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lunes, 26 de noviembre de 2012

El ritual de la despedida… De Alguna Manera...


El ritual de la despedida…

Marc Augé

En Futuro (Adriana Hidalgo), el antropólogo francés Marc Augé analiza la importancia del rito, en apariencia vinculado más a lo ido que a lo por venir, y su relación con lo que nace...

Recorro por primera vez desde su muerte el escritorio de mi padre. Lo busco en las marcas de sus libros, en las fotos que tomó y en las que repiten su rostro, en la música que bailaba (¡cuánto bolero, tanta bossa!), en las diapositivas de casos médicos que presentaba en congresos, en los originales de sus cuentos y entre el desorden galáctico de sus papeles. El ritual marca que debo elegir mi parte de él. Lo que llevaré a mi casa cuando cerremos la que fue suya. Algo que lo diga tanto y tan bien que pueda escucharlo siempre. ¿Qué sentido tiene para el mañana este paseo al dolor?

En Futuro (Adriana Hidalgo), el antropólogo francés Marc Augé analiza la importancia del rito, en apariencia vinculado más a lo ido que a lo por venir, y su relación con lo que nace: “El comienzo es la finalidad del rito. El comienzo no es la repetición. (…) En re-comenzar, comenzar es lo que importa. Re-comenzar es vivir un nuevo comienzo, un nacimiento”, escribe. Cada nacimiento está tironeado por dos obsesiones que rigen la vida en sociedad: la de significado y la de libertad. Del diálogo entre pasado y futuro se nutre el animal simbólico que somos y que busca en ese gesto “sus huellas o sus pruebas en el mundo”. Por eso, porque es preciso pensar el tiempo como “puesta en intriga” pero también como inauguración, sigue interesándonos el rito, señala Augé, en una época que por su demanda de eterno presente se caracteriza “por el déficit ritual”.

Hallo entre sus cosas esta frase: “No se puede pecar contra la esperanza”. Sonrío al fantasear que papá la anotó ya enfermo y pisando sus 80 años para que yo la encontrara exactamente hoy, exactamente aquí, cuando me pregunto, bajo un diluvio de pena, por el puente que unió su vida con la mía. A solas con lo que me ha dejado elijo las palabras de Augusto Monterroso para contarle, como cuando me sentaba en sus rodillas e inventaba un cuento, cómo nos va por aquí sin él: “Dios todavía no ha creado el mundo; sólo está imaginándolo. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso.”

© Escrito por Raquel Garzón y publicado por la Revista Ñ de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 23 de Noviembre de 2012.




martes, 3 de julio de 2012

Sergio Pininfarina... De Alguna Manera...

Murió Sergio Pininfarina…

 Pininfarina en 1959. Desde 1950, diseño casi todos los modelos de la marca italiana. Foto: AP

El célebre ingeniero italiano, responsable del diseño de algunos de los modelos más emblemáticos de Ferrari, falleció a los 86 años. Fotos.

Sergio Pininfarina, responsable de diseñar algunos de los modelos más emblemáticos de Ferrari (como la célebre Testarossa), murió en su casa de Turín a los 85 años. Hasta último momento estuvo acompañado por su mujer, Giorgia, y sus hijos, Lorenza y Paolo, según informó la empresa familiar en un comunicado.

El famoso ingeniero nació el 8 de septiembre de 1926, como Sergio Farina, aunque en 1961 su familia se cambió el apellido a Pininfarina. Desde la empresa familiar, recordaron “la figura emprendedora de Sergio Pininfarina, que guió durante muchos años a Ferrari, llevándola al mundo en el surco de una tradición de elegancia y estilo constantemente renovada con los más altos estándares de innovación tecnológica y belleza armónica”.

Sergio siguió la vocación de su padre, Battista “Pinin” Farina. Cuando Battista murió en 1966, él quedó al mando de la empresa familiar, responsable de algunos de los diseños más memorables de Ferrari, aunque también trabajaron para otras marcas, como Alfa Romeo o Maserati. Asimismo, el diseño del IKA-Renault Torino que se fabricó en nuestro país entre 1966 y 1981, estuvo a cargo de Pininfarina.

Sergio llegó a ser presidente de la patronal italiana Cofindustria (1988-1992) y era senador vitalicio italiano desde el 2005. Graduado en Ingeniería Mecánica en el prestigioso Politécnico de Turín, guió por muchos años a Ferrari, convirtiéndola en la marca sinónimo de elegancia y estilo, combinando innovación tecnológica y belleza.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 3 de Julio de 2012.




Las fotos:

 La Ferrari FX, diseñada por Pininfarina / AFP

 La Maserati A6GCS Berlinetta Pininfarina / AFP

Un Alfa Romeo en el Museo Pininfarina / AFP

Pininfarina en 1959. Desde 1950, diseño casi todos los modelos de la marca italiana / AP

Sergio Pininfarina / AFP

Sergio Pininfarina y su hijo Andrea / EFE 

 Pininfarina con el ex Premier italiano, Romano Prodi / AP

 Pininfarina, en el senado romano. En 2005 lo nombraron “senador vitalicio” de Italia / AP

El logo de Pininfarina / AFP

viernes, 22 de junio de 2012

Cristina y Hugo... De Alguna Manera...

Cristina muestra gran preocupación por el paro decretado por Moyano...


Las dos jugadas que planea el Gobierno. El duro enfrentamiento que el Gobierno nacional y el gremio de Camioneros protagonizaron este miércoles, llevó a Hugo Moyano a declarar un paro nacional y a la Casa Rosada a denunciarlo ante la Justicia por amenazas y entorpecimiento del transporte de combustibles.

La reacción de Moyano se produjo luego de que, por orden de Cristina Kirchner, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, firmara una denuncia penal que será presentada mañana contra el secretario general de los Camioneros y su hijo Pablo Moyano por "amenazas agravadas".

Agregado al referido paro, Moyano anticipó que este jueves sesionará el Consejo Directivo del Sindicato de Camioneros para determinar el alcance del paro, que buscará paralizar sectores sensibles como el transporte de caudales, combustibles, aguas y gaseosas, alimentos, recolección de residuos, correos y logística. "Un gobierno que tiene que sacar a las fuerzas armadas a las calles es porque no está haciendo las cosas bien", dijo Moyano en referencia a la actuación de la Gendarmería en las inmediaciones de las refinerías bloqueadas este miércoles por los Camioneros.

"Ya van a ver que tendremos la solidaridad de todos los trabajadores", pronosticó Moyano en declaraciones al canal de cable TN, desde donde también precisó que este jueves a las 16.00 sesionará el Consejo Directivo de la CGT y dijo que el paro de Camioneros será con movilización a la Plaza de Mayo. En un clima de tensión creciente, los sindicalistas persistían en su actitud de bloquear la salida de una planta estratégica de YPF en La Matanza, al oeste del Gran Buenos Aires, de donde el Gobierno aseguró que pudo sacar ocho camiones con 300 mil litros de combustible en medio de un operativo de distracción.

