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domingo, 20 de marzo de 2016

La visita de Barack Obama y la Escuela de Mecánica de la Armada... @dealgunamanera...

Obama también tiene derecho a visitar la ex-ESMA…


El representante de HIJOS, Carlos Pisoni, y miembros de organismos de derechos humanos afirman que si Obama visita la ex ESMA será “una provocación”. 

© Escrito por Sergio Bufano, escritor y periodista, el jueves 10/03/2016 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La pregunta que surge es: ¿por qué el presidente, miembro del Partido Demócrata de los Estados Unidos, no puede recorrer un centro clandestino de detención? La respuesta se deduce fácilmente: “porque ese país fue cómplice de la dictadura”. Hay un alto grado de ignorancia de la historia sobre lo ocurrido durante los setenta. Mejor dicho, por razones más dogmáticas que reales, sólo debe recordarse aquello que legitima una versión estática, congelada de esa historia. Doy por cierto que si fuera Fidel Castro quien llegara el país, Pisoni y todos los organismos estarían de acuerdo en que el líder cubano visitara ese sitio emblemático de tortura y desaparición.

¿Por qué uno sí y el otro no?

Veamos: entre 1977 y 1981 fue Estados Unidos el país que insistió en Naciones Unidas, una y otra vez, para que el organismo internacional enviara una comisión que investigara la existencia de campos de exterminio. El presidente en ese entonces era Jimmy Carter, perteneciente al mismo partido que Obama. No lo logró, porque Cuba y la Unión Soviética se opusieron tenazmente a que se investigara a la dictadura de Videla. Un dato más, en todos los discursos que pronunció Fidel durante esos años, jamás hizo alusión a los crímenes que se estaban cometiendo en Argentina. 

Como no lo lograba en Naciones Unidas, EE.UU. recurrió a la OEA, organismo en el que Cuba no tenía representación. La moción se aprobó, una delegación visitó Argentina y recibió miles de denuncias de familiares de desaparecidos. Esas denuncias recorrieron los medios de todo el mundo, provocando la indignación de las naciones del planeta. Mientras Cuba permanecía en silencio.

En esos años David Viñas y Gustavo Roca viajaron a La Habana en representación de Argentina. Lo hicieron desde el exilio. Viñas denunció, de regreso a México, qué había pasado. Como en todas las reuniones internacionales, ya había sido elaborado un documento para que firmaran las delegaciones. Al leerlo, Viñas y Roca se sorprendieron porque se denunciaba a las dictaduras de Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia, etc. Pero Argentina no figuraba. Creyeron que era un error, alguien había tipeado mal el texto. Y reclamaron. La respuesta de Armando Jara, Ministro de Cultura, fue que para Cuba el régimen de Rafael Videla no era una dictadura, sino un “gobierno autoritario”.

En la confitería La Paz, de Corrientes y Rodríguez Peña, donde David concurría diariamente a leer diarios y borronear un cuaderno, quien esto escribe escuchó por segunda vez su relato: “insistimos en que debía incluirse la dictadura de Videla y encontramos una férrea oposición. Entonces decidimos que la delegación argentina se retiraba. La advertencia surtió efecto, porque hubiera sido un escándalo internacional. Fue Gustavo Roca el que escribió el texto que finalmente se incorporó al documento oficial”. 

A pesar de lo ocurrido, Fidel Castro nunca pidió perdón y fue agasajado por dirigentes de organismos de derechos humanos. ¿Lo perdonamos? Está bien, lo perdonamos, pero no edifiquemos historias entumecidas que dibujan un pasado ficticio. Obama también tiene derecho a visitar la ex ESMA. 


sábado, 19 de marzo de 2016

Todos conspiran… @dealgunamanera...

Todos conspiran…


¿Hay un plan sistemático del imperialismo y sus aliados locales? ¿Se está penalizando a estos gobiernos por medidas progresistas y populares?

© Escrito por Beatriz Sarlo el domingo 13/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad de Buenos Aires.

Cristina Kirchner ya está sugiriendo o dejando oír a través de sus subordinados que si se la llama a declarar y se la procesa, eso significará un golpe de la derecha y la potencia imperial del Norte. Mientras fue presidenta tuvo la vaca atada (como decía Franco), pero la lejanía del poder habilita todas las conspiraciones. Mucho más si se interpretan los sucesos adversos como alianzas enemigas firmadas en la oscuridad.

