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domingo, 5 de febrero de 2023

Nada nuevo bajo el sol… @dealgunamaneraok...

 Nada nuevo bajo el sol…

Detonado. Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes. 

Mientras el Presidente y la vice juegan su guerra, la oposición no ceja en sus internas.

© Escrito por Nelson Castro y publicado el sábado 06/02/2023 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentinas.  

Nada de lo que sucede dentro del Frente de Todos contra Todos sorprende. Los mandobles verbales que Máximo Kirchner, Eduardo ¨Wado¨ de Pedro o Andrés “Cuervo” Larroque le asestaron en los últimos días al Presidente forman parte ya de la rutina de un gobierno que tiene al fracaso como único rumbo. 

Un fracaso que Alberto Fernández se empeña en presentar como un éxito. “Ahora la gente se queja porque tiene que hacer dos horas de cola para ir a comer”, dijo sin inmutarse el viernes último en Entre Ríos. Se ve que tiene un oído selectivo. Hay otra mucha gente que se queja por muchas otras cosas más urgentes: la inflación, los tarifazos, la falta de trabajo, la inseguridad, la imposibilidad de alimentarse bien, la miserabilidad de las jubilaciones y un largo etcétera. 

El año electoral ha hecho que las apariencias caigan. A Alberto F le interesa sólo la elección y mantener viva su posibilidad de buscar la reelección. Esto lo enfrenta directamente a Cristina Fernández de Kirchner. Recuérdese que la expresidenta en funciones le repite a su entorno más cercano que Alberto Fernández representa el peor error político cometido en su vida. 

CFK creyó que el Presidente llegaría a ser su mascarón de proa para liberarla de todas sus penurias judiciales y le aseguraría la tan ansiada impunidad. El hecho de que la vicepresidenta esté hoy condenada por el delito de corrupción es un puñal clavado en lo más profundo de su alma que la enfurece y la perturba. Por eso no lo quiere de candidato a nada. 

El primer papa emérito

He ahí un problema, porque Alberto F no termina de arriar sus banderas. Es lo que muestra su decisión de convocar a una “mesa electoral” del Partido Justicialista para dirimir las cuestiones atinentes a las próximas elecciones y no la gestión. Lo ha hecho con un grado de notable cinismo: de la convocatoria forman parte los gobernadores peronistas, la CGT y los movimientos sociales. Es decir que CFK y su entorno son uno más de ese universo variopinto.

Si algo que la vicepresidenta detesta –entre las muchas cosas que detesta– es ser tratada como alguien del montón. Además, lo que ella y sus secuaces quieren es discutir sólo la gestión, cosa que condenaría a su criatura política y dejaría a los propios como meros espectadores de un gobierno del que en realidad forman parte. 

Lo único que los une a AF y a CFK es su vocación por hacer daño a sus opositores y críticos. Un buen ejemplo es lo que está sucediendo con el caso de los delincuentes que invocan ser mapuches para cometer delitos. A Facundo Jones Huala, que se escapó de Chile hacia la Argentina para no cumplir una condena, no lo buscaba nadie. Lo encontró la policía porque una vecina se quejó por los ruidos molestos que producía el pseudomapuche en medio de una fiesta. Estaba borracho. Esto ocurrió en Río Negro. En Mendoza, le acaban de otorgar un total de casi 25.000 hectáreas a personas que, sin ninguna documentación respaldatoria, ocupaban esas tierras argumentando ser mapuches. Curiosamente, nunca se vio ninguna acción de reclamo de tierras para los mapuches en la provincia de Santa Cruz.      

Toma de distancia provincial. La mencionada “mesa electoral” impulsada por el Presidente. Tiene –además– otro problema en su génesis. Los gobernadores del PJ ya han dado pruebas suficientes de que no van a sacrificarse ni poner en juego su poder territorial para convertirse en los bomberos del gobierno nacional. 

Hasta ahora ya son quince provincias las que tienen pensado desacoplar las elecciones provinciales de la puja nacional. Ninguno de ellos quiere atar su suerte a la de Alberto Fernández, CFK y Sergio Massa por mencionar a los principales dirigentes del Frente de Todos Contra Todos. 

