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jueves, 24 de julio de 2014

Dos caras de la moneda del periodismo... De Alguna Manera...

Lanata vs Víctor Hugo: las dos caras de la moneda del periodismo...

Alfredo Leuco opina sobre el conflicto Lanata-Víctor Hugo. Foto: Cedoc

La editorial de Alfredo Leuco después de que #MostraElContrato con Telesur fuera trending topic por el programa De Zurda.

El domingo pasado el periodista Jorge Lanata en su programa Periodismo Para Todos de Canal 13 reveló que el periodista oficialista Víctor Hugo Morales habría cobrado un 1 millón de dólares por la conducción del programa “De Zurda”, junto con Diego Armando Maradona, que se emitió durante el mundial por un mes en Telesur. Víctor Hugo respondió a las acusaciones afirmando que era todo mentira y ofreció a Lanata la posibilidad de encontrarse y mostrarle el contrato. Así se produjo un tire y afloje entre ambos periodistas respecto de esta cuestión.

Editorial de Alfredo Leuco

Son las dos caras de la moneda del periodismo en la era del hielo. Son los representantes de las dos posturas éticas frente a nuestro maravilloso oficio. Cada uno encarna un lado de la grieta que se abrió en la sociedad.

Jorge Lanata tuvo el coraje y la independencia de investigar a fondo la matriz corrupta del estado. Con rigurosidad destapó todas las ollas con olor a podrido y dejó en evidencia a varios funcionarios. A Felisa Miceli, condenada porque le descubrieron una inexplicable bolsa de dinero escondida en el baño de su ministerio. A Amado Boudou, procesado por recibir una megacoima. A Lázaro Báez y el lavado de dinero de quien fue amigo, socio, cómplice y testaferro de la familia presidencial y muchos otros casos como los de Ricardo Jaime o el general Cesar Milani. Hizo lo que siempre tiene que hacer un periodista. Tener una mirada crítica. Ser fiscal de ese poder.

Víctor Hugo Morales malversó nuestro trabajo y se convirtió en el abogado defensor de todos los corruptos y en el justificador ideológico de todos los autoritarismos de Néstor y Cristina. Castigó a los dueños de los medios pero fue feroz descalificando a colegas periodistas que se ganan la vida con dignidad y que hacen su trabajo con excelencia y que ganan un uno por ciento de lo que gana el megamillonario relator del relato inmoral.

Hoy Lanata y Víctor Hugo están protagonizando una polémica pública sobre la fortuna que el uruguayo cobró junto a Maradona por hacer el programa “De Zurda” por Telesur. No se trata de un sueldo mínimo o simbólico. Se trata de miles de dólares que los dos amantes del Che Guevara cobraron por derecha a un canal que tiene fondos públicos de Venezuela, Cuba y Argentina. Lanata dice que todos los argentinos hicimos un aporte para pagar esos mega sueldos y que por eso tenemos derecho a saber cuánto nos costó. Muchos pensamos que esas cifras descomunales hubieran sido muy útiles para atender a los más pobres de los pobres de esos países y que tanto Víctor Hugo como Diego podrían haber trabajado gratis para la causa. Pueden hacerlo, ambos están salvados para toda la vida.

Lanata no es el único pero es uno de los responsables de que radio Mitre lidere con mucha amplitud las mediciones de audiencia. Más del 46 % escuchan esta querida emisora en ese horario. Y eso es un beneficio para todos los que trabajamos en estos micrófonos.

Víctor Hugo no es el único, pero es uno de los responsables de que radio Continental se haya caído a pedazos en sus mediciones. Con suerte y viento a favor supera en algo el 9% de share contra el 46 % de Lanata. Y eso perjudica a grandes profesionales como a Nelson Castro y Fernando Bravo. Lo mismo pasa en televisión.

Jorge Lanata conduce uno de los programas más vistos de canal 13. En al comienzo, tuvo niveles impresionantes de audiencia. Todo bancado con el riesgo de la publicidad privada. Víctor Hugo conduce un programa en canal 9 que casi no acusa peso en la balanza y que si no fuera por su carácter de propagandista de las ideas del estado y la publicidad oficial, ya lo hubieran levantado por su fracaso.

