sábado, 5 de septiembre de 2020

La NASA Argentina… @dealgunamanera...

La NASA Argentina…


Un despegue, un satélite, una imagen tan efímera como conmovedora, pero que detrás tiene años de trabajo y una larguísima historia, de avances y retrocesos, sueños espaciales y pesadillas neoliberales.

© Escrito por Esteban Sargiotto el lunes 31/08/2020 y publicado por el Periódico Digital La Vanguardia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La fecha programada era el viernes 28 de agosto, a las 20:20. A esa hora iba a despegar el satélite Saocom 1B desde el centro espacial de Cabo Cañaveral, en Estados Unidos. Horas más tarde, el mismo día viernes, se informó que debido a un lanzamiento previo que se demoró, nuestro satélite había sido reprogramado para fines de agosto. Finalmente, se abrió una ventana y el día domingo a las 20:18 hora argentina despegó el Saocom 1B. De fabricación íntegramente nacional, tendrá como misión medir la humedad del suelo utilizando un radar de microondas, en cuyo diseño contribuyó otro organismo científico: el Instituto Argentino de Radioastronomía. Entre sus tareas -todas pacíficas y de fines científicos- se encuentra la obtención de imágenes para la confección de mapas de riesgo de incendio, inundaciones o enfermedades de cultivos y el estudio de desplazamiento de glaciares, terrenos, pendientes y alturas.

Si bien solemos enterarnos de lanzamientos como este -como por ejemplo el lanzamiento del Saocom 1A, en octubre de 2018, o de los ARSAT- no es frecuente enterarse que el diseño de este satélite se realizó en 1994, hace ya 26 años, como parte de un plan estratégico. En un país donde todo cambia abruptamente cada poco tiempo, que un proyecto permanezca en pie por más de veinte años y termine realizándose es, cuanto menos, motivo de curiosidad y, por qué no, de celebración.

Tanto en ciencia como en cualquier otra disciplina, los grandes logros llevan décadas de desarrollo previo y hay que ser demasiado ingenuo para creer que un país podría poner satélites geoestacionarios en órbita en sólo 8 años de desarrollo, por más que sus científicos posean enormes capacidades y sus gobiernos destinen grandes presupuestos.

Algo similar puede decirse de los satélites fabricados por la empresa pública ARSAT: creada por ley en 2006, ya en 2014 lanzó el satélite geoestacionario ARSAT-1 y, poco después, en 2015, el ARSAT-2, ambos satélites de comunicaciones que brindan servicios de internet, telefonía y televisión.

Pero, como todo, estos sorprendentes logros tienen una razón. O, por lo menos, una explicación. Tanto en ciencia como en cualquier otra disciplina, los grandes logros llevan décadas de desarrollo previo y hay que ser demasiado ingenuo para creer que un país podría poner satélites geoestacionarios en órbita en sólo 8 años de desarrollo, por más que sus científicos posean enormes capacidades y sus gobiernos destinen grandes presupuestos.

Para entenderlo hay que hacer un poco de historia.

Nuestra NASA 


El 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética puso en órbita el primer satélite de la historia, el Sputnik. Poco después, el 3 de noviembre, la perra Laika fue el primer ser vivo en orbitar la Tierra. Unos años después, el 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en llegar al espacio. Era la Guerra Fría y la carrera espacial entre los Estados Unidos y la URSS era un capítulo más de su enfrentamiento geopolítico. En ese contexto de gran interés por la navegación espacial, la Argentina no estaba exenta. 

En enero de 1961, poco antes de la llegada de Gagarin al espacio, el entonces presidente Arturo Frondizi creó la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE), dando nacimiento a la historia de la astronáutica argentina. La comisión tuvo importantes avances en la creación de cohetes de combustible sólido, un desarrollo que ya contaba con años de experiencia previa, por lo menos desde la década del 40. La CNIE avanzó, además, en el lanzamiento de cohetes de fabricación nacional y contó con un capítulo poco recordado de nuestra historia, pero de gran relevancia científica: el Proyecto BIO, que consistió en el lanzamiento de animales vivos. 

En 1967 fue lanzado desde Córdoba el ratón Belisario, que estuvo en ingravidez por 30 minutos y volvió a la tierra sano y salvo. Impulsados por ese éxito, en 1969 fue lanzado el mono Juan, para algunos el primer astronauta argentino. El mono, originario de Misiones, fue lanzado desde La Rioja y era el único tripulante del cohete Canopus II. Se encontraba dentro de una cápsula presurizada llamada Amanecer y que contaba con 20 minutos de oxígeno. Juan llevaba puesto un chaleco impermeable y varios nodos corporales, lo que permitía controlar sus signos vitales. La misión argentina ocurrió pocos meses después de la llegada del hombre a la luna, lo que significó un hito para la historia argentina ya que hasta ese momento sólo otros 3 países habían lanzado seres vivos al espacio: Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia.