Reculando en chancletas

La posibilidad de caer en la volteada y ser víctimas del voto castigo los espanta. “Ya no se trata sólo del control de la inflación o la contención del dólar blue, que podríamos caratular como problemas de gestión, se trata también de la pelea de dos facciones de poder a quienes no les importa arrastrarnos al abismo. No vamos a chocar con ellos”, aseguraron en el entorno de un gobernador del norte argentino.

Escenas de guerra opositora. Dentro de Juntos por el Cambio la foto parece la misma que vienen exhibiendo hace meses. Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se disputan el visto bueno de Mauricio Macri con fotos y pijamadas en el Sur. El resultado es siempre el mismo.

El expresidente conserva la centralidad y su cuota de poder como armador político, con la opción de quitarle lo que le dé la gana a cada postulante en una eventual negociación final. Como buen ingeniero, sabe de cálculos, estrategia y se maneja con frialdad.

Conscientes de la ausencia de una figura con peso propio, en la UCR se preparan para negociar cuotas de poder y cargos específicos.

Bastante poco en relación a los momentos de euforia de las últimas elecciones de medio término, donde había surgido la figura de Facundo Manes, hoy muy lejos del círculo de poder real. Restará ver que fichas mueve el jujeño 
Gerardo Morales y cómo se establece un nuevo equilibrio con sus socios del PRO dentro de la alianza opositora.

Como reza el Eclesiastés: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y no hay nada nuevo bajo el sol”.





    

domingo, 23 de octubre de 2022

Caos. Maraña sin salida... @dealgunamaneraok...

 Caos. Maraña sin salida... 

‘Intrai per lo cammino alto e silvestro’. Entré por el camino duro y salvaje. El Dante Alighieri. Dibujo: Pablo Temes 

 A la mitad del andar de nuestra vida.
Perdido me encontré en selva oscura.
Hallando que la salida directa estaba perdida”

Así comienza el Canto I de La Divina Comedia, la monumental obra de Dante Alighieri. Pertenece al Infierno y representa la situación del protagonista que, en el medio de su vida, se encuentra atrapado en una maraña de la que no encuentra la salida. Bien podría este párrafo ilustrar la situación por la que atraviesa el Gobierno en general y, el Presidente, en particular. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 22 de Octubre de 2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Es una situación inédita en la política vernácula desde la recuperación de la democracia. Fernando de la Rúa supo enfrentarse con un Marcelo Tinelli que se hallaba con el poder que le daba el apogeo de su popularidad. Alberto Fernández, en cambio, se ha entreverado en una disputa sin destino con “Alpha”, un ignoto participante del reality Gran Hermano que bien podría enmarcarse dentro de lo que, en la jerga popular, se define como un “chanta”. Para darle a todo esto una cuota más de surrealismo mágico, que bien le hubiera costado imaginar tanto a Gabriel García Márquez como a Mario Vargas Llosa, alguno de los periodistas de renombre adictos al kirchnerismo, han desplegado una profusa argumentación en pro de la idea de que, dicho personaje, no es sino un agente del gobierno de los Estados Unidos que, a través de la Paramount Pictures, procura dañar políticamente al Dr. Fernández. Así de simple y turbadora es la degradación del kirchnerismo que, de tener como enemigos a los popes de las finanzas internacionales y a los líderes de las potencias capitalistas del mundo, ha pasado a tener como tales a una confabulación pergeñada por personajes marginales como los integrantes de “la banda de los copitos” o advenedizos como “Alpha”. 

En este caso, la competencia político-institucional es del ministro.

Las cosas que dicen en estricto “off the record” varios de los ministros y secretarios del gabinete nacional, reflejan un azoro poco común. Algunos creyeron que la querella del Presidente contra el de la noche a la mañana devenida célebre participante del reality de Telefe era una fake news. Otros, en cambio, pensaron que era sólo una broma. “Hay que irse de acá lo antes posible”, hizo saber a sus colaboradores más estrechos uno de esos funcionarios que está buscando volver a su terruño municipal. Con matices, todos coinciden en que Fernández –fogoneado por su portavoz– volvió a banalizar la comunicación política: “Sigue convencido de que es un buen comunicador y se la pasa pergeñando ideas erróneas junto a Cerruti. Los resultados están a la vista” –señalan con enojo.