Luis Bárcenas, tesorero del Partido Popular de España, está preso por corrupción. Desde entonces, una cascada de casos inunda los tribunales españoles. Nadie sostuvo la tesis conspirativa de que se estaba en presencia de una maniobra de la oposición, orquestada en las sombras para provocar la caída de la derecha encabezada por Mariano Rajoy.

Ayer citábamos varios casos de corrupción, favoritismo y mentiras vueltos públicos en algunos países latinoamericanos. Es cierto que el eje pasa por naciones cuya amistad Cristina Kirchner cultivó esmeradamente. La cuestión es si esta coincidencia de situaciones sospechosas o ya probadas por la Justicia forma parte de un plan de alguna gran potencia para cortar la flor y nata de gobiernos como el de Evo Morales, Dilma Rousseff y, próximamente, desacreditar a Cristina Kirchner.

¿Hay un plan sistemático del imperialismo y sus aliados locales? ¿Se está penalizando a estos gobiernos por medidas progresistas y populares? ¿Brasil, que ha mantenido buen diálogo con Estados Unidos y los poderes fácticos, ahora se ha convertido en el caso ejemplar con que la gran potencia del Norte quiere darles una lección a los insubordinados del Sur? Si se contesta afirmativamente a estas preguntas, deberá probarse una orquestada intervención en los asuntos latinoamericanos, lanzada para disuadir a cualquier gobierno con pretensiones de autonomía.

Como presidenta, CFK tuvo la vaca atada. Pero la lejanía del poder habilita todas las conspiraciones

Resulta difícil adoptar sin más datos esta hipótesis. Si se analizan los casos, las denuncias sobre el Petrolão pasaron de la prensa a la Justicia brasileña hace bastante tiempo. Mucho antes de que un periodista boliviano buscara a una ex amante para ponerle a Evo Morales un obstáculo en el camino del plebiscito mediante el cual quería lograr una reforma que habilitara su tercera reelección. Lo que habría que investigar es si hubo relaciones entre la oposición y la investigación periodística, o si, más directamente, la mujer que sale a hablar del pasado de Evo fue aconsejada por sus opositores.

Si un dirigente popular enfrenta adversarios que no quieren volver a verlo en el gobierno por otro período, debe cuidar su retaguardia y su entorno tanto como su buen nombre. No fue feliz la circunstancia de que el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, exagerara sobre títulos académicos que no poseía. ¿Fue un agente de informaciones imperialista quien, casi al mismo tiempo, divulgó que Sendic, el vicepresidente uruguayo, también estaba magnificando sus méritos universitarios? En el caso de Linera, el golpe iba también contra Evo. En el caso de Sendic, es más difícil afirmar que la denuncia era un tiro contra Tabaré Vázquez. Resulta más sencillo pensarla como una intromisión en el difícil equilibrio entre izquierdas y derechas en el Frente Amplio.

Brasil es el caso más descomunal. Las redes de la corrupción ya han llevado a la cárcel a quien fuera la mano derecha de Lula, José Dirceu, uno de los fundadores del PT y ministro desde 2003 a 2005. Ese año, Dirceu tuvo que renunciar por diseñar y organizar el Mensalão. Fue juzgado y condenado a prisión. En 2015 fue nuevamente acusado en otro escándalo todavía abierto, el Lava Jato. Estos episodios rozaron al gobierno de Dilma casi desde un principio. O sea que los partidarios de la tesis “imperialista” deberían sostener que, por lo menos desde 2005, la maniobra conspirativa está en marcha, con el auxilio de la Justicia brasileña que condenó a Dirceu y a otros secuaces.

Es difícil asumir como probable la hipótesis de que detrás de los escándalos de corrupción esté el imperialismo

Más bien habría que decir que las denuncias de la prensa fueron ininterrumpidas e implacables y encontraron, incluso dentro del blando vientre de un sistema político que se protege, formas de llegar a los tribunales y ser abordadas allí con eficacia. Una de las razones que se alegan es que Lula no construyó un imperio periodístico adicto y que encontró jueces independientes. Los partidarios de la tesis de la intervención imperialista unida a las acusaciones difundidas por la prensa pueden reprocharle a Lula que no haya actuado como actuó Cristina Kirchner y quiso seguir haciéndolo hasta el fin aunque no tuvo ni el tiempo ni el apoyo institucional que necesitaba.

