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domingo, 10 de julio de 2022

El Titanic sigue su rumbo… @dealgunamaneraok...

 El Titanic sigue su rumbo…


El discurso de CFK en El Calafate buscó mostrar una tregua impostada, pero solo exhibió la personalidad patológica de la vice. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 09/07/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de las/os Argentinas/os. 



Las desavenencias entre el presidente y el vicepresidente tienen un rico historial en la Argentina que es producto esencialmente de las disputas de poder interna que, casi irremediablemente, se suscitan entre uno y otro.

 

Hay una dinámica psicológica y política que lleva esa relación a una tensión inevitable. Ambos son elegidos por el voto popular dentro de una fórmula que comparten que se rompe casi inexorablemente una vez que llegan al poder. Domingo Faustino Sarmiento le asignó a su vicepresidente, Valentín Alsina, la exclusiva y única tarea de tocar la campanilla en las sesiones del Senado. Esa es, en verdad, una de las dos tareas esenciales que le corresponde desempeñar al vicepresidente. La otra es la de reemplazar al presidente en caso de ausencia, enfermedad, inhabilidad, destitución o muerte. “¿Usted está preparada para ser presidenta?”, le preguntaron durante la campaña presidencial de 2008 a Sarah Palin, compañera de fórmula del candidato republicano, Jon McCain, que tenía entre sus antecedentes médicos haber sufrido un melanoma del cual se curó. La respuesta fue contundente: “Un vicepresidente debe, al fin y al cabo, estar preparado para ser presidente”.  

 

A lo largo de la historia de nuestro país, cinco fueron los casos en los que los vicepresidentes debieron hacerse cargo de la presidencia: Carlos Pellegrini por la renuncia de Miguel Ángel Juárez Celman en 1890; José Evaristo Uriburu por la renuncia de Luis Sáenz Peña en 1895; José Figueroa Alcorta por el fallecimiento de Manuel Quintana en 1906; Victorino de la Plaza por el fallecimiento de Roque Sáenz Peña en 1914; y Estela Martínez de Perón por el fallecimiento del general Juan Domingo Perón en 1974. Esto no fue todo. Las disputas entre presidente y vicepresidente estuvieron siempre presentes. Los casos de mayor tensión que desembocaron en crisis políticas fueron tres: el de Arturo Frondizi con Alejandro Gómez; el de Fernando de la Rúa con Carlos “Chacho” Álvarez y el de Cristina Fernández de Kirchner con Julio Cobos. Los dos primeros terminaron con la renuncia de los vices, y Cobos, hay que decirlo, jamás puso en peligro la estabilidad del gobierno de CFK.

 

Desde muy temprano el experimento electoral que la ex presidenta en funciones diseñó para ganar las elecciones no convenció. Fue un acto de astucia política para hacerle frente a la imposibilidad de arribar a la victoria a causa del rechazo que generaba su figura. Por lo tanto, los interrogantes aparecieron enseguida. Asomaba un gobierno bifronte que tenía muy pocas chances de gobernar con pericia y sensatez. Que la lapicera, que el poder, que soy la dueña de los votos, que no te hablo, que… En fin, una catástrofe anunciada.

 

Asistimos a algo inédito. Esta es la primera vez en la historia institucional de la Argentina que culmina con un golpe institucional dado por el vicepresidente. En los hechos, esto significa que, de ahora en más, la que manda es CFK. Ella es la que “revolea ministros”. Ella es la que habla. Ella es la que dice qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. Ella dice qué es lo que hay que hacer y lo que no. “Alberto Fernández es el peor error de mi vida”, sigue diciendo a varios de sus interlocutores. 

 

 

En toda la dialéctica de la ex presidenta en funciones empleada en sus últimas peroratas quedó expuesta, una vez más, la esencia del kirchnerismo que es la contradicción y la mentira. “La renuncia de (Martín) Guzmán fue un acto de desestabilización”, sentenció en el acto en Ensenada a la misma hora en que el entonces ministro de Economía hacía conocer su renuncia vía Twitter. Olvidó decir que, horas antes, el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, había dicho que “ya no esperamos nada de Guzmán, la etapa de la moderación está acabada”.


