Procter & Gamble - Gillette...
Nuevo gigante mundial en
consumo masivo. Procter & Gamble
llegó a un acuerdo para comprar Gillette por cerca de US$ 57.000 millones, en
una operación que dará a lugar al segundo mayor fabricante de productos de
consumo masivo del mundo, detrás de la suiza Nestlé.
De ser aprobada por los
organismos reguladores, la nueva Procter se convertiría en una compañía con
ventas superiores a los US$ 60.000 millones anuales y más de 300 marcas
reconocidas internacionalmente, desde las pilas Duracell, las máquinas de
afeitar de Gillette y la pasta dental Oral B, hasta el polvo para la ropa
Ariel, los champúes Pantene y los pañales Pampers.
Procter dijo que espera
alcanzar sinergias que le permitan ahorros de entre US$ 14.000 y 16.000
millones, y que planea recortar unos 6000 empleos, equivalente al 4% de la fuerza
laboral de ambas compañías.
"Esta combinación de
dos grandes compañías de productos de consumo, en un momento en el que ambas
están operando desde una posición de fuerza, es una oportunidad única",
dijo el presidente de Procter, A. G. Lafley. "Gillette y Procter tienen
culturas similares y puntos fuertes que son complementarios en cuanto a marca,
innovación, escala y capacidades de llegada al mercado, lo que hace una
excelente conjunción", agregó.
Según los términos del
acuerdo, Procter entregará 0,975 títulos por cada una de las acciones de
Gillette, lo que representa una prima del 18% para los accionistas de la
empresa que cambiará de dueños, según el valor del título del jueves último en
Wall Street.
La compra de Gillette se
convierte en la mayor adquisición realizada por Procter en sus 168 años de
historia. Hasta ahora, la mayor transacción que había encarado el grupo había
sido la adquisición de la compañía alemana Wella, comprada por 6900 millones de
dólares en septiembre de 2003.
Con sede en Cincinnati
(Ohio), Procter cuenta en la actualidad con 110.000 empleados distribuidos en
casi 80 países en todo el mundo.
Dentro de su portafolio
de marcas figuran Pampers, Ariel, Pantene, las papas fritas Pringles y el
detergente Magistral.
Por su parte, Gillette
construyó su imperio a partir de las hojas y máquinas para afeitar, y después
fue extendiendo sus negocios a otros rubros, como las pilas Duracell, los
pequeños electrodomésticos Braun, productos de cuidado del cabello y de higiene
bucal Oral B.
Con sede en Boston
(Massachusetts), Gillette tiene 32 fábricas en 14 países. La fusión creará el
primer grupo mundial del sector de cosmética y limpieza, superando al
anglo-holandés Unilever, que hasta ahora ostentaba este título.
En su análisis de la
noticia, el diario The New York Times destacó que la operación consensuada
entre los directorios de ambas compañías refleja hasta qué punto se modificó el
equilibrio en desmedro de los fabricantes de productos de consumo masivo y en
favor de las grandes cadenas de supermercados, como Wal-Mart.
"Esta acción es un
intento de dos venerables gigantes de los productos de consumo de fortalecer su
capacidad de negociación con organizaciones como Wal-Mart y Aldi, en Europa,
que ahora incluso puede presionar a los mayores proveedores por precios más
bajos", señaló el diario norteamericano en su edición de ayer.
La compra de Gillette,
además, sería la mayor operación de compra de una empresa por otra en los
Estados Unidos, desde que el banco J. P. Morgan Chase adquirió Bank One por
60.000 millones de dólares el año pasado, y una prueba más del renovado clima
de confianza que se vive en el mundo empresarial norteamericano.
De hecho, The New York
Times destacó que diciembre pasado fue el mes más activo de la historia, con un
total de 283.700 millones de dólares en fusiones y adquisiciones en todo el
mundo, superando el volumen de acuerdos de diciembre de 1999, que era hasta
ahora el punto más alto.
Impacto en la Argentina
Las dos empresas están
presentes en la actualidad en el mercado argentino. Gillette llegó al país en
1940 y es líder en el negocio de sistemas de afeitar con sus marcas Gillette,
Prestobarba y Mach 3.
La empresa, además,
participa en los negocios de pilas, con Duracell, pastas dentales (Oral B),
afeitadoras eléctricas (Braun) y productos de tocador.
Sin embargo, en todos los
casos importa los productos de las plantas que tiene el grupo en Brasil,
Estados Unidos y Asia, y desde hace más de tres años, cuando cerró su fábrica
de desodorantes de Garín (en el Gran Buenos Aires), no tiene producción local.
La historia de Procter en
la Argentina es mucho más corta. La empresa llegó al país en 1991 y desde ese
momento lleva invertidos más de 700 millones de dólares en el mercado local,
incluyendo la compra de empresas locales como Prosan (pañales), Compañía
Química (detergentes) y Alejandro Llauró (jabones).
Por el momento, en ambas
filiales locales no quisieron comentar los alcances de la operación, aunque
fuentes del mercado destacaban el alto nivel de complementariedad de los
negocios que tienen Procter y Gillette en la Argentina.
De hecho, en la actualidad,
en los únicos nichos de negocios en los que las dos compañías compiten en el
mercado argentino son los de desodorantes y lociones para después de afeitarse.
© Publicado el Sábado 29/01/2005 por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.