Si bien Frondizi fue derrocado, la CNIE continuó con su labor y desarrollo, lo que con los años llevó a las autoridades a plantearse dos grandes preguntas: ¿Cuándo pondrá la Argentina satélites en órbita? ¿Puede la Argentina desarrollar un lanzador orbital propio?

Todas estas inquietudes fueron escritas en un informe a cargo del vicepresidente de la CNIE, Juan José Tasso, quien proyectó que para 1977 la Argentina podría tener un lanzador y satélite nacional propio. El proyecto avanzó y fue mostrando grandes logros, tanto en el aspecto de los combustibles como del desarrollo de la tecnología para los cohetes y satélites. Pero algo cambió: con la dictadura de 1976, lo que en un principio era un programa para crear una lanzadera espacial fue reconvertido en un plan para construir un misil balístico.

Tras fuertes presiones de Estados Unidos y Gran Bretaña la historia tendría un final triste y lamentable en el gobierno de Menem: el proyecto fue disuelto y el misil fue desguazado, sus partes trasladadas a EEUU y, finalmente, destruidas.

A pesar de los obstáculos y de la cancelación de una lanzadera propia, la CONAE hizo grandes avances y elaboró un Plan Espacial Nacional, responsable del diseño del actual Saocom 1-B, puesto en órbita el pasado domingo 30 de agosto.

Como punto final, en 1991 Menem disolvió la CNIE y creó en su lugar la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que dejó de estar en la égida de la Secretaría de Aeronáutica y pasó a depender directamente del Ejecutivo Nacional. A pesar de los obstáculos y de la cancelación de una lanzadera propia, la CONAE hizo grandes avances y elaboró un Plan Espacial Nacional, responsable del diseño del actual Saocom 1-B, puesto en órbita el pasado domingo 30 de agosto.

Hubo otro factor determinante: contra el clima de época y resistiendo los intentos de privatización del menemismo, una empresa estatal siguió de pie: el INVAP, una empresa tecnológica fundada en los años 70 y que sería central en esta historia. Si bien no fue la CONAE quien desarrolló el primer satélite argentino (el primero fue el Lusat, obra de radioaficionados, lanzado en 1991), sí fue quien desarrolló el primer satélite profesional con fines científicos. Se trata del Satélite de Aplicaciones Científicas, SAC-B. Construido precisamente por el INVAP, el 4 de noviembre de 1996 entró exitosamente en órbita, aunque por una falla del cohete no pudo realizar su misión. Se puso así una primera piedra de la etapa contemporánea: la Argentina demostraba que podía diseñar un satélite de alta complejidad. No fue en 1977 como predijo Tasso, sino 19 años después. Pero se logró.

A partir de esos primeros años de la nueva etapa nacida en los años 90, surgiría una fructífera relación de cooperación entre la CONAE y el INVAP que sería estratégica para la realidad actual, ya que el INVAP fabrica satélites no sólo con la CONAE, sino también para la compañía ARSAT, quien administra otros programas independientes de la CONAE, como el ARSAT 1 y 2. Mientras ARSAT se ha dedicado a la fabricación de satélites de telecomunicaciones, el programa espacial impulsado por la CONAE se concentra especialmente en aplicaciones científicas.

Actualidad


Con el reciente despegue el Saocom 1-B ha vuelto a la atención pública el plan espacial. En recientes declaraciones, el actual Ministro de Ciencia y Tecnología ha dado a entender que el gobierno buscará impulsar el proyecto de una lanzadera espacial propia. Con antecedente en 2007 y rebautizado como Proyecto Tronador, el plan prevé la colaboración con otra empresa pública argentina: VENG, una compañía aeroespacial que se hará cargo de brindar el servicio de lanzamiento. Para este fin, en 2014 se crearon dos centros espaciales: Centro Espacial de Punta Indio y el Centro Espacial Manuel Belgrano, ambos en la provincia de Buenos Aires. El objetivo, según se sabe, es enviar al espacio los satélites de la serie SARE, también desarrollados por la CONAE.

Estos logros son, además de argentinos, internacionales: la agencia italiana colaboró en el proyecto del Saocom y la NASA ha participado con el país en otros satélites. Además, los satélites toman información de todo el planeta, de modo que sus imágenes pueden ser vendidas a cualquier nación que esté interesada. Otro ejemplo de esta relevancia internacional fue cuando el Arsat 1 entró en órbita, lo que puso a la Argentina en el selecto grupo de 7 países (a los que hay que sumar a la Unión Europea) con esa capacidad de producción, junto con EEUU, Rusia, Israel, Japón, China e India.