Nota al pie.

En Ecuador, algunos funcionarios del gobierno han dicho que la oposición está “exacerbando” el caso de las dos mochileras argentinas asesinadas en Montañita. Los funcionarios locales afirman que las sospechas sobre la investigación tienen como objetivo poner en duda o desmerecer el cuarto lugar que Ecuador ocupa, en seguridad, dentro del continente. Falta menos de un año para la primera vuelta presidencial en Ecuador y Correa ya obtuvo una reforma electoral que le permite volver a presentarse por tercera vez.


sábado, 12 de marzo de 2016

Un pañuelo sucio… @dealgunamanera...

Un pañuelo sucio…

La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Fotografía: dyn

Hebe de Bonafini, un emblema que ha vaciado de significado el pañuelo blanco.

© Escrito por Pablo Cohen el sábado 12/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La lucha de quienes alumbran sus sociedades enarbolando principios humanistas, inextinguibles y fraternos ha sido más reconocida cuando de aquella luz se ha desprendido el coraje que siempre supone decir las cosas correctas en el momento incorrecto. Es fácil erigirse, como lo ha hecho el peronismo, en víctima de los crímenes de la última dictadura; más difícil es aceptar que éstos comenzaron durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón y que la tarea de un presidente democrático no consistía en amnistiar a los militares sino en juzgarlos de acuerdo a las reglas del Estado de derecho.

El Estado de derecho es, precisamente, uno de los elementos del contrato social que ha descubierto el kirchnerismo en estos escasos meses de gobierno macrista: ahora que es oposición ha terminado por comprender que una cosa es la legitimidad de origen y otra la de ejercicio.

No se podría entender de otra forma que, con alevosa ansiedad, tantos silenciosos cómplices del lavado de dinero, de la ludopatía y del hacinamiento ferroviario hayan proclamado que la actual Argentina es una dictadura.

En esa línea de pensamiento, un emblema que ha vaciado de significado el pañuelo blanco ha sido Hebe de Bonafini. Ha dicho Bonafini: “El 23 y 24 de marzo, como una cachetada a la Historia, a nuestros hijos y a nosotras, las Madres, llega Barack Obama al país, invitado por otro enemigo de las Madres: Mauricio Macri”. “Me puse a pensar”, agregó Bonafini, “a qué país representa Obama, y me saltó a la cabeza el Plan Cóndor”. Y remató: “Ese hombre tiene las manos manchadas de sangre y acá no lo queremos”.

Es curioso que Bonafini confunda a un presidente negro, demócrata y keynesiano con Richard Nixon, que evoque el Plan Cóndor, pero no la campaña de Jimmy Carter contra las dictaduras latinoamericanas y que se espante por el horroroso entrenamiento que de los estadounidenses recibieron tantos represores sin ahondar en uno al menos igual de cruel, que es el que Francia proveyó a los militares argentinos fascinados por la violencia desplegada contra Argelia. Aparentemente, Hollande y la tradición xenófoba, jacobina y pronazi del pueblo galo no forman parte del odio de la candorosa entrevistadora de César Milani.

La ley de sangre, que rige en Francia contra la mucho más integradora ley de suelo, que sobrevive en los Estados Unidos, tampoco es digna de ese análisis, a pesar de que a nadie puede escapar la reciente visita a la nación de Hollande, un socialista moderado que, como el uruguayo Tabaré Vázquez, simpatiza con Macri.

La señora Bonafini habla hoy de los desaparecidos como de “30 mil revolucionarios” y, así como condena la represión de Macri en episodios menores, no tiene tiempo para recordar que, en plena crisis del gobierno de CFK con el campo, opinó: “La Presidenta tiene mucha democracia y mucha tolerancia, porque otro gobierno los hubiera desalojado a palos y a gases como merecían”.

Tampoco recuerda, las épocas en las que acusaba a Bergoglio de “golpista”, festejaba las muertes de civiles en las Torres Gemelas, pedía desalojar de la Casa Rosada a un vicepresidente electo, llamaba “bolitas hijos de puta” a un grupo de ciudadanos que asistían a la Plaza de Mayo, se solidarizaba con las FARC o insultaba a quienes habían osado participar de la despedida que se le realizó al ex presidente Alfonsín.