Según recuerda agencia Noticias Argentinas, ese contexto llevó a que la Presidenta regresara al país hacia las 21 proveniente de Brasil, donde participó durante unas pocas horas de la cumbre medioambiental denominada Río+20, de forma anticipada a lo previsto para atender personalmente el fuerte conflicto con los Camioneros. Durante toda la jornada, un gabinete de funcionarios formado este miércoles específicamente para tratar el conflicto sesionaba esta noche en la Casa Rosada, donde técnicos de la petrolera YPF informaban a las autoridades sobre la situación de abastecimiento de combustibles. Un dato: la carta que se baraja en última instancia es la de la aplicación de la ley antiterrorista.

En estas horas, Cristina Kirchner busca un interlocutor válido para negociar con Moyano el levantamiento de la medida de fuerza prevista y que culminará en una movilización a Plaza de Mayo.

El titular de la CGT ha dicho que esta vez no cederá: “Todas las veces que nos pidieron diálogo nos terminaron engañando”, le dijo a su hijo Pablo ayer mismo. Por otro lado, Julio De Vido, el único que tenía contacto directo con él sufrió el recorte de su propio poder —que le fue conferido a Florencio Randazzo— y fue “invitado” a defenestrar anoche a Moyano a través del hiperoficialista programa 678.

Por lo visto, no es el mejor panorama para negociar nada. No al menos para el Camionero.

© Agencia Noticias Argentinas y publicado por Tribuna de Periodistas el viernes 22 de Junio de 2012.


domingo, 17 de junio de 2012

El país de los boludos... De Alguna Manera...

El país de los boludos...


Bastará con verificar que –en el lenguaje de los jóvenes, sobre todo– la palabra boludo ha reemplazado al modismo, típico de la argentinidad, che. Hoy, los jóvenes no dicen: “Cortala, che”. No dicen: “Ni ahí, che”. No dicen: “No me cabe, che”. Los jóvenes dicen: “Cortala, boludo”. Dicen: “Ni ahí, boludo”. Dicen: “No me cabe, boludo”. Pareciera, la palabra “boludo”, un reconocimiento (tal vez no consciente) del estado de las cosas, no un agravio. Pero no nos adelantemos.



En principio bastará con verificar este decisivo desplazamiento lingüístico: del tradicional “che” se ha pasado al “boludo”, extrayéndole toda connotación agresiva para, limándolo, mantenerlo en el nivel referencial. Así, cálidamente, se dice: “Escucháme, boludo”. O “no vayás, boludo”. O “el bondi te deja mejor que el subte, boludo”.

Nadie ignora todo lo que un buen chiste expresa de una situación social o política. Los chistes que ha generado el menemismo son interminables y todos dicen algo de la situación básica que los ha producido: el menemismo, por supuesto. Pero yo elegiría uno entre los más destellantes y representativos. Uno en que la palabra “boludo” es decisiva y denota una situación histórica. Un tipo le dice a otro: “¿Sabés cómo le dicen a Menem?” El otro tipo dice: “No”. El primero dice: “El rey de los boludos”. El otro pregunta: “¿Por qué?”. El primero explica: “Porque él es el rey y nosotros los boludos”. La gracia del chiste (si me lo preguntan, creo que se trata de un chiste muy gracioso y bien armado) radica en atribuirle, primero, a Menem, una expresión tradicionalmente despectiva: sería, en efecto, “el rey de los boludos”, es decir, el más boludo de todos, el más tonto, el más idiota. 

Sin embargo, luego, sorpresivamente (un chiste siempre, o casi siempre, esconde un remate sorpresivo), la expresión “el rey de los boludos” deja de ser despectiva y es valorativa, porque “el rey de los boludos” es un rey, es un monarca, alguien que gobierna y, como todo monarca, tiene súbditos. Estos súbditos tienen un nombre, que primero creíamos se atribuía al rey, pero no, no se atribuye al rey sino a los súbditos: porque “los boludos” son los súbditos, los súbditos del rey. De este modo “el rey de los boludos” es el monarca que ejerce poder sobre una especial categoría de súbditos llamados “los boludos”. Que somos, más exactamente, nosotros. El chiste, que en el inicio parecía agredir o señalar peyorativamente a Menem, nos señala, en su remate, a nosotros: los boludos somos nosotros y él es el rey, el monarca, el que nos transforma en boludos gobernándonos. Porque si por algo somos boludos es porque Menem es nuestro rey. Y lo hemos elegido.

Cuando alguien escucha este chiste se ríe, jamás se indigna. Nadie dice: “Yo no soy un boludo ni Menem es mi rey”. No, los buenos y sufridos (y boludos) argentinos nos reímos y decimos “qué buen chiste, boludo”. Y nos asumimos como boludos y ya está claro por qué hemos dejado de decir “che” para señalarnos y ahora decimos “boludo”. Porque es así: antes nos señalábamos diciéndonos “che”. Por ejemplo: un amigo, luego de despedirse, se va del bar y de pronto descubrimos que hemos olvidado decirle algo. Lo llamamos. Le gritamos “¡Che!”. No más. Ahora le gritamos: “¡Boludo!”.

Todo esto no lo digo porque sí. Se me ocurrió, como muchas otras cosas, tomando un café en el bar de la esquina de mi casa. Estoy con un amigo y mi amigo lee el diario. Lee los sucesos de Ramallo. Que la bonaerense acribilló a los secuestradores y a los rehenes. Eso lee. De pronto, me dice que el comisario a cargo declaró que le habían tirado a las gomas. A las gomas del coche en que se escapaban los asaltantes con los rehenes. Tiraron, parece, entre ochenta y ciento setenta balas. Ni una le pegó alas gomas. Mi amigo me mira y pregunta: “¿Nos toman por boludos?”. Le digo que sí, que por supuesto, que nos toman por boludos. Que hace tiempo nos toman por boludos. Tanto, que los argentinos ya no somos los “che”, somos “los boludos”.

Cuando Alsogaray decía “hay que pasar el invierno”, nos tomaba por boludos. Y después Onganía, y Lanusse, y el viejo Perón muchas veces, nos tomaron por boludos. Y cuando Videla decía “los desaparecidos están en el exterior” nos tomaba por boludos. Y cuando hablaron de la “campaña antiargentina” nos tomaron por boludos. Y cuando hicieron el Mundial y cuando le ganamos a Perú seis a cero nos tomaron por boludos. Y Alfonsín nos tomó por boludos cuando les dijo “héroes de Malvinas” a los carapintadas, y nos tomó por boludos cuando dijo “la casa está en orden”. Y Menem se hartó de tomarnos por boludos. Nos tomó por boludos durante más de diez años. Menem y los Yoma y María Julia Alsogaray y los que mataron a Cabezas y los que suicidaron a Yabrán. Todos nos tomaron por boludos. Y ahora los de LAPA y los acribilladores de Ramallo y los que ultrajaron tumbas judías en La Tablada y, antes, los que volaron la Embajada de Israel, los que volaron la AMIA esos –muy especialmente esos– nos tomaron por boludos. Y quienes los cobijan, quienes deberían descubrirlos y encarcelarlos y no lo hacen, esos, día a día, cada día que pasa un poco más, nos toman por boludos. Porque eso es lo que somos, porque al fin sabemos lo que somos: somos el país de los boludos. Hoy, al comandante Guevara no le dirían Ernesto Che. Le dirían Ernesto Boludo. Y no por culpa de él, sino nuestra.

