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domingo, 20 de marzo de 2022

Una batalla imprescindible... @dealgunamaneraok...

Una batalla imprescindible...

Fotografía: Juan Mabromata / AFP

El Senado dio luz verde para que el Ejecutivo avance en la refinanciación de la deuda inviable que dejó el gobierno de Mauricio Macri, y aunque ese compromiso no desaparecerá ni se resolverá, el acuerdo con el FMI permite despejar el horizonte financiero y económico por varios años para seguir fortaleciendo el crecimiento con inclusión.

© Escrito por Carlos Heller el sábado 19/03/2022 y publicado por el Diario Tiempo Argentino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Como vengo sosteniendo en mis intervenciones, es el menos malo de los escenarios posibles y no hay nada para festejar, pero nos permite contar con un camino a transitar. Las opiniones y las subjetividades son infinitas y siempre se podrá decir que se podría haber negociado de otra forma. Pero lo cierto es que hoy tenemos un acuerdo en el que no está mencionada la palabra «ajuste» (o consolidación). Más aun, hay un gobierno que no se compromete a quitar derechos a trabajadores/as y jubilados/as, y por el contrario tiene un programa con aumentos en el gasto real, principalmente en las inversiones en infraestructura y conocimiento que el país precisa, y en el gasto social, junto con un mejoramiento de la recaudación fiscal, con un sesgo más progresivo. Se trata de un acuerdo radicalmente diferente de todos los que históricamente tuvo el país con el FMI. Se logró poner por delante los intereses de la economía, gracias a una intensa negociación del gobierno. Nada de esto se podría haber conseguido con un arreglo en “cinco minutos”.

También se logró instalar en el acuerdo que la inflación es un fenómeno multicausal, lo que habilita a que se puedan utilizar múltiples herramientas para abordarlo, entre ellas las políticas de precios.

Hay todo un plan, aunque muchos insistan en negarlo. Por ejemplo, el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, enumeró diversas fuentes de financiamiento para reforzar el frente externo: principalmente, aumento de las exportaciones. Además, “les estamos diciendo a las empresas que busquen crédito en el sector privado porque después del acuerdo con el FMI seguramente lo van a conseguir. Eso mejorará también el perfil de nuestras reservas”, citó Pesce. También se estima un aumento importante del financiamiento de los organismos multilaterales de crédito y de la inversión extranjera directa, que crecería hasta U$S 2500 millones este año y seguiría recuperándose.

Enfrentar el incremento de los precios.

El martes se conoció el dato de inflación del mes de febrero (4,7%), el mayor valor desde marzo del año pasado (4,8%). No deberíamos seguir teniendo estos índices de inflación, y mucho menos el 7,5% de alimentos y bebidas y un 4,9% en transporte en ese mismo mes, que es mucho más grave, porque es el consumo básico de los sectores de menos ingresos.

Este fuerte impacto sobre los sectores más desprotegidos de la población lo podemos ver en las subas de la Canasta Básica Alimentaria (por debajo de la cual un hogar es considerado indigente), que creció en febrero un 9%, y la Canasta Total (para establecer el nivel de pobreza), que se incrementó en un 6,6 por ciento.

No se puede permitir que se carguen en el mercado interno valores que paga un consumidor europeo, para dar un ejemplo. El problema es que hay sectores que no quieren resignar márgenes en un contexto de precios internacionales récord. Es una expresión más de la puja distributiva, que también se ve apuntalada por la gran concentración económica, que hace que los formadores de precios traten de imponer sus condiciones. Ante esta situación, el Estado no debe estar ausente.

Considero que es necesario actuar en las cadenas de valor, para saber qué aumentos son justificados y cuáles no, verificando cómo funcionaron los acuerdos que se firmaron, y aplicando los correctivos necesarios. Si el tambero se queja de que le pagan poco por la leche y el consumidor que va a la góndola se queja por el precio que paga por el sachet de leche, entonces deberíamos poder conocer todos los valores de la cadena, las intermediaciones, si todas son necesarias o no, y cuáles son los márgenes de ganancia en cada eslabón. Eso permitirá, por ejemplo, pensar herramientas para lograr que los productores tengan una compensación adecuada, porque son los que tienen que producir, pero con precios que los consumidores puedan pagar. Sin embargo, no resulta fácil. Para ilustrar, cuando el gobierno estableció que la televisión por cable o Internet eran servicios públicos esenciales, y que por ende esos precios tenían que estar regulados, presentaron un amparo y desactivaron la iniciativa del Ejecutivo. Y así con muchas otras medidas.