Destaca además el decisivo rol de dos grandes empresas públicas: el INVAP SE, única empresa latinoamericana reconocida por la NASA para la realización de sistemas satelitales completos y Arsat, primera empresa latinoamericana que ofrece servicios de internet, televisión y transmisión de datos en todo el continente, desde Argentina hasta Canadá con satélites propio.

Este tipo de hitos hubieran sido imposibles sin un desarrollo científico de décadas y la inversión y planificación a largo plazo con la que -con interrupciones- contó el país. Destaca además el decisivo rol de dos grandes empresas públicas: el INVAP SE, única empresa latinoamericana reconocida por la NASA para la realización de sistemas satelitales completos y Arsat, primera empresa latinoamericana que ofrece servicios de internet, televisión y transmisión de datos en todo el continente, desde Argentina hasta Canadá con satélites propios, y que actualmente brinda transmisión de datos al país y también a Chile, Paraguay, Uruguay y la Antártida.

Los próximos pasos anunciados tanto por el Ministerio de Ciencia y Tecnología como de Arsat es el lanzamiento del Arsat 3 (cuyo nombre mutó a Arsat-SG1 luego de que el gobierno de Macri anunciara la cancelación del proyecto y se tuviera que cambiar de plataforma) que según anunció la compañía, está previsto para 2023.

Para esas fechas, si todo sale bien, quizás despegue desde nuestro territorio. ¿Será 2023 el año de otro hito histórico para el país?


viernes, 4 de septiembre de 2020

Malditos prejuicios... @dealgunamanera...

Una reflexión en torno a la agresión que recibió Ofelia Fernández en una universidad de elite…

Ofelia Fernández. Fotografía: Marcelo Escayola.

La conducta de varios estudiantes de la Universidad Di Tella merece una reflexión. En cualquier civilización, agredir al invitado, es un acto de enorme bajeza.

© Escrito por Juan Grabois el miércoles 26/08/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La conducta de varios estudiantes de la Universidad Di Tella merece una reflexión. Como docente universitario y padre, quisiera compartirla con ustedes, en particular, con los padres de estos jóvenes, conciudadanos y compatriotas nuestros.

Ustedes seguramente quieren lo mejor para su hijo o hija, quiere una educación de calidad para que aprenda y sea un hombre o mujer de bien. Quiere que tenga valores democráticos y humanistas, esos mismos que Di Tella defendía. Por ello, tal vez muchos hagan un esfuerzo para pagar la cuota, acompañarlos en su proceso formativo, apoyarlos en todo sentido.

La Universidad Di Tella es una institución para las clases altas dónde predominan determinadas ideas políticas, tan respetables como cualquier otra en el marco de la democracia.

Evidentemente, no era el espacio más amigable para Ofelia Fernández. Sin embargo, ella aceptó el desafío y expuso respetuosamente sus ideas.


Cuando Ofelia empezó a desarrollar una posición en torno a la solidaridad, muchos alumnos comenzaron a gritarle, interrumpirla, insultarla del modo más vulgar y procaz. Esa conducta grotesca expresa una crisis de valores que trascienden las posiciones políticas y van, incluso, más allá del prejuicio.

En cualquier civilización, agredir al invitado, máxime si el invitado pertenece a otro ámbito sociocultural, es un acto de enorme bajeza. Un acto inmoral, cobarde. Un acto que expresa la forma más vil de la mala educación. ¿Dónde mamaron estos jóvenes esta actitud? ¿en su casa? ¿en la TV? ¿en las redes? ¿en la propia universidad? ¿puede una universidad, por más cara que sea, suplir la falta de valores básicos?. 

La pregunta más importante que creo deberían plantearse: ¿quieren que sus hijos sean eso? ¿quieren que pertenezcan a una élite materialmente rica pero moralmente indigente? ¿quieren hijos superficialmente elegantes y formados pero esencialmente brutales, ignorantes, prejuiciosos, groseros? ¿los enorgullece verlos así?.

Si los hijos de las clases privilegiadas, con acceso a las mejores instituciones y todas las comodidades, no pueden respetar las normas de convivencia más elementales, ¿qué le queda al resto de la juventud? ¿con qué autoridad moral se les exigirá el respeto a las normas?.


Quisiera agregar algo más que no hace al quid de la cuestión pero, como compañero, me siento en la obligación de contar. Ofelia sí dona su sueldo. Más de la mitad. Un sueldo que ella no definió y que en efecto, considera excesivo. Desde que asumió la banca para la que fue democráticamente electa, dona su sueldo no con la actitud del fariseo sino por convicción: por eso no lo anda diciendo. No es la única. Hay muchos hombres y mujeres en nuestro tan demonizado campo político, con aciertos y errores, virtudes y defectos, practican en silencio los valores que otros pregonan.