Lanata gana casi todos los años la votación del mejor periodista de la revista Noticias, acaba de aparecer en el décimo lugar entre los personajes más honestos junto al Papa Francisco, Favaloro y Belgrano, entre otros. Y en el festival de Nueva York su investigación sobre la ruta del dinero K fue premiada con la medalla de plata en competencia contra producciones de 60 países.

Víctor Hugo fue el elegido en más de una ocasión en Noticias como el peor periodista del año, generó una gran desilusión y frustración entre muchos oyentes que lo apreciaban y se sintieron traicionados por su panquequismo borocotizador y ganó el premio que La Campora otorga a través de la Facultad de Periodismo de La Plata. El mismo que recibió Hugo Chávez rodeado de Hebe de Bonafini y Fernando Esteche quien fue profesor de esa casa de estudios hasta que lo metieron en la cárcel por encabezar junto a Quebracho diversos hechos vandálicos.

Jorge Lanata era un pibe durante la dictadura pero desde Página 12 fue uno de los principales luchadores por los derechos humanos. Instaló en su diario los reclamos con foto y nombres y apellidos y convocó a trabajar a Horacio Verbitsky y Osvaldo Soriano, entre otros. Sin embargo fue atacado ferozmente por el aparato propagandístico del gobierno y comparado con Videla.

Víctor Hugo tuvo que pedir perdón por carta a las Abuelas de Plaza de Mayo por haber elogiado a los genocidas de Videla en 1978. Fue muy amigo de varios militares y jugaba al fútbol y bailaba tangos en un cuartel de la dictadura uruguaya. Sin embargo es endiosado por el cártel de Gvirtz que se enriqueció con los dineros públicos y que tampoco muestra sus contratos con el estado. Ambos ganan muy buenos sueldos con su trabajo.

Pero Víctor Hugo dijo que seguramente fue uno de los que más ganó en la historia de la radio, tiene un departamento que cuesta una montaña de dólares en Nueva York y se la pasa viajando a Paris y Madrid pese a que se llena la boca hablando bien de Fidel Castro y la isla de Cuba a donde también viaja de vez en cuando. El chofer que le maneja su auto llegó a facturar una charla que dio Víctor Hugo, seguramente para evadir impuestos. Converso, tituló su gran libro, Pablo Siven.

Víctor Hugo es la hipocresía, es el doble discurso. Es jugar de zurda pero con nuestro bolsillo. Víctor Hugo es culturalmente kirchnerista. Un fabulador y millonario culposo que de la boca para afuera defiende a los pobres de la Patria Grande pero que le cobra una carretilla de dólares para trabajar en Telesur. Se lo digo en términos futbolísticos: se la pasa amagando por izquierda pero siempre sale por derecha.

© Publicado el Jueves 24/07/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


 

sábado, 14 de junio de 2014

Cristina lo hizo... De Alguna Manera...



Cristina lo hizo...

Instantánea. Daniel Scioli - Héctor Magnetto. Dibujo: Diego Temes

El encuentro desató la ira presidencial y hay quien lo ve como señal de fin de ciclo. Encrucijada oficial.

Daniel Scioli avanzó por el medio del salón. La concurrencia se abrió al paso del gobernador que fue derechito hacia Héctor Magnetto. Se hizo un revuelo de fotógrafos y camarógrafos que pusieron el dedo en el gatillo. El gobernador y el CEO de Clarín se estrecharon en un abrazo y se levantó un murmullo que hablaba de un hecho político. “¡Qué convocatoria, Héctor!”, dijo Daniel sonriente, rodeado por su hermano Pepe Scioli, Gustavo Ferrari y Gustavo Marangoni. “Es la nueva Argentina que nace”, respondió el empresario.