No obstante, el gobierno conserva poder regulador. Ante la decisión del consorcio que agrupa a frigoríficos exportadores de discontinuar la provisión de carne a los supermercados para mantener “Cortes Cuidados”, desde el gobierno respondieron: “Quienes no cumplan con los compromisos asumidos con las y los argentinos, no podrán continuar exportando carne”. Luego de la reunión, el consorcio cárnico decidió continuar con el programa.

La “guerra” contra la inflación

Cuando el presidente Alberto Fernández anunció que daría una “guerra contra la inflación”, varios opositores preguntaron: “¿una guerra contra quién?”. El presidente lo respondió claramente en su discurso del pasado viernes: “Nuestra batalla hoy es contra los especuladores. Contra los codiciosos. Contra quienes buscan aun en situaciones complejas sacar una renta extraordinaria”. Un adecuado enfoque.

También dejó en claro las dificultades que implica bajar los precios, en especial, pero no solo por ello, por la guerra en Ucrania.

¿Cuáles son los objetivos de estos planes? Fernández expresó: “Nuestro objetivo debe ser, por un lado, garantizar la provisión de insumos para que la cadena de abastecimiento se cumpla. Y, por otro, asegurar que los precios de los productos de consumo más relevantes sean accesibles para todas las familias argentinas”.

¿Cuáles son las líneas directrices de esta estrategia?

Una directriz es el diálogo, convocando “a los representantes de los sectores productivos, empresarios, trabajadores formales y de la economía popular, representantes del campo y el comercio, la pequeña y mediana empresa y la sociedad civil a una mesa de acuerdo que nos permita diseñar un mañana en la lucha contra la inflación”.

Por otro lado, ha dado indicaciones a sus ministras/os “para que construyan acuerdos con los diferentes sectores pero que no duden en aplicar todas las herramientas del Estado para fijar y hacer cumplir las medidas necesarias”. Más precisamente, se refirió a aplicar la Ley de Abastecimiento si ello es necesario.

Otra herramienta es la constitución de un fondo de estabilización para evitar el traslado de las subas del precio internacional al precio que pagan los/as argentinos/as.

En estas medidas no se agota el plan: desde el enfoque de la inflación multicausal, el presidente sostuvo: “Vamos a consolidar nuestras reservas del Banco Central. Vamos a promover la inversión y la producción nacional. Vamos a mejorar el financiamiento de las políticas públicas. Vamos a profundizar el diálogo y la búsqueda de acuerdos para contener los precios y mejorar los ingresos”.

Un tema poco mencionado y que me interesa resaltar: Fernández sostuvo que “necesitamos luchadores contra la especulación y la inflación en cada comercio, en cada mesa, en cada casa”. Una definición interesante, y que nos plantea continuar en la construcción de una fuerza política y popular, con participación plena de la ciudadanía, en esta “batalla” que debemos dar para revertir esta puja distributiva, que tal como está planteada no solo genera inflación, sino también pobreza y cada vez mayor desigualdad.  



domingo, 23 de enero de 2022

Negociación con el FMI. Acuerdo sin ajuste… @dealgunamanera...

 Negociación con el  FMI. Acuerdo sin ajuste… 

El ministro de Economía, Martín Guzmán, junto a la directora del FMI, Kristalina Georgieva.

Las negociaciones de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional están trabadas en un punto: el gobierno nacional no está dispuesto a hacer el ajuste que le pide el organismo multilateral de crédito. La Argentina quiere un acuerdo, pero no el que la obligaría a la aplicación de las recetas económicas tradicionales del Fondo. Éstas ya se pusieron en práctica muchas veces, siempre con pésimos resultados.

© Escrito por Carlos Heller (*) 23/01/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

 

¿Qué quiere decir ajuste fiscal? Recortar lo que el Estado invierte en Salud, Educación, Ciencia y Tecnología, Obras Públicas, Medio Ambiente, entre otras áreas. Es decir, en todo lo que tiene que ver con el bienestar de la ciudadanía. 