Ofelia tuvo otra actitud noble. No aprovechó el episodio para victimizarse. Aceptó rápidamente las disculpas de la Universidad. Bien por ella. Me enorgullece ser su compañero. Yo por mi parte, no creo que alcancen las disculpas de la Universidad.

Considero que la comunidad educativa de la misma debe tomar este episodio con la gravedad que amerita. Indagar en el porqué de semejante nivel de intolerancia y trabajar para revertirlo porque no es un hecho aislado: es una actitud constante.




martes, 1 de septiembre de 2020

Astilleros Río Santiago. Lanchas para Instrucción de Cadetes... @dealgunamanera...

La Armada y el Astillero Río Santiago firmaron un contrato para la finalización de la construcción de las Lanchas para Instrucción de Cadetes.


Su construcción está a cargo del Astillero Río Santiago. Esta mañana, en instalaciones de la Escuela Naval Militar, se llevó a cabo la firma del contrato de finalización para la construcción de dos Lanchas para Instrucción de Cadetes (LICA) entre la Armada Argentina y el Ente Administrador del Astillero Río Santiago (ARS).

© Publicado el jueves 20/08/2020 por el Periódico Digital Gaceta Marinera de la Ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Participaron el Ministro de Defensa, Agustín Rossi; el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Contraalmirante Julio Horacio Guardia; y el Presidente del ARS, Ariel Basteiro.

Estuvieron presentes el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de Brigada, Juan Martín Paleo; el Ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires, Augusto Costa; la Subsecretaria de Planeamiento y Coordinación Ejecutiva en Emergencias, Lucía Kersul; el Director Nacional de Planeamiento Operativo para la Defensa, Octavio Frías; y los intendentes de Ensenada, Mario Secco; y de Berisso, Fabián Cagliardi. Por parte de la Armada también presenciaron la firma el Secretario General de la Armada, Contraalmirante Diego Eduardo Suárez del Solar, y el Director de la Escuela Naval Militar, Capitán de Navío Juan Carlos Romay.


Luego de la firma del contrato, las autoridades embarcaron en la lancha patrullera ARA “Río Santiago” y desde el río pudieron apreciar el estado de las dos embarcaciones en las gradas; posteriormente desembarcaron y se trasladaron hasta las instalaciones del Astillero homónimo, donde se encontraban las LICA, y al pie de las mismas atendieron a la prensa presente.

El Ministro de Defensa destacó la importancia de este paso que se da incluso a pesar de la pandemia de COVID-19. El inicio de este proyecto se produjo durante su anterior gestión al frente del Ministerio por lo que recordó “…hace años vimos la necesidad de la Escuela Naval de contar con lanchas de instrucción y siempre pensando de qué manera podíamos aportar a la reconstrucción y al fortalecimiento de nuestra industria naval. Una de las prioridades, en esta nueva gestión, era generar las condiciones para poder terminar estas lanchas y eso es lo que estamos celebrando hoy. Mi reconocimiento al Astillero, a la Armada y al equipo de la Secretaría Logística del Ministerio de Defensa, que han trabajado para celebrar este nuevo contrato”.


“Este hecho también cobra mayor relevancia porque significa empezar a apuntalar el desarrollo una industria estratégica, que es la industria de la Defensa”, expresó el Ministro Rossi.

El Jefe del Estado Mayor General de la Armada, en tanto, destacó la importancia de concretar este proyecto: “Es necesario para asegurar la instrucción de nuestros cadetes, porque es una exigencia internacional completar su formación antes de su egreso”. Asimismo expresó que “…pone de manifiesto la histórica relación que existe entre la Armada y el Astillero Río Santiago”.


El concepto general de estas embarcaciones es lograr que los cadetes tengan todas las herramientas necesarias para alcanzar un nivel de adiestramiento óptimo en todas aquellas tareas y faenas marineras que deberán conocer, previo a egresar de un Instituto de formación como la Escuela Naval Militar.

Asimismo, el Contraalmirante Guardia destacó que además de poder realizar la instrucción de cadetes, “sus características operativas permitirán que estas embarcaciones participen en distintas tareas de apoyo a la comunidad”, como son las campañas sanitarias en el Litoral o la ayuda y asistencia en caso de catástrofes naturales.

Ambas embarcaciones tendrán la capacidad de navegación costera marítima como fluvial, permitiendo un entrenamiento integral de los cadetes en ambos escenarios geográficos con sus particularidades características.