Parecía una pesadilla de Cristina Fernández, pero fue una realidad que corresponde analizar en su profundidad y de cara a 2015. La Presidenta no aguantó ni un día para reaccionar. Le ordenó a Capitanich que devolviera el agravio y el jefe de Gabinete dijo con algún problema de sintaxis : “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Ayer redobló la apuesta y fue al grano. Acusó a Scioli, sin nombrarlo, de ser empleado de los grupos mediáticos que financian sus campañas y de marionetas de las corporaciones que quieren extorsionar a la democracia”. Scioli no devolvió la cachetada. Puso la otra mejilla: “No pido permiso ni me escondo”, y citó como ejemplo de su amplitud que también participó en eventos organizados por el diario Perfil.

Esa fue la bandera de largada para que otros dirigentes más sectarios y con menos votos todavía salieran a confirmar lo que los carteros abiertos plantearon con o sin vueltas: “Scioli no nos representa”. “Cualquier colectivo lo deja bien”, acusó Sergio Urribarri, quien se presenta como un ideológico puro del cristinismo. Magnetto tuvo la gentileza de no refregarle en la cara ese triunfo a la Presidenta y al día siguiente ni en Clarín ni en ningún lado pudo verse la imagen de ese abrazo público que marca un antes y un después.

Magnetto se autolimitó. Podría haber publicado la foto en la tapa del diario o las imágenes en Telenoche y hubiese generado un tsunami político en el peor momento de un gobierno que tuvo a su vicepresidente vapuleado en los tribunales, a semanas de ser procesado, camino al juicio oral y que por la noche accedió a ser entrevistado por TN. A sus plantas rendido un Boudou.

Marangoni quiso quitarle dramaticidad al gesto y habló de la cordialidad como bandera del sciolismo y se quejó de que  “si después de treinta años de democracia no podemos estar con quien piensa diferente, estamos en problemas”. Error. Para Scioli puede ser que Magnetto piense diferente. Pero para el matrimonio ideológico de Cristina y Víctor Hugo Morales, el gobernador se abrazó con el diablo mafioso responsable de todas las calamidades nacionales. Todavía huele a azufre, diría Hugo Chávez, el autoritario ídolo de ambos.

El seminario organizado por Clarín llamado “Democracia y desarrollo” coincide en sus conceptos con lo que Daniel Scioli plantea hacia el futuro. “Soy el más confiable y más experimentado para avanzar en la etapa del desarrollo, que es lo que se viene”, dijo rodeado de Miguel Bein y Mario Blejer, quienes serán los estrategas económicos si Scioli llega a sentarse en el sillón de Rivadavia. Ambos son críticos de la gestión de Cristina, pero no tanto. Y rescatan mucho de lo que hizo Roberto Lavagna en el último duhaldismo y el primer kirchnerismo. Representan lo que el gobernador quiere instalar como consigna: “Continuidad con cambios”. ¿Lo conseguirá? No es fácil.

Aquel día del abrazo no fue en el infierno. Fue en el Malba y en un contexto donde salvo Scioli y el empresario Hugo Sigman, casi no hubo oficialistas. Participaron cuatro presidenciables: Sergio Massa, que esperó que se fuera Daniel Scioli para entrar y repetir el saludo, Ernesto Sanz quien fue uno de los expositores, y Hermes Binner. El quinto de ese grupo selecto, Mauricio Macri, estaba de viaje en el interior y fue representado por Horacio Rodríguez Larreta.

Esos apellidos potenciaron el enojo de Cristina. La radio AM 750 y Tiempo Argentino la supieron expresar. La radio de Aliverti y del gremio de los encargados le preguntó a Hermes Binner si no sabía que “Magnetto está en abierta guerra con el Gobierno”. Astuto, el socialista le recomendó al periodista que hiciera la denuncia a la Justicia. Y el diario de Szpolski recordó que la concurrencia al Malba se sumó a la estrategia de Magnetto de “comprar impunidad a futuro porque está sospechado de delitos de lesa humanidad como la apropiación de Papel Prensa”.