El FMI lo ha expresado claramente: “las economías emergentes deben prepararse para el endurecimiento de la política de la Reserva Federal (…) Ante las condiciones de financiamiento más restrictivas, los mercados emergentes deben adaptar su respuesta en función de sus circunstancias y vulnerabilidades (…) En cualquier caso, parte de la respuesta debe consistir en dejar que las monedas se deprecien y en elevar las tasas de interés de referencia. Si surgen condiciones desordenadas en los mercados cambiarios, los bancos centrales que cuenten con suficientes reservas pueden intervenir, siempre que tal intervención no suplante el debido ajuste macroeconómico”. 

Es el manual histórico de las políticas regresivas. 

En ese escenario, en el plano internacional el gobierno nacional despliega una serie de acciones. Por ejemplo, trata de influir en distintos países, entre ellos Estados Unidos, quien fue clave para la autorización del crédito que el FMI le concedió a la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri. Un préstamo de esas características, por fuera de lo estipulado en los estatutos del Fondo, no pudo ser aprobado sin la intervención activa de los Estados Unidos, que por su participación accionaria tiene poder de veto sobre las decisiones que se toman en ese organismo multilateral. 

La posición del gobierno argentino tiene apoyos diversos. Legisladores norteamericanos demócratas, entre otros, le demandan a la Reserva Federal que escuche los planteos de los países endeudados. En paralelo, un equipo de abogados del Centro de Investigación Social dependiente de la London School of Economics presentó un análisis jurídico en el que describe las condiciones absolutamente irregulares en las que se le dio el crédito a nuestro país. En síntesis: si el FMI hubiera actuado de acuerdo a su estatuto, la Argentina no tendría el actual endeudamiento. 

En los últimos días apareció un informe de OXFAM, la organización internacional que, entre otros temas, estudia la fuga de capitales hacia las guaridas fiscales. El mismo sostiene: 

Desde el inicio de la pandemia ha surgido un nuevo milmillonario en el mundo cada 26 horas. 

Los diez hombres más ricos del mundo han duplicado sus fortunas en este periodo mientras que, se estima, más de 160 millones de personas cayeron en la pobreza.

Solo con las ganancias que Jeff Bezos ha amasado desde que comenzó la pandemia se podría vacunar a toda la población mundial. 

Las riquezas de una pequeña elite de 2755 milmillonarios han crecido más desde los inicios de la pandemia que en los últimos 14 años. 

Los gobiernos de todo el mundo pierden más de 200 mil millones de dólares anuales a causa de la evasión y elusión fiscal de las empresas. 

En ese marco, el planteo del gobierno nacional es muy sencillo: en lugar de ajuste, propone aplicar políticas de progresividad impositiva y de distribución del ingreso como las que recomiendan hasta los organismos multilaterales. No está promoviendo políticas extrañas: son iniciativas expansivas similares a las que muchos países centrales llevan adelante. La Argentina afirma: “nosotros queremos acordar, nosotros queremos pagar, pero para eso primero tenemos que crecer para tener más recursos”. En definitiva, el país impulsa un modelo de crecimiento con la gente adentro.  

* Diputado nacional por el Frente de Todos y Presidente del Partido Solidario.



 

domingo, 7 de marzo de 2021

Apertura del año legislativo… @dealgunamaneraok...

 Apertura del año legislativo…


El pasado lunes, el presidente inauguró el período de sesiones ordinarias y brindó un discurso que comenzó repasando las principales respuestas del Estado ante la pandemia. Luego abordó en profundidad algunos de los temas que deberán encararse en el transcurso del año. En reiteradas ocasiones mencionó que el eje es el Presupuesto 2021 y la idea de que los salarios crezcan por encima de la inflación. 

© Escrito por Carlos Heller el domingo 07/03/2021 y publicado en Facebook, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

El aparato mediático, como era previsible, estuvo más enfocado en tergiversar los dichos del presidente en torno de la reforma de la Justicia y al anuncio de que el Estado iniciará una querella para investigar el acuerdo con el FMI de 2018. Dos temas que es preciso revisar. 

En lo económico, Alberto Fernández señaló que "el sistema capitalista fracasa en el mismo instante en que los que consumen son expulsados del mercado", y que "ninguna sociedad crece empobreciendo a los que viven de un salario". Una definición conceptual que el gobierno acompaña con decisiones concretas. Entre ellas, "una mesa de concertación de precios y salarios junto al sector empresario y sindical". Sin embargo, aclaró que si bien "creemos en el diálogo (...), de ninguna manera significa que el Estado resigne sus potestades legales". Por su parte, se reafirmó que el gobierno sigue un abordaje integral para resolver el tema de la inflación. El mismo incluye el programa macroeconómico plasmado en el Presupuesto 2021, la coordinación de precios y salarios y los programas específicos como Precios Cuidados. Lo contrario del Estado canchero. 