En El conocimiento inútil, Jean François Revel escribió una frase que parece de 2016 y no de 1988: “La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira”.Bonafini no la escribió, pero nadie la puede acusar de no haber sido profética.



domingo, 28 de febrero de 2016

Fantasmas y presidentes… @dealgunamanera...

Fantasmas y presidentes…


Cada vez que llega un presidente que inicia un cambio de ciclo, se pronostican catástrofes y dificultades sobrehumanas que luego en la práctica no se verifican.
© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 28/02/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como aquellos mapas previos al descubrimiento de América que indicaban la existencia de monstruos marinos que devoraban los barcos que se animaran a alejarse de la costa, cada vez que llega un presidente que inicia un cambio de ciclo (Alfonsín, Menem, Néstor Kirchner y Macri) se pronostican catástrofes y dificultades sobrehumanas que luego en la práctica no se verifican y el presidente entrante puede hacer, sin enorme dificultad, lo que se creía imposible.

Esta semana se anunciará el acuerdo con los holdouts, devolviendo a la Argentina la completa normalidad financiera internacional después de 15 años desde que Rodríguez Saá, como presidente interino, anunció el default el 24 de diciembre de 2001. Y no fue tan difícil lograrlo, ni predisponer al mediador Pollack y al juez Griesa a favor de Argentina, acorralando al temible Paul Singer. Lo mismo se podría decir de la salida del cepo, que se alcanzó con menos traumatismos de los esperados. Y de la consiguiente devaluación que agregó inflación y costos pero sin producir terremotos sociales ni enfrentamientos irreparables.

Esta semana Macri comienza una nueva etapa abriendo el Congreso y acordando con los holdouts

También se pronosticaban dificultades mucho mayores en materia de gobernabilidad para un presidente no peronista en minoría, tanto en Diputados como en Senadores, y llega a la apertura de las sesiones ordinarias de esta semana con un peronismo dividido y pronósticos de aprobación tanto de leyes como de nombramientos. Tan fácil resultó aislar al kirchnerismo, que la preocupación es por mantenerlo vivo para que el peronismo continúe dividido y no vuelva a ser una amenaza electoral imbatible, ni que la venganza a la que parte de la Justicia somete y someterá al kirchnerismo termine victimizando a Cristina.

Es probable que el viernes 18 de marzo, cuando se cumplan los primeros cien días de gobierno, el escenario político y económico de la Argentina sea totalmente diferente al que fue hasta el 10 de diciembre pasado.

Dividir al peronismo, insignificantizar al kirchnerismo, salir del cepo, devaluar y resolver el conflicto con los holdouts resultaba una tarea tan poco probable de realizar con éxito como para Alfonsín en 1983 juzgar y condenar a prisión a los ex comandantes de la juntas militares de la dictadura y los más emblemáticos exponentes de la violación de los derechos humanos. O para Menem en 1989 salir de la hiperinflación. O para Kirchner en 2003 incluir en el sistema a la enorme masa de excluidos que había dejado la crisis de 2002 y calmar el caos social.

Para sorpresa de todos, cada uno de estos presidentes fue cumpliendo esas tareas tan ciclópeas como imprescindibles para que el país pudiera continuar, lo que impulsa a preguntarnos si estamos frente a hombres superdotados o hay alguna lógica del sistema social que hace posible lo necesario, porque los países no se suicidan. Al llegar a la presidencia, tanto Alfonsín (que después cobró otra estatura pero hasta entonces era un ex diputado de Chascomús que “nunca había conducido ni una cancha de bochas”), como Menem (un frívolo irresponsable e impresentable), como Kirchner (alguien que generaba lástima por sus defectos físicos y miedo por sus defectos mentales), y como ahora Macri (la antipolítica), fueron subvaluados.

¿Eran más de lo que parecían o, como pasó con Bergoglio al convertirse en papa, la función cambia al individuo y el aura de la investidura termina transformando a la persona?

Otro fenómeno psicosocial es el correlato inverso: cuando dejan de ser presidentes y aquellas personas que habían alcanzado la estatura de héroes y casi semidioses se transforman en lo opuesto y, a los ojos de muchos, terminan pareciendo locos, necios o malvados (y en algunos casos, además, patéticos, como el Menem reciente). Podría ser efecto del síndrome de burnout (cabeza quemada por el desgaste ocupacional) que produce el haber estado expuesto a una tarea muy exigente y estresante durante bastante tiempo, y transforma al revolucionario vital del comienzo en un depresivo suspicaz y escéptico.

