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sábado, 18 de marzo de 2017

Lo que está en crisis es la sociedad, no el gobierno... @dealgunamanera...

Lo que está en crisis es la sociedad, no el gobierno...


Desde que asumió Mauricio Macri la presidencia, hemos descubierto que en Argentina había cosas que, durante la década kirchnerista no existían. Por ejemplo, descubrimos que había empleados estatales que no eran empleados estatales, que estamos inmersos en la peor crisis energética de la historia, que había inflación, que se podía levantar el cepo cambiario, que uno de cada tres argentinos vive en situación de pobreza y, fundamentalmente, que la pobreza es estructural.

© Escrito por Pablo Dócimo el s 16/03/2017 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No solo descubrimos que la pobreza es estructural, sino que además descubrimos la palabra "estructural". Palabra que, durante los gobiernos kirchneristas rara vez hemos escuchado.

Sin embargo, Argentina vive una crisis estructural desde hace muchísimo tiempo, y esto da evidencia de una sociedad que está, lamentablemente, en un proceso de crisis de larga duración.

El funcionamiento de la justicia, el sistema sanitario, la seguridad, la educación, y por supuesto la inflación están atravesando una crisis estructural.

Pero vayamos más allá, a un ejemplo tan burdo como válido. Miles de veces escuchamos decir que el fútbol es el fiel reflejo de la sociedad. ¿Cabe alguna duda, de que hasta el fútbol está padeciendo una crisis estructural?

La sociedad argentina, toda, está siendo atravesada por una crisis estructural. Esta última semana hemos asistido a tres hechos que lo demuestran claramente. La principal, y más grave, es la extorsión de un grupo de sindicalistas que supuestamente defienden los derechos de los maestros. Seguimos con el lamentable acto de la CGT, y finalizamos con una marcha que pretendía reclamar por los derechos igualitarios de las mujeres que terminó con un intento de incendio de un grupo de feministas a la Catedral Metropolitana, al más puro estilo fascista.

Todos estamos de acuerdo en que las mujeres deben ser respetados y tener los mismos derechos, y que todos los docentes deberían ganar más de lo que ganan, eso es indiscutible. ¿Pero no deberían ganar más, además, los médicos, los policías, los empleados de tribunales, los enfermeros, los pintores, los mecánicos, los empleados municipales, las empleadas domésticas, los albañiles y los plomeros, por citar algunos casos?

Claro, hay un pequeño detalle. No alcanza la plata. No alcanza para todos los que aspiran a ganar más. Y es que mientras estas mismas personas que hoy reclaman estuvieron embobados durante 12 años escuchando un relato que decía que “la patria es el otro”, y les hicieron creer que pagar 50 pesos de luz, gas o agua, o viajar gratis en el transporte público “no fue magia” un grupo minúsculo de delincuentes disfrazados de funcionarios públicos que viven en lujosos pisos en Puerto Madero se hicieron multimillonarios, al punto tal de tener como propio la cantidad de metros cuadrados de tierra equivalente a una provincia, o más.

Son los mismos políticos millonarios que hablan de gobernantes ricos y de combatir a la oligarquía. Todos los mismos que formaron parte de la otra década infame, la menemista, y hoy se horrorizan hablando de neoliberalismo. Los mismos que entonan la marcha peronista que dice “combatiendo el capital”, y lavan plata con supuestas cadenas hoteleras.

Y aquí comienza la crisis ideológica, que es estructural, obviamente, de gran parte de la sociedad. Esa parte de la sociedad que dice “vamos a volver”, pero que no asimila, vaya uno a saber si por ignorancia o con cierta intencionalidad, que piden que vuelva el gobierno más corrupto de la historia, y para ello colaboran —y en este punto también cabe la duda de que si es por ignorancia o intencionalidad— a hacer de idiotas útiles en el intento del peronismo, como siempre, de voltear al gobierno.

Estas mismas personas, incluso, son arriados hasta con sus hijos en brazos, por 400 pesos, para ir a aplaudir a quien les robó. Pero claro... el punto es que no se dan cuenta de que lo que a ellos les robaron no es dinero, sino algo mucho peor, les robaron la dignidad, y lo más triste es que les robaron hasta el futuro de esas criaturas que llevan en brazos.