Características técnicas


Estas LICA de 34 metros de eslora (largo), 8 metros de manga (ancho) y un calado máximo de 2,20 metros, tendrán un desplazamiento aproximado de 260 toneladas y su propulsión estará dada por la instalación de dos motores de 550 KW de potencia, siendo su bajo consumo de combustible la principal característica que les permitirá navegar durante 14 días a una velocidad de 12 nudos sin reabastecerse (aproximadamente 4.000 millas náuticas).

La construcción se está llevando adelante bajo las normas de la Sociedad de Clasificación  NKK (Nippon Kaiji Kyokai), lo cual asegura el cumplimiento de todas las exigencias constructivas para una embarcación de esta clase. El diseño conceptual de estas lanchas ha sido producido por la Gerencia Técnica del Astillero Río Santiago.


En cuanto al personal embarcado, su capacidad permitirá llevar a bordo a 34 cadetes por vez, con una tripulación de 5 personas. El equipamiento del Puente de Navegación permitirá que los alumnos se adiestren en las últimas tecnologías en cuanto a las técnicas de la navegación, cumpliendo los estándares del STCW (Standart of Training, Certification and Watchkeeping) impuesto por las exigencias de la Organización Marítima Internacional (OMI), habilitación fundamental para los futuros oficiales de la Armada.








domingo, 30 de agosto de 2020

Reforma Judicial… @dealgunamanera...

Presidente kirchnerizado…

Un taladro en la cabeza, Eduardo Duhalde. Dibujo: Pablo Temes

El curso que Alberto Fernández le imprime a su gestión no deja dudas: CFK se impone de manera paulatina e inexorable.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 29/08/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Es un declive ingrato y sostenido a la vista de todos. El curso que Alberto Fernández le viene imprimiendo a su gobierno no deja ya dudas: el kirchnerismo, en toda su esencia y dimensión, se va imponiendo de manera paulatina e inexorable. Lo notable es que el Presidente no juega aquí el papel de una víctima inerme sino que se ha transformado en un actor clave de este curso que expone otra vez a la sociedad a caer bajo las garras del pasado.  

Uno de los elementos distintivos del kirchnerismo es la contradicción. Es el haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. El decir un día una cosa y, al siguiente, otra con descaro y sin ningún atisbo de autocrítica.

En las dos últimas semanas, AF se encargó de mostrarnos que esas conductas –a las que él supo criticar con dureza cuando su hábitat era el llano– ahora son también las suyas. Y tanto las ha hecho suyas que las exhibe en forma asertiva y frecuente. Así ocurrió cuando despreció a los que se manifestaron en contra de la reforma  judicial el 17A –a los que tildó de “gritones”–, “olvidando” que él mismo había participado de una marcha similar para protestar contra la reforma judicial que Cristina Fernández de Kirchner intentó imponer en 2013. 

Y, no contento con ello, en la semana que pasó se solazó en una reunión social con Hugo Moyano, su esposa, uno de sus hijos y su abogado, dejando expuesto, como lo testimonia la foto que circuló en medios y redes sociales, que la imposición admonitoria por medio de la que se le quiso prohibir a la ciudadanía la posibilidad de hacer reuniones sociales –recuérdese que se llegó a amenazar con allanar los domicilios de quienes violaran esa norma– rige para todos menos para él y sus conmilitones.

Esa contradicción entre sus promesas y el presente tuvo esta semana su correlato. La decisión de anunciar la continuidad de la “cuarentena que no es cuarentena” por medio de un mensaje grabado y sin la participación de Horacio Rodríguez Larreta en ese trío que se completa con Axel Kicillof, fue algo más que un mero cambio de formato. Fue la consecuencia de las desavenencias que día a día van alcanzando una magnitud mayor.

La negativa del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, fue otra de las causas de esas desavenencias. Más allá de los temores que la vuelta de la escuela presencial genera en todo el mundo, aquí se mezclaron la presión de los gremios docentes y una imagen que inquietó al Gobierno: la Capital Federal con chicos en las aulas en contraste con la provincia de Buenos Aires, imposibilitada de poner en práctica una iniciativa similar.   

Y si algo faltaba para evidenciar que AF ha decidido confrontar con su “amigo”, el jefe de Gobierno porteño, estuvo la frase que pronunció en la inauguración de un tramo de la Hidrovía del río Paraná. “Nos da culpa la opulencia de Buenos Aires”, dijo. Hizo acordar inmediatamente a aquel otro mensaje de CFK cuando, en el acto de asunción del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, despotricó contra la Capital Federal.

¿Y dónde está la reforma?

“Sinceramente creo que el país todavía se debe una verdadera reforma judicial que no es la que vamos a debatir este jueves”, dijo CFK en la previa al debate en el Senado, afirmación que dejó al Gobierno boquiabierto.