Pero quizás ese escepticismo del fin de ciclo sea la causa y la consecuencia de que su tiempo se agotó y hace falta que venga alguien cuya frescura sea precisamente que crea que puede.

Virgilio, en el Canto V de La Eneida, dijo: “Pueden porque creen que pueden” (Possunt quia posse videntur). Pero en el caso de los presidentes, pueden porque la sociedad cree que ellos (Alfonsín, Menem, Kirchner y Macri) pueden. Es la sociedad la que hace lo que en psicoterapia se denomina transferencia, le transfiere la condición de ser lo que se necesita que sea. Y termina siendo.

El juicio de Alfonsín a la junta de comandantes de la dictadura (salvando las distancias), la convertibilidad de Menem, el asistencialismo de Kirchner y el volver a insertar a la Argentina en la economía mundial de Macri eran imperativos de la realidad, y cuando algo es necesario las partes crean las condiciones de consenso suficientes.

Una semana antes de que llegue Obama, al cumplir Macri sus cien días de gobierno, habrá ya un país distinto 
Eso lo muestran las encuestas, que le dan a todo presidente al poco tiempo de asumir una popularidad y aprobación mucho mayores que los votos que obtuvieron en las elecciones que ganaron. Ese apoyo empoderante viene aluvionalmente y se va por goteo (en los casos exitosos), pero se va. Eso debe tener en cuenta Macri porque siempre fue más complejo ser ex presidente que presidente.


lunes, 22 de febrero de 2016

Idas y vueltas… @dealgunamanera...

Idas y vueltas…

El Amigo Americano Thomas Griesa. Dibujo: Pablo Temes

El Gobierno se contradice a sí mismo. Datos e internas. Y señales positivas.

Mauricio Macri pensaba realizar el anuncio sobre el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias a los salarios durante su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. La dinámica de los hechos lo obligó a adelantarlo. La causa de tal anticipación fue una sola: la inflación. Los índices de los primeros meses de gestión lo han sorprendido.

El aumento del mínimo no imponible fue una promesa de campaña que hicieron todos los candidatos. Desde el punto de vista enunciativo, los anuncios del jueves pasado marcaron el cumplimiento del compromiso asumido por parte del Presidente.

Sin embargo, en lo concreto, lo que le queda por hacer al Gobierno es mucho aún. Y esa deuda se potencia todavía más con la decisión de postergar la modificación de las escalas que se aplican para gravar los salarios. La marcha atrás de Macri dejó un sabor agridulce que molestó a los dirigentes sindicales que lo acompañaron en el acto del jueves.

El Presidente debe ser más cuidadoso con estas contramarchas. La modificación de las escalas es clave para desmontar una trama que no sólo castiga el bolsillo de los asalariados, sino que también produce inequidades notables.

Los objetivos que el Gobierno ha perseguido con esta medida y la de la extensión de la asignación universal por hijo son dos: mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y crear las condiciones para que en las negociaciones paritarias se llegue a acuerdos salariales que no excedan el 25%, una meta que la escalada de precios complica.  

Las dificultades siempre generan tensiones dentro de cualquier gobierno. El de Macri no escapa a esa regla. En el centro de muchas de ellas está el jefe de Gabinete, Marcos Peña. No es una novedad: lo mismo sucedió durante la gestión en la Ciudad de Buenos Aires. Quien por estas horas está bajo fuego cruzado es el ministro de Educación, Esteban Bullrich. Él había arreglado con la dirigencia docente un aumento que llevaba el mínimo de los maestros a $ 8.500. El acuerdo, que estaba a punto de ser firmado, motivó quejas de varios gobernadores. A la cabeza de ellos estaba María Eugenia Vidal. Ello obligó al Presidente a fulminar la iniciativa. ¿El ministro se cortó por las suyas o hubo otra contramarcha? Conclusión: peligra una vez más el comienzo de las clases, un triste clásico de los últimos años.    

El desplazamiento de Graciela Bevacqua de su cargo del Indec fue una muestra de impericia política y de una inadecuada lectura de la realidad. Pretender atravesar un proceso inflacionario como el que padece el país sin la posibilidad de producir índices oficiales serios fue un error, mucho más cuando de ese guarismo va a depender los acuerdos salariales de las paritarias. Lo notable es que cuando Bevacqua habló de ocho meses, nadie la contradijo. El problema con el que se va a encontrar el Gobierno cuando salga el nuevo índice oficial será su credibilidad.