A la crisis política autoprovocada sobrevino el desastre económico. La causa de este descalabro es política. El colapso de la economía es el síntoma inequívoco del fracaso de la política oficialista. Las consecuencias están a la vista. No hay precios para sectores básicos. En especial para un rubro tan sensible como el de los alimentos y las bebidas. Los productos incluidos en el plan de Precios Cuidados no existen. No hay. No se reponen. En los supermercados el racionamiento llegó al aceite y los faltantes hasta los lácteos. Ni hablar de los insumos industriales, ausentes luego del nuevo cepo a las importaciones. 

 

Gabriela Cerruti volvió a enojarse y erigirse en la guardiana –léase censora– del trabajo periodístico ante una pregunta muy atinada acerca de los rumores sobre las dudas respecto de la continuidad del Presidente realizada con todo fundamento por la colega Silvia Mercado.

 

Alberto Fernández navega sin rumbo por aguas embravecidas. Su agenda de la nada es una muestra de su capitulación. Máximo Kirchner lo vapuleó en su pobre discurso del jueves en Escobar. Allí le reprochó haberse abrazado a Guzmán. No fue solo eso: también blanqueó que, de ahora en más, es su madre la que está a cargo del Gobierno.    

 

“La primera conclusión resulta obvia: con Batakis no alcanzó. Quisieron apagar el incendio con un vaso de agua. La economía necesita de señales contundentes pero sobre todo inequívocas de parte de la política. Eso no está pasando”, aseguró un empresario que se siente acorralado por las restricciones. 

 

El esperado discurso de CFK de la tarde del viernes intentó mostrar una tregua impostada. Todo está igual que hace unos días. La personalidad patológica de la vice quedó expuesta –una vez más– en su intento por echarle la culpa a Martín Guzmán de todos los males. Incluso lo acusó de desestabilizador. El kirchnerismo es especialista en ver la paja en el ojo ajeno. ¿Acaso las tertulias palaciegas dignas de una canción de los hermanos Pimpinela no contribuyeron a generar un ambiente desestabilizador?

 

“Nada va a cambiar. Repartió culpas, se arrogó la potestad de llevar tranquilidad diciendo que no haría volar a ningún ministro y se dio el lujo de sostener ese tonito de superioridad para dar vuelta la página cuando sabe muy bien que hay heridas que no cierran. La tregua pende de un hilo”, deslizó un hombre cercano al Presidente.

 

El Titanic sigue su rumbo.




    

domingo, 20 de febrero de 2022

Gobierno. Sin conexión con la realidad... @dealgunamaneraok...

 Sin conexión con la realidad

“Solo le pido a Dios...” Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

La falta de un plan económico serio para combatir la inflación es uno de los vacíos que arrastra este gobierno.  

© Escrito por Nelson Castro el sábado 19/02/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.



La vorágine por la que transcurre la realidad de la Argentina es tal, que lo estrepitoso que ocurre en un día cualquiera es superado por un hecho de un estrépito aun mayor que sucede al día siguiente. El 3,9% de inflación de enero parece haber ocurrido hace meses. Como todos los lectores saben, el dato se conoció a principios de la semana que pasó.

La inflación proyectada por el Gobierno para todo 2022 tiene un piso del 40% y nadie oculta que será varios puntos más alta. Las principales consultoras privadas la ubican en torno al 60%. La quita de subsidios a la energía, el aumento de los servicios públicos, el mencionado índice de precios al consumidor del mes de enero del 3,9% –pero con una ponderación de casi 5 puntos para el rubro alimentos– pulverizan los cálculos oficiales. Pero hay algo más triste: la falta de reacción y la contaminación ideológica de las pocas ideas que circulan por el Frente de Todos contra Todos. Al mismo tiempo que se conoció la inflación del primer mes del año, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruticonfirmó que el Gobierno planea la creación de una Empresa Nacional de Alimentos. ¿El objetivo? Fijar precios de referencia.