En el plano empresarial la cuestión tuvo la misma envergadura, por la presencia de varios de los más poderosos de la Argentina. Empezando por Luis Pagani de Arcor quien últimamente se había corrido de la exposición pública o la de Luis Betnaza (Techint), Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), Enrique Cristofani (Banco Santander Río) y Gabriel Martino (HSBC), entre otros, como el vicepresidente de la UIA y hermano del gobernador de Salta, José Urtubey, y los cinco jinetes del apocalipsis de la oligarquía destituyente: Etchevehere (SRA), Ferrero (CRA), Garetto (Coninagro), Buzzi (FAA) y Gerónimo Venegas (Uatre).

Un consultor comentó con avaricia: “Esto es un síntoma claro del fin de ciclo”. Es que apenas seis meses antes muchos de los que participaron no se hubieran atrevido a mostrarse públicamente con Magnetto, José Antonio Aranda, Lucio Pagliaro o Marcela Noble Herrera. 
Temían las represalias de Cristina y sus muchachos. Los ataques hacia los presentes ya comenzaron y van a seguir. Pero duelen mucho menos. La ausencia de herencia política y la crisis económica le quitaron capacidad de daño al Gobierno.

Pasa lo mismo en la Justicia. Tienen a José María Campagnoli contra las cuerdas. Todos los días los paraperiodistas subsidiados por todos los argentinos operan contra Ariel Lijo, y sin embargo, el mismísimo papa Francisco salió a respaldar a ambos pese a que también son como el diablo, pero de los tribunales.

Los tiempos electorales se acelerarán cuando Argentina finalice su participación en el Mundial de Fútbol. Si sale campeón eso producirá humo y una semana más de euforia. Pero si los muchachos de Sabella regresan antes, se potenciará el malhumor que abrirá las puertas a la discusión sobre candidaturas. ¿Qué hará Cristina al respecto?

Está atrapada sin salida. Su candidato del alma, Axel Kicillof, por ahora no acusa peso en la balanza. Pero le serviría para conservar el relato heroico ficticio y cohesionar a diputados y a militantes para comandar la oposición. Nadie cree que quiera jugar su única carta competitiva que es la de Daniel Scioli. ¿Pero qué hacer, entonces, para no favorecerlo? Si Scioli gana las PASO ante Randazzo, Urribarri o Kicillof, se fortalece. Si lo expulsan del Frente para la Victoria, lo victimizan.

No está claro cuál será el camino electoral del cristinismo. Porque fuera de los defensores del modelo está sólido en el primer lugar Sergio Massa (menos para Poliarquía que lo da segundo) y vienen creciendo tanto Mauricio Macri como el espacio UNEN que cada día estudian desde el radicalismo y Elisa Carrió con más detenimiento una oferta del PRO que los llevaría a ambos a ganar las gobernaciones de una decena de provincias en el peor de los casos. Eso fracturaría el Frente Amplio que perdería su ala izquierda. Por ahora son especulaciones y posibles reacomodamientos más pragmáticos y territoriales que ideológicos.

De todas maneras hay muchos prejuicios y dogmas que se seguirán cayendo. Un cronista experimentado cuando vio el abrazo entre Magnetto y Scioli dijo que era una foto no publicada insuperable como noticia. Pero al instante cambió. Señaló otro abrazo del CEO del Grupo Clarín y dijo: “Esto es más increíble todavía”. Era Humberto Tumini que palmeaba a Magnetto. 

El conductor de Libres del Sur integró el estado mayor del Ejército Revolucionario del Pueblo en los 70. Y lo pagó con años de cárcel y torturas. Ese encuentro también era impensado en otra época, aunque ambos hayan tenido sus etapas de aliados de Néstor Kirchner. Esta vez los unió la oposición a la Presidenta. Cristina lo hizo.

© Escrito por Alfredo Leuco el Sábado 14/06/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

sábado, 5 de abril de 2014

Violencia Social y Hostilidades… De Alguna Manera…


Violencia Social y Hostilidades…

CFK modelo 60. Dibujo: Diego Temes

Los linchamientos son hijos de una cultura de la confrontación que impulsó el Gobierno.