El kirchnerismo duro está que brama. Los que la han escuchado a 
Cristina Fernández de Kirchner subrayan que su enojo para con el Presidente es creciente. El descalificativo terminado en “tudo” que la vicepresidenta utiliza de consueto para maltratar a muchos de sus secuaces, es ahora crecientemente aplicado para maltratar al Dr. Fernández, cuyo discurso ante los empresarios en el Coloquio de IDEA la irritó profundamente. 

El reino del parche

A los caídos en desgracia con la ex presidenta en funciones se sumó la portavoz del Gobierno, a quien también le aplica el descalificativo terminado en este caso – en “tuda”. Para colmo, Alberto Fernández se encaprichó en gritar a los cuatro vientos que su legado será su “decencia”, pero como –desde hace tiempo– se ha venido esmerando en dañar la credibilidad de su palabra y su coherencia se hace cada vez más difícil tomarlo en serio. 
 

En La Cámpora, lo que reina es el espanto. Esto se da en un marco particularmente intenso en el que la organización que lidera Máximo Kirchner sostiene una batalla en varios frentes. Una de esas batallas –que es de una creciente intensidad– la sostiene el hijo de la vicepresidenta contra Axel Kicillof. El presente del gobernador de la Provincia de Buenos Aires luce complicado. Y su futuro, también. Intenta sin éxito colar alguna idea en el rumbo que ha tomado Sergio Massa 

Pero el ministro es casi un “artista” de la arena política. “Sergio le da participación en los diálogos, escucha, pero es él quien decide”. En buen romance juega a hacerle creer que tiene un lugar en la mesa de decisiones que no es tal. El gobernador bonaerense lo sabe. Su paciencia se agota, pero también se agotan sus aliados en el círculo de poder. El líder de La Cámpora se encarga personalmente de limar su figura. Se detestan.

En medio de este juego de vanidades la economía real se desmorona. Las reservas del BCRA vuelven a encender las alarmas. Un hombre de la línea de la institución lo describió así: “No dejaban de venir empresarios a pedir ampliación de cupos para importar. La respuesta era la misma para todos. Ya no sabíamos cómo caretearla.

Ahora ni eso, hay resignación. Pero cuando necesiten insumos van a volver”. La duración de la relativa calma cambiaría es todavía una incógnita. El dólar Qatar trajo más problemas que beneficios. Asociaciones de Bancos, Tarjetas de crédito y Procesadores aún no saben cómo aplicar los cambios.

U
n banquero se preguntó entre incrédulo y enojado: “¿Para qué lanzan medidas sin analizar antes de saber su viabilidad?”. Puro sentido común. Es que adaptar los softwares y desarrollar planes de emergencia no es tarea de un día para el otro. 

El éxodo en el 
Gobierno es la otra gran preocupación, no tanto por la pericia de los caídos –claro está– sino porque en cada renuncia se hace más difícil encontrar funcionarios capaces que tengan intenciones de subirse a este barco. El problema es que la embarcación se llama Argentina y tristemente todos estamos a bordo de ella




   

domingo, 13 de marzo de 2022

Acuerdo con el FMI. Divide y no soluciona nada... @dealgunamaneraok...

Acuerdo con el FMI. Divide y no soluciona nada...

Presidiendo la cámara, Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes.

Panorama desolador: tarifazos, aumento de impuestos, inflación desmedida y falta de empatía de la clase dirigente.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 12/03/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Parece un loop que la historia se empecina en repetir. Argentina siempre puede estar peor. Precisamente eso es lo que el acuerdo para la refinanciación de la deuda con el FMI refrendado por la Cámara de Diputados evitará en el corto y mediano plazo. El default hubiera significado para nuestro país la caída al abismo.

Más allá de lo que pueda ocurrir en la siempre impredecible Cámara alta, el consenso alcanzado en Diputados dejó más heridos de lo esperado y expuso de manera brutal las ya evidentes divisiones dentro del Frente de Todos contra Todos y de No Tan Juntos por el Cambio. Vamos por partes.

