sábado, 5 de noviembre de 2022

Sobre las PASO. Modificar las reglas… @dealgunamaneraok...

 Sobre las PASO. Modificar las reglas…


Patricia Darth Vader. Dibujo: Pablo Temes. 

Cuando el kirchnerismo no puede ganar en la cancha, quiere cambiar el árbitro.
 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/11/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

“Yo siempre haré lo que diga el pueblo”, le dijo María Eva Duarte de Perón a la multitud que le pedía que aceptara la candidatura a la vicepresidencia de la Nación para acompañar a su esposo, el general Juan Domingo Perón, en lo que se denominó “la fórmula de la patria”. En su afán de protagonismo infinito, Cristina Fernández de Kirchner apeló a una frase con reminiscencia de aquella pronunciada por Evita el 22 de agosto de 1951: “Voy a hacer lo que tenga que hacer para que nuestro pueblo pueda realizarse y recuperar la alegría”, dijo el viernes en el acto de la Unión Obrera Metalúrgica.

La interpretación de este párrafo deja abierta claramente la puerta a su candidatura presidencial. La incógnita es algo de lo cual los políticos en general y la ex – presidenta en funciones se valen para crear expectativas en torno de sí. ¿Fue este el primer paso del operativo clamor? De ser así, no parece haber sido muy auspicioso.

Su alocución fue desordenada, contradictoria y, por momentos, delirante. La acepción segunda del significado de la palabra delirio que da la Real Academia Española de la Lengua lo define como disparate o despropósito. Eso es lo que representa la adjudicación hecha por CFK al macrismo de estar tras el intento fallido de asesinarla por parte de los integrantes de la así llamada “banda de los copitos”.


 

A la oratoria de la expresidenta en funciones le faltó el punch de otras ocasiones. La actitud del auditorio –bullicioso y poco generoso en el aplauso– fue un buen termómetro de ello. En verdad, aplaudieron más al secretario general de la UOM, Abel Furlán, cuyo discurso pareció durar una eternidad. Salvo el cantito alusivo a la candidatura de CFK para 2023, la concurrencia demostró no haberse conmovido por su discurso, que fue más corto que lo esperado, una confirmación más de que su perorata distaba de otras que supieron ser más explosivas y, por ende, de mayor impacto.

 

Les pasó facturas a la CGT, al Presidente y a los movimientos sociales junto con el consabido “¡ah, pero Macri!” cada vez más obvio y, por consecuencia, cada vez menos efectivo. También fue obvia la defensa que hizo de Sergio Massa. De todos modos, hay un detalle interesante para señalar: no pudo hablar de ningún logro puntual de la gestión del ministro de Economía. Solo dijo que Massa “está haciendo un enorme esfuerzo”. Está claro que el ministro es la única opción que tiene el oficialismo para evitar la debacle económica.

 

Esto explica el silencio del kirchnerismo ante las expresiones del viceministro, Gabriel Rubinstein, quien dijo ante la Comisión de Hacienda del Senado que hay que bajar el déficit fiscal y alertó sobre el riesgo de sufrir un proceso hiperinflacionario.

 

En otras circunstancias, CFK hubiese estallado de ira y exigido su renuncia. “En este momento Massa y Cristina son los únicos que pueden respetar un acuerdo de convivencia”, dijo una fuente del instituto Patria. De todas maneras, se sintió el reclamo que le hizo al Gobierno para que les otorgue a los trabajadores una suma fija por fuera de las paritarias, aunque nada dijo acerca de la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Es una muestra evidente de la contradicción que para ella significa proponer esa medida, que es propulsada por lo más rancio del kirchnerismo.

 

Habló, en cambio, de algo que supo mencionar el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro: el proyecto de eliminar las elecciones intermedias. Esto es consecuencia de las derrotas que el kirchnerismo sufrió en las elecciones de medio mandato en 2009, 2013, 2017 y 2021. A sus “cualidades” de contradictoria, delirante, confusa y poco apegada a la verdad, la expresidenta en funciones debe agregarles otra: la de obvia.

 

 

Cada vez que el kirchnerismo no puede ganar en la cancha, intenta cambiar de árbitro o modificar las reglas del juego. En vísperas de un año electoral, esta actitud reviste mayor gravedad.