En el discurso también se hizo énfasis en el rol del mercado interno, cuyo fortalecimiento es clave para "acelerar la recuperación de la producción y el empleo". A su vez, consideró la generación de trabajo como "la principal política social" y que "la recuperación de los ingresos reales constituye un elemento fundamental para el crecimiento. Esta recuperación es un objetivo prioritario para 2021". Los acuerdos paritarios que se van conociendo van claramente en esa dirección. 

Uno de los más recientes es el acuerdo nacional docente, con un incremento salarial del 34,55%, porcentaje que está por encima de la inflación proyectada en el Presupuesto 2021 (29%). Se pagará en tres cuotas durante el transcurso del año (en marzo, julio y septiembre) y tendrá vigencia hasta noviembre, cuando se convocará a una nueva paritaria para trabajar en la renegociación. Una noticia que está en consonancia con otros acuerdos que se van firmando, como el de los encargados de edificios. 

Los haberes jubilatorios a partir de marzo subirán un 8,07%, según lo estipulado por la nueva ley de movilidad (con la anterior fórmula, el aumento de marzo habría sido del 7,18%). Además, para los meses de abril y mayo, el gobierno decidió que a las jubilaciones y pensiones de hasta $ 30.856 (1,5 haberes mínimos) se les agregará un bono mensual de $ 1500. De esta forma, el haber mínimo actualizado ($ 20.571) pasará a ser de $ 22.071 en dichos meses. Según la Anses, "al considerar el aumento por movilidad y los bonos, una jubilación mínima aumentará un 16%, ganándole claramente a la inflación del trimestre (...) El 70% de los jubilados, jubiladas, pensionados y pensionadas de menores ingresos, que fueron quienes se vieron más afectados y afectadas en los últimos años, obtendrán este beneficio por dos meses hasta la aplicación de la nueva movilidad en el mes de junio". 

Volviendo al discurso, respecto de las tarifas, el presidente comentó que, de haber continuado el esquema del anterior gobierno, "el gas debería haber aumentado un 80% en octubre y debería aumentar un 130% en abril de este año. La electricidad, por su parte, debería aumentar un 168% en el próximo mes de abril". Sin embargo, mencionó que es hora de regularizar el sistema tarifario, que estuvo congelado todo este tiempo, con el objetivo de lograr "tarifas diferenciales según la capacidad patrimonial de quien recibe el servicio". Se trata de un concepto que comparto plenamente. Un servicio público es un derecho, y si es un derecho no es justo ni razonable que tenga el mismo precio para todos y todas y no esté vinculado a la capacidad de pago de cada usuario. Es una forma, también, de cuidar los ingresos de los sectores mayoritarios. 

A su vez, el Ejecutivo enviará al Congreso nacional un proyecto para declarar la "emergencia de servicios públicos y regulados con el objetivo de desdolarizarlos definitivamente y adecuarlos a una economía en la que los ingresos son en pesos". Otro anuncio razonable desde el punto de vista de la formación de los precios y que, además, apunta a revertir la dolarización de facto que arrastra la economía argentina, producto de las políticas de anteriores gobiernos. Fue otro de los anuncios que el aparato mediático pasó por alto. 

Un capítulo central del discurso fue la cuestión de la renegociación del préstamo con el FMI: "Una deuda tomada por un gobierno irresponsable, que obtuvo un crédito otorgado en su favor por motivos absolutamente políticos, merece una revisión y un tratamiento adecuado a la hora de su renegociación", según el presidente. 

Un préstamo a todas luces insostenible. Según el cronograma acordado por el anterior gobierno, se deben estar pagando al FMI este año U$S 3826 millones, U$S 18.092 millones en 2022, U$S 19.186 millones en 2023 y U$S 4921 millones en 2024, cuando se cancela la deuda. Son dólares que no puede generar la economía argentina en cuatro años. Tampoco están disponibles ya que se fugaron. Según el BCRA, entre mayo de 2018 y octubre de 2019, cuando Macri estableció controles cambiarios más estrictos, la formación de activos externos alcanzó los U$S 45.100 millones. Un número parecido a los fondos que ingresaron del FMI. 