La actual descomposición social fue parida por Cristina, quien, sin embargo, mira sorprendida sin comprender bien qué pasó. Como si fuera una hippie de los años 60, ahora proclama la paz y el amor con los dos dedos en “V” y mezcla palabras del lenguaje papal como “misericordia” o “periferia”, pero no reconoce que, durante su gobierno y el de su marido, se inoculó el veneno del odio en las venas abiertas de la Argentina. Semejante nivel de intolerancia por estas horas sólo se explica con una década de descalificaciones y beligerancia desde la cima del poder.

Ese discurso autoritario del “vamos por todo” fue permeando y muchos decodificaron que sólo se pueden establecer relaciones de dominación y de prepotencia. ¿O antes de 2003, pese al infierno de 2001, hubo casos de injusticia por mano propia? Y eso que estábamos en el horno, merodeando la anarquía. Los medios ya existían antes del desembarco kirchnerista en el poder y, sin embargo, nunca habíamos llegado a semejante tragedia social, con excepción de los crímenes de lesa humanidad.

Es que en la era K los que desataron las hostilidades obtuvieron patente de progres. Radicado en Londres, Ernesto Laclau se enorgullecía mientras sus cachorros de Carta Abierta proclamaban que los que no dan las batallas por la emancipación son tibios que como mínimo se rindieron, o directamente, que se pasaron a las filas del enemigo golpista y oligárquico. Pusieron todas sus fichas a confrontar para construir. Jugaron con fuego en un país que fue devorado por las llamas del terrorismo de Estado.

Los Kirchner se cansaron de fogonear linchamientos desde el Estado. Ametrallaron desde sus medios con estigmatizaciones a diestra y siniestra. Fueron los autores intelectuales y, en algunos casos, también los materiales. Convocaron a sus mejores cuadros para que ejecutaran con frialdad revolucionaria las amenazas a todo tipo de disidencia.

Acá hubo una Hebe que humilló a jueces e incitó a tomar los Tribunales. Un D’Elía que llamó a fusilar a la disidencia en Venezuela. Un Víctor Hugo que acusó a Ernestina de Noble de tener las manos manchadas en sangre por haberse apropiado de hijos de desaparecidos, cosa que luego se demostró como absolutamente falsa, casi una expresión de deseo del relator militante. Un Zaffaroni que responsabilizó a los periodistas no adictos de fomentar los crímenes. Y hasta un Verbitsky que levantó su dedito moral pese a que participó de dos guerras, una armada y otra simbólica, como continuidad de la política por otros medios. Eso no es gratis en ningún país del mundo, y menos en Argentina. ¿Qué esperaban cosechar a la hora de su retirada?

Este es el verdadero debate que debe dar la dirigencia política para no repetir esta experiencia nefasta. ¿Cómo fue que llegamos hasta aquí?

A Cristina habría que darle chocolate por la noticia. Sostuvo que todo nace de la más brutal inequidad social. De la marginación de hermanos argentinos cuya vida no vale dos pesos y que, por lo tanto, no podemos exigirles que le den más valor a la vida de los demás. Otra vez las malditas preguntas sobre el origen de las cosas. ¿Quién tiene la culpa de que eso ocurra en esta tierra después de una década de crecimiento a tasas chinas? ¿Quién es responsable de que pese a haber tenido el máximo poder político concentrado desde 1983, todavía hoy las cifras de la desigualdad y la indigencia sean similares a las de los malditos años 90? ¿Son capaces de mentirse tanto a sí mismos para autoconvencerse de que la culpa la tiene Menem o Magnetto? ¿Cómo se llama eso? Masturbación ideológica.