Hipoteca.

Las dificultades de la hora han convencido a Macri de la necesidad de hacer pública la herencia que le dejó CFK. De eso se habló –entre otras cosas– en la reunión que compartió con los legisladores de Cambiemos en Olivos. Quienes conocen el pensamiento del jefe de Estado aseguran que ya tomó la decisión de hacerlo en su discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso, el próximo 1º de marzo. Por eso hay inquietud en el kirchnerismo, que está barajando la idea de no concurrir a la sesión.

Los acuerdos legislativos serán de mucha importancia para la economía argentina. El fallo del juez Thomas Griesa del viernes coloca al Gobierno en una buena posición para avanzar en el cierre del oneroso conflicto con los fondos buitre. Pero para ello es necesaria la derogación de la ley cerrojo. La única manera que tiene el Gobierno de lograrlo es con apoyo del peronismo. He ahí un desafío para el Presidente. Sin la solución del conflicto con los holdouts, las fuentes de financiación barata seguirán cerradas. Lo mismo ocurrirá con muchos proyectos de inversión que podrían concretar empresas de los Estados Unidos.

Hablando de EE.UU., la rapidez con que Barack Obama decidió incluir a la Argentina en su agenda de viajes habla del nivel de confrontación –inútil– que generó CFK.

Un párrafo final para el acto del jueves, en el que se anunció el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. En la política, como en muchas otras actividades de la vida, las cuestiones de forma tienen un valor. Observar al Presidente rodeado de gobernadores de diferentes pertenencias partidarias junto a dirigentes sindicales que no le son afines representó un contraste notable con los parámetros que impuso Cristina Fernández de Kirchner, que transformó la Casa Rosada en un reducto de militancia partidaria. Quedó reflejada allí una escena de convivencia política, sin la cual será imposible alcanzar el sueño de un país mejor.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.





martes, 15 de diciembre de 2015

La locura y la razón… @dealgunamanera...

Guaranga hasta el final…


La última grosería de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta fue no asistir a la ceremonia de traspaso de mando. Según el diccionario, guarango significa “descortés, incivil, grosero”. En esta materia, la ex presidenta superó incluso a su difunto esposo y a Eva Perón.

© Escrito por Diego Bigongiari el lunes 14/12/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Cuando el pasado mes de mayo entregué mi libro Guarangadas K al editor, quedé con la certidumbre de que Cristina Fernández de Kirchner no podría con su genio y en los seis meses que le quedaban de gobierno produciría más groserías que la última reflejada en el libro, con Barack Obama en la Cumbre de Panamá. No me equivocaba.

Desde entonces sumó una buena cantidad de groserías y destratos a su ya copiosa producción: en Roma,  ante una conferencia de la FAO, aseguró que en Argentina había 5% de pobres y 1% de indigentes.

Se despachó por cadena nacional contra los premios Martín Fierro: “Todos saben por ahí cómo se otorgan algunos premios”.