Argentina está en carne viva. La gente no soporta más vivir con una inflación galopante, abrumada por impuestos y por la falta de trabajo. Nada de esto mejorará luego del acuerdo para el que el Gobierno tuvo que ceder como nunca antes lo había hecho al quitar del proyecto de ley los dos anexos que le reclamaba la oposición: el Memorando de Políticas Económicas y Financieras y el Memorando Técnico. El primero era una suerte de plan económico de emergencia que contenía un fuerte ajuste que, como siempre, debería afrontar la gente sin ningún esfuerzo por parte del sector público. 

La oposición no estaba dispuesta a pagar el costo político del ajuste avalando con su voto las medidas que allí se detallaban; menos aún cuando ya se sabía que la mitad del oficialismo no votaría el proyecto de su propio partido. En rigor de verdad, Máximo Kirchner, su madre y La Cámpora nunca vieron a Alberto Fernández y sus funcionarios como propios. El Presidente fue para ellos solo un trago amargo que debían tragar para recuperar el poder y mantener los fueros que le permitirían mantenerse a resguardo del avance de la Justicia. AF y su ministro de Economía Martín Guzmán fueron los grandes perdedores de la semana. El joven ministro se expuso más de la cuenta en la Comisión de Presupuesto y Hacienda al defender con vehemencia la necesidad de incluir su plan económico como contraparte del acuerdo. 

La política es ingrata y, como los votos escaseaban, nadie dudó en pulverizar los esfuerzos de Guzmán y borrar de un plumazo su trabajo, su esfuerzo y su reputación –ya bastante vapuleada–. Es justo decir que, en la situación que se encuentra la Argentina, una nueva línea rectora ordenadora de la economía doméstica es más que necesaria. El planteo de Guzmán tenía cierta lógica, pero carecía por completo de timing político. Eso le recriminaron varios diputados opositores en el patio externo de la sala de comisión del ala “C” del anexo del Congreso: “Estamos para aprobar la refinanciación de la deuda, no un plan económico de emergencia. El ministro tuvo dos años de gobierno para ordenar las cuentas, intentar bajar el gasto público y armar una hoja de ruta consistente y no lo hizo o no lo dejaron.

La bronca con Gerardo Morales volvió a estar a la orden del día. Muchos le achacan haberse cortado solo.

Justo ahora quiere presentar todo de golpe por exigencia del Fondo aplastando a la mayoría de la gente” –exclamó un diputado que formó parte de las negociaciones para pulir el proyecto. Guzmán sabe que quedó muy debilitado. Su viaje a Houston no fue casualidad. Sergio Massa tomó las riendas de la negociación y el ministro no estuvo en la puntada final del acuerdo que él mismo diseñó.

Lo que ocurrió dentro y fuera del recinto ya es historia conocida, pero dejó mucha tela para cortar. El jefe de La Cámpora no bajó para dar quórum y ningún diputado de la agrupación se anotó en la lista de oradores tal vez, para evitar un mal mayor. Entrada la madrugada y a último minuto el hijo de la vice en funciones ingresó al recinto. Su voto fue no positivo, pero la ley fue aprobada por amplia mayoría. Los legisladores del FdT que permanecieron en sus bancas masticaban bronca y le advertían a la oposición que “no se les ocurra probarse el traje de héroes porque ellos no habían salvado al país del default, sino que eran los responsables primarios de la situación”.

Chicanas y chiquitaje de quienes –por cola de paja– se sentían parias de su propio espacio político que no los acompañó. Una vergüenza cuya única explicación es la fractura absoluta como sello final de un gobierno bifronte. En No Tan Juntos por el Cambio, las cosas no salieron mucho mejor. A pesar de la victoria política que significó imponer los cambios al proyecto original, corrió mucha agua debajo del puente.

“Sabés lo que pasa, al final del día y con el paso de los años, la historia va a señalar que votamos a favor del acuerdo, nadie va a recordar las negociaciones de último momento para evitar un proyecto que era un desastre para la gente. La épica que hoy festejamos, quedará en el olvido” –dijo con razón un referente opositor. La bronca con Gerardo Morales volvió a estar a la orden del día. Muchos le achacan haberse cortado solo y cultivar su cercanía con Sergio Massa, uno de los pocos que salvó la ropa. Para colmo de males el jujeño se despachó con un tuit donde felicitaba especialmente a todos los miembros de la coalición, menos a sus compañeros del PRO. Una estudiantina innecesaria. Habrá que esperar qué ocurre durante el comienzo de la semana y cómo se asienta el nuevo escenario.