Mi amigo, ahí, en el bar de la esquina, tristemente dobla el diario y lo deja sobre la mesa. Llama al mozo. Pide un café. Veo en sus ojos el destello de la bronca. De la indignación. Tal vez de la rebeldía. Me mira. Y dice: “No se puede seguir así”. El mozo le trae el café. Bebe un lento sorbito, con cuidado, como para no quemarse. Me mira otra vez y dice: “Hay que hacer algo, boludo”.Es un comienzo.

© Escrito por José Pablo Feinmann y publicado por el Diario Página/12 el sábado 25 de Septiembre de 1999.


sábado, 9 de junio de 2012

¿Cómo es el país de Cristina?... De Alguna Manera...

¿Cómo es el país de Cristina?...


Historiadores y politólogos caracterizan a los gobiernos según la inspiración filosófica de sus actos: las presidencias del último tercio del siglo XIX fueron liberales, con el golpe de 1930 se inició un régimen conservador y autoritario, Perón fue estatista, Frondizi desarrollista, Alfonsín socialdemócrata y Menem neoliberal. ¿Cómo es la Argentina de Cristina?

Ella dirige un país en el que es posible cambiar de sexo o elegir el género con el cual identificarse, pero en el que no se puede comprar dólares o viajar como se quiera sin dar explicaciones. Un país que se sumó a la vanguardia de los que admiten matrimonios entre homosexuales, aunque no favorece la misma libertad para acceder a cualquier libro editado , sin importar dónde haya sido impreso. Un país donde pronto se podrá fumar marihuana libremente y quienes soporten una agonía interminable atada a tratamientos y maquinarias ya no tendrán que excusarse para optar por una muerte digna, pero en el que no se puede acceder a cualquier medicamento que no haya sido fabricado en el país, y se pretende imponer con qué medios hay que informarse.

Mientras que muchas conductas de la vida privada fueron sustraídas a las sanciones de la ley, otras tantas –tan privadas como aquellas– soportan crecientes controles o hasta prohibiciones del Gobierno . Algunos presentan estas maniobras bajo la piel de una supuesta recuperación del rol del Estado. Pero si así fuera, esa intervención implicaría un despliegue de leyes, resoluciones y responsabilidades propias del aparato estatal y lejanas a cualquier arbitrariedad. No parece.

A su vez, la acción del Estado para proteger el bien común es la cara de una moneda cuyo anverso es el control ciudadano sobre sus gobernantes. Pero el Gobierno corre en dirección opuesta: no se aceptan preguntas ni se difunden datos básicos de la gestión –o se malversan–, los organismos de control fueron desactivados o son ignorados, y hasta el Congreso es asemejado con frecuencia a una mera escribanía. Entonces, ¿es Argentina un país liberal, estatista o autoritario? Habrá una respuesta para cada día, o tal vez haya que inventar otra, una nueva palabra suficientemente elástica para contener al gaseoso “modelo”.

© Escrito por Claudio Savoia y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 9 de Junio de 2012.


domingo, 3 de junio de 2012

Finales obvios... De Alguna Manera...

Cómo arruinar un buen final...

Equipos semifinalistas de la Copa Argentina de Fútbol.

Vladimiro: —Entonces,
¿Nos vamos?
Estragón: —Vámonos.
(No se mueven. Telón)
Final de “Esperando a Godot” (1952), de Samuel Beckett (1906-1989).

Detesto los finales obvios

Bogart deja que Ingrid Bergman se vaya con su marido y camina en la niebla junto al policía francés que le salvó la vida mientras el avión despega y él dice: “Espero que éste sea el inicio de una larga amistad”. Casablanca. Ese sí es un gran final. El de la primera Rocky también lo era. La de 1976, dirigida por John Avildsen. Porque perdía. Hacerlo ganar era ridículo, inverosímil. Pero no para Stallone ni para el american dream, que exigía una revancha y el final feliz. Pronto le darían el gusto.

El guión original era de Stallone y estaba inspirado en Chuck Wepner, un tragabollos apodado “el Sangrador” por lo fácil que se cortaba. Chuck era gordo, boxeaba cuando podía, se ganaba la vida vendiendo licores y era el rival perfecto para un Muhammad Alí mal entrenado. Wepner casi lloró de alegría cuando firmó el contrato. Eran 100 mil dólares para pelear por el título mundial y servirle de puching ball a Alí. La pelea se hizo en Ohio y era un trámite. Pero algo salió mal. En el noveno Wepner, bañado en sangre como siempre, embocó un voleo y tiró al campeón. Alí, avergonzado, furioso, le dio una paliza impiadosa. La pararon recién en el round 15, poco antes del minuto final.

Una historia fantástica que hizo rico a Stallone. Alentado por los tres Oscar ganados y el éxito de taquilla, en 1979 escribió y dirigió Rocky II. Y lo hizo ganar, por supuesto. En 1982, ya con Ronald Reagan en la Casa Blanca, llegarían Rambo y Rocky III. Y la infinita saga.

OK: la final cantada para esta primera Copa Argentina debería ser Boca-River. Cualquier otra arruinaría la fiesta y el negocio. Lo mismo pasó en la última Champions. Tenía que ser Barça-Madrid, sí o sí. No podía fallar. Pero falló y fue Chelsea-Bayern Munich. Esa absurda imprevisibilidad, esos guiones escritos por un loco deben ser lo que lo hacen algo tan… apasionante.

Hoy se juegan las semifinales. Una, en Catamarca. Allí Deportivo Merlo será Wepner, y Boca, Alí.

Este campeón también llega agotado por su rush triunfal en el torneo local y la Libertadores. Pero igual pondrá toda la carne al asador. Voraz, busca la Triple Corona. Tanto, que Falcioni arriesgará a su gema más delicada, Riquelme, el que también baila como una mariposa y pica como una abeja, cuando puede o quiere. Y junto al Enganche Melancólico, su elenco estelar: Schiavi, Erviti, Somoza, Cvitanich, Silva… Uy. No hay manera de que no resulte una masacre.

Frente a este ejército de Patton, el equipo del Club Social y Deportivo Merlo, fundado el 19 de octubre de 1954, pocas semanas antes de que su rival de hoy diera su séptima vuelta olímpica en el profesionalismo. Lo llamaron 9 de Julio y la primera sede funcionaba en el Mercadito Claudio, de Héctor Pérez, en Aristóbulo Escalada y Remedios de Escalada, Parque San Martín. Recién en 1968 consiguieron el terreno para hacer la cancha y le cambiaron el nombre. Su evolución es asombrosa. Jugó veinte temporadas en la Primera D, 21 en la C, 13 en la B y ya lleva dos en la Nacional B.

¿Sus jugadores top? Anoten. Leandro Lazzaro, aquel goleador de Tigre con físico de patovica; Capogrosso, arquero de experiencia en el ascenso; el lateral Emanuel Martínez que hizo inferiores en River; Pablo de Muner, ex Argentinos y Poli Ejido de España, y el Chanchi Estévez, el que fue campeón con Racing en 2001, que figura en el plantel pero no fue convocado por el técnico Ferraresi. El equipo, gerenciado desde 2006 por la –atenti– World Sport Management S.R.L de Norberto Arismendi, navega de mitad de tabla para abajo, pero sin peligro de descenso. Un mérito enorme.