Esa es la verdadera crisis estructural argentina, no la del gobierno. El gobierno de Macri, muy por el contrario, tiene un gran desafío, tratar de revertir esta crisis que muchos llaman herencia recibida, pero más que una herencia, no cabe dudas de que lo que se heredó es una hipoteca, y muy difícil de levantar, por cierto.



lunes, 15 de agosto de 2016

Penurias Económicas… @dealgunamanera…

Trauma inflacionario…


Un tiro en la sien. Juan Aranguren. Foto: Pablo Temes.

Más allá del “tarifagate”, la gente perdió la noción del valor real de las cosas. El caso López. Y la violencia.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 14/08/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Más allá de la resolución final del conflicto por el aumento de tarifas, la inflación es el tema recurrente. Si bien la suba de precios se desaceleró y cayó al 2% en julio, como el grueso de las inversiones aún no ha llegado, el ingreso de dólares del exterior no alcanza para hacer consistente el efecto derrame –la gente no lo ve– y percibe en cambio que, además de la inflación, le aumentamos los servicios”. Esta es la preocupación expresada por un diputado nacional del PRO que conoce los movimientos del día a día en materia económica.

Un economista de consulta del Gobierno coincide con este diagnóstico: “La inflación núcleo golpea en la modificación de precios relativos (la relación, incidencia y comparación de los valores de algunos productos en relación con otros como, por ejemplo, el valor del pollo en relación con el de la carne, el costo de las bebidas en relación con los alimentos, etc.)”.

Esto lleva a que el consumidor se replantee muchos de sus hábitos y se pregunte cuáles son sus verdaderos bienes de primera necesidad. Hoy no está claro cuál es el valor real de las cosas. Hay casos en los que se verifica una diferencia de hasta un 25% en el precio de los productos de consumo, incluso en una misma zona. “Este fenómeno se va a ir atenuando a medida que la inflación continúe bajando en el tiempo, y el tiempo es hoy un bien escaso”, señala el consultor gubernamental, quien afirma que “la economía real no termina de hacer pie. La explicación del porqué es gráfica: como consecuencia de la inflación, se mantienen las tasas altas. Caso contrario, se debería aumentar la oferta de bienes para compensar el exceso de circulante, pero para esto se necesita más producción que no aumenta porque la llegada de inversiones para impulsar la economía se demora. Mientras esto suceda, seguiremos ligados a la apuesta por lo agroindustrial, cuyos tiempos son más acotados. No está mal como solución transitoria. Pero debe ponerse en marcha el resto de la industria”.

En este contexto una figura que en el inicio de la gestión de Mauricio Macri había cosechado críticas de sus pares en el gabinete a causa de su aparente falta de tacto con la realidad de muchas personas, se ha convertido en el hombre del momento. Se trata del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien ha comenzado a explotar lo que mejor hace: su carácter técnico y expeditivo. “De golpe aparece en todas las reuniones, no sólo en las vinculadas a su ministerio. El Presidente lo lleva de un lado a otro. Parece que el romance no se rompió”, alega con ironía una fuente gubernamental. Lo cierto es que las internas entre ministerios y los celos profesionales están en puja permanente y la figura de Dietrich, al que todos veían como un técnico sin aspiraciones políticas, ha puesto en alerta a más de uno.

Trauma. Mientras tanto sigue su curso tortuoso el traumático tema de las tarifas de los servicios públicos de gas y agua. Al día de hoy no hay una posición unificada entre los miembros de la Corte, cuya definición se espera para los últimos días de esta semana. 

Más allá de las diferentes posturas en danza, lo que asoma con más fuerza es la idea de un fallo con matices. Esto es, reconocer la potestad del Gobierno para aumentar las tarifas pero obligarlo primero a realizar las audiencias públicas, lo que implicaría retrotraer los precios. Una pregunta flota en el entorno de los jueces supremos: ¿deben ellos absorber la carga social de una medida impopular, mal implementada, cuyo costo político debería ser asumido por el Gobierno? Esto es apenas un indicio de lo que se discute y explica por qué no hay nada definido. 

Además, existe un riesgo que parece haber sido percibido por el Gobierno en su marcha atrás en la realización de audiencias públicas “informativas” a las apuradas. Las audiencias necesitan un plazo mínimo de 15 días hábiles para su convocatoria, con la correspondiente información a las asociaciones de consumidores respecto de los planes en cartera, de lo contrario nadie podría en un encuentro realizar un análisis certero de lo que se pretende. De no cumplir con esta premisa, los aumentos podrían ser nueva y fácilmente impugnados en la Justicia, algo que dilataría la llegada de una solución definitiva y arrojaría un compás de espera aún mayor sobre los meses no facturados o en revisión.

