Cómo funciona la
millonaria industria del cibercrimen…
En lo que va del año, el 49% de las empresas
tuvo una infección por malware; el 15 % fue víctima de phishing y el 16%, de
ransomware. (Getty Images)
Las categorías dentro
de este sistema delictivo. En entramado de las mafias que se ocupan de infectar
dispositivos y vender sus conocimientos para generar golpes informáticos
amparados en la "deep web" o internet profunda.
© Escrito por Desiree Jaimovich (djaimovich@infobae.com) el Domingo 26/11/2017 y publicado por el Portal de Noticias
Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El malware o los virus
adoptan diferentes formatos y se llevan adelante ataques cada vez más
sofisticados y difíciles de identificar. El objetivo puede ser conseguir datos
personales, encriptar archivos para luego pedir rescate o simplemente generar
malestar por un rato. Se atacan dispositivos inteligente de cualquier tipo como
móviles, computadoras, cámaras de vigilancia y vehículos conectados.
Se estima que, a diario, un millón y medio de personas en el mundo
son víctimas de un ataque informático. Según información difundida en el último
foro de ciberseguridad de Eset, en lo que va del año, el 49% de las empresas
tuvo una infección por malware; el 15 % fue víctima de phishing y el 16%, de ransomware.
El dato surge de una encuesta realizada a más de 4.000 compañías en
Latinoamérica.
Estos ciberataques también se pueden medir en costos económicos:
Inga Beale, CEO de Lloyds, dijo que los ciberataques les costaron a los negocios en todo el mundo hasta USD 400 mil millones en un año, y se pronostica que para 2021 las empresas tendrán 6 billones de dólares de pérdidas por este motivo.
Detrás
de estos delitos no hay un hacker, ni dos, ni tres. Hay toda una industria que
trabaja en red. Se trata de un entramado que se mueve en la web oscura donde
muchos de "los trabajos" se cobran en criptomonedas.
En
el nivel más bajo de la pirámide está el script kiddie, un término despectivo
para describir a quienes utilizan programas o scripts de otros para vulnerar
sistemas informáticos. Ellos no desarrollan malware, sino que se valen de
archivos o datos que obtienen en foros o por otra vía para realizar sus
ataques.
Se estima que los ciberataques les costaron a los negocios del mundo
USD 400 mil millones (Shutterstock)
En un nivel más avanzado se encuentran los hackers con ciertos conocimientos
técnicos. Algunos, incluso están graduados en alguna carrera de computación.
Ellos, por ejemplo, se encargan de publicar exploits, que son
programas que se aprovechan de un agujero de seguridad en una aplicación o
sistema. Un exploit no es, en sí, un código malicioso,
sino "la llave" o el modo en que se puede acceder al sistema.
Encontrar y vender un
exploit es legal siempre y cuando se utilice con fines éticos. De hecho hay
empresas como Zerodium que compran los exploits para desarrollar soluciones de
seguridad basada en esa información. El camino ilegal sería vender eso datos a cibercriminales
que la utilizan para realizar ataques.
"El precio varía
mucho según lo que se ofrezca. En el mercado negro los ejecutables pueden
llegar a costar 50 dólares pero un código fuente puede valer desde 500 o 1.000
dólares en adelante", explicó Matías Porolli, investigador de malware de
Eset, en diálogo con Infobae.
"Cuando
se habla de mercado de exploit se apunta al Zero day, que son las
vulnerabilidades que no están parchadas. Es un mercado más chico de lo que uno
se imagina y no apunta usualmente al usuario común porque una zero day lleva
tiempo para hacer, con lo cual el costo beneficio se reduce", analizó
Nicolás Waisman, VP de Immunity y especialista en seguridad.
Los exploits para
antivirus están en torno a los 40 mil dólares y los que son para el sistema
operativo de Apple tienen un tope de hasta 1,5 millones de dólares.
También se rentan botnets
por entre 170 y 350 dólares por hora para enviar Spam o hacer ataques de DNS
como el que ocurrió a fines de 2016 y que dejó a los principales sitios web del
mundo sin servicio.
"Usualmente se arman
botnets, el mercado va más por armar herramientas que permitan infectar de
forma rápida y con vulnerabilidades que ya se conocen", subrayó Waisman.
"No son personas que
trabajan solas, sino en redes, donde hay toda una infraestructura, que incluye
hasta soporte técnico y marketing, para sostener esta industria del
ciberdelito", destacó Porolli.
¿Hay
que prohibir el desarrollo de vulnerabilidades? "Para mí no hay que
prohibir. La herramienta en sí se puede usar para el bien o para el mal, yo
trabajo en una empresa que desarrolla vulnerabilidades que se venden como
producto que sirven para hacer penetration tests donde hay módulos para atacar
y que son usados por las empresas para testear la seguridad propia y de las
consultoras. Con lo cual no hay que apuntar a los desarrolladores de
vulnerabilidades sino a quienes lo usan de manera maligna, el código en sí no
es el problema", concluyó Waisman.
Cómo prevenir
Usualmente se desconoce
los riesgos a la privacidad que entran en juego cuando no se toman las
precauciones adecuadas, de ahí que sea fundamental tomar conciencia y educar
sobre este tema. De acuerdo con un estudio de la Universidad Carnegie Mellon,
el 21% de los usuarios evaluados ignoraron las advertencias de phishing activas
en sus navegadores web. A su vez, un estudio de Microsoft Research, se estima
que el 0,4% de los usuarios de Internet ingresan sus contraseñas en sitios
verificados de phishing, según publica el sitio We Live Security.
Como medida de precaución
básica, se aconseja tener instalados un antivirus, un firewall y realizar un
backup periódico. Sin embargo, según Eset, sólo la mitad de las empresas en
Latinoamérica tienen implementadas estas tres soluciones.
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