El sincericidio de la vicepresidenta tiene una explicación técnica y política. Esta reforma, como tal, no le sirve para lograr uno de los dos objetivos por los que buscó la reconquista del poder: la impunidad y permanencia por el mayor tiempo posible en el poder.

En relación con el asunto de la impunidad, el tema es de un estricto orden técnico con consecuencias políticas. Las causas en las que está acusada ya superaron la etapa de la instrucción. Es decir que la remoción o creación de cargos de nuevos jueces federales ya no le aportan ninguna solución. Se está ahora en la etapa de desarrollo del juicio. Las chances de que sea condenada son altas. Las evidencias en su contra son demoledoras.

Así, la chance más importante que le queda para salir indemne es la Corte Suprema. Y para que la Corte cumpla ese anhelo debe estar segura de dominarla. Hoy es imposible. La única manera de lograrlo es coparla con jueces adictos. Es lo que hizo Carlos Menem no bien llegó a la Presidencia.

CFK está dispuesta a emular al ex presidente y para eso trabaja arduamente la “Comisión Beraldi”. Nada que sorprenda: el doctor Beraldi es abogado de la vicepresidenta.   

La sesión en el Senado permitió apreciar en toda su dimensión la conducta patológica de CFK con sus secuelas políticas: el trato hacia el senador Esteban Bullrich –imposible no asemejar los tonos de la vicepresidenta con el personaje de la empleada pública personificado por Antonio  Gasalla– y el altercado con Martín Lousteau.

El intercambio con Lousteau es de significado institucional. El senador señaló que al dictamen de comisión no lo tuvieron en tiempo y forma para analizarlo y que, además, se había agregado en el proyecto la creación de gran cantidad de nuevos cargos.

La respuesta de CFK fue que como la oposición no iba a votar esas modificaciones, no tenía ninguna importancia que las conociera. Lo dicho por la vicepresidenta es un disparate absoluto que habla del concepto monárquico que anida en ella.

La vicepresidenta es la representación cabal del despotismo, que el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define como el  “abuso de superioridad, poder o fuerza en el trato de las demás personas”.

Viene ahora la discusión en la Cámara de Diputados, donde merodeará la reminiscencia de la 125. En sus negociaciones para imponer el proyecto, el Gobierno apelará, no a la búsqueda de consensos, sino a la transa. A los gobernadores del peronismo se les ofrecerán juzgados y plata. A la mayoría de ellos lo que les interesa es la plata.  

Este método es el que utilizaba el ex presidente Néstor Kirchner. Es otra de las malas “enseñanzas” que le legó a su discípulo, Alberto Fernández.




sábado, 29 de agosto de 2020

Chañar Ladeado. El Kiosco de Luis... @dealgunamanera...

En Chañar Ladeado, los vecinos sorprendieron a un kiosquero y le renovaron el lugar de trabajo…

Fotografía: Mirador Provincial.

El hombre tiene 66 años y hace 50 va en andador a su kiosco. Se llama Luis Trecco y debe desplazarse con un andador por una discapacidad motriz. Le cuesta un poco hablar, pero su cabeza, como dice Román, comunicador y artífice de esta movida solidaria, "anda como un avión".

© Escrito por Pablo Rodríguez el viernes 28/08/2020 y publicado por el Diario El Litoral de la Ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, Provincia de Santa Fe, República de los Argentinos.

Video: Melina Serra 

Luis Trecco tiene 66 años y vive en la localidad de Chañar Ladeado, un pueblo santafesino a la vera de la ruta 93, en el departamento Caseros, al límite con la provincia de Córdoba. Allí, desde hace 50 años, tiene su lugar de trabajo al que llega y se va en su andador, con la ayuda de amigos. Lo hace porque es responsable y su discapacidad no le impide hacer lo que más le gusta: atender su kiosco.

Hace unos días, una mañana fría donde la sensación térmica daba unos grados bajo cero, Luis se cruzó con un vecino del pueblo, Román Cavaglia, periodista local y titular de "Radio On". El comunicador sintió la necesidad de contarle a su audiencia vía Facebook lo que observaba en ese momento y lo que pasó después terminó siendo pura emoción.

"(El kiosco) estaba cada vez más venido abajo. Deteriorado por el paso del tiempo y feo. Yo soy parte de la sociedad que olvida, pero un día paré temprano. Hacía 8 grados bajo cero de sensación térmica y Luis ya estaba adentro laburando como siempre. No había nadie comprando", comenzó contando a este medio Cavaglia.

El periodista dijo que aprovechó la posibilidad de hacer una transmisión por Facebook Live para captar el momento. Quería algo espontáneo para contarle a la gente que Luis estaba laburando como todos los días en la esquina de Santa Fe y Gödeken: "Con el frío, su discapacidad y su dificultad para hablar, ahí estaba. Por eso invité a la gente a que pase a comprar algo, a charlar con él", contó.