Por estos motivos, el Estado iniciará una querella criminal para "determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda", según afirmó el presidente. Son hechos a investigar, tanto por las responsabilidades legales que caben como para evitar que se repitan. De hecho, el mismo lunes del discurso, el BCRA, según aparece en su página web, "elevó a la Sigen y a la Oficina Anticorrupción toda la documentación vinculada al último acuerdo firmado por la Argentina con el Fondo Monetario para determinar si generaron perjuicios al Estado. El Banco Central pidió la realización de una auditoría específica de la documentación para evaluar las responsabilidades de los funcionarios que actuaron oportunamente en la efectivización del acuerdo suscripto por la República Argentina con el Fondo en 2018 y determinar la existencia de perjuicio para el patrimonio público". Otra noticia que casi no apareció en los medios y que indica que el proceso está en marcha. 

En síntesis, el discurso presidencial de la 139ª Asamblea Legislativa fue coherente y trató muchos de los ejes que permanentemente sostengo. En lo económico, se reafirma la idea de que el Presupuesto 2021 votado por el Congreso es el verdadero programa de Estado y que hay un objetivo claro de que se vaya recuperando el salario real. Para lograrlo, se mencionó que se puede avanzar por acuerdo o por medio de las potestades de las que dispone el Estado. En casi dos horas de discurso quedó claro que hay plan, que no es de ajuste, y que existe una firme convicción para llevarlo a cabo. 





Rendir cuentas por la deuda… @dealgunamaneraok...

 Rendir cuentas por la deuda. El crédito del Fondo Monetario Internacional al gobierno de Mauricio Macri…



El presidente Alberto Fernández en el discurso de apertura de la Asamblea Legislativa, acompañado por la vicepresidenta, Cristina Fernández. Imagen: NA 

En su discurso ante la 139ª Asamblea Legislativa, Alberto Fernández anunció que se iniciará una querella criminal para “determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda”. 

Escrito por Carlos Heller, Diputado Nacional Frente de Todos. Presidente Partido Solidario, el domingo 07/03/2021 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

En su discurso ante la 139ª Asamblea Legislativa, Alberto Fernández anunció que se iniciará una querella criminal para “determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda”. 

Más allá de los aspectos legales involucrados, creo que es importante echar luz sobre lo ocurrido con el gravoso préstamo del FMI, ya que es una forma de aspirar a que no se repitan situaciones que hipotecan al país, en beneficio de unos pocos y unas pocas. 

Al día siguiente del discurso, exfuncionarios económicos de Cambiemos salieron a apoyar las decisiones del anterior gobierno, con las mismas frases que utilizaban en los tiempos de posverdad. Por ejemplo, se escuchó decir que “la deuda no sale de un repollo. Cuando un gobierno aumenta su deuda es porque tiene déficit fiscal (...). El gobierno de Macri recibió un déficit fiscal primario grande (-3,8% del PIB en 2015)”. 

Sin embargo, nada justifica que -como ocurrió- se tome deuda en dólares para afrontar gastos que el Estado tiene que realizar en pesos. Tampoco hay que dejar de recordar que en febrero de 2019 el gobierno de aquel entonces informó a la Securities and Exchange Commission (SEC, la comisión de valores del gobierno estadounidense) que el déficit fiscal primario ascendía al 1,8 por ciento del PIB en 2015 (dos puntos porcentuales menos que el 3,8 por ciento comentado). 

También se volvió a insistir con el falso argumento de que “dos de cada tres dólares de deuda que se tomaron durante el gobierno de Macri se usaron para pagar deudas heredadas”. Otro intento por desafiar la lógica, ya que la deuda creció de manera descomunal durante la anterior gestión. 

En cuanto al préstamo con el FMI, en el discurso del Presidente volvió a quedar claro lo insostenible de los montos involucrados. Alberto Fernández precisó que, según lo acordado por el gobierno que lo precedió, en 2021 “la deuda a pagar es de 3826 millones de dólares. En 2022 esa cifra aumenta a 18.092 millones de dólares. El año subsiguiente el monto asciende a 19.186 millones de dólares. Recién en 2024 el pago de la deuda se cancela abonando 4921 millones de dólares”. 

Un exfuncionario macrista afirmó que el préstamo se utilizó casi todo para pagar vencimientos de otras obligaciones. No obstante, el 9 de diciembre de 2019 comenté en una nota que, según el Balance de Cambios del BCRA, “desde que se recibió el primer desembolso del FMI, la deuda pública con privados se redujo (alrededor de) 15.000 millones de dólares”. Sin embargo, del organismo ingresaron unos 44.490 millones de dólares. 