¿Sus chances? Las mismas que tendría Filosofía aquí y ahora, con José Pablo Feinmann, en televisión abierta y compitiendo con Tinelli. O algo así. Pero… como dicen los de las tres tiras, “impossible is nothing”. Salvo conseguir dólares, claro. Si es por mí, soy fan del programa del gordo. Y si alguna vez, jugando por la Copa del Rey de 2009, el Real Madrid perdió 4 a 0 contra el Alorcón, un club de la tercera categoría… ¡cualquier cosa puede pasar muchachos! Esto es fútbol, todavía.

Personalmente, me inclinaré por el más débil. Que no es Clarín, en este caso, sino Deportivo Merlo.

En la otra semi chocarán Racing-River, el clásico más antiguo de la historia. Y el más desparejo, para mi desconsuelo. Racing ganó 37 partidos y River ¡86!, con 42 empates. Si es por historia, ganan con la camiseta. Pero la coyuntura hoy es otra, colegas. Para empezar, River está en la B y Racing, en Primera. Es una diferencia. River, por ejemplo, los tiene a Trezeguet y Cavenaghi, y Racing a Pablito Cavallero y Santander, el sátiro virgen. Glup. Mejor olvidemos las comparaciones, siempre tan odiosas.

¿Qué River jugará con suplentes? ¿Como Boca hace 15 días en Avellaneda? ¡Oh, nooooh... !
Seré claro: quiero que gane Racing. Porque es mi equipo y porque apoyo la idea más subversiva desde la curiosa aparición del “dólar blue”, viejo apotegma maradoniano llevado al extremismo cromático. “¡Ese es más falso que dólar celeste!”, solía chicanear nuestro mito nacional en el exilio en sus momentos de euforia. Mirá vos. Se le hizo.

Apoyo incondicionalmente a la final inverosímil, compatriotas: Racing-Merlo.

Y propongo, además, que el ganador también se lleve, como premio y castigo, la espantosa estatua y sus mismísimos cuernitos.

Será justicia.

© Escrito por Hugo Asch y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 2 de Junio de 2012.


sábado, 26 de mayo de 2012

Y... Está difícil... De Alguna Manera...

Está difícil…

Hoja de afeitar Gillette y dólar… Dibujo: Pablo Temes.

Está difícil. Cada vez más difícil. O se volvió a poner difícil para quienes pensaban que el primer trimestre de 2012 fue el peor y en el segundo semestre mejoraría la economía. Presunción que se apoyaba en el mejoramiento del precio de la soja, en que parecía que Europa no entraría en recesión y en que las trabas a las importaciones que frenaron la actividad industrial durarían hasta julio, cuando el Gobierno tuviera los dólares que precisa para el pago de su deuda, que vence en agosto.

Pero no. Comenzando porque Europa empeora con nuevo impulso. No sólo la mayor cantidad de pronósticos se orienta hoy hacia la salida de Grecia del euro, sino que ya se augura que tras la salida de Grecia podrían seguir ese camino España o Italia y desquebrajarse la unión monetaria de Europa.

El dólar no aumenta únicamente frente al peso. El dólar aumenta frente al euro por los temores sobre el futuro que genera la moneda europea. Y también aumentó sobre el real, que se devaluó 30% en las últimas semanas.

Y cada vez que Brasil devaluó, presagió infaliblemente la llegada de alguna tormenta a la Argentina. En 2009 también el dólar pasó a costar más de 2 reales en Brasil (al año siguiente fue recuperando su valor, hasta volver a costar 1,60 por dólar y mantenerse así hasta hace pocos meses), y ese 2009 Argentina soportó la única recesión kirchnerista, con una caía del producto bruto del 3%, controlada dentro de todo porque el Gobierno tenía todavía más caja que hoy para aplicar medidas contracíclicas. Y si nos vamos más atrás, encontraremos que la megadevaluación brasileña de fines de los 90 fue la sentencia de muerte de nuestra convertibilidad.

Si Brasil devalúa su moneda el 30%, y si el euro también se devalúa frente al dólar el 15% respecto de su techo de hace unos años, el aumento del dólar en Argentina no sólo deberá reparar el efecto de la inflación interna para restablecer el equilibrio comercial y la competitividad.

Muy simplemente: el 30% de devaluación acumulada en Brasil en los últimos tiempos hace que muchos productores argentinos no puedan competir más dentro del Mercosur, nuestro principal mercado, si Argentina no acompaña el mismo ritmo devaluatorio, que incluye el 30% que se devaluó el real más el porcentaje de mayor inflación en Argentina que en Brasil.

Y ése no es el mayor problema: en esta misma columna el sábado pasado se enumeraron las ventajas que tendría para el Gobierno argentino acelerar los aumentos del dólar oficial y sus controlables consecuencias inflacionarias si termina de cerrar las paritarias con incrementos salariales en porcentajes iguales o menores a la inflación del año anterior.

Otro problema es el recrudecimiento de la crisis europea, que –aunque no sea el principal mercado para las exportaciones argentinas– afecta el nivel de crecimiento de la economía mundial, donde las nuevas previsiones empeoraron los pronósticos anteriores de una leve salida de la crisis.

La caída de la actividad industrial en Argentina no fue una excepción. EE.UU., China, Brasil, India y obviamente Europa están registrando reducciones preocupantes. En España, sede de las casas matrices de varias de las principales empresas extranjeras en Argentina, la situación es calamitosa: se pronostican dos años completos más de recesión, con caídas del producto bruto en 2012 y 2013.

Otros indicadores del enfriamiento global de la economía son que en los últimos cuarenta días el valor promedio de todas las empresas que operan en las Bolsas del mundo cayó 10%. Y que ni las commodities energéticas se salvan, porque el precio del petróleo bajó 15% el último mes (esto puede ser bueno para la situación actual de Argentina, que importa energía).

Cuando a fines del año pasado los pronósticos económicos mundiales eran iguales o peores que los actuales y la soja amenazaba con costar menos de 400 dólares, el Gobierno anunció la eliminación progresiva de los subsidios. Luego, con la soja a 500 dólares, desactivó el fin de los subsidios. No habría que descartar que las nuevas luces amarillas de la economía mundial refloten la ortodoxia y una reducción del gasto público por el camino de la reducción de subsidios.

El Gobierno es mucho más pragmático de lo que parece; también retrocede, aunque lo disimule muy bien con la teatralidad de personajes como Moreno.

Otra dificultad creciente es el déficit de las provincias. El Gobierno nacional le avaló a Córdoba una emisión de deuda por 200 millones de dólares. Córdoba, como prácticamente todas las provincias, viene emitiendo deuda en pesos a plazos exiguos de pocos meses, lo que requiere continua renovación, como si las provincias fueran pymes que no califican para un crédito de largo plazo. La provincia de Buenos Aires sólo pudo emitir 50 millones de dólares de deuda de los aproximadamente 2 mil millones que precisaría, y el resto sale a buscarlo también como una pyme en default, con renovaciones continuas a plazos brevísimos y tasas caras.

Así como las devaluaciones de Brasil preanuncian crisis en Argentina, cada vez que la provincia de Buenos Aires entra en insolvencia la Nación sufre las consecuencias.

Todos miran a La Plata.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 25 de Mayo de 2012.


A mí qué me importa… De Alguna Manera...