El patético episodio de la conquista de Angola con Guillermo Moreno como vanguardia funciona casi como una metáfora del fin de ciclo. Cartón pintado, escenografía, puro maquillaje industrial para una cosechadora estratosférica (como el cohete de Menem que nos iba a llevar a China en cinco minutos) que se cayó a pedazos en el medio de una quiebra y una estafa. Y arriba de ese mastodonte, como tripulando la campaña hacia el futuro de la patria, la comandante quijotesca Cristina y su más fiel seguidor, el Sancho Panza y gobernador Sergio Urribarri. El cacique de La Salada, Jorge Castillo, que también fue a vender sus productos en la excursión morenista, reveló que los angoleños le dijeron que llevara un barco lleno de ojotas y jeans y que, una vez que llegara, le iban a pagar en el puerto. El representante de la naciente burguesía nac and pop confesó que no exportó ni un pañuelo, y ante la pregunta sobre si iba a aceptar la propuesta de Angola de llevar una suerte de Salada flotante hasta África dijo, gramsciano: “Ni en pedo”.

Si no fuera por lo dramático de las muertes, la injusticia por mano propia y el ojo por ojo, se podría decir que estamos protagonizando una novela del querido Osvaldo Soriano. Parece No habrá más penas ni olvido pero en realidad es Una sombra ya pronto serás.

© Escrito por Alfredo Leuco el Sábado 05/04/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

martes, 25 de febrero de 2014

El "pase" de Nelson y Víctor por Continental... De Alguna Manera...

Convivencia basada en evitar la realidad…

Víctor Hugo Morales adhiere al oficialismo desde la Ley de Medios. Nelson Castro siempre se opuso al modelo. Foto: Cedoc Perfil

Tras la marcha de Magdalena de Continental, Víctor Hugo Morales hace un “pase” con Nelson Castro. En veredas políticas opuestas, esquivan hablar de cualquier tema donde puedan tener posiciones diferentes. Una tensa calma.

Ulises en la obra de Homero hizo tapar los oídos de sus compañeros para protegerlos del canto fatal de las sirenas. No obstante, Franz Kafka, siglos más tarde, descubrió que esas criaturas tenían un armamento aún más letal: el silencio.

A partir de febrero, Nelson Castro y Víctor Hugo Morales empezaron a ratificar el mito kafkiano de lunes a viernes. Porque en el “pase” entre sus programas radiales, salvo excepciones, en vez de cantar, cierran la boca como las sirenas de Kafka.

Antes y después de las charlas (generalmente por teléfono, debido a los viajes de Víctor Hugo), uno arroja denuncias y el otro elogia al gobierno actual. Pero apenas se encuentran, evitan los temas de fondo.

Nadie quiere que riñan (no lo desea quien escribe), pero tampoco resulta satisfactorio que hagan relaciones públicas que rozan el cinismo y que no entreguen a la audiencia lo que ella espera y necesita: capacidad crítica y tolerancia. 

Si esta nota fuese una novela, un autor podría pensar que hay una instancia superior que no les permite ir a fondo en sus temperados diálogos. Esa autoridad sería tal vez la misma emisora, temerosa de otra contienda en el aire (como la sucedida entre Magdalena Ruiz Guiñazú y Víctor Hugo).   

En el primer “pase” (3/2/14), que fue de los más extensos (18 minutos), hablaron sobre la falta de vacantes en los colegios y se advirtió algo que sería costumbre: siempre pregunta Nelson Castro (cuyo idioma se caracteriza por lo discreto: “necio”, “mentira”, “enojado”) y Víctor Hugo juega de contragolpe y responde (con su lenguaje que, para decirlo de alguna forma, tiene “menos cocción”: “mafia”, “porquería”, “gusano”).

Se sabe que los viajes de Víctor Hugo son funcionales a su programa (en los últimos días salió de Mar del Plata, visitó Lincoln y luego París). Pero sus notas “rebotan” contra el ciclo de Castro, porque no tienen relación directa con la agenda política del día. 

El 12 de febrero, Nelson Castro afirmó: “Lo que dijo Capitanich es un disparate, me gustaría discutirlo” (se refería al fallo de la Corte sobre Canal 13). Pero en el “pase”, segundos más tarde, hablaron exclusivamente sobre Julio Cortázar y los treinta años de su muerte.

Dos días después, luego de que por primera vez el gobierno nacional reconociera la inflación (noticia que recorrió el mundo), hablaron con entusiasmo sobre la fiesta de San Valentín y el amor.