En el medio está la gente abrumada por un horizonte poco alentador: tarifazos, aumento de impuestos, inflación desmedida y la falta de empatía de una clase dirigente que prefiere cortarse las venas, antes de achicar de una vez por todas el gasto público. 

(Esta columna fue escrita en viaje hacia Ucrania. Nuestro próximo encuentro del domingo seguirá las alternativas del conflicto bélico desatado por la invasión rusa a su vecino país).




martes, 8 de marzo de 2022

Cuestión de forma y Fondo... @dealgunamaneraok...

Cuestión de forma y Fondo...

Imbancable, Mauricio Macri

La política local actúa como si nada tuvieran que ver con la realidad que padecen millones de argentinos.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/03/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


En su discurso del 1º de marzo ante la Asamblea Legislativa el presidente Alberto Fernández evitó dar precisiones sobre el contenido del proyecto de ley, para avalar el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional. Tampoco dio precisiones sobre la fecha de ingreso a Diputados para comenzar los trámites de comisiones para su tratamiento. Sabía que aún no contaba con los detalles técnicos finales y, mucho menos, con el aval del bloque del Frente de Todos Contra Todos.

Finalmente el proyecto ingresó el viernes pasado el mediodía luego de incluir una modificación muy precisa a pedido de la oposición. El primer artículo donde el Ejecutivo pide la aprobación de la refinanciación de la deuda –que tiene consenso más o menos general– contaba, además, con dos anexos que detallaban las medidas de política económica que el Gobierno se comprometió a tomar para garantizar el cumplimiento de las exigencias del Fondo Monetario. La oposición pidió separar esos anexos del artículo primero e incluirlos en otro. La razón de este cambio es puramente política: están de acuerdo en refinanciar la deuda para evitar el default, pero no quieren apoyar con su voto el plan de ajuste diseñado por el Gobierno que incluye tarifazos a los servicios de luz y gas, reducción del déficit y cambios en la política monetaria. 

“Todos sabemos que habrá ajuste, las palabras de Alberto no las creyó nadie, empezando por los legisladores de su propio espacio. Hasta que no tengamos los detalles no vamos a avalar este proyecto. Con los artículos de la ley por separado, podemos votar la refinanciación de la deuda plasmada en el punto uno y no dar nuestro apoyo a los anexos del artículo dos” –señaló un diputado de la oposición. En ese espacio en el que tampoco faltan las disidencias no están dispuestos a ser los verdugos de la sociedad cuando ni siquiera el oficialismo tiene los votos necesarios para aprobar el proyecto de ley que refrende el acuerdo.

La división interna en el Frente de Todos contra Todos está en pleno desarrollo. Los videos críticos del acuerdo que La Cámpora ha comenzado a hacer circular en los últimos días dan idea de la envergadura de esa disputa con aires de riña. Es una disputa de la que, en silencio, participa –e impulsa– Cristina Fernández de Kirchner. Hay que tener en cuenta que esto que se está viendo es el recrudecimiento de un entuerto que viene desde el comienzo mismo de la gestión de AF.

Uno de los blancos principales de críticas del kirchnerismo es el ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien le objeta haber llegado a este acuerdo que implica validar esta deuda contraída durante la Presidencia de Mauricio Macri a la que califican de “ilegal”.

El relato oficialista sobre el acuerdo da idea de las dificultades que asoman en el horizonte. Uno de los puntos del acuerdo se refiere a la necesidad de reducir el déficit. Una de las consecuencias de esta medida será el tarifazo que incluye un aumento de 20% de la tarifa social. La segmentación anunciada será otro dolor de cabeza. Cada vez que se intentó hacerlo hubo problemas.

Se plantea un nivel de inflación imposible de alcanzar en el futuro inmediato porque, además, el tarifazo en sí es una fuente de inflación.   