A mí qué me importa…

Migliore, formado en Huracán, "llorando" por San Lorenzo... Foto: Webtatengue

Los malos ejemplos se suceden y el amante del fútbol no para de sorprenderse ante nuevas y asombrosas barbaridades. El umbral de tolerancia al absurdo es cada vez más alto. Nada abochorna y nadie hace nada. Pasan los años y se acumulan los despropósitos, pasan los años y aumenta la insensibilidad ante los problemas que aquejan al fútbol argentino.

Desparramado en un rincón del vestuario Pablo Migliore llora. San Lorenzo acaba de perder su partido ante Unión sobre el final, era un enfrentamiento clave por evitar el descenso. No hubiera sido extraño el llanto en un vestuario descendido pero es poco usual a falta de cuatro fechas para el cierre y con el equipo con chances concretas de salvarse. Las cámaras de televisión lo filman, justo encuentran una rendija entre la puerta y la pared que permite observar el interior del vestuario. De fondo se escuchan las voces de hinchas locales mofándose. “No tengo fuerzas para nada, perdón”, escribe el arquero, horas después en su cuenta de Twitter. La angustia hace tiempo que perturba a San Lorenzo, el descenso es un fantasma que tortura y somete.

El Rojo atraviesa una racha de derrotas. Una racha que arrancó, casualmente, cuando se inicio el conflicto entre barras y dirigentes. Un grupo de familias de Independiente, hinchas genuinos y socios del club, viajaron a Bahía Blanca para ver el último partido. Al llegar a la ciudad, la policía los demoró en un retén mezclándolos con los micros de la hinchada. Como era de esperarse hubo incidentes, de un lado quedaron las víctimas y del otro los victimarios. ¿Cuántos padres, después de la experiencia nefasta, decidirán llevar nuevamente a sus hijos en el próximo viaje? Los resultados del equipo tampoco acompañan. Igual, también es difícil que estos se escapen de la realidad lindante. Un resumen de las últimas noticias de Independiente hablarán fundamentalmente de amenazas, renuncias o pedidos de licencias, de deudas con proveedores, con jugadores o por cuestiones relacionadas con algunas obras incompletas del estadio. Sobre el juego, las derrotas y los compromisos con el descenso en la próxima temporada, no hay espacio.

A Racing, el otro club de Avellaneda, el cierre de campeonato también lo encuentra entre derrotas y amenazas: la única diferencia son los destinatarios. El equipo que comenzó con expectativas de pelear arriba, de buscar el campeonato, se arrastra por la mitad de la tabla. A la partida de Teófilo Gutiérrez, se le agrega el reciente apriete de un grupo de barras a Giovanni Moreno. Ambos casos tuvieron en común el uso de armas de fuego, ambos casos tuvieron en común la impunidad de los culpables. Tampoco hay paz en Racing.

Una categoría más abajo pero con problemas similares, está River. Empató con Guillermo Brown de Puerto Madryn en el Monumental y los hinchas despidieron al equipo con un coro de insultos. Algunos desde la platea San Martín, incluso llegaron a arrojarles proyectiles. Cavenaghi intentó calmarlos, su intervención lejos de cumplir el objetivo deseado, por el contrario, aumentó los reclamos. A los episodios vividos por los jugadores se le sumaron los llamados amenazantes y anónimos que recibieron algunos dirigentes, especialmente en esta última semana. La ansiedad de River por volver a Primera se está volviendo incontrolable.

Pero el equipo de Almeyda no es el único de la categoría involucrado en incidentes policiales. Hasta hace dos semanas, Instituto de Córdoba llevaba una marcha triunfal como puntero del campeonato. En su visita a Boca Unidos no jugó al nivel que venía mostrando: perdió el partido y, también, el liderato. En el camino de vuelta, al detenerse el ómnibus en una parada, subieron un par de barras a amenazar a los jugadores y les dejaron un mensaje como resumen de la charla: “Hay balas para todos sí no ganan”.

Ahora, en el fútbol argentino se debate las supuestas modificaciones para los próximos campeonatos. ¿Es mejor jugar dos torneos cortos o un torneo largo? ¿Hay promociones o descenso directo? ¿Para la decisión se utilizan los promedios o la cantidad de puntos en el año? Las discusiones del fútbol argentino a veces aparentan ser absolutas nimiedades.

A mí qué me importan los próximos campeonatos, si cuando llegue el momento, a no va a quedar nada. A mí qué me importan los próximos campeonatos, si los mejores jugadores pedirán ser transferidos porque tienen miedo a que los ataquen, asalten, ultrajen o aprieten por un mal resultado. A mí qué me importan los próximos campeonatos, si los dirigentes que quieren combatir a los violentos y a los que lucran con los clubes, renuncian porque sus familias tienen miedo de que sean víctimas de esos mismos barras. A mí qué me importa los próximos campeonatos, si ya no queda un solo árbitro del cual no se haya dudado de su capacidad para dirigir o de su honorabilidad con el referato.

Si continúa esta lógica de la derrota como fracaso y del descenso como cruz perenne e inevitable, si los violentos juegan de local en todas las canchas,  si ya no puedo creer en la veracidad de un resultado, ¿de qué me sirve un nuevo campeonato?.

© Escrito por Juan Manuel Herbella y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 23 de Mayo de 2012.


domingo, 20 de mayo de 2012

Reportaje a Daniel Scioli... De Alguna Manera...

"Con Cristina hablamos más de lo que se sabe"…

Autodefinicion. "Duermo bien. Soy muy ordenado en mis horarios y soy un buscador permanente de la eficacia. Me exijo mucho a mí mismo."

Reportaje a Daniel Scioli. Por debajo de su retórica no confrontativa, el gobernador de Buenos Aires se muestra tajante: si no hay reforma constitucional para habilitar una re-reelección, él es el candidato natural del kirchnerismo; no tiene una buena relación con su vice, Gabriel Mariotto, y advierte que los que más cuestionan su trayectoria, “son los que más han andado de un lado para el otro”.

En un día particularmente complicado (huelga de subtes y marcha ruralista en La Plata) el jardín de la hermosa casa que el arquitecto Bustillo diseñó en los años 50 parece más que nunca un remanso, un jardín eternamente florecido aún con su ropaje de invierno. Y, entre dos cafés, una larga conversación con el gobernador Scioli. Un hombre reservado, dueño de sí mismo. ¿Inasible?

—Si a usted le preguntaran “¿cómo es un tipo que se llama Daniel Scioli?” ¿cómo lo describiría?, ¿alegre?, ¿triste?, ¿melancólico? ¿Le gustan el cine, la pizza, charlar con amigos?
—Soy inquieto. Muy exigente, y no me gusta perder el tiempo –explica el gobernador–. No sé si por ascendencia italiana, pero me encanta comer pasta. Como pasta todos los días. Al almuerzo, por la noche... En general soy optimista, le veo el lado bueno a las cosas.

—¿Es un tipo obsesivo? ¿Duerme bien de noche?
—Sí, duermo bien. Soy muy ordenado en mis horarios y soy un buscador permanente de la eficiencia. Me exijo mucho a mí mismo. También a los que me rodean. Siempre trato de buscar la excelencia en cada cosa que me rodea. Por otra parte, soy familiero, muy familiero, y busco mis tiempos para cada cosa. Si mi hija necesita un tiempo para estar conmigo o pedirme algún consejo… Lo mismo con mis hermanos. Por supuesto, con Karina. Me aferro mucho a los afectos de siempre. Los necesito anímica y espiritualmente. Y muchas veces para tomar fuerza e ir para adelante repaso mi vida y lo que me pasó. Tengo un lugar con todos los recuerdos; cuatro o cinco veces por semana ceno ahí y no dejo de mirar cada rincón, cada cosa y me digo: “Uff, la pucha... Tengo que estar agradecido a Dios… ¡con las cosas que me han pasado y las oportunidades que he tenido…! Poder ir superando y creciendo”. Uno es el fruto de muchas cosas.