 

También resulta obvio el intento de despegarse de su propio gobierno. CFK detesta a su criatura política y reconoció que las decisiones “hay que evaluarlas en el momento en que fueron tomadas”. Más claro, agua.

 

Despegarse del Gobierno para culpar de todo a Alberto Férnandez es el plan evidente que se ha puesto en marcha.

 

En la oposición hacen todo lo posible para darle vida futura al proyecto kirchnerista. Peleas, exabruptos, personalismos y traiciones están a la orden del día. “Con el cabaret opositor y emprolijando un poco los números de la economía tenemos todas las chances para 2023. Ni hablar si la jefa decide postularse”, dijo un reconocido kirchnerista del ala dura.

 

Efectivamente lo que está ocurriendo puertas adentro de Juntos por el Cambio es algo que solo se explica por el afán de poder y protagonismo. Hace muy poco tiempo desde el PRO criticaban a los miembros de la Unión Cívica Radical por sacar los trapitos al sol cada vez que embestían contra sus “compañeros” de coalición. Pero el equipo amarillo colapsó internamente y le dio aire al oficialismo.

 

Una oposición desmembrada que no discute ideas ni propuestas no es garantía de cambio y debería ser consciente de que, sin concordia y sin racionalidad, las chances electorales del kirchnerismo crecen. Si no generan acuerdos sostenidos y muestran madurez política, una parte importante de la sociedad no se lo perdonará jamás.




   

Inteligencia Artificial desarrollada por la Universidad de San Andrés… dealgunamaneraok…

Presentan el primer coche autónomo nacional: cómo funciona, cuánto costó y cuándo podría salir a la calle 


Tuneado. El vehículo es un Ford Fusion Hybrid 2017. Viene de fábrica con un sistema drive-by-wire que permite controlar por computadora los comandos del auto. Le sumaron sensores y software IA..

Es único en Latinoamérica. Se trata de un Ford Fusion, Hybrid modelo 2017 que fue intervenido por la empresa DataSpeed. Los algoritmos desarrollados por los investigadores permiten que el cerebro del auto reciba datos de cámaras de video, un radar y un GPS sofisticado, y maneje el volante, el motor y los frenos del auto, siguiendo un circuito predeterminado. El proyecto fue desarrollado por el Laboratorio de Inteligencia Artificial y Robótica (Linar) de la Universidad de San Andrés. Uno de los principales objetivos es contribuir al desarrollo de la inteligencia artificial en el país. 

© Escrito por Enrique Garabetyan el sábado 04/11/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Esta semana, por primera vez, un vehículo autónomo cuyo “software” de manejo está siendo íntegramente desarrollado en Argentina, por ingenieros e investigadores locales, exhibió en público sus actuales habilidades conductivas: recorrió media docena de circuitos con curvas, zanjas y obstáculos, en un predio cerrado. Todo eso llevando pasajeros y un conductor que, en ningún momento de la prueba, tocó el volante o los pedales. El único “comando” dado por un humano fue un “enter”, generado desde el teclado de la computadora de control, ubicada en el asiento trasero. Este paso es, apenas, el inicial. Los desarrolladores esperan tener rodando por las calles del GBA, en los próximos dos años, una miniflotilla de vehículos autónomos, con un nivel de autonomía intermedio (nivel dos). 

“Nuestro proyecto es avanzar en el desarrollo de los algoritmos y la puesta a punto del “cerebro” necesario para que un vehículo autónomo pueda circular en calles y rutas argentinas, un entorno que no necesariamente es el mismo que los vehículos encuentran en otros países, con otras culturas de manejo”, le dijo a PERFIL el ingeniero Ignacio Mas, investigador del Conicet y coordinador de Linar (Laboratorio de Inteligencia Artificial y Robótica) que funciona de la Universidad de San Andrés (UdeSA). En ese centro de estudios un equipo de una decena de investigadores, docentes y alumnos de diversas carreras trabajan en vehículos autónomos capaces de “adaptarse” y responder a la demanda local. 