Por momentos, parece el “pase” entre dos programas deportivos. Porque suelen hablar de fútbol. Pero ese tema también puede suscitar cuestiones políticas. El lunes 17, Castro le preguntó a su colega sobre la violencia en el fútbol y la relacionó con el Gobierno. Víctor Hugo respondió que violencia hubo siempre y lanzó una osada definición: “Los barrabravas son personas como vos o como yo, pero que en un momento se vuelven locos”.

El tema se puso tibio. De tal manera que prometieron continuarlo al día siguiente. Pero el martes, sin embargo, a pesar de la expectativa, hablaron de fútbol… pero de Boca, de Belgrano y de Carlos Bianchi.

Víctor Hugo es un vivo retrato del personaje que Walter Benjamin calificó como flaneur: viajero, espectador urbano, dandy, voyeur, etc. Pero resulta absurdo que, luego de que la Presidenta dijo que “quisieron hacer volar el país por los aires”, dos periodistas políticos, en su encuentro, sólo hablasen de Julio Cortázar.

Para colmo, y a propósito de San Valentín, el papa Francisco habló de “sociedad líquida”, recurriendo a un concepto de Zygmunt Bauman, filósofo que anuncia el fin de lo socialmente sólido y el triunfo de los mercados volátiles.

Pero ellos, impávidos, la siguieron con San Valentín.

¿Qué omitieron? Aquello que los filósofos y el propio Papa vienen anunciando sobre la “sociedad líquida” y “la era del homo sacer”. O sea: el tiempo de “los humanos que son sagrados y merecen amor, pero a los que cualquiera puede matar”. ¿Y no es esa la situación de un jubilado pobre que, con 11% de aumento, pasa a convertirse en un ser “matable”?

Nelson Castro y Víctor Hugo Morales, con este “pase” inventado por Continental, ingresan a un simulacro de charla. Y brindan un espectáculo penoso. Porque las palabras pueden callarse. Pero los síntomas siguen hablando.

© Escrito por Luis Frontera el Sábado 22/02/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


lunes, 24 de febrero de 2014

Copa del Mundo 2014, el Diego y el Víctor Hugo juntos y relatando... De Alguna Manera...


Maradona-Morales, juntos en Brasil...


Diego y Víctor Hugo estarán en la pantalla de Telesur durante la Copa del Mundo 2014. “Es el contrato más emocionante de mi carrera”, dijo el Diez.


Diego Armando Maradona volverá a estar presente en un Mundial de fútbol. Será en Brasil 2014, compartiendo la pantalla de Telesur junto a Víctor Hugo Morales. “Acabo de firmar el contrato más emocionante de mi carrera”, confirmó el ex DT de la Selección desde Dubai. El relator también lo ratificó: “Si Maradona lo confirmó, entonces seguramente ya será un hecho”.

Diego será uno de los analistas de la cadena venezolana durante la Copa del Mundo. “Va a ser fútbol con política. Eso es lo que más me gusta”, le dijo el Diez al periodista Daniel Arcucci, de La Nación.

Por su parte, Víctor Hugo Morales, en diálogo con Gustavo Sylvestre en Radio Del Plata, habló sobre su participación en Telesur durante Brasil 2014. “Haría un programa sobre lo más importante que pase en los partidos pero no son transmisiones”, aclaró el relator, a quien -según sus palabras- le ofrecieron relatar para la TV Pública pero lo rechazó.

“Cuando Maradona se enteró lo que yo iba a ganar dijo que no podía trabajar con alguien que a su par gane tanto menos que él. Diego subió mi cotización”, aseguró.

Hace unos días, Víctor Hugo había mostrado su frustración por no poder estar en el Mundial con Continental, la radio en la que trabaja todas las mañanas. “La gente de Prisa me parece que se durmió un poco y no pusieron dinero cuando dijeron que se iba a transmitir el Mundial. Pero hay que asumirlo. No me voy a encadenar a la radio porque no transmito el campeonato del mundo”. aseguraba el relator.

© Publicado el Lunes 24/02/2014 por del Suplemento Deportivo 4-4-2 del Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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