—Efectivamente: ha logrado superar un montón de problemas. Yo lo miraba ayer, gobernador, en la inauguración de los chocolates de Kraft…bueno, era un momento difícil, ¿no? Usted se encontraba con la Presidenta después de muchos días de no hablar, de no verse. Qué sé yo... usted estaba muy tranquilo pero también muy serio.
—Soy serio. La seriedad es el sentido de la responsabilidad, y tengo sentido del humor cuando hay que tenerlo. Yo, con Cristina, tengo una relación de afecto, de respeto… eh… y de compañerismo de muchos años. Nos conocemos mucho. Por lo tanto, han sido diez años muy intensos tanto en mi vida como en mi carrera política junto a ella, ¿no? Entonces, en ese camino, como en todo vínculo hay distintos tipos de alternativas, pero prevaleciendo siempre la buena fe y las buenas intenciones y la sinceridad, y… además, hablamos más de lo que se sabe.

—Bueno, pero para los que miramos la cosa de afuera, en 2003, por ejemplo, daba la sensación de que usted era muy amigo de Néstor, ¿no?
—Yo lo conocí a Néstor el 13 de enero de 2002. Era mi cumpleaños y estábamos pensando con Karina y Lorena dónde pasarlo. Ellos, los Kirchner, me sugirieron ir a Calafate. Con Cristina éramos compañeros en la Cámara de Diputados y entonces, cuando llegué, muy amablemente me dijo: “Quiero que conozcas a Néstor”. Pasamos una noche muy linda. Les retribuí esa atención invitándolos a nuestra casa en el Abasto y allí empezó a forjarse una relación que inspiró la confianza de él. Hasta el punto de que me convocara para ser su vicepresidente, ¿no? Yo estaba muy lanzado a la Jefatura del Gobierno porteño pero entendí que, en ese momento, era muy importante acompañarlo. Poder sumar lo que yo, en ese momento, podía aportar, hacer. Y así fue. Y como todo vínculo, como la vida, como los amigos o con la pareja, toda relación necesita su tiempo de maduración. Por eso lo que se percibía al principio como dificultades, luego, con el tiempo, se fue consolidando cada vez más. Eso me ha pasado muchas veces. Por ejemplo, con mi copiloto. Un tano rabioso que, al principio, se llevaba mal conmigo hasta el punto de que pensaba que nunca más iba a correr con él. Pero, al final, terminamos siendo campeones del mundo, los dos en la misma lancha. Qué sé yo... Las cosas que me pueden haber pasado tambien con amigos… Por eso, cuando se habla de mi relación con Gabriel yo también digo “bueno, el tiempo va a ir acomodando las cosas…”. Yo siempre creo en eso, y la experiencia.

—¿Gabriel es Mariotto?
—Sí… La experiencia me tiene que servir para algo, ¿no?

—Claro, para irse al cielo derecho.
—No, no… pero, qué sé yo... Trato siempre, en ese sentido, de buscar que siempre haya un marco de colaboración… Mire, cuando uno gobierna tambien tiene que transmitirle a la gente la mayor tranquilidad. Bastantes problemas tiene la gente en su vida cotidiana como para que los problemas de los dirigentes políticos les generen preocupación. Entonces yo intento eso. La gente me conoce así de siempre. No es una novedad. Soy el Scioli de siempre –se ríe con ganas–. Y si uno lo va a analizar es una cosa muy previsible.

—Bueno, pero es una cosa bastante ponderable… Y ¿qué sentido le da usted a la postergación de la cumbre del Consejo Nacional Justicialista para la semana que viene?
—El Consejo del Justicialismo está integrado (entre otros dirigentes) por varios gobernadores, y algunos de ellos viajaban con la Presidenta a Angola. La postergación de la cumbre es sólo por eso.

—¿A usted lo invitaron al viaje?
—Bueno, no… pero de acuerdo a las características del viaje… a nosotros permanentemente nos mantiene con Cancillería una relación constante para misiones comerciales. Acabo de venir yo mismo de presidir una en Colombia y parte de mi gabinete estuvo también en Venezuela. Así es que lo importante en este momento es salir al mundo a exportar y a traer inversiones.

—Además de paciente es diplomático, gobernador. Cuénteme, por favor, qué pasa con la celebración del 25 de Mayo que ha organizado La Juan Domingo.
—No está previsto ningún acto.

—¿No?
—No. Que yo sepa, no. El 25 de Mayo es una fecha patriótica. Una fecha muy cara también a los sentimientos de todo este proyecto y a mi carrera política, porque el 25 de mayo de 2003 fue cuando asumimos con Néstor como presidente y vicepresidente.

—Bueno, pero usted tiene conciencia, gobernador, de que su frase acerca del 2015 y su postulación (muy diplomática por cierto: “sólo en caso de que Cristina no se presente”) ha movilizado el mundo político. Ya hoy no es igual que ayer, ¿no?
Al desgrabar detectamos un largo silencio. Y luego:
—A ver. Lo que pasa es que uno (como en toda actividad) puede plantear sus aspiraciones. Esto ocurre en cualquier orden de la vida. A la gente siempre me gusta transmitirle claridad con respecto a todo lo que estoy sintiendo, a todo lo que me pasa. Yo aprendí que no se improvisa. Se planifica. Cuando yo empecé a correr me preguntaban: ¿te gustaría ser campeón del mundo? Y sí que me gustaría ser un día campeón del mundo. Pero para eso tenía que ganar un montón de otras carreras, un campeonato. Estuve diez años hasta que lo pude lograr. Y bueno, yo creo que a un dirigente de responsabilidad, si alguien le dijera: “¿Le gustaría algún día ocupar la…?” sería raro que se negara a intentarlo. Muchos otros pueden estar pensándolo y no lo dicen. A mí me gusta. Expresé un deseo. No es más que eso. No significa ni que esté en campaña ni que largue alguna cosa en forma prematura. Aparte, para dejar de lado otro tipo de especulaciones, cuando se preguntó acerca de la eventualidad de esta cosa (que siempre se quiere poner en un marco de pelea con la Presidenta), de que ella avanzara con una iniciativa de reforma constitucional que incluya la eventual habilitación de la reelección… bueno, como ha sido siempre, tendría mi respaldo. Que también quede muy claro que una posición mía no es en términos de enfrentamiento. Yo siempre voy a estar para colaborar y para ayudar, porque soy una persona agradecida, coherente, y corresponde que sea así. Bueno, si se dieran otras circunstancias... pero hoy estoy dedicado a lo que es mi gran responsabilidad y que tuvo el respaldo del 55% de los votos. Es decir, gobernar y encarar todos los problemas que tengo que enfrentar en forma cotidiana. Mire, no me distraigo en otra cosa que no tenga que ver con esto. Y es lo que hice siempre. Yo era ministro de Turismo y Deporte. Me ocupaba de eso. Fui dos veces diputado nacional; secretario de Turismo y Deporte. Fui también vicepresidente. Ahora, dos veces gobernador. Una carrera política intensa con responsabilidades a donde llegué siempre a través del voto. Y, evidentemente, si la gente me fue votando y renovando la confianza es porque debo ir cumpliéndoles a los ciudadanos sus expectativas. En cada una de estas etapas he tenido experiencias muy importantes y una fuerte convicción de mi parte de poder hacer un buen trabajo. Hoy tengo un trabajo muy importante, que es gobernar la provincia más grande de la Argentina en un contexto económico internacional muy complejo y que exige mucha creatividad y mucha innovación en la manera de gestionar.