Según explicó Mas, este desarrollo pionero se enfocó en dotar a un auto Ford Fusion Hybrid importado, que ya trae de “fábrica” una sofisticada computadora, de una serie de sensores “extra” que incluyen un radar tipo Lidar, media docena de cámaras de video y un GPS de alta precisión (un centímetro). Pero, lo más importante, fue que al auto le agregaron un “cerebro” informático (una computadora potente) con un software desarrollado en Argentina, que se ocupa de recibir la información que captan los sensores, integrarla y analizarla para poder tomar decisiones de conducción. Luego debe darles las órdenes electrónicas precisas al volante, motor y frenos para que el auto cumpla el recorrido precargado por sus programadores, sin llevarse nada por delante y transportando a sus pasajeros en forma segura. 

Nacional. Un detalle sobre el que Mas puso énfasis en la presentación es que los algoritmos que controlan a un vehículo autónomo, que todas las grandes automotrices del mundo están explorando, no son todos iguales. “Deben ser capaces de ‘interpretar’ el entorno específico de cada país, y también la particular idiosincrasia de sus conductores, peatones y demás circunstancias de calle. En cada geografía los protagonistas reaccionan en forma diferente”, dijo.  

Por eso mismo, si alguna vez Argentina quiere tener en sus caminos autos, pickups y camiones capaces de asistir a sus conductores, tomando incluso el control total del vehículo, el “cerebro” electrónico debería ser “localizado”. “Aunque estas tecnologías se desarrollan mayormente en países del Primer Mundo, si queremos que funcionen bien en América Latina tendremos que adaptarlas a nuestro entorno”, dijo el experto del Conicet. 

“Este es, apenas, el primer paso”, adelantó Roberto Bunge, director del Departamento de Ingeniería y director de la carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial de la Universidad de San Andrés. “Hasta ahora nuestro auto autónomo se probó en un circuito cerrado y controlado. 

Pero la idea es que vayamos mejorando el software y los algoritmos de inteligencia artificial de manera que el auto pueda ir reconociendo los objetos que “ve” (peatones, semáforos, ciclistas, otros autos, etc.), predecir su comportamiento y poder tomar decisiones de manejo seguras, en el tiempo apropiado”. El proyecto demandó una inversión, hasta ahora, cercana a los US$ 250 mil, que aportó media docena de sponsors del Linar. Y los responsables del laboratorio contaron que quieren quedarse con este único ejemplo: ya están planificando sumar otro vehículo, posiblemente una camioneta, para seguir desarrollando soluciones de conducción autónoma, capaces de transportarnos por las ariscas calles argentinas. 

Adiós a los buses y camiones con chofer. 

Si bien al pensar en vehículos autónomos la primera imagen son autos sin chofer, lo cierto es que es muy posible que los primeros transportes de este tipo no sean autos sino camiones. La razón es simple: según cálculos del Departamento de Transporte de Estados Unidos, la cantidad de carga transportada en camión aumentó, en la última década, un 56%. Y se espera que prácticamente se duplique en los próximos 25 años. 

Con esa demanda en alza, no es raro que las empresas piensen en vehículos que necesiten menos, o prescindan, de los camioneros. Por eso avanzan las soluciones que apuntan a camiones SAE nivel 4, un nivel de tecnología de conducción autónoma que incluye la automatización de la conducción para que el vehículo pueda realizar todas las tareas de conducción, en situaciones específicas, sin esperar que una persona intervenga. Como resultado, el vehículo continúa funcionando de manera automática aun si el conductor (si hay uno en la cabina) no reacciona. 

Más allá de las protestas que esto genere, sin duda es una posibilidad: vale recordar que el primer prototipo de camión autónomo lo presentó, en 2014, la empresa Daimler, con su Mercedes-Benz Future Truck. 



   

lunes, 31 de octubre de 2022

Ganó Lula: reflexión urgente… @dealgunamaneraok...

 Ganó Lula: reflexión urgente…
 


Un triunfo ajustado dificulta la gobernabilidad. Ganó Lula, ganó el bolsonarismo. Un mensaje para decodificar en la Argentina. ¿La extrema derecha puede ser amenaza? ¿Cuál será la respuesta para consolidar la democracia? 

© Escrito por Martín Appiolaza el domingo 30/10/2020 y publicado por el Periódico La Vanguardia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Pasadas las 8 de la noche.


Ganó Lula. Es una afirmación matemática. Tendrá el control de parte del aparato del Estado, sobre el que construyó antes. Luego lo hizo Bolsonaro.


Perdió Bolsonaro. ¿Perdió el neofascismo? La paridad de resultados indicaría que no. Lo apoyó casi la mitad del país, con diferencia de decimales.