No se puede explicar lo inexplicable y negar que de algún lado surgieron los fondos para financiar la fuga. Como señala el BCRA en un informe, “en la etapa de aceleración de salida de capitales, a partir de mayo de 2018, la formación de activos externos alcanzó los 45.100 millones de dólares”, un monto bastante similar al del préstamo. 

Son episodios que no deben volver a repetirse. En su momento parecía que se trataba de un debate saldado, luego de los daños que generaron los anteriores ciclos de endeudamiento. Sin embargo, entre otras decisiones, se acordó un préstamo “entre gallos y medianoche, sin intervenciones jurídicas y técnicas previas, con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso Nacional”, según afirmó el Presidente ante la Asamblea Legislativa. 

Para tratar de evitar futuras hipotecas, hemos sancionado recientemente en el Congreso la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública. La norma tiene como principal objetivo regular la toma de deuda en moneda extranjera por parte del Estado. Para ello se establece que la Ley de Presupuesto Nacional deberá prever el porcentaje máximo que se emitirá en moneda y bajo jurisdicción extranjera respecto del monto total de emisiones autorizadas para el año. Además, los futuros acuerdos con el FMI y otros organismos internacionales deberán ser aprobados por el Congreso, y queda prohibido que se destinen esos préstamos a gastos primarios corrientes.





domingo, 4 de octubre de 2020

Escándalos. Del diputrucho al pornogate… @dealgunamanera…

 Escándalos. Del diputrucho al pornogate…

 

Diputado Esteban Bullrich y Presidente cámara diputados Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes.   


Lo que pasó en la sesión virtual expone el franco deterioro de la política local. ¿Cuántos otros Ameri hay? Muchos.
 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/09/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Se llamó diputrucho a Juan Kenan, un asesor del entonces diputado Juan Manuel Samid, hermano de Alberto Samid. En la sesión del 26 de marzo de 1992, Kennan ocupó una banca y le posibilitó al Partido Justicialista la obtención de quórum para una sesión clave en la que se aprobó el marco regulatorio para la privatización de la empresa Gas del Estado impulsada por el entonces presidente Carlos Menem.  

 

Desde aquel episodio hasta el protagonizado por el ahora ex diputado Juan Ameri han pasado –al día de hoy– 28 años, 6 meses y un día. Han sido 28 años, 6 meses y un día de un paulatino e imparable deterioro político de la Argentina acompañado por sus deletéreas consecuencias institucionales, sociales y económicas.

 

El caso del ex diputado Ameri deja al desnudo una vez más no solo la turbia trama de la confección de las listas de legisladores sino también –y fundamentalmente– la concepción de la actividad política como medio destinado al logro del enriquecimiento de quien la desarrolla. Salen a la luz hechos de la vida de Ameri que lo deberían haber dejado fuera de cualquier candidatura.

 

“Quiero hablar con mi referente político y ver cuáles son los pasos a seguir”,  fue su primera respuesta ante el pedido de renuncia que bajó inmediatamente desde la Cámara. ¿Quién es ese referente que, sin duda, fue clave para que Ameri ocupara una banca?

 

De no haber ocurrido este episodio seguramente nadie hubiese sabido nada de este individuo que además no tenía la más mínima idea de lo que se estaba tratando en la sesión del jueves.  

 

El caso tiene el valor de exponer una situación de franco deterioro de la política vernácula. ¿Cuántos otros Ameri hay? es la pregunta que tiene una respuesta simple: muchos. Hace tan solo tres semanas el vicepresidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Luis Piquilman, fue demorado cuando llevaba gente a la toma ilegal de tierras en Villa Mascardi por parte de la comunidad Lafken Winkul Mapu.

 

En las elecciones del año pasado, un integrante de la lista de concejales del oficialismo en Tafí del Valle, Agustín Tolaba, tuvo que bajar su candidatura cuando, preguntado sobre sus propuestas electorales, dijo muy suelto de cuerpo “sigamos robando y que siga la droga”.

 

Hay que recordar que José Alperovich, sobre quien pesa una grave denuncia de abuso sexual por parte de su sobrina, sigue ocupando su banca sin que haya habido por parte del Frente de Todos el más mínimo atisbo para expulsarlo del cuerpo. ¿Habrían hecho lo mismo si el denunciado hubiese sido un legislador de Juntos por el Cambio?