—Usted tiene conciencia de la gran respuesta que significan las encuestas, ¿no? Sus números son muy buenos.
—Bueno, pero eso tiene que ver, desde mi punto de vista, con varias cosas. La gente advierte el trabajo, la pertenencia y la coherencia con este proyecto. Le gusta cuando me ve trabajar junto con Cristina buscando lo mejor para la provincia y su gente. Creo que esas encuestas tienen que ver con eso. Yo no me la creo. No me la creí nunca y no me la voy a creer ahora. Cuanto más acompañamiento y expectativa significa, de parte mía, más humildad, sobriedad y gratitud. Yo soy así. También la vida me ha enseñado eso, ¿comprende? Entonces yo, cuando ganaba mis mejores carreras o escuchaba los resultados electorales, decía: “bueno, vamos a dormir. Nada de festejar que hay que responder a la gente y empezar mañana a trabajar temprano”. Y en esto hay que ser muy cuidadoso.

—Usted es generoso, Scioli, pero da la sensación de que la respuesta no es simétrica. Fíjese que, el domingo, en “Página/12”, Horacio Verbitsky sugería que encabezara usted las listas legislativas del año que viene.
—La experiencia yo también la aplico a esas cosas. A mí no me gusta polemizar porque soy respetuoso de la libertad de prensa en el marco de la democracia. Pero hay distintas expresiones. Unos periodistas se expresan de una manera. Otros, de otra. Así es que, en eso, yo hago mi trabajo poniéndole toda la garra y lo que la gente ve y conoce, y punto. Así es que las cosas que tengo que hablar en profundidad en la más alta responsabilidad, las hablo con la Presidenta mano a mano. Además, no me dejo llevar por dimes y diretes. “Dicen que…” Esto hace también a mi experiencia. Ante la menor presión no tomo decisiones apresuradas o abruptas. No, no. No es así.

—No sé si las informaciones son correctas pero ¿cuánto le debe la Nación a la Provincia de Buenos Aires?
Otra vez una larga pausa en la grabación, y luego el gobernador responde:
—La provincia de Buenos Aires viene teniendo una gran inversión de parte del Gobierno nacional en forma de obras muy importantes de cloacas, agua potable, viviendas, calles, energía. Necesita el acompañamiento de la Nación más allá de las propias reformas fiscales que yo he encarado porque hay un problema estructural que viene de 1986, cuando se cedió un punto de la coparticipación, pero, bueno, el trabajo articulado de Nación, Provincia y municipios nos permite ir sobrellevando esto. Así es que en ese sentido vamos buscando el mayor esfuerzo propio y que el Gobierno nacional nos acompañe cuando las circunstancias así lo exijan. Durante estos casi cinco años yo vengo teniendo un acompañamiento permanente de la Nación. Por eso la Provincia y los municipios hemos crecido y avanzado en todo este tiempo, buscando siempre mayor eficiencia en todo lo que se refiera al gasto, a la optimización en la recaudación de ingresos genuinos y la complementación con la Nación. Hay un tema estructural pero, bueno, es un tema pendiente que se deberá ahondar en algún momento en las 24 provincias. Ya Néstor Kirchner, cuando reasume la presidencia del Partido Justicialista, hacía referencia a esto. Mientras tanto vamos trabajando en nuestras respectivas áreas económicas Nación-Provincia para buscar funcionar con normalidad. La agenda económica que tenemos por delante es más exigente por todo lo que dijimos antes.

—A propósito del justicialismo, el otro domingo le preguntábamos a Aníbal Fernández si él consideraba que el justicialismo era igual que el kirchnerismo. El senador decía que sí. Nosotros, que no. ¿Usted qué piensa, gobernador?
—Pienso que todas las políticas que lleva adelante la Presidenta son pilares fundamentales, fundacionales, del justicialismo. La justicia social hoy se expresa a través de la Asignación Universal por Hijo. La independencia económica es el desendeudamiento. La soberanía política son decisiones que se van tomando, como el caso de YPF. Recuperar el rol estratégico en la administración de recursos energéticos.

—Pero, perdón. Recuerde que, en el caso de YPF, Néstor Kirchner apoyó la privatización en los 90.
—Era otro momento. Seguramente en aquellos años… Hoy, los países están repensando políticas como el rol del Banco Central, como las empresas del Estado… Nosotros tenemos una experiencia muy importante. Por ejemplo, la empresa de agua AySA. Cuando el Estado se hace cargo permite que se avance mucho más rápido. Por ejemplo en La Matanza hay una obra que estaba comprometida (y Ballestrini siempre me lo decía) para el año 2020 y que se concretó ahora, con 400 mil vecinos que ya tienen agua potable y cloacas. Fíjese que hay políticas fundamentales como consumo interno, la creación de puestos de trabajo, o cuidar los sectores productivos, que son la esencia del peronismo. Pertenecen a esas grandes épocas de industrialización. Gobernar es crear trabajo, decía el general Perón. Y hoy se han creado más de cinco millones de puestos de trabajo.

—Eso es verdad. Pero ¿a qué atribuye usted que a Perón se lo nombre tan poco? Y a Evita, casi nada.
—Por más que se los nombre o no, a Perón y Evita se los tiene en cuenta en el momento de tomar decisiones. ¿Qué me dice de la participación de la mujer en los distintos roles y espacios en la política argentina? Ocupan los más encumbrados puestos en la Magistratura, por ejemplo.

—Eso pasa en el mundo entero, gobernador.
—Cuando uno observa lo que planteaba Perón: la integración latinoamericana, su preocupación por el medio ambiente... Son todas cuestiones que están en agenda. El peronismo siempre tuvo un espíritu frentista. El pilar era el peronismo y luego, se sumaban otros sectores. Y más allá de todas estas cuestiones partidarias, ideológicas, yo creo que acá lo importante es solucionarle la vida cotidiana a la gente. Es en ese punto que tengo puesta la mirada. Y les digo a mis colaboradores que sean buscadores permanentes de soluciones.

—¿Usted cree que se podrían adelantar las legislativas?
—Es una especulación, pero no me consta nada de eso. Nada de eso me consta. Son cosas que se dicen. Tambien esto forma parte de la experiencia: no puedo estar contestando una agenda de teorías y suposiciones. La verdad es que no hay tiempo de estar ocupado en esto. Sería una irresponsabilidad. Son cuestiones que deben discutirse en un ámbito institucional. Eventualmente no veo ninguna cuestión por la cual se pueda estar pensando en esto Veo a la Presidenta totalmente abocada a temas como la inauguración de ayer (Kraft). Abriendo emprendimientos productivos. Ampliando los créditos del Bicentenario. Encabezando ella misma la misión comercial a Angola. Entiendo la ansiedad que puede haber por la cuestión política.