  • Inauguró un centro cultural al que le puso el nombre de su difunto esposo. Inspiró los ataques contra el “casi centenario” miembro juez de la Corte Suprema Carlos Fayt.
  • Usó la cadena nacional para informar que “el doctor Mariano Grondona, que es un chacarero, cobró 21.600 pesos de devolución de retenciones”.
  • Colgó en la Casa Rosada un retrato de su esposo y del dictador Hugo Chávez.
  • Bajó a Florencio Randazzo de su candidatura a la presidencia de tal modo que éste se enteró por televisión.
  • Hizo remover al juez Luis María Cabral de la Cámara de Casación. Afirmó que el tumor del canciller Héctor Timerman lo causó la comunidad judía con sus críticas.
  • Llamó “pistolero, mafioso, extorsionador” al juez federal Claudio Bonadio.
  • Se permitió arreglarle el cabello al periodista Dexter Filkins cuando la entrevistó, a quien le dijo su famoso “bad information”.
  • Usó la cadena nacional para hacer campaña electoral en favor de su propio hijo.
  • Tildó de “dispositivos antidemocráticos” a programas periodísticos como el de Jorge Lanata y dijo: “Antes había grupos de tareas con miembros de las fuerzas armadas. Hoy han cambiado los grupos de tareas, se conforman con un trípode: denuncia mediática, opositores de centroderecha y el Poder Judicial”.
  • Afirmó que la casa de la diputada Lilita Carrió “es casi un aguantadero”.
  • Aseguró que Skanska, uno de los primeros escándalos de corrupción del gobierno de su difunto esposo, “a mí me suena a nombre de yogur”.
  • Dijo que el nazismo “fue la consecuencia de las condiciones que los aliados impusieron a la Alemania vencida en el Tratado de Versalles” y llamó “burro” al profesor Alejandro Gorbacho, que la contradijo.
  • Violó la veda electoral en las elecciones de octubre y de noviembre. Ignoró a su candidato Daniel Scioli en un acto público.
  • Comparó al candidato Mauricio Macri con el ex presidente Fernando de la Rúa, denunciando una “campaña cloaca” en su contra.
  • Hizo afirmaciones grotescas en su último discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
  • Gastó fortunas a cuenta del próximo gobierno, nombró cientos o miles de empleados públicos semanas y días antes de abandonar el poder e incluso embajadores, que son representantes del gobierno y no del Estado.
  • Y puso la cereza sobre la torta con el vodevil egocéntrico del fallido traspaso de los atributos de mando presidencial: en un par de entrevistas radiales a propósito de Guarangadas K, dije hace meses que la última grosería de Cristina podría ser no asistir a esa ceremonia.
Hay kirchneristas que comparan a Mauricio Macri con Hitler. Pero en rigor, Cristina Fernández de Kirchner tiene mucho más de hitleriana que el nuevo presidente. Fue Hitler quien descubrió que tener un enemigo puede ser el mayor activo de los líderes carismáticos y que para éstos es más fácil definir su identidad por lo que se odia antes que por lo que se cree: la ex presidenta siguió al pie de la letra estas enseñanzas.

Al igual que el Führer, fue de esos contados mandatarios que se permitió maltratar a reyes, presidentes y embajadores de otros países: la lista es larga. Y como el de Hitler, su legado será discutido largo tiempo entre quienes analizan la historia desde la racionalidad y quienes dejan la puerta abierta al fatídico influjo de la psicopatología.

La locura nunca puede ceder el mando a la razón.




domingo, 6 de diciembre de 2015

Transición Insólita... @dealgunamanera...

Otro disparate…

‘¡VIVA PERON, CARAJO!’ Foto: Pablo Temes

La negativa presidencial al traspaso de mando expresa la locura de la era K.

No hay registro en la historia de la Argentina de una transición tan traumática y disparatada como la que se está viviendo en estos días. Uno de los efectos colaterales más nocivos y penosos se registra en el ámbito de las delegaciones extranjeras que han confirmado su asistencia a los actos de asunción del nuevo gobierno.

Los cables y las comunicaciones que se originan en las embajadas con sede en Buenos Aires dejan clara constancia del azoro que todo este engorro produce. Desde las cercanías del presidente electo aseguran que la incoherencia política en las negociaciones de la transición es agobiante.

“El kirchnerismo obstaculiza todo planteo y son tantos los negocios armados en torno a la gestión que será una tarea titánica poner las cosas en orden”.

Una muestra de ello –que dejó boquiabiertos a los nuevos moradores del Senado– tiene que ver con el negocio que se había montado en torno a los contenidos de su página web. “El sitio estaba manejado por la gente de informática. Imaginé que se referían al soporte técnico, pero no. Sectores del oficialismo desplazaron a los creadores y administradores de la web quedándose con el control de los contenidos. Le cobraban a cada senador que quería aparecer en portada para difundir algún proyecto sumas que iban desde los 10 a los 50 mil pesos. Un papelón”. La fuente que pidió reserva de su nombre es uno de los funcionarios que tendrá despacho en el nuevo Senado. “No sabemos con qué más nos iremos encontrando”, señaló.

Los ámbitos gubernamentales en los que se viven situaciones de tensión son numerosos. El clima laboral en el Ministerio de Economía es irrespirable. El final del mandato profundizó las asperezas entre los técnicos de carrera y los moradores políticos y militantes kirchneristas. “No pueden creer que se van. Hay odio. Están furiosos. Saben perfectamente quiénes están con ‘el modelo’ y quiénes no. Nos están haciendo la vida imposible. Por suerte les queda poco”, aseguró un técnico del ministerio que resaltó el mal trato de los directores que habían sido nombrados políticamente. Lo peor son las intenciones y el desprecio por la democracia y el país.