¿Suena conocido? Control de precios; precios máximos; precios cuidados; congelamiento de precios, y una larga lista de iniciativas con destino de fracaso que demuestran que no se puede alcanzar resultados distintos haciendo siempre lo mismo. Al fracaso que, de prosperar la iniciativa de este engendro nacido de mentes que atrasan todos los días un poco más, habrá que agregarle la oleada de corrupción que traerá consigo. La Empresa Nacional de Alimentos será una caja más de la cual se servirá el kirchnerismo duro para sus “negocios”.

La falta de un plan económico serio con medidas de fondo para combatir la inflación es uno de los vacíos que arrastra este gobierno desde el comienzo de su gestión.

“El acuerdo con el FMI traerá un ajuste inevitable, pero me atrevo a decir que la propia impericia local empoderó al Fondo para que venga a imponer un plan más o menos lógico para frenar la emisión y los excesos de la macro cometidos por este gobierno”, aseguró un economista de consulta, quien con una buena cuota de sentido común –de la que a diario demuestra carecer Alberto Fernández– agregó: “Si el acuerdo incluye los desembolsos proyectados, los niños cantores del oficialismo ya no podrán repetir que el gobierno de Macri accedió a un préstamo descabellado porque la historia para los Fernández es bastante similar”.

La cercanía de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es un catalizador que agudiza las peleas dentro del oficialismo. Nadie sabe a ciencia cierta qué va a suceder cuando el entendimiento deba ser sometido al Congreso para su aprobación. La indicación –en verdad, debería decirse la orden– de Cristina Fernández de Kirchner de que el proyecto se trate primero en la Cámara de Diputados y no en el Senado es una muestra clara de su poca o nula voluntad de darle respaldo político a esta iniciativa del Presidente, clave para el devenir de la economía argentina. Surge en medio de tanta disputa un interrogante de significativo peso político: ¿Qué hará Axel Kicillof?   

Al respecto de este acuerdo, hay que tener en cuenta la decisión política del gobierno de Joe Biden de apoyarlo. La trastienda de este apoyo es abundante en complejos vericuetos por los que han debido moverse activamente los pocos funcionarios que tienen una cabal comprensión de cómo funciona el mundo. Entre ellos, uno de los que han tenido una tarea más dura, ha sido el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello. Enmendar los desaguisados de AF y su troupe no ha sido –ni será– una tarea fácil.

El 10% de la provincia de Corrientes está siendo devorado por el fuego. El ministro de Ambiente, Juan Cabandié, sobrevoló la provincia a más de veinte días de desatado el desastre. Las acusaciones cruzadas con la Nación demuestran que la incapacidad reinante es una de las causas del desastre. Cabandié es un militante político de La Cámpora sin ninguna experiencia en la materia. Es un error de la mayoría de los gobiernos ocupar con cargos políticos carentes de pericia técnica los ministerios, secretarías o subsecretarías vinculadas al cuidado del medioambiente. 

El rabino Sergio Bergman, que comandó esa cartera entre diciembre de 2015 y septiembre de 2018, tampoco la tenía. La improvisación y los favores políticos son hoy una condena que hipoteca el futuro y la riqueza natural de nuestro país. Ayer fueron los incendios en el sur –en donde todavía persisten algunos focos ígneos–, hoy es Corrientes y mañana podrá ser cualquier otro lugar. El accionar será siempre el mismo.