Sergio Massa se apresuró a ceder para cumplir los deseos de sus rivales políticos a sabiendas de que la pelea en el recinto será voto a voto. Nadie tiene asegurado nada. “La televisión evitó mostrarlo, pero en el discurso de apertura de sesiones cuando el Presidente se refirió al acuerdo con el Fondo solo aplaudió la mitad del bloque del FdT. La otra mitad bajó la mirada y se encargó de transmitir su desagrado en línea con los deseos de Máximo y CFK”–recordó una fuente parlamentaria.

Los que han hablado con el hijo de la ex presidenta en funciones lo han escuchado criticar con extrema dureza el acuerdo.

En su pensamiento sigue vigente la idea de aumentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias y de prorrogar el impuesto a la riqueza, medidas que fracasaron. Desde este punto de vista el diputado es coherente con lo que es el kirchnerismo.

Ni oposición ni oficialismo tienen los votos definidos. “La modificación del primer artículo de la ley es un artilugio para lavar culpas. Hay algunos diputados de JXC que están más apurados por votarle el proyecto al Gobierno que los propios oficialistas y la experiencia muestra que una vez votado el proyecto en general, el resto es fulbito para la tribuna.” –Se quejó una alta fuente del núcleo más duro. Así las cosas, ésta es la radiografía de Juntos por el Cambio: los halcones del PRO profundizan su rechazo al proyecto, los más moderados van por la abstención. Dentro de la UCR y la Coalición Cívica la opción sería votar a favor en la general y abstenerse en los artículos que sostienen las medidas para cumplir las metas del Fondo. Nadie quiere ser el padre del ajuste.

La interna de No tan Juntos por el Cambio recrudeció de manera significativa en la semana.

El episodio de levantarse e irse de las bancas durante el discurso del Presidente ante la Asamblea Legislativa generó enojos de alto voltaje. Uno de los enojados fue Mauricio Macri, cada vez más activo, quien estalló en reproches contra todos los que no abandonaron sus bancas.

Quedó reconfortado con el gesto del nuevo embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, quien lo fue a visitar a su casa de Acassuso. En el pensamiento de Macri sigue vigente la idea de competir por la Presidencia en 2023.    

Como habrá apreciado el lector, todo lo que emana de la política vernácula es pelea.

Actúan y hablan como si nada tuvieran que ver con la realidad que padecen millones de argentinos para quienes el diario vivir es una constante penuria.



miércoles, 9 de febrero de 2022

La Argentina decadente... @dealgunamaneraok...

La Argentina decadente...


"¡Subordinación y Alor!". Sergio Berni. Dibujo: Pablo Temes.

El objetivo K es siempre el mismo: endulzar los oídos del núcleo duro con el relato y responsabilizar a Alberto F de los ajustes.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/02/2022 y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.



La semana comenzó agitada y se convirtió en un tobogán sin freno y sin rumbo para el Gobierno. La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia de la bancada del Frente de Todos contra Todos ahondó la grieta en el corazón del oficialismo. 

En primer lugar, el jefe de La Cámpora nos ha recordado que en su brutal concepción del poder el kirchnerismo no tiene reparos en dirimir las internas palaciegas, públicamente, poniendo en riesgo la estabilidad de la Argentina. En segundo lugar, cabe recordar que la voz del primogénito fue avalada en el transcurso de la semana por el coro de voceros del poder real. Casi de inmediato el diputado Leopoldo Moreau y su hija, la diputada Cecilia Moreau, la economista intérprete de audios de colección Fernanda Vallejos, La Cámpora y parte del sindicalismo, salieron a respaldarlo. Desde todo punto de vista, ese  “portazo” es una confirmación de que el accionar de Kirchner hijo no es más que la continuación de los modos y las formas de su madre. A Cristina Fernández de Kirchner le encanta zamarrear al Presidente y su equipo de adláteres para dejar al desnudo sus profundas y crecientes diferencias con la gestión gubernamental. 

El mensaje de Máximo Kirchner, a quien increíblemente algunos referentes del mundo empresarial vernáculo llegaron a comparar con la figura de Charles De Gaulle (sic) fue claro: o manda Cristina o no lo hace nadie. Luego del entendimiento con el Fondo Monetario Internacional para garantizar un futuro acuerdo, todos estaban a la espera de su carta. Sin embargo –y seguramente para que nadie se aburriera– esta vez la carta la mandó su hijo. El objetivo, de todos modos, es siempre el mismo: mantener el relato para endulzar los oídos del núcleo duro y responsabilizar a Alberto Fernández de los ajustes y ordenamientos fiscales que vendrán. 