“Hablan de resistir. Molestar. Obstaculizar cualquier proceso de cambio. Parecen adolescentes de secundario, pero son mucho más peligrosos”, remató la fuente con preocupación. Ante estas conductas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner suena poco creíble cuando expresa que desde el Frente para la Victoria no le pondrán palos en la rueda al nuevo gobierno.

La reunión de la Presidenta con los gobernadores del peronismo tuvo un crescendo tensional que dejó a varios de ellos boquiabiertos y extenuados. Hubo allí pases de facturas y reproches de la jefa de Estado hacia varios de ellos, a quienes acusó de no haberla defendido de las críticas y los ataques de la oposición. 

Eduardo Fellner, el saliente mandatario de Jujuy, fue uno de los que peor la pasó. Las ausencias de los gobernadores de Salta, Juan Manuel Urtubey, y de Córdoba tanto el actual, José Manuel de la Sota, como el entrante, Juan Schiaretti, anticipan lo que viene en el convulsionado mundo del peronismo.

La aspiración de Fernández de Kirchner de erigirse en la líder indiscutida de la oposición va a encontrar resistencia. Son muchos los que están hartos de sus malos tratos y estilo de conducción verticalista. Algunas de esas disidencias se vieron esta semana en el Senado cuando el oficialismo aceptó tratar sólo uno de los noventa proyectos de ley que tuvieron media sanción en la escandalosa última sesión de la Cámara de Diputados.

CFK destrata peor que nunca. Y en los ministerios reina el caos.

El estado de alteración por el que atraviesa la jefa de Estado se hizo sentir hasta en la elección del nuevo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (otro bochorno). “¿Tiene alguien llegada a los clubes de fútbol...? Bueno, los que tengan, llamen ya de parte de la Señora y asegúrense de que no voten a Tinelli”, le demandó un funcionario del Gobierno a un grupo de colegas con los que cenaba en la noche del miércoles.

No es novedad que Fernández de Kirchner le deja a su sucesor un verdadero campo minado. Ello lo obligará a moverse con rapidez en la ejecución de medidas que despejen la incertidumbre y el temor con que se las espera. El aumento de precios de estos últimos días, ligado al levantamiento del cepo cambiario, es un hecho al que hay que prestarle mucha atención. Por eso, el anclaje del valor del dólar va a ser un punto clave del cual dependerá la tranquilidad y previsibilidad de muchas variables económicas. 

Alfonso Prat-Gay, que es perfectamente consciente de esta alternativa, está trabajando intensamente a fin de asegurar el colchón que confirme la estabilidad del precio de la divisa estadounidense. Por ello el contacto con el secretario del Tesoro del gobierno de Barack Obama, Jack Lew. El nuevo gobierno aspira a contar con unos US$ 14 mil millones provenientes de distintas fuentes, para dar respaldo a la liberación del cepo. A Macri le fue muy bien en sus reuniones con Dilma Rousseff y Michelle Bachelet, que le permitieron establecer una buena química personal, aspecto siempre importante en las relaciones internacionales. Brasil puede ser uno de los aportantes de los dólares que se requerirán cuando se anuncien las nuevas medidas económicas.

Otro de los temas en discusión es la agenda parlamentaria del verano. De ello depende que el futuro presidente se incline por llamar a sesiones extraordinarias o no. “Deberíamos tener certeza de que los proyectos que ingresen tengan buenas perspectivas de ser aprobados. Si no es así, no vale la pena porque sería una demostración de debilidad”, explica un legislador que fue clave en todo el proceso que llevó al armado de Cambiemos.

Una de las aristas que deberá tener en cuenta la nueva gestión es el tempo de la negociación política. Al respecto, ciertas voces del PRO advierten sobre un exceso de voluntarismo que observan en algunos de los funcionarios designados a los que les falta fogueo político. Ese es un hándicap sobre el que entienden se deberá trabajar.

“Conducir es convencer”, dijo el general Perón a la vuelta de los años y de sus errores. Es lo que demanda la Argentina del presente en pos de un futuro que la aleje de la metodología de la imposición reinante durante los doce años del kirchnerato que toca a su fin.

Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 06/12/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.