Mientras tanto el presidente Alberto Fernández, que evidentemente no tiene el pulso de la dimensión de la tragedia que ya llegó a los medios internacionales, se paseó por Mar de Ajó y se puso a atajar penales en la playa con un grupo de chicos en un balneario público. En lugar de mostrar empatía, preocupación y acciones concretas por el avance del fuego, optó por quedar desparramado en la arena demostrando –una vez más– su pasión por hacer el ridículo. “Fue un momento de distensión que compartió con chicos locales y turistas del lugar. No se le puede criticar cada cosa que hace. Eso también lo humaniza y lo conecta con la gente”, dijeron cerca de su entorno, aunque admitieron que “probablemente no fue el momento más oportuno”. Es que, junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y la diputada Victoria Tolosa Paz, el jefe de Estado celebró los resultados de la temporada 2022 en una recorrida por el Partido de la Costa.

Estas “bajadas a territorio” –como se las llama– se hacen respondiendo a un plan cuidadosamente diseñado donde nada resulta auténtico. A juzgar por los resultados, el Presidente y sus asesores deberían repensar detenidamente estas iniciativas. Alguien debería recordarle a AF que del ridículo nunca se vuelve.





domingo, 13 de febrero de 2022

Falso Progresismo… @dealgunamaneraok...

Historias repetidas con un mismo resultado: padecimiento de la gente…

 

"Bondi Driver" Horacio Rodríguez Larreta. Dibujo: Pablo Temes. 

En la Argentina vivimos en un loop constante de errores no forzados e injusticias que nunca terminan.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 12/02/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Alberto Fernández tiene la bochornosa costumbre de pisar suelo extranjero y adular –hasta niveles que podrían avergonzar a cualquiera– a las autoridades anfitrionas sea cual fuere el destino.

Pasó en Rusia con el inconmovible Vladimir Putin y volvió a suceder en su visita a China con el líder del régimen Xi Jinping, donde se deshizo en elogios hacia la revolución que desató Mao Zedong. Allí expresó que “había quedado muy impresionado luego de su visita al museo del Partido Comunista” y le confesó que “nos sentimos muy identificados con todo lo que fue el trayecto de la revolución hasta el presente, que ha puesto a China en el lugar central que ocupa en el mundo. Sepa que compartimos una misma filosofía de política”. ¿El presidente argentino tendrá noción de la dimensión de sus palabras? ¿Se sentirá identificado con las atrocidades cometidas por el régimen contra los derechos humanos en ese país? ¿Habló en nombre de los argentinos? Lamentablemente es nuestro Presidente y nuestra voz en el exterior. Más triste aún fueron sus palabras en tono de complicidad adolescente cuando le dijo al líder comunista chino, que podría ser “catalogado como peronista”. La televisión local difundió el encuentro completo que no tuvo su correlato en los partes de prensa que circularon inicialmente por nuestro país.  

Es decir, que buscaron evitar deliberadamente que todo el contenido de las reuniones llegara a suelo argentino.  

¿No sabe AF que vive en la era de la información de un mundo globalizado? El contexto no podía ser menos oportuno ya que se discute localmente y en las oficinas del FMI, el cierre final del acuerdo con la Argentina. 

Este “detalle” de política económica –el rumbo de la economía argentina depende en gran parte de ese acuerdo– nos lleva a un nuevo capítulo en la historia de los ataques del kirchnerismo a la prensa. 

El Presidente replicó un tuit –que luego de unos minutos borró– avalando un mensaje que trataba de “vergüenza nacional” a la prensa argentina. Ocurrió luego del entredicho que mantuvo su portavoz –la periodista- Gabriela Cerruti con la periodista del diario La Nación Cecilia Devanna cuando ésta última le preguntó sobre el supuesto malestar de Estados Unidos por las declaraciones de Alberto Fernández en Rusia.

Lo que a Cerruti y a Fernández les crispa los nervios es que el periodismo como instrumento de la vida democrática, no está para ser condescendiente con el poder de turno. 