La parálisis y las demoras representan el peor escenario. La convocatoria a audiencias públicas para comenzar de cero y consensuar aumentos parecería el camino correcto. La necesidad del aumento y corrección de las distorsiones en las tarifas respecto de los precios del resto de la economía es algo que nadie puede poner en duda. Como consecuencia de los errores cometidos por el Gobierno, muchos legisladores de la oposición parecen empecinados en sacar un rédito político de interpelaciones y trabas poco conducentes que nada aportarán a la resolución del fondo de la cuestión.

Histórica. La frase que José López pronunció en su declaración ante el juez Daniel Rafecas (“esta plata es de la política”) hará historia. Por lo pronto lo deja a él definitivamente ante lo que será su futuro: la cárcel. Pero además la frase tiene aire de mensaje hacia otros. Esos otros son, por una parte, quienes fueron sus superiores –Cristina Fernández de Kirchner y Julio De Vido– y por otra los empresarios que aceptaron formar parte de la matriz de corrupción que tejió el kirchnerismo a lo largo de sus doce años en el poder.

Es importante no olvidar un hecho que es relevante a la hora de darle a López la real dimensión de lo que su figura representaba dentro del esquema bajo el cual se organizó la gestión en tiempos del kirchnerato: el ex secretario de Obras Públicas era una persona de acceso directo tanto a Néstor Kirchner como a Cristina Fernández de Kirchner. Cuando durante el primer mandato de CFK, Kirchner se desempeñó como ex presidente en funciones, son numerosos los relatos de intendentes acerca de los llamados que recibían del ex jefe de Estado en los que transaba obras públicas por apoyo político. Una vez que se acordaba la transacción, quien aparecía en escena era López.

Por último, la agresión violenta sufrida por el Presidente el viernes en Mar del Plata es repudiable. Eso no es democracia.

Producción periodística: Santiago Serra.



lunes, 25 de julio de 2016

El problema no es Tinelli... @dealgunamanera...

Qué dice el informe que revela el ataque PRO contra Marcelo Tinelli…

Los presuntos "trolls" generaron un gran pico de actividad exclusiva sobre el hashtag, luego bajaron absolutamente la intensidad.

Un documento realizado por una consultora digital confirmaría la manipulación del hashtag #TinelliMercenarioK.

Un informe realizado por una consultora digital confirmó las sospechas de Marcelo Tinelli. El ataque con múltiples acusaciones que recibió mediante las redes sociales no fue algo generado de manera espontánea, sino que -según las conclusiones del reporte- fue organizado y sistemático.

La agencia especializada en redes sociales analizó el comportamiento del hashtag “#TinelliMercenarioK” y no encontró patrones naturales que permitan explicar su evolución. Por el contrario, vislumbran una administración deliberada sobre los contenidos contra el conductor de Showmatch.

En primer lugar se destaca el “comportamiento mecánico”. Los presuntos usuarios contrarios a Tinelli publican "contenidos hora por medio, de forma mecánica, repitiendo el patrón durante las 24 horas del día”. "Se extrajeron hasta 200 tweets de cada cuenta y, al analizar el promedio resultante de fecha y hora de cada publicación, se identificó que hay una frecuencia mecánica en su comportamiento”, señala el informe analizado por los abogados que podría lanzar una demanda judicial.

"Hay un comportamiento premeditado, con sistemas de soporte que permiten publicar las 24 horas y esto explicaría el comportamiento mecánico que los sistemas le asignan a sus procesos. Exactamente este mismo patrón se vio en grupos de trolls PRO atacando a Massa”, consignaron los analistas.

En el documento se destacan también los “contenidos automatizados”. "Se publican contenidos desde múltiples cuentas, repitiendo los mismos mensajes una y otra vez. Como no existe ningún algoritmo que permita imitar la opinión humana, no tienen otra opción que generar una cantidad determinada de contenidos y luego repetirlos en todas las cuentas. Esto es muy habitual para generar una sensación de 'masividad' cuando en realidad son pocos contenidos, desde muchas cuentas”, refieren.

Los usuarios investigados siguen en sus redes sociales principalmente a referentes del PRO: como Marcos Peña y Mauricio Macri.