Entre los miles de reproducciones que tuvo el video, había una persona que proponía en sus comentarios que se pinte el kiosco. Ese fue el disparador.

Mucha gente pequeña, que cambia el mundo.

El kioskero más querido de Chañar Ladeado tiene que desplazarse con un andador por una discapacidad motriz. Le cuesta un poco hablar, pero su cabeza, como dice Román, "anda como un avión". Y es que el hombre, sabe administrarse, manejar dinero y comercializar por él solo. Hasta en sus ratos libres colabora con una agencia de quinielas oficial.

Actualmente vive en el Hospital local. Su familia son sus amigos de toda la vida y los trabajadores de salud que lo asisten siempre. De hecho, unos días antes de dar la sorpresa, todos se "complotaron" para darle marcha a los preparativos. La excusa es que la esquina donde tiene su negocio, tenía que ser "fumigada" por la pandemia de coronavirus y por casi 48 horas, no podía ir a trabajar. Eso le molestó mucho.

En paralelo, se armó un grupo de Whatsapp, se sumaron las "Manos Solidarias", comercios y la artista local, Alejandra Cabrera, quienes diagramaron el nuevo kiosco para Luis. De paso, invitaron a chicos a que se sumen a participar, para que sean ellos el día de mañana quienes recuerden la experiencia y no se la olviden nunca.

"A las 3 de la tarde del sábado último lo fueron a buscar. Ya cuando venía llegando le dijeron que se iba a encontrar con una sorpresa. Vio el kiosco pintado y se largó a llorar y nosotros lloramos con él. Fue algo hermoso", recordó Cavaglia, quien aclaró que también le llenaron de mercaderías el local. "Estuvo preocupado por los precios de las donaciones. Es un comerciante nato", agregó entre risas.

El periodista valoró que a partir de entonces va mucha gente a saludar y comprarle a Luis: "No nos cuesta nada ayudar y él es un ejemplo de vida. Se lo nota más contento, tiene otro semblante. Ríe mucho más", indicó.

Por otra parte, remarcó que en Chañar Ladeado se potenció mucho más el espíritu de solidaridad y que varios coinciden en que "este" es el camino.

"Luis hoy es un ejemplo y agradezco a toda la gente que colaboró. Propusimos que no haya instituciones para que no se politice, así que el reconocimiento va para la gente en general y a los comercios que hicieron donaciones. Se pusieron en movimiento con una causa noble", sostuvo.

Finalmente, destacó: "(A Luis) lo ayudamos yendo a comprar y siendo más humanos. Si estamos apurados, tengamos paciencia porque cuesta entenderle y ver qué quiere decir. Pero es un minuto al día de esfuerzo para estar con él. De esa forma lo vamos a estar ayudando".








viernes, 28 de agosto de 2020

Impunidad y mordaza. Los 'gritos' del 17ª… @dealgunamanera...

Los 'gritos' del 17ª…

Los medios del miedo. Dibujo: Pablo Temes

Al Gobierno le dolió el banderazo y lo evaluó mal. Si sigue con su agenda, habrá más marchas.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 22/08/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se ve que al Gobierno el banderazo del 17A le dolió y mucho. Es lo que reflejaron las declaraciones de sus funcionarios el día después y los subsiguientes. La frase más infeliz de todas fue la del Presidente: “No nos van a doblegar los que gritan”, dijo. Quienes “gritaban” en la calle eran ciudadanos y ciudadanas que ejercían su derecho a manifestarse y a protestar.

Curiosa y contradictoria expresión la del jefe de Estado. Curiosa por provenir de alguien perteneciente al peronismo que irrumpió en la vida política de la Argentina “gritando” en la calle el 17 de octubre de 1945. Contradictoria porque el mismo Alberto Fernández participó en abril de 2013 de una marcha contra la reforma judicial impulsada por Cristina Fernández de Kirchner. Parece que, para AF, cuando ganan la calle sus acólitos es “el pueblo peticionando”, pero, cuando lo hacen sus opositores, “gritan”.

Al oficialismo le dolió que la oposición haya ganado la calle. Durante décadas el peronismo se sintió dueño de la calle y de la Plaza de Mayo. Eso ya pertenece al pasado. La calle –como la Plaza de Mayo– es de todos.

Si el Presidente no se hubiera dejado atrapar por la turbación, habría hecho una mejor evaluación de lo que pasó –y de lo que pasará– porque, de seguir el Gobierno con esta agenda, habrá más marchas.