El relato del falso progresismo choca de frente con la realidad. La historia del kirchnerismo es largamente redundante en los ataques a la prensa y la libertad de expresión, pero parecería que Alberto Fernández olvidó que se sirvió de los medios de prensa durante sus años fuera del poder para convencernos de que era el menos cristinista de los kirchneristas, y el único dirigente que realmente había comprendido el legado de Néstor. Hay decenas de archivos que documentan sus críticas. Archivos que hoy tenemos que escuchar una y otra vez para refrescar la memoria y resignarnos a que el hoy compañero de fórmula de su propia jefa política es la misma persona que nos juraba que no compartía su ideología, sus pensamientos y sus acciones. 

Sería bueno que el primer mandatario haga memoria por al menos dos motivos: gratitud con la prensa en aquellos tiempos por un lado, y para dejar de hacer papelones públicos por el otro, mientras viste su nuevo disfraz. 

El fantasma del buen kirchnerista establece que el gobierno no paga los costos políticos. Hablando de historias que se repiten, en la semana vivimos un nuevo capítulo de la serie de una serie trillada: la Nación revoleando servicios que son de su competencia a la Ciudad de Buenos Aires. 

Ocurrió con el traspaso de la Policía, con el de los subterráneos y ahora intenta repetir la fórmula con las 32 líneas de colectivo que circulan por la Capital Federal. El trasfondo es político y económico. El gobierno nacional tiene la necesidad de aplicar un fuerte ajuste para reducir gastos y subsidios en sintonía con las demandas del Fondo Monetario Internacional. 

Esta urgencia va directamente en contra de las prácticas del manual del buen kirchnerista y el Gobierno no quiere pagar el costo político. Teme que su base electoral sufra algún tipo de desilusión. 

El malo de la película, si la movida se concreta, será Horacio Rodríguez Larreta quien recibiría parte del transporte público sin subsidios y estaría obligado a elevar el costo del pasaje dentro de los límites de CABA. Una medida que el gobierno nacional ideó sin tener en cuenta que los usuarios de todas las líneas de colectivo son en su mayoría del conurbano bonaerense y el AMBA. 

Eliminar subsidios por jurisdicción con criterio clasista y como herramienta de castigo político sin planificación técnica conlleva a un nuevo fracaso que ya hemos vivido: la segmentación de tarifas de la energía eléctrica. Vivir en un determinado barrio de la Capital o el Conurbano no necesariamente define el perfil socio- económico del contribuyente. “Será tiempo perdido. Y cuando lleguen las boletas de luz con el aumento correspondiente la inequidad será tal que lloverán las denuncias en la Justicia y los amparos. Es inaplicable” –aseguró un especialista en eficiencia energética.

El aumento del 32 por ciento a los jubilados que el Presidente anunció por sus redes sociales sigue en línea con el ajuste al que vienen siendo sometidos los adultos mayores. ¿Puede una persona adulta vivir con 32 mil pesos por mes?

Por supuesto que en el país de los privilegios no todos tienen la misma suerte. Mientras los niños y los jubilados sufren la pobreza en carne viva.

La vicepresidenta en funciones sigue cobrando dos pensiones vitalicias por un valor que ronda los tres millones de pesos por mes.

La Justicia debería revisar y definir el tema lo antes posible.  

La Argentina vive un loop constante de errores no forzados e injusticias que nunca terminan. Lamentablemente, no hay nada nuevo bajo el sol.




lunes, 29 de noviembre de 2021

La permanente involución… @dealgunamaneraok...

 La permanente involución… 

Donde hay un dólar, Martín Guzmán. Dibujo: Pablo Temes 

Impunidad, degradación institucional, relato y mentira en lugar de la realidad: la Argentina que tanto nos duele. 

Escrito por Nelson Castro el sábado 27/11/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Con el sobreseimiento de Cristina Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia, en la causa Hotesur y Los Sauces –acusados nada menos que de lavado de dinero–, la impunidad y la degradación institucional alcanzaron el pasado viernes niveles preocupantes para cualquier república que se considere bien establecida. Hay en las últimas decisiones de una parte de la Justicia que debe juzgar a la vicepresidenta y sus secuaces una lamentable coincidencia: las acusaciones se caen sin siquiera llegar a juicio. Esto es, sin la culminación del proceso, sin escuchar a los testigos y sin la exposición de pruebas en su contra. 