“Si Alberto estaba satisfecho con la negociación, ¿por qué volver a retorcerse de bronca ante los caprichos de Máximo y La Cámpora? En un punto, hay una dependencia enfermiza que termina siendo corrosiva para todos y que vuelve a poner en el ojo de la tormenta a Guzmán. El tipo llegó a un entendimiento posible y resulta que ahora está mal” –se quejó una fuente que recorre con frecuencia la Rosada.

“El poder siempre te marca la falta y, si padecemos esos señalamientos de una forma tan visceral, es porque pesa saber que no estamos del mismo lado” –señaló otro miembro del albertismo. La reflexión lleva implícita la conciencia del lugar prestado: la mayoría de los votos son de CFK. De todos modos no deja de sorprender que el Presidente se haga valer tan poco: sin su aporte, el kirchnerismo no hubiese podido volver al poder.   

No tan Juntos por el Cambio atravesó una semana turbulenta. Consensuar el curso de acción parlamentaria si el preacuerdo con el FMI se discute en el Congreso crispó a más de uno. 

“La responsabilidad primaria es de ellos. Son gobierno. La gente los votó. Que se pongan de acuerdo y después vemos en qué podemos colaborar. Resulta que ahora nos vienen a buscar para refrendar un acuerdo que ellos idearon porque la mitad de su tropa se les dio vuelta. Es irracional” –sostienen las principales voces de JXC. 

Otra vez hay diferencias con parte del radicalismo. “Lo de Morales es curioso. Cada vez que desde el PRO se unifica una postura, se le despierta su vocación dialoguista y su sentido de la responsabilidad” –se quejan en el equipo amarillo. 

Toda esta agenda se vio abruptamente interrumpida por la retahíla de casos fatales producidos por el consumo de cocaína contaminada con una sustancia que, increíblemente, aún no ha sido identificada. 

El episodio exhibe en su verdadera dimensión la brutal expansión del narcotráfico en la Argentina favorecida por la corrupción política, judicial y policial tal como, al fin y al cabo, ha sucedido y sucede en cada uno de los países en los cuales el narcotráfico hace baza. Con sus testimonios, la gente que habita en la zona de Puerta 8, donde la marginalidad se enseñorea, abunda en detalles de cómo la policía nada hace cuando se denuncian los puntos de venta de la cocaína que son ampliamente conocidos por todos. ¿Puede alguien creer que el jefe de la Policía Bonaerense, comisario Daniel Alberto García, no sabe esto? Por otra parte, con el gobernador Axel Kicillof paseando por Rusia y China, como parte de la delegación presidencial, el mutismo de quienes supuestamente quedaron a cargo de la Provincia ha sido estrepitoso. ¿Dónde están sus naturales sucesores? ¿Dónde está la vicegobernadora, Verónica Magario? ¿Dónde está el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde?

Patricia Bullrich, fue tajante contra el ministro de Seguridad Aníbal Fernández en la tragedia que dejó 24 muertos como consecuencia del consumo de cocaína adulterada. Le recordó que en su anterior paso por la cartera la importación de efedrina se había disparado y que ahora ocurre lo mismo con el fentanilo, sustancias que suelen terminar en manos del narcotráfico. Ya no se trata solo de Aníbal. Recuérdese que, en una decisión incomprensible y de extrema irresponsabilidad, su antecesora Sabrina Frédéric, decidió disolver la Subsecretaría contra el Narcotráfico. En el nuevo organigrama del Ministerio de Seguridad no hay un organismo con rango de Secretaría encargado de esta área.

Fuentes de la PBA reconocen en el off the récord lo poco que se ha avanzado en materia de lucha contra el narco, pero se escudan en un repertorio tan pobre como gastado: “No hemos podido avanzar como queríamos. La pandemia produjo parálisis y trastocó las prioridades y gran parte de los retrasos tienen que ver con la falta de celeridad de algunos fiscales en ordenar los allanamientos”. 

Curioso que desde un gobierno que patrocinó la bochornosa marcha contra la Justicia del 1F se guarde silencio respecto de esa pasividad judicial.