Uno de los indicadores que evidenciarían en mayor medida la acción es que las cuentas “trolls” se activaron en simultáneo. “Las cuentas sólo interactuaron para operar este tema, luego volvieron a una posición pasiva. Generaron un gran pico de actividad exclusiva sobre el hashtag, luego bajaron absolutamente la intensidad”.

Otro elemento es que borran contenidos de manera sistemática. "Los contenidos ofensivos fueron borrados de forma sistemática de las cuentas, 24 horas después de ser enviados. Al monitorear la cantidad de tweets de estas cuentas minuto a minuto, vemos que publican y eliminan constantemente”, comenta el informe.

Por último, gráficos que permiten analizar relación entre nodos o usuarios y temas conversados permiten visualizar que a diferencia de otros hashtag viralizados de manera natural, en el caso de Tinelli fueron lanzados prácticamente en simultáneo y sin ningún factor de relación entre los tweets copiados.

La consultora concluyó que “hubo un ataque sistemático contra Marcelo Tinelli, proveniente de un grupo de tareas del PRO, que intervino específicamente para operar el tema y luego bajó el perfil”. Además, puntualizaron que “menos del 2% de quienes hablaron negativamente del tema fueron –se supone– personas reales”.

Por último remarcaron que en base a las denuncias y comentarios efectuados de forma pública, las cuentas señaladas "fueron borradas para eliminar las pruebas e incluso más del 70% de la información obtenida ya no está disponible en la red”.

  

domingo, 10 de julio de 2016

De un extremo a otro… ©dealgunamanera...

De un extremo a otro…

A fuego lento, J.J. Aranguren. Dibujo: Pablo Temes

El tema de las tarifas revela que el Gobierno subestimó a la política tanto como la sobrestimó el kirchnerismo. ¿Es posible que el gobierno de Mauricio Macri se haya equivocado tanto en la ejecución de un sinceramiento tarifario en el que la mayoría de la sociedad estaba de acuerdo? Esta es la pregunta del momento. La respuesta es claramente “Sí”.

Esto es la consecuencia del profundo descreimiento que el macrismo tiene de la política. Conclusión: se pasó de un extremo al otro. El Gobierno se pobló de muchos hombres de buena fe, marcados por el corporativismo empresarial pero con una enorme falta de criterio social. Tal es el caso del ministro de Energía, Juan José Aranguren. Otro error que comete el Gobierno es creer que cuando las cosas no funcionan vendrá la Justicia en su auxilio. El brutal aumento de tarifas ha generado un problema político, que se debe resolver en el terreno político. Así obtuviera el Gobierno un fallo favorable de la Corte Suprema, es erróneo pensar que el problema quedará solucionado. Hay mucha gente que literalmente no puede pagar esos aumentos.

Un legislador de la oposición de diálogo fluido con los equipos del Gobierno cuenta una anécdota que parece salida de una historieta y que ilustra esta situación: “Hay buenas intenciones pero pésima implementación. Les advertimos en varias oportunidades que estaban haciendo mal los cálculos y no nos escucharon. Armaron planes y estudiaron alternativas que nada tienen que ver con la composición social de nuestro país. Hace unos tres meses le hicimos saber al ministro Aranguren que no estaba teniendo en cuenta las características climáticas y poblacionales de los distintos puntos del territorio.

Por ejemplo, que parte de la Patagonia y la provincia de Buenos Aires tenían consumos de gas mucho más elevados que otras regiones y que el norte argentino en el verano termina siendo electro dependiente para sostener los sistemas de refrigeración, desde los aires acondicionados hogareños hasta los equipos comerciales. Aranguren nos respondió que trabajan en una prueba piloto con medidores inteligentes y que, por ejemplo, los habitantes podrían programar el lava- vajillas y hacerlo funcionar por la noche, cuando baja la temperatura. Hablábamos de las zonas duras del norte del país y nos quedamos pasmados. La única respuesta posible era proponerle que haga su prueba piloto en Nordelta”.

El otro hombre que habitualmente es señalado por su falta de tacto social y su desconocimiento de las necesidades de la gente es Guillermo Dietrich. Son muchos, dentro y fuera del oficialismo, los que señalan que su falta de calle hace inviables muchas iniciativas que naufragan antes de llegar a sentarse a la mesa a discutir un proyecto con él.

Un grupo de diputados del interior del país asegura que el número de presentaciones y amparos que está dando vueltas es mucho mayor que el que trasciende a través de los medios de comunicación. “En los pueblos y municipios chicos, cuando hay un amparo exitoso se pasan el modelo de presentación, copian el formato del escrito cambiando los datos y lo vuelven a presentar en localidades vecinas. La judicialización resultó imparable”.

