depender de lo que pase con la economía.  

El ataque a las empresas de medicina prepaga es producto también de esa preocupación. El ajuste afecta principalmente a la clase media. Esta intervención de Caputo en el tema de la medicina prepaga, como así también su decisión de no homologar el acuerdo paritario del Sindicato de Camioneros, expone una contradicción del Gobierno que, por una parte habla del Estado como un demonio y, por el otro, utiliza sus herramientas intervencionistas, según le convenga o las necesite. Debería ser otra enseñanza: el todo o nada no existe, ni para los que sostienen que el Estado lo es todo, como para los que los que piensan exactamente lo opuesto. No deja de ser penoso que todavía se discuta este anacronismo que la historia ha dilucidado y los hechos confirman todos los días.

Caputo y Milei, enfrentan también, las dudas que existen en el Fondo Monetario Internacional sobre la viabilidad social del programa puesto en marcha. En verdad, para el FMI lo que no hay precisamente es un programa económico. El reproche que le hacen a Caputo es que lo que viene implementando no son más que un puñado de medidas de índole monetario, al que ven como endeble e incompleto. Por eso le reclaman un verdadero plan económico, sin el cual creen que no habrá éxito posible. Allí se insiste en que el valor del dólar oficial está ya atrasado.

Desprolijidad libertaria

Por otra parte, la nueva baja dispuesta en la tasa de interés, también complica las colocaciones a plazo fijo y los rendimientos en las cuentas remuneradas de las billeteras virtuales, de los pocos refugios que le quedaban a la clase media para hacer rendir los pesos frente al aumento de los precios. Si bien, los instrumentos financieros para mantener el poder adquisitivo son hoy mucho más accesibles gracias a la tecnología, es un error creer que la mayoría de las personas conoce cómo operarlos.

Las conductas díscolas forman parte del paisaje interno que exhibe La Libertad Avanza. Lo sucedido en la Cámara de Diputados representa un nuevo capítulo en una puja en la que se mezclan aspiraciones a ocupar espacios de poder y la vanidad. Óscar Zago, que se fue del bloque, no para de hablar pestes del presidente de la Cámara, Martín Menem. Lo mismo sucede con Marcela Pagano, tras ser eyectada estrepitosamente de la presidencia de la Comisión de Juicio Político. Todos invocan haber tenido el apoyo del Presidente.

Es impresionante, aun cuando no sorprendente, el nivel de impericia que en ésta y otras cuestiones demuestra el oficialismo, en víspera de los debates cruciales que deberá atravesar en pos de lograr la aprobación de la ley minibús. Claro que ahora no puede haber margen de error.



domingo, 7 de abril de 2024

En busca de enemigos... @dealgunamaneraok...

En busca de enemigos...

Con el poder del cielo... (raso), Karina Milei. Dibujo: Pablo Temes.

El Presidente necesita rivales para mantener su potencia política ante números de la economía con grandes contrastes.     

© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/04/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.      

Javier Milei está eufórico. Ve las encuestas y se reconfirma. Lo dijo en la entrevista que le dio al editor de Bloomberg, John Micklethwalt. Es un estado de euforia que comparte su círculo áulico. Aunque sean unos pocos. Existe allí la convicción profunda de que todo lo que se está haciendo es lo correcto. Las críticas no sólo son rechazadas, sino que, además, quienes la emiten son sujeto de desprecio. 

Se los considera desde burros e ignorantes hasta lobistas o miembros de la casta. Está claro que el Presidente está a la búsqueda de enemigos. Los necesita para mantener su potencia política en un momento en donde los números de la economía muestran contrastes significativos. El viernes pasado, el dólar blue perforó hacia abajo la barrera de los mil pesos, mientras las cotizaciones de los bonos argentinos en Wall Street no paraban de subir y el Banco Central continuaba comprando dólares y recomponiendo sus reservas. La inflación de marzo, según expresó el ministro de Economía Luis Caputo se proyecta alrededor del 10%. Podría decirse que la macro empieza a estar bajo cierto control. Pero, desde el punto de vista de la microeconomía las cosas son diferentes.

El shock que comienza a producir el aumento brutal de las tarifas produce zozobras y una consecuencia negativa. Negocios que no saben si van a poder continuar con sus actividades, morosidad en los pagos, dificultad para acceder a medicamentos, caída del consumo y modificaciones sustanciales en los hábitos de compra, incluso, en los establecimientos de salud. En las farmacias de la Capital Federal, pero sobre todo en las del Gran Buenos Aires los pacientes que llegan con sus recetas en mano, consultan al profesional farmacéutico si pueden llevar un blíster en lugar de una caja completa, y en algunos casos se compra por unidad. “El blisteo comenzó hace varios meses, no es cosa de ahora, es una práctica bastante habitual sobre todo en los medicamentos de venta libre. El problema es que la gente está empezando a interrumpir tratamientos de medicamentos con receta. Nos consultan si para no tener que volver a comprar sus remedios tan pronto, pueden tomarlos más espaciados en el tiempo”. Un síntoma de la crisis que es, además, un peligro para la salud. Este relato de una farmacéutica del Sur de la Capital se repite día a día. Pocos rubros se salvan del recorte. Producto de este combo es la caída en la recaudación impositiva, lo cual termina afectando las cuentas públicas y complicando el objetivo de déficit cero que se impuso Milei.