Escribo mientras chateo. Fluyen los tuit y las preguntas.

Me responde Lucía. Dice que perdió Bolsonaro pero ganó el bolsonarismo. Es claro. Hay un crecimiento electoral espeluznante.


Pese a la locura, al oscurantismo, a la mentira como medio, al corporativismo como instrumento, a la violencia como insumo, a la destrucción del ambiente como negocio (tiro en el pie de la humanidad), consiguió casi el apoyo de la mitad de los brasileros.

Ahora a Festejar.


No preguntes, en este momento sólo quiero festejar, me responde ella. Paulista. Politóloga con años de carretear por el mundo. Ama la democracia, pero no ahorra críticas a las experiencias del PT.

Es la euforia que tiene Antonio, un consumado cientista político con experiencia ministerial en el gobierno de Fernando Henrique: ¡“Derrotamos o neo-fascismo brasileiro! ¡Vitória da democracia, da modernidade e da justiça social!”


Lo imagino festejando con sus setenta y pico. Fue exiliado de las dictaduras, intelectual de las izquierdas, inmisericorde con los extremos y lobista inclaudicable por las causas de una sociedad brasileña más justa y pacífica.

-Tengo miedo, le confieso. Bolsonaro perdió por muy poco. Ganó el Congreso y la mayoría de los Estados. ¿Cuánto puede durar un gobierno débil? Ya derribaron a Dilma.


-Es bueno que sea débil, porque el PT tendrá que gobernar con otros. No son 49% de fascistas. Muchos son pobres que fueron comprados y no tienen ideología. Sin el Estado, Bolsonaro no alcanzaría 35%.

Un análisis alentador.

 

8 y 20, Tuitea Andrés. Siempre certero. Dice que en los últimos 4 años, de 11 elecciones la oposición ganó 10. Libera a su análisis de los moldes ideológicos.

Insinúa factores comunes de inconformismo con lo que están consiguiendo los gobiernos.

Quedan flotando preguntas. ¿La pandemia evidenció el fracaso del Estado en su promesa de protegernos? ¿O fue la seguridad? ¿Existe un determinismo económico? ¿Hay una mayor eficiencia de la extrema derecha en marcar las limitaciones del progresismo? ¿Es el progresismo el que dejó de enamorar como proyecto?

Perdieron gobiernos con éxitos económicos, como el de Uruguay.

El desafío en la Argentina será canalizar la reacción conservadora ante el bastardeo de las convicciones progresistas.

El progresismo post Concertación perdió un referéndum en Chile, para montar un estado social. La violencia criminal crece y no ha logrado respuestas.


En Colombia, la derecha gestó su propia salida. Petro ensaya su repertorio de pactos de paz.


Siguen los etcéteras.

Argentina. La oposición jugó a dos puntas. Macri calla (recién reaccionará a las 11 de la noche). Larreta felicita indistintamente. El radicalismo sigue festejando su épico triunfo de hace 39 años, fundador de la democracia. Morales. Lousteau y Manes mandaron saluditos.


El oficialismo sigue creyendo que Lula es el de la década pasada. Predomina un análisis en clave ideológica, mientras en Brasil las reglas del juego se olvidaron de la racionalidad democrática.


Milei, seguro que festejará, aunque confesó su amor por el neo-fascismo de Bolsonaro. Alberto dirá que ganó en Brasil (será su mesa 86 de Necochea). Hasta Cristina debe estar decodificando el escrutinio en primera persona.


La izquierda democrática, obviamente, festejó anticipadamente por Lula. Durante todo el día. Hay conciencia sobre los desafíos que se avecinan.


Mensaje para la Argentina.

Casi las 9 de la noche. Siguen los WhatsApp y los tuit.


El desafío en la Argentina será canalizar la reacción de hartazgo, que será conservadora ante el bastardeo de las convicciones progresistas.


Las bastardeó el peronismo con retórica desvinculada de sus resultados. Estamos más pobres y menos confiados en la solución democrática que hace dos décadas, pese al viento de cola de los comodities y al estancamiento de una década.


Las bastardeó el centro liberal conservador, con su retórica neoliberal y prácticas fracasadas. Algunos sueñan con un revival menemista pero ya conocemos las consecuencias: lo mismo estamos endeudados, paralizados, agobiados por el vaciamiento (operativo) del Estado y la corrupción.