Otro ejemplo que revela un amateurismo absoluto lo narró un diputado del Frente Renovador (FR) que no lograba salir de su asombro ante lo que escuchó. A este legislador le pidieron desde el Ministerio de Energía que desde el FR salieran a explicar que el beneficio de los topes del 400% para los aumentos del servicio en los hogares sólo se alcanzará si cada familia consume una cantidad igual o menor a la del mismo período del año pasado; en caso contrario, el aumento de la factura superará el límite del 400%. “O sea que el Gobierno quería que fuéramos nosotros los que nos hiciéramos cargo de las malas noticias y ellos encargarse de las buenas”.

Desde el oficialismo, un funcionario de importancia señala que a Aranguren lo vio muy preocupado trabajando 24 horas al día. Algunos han comenzado a darse cuenta de que la crisis generada por el aumento de tarifas ya está excediendo la figura del ministro y salpicando la de todo el Gobierno, incluido el presidente Mauricio Macri. “Es que, en realidad, ya no se le puede echar toda la culpa a Juan José; hay algo que nadie supo ver”, reconoce el funcionario de marras.

Internas. Entretanto, en el frente interno de Cambiemos las cosas no están bien. Varios radicales aseguran que, en un encuentro a principios de año, les advirtieron a Marcos Peña, a Rogelio Frigerio y a otros miembros del PRO que lo de las tarifas no terminaría bien. Les ofrecieron incluso proyectos alternativos. Por lo que se ve, fueron escuchados pero no tenidos en cuenta.

“Están practicando un kirchnerismo a la inversa. El núcleo duro del PRO se encierra y resuelve solo. Sabemos que somos minoría, pero así como están las cosas, esto no se parece a una coalición”.

El radicalismo está dolido. Algunos de sus miembros hasta sienten un choque cultural con líderes del macrismo. Hay muchos que se sienten marginados del Gobierno y creen que fueron usados para construir una herramienta electoral.

“Queremos continuar y bancar este espacio, pero primero hubo alguna luz amarilla de alerta, hoy se está tornando naranja y estamos cada vez más cerca de tocar el rojo”, sentenció una fuente que por los términos y el tono exhibía una mezcla de bronca y angustia. Es que a todos ellos los persigue el fantasma de la Alianza, algo que, de repetirse, sería catastrófico no sólo para el Gobierno sino también para el país.

Producción periodística: Santiago Serra.

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domingo, 8 de mayo de 2016

Cuando las pymes se expresan por sí mismas... @dealgunamanera...

Cuando las pymes se expresan por sí mismas...

Reunión del jueves en la Comisión Pyme de Diputados. Las pequeñas empresas se diferenciaron del Grupo de los Seis.

Cinco entidades pymes llevaron a la Cámara baja su posición con respecto a la Ley de Emergencia Ocupacional. Se diferenciaron de la posición de rechazo del Grupo de los Seis y reclamaron una ley de Emergencia Pyme.

© Escrito por Raúl Dellatorre y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La presencia y el testimonio de las entidades que representan directamente a la pequeña y mediana empresa en el Congreso desarticularon la maniobra que las cámaras empresarias que representan a los núcleos más concentrados, reunidas en el Grupo de los Seis, habían armado junto al gobierno nacional para trabar el avance en Diputados del proyecto de ley de emergencia ocupacional y prohibición de despidos por seis meses. Durante la semana que pasó, se sucedieron por lo menos tres reuniones en Diputados, en las que dirigentes de cinco entidades que representan a sectores pyme manifestaron su repudio a quienes quieren oponer las urgencias de las pymes a las necesidades de los sectores laborales. 

El bloque del PRO se había montado en tal argumento para intentar frenar el proyecto contra los despidos en la Cámara baja, mientras que integrantes del sector Renovador (massismo) que reportan a organizaciones de la cúpula empresarial, operaban a favor de modificar la ley “en favor de las pymes”, con la implícita intención de demorar la sanción de la ley. Pero la postura de la dirigencia pyme desmontó la maniobra e inclinó la cancha: sin más excusas, el proyecto votado en el Senado avanza en Diputados para su sanción. Por separado, la Cámara baja tratará un proyecto de “ley de emergencia mipyme” (micro, pequeñas y medianas), con el compromiso de darle tratamiento inmediatamente después que se apruebe la