 

Por si no queda claro: lo de Ameri fue un escándalo; lo de Alperovich, en cambio, un delito.

 

¿Habría permanecido el oficialismo silente si el tuit que con lenguaje vulgar le dedicó Aníbal Fernández a la diputada Paula Olivetto –“prefiero un diputado calentón a una diputada mala leche”– si hubiese provenido de un miembro de la oposición?

 

Con todo, el episodio del ex diputado Ameri no fue el único escándalo ocurrido en la bochornosa sesión de la Cámara baja del jueves pasado que duró hasta las cuatro de la mañana del viernes. Otro hecho grave ocurrió cuando se iba a votar el proyecto que deja fuera de las ayudas económicas provenientes del Estado a las empresas que tienen domicilio en paraísos fiscales. 


Fue entonces cuando el diputado por Consenso Federal Jorge Sarghini advirtió que su par por el oficialismo, Carlos Heller, había introducido una modificación inconsulta y no contemplada en el despacho de comisión: “Hoy que estamos obligados a demostrar más que nunca que los que trabajamos, trabajamos en serio, cómo podemos ser llevados por delante de esta manera. Por favor, reflexionen y actúen correctamente”.

 

Lo sucedido no fue un accidente: lo mismo pasó cuando se trató en el Senado el proyecto de la reforma judicial. A la hora de votarlo, aparecieron modificaciones que no figuraban en el texto sobre el que se había desarrollado el debate, hecho que advirtió y denunció el senador Martín Lousteau. Así es como actúa el Frente de Todos. ¿Dónde están los consensos acerca de los que habla Alberto Fernández?

 

Por los pasillos del poder. La ex presidenta en funciones no hace nada para ocultar su fastidio por la gestión del presidente formal. En la reunión que tuvieron el Día de la Primavera en la residencia de Olivos a la hora en que caía la tarde, el humor de CFK no era bueno. Esto no representa ninguna novedad, solo que el motivo de su enfado era incómodo para AF. 


Las críticas de la vicepresidenta hacia la gestión de gobierno vienen siendo duras y sostenidas. El centro de la discusión fueron los resultados negativos que produjeron las medidas económicas implementadas hace ya casi dos semanas. No es que no las comparta sino que adjudica sus resultados negativos a una mala implementación y a una mala comunicación.

 

Los blancos principales de sus diatribas fueron el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. A esta altura, la ex presidenta en funciones considera que es indispensable un cambio de elenco dentro del gabinete que eyecte de sus poltronas a esos tres funcionarios y a otros. En la categoría otros están el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la ministra de Justicia, Marcela Losardo. Alberto Fernández trató como pudo de defenderlos a todos. No le fue bien.

 

Quien internamente tampoco se muestra elogioso en sus comentarios hacia la gestión presidencial es Máximo Kirchner.

 

Por todo esto es que la subordinación del presidente formal a la ex presidenta en funciones se hace cada vez más evidente. Solo así se entiende el nivel de las declaraciones que el Dr. Fernández realizó el viernes en la entrevista que le concedió a Radio 10 en la que atacó frontalmente a la Corte Suprema. Curiosa la crítica que le hizo al objetar el tratamiento que el cuerpo hará del caso de los jueces Pablo Bertuzzi,

 

Leopoldo Bruglia y Germán Castelli, desplazados de sus cargos por el Senado en un tratamiento exprés.  El tono amenazante del presidente formal distó de ser el esperable de un profesor de Derecho. Al Dr. Fernández le asiste la facultad de criticar el eventual fallo que emane de ese tribunal, pero no el de erigirse en el censor de sus tiempos y de sus decisiones. Parece que olvidó que el Poder Judicial es independiente del Poder Ejecutivo. ¿Habrá que recordarle lo que dice la Constitución a la que juró observar y hacer observar?






martes, 24 de marzo de 2020

A 44 años del 24 de marzo de 1976. La Memoria continúa… @dealgunamanera...

A 44 años del 24 de marzo de 1976. La Memoria continúa… 

A 44 años del golpe de estado...

En tiempos de pandemia, "el Pañuelazo blanco" y otras modalidades de participación son la forma colectiva no sólo de repudiar el terrorismo de Estado sino también el modelo económico, social y cultural que la dictadura intentó implementar.