Si esto continuara obligaría a nuevos ajustes generando un círculo vicioso alejado del círculo virtuoso al que aspira el oficialismo. Por otra parte, la apreciación del peso, producto de la emisión cero y de la venta de dólares sacados del colchón, transforma a la Argentina en un país caro aún en valores de la divisa estadounidense. Por ello durante el súper largo feriado de seis días, la cantidad de turistas extranjeros que se vio en las calles de Buenos Aires bajó sensiblemente. No hubo kilómetros de colas de vehículos viniendo a aprovisionarse aquí, sino que ocurrió lo contrario. El caso más impactante se dio en la frontera con Chile en donde los costos de todos los productos – ropa, electrodomésticos, teléfonos celulares, etc. – son significativamente más barato. Otro ejemplo ya clásico de esta modalidad, es la escapada que miles de argentinos realizan cada fin de semana a Paraguay y Uruguay para cambiar los neumáticos de sus vehículos. El precio local de las cubiertas es prohibitivo. Cambiar las cuatro gomas en cualquier establecimiento de la Capital Federal o el Conurbano Bonaerense no baja del millón y medio de pesos.

Desprolijidad libertaria

Como si hubiera pocos problemas, surgió con toda fuerza la polémica sobre los cursos de acción que desde el Estado se vienen desarrollando para enfrentar el brote epidémico de Dengue más importante de la historia que haya sufrido la Argentina. Después de un ruidoso silencio, el ministro de Salud Pública, Mario Russo, salió a hablar públicamente. Evidentemente es una persona que no se siente cómodo frente a las cámaras. Se lo vio dubitativo y con un discurso muy mileista con el que pretendió, no contestar sino descalificar a quienes lo critican. Lamentablemente hizo acordar al kirchnerismo. Nadie cuestiona su capacidad profesional, pero sobran los ejemplos de excelentes profesionales que no tienen el expertise necesario para manejar la cartera de un país, sobre todo en materia sanitaria. 

El titular del Palacio de Hacienda reconoció en una entrevista con el canal de noticias TN que la clase media la está pasando mal, y contó que mantuvieron reuniones con las empresas de medicina prepaga por los fuertes incrementos de precios en los últimos meses. Dijo que se les “recontra fue la mano” y afirmó que deben “hacerlos competir”. Para ponerlo en números concretos: un plan de los más completos de Swiss Medical al que, hasta no hace mucho tiempo, podía aspirar la clase media hoy cuesta $ 582.600. Vale aclarar que no se trata de un plan familiar.    

A esto habrá que sumarle un incremento del 9% a partir del mes que viene. Valores que terminan con la tranquilidad de cualquier asalariado. Ésta y otras prepagas acompañaron los aumentos con una carta que pone como justificativo el Decreto 70/23 del gobierno nacional que decretó –dice la misiva– “la emergencia sanitaria, permitiendo recomponer los precios de los planes vigentes sin previa autorización del Ministerio de Salud”. La realidad es cada vez más dura para los sectores medios, sobre todo, si se trata de Monotributistas que no tienen empresas empleadoras que les otorguen cobertura alguna y que, prácticamente, no pueden derivar aportes.   

El Gobierno está haciendo exactamente lo que ha dicho que haría. Gran parte de su capital político está en su franqueza. Pero no debe olvidar que, mientras pone las cuentas en orden, hay gente que ya tiene muy poco por recortar.   

Lo otro, ya lo sabemos todos o casi todos, si tenemos en cuenta a quienes nunca lo reconocerán: 20 años de kirchnerismo no serán gratis para nadie.



   

domingo, 31 de marzo de 2024

No sólo Pragmatismo. Desprolijidad libertaria... @delgunamaneraok...

Desprolijidad libertaria...

Espíritu maligno. Dibujo: Pablo Temes

Todavía hay sectores del Gobierno que no hacen pie y se manejan a los tumbos. Tal vez llegó la hora de poner orden.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Javier Milei se siente cómodo con el conflicto. Esto no es novedad, sino un recordatorio para los que alberguen alguna esperanza de cambio en sus actitudes. Nada de eso ocurrirá. Por eso, el Presidente se propone generarlos casi a diario. Está en la esencia de su personalidad que constituye, además, un rasgo central en la construcción de su estrategia política. Los innecesarios incidentes diplomáticos con Colombia y México no son ni un descuido ni una casualidad.