Ya había ocurrido en las causas Qunita y Memorándum con Irán. Mucho se ha hablado del plan de impunidad de CFK sistemáticamente negado por sus abogados, allegados y correligionarios; lo cierto es que la realidad viene demostrando que su diseño se viene cumpliendo a rajatabla. “Cristina necesitaba sí o sí evitar este juicio porque, de haberse llevado a cabo, el cúmulo de evidencias en su contra era tal que no hubiera habido ninguna posibilidad de lograr la absolución”, explica una fuente judicial que conoce la causa al dedillo. La ex presidenta en funciones sabe que nunca irá presa. No es esa su preocupación. Lo que la perturba es la existencia de una condena. 


Amado Boudou logró una reducción del tiempo que pasó preso. Lo que no consiguió –ni conseguirá– es evitar su condición de condenado, es decir, de persona con prontuario. Lo mismo se aplica para Julio De VidoRicardo JaimeJosé López y Juan Pablo Schiavi. La otra cosa que inquietaba a CFK era la situación de su hija Florencia, que no tiene fueros. Para ella, el destino inevitable era la cárcel.

 

En la Justicia hay muchos jueces, fiscales y funcionarios honestos. A todos ellos, el bochornoso fallo dividido del Tribunal Oral Federal Número 5, integrado por Adrián GrünbergDaniel Obligado –que votaron a favor– y Adriana Palliotti –que votó en disidencia y afirmó que “no se advierte la existencia de evidencia alguna con el alcance de ‘prueba nueva’ (...) que pudiera habilitar, siquiera mínimamente, esta vía para arribar a un sobreseimiento”–, deja mal parado a todo el sistema judicial como tal.

 

El apuro en la emisión del fallo tampoco es casual. El Dr. Grünberg termina su subrogancia la semana que viene y, además, el 10 de diciembre, el Frente de Todos contra Todos perderá su supremacía en el Senado, lo cual echa por tierra el sueño de la reforma judicial pro impunidad anhelada por CFK.

 

El fallo pone en jaque la credibilidad del Poder Judicial. Esta es la verdadera dimensión del significado del veredicto de los camaristas Grünberg y Obligado. Y eso tiene consecuencias nocivas para la consolidación del concepto republicano que rige la vida institucional de nuestro país. Cuando la Justicia consagra la impunidad, el ordenamiento social se ve alterado. Si la decencia y la indecencia dan lo mismo, la corrupción finalmente triunfa. Nadie crea que se puede combatir la pobreza en los lugares donde el delito se impone. Los países con más altos niveles de decencia de sus funcionarios son los países donde hay mayor igualdad social. La corrupción en el poder y la pobreza van de la mano. Donde impera la corrupción, la ley no vale nada. Es lo que estamos viendo en muchas zonas de la Argentina.  


En las últimas decisiones de la justicia sobre CFK las acusaciones no llegan a juicio.


La vicepresidenta ya tenía conocimiento de este fallo cuando el pasado miércoles por la noche reapareció por primera vez –luego de su operación y del silencio poselectoral– en el brindis de despedida de los senadores que concluyen su mandato. En el encuentro –de carácter privado– no dejó definiciones políticas pero se la vio distendida y de muy buen humor, algo no habitual en ella. En rigor a la verdad, quien interprete su ausencia mediática como un repliegue se equivoca. CFK está activa y sigue de cerca todas las actividades de gobierno con ojo crítico y mano lista para volantear; desde la negociación con el FMI hasta la llamada ley de envases que, de aprobarse el proyecto, funcionará en la práctica como una nueva caja para las organizaciones sociales.

 

En su conferencia de prensa del viernes la señora portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, teorizó sobre los logros del Gobierno y la “flamante” situación del país para justificar la medida restrictiva para quienes no pueden cancelar el saldo de sus viajes al exterior en un pago y optan –u optaban– por hacerlo en cuotas. 