© Escrito por Carlos Heller el martes 24/03/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


Hoy, 24 de Marzo, la Memoria no se interrumpe ni se detiene, sólo cambia la forma de manifestarse. Conmemoramos este Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia sin marchas en las calles pero con otros modos de movilización ciudadana: los organismos de Derechos Humanos nos convocan a todos y a todas a armar pañuelos blancos con servilletas, telas o afiches, a escribirles consignas y a colgarlos de balcones, puertas o ventanas; a sacarse fotos o filmarse con el pañuelo para luego compartir esas imágenes en redes sociales; y a utilizar diversos recursos multimedia para conmemorar en red el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

En tiempos de pandemia, “el Pañuelazo blanco” y las otras modalidades de participación propuestas son la forma colectiva de seguir ejercitando la Memoria y de continuar perteneciendo a una mayoría social que no sólo repudia el terrorismo de Estado sino también el modelo económico, social y cultural que la dictadura intentó implementar.


Por eso, no nos encontraremos, esta vez, en la Plaza de Mayo detrás de la gran bandera de las Madres, Abuelas y demás organismos de Derechos Humanos, pero estaremos desde nuestros balcones, ventanas y redes participando y movilizándonos como cada 24 de Marzo desde hace 37 años. Será una manifestación ciudadana desde los espacios privados: haciendo confluir el cuidado del otro con el ejercicio de la Memoria.

El pueblo hoy está en sus casas y las marchas del 24 de Marzo han sido siempre con el pueblo. Por lo cual, esta modalidad de hacer visible física o virtualmente el pañuelo blanco desde los domicilios particulares es una forma creativa de movilizarse cumpliendo, a la vez, con las reglas establecidas por el gobierno en términos de aislamiento en los espacios privados.

Como todos los años, denunciaremos, a través de los pañuelos levantados, que la dictadura cívico-militar iniciada en marzo de 1976 intentó poner en práctica una combinación de Estado represivo ampliado con Estado mínimo en lo económico y social. Fueron aquellos tiempos de la Escuela de Chicago y de la consigna “achicar el Estado para agrandar la Nación”.

Es decir: tiempos en los que aspiraban a lo que muchas veces hemos llamado el “Estado canchero”, en el que los gobiernos preparan la cancha y luego se retiran para que jueguen los grandes actores concentrados de la economía. En estos escenarios, los gobiernos sólo administran para que estos conglomerados poderosos lleven adelante sus políticas.


Lo ha dicho recientemente con precisión el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su último libro “Capitalismo Progresista. La respuesta a la era del malestar”: “La Escuela de Chicago tuvo una influencia desproporcionada en nuestra política y en nuestros tribunales.

Llevó a un debilitamiento de la causa antimonopolios, ya que los tribunales asumieron, pura y simplemente, que los mercados eran competitivos y eficientes y que todo comportamiento que pudiera parecer contrario a la libre competencia en realidad no era más que una serie de respuestas eficientes a las nuevas complejidades del mercado”.

En la misma perspectiva, Stiglitz afirma que “la investigación económica moderna –tanto la teórica como la práctica– ha realzado nuestra comprensión del papel fundamental que el Gobierno desempeña en una economía de mercado. Se lo necesita tanto para hacer lo que los mercados no hacen ni pueden hacer como para asegurarse de que éstos actúen de la forma que se supone que deben hacerlo”.

En la encrucijada en la que nos encontramos en la actual coyuntura, estas palabras del premio Nobel adquieren especial relevancia: ese Estado mínimo que intentó implementar la dictadura y que luego buscaron restaurar algunos de los gobiernos constitucionales que la sucedieron, dejó a la economía y a la sociedad en manos de “los mercados”, es decir de los grandes conglomerados económicos locales y globales y, por lo tanto, abandonó a la mayoría de la sociedad a su propia suerte.


Por eso, en este escenario donde enfrentamos la expansión del coronavirus Covid-19 a escala global, hacer Memoria es también recordar críticamente cada una de esas experiencias de nuestra historia reciente, donde el “Estado canchero” se desinteresó o no tuvo en cuenta una serie de derechos humanos básicos de las mayorías, entre ellos el derecho humano a la salud.

En cada uno de los pañuelos con que hoy nos manifestamos conmemoramos el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, recordamos a los 30 Mil compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos y reivindicamos un modelo de país con crecimiento e inclusión, con la gente adentro, y con un Estado activo, fuerte y solidario.