Responden al objetivo de ubicarse en el centro de la escena internacional para transformarse en protagonista del desarrollo de una visión geopolítica, destinada a enfrentar a los gobiernos de izquierda –Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Cuba– que hay en la región. Estos dos elementos –la personalidad de Milei y la inédita situación que se vive en la Argentina de ser gobernada por un outsider de la política– está llamando la atención del mundo. La agenda internacional de los próximos meses lo demuestra. Giorgia Meloni lo tiene como invitado especial para participar de la Cumbre del G7 que se desarrollará en Roma. Previamente asistirá a una reunión del Festival Viva 24, invitado por Santiago Abascal, el líder del Partido Vox de España que comparte las mismas ideas que La Libertad Avanza. A eso se le agrega un viaje a los Estados Unidos para recibir una distinción como “Embajador Internacional de la Luz” por parte de la comunidad judía ortodoxa Jabad Lubavitch, otro viaje a España para recibir el Premio Juan de Mariana junto a Mario Vargas Llosa y Hernán Huerta de Soto, y una eventual continuación hacia Alemania para entrevistarse con el canciller Olaf Scholz y un posterior desplazamiento a Ucrania para encontrarse en Kiev con Volodímir Zelenski.

La confrontación permanente busca sacar centralidad mediática al tema diario del ciudadano: la economía.

La situación más incómoda la está viviendo por estas horas la canciller Diana Mondino, quien está tratando de bajarle los decibeles a la tensa situación que generada con el presidente de Colombia, Guillermo Petro. No parece que vaya a ser una tarea simple. Hay que decir que Mondino ya está acostumbrada a estas situaciones. Como se recordará debió hacer malabares para arreglar el zafarrancho creado por Milei con los gobiernos de Luiz Inácio ‘Lula” Da Silva y Xi Jinping, a quienes había descalificado durante el debate que mantuvo mano a mano con Sergio Massa en la previa de la segunda vuelta. Lo mismo le había ocurrido con el propio papa Francisco, a quien Milei había calificado como “representante del maligno en la Tierra”, para luego pedirle disculpas.

Nadie crea que el primer mandatario está preocupado por estas situaciones. Muy por el contrario. Se siente absolutamente satisfecho con los resultados y se podría decir que hasta le divierte. He ahí un problema.

Dicho esto, lo que hay que señalar es que esta estrategia de la confrontación permanente –que en el pasado usaron tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández de Kirchner– busca también quitarle centralidad política y mediática al tema principal de la conversación diaria del ciudadano: la economía. La situación es dificilísima para una parte creciente de la sociedad. La disociación entre lo que muestran las cifras de la macroeconomía y lo que experimenta la gente de a pie es enorme. La caída del consumo no para, como tampoco para la caída del nivel de actividad económica.

En el Gobierno siguen apostando todo a la aprobación de la ley “Bases” –en su nueva versión– y al nuevo paquete fiscal.

La semana próxima se reactivarán las conversaciones para avanzar con ambos puntos que son, a su vez, los dos componentes del “preacuerdo” para acceder a la firma del Pacto de Mayo que impulsa Javier Milei. El camino para la aprobación de la ley “Bases” se encuentra más allanado superado –a medias– el capítulo de las jubilaciones. Es necesario volver a repetir que la deuda con los adultos mayores está muy lejos de saldarse. Nadie puede creer que un jubilado que cobra la mínima logre cubrir sus necesidades básicas con algo más de $ 240 mil con bono incluido.

Ahora, la lupa está puesta en el capítulo fiscal incluido en el proyecto de “Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, allí pesará la decisión de los gobernadores que bajarán línea directa a sus legisladores en el Congreso de la Nación. El próximo jueves el Gobierno se reunirá con los diez gobernadores de Juntos por el Cambio. Es necesario comenzar por los más cercanos, para mostrar resultados a la hora de sentarse a negociar con los duros. Entre los puntos de conflicto, está la decisión del oficialismo de terminar con los giros que la Anses le envía a trece Cajas de Jubilaciones provinciales y la reposición de la cuarta categoría del impuesto a los ingresos –ex impuesto a las Ganancias.

De león a jamón del medio

Hablando de la Anses, otra vez hay frentes de tormenta en puerta. Luego de la salida de Osvaldo Giordano como castigo a Córdoba por la falta de apoyo de algunos de sus legisladores en la votación de la ley ómnibus, la designación de Mariano de Los Heros al frente del organismo ha generado ruidos por la falta de peso propio, dentro de LLA.

Todavía hay sectores del Gobierno donde no hacen pie y se manejan a los tumbos. La desprolijidad en el día a día, sigue siendo un problema a resolver en la administración libertaria. En la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse –por citar otro ejemplo–se acumulan las designaciones de funcionarios que aguardan la firma del ministro coordinador. “Esto afecta personal contratado en los diferentes ministerios que, en algunos casos llevan meses sin cobrar”–reconoce una fuente del Gobierno que sabe que deben regularizar esa situación. El jefe de Gabinete debería atender esta realidad si no quiere abrir nuevos frentes internos.

La Libertad Avanza es un fenómeno sin precedentes por varios motivos. Ya se ha hablado en incontables situaciones de la falta de músculo político y la soledad con la que arribó al poder. A esto se le suma la centralidad de un Presidente extravagante que sabe bien cómo marcar la agenda y que sorprendió a más de uno con su manejo de la política a pesar de llegar por fuera de ese mundo al que desprecia. Quizás sea hora de agregar un poco de orden a las formas para no caer en el costado riesgoso del pragmatismo puro y duro que viene imponiendo con el rigor de un domador de fieras.

Un león no puede –en ningún caso– terminar siendo víctima de la ley de la selva.