(Quizá sea oportuno observar a Fernando Henrique Cardozo, responsable de políticas equivalentes en los ’90 de Brasil: eligió apoyar la opción democrática. El eje de los acuerdos y tal vez de la futura gobernabilidad).


Pasan las 9. Ganó Lula, ganó la democracia y el futuro de racionalidad es más prometedor para la región.


Perdió Bolsonaro. Proyectando, el desafío será sobreponerse a sus socios locales.

Como con Lula, el objetivo será ensanchar las bases de un acuerdo para fortalecer el sistema democrático.


Habrá que aprender de los errores del PT.


Como escribió en estas páginas Coni Cherep: ¿Y vos qué estás haciendo para que no crezca la extrema derecha?

(Esta crónica urgente se publicó a las 10 de la noche del domingo 30 de octubre de 2022 y perecederá en 12 horas, cuando proliferen análisis más profundos y relajados)



(*) Martín Appiolaza

Magíster en Política y Planificación Social. Docente de postgrados. Director de Relaciones Institucionales de Godoy Cruz. Ha trabajado en América Latina y el Caribe con gobiernos y organismos internacionales. Periodista resocializado. Director de La Vanguardia.



   

Elecciones en Brasil. Biden llamó y felicitó a Lula da Silva mientras Bolsonaro permanece en silencio... @dealgunamaneraok...

 Elecciones en Brasi Biden llamó y felicitó a Lula da Silva mientras Bolsonaro permanece en silencio... 


Biden llamó y felicitó a Lula da Silva mientras Bolsonaro permanece en silencio. 

El mandatario felicitó al presidente electo de Brasil en una llamada telefónica el lunes, mientras EE.UU. avanza rápidamente para respaldar a la nueva administración en medio del silencio del actual líder del país. 

© Escrito por Akayla Gardner el lunes 31/10/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El mandatario Joe Biden felicitó al presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en una llamada telefónica el lunes, mientras EE.UU. avanza rápidamente para respaldar a la nueva administración en medio del silencio del actual líder del país, Jair Bolsonaro.

 

En la llamada, Biden elogió nuevamente a Brasil por realizar “elecciones libres, justas y creíbles”, dijo la Casa Blanca en un comunicado. Bolsonaro aún tiene que reconocer los resultados, luego de sugerir repetidamente antes de las elecciones que solo podría perder como resultado de un fraude.

Tras las elecciones en Brasil, Alberto Fernández fue el primer presidente en reunirse con Lula da Silva.

 

Lula, como se conoce al presidente electo, ganó por el margen de votos más estrecho en la historia reciente de Brasil, lo que plantea la posibilidad de impugnaciones judiciales.

Biden y Lula también hablaron sobre “combatir el cambio climático, salvaguardar la seguridad alimentaria, promover la inclusión y la democracia, y gestionar la migración regional”, según el comunicado.



domingo, 30 de octubre de 2022

País angustiado. Tiros por elevación... @dealgunamaneraok...

 País angustiado. Tiros por elevación...

ARGENTINA, 1983. Raúl Alfonsín. Dibujo: Pablo Temes

La trampa de la antinomia, que permite ganar las elecciones, pero no gobernar. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 29/10/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Un domingo como hoy, de hace 39 años, la fórmula integrada por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez, ganaba las elecciones que marcaban el fin de la dictadura más cruel de la historia de la Argentina. 

 

La victoria de la Unión Cívica Radical fue impactante y expresó el deseo mayoritario de una sociedad que quería vivir bajo los valores de la democracia, es decir, el pluralismo, la tolerancia y el respeto al pensamiento diferente. Desde aquel 30 de octubre de 1983 hasta hoy, la democracia argentina ha venido experimentando un nivel de degradación que parece ser imparable, producto de la crisis de representación que hoy padece nuestro país. El concepto del otro se ha trastrocado significativamente. Ese trastrocamiento ha representado una mutación del concepto de pluralismo hacia el de antinomia. El pluralismo es la esencia de la democracia.

 

La antinomia, por el contrario, no. La antinomia, cuya utilización o exacerbación permite ganar elecciones, impide gobernar. Es lo que le está pasando a esta administración. Es lo que le pasó a Mauricio Macri. Y es lo que le va a pasar al próximo que gobierne si decide insistir con esta táctica. 