Según Cerruti todo está tan bien que el nuevo cepo al turismo es necesario. Veamos sus palabras de manera textual para que se entienda un poco mejor lo inentendible: “Es una disposición del Banco Central que es momentánea y puntual, que se refiere a algo absolutamente específico y que tiene que ver con este proceso de crecimiento y reactivación económica en el que estamos, muy fuerte. Han visto las cifras de esta semana de reactivación del consumo, del turismo interno, de las pymes, de la actividad económica”. El kirchnerismo cree que todo es relato y mentira. La medida que tomó el Banco Central tiene una sola explicación: faltan dólares, el acuerdo con el FMI es todavía incierto y hay temor a lo que pueda suceder en el mercado cambiario.

 

Todas estas cosas ya sucedieron en el pasado. Es la larga y permanente involución de la Argentina que tanto duele.

 

Producción periodística: Santiago Serra.




domingo, 17 de octubre de 2021

Oficialismo desquiciado… @dealgunamaneraok...

 Oficialismo desquiciado…

 

Es otro cantar, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Teme


Crecen las señales de un gobierno partido en dos, incapaz de enfrentar el desafío de la crisis económica.

“Ningún gobierno es mejor que las personas que lo integran.” (John Fitzgerald Kennedy)


Escrito por Nelson Castro el sábado 16/10/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

La conducta errabunda del Presidente no se detiene. Su navegación en un mar de idas y vueltas mina su credibilidad día tras día. Un día dice que se levanta el acto de hoy por el 17 de octubre y, al otro, afirma lo contrario. Algo similar sucedió con la designación de Gabriela Cerruti como “portavoz de la Presidencia”, algo que cayó como una bomba en el entorno de Alberto Fernández. Generó suspicacias y hasta burlas dentro de Presidencia: “¿Vuelve 6,7,8?”, se preguntaron. Pero otra fuente que recorre la Rosada confirmó que “la eligió Alberto más allá de las discusiones que pudieron haber tenido en el pasado. “Fue una decisión suya. Pero hay muchos que sienten que quedaron pedaleando en el aire y no hacen pie”, remarcó. Se entiende: primero AF lo negó y, luego, lo confirmó.


El hilo de tuits que los tuvo como protagonistas en el mes de enero de 2017 confirma la labilidad del Presidente. Alberto Fernández había dicho en una entrevista que Cristina Kirchner lideró una etapa “patética del peronismo”, asegurando que se había “bancado” a “Boudou, Moreno, Milani, el pacto con Irán”. Cerruti lo cruzó por la red social del pajarito: “Para @Alferdez @CFKArgentina representa el peronismo patético”, y agregó: “Yo no dudo que despreciás al kirchnerismo. Me alegra que no haya más confusión”. A lo que Fernández respondió: “La única confundida sos vos que nunca fuiste peronista. Ganate una banca sin chicanear. A mí no, Gaby”.


El ahora presidente de los argentinos, pues, atacó a Cerruti al igual que condenó a Cristina Fernández de Kirchner. Hoy Cerruti es su flamante vocera y CFK su vice, que paradójicamente fue quien lo ungió y quien, sin lugar a dudas, es la que manda.


A falta de alguna buena idea, lo que abunda en esa navegación a través de un mar de aguas procelosas son las peleas. Muchas son subterráneas; otras, en cambio, salen a la superficie. Entre estas últimas está la que tuvo el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, con Máximo Kirchner. La disputa fue pululante en lenguaje soez y gestualidad amenazante. La conclusión es que Berni ya anunció que después de las elecciones se va del Frente de Todos contra Todos. El nombre que desde las canteras del peronismo  bonaerense se hizo circular para reemplazarlo es el de Alejandro Granados, quien ya ocupó ese cargo –y fracasó– en la segunda gobernación de Daniel Scioli. Más allá de que se concrete o no su designación, esto da idea de la revulsión que existe al interior del oficialismo.