—Volviendo al tema peronismo-kirchnerismo, ¿qué piensa de La Juan Domingo, integrada por legisladores que pertenecen al sciolismo?
—Hay distintas expresiones políticas que adhieren a este proyecto, este rumbo del país. Están las tradicionales del peronismo, los movimientos sociales, otros partidos políticos… qué sé yo... La democracia es la intensidad. Bueno, ahora que vivimos una democracia intensa y hay distintas agrupaciones, distintas expresiones políticas. Ellos han sido muy claros (cuando salieron a decir que respaldan a la Presidenta y me respaldan a mí a nivel provincial) porque son coherentes con lo que la gente ha expresado a través de la voluntad popular en la última elección. La gente quiere que sigamos adelante trabajando juntos, tirando juntos. Complementándonos. Y nada más.

—Usted iría al festejo del 25 de Mayo de La Juan Domingo?
—No hay ninguna cosa prevista desde ya.

—¿No?
—No. Y algo más: hoy le dije a mi jefe de Gabinete que hagamos este 25 de Mayo algo acá, con chicos de los colegios… algo con un fuerte sentimiento patriótico, y que vengan todos los que tengan ganas de venir. Más que para actos, éste es un momento para poner todo el esfuerzo en estar muy atentos a este escenario económico-social que exige que pongamos todo el esfuerzo allí o en los distintos temas de agenda, como combatir la inseguridad. Cosas de las que me tengo que ocupar todos los días.

—Con esta nueva ola de secuestros el tema seguridad es una prioridad en la provincia de Buenos Aires, pero parece no haber afectado su porcentaje de adhesión por parte de la gente.
—Desde el primer día reconocí que era el problema más serio, y la gente quiere que se le hable con sinceridad. Es un tema que no se soluciona de un día para el otro. No hay soluciones milagrosas. Es un trabajo arduo, intenso. El delito va agarrando distintas formas. Va rotando la modalidad. A veces es una salidera bancaria. A veces se da en forma de secuestro exprés. Estamos muy atentos combatiendo las raíces profundas de estos problemas de inseguridad que muchas veces tienen que ver con la droga y con otras cuestiones. Son organizaciones que estamos combatiendo, intensificando la prevención, y yo ante esto entiendo y comprendo la preocupación de la gente. Y la gente ve y sabe… Yo este tema lo he expuesto con toda claridad durante los debates electorales y la gente nos ha dado un respaldo muy importante en el trabajo que estamos haciendo.

—Usted habrá observado que los espadachines del kirchnerismo insisten mucho y lo acusan de no cambiar al titular de la Seguridad en su provincia.
La fisonomía del gobiernador se endurece.
—Yo soy responsable de las distintas personas que pongo al frente de los ministerios para que lleven adelante sus programas en sus áreas. Soy muy abierto para trabajar. Cualquier iniciativa superadora de lo que estamos haciendo o cualquier cosa que tengamos que corregir o que ponga en juego la vida de la gente no puede ser motivo de especulaciones políticas sino que, lo que yo busco, conociendo el problema y asumiendo mi máxima responsabilidad, es que la gente participe y llame al 911. Los intendentes están haciendo su esfuerzo. Las fuerzas federales también. Los legisladores me han venido acompañando con distintas leyes. Por eso invertimos tanto en educación y promovemos el deporte. Por eso la cultura. Por eso mejoramos el espacio público. El programa de luminarias; de inclusión laboral. Creo que el trabajo es la mejor terapia para muchas cuestiones. Por eso, para que haya más trabajo tiene que haber más inversión y más capacitación. Por eso las escuelas técnicas. Allí es donde estamos poniendo todo nuestro esfuerzo. Particularmente en esos jóvenes que, por una razón u otra, han tenido frustraciones y debemos acercarles estas posibilidades. Estas son las cosas que me preocupan y de las que me ocupo todos los días. Y esto la gente lo ve. No me gusta poner excusas. Ser quejoso. “Ay, no me alcanza y por eso no puedo hacer esto o aquello”. Yo me hago cargo y le pongo el pecho a las cosas. La gente me ve pelear por sus derechos y sabe que soy previsible y confiable. A gran parte le debe gustar lo que hago y por eso la gente me ha seguido votando y yo lo agradezco. Sepan que, como siempre, voy a poner lo mejor de mí para honrar esta confianza. A esta altura de mi vida, tener tantas responsabilidades como las que vengo teniendo y con tantas cosas que me han pasado en la vida es natural que uno busque el bien, lo mejor para la provincia (lo que en este caso es mi responsabilidad). Esta es una provincia realmente apasionante, grande, de una enorme diversidad y donde algunos sólo ven problemas yo veo oportunidades y siempre trato de ir descomprimiendo las situaciones de conflicto que se pueden generar. Y en esto les pido a todos que me ayuden a hacer un buen trabajo. Eso es lo que, con toda humildad, pido siempre. Yo creo en esto.

—Lo último, gobernador: ¿usted creía que se iba a armar tanto revuelo con su frase sobre 2015?
—Estas especulaciones con respecto a si yo con la Presidenta iba a generar algún tipo de enfrentamiento... Yo no soy un problema. Problemas son los que estamos enfrentando todos los días. Soy siempre el mismo: con más experiencia, las mismas ideas, la misma impronta, con cada vez más responsabilidades. Durante diez años de carrera política la gente me ha visto trabajar. Luego, he hecho referencia a aspiraciones que son lo que muchas veces algunos, por ahí, también sienten pero no se animan a decir. Bueno, yo lo he expresado y a partir de allí me puse a expresar, por un lado, mi compromiso profundo y actual con la gestión. Un deseo, una voluntad y, a la vez, planteando con toda claridad -en el marco de ese respeto, de ese afecto y de esa gratitud que yo tengo con la Presidenta- que si se da un escenario adecuado allí voy a estar, como siempre, ¿no? Porque cuando, en distintos órdenes de la vida, alcancé un logro, siempre fue a partir del esfuerzo, la preparación y no buscando jamás que al otro le vaya mal si a mí me puede ir bien. No. Que otro se quede a mitad de camino para ir yo, jamás. No soy ni mezquino, ni egoísta. Por mi concepción del deporte sé trabajar en equipo y soy una persona a la que, en ese sentido, no le gusta de ninguna manera encarar algo si no tengo la confianza. Por ejemplo, yo no me hubiera sometido nuevamente a esta elección que pasó si no estuviera seguro de poder hacer aun más de lo realizado hasta ahora en mi primer mandato. ¿Se da cuenta? Yo veo que hay momentos en los que uno tiene que tener una visión clara para despejar también algunas especulaciones que podrían llegar a poner en duda mi lealtad. Yo me he tomado el trabajo de observar que los que más ponen en duda y cuestionan una trayectoria, son los que más han andado de un lado para el otro. Entonces, yo me digo: tranquilo. Conmigo pueden estar tranquilos. Yo no soy el problema. Los problemas están en otros lados. ¿Se acuerda de los WikiLeaks? ¿Qué se comprobó? Que lo que yo decía en público también lo decía en privado. Entonces, sin hipocresías. El futuro está en manos de Dios, de la gente y de las circunstancias.

© Escrito por Magdalena Ruiz Güiñazu y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 19 de Mayo de 2012.