 

La sesión de la Cámara de Diputados en la que se dio media sanción al proyecto del Presupuesto de la Nación, fue un ejemplo más de la caída libre en la que se encuentra la dirigencia política vernácula. 

 

La conducta funcional al kirchnerismo de Javier Milei y sus secuaces, que se ausentaron del recinto y permitieron que se aprobara el nuevo impuesto a los billetes de avión, fue escandalosa. De igual calibre es el calificativo que le cabe a la diputada Margarita Stolbizer, quien, ante la eventualidad de caer en las manos de Morfeo –el rey del sueño– optó por irse a dormir, importándole tan poco como la nada lo que pasase en la votación en particular del proyecto. 

 

Lo que pasó con el Presupuesto bien puede repetirse con el proyecto para la derogación de la PASO. 


Por si alguien lo olvidó, las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), fueron impulsadas por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuyos partidarios quieren hoy derogarla. Como decía el gran poeta sevillano Antonio Machado, “no es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, y no es bueno ir por la vida permanentemente camuflado”.

 

¿De qué gobierno habla Cristina Kirchner cuando lanza sus críticas por Twitter? De su gobierno.

 

Las negociaciones que fluyeron en el detrás de escena de la votación del miércoles también se convirtieron en un toma y daca que debería avergonzar a la dirigencia toda. Una parte significativa del radicalismo terminó votando el Presupuesto por conveniencia que, de la boca para afuera, disfrazaron de convicción. “Los radicales necesitaban fondos para las universidades que manejan, no olvidemos que Emiliano Yacobitti es el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires.

 

Parece que los de Evolución que prometieron ser diferentes al resto, echaron mano bastante rápido de las costumbres de la vieja política. 

 

“Eso sin contar que, varios de ellos sin ninguna pericia técnica, no tenían la más mínima idea de lo que estaban votando” –dijo furioso un diputado de su propia coalición. 

 

Algo similar le ocurrió al propio Carlos Heller, del FdT, que tuvo que retirar dos artículos que perjudicaban el financiamiento de las Pymes –utilizando facturas de crédito electrónicas– en la votación en particular.

¿Qué es lo curioso de esta actitud? Que él mismo reconoció que había sido quien introdujo esos artículos dañinos para muchos pequeños empresarios, que con gran esfuerzo luchan por abrir la persiana todos los días. Quizás deba poner más atención en las reuniones de comisión en lugar de apurar la firma de los dictámenes, para poder irse a la cancha a ver a Boca Juniors, cosa que también se tomó livianamente y lo advirtió públicamente. 
 

El que avisa no traiciona. 

 

Dentro de la fallida coalición gobernante las cosas se complican en el día a día. La obsesión de CFK y de La Cámpora por eliminar las PASO es, a esta altura, una cuestión de Estado sobre todo por la férrea, pero solitaria resistencia del Presidente. Alberto Fernández, en su mundo de fantasía, insiste en que quiere competir. 

 

El tuit de la vice es otra muestra de la falta de respeto a su propia investidura y a la ciudadanía: “Resulta francamente inaceptable el aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%) que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga y que, de esta forma, suman el 114% anual”.  

 

La pregunta que cae de maduro es la misma que surge cada vez que CFK intenta despegarse de los problemas: ¿De qué gobierno habla? Su gobierno. Por más que lo intente, ella es tan responsable de todo lo que ocurre dentro de la coalición como su elegido a quien hoy detesta. 

 

Uno de los apuntados con ese tuit es Claudio Belocopitt, el cerebro de la Unión Argentina de Salud (UAS). Pero hay allí un tiro por elevación a Sergio Massa por el supuesto manejo “permisivo” de la economía. El tigrense ya había avisado que si no lo dejaban hacer su trabajo, se iría. Todo es humo y escombros en el oficialismo, pero la vida tampoco es color de rosa en la oposición. 

 

Mauricio Macri hace el juego que más le gusta. 

 

Se coloca por encima de todos los dirigentes del espacio con la vara para bendecir candidatos. En JXC todo es nerviosismo. La duda en torno a la decisión de la candidatura del ex presidente sigue latente como una espada de Damocles. 

 

La Argentina sin rumbo, vuelve a condenar a sus ciudadanos a la angustia, la desesperanza y a la nada misma.