Mientras tanto, la inseguridad en el Conurbano se enseñorea con su reguero cruel de violencia y muerte. Esta semana fueron los asesinatos de Gonzalo Refi en Lanús, de Lucas Iván Cancino en Quilmes, y del subcomisario Rodrigo Becker en Caseros. ¿Cuáles serán los próximos? ¿Cómo se puede vivir así? No es casualidad que mucha gente joven –y no tan joven– se esté yendo del país. No es solo un mejor futuro económico lo que buscan; es también la seguridad, el saber que se puede salir a la calle sin el temor de que a la persona le roben y la maten por un teléfono celular, un par de zapatillas, una bicicleta, una moto o lo que fuere. 


 

El territorio bonaerense es un aquelarre. El intervenido gobierno de Axel Kicillof se ve azotado por un vendaval político imparable. El gobernador, que desafió al agua, al viento y al polvo en el acto de campaña de inauguración de un tramo de seis kilómetros de la Ruta 3 entre Ezeiza y La Matanza, enfrenta la rebelión –subterránea, por ahora– de los intendentes peronistas del Conurbano que nunca –y ahora mucho menos– lo quisieron.  


Kicillof ha perdido su calidad de niño mimado de la ex presidenta en funciones. No solo de ella; también de su hijo.


La salida de Paula Español fue otro cachetazo para el gobernador, ya golpeado por la intervención de su gabinete por parte de Martín Insaurralde.


El otrora predilecto del kirchnerismo viene cayendo en picada luego de la derrota en las PASO.


En este contexto declinó la invitación a participar del Coloquio de IDEA a pesar del cambio de rumbo que significó la participación del mismísimo Presidente y distintos funcionarios y candidatos en el encuentro empresarial. “¿Que iba a decir en una semana marcada por hechos negativos y sin el respaldo al que estaba acostumbrado? Inflación de septiembre, asesinatos en el Conurbano y recambio de funcionarios cercanos. Es mejor volar bajo radar”, aseguró una fuente del Instituto Patria. El control de precios ya puso los pelos de punta a los empresarios justo antes del Coloquio de IDEA. “Congelar los precios de 1.200 productos de la canasta por noventa días es inconsistente. ¿Qué va a pasar el día 91? Cuantos más parches pongan sin soluciones reales más difícil será desandar ese camino. Ahora Feletti abre la temporada de amenazas con precios máximos y ley de abastecimiento, ¿se olvidó del fracaso de las políticas de Moreno?”, dijo un hombre del sector del retail.

Todo lo que viene haciendo el Gobierno no tiene otro destino que el fracaso.

La reunión convocada de urgencia  con los líderes empresariales fue la confirmación del deterioro de la autoridad del Presidente. La pregunta de Francisco de Narváez –uno de los asistentes– fue la muestra: “Queremos saber si la vicepresidenta está de acuerdo con esto”, inquirió cuando AF hablaba de la voluntad del Gobierno de llegar a un acuerdo con el FMI. No fue la única pregunta e inquietud que se volcó sobre la mesa. Lo notable es que, en un intento de sincerarse, el Presidente reconoció las dificultades económicas que derivan de esa falta de acuerdo. Se habló allí de la insostenible brecha cambiaria, de las dificultades que para la actividad industrial representan el cepo y las trabas a las importaciones. Más allá de la cortesía reinante en el encuentro, fueron pocos los hombres de negocios que se fueron de la Casa Rosada con alguna expectativa positiva. A esos pocos, la desvaída alocución de AF en IDEA los derrumbó.  “El problema central sigue siendo de confianza y de credibilidad. La economía no se puede ordenar con un gobierno partido en dos”, señaló uno de los empresarios que escuchó con resignación al Presidente que llegó cincuenta minutos tarde al coloquio.

La defensa de Jones Huala (líder del grupo violento y radical Resistencia Ancestral Mapuche) por parte  del embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, es otra muestra del desquicio que anida en el seno del oficialismo. Nada que sorprenda.