Hubo una cuestión de magnitud a tener en cuenta: de no haber sido por la cuarentena, la concurrencia habría sido mucho más numerosa aún. El Presidente –y sus funcionarios– se quedaron con las imágenes de lo sucedido en la Capital Federal. Si hubiesen profundizado un poco más, habrían visto que hubo mucha gente manifestando en diversos lugares del país. Habrían apreciado, además, la heterogeneidad de los que manifestaban –entre los que había quienes votaron por el Frente de Todos– y habrían advertido que junto con el rechazo al proyecto de la reforma judicial hubo otros reclamos más terrenales: seguridad, trabajo y los efectos colaterales de la cuarentena.

“Esa gente jamás estará con nosotros”, se escuchó decir en los pasillos del poder. Es lo que se oía también durante el kirchnerato y durante el gobierno de Mauricio Macri en referencia a sus opositores. Parece que, al igual que a sus predecesores, a Alberto Fernández le cuesta entender que es el presidente de todos, lo hayan o no votado.    

Notable esta obnubilación que turba las mentes de nuestra clase dirigente.

El 17A también interpela a la oposición, a la que el descolgado tuit de Macri desde su lugar de vacaciones en Europa –llamar “trabajo” a su tarea en la FIFA es una obscenidad– complica. Esa oposición –que aún le adeuda a la sociedad una autocrítica profunda de su fracasada gestión– tiene dos obligaciones frente a los que aspira a representar: permanecer unida y aprender de sus errores. De la primera condición depende el mantenimiento del equilibrio de poder para frenar los intentos hegemónicos que alberga el kirchnerismo. De la segunda, la posibilidad de ser una alternativa real en las próximas elecciones.   

Impunidad y mordaza. Son dos condiciones que van siempre juntas.

El silencio es clave para que el delito se enseñoree en una comunidad. Por eso la libertad de expresión es un bien esencial en las sociedades democráticas. No por nada, en la Constitución de los Estados Unidos la enmienda que la protege es ni más ni menos que la primera.

Los intentos de limitar el trabajo de los periodistas tienen en la Argentina una larga historia. Y es penoso que parte de esa historia se relacione con gobiernos constitucionales. Ya en la presidencia de Carlos Menem hubo un intento –que afortunadamente no prosperó– de promulgar una ley mordaza.

Durante los 12 años del kirchnerato se llevó adelante el intento más duro y desembozado por acallar las voces críticas. Todo comenzó con el embate feroz contra Perfil y la censura contra Pepe Eliaschev –hechos de los que Alberto Fernández fue partícipe– y siguió con la Ley de Medios, a la que la hoy vicepresidenta y su difunto esposo le imprimieron la épica de una cruzada cuyo objetivo era no solo destruir a Clarín sino también al periodismo crítico.  

Asistimos ahora a otro intento de amordazar a la prensa que investiga e informa sobre los hechos de corrupción que comprometen a funcionarios. Ese es el objetivo de la modificación introducida furtivamente por el senador Oscar Parrilli –el súbdito de CFK– en ese bodoque que es el proyecto de reforma judicial. Para la comprensión del lego, ese agregado hace que cualquier información o investigación periodística que sea crítica de la marcha de una causa pueda ser entendida como una presión contra el juez o fiscal a cargo del caso. ¡Un verdadero disparate!

El procedimiento de Parrilli, que dejó muy mal parada a la ministra de Justicia, Marcela Losardo, que no tenía idea de lo sucedido, no hace más que empequeñecer la figura del Presidente. Él también queda como un súbdito de CFK.

“Para reformar el Poder Judicial, tocando los medios de comunicación, hay que tener un respaldo muy grande. Una espalda que este gobierno no tiene. Vamos a un Vicentin dos. Son dos errores políticos. Estas cosas necesitan amplios consensos”, dijo un legislador bonaerense del Frente de Todos.

No fue la única voz que desde sectores afines al oficialismo salió a lapidar el proyecto. En un artículo publicado en La Nación, Alberto Binder –mentor de la ex procuradora filo K Alejandra Gils Carbó– afirmó que se trata de un proyecto “repleto de inconsistencias, y que entorpece el camino para las reformas de fondo que proclama”. Y Paula Litvachky, representante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y cuya participación en el debate también fue propuesta por el Frente de Todos, dijo: “Este proyecto está centrado en una lógica de creación de juzgados que implica una mirada contraria al avance del sistema acusatorio” establecido por el Código Procesal Federal.

A todo esto, ¿dónde está Gustavo Beliz, a quien se presentó como uno de los motores de esta reforma, a modo de reivindicación por el maltrato y la persecución a la que, luego de echarlo de su cargo de ministro de Justicia, Néstor Kirchner –con el silencio de su jefe de Gabinete, Alberto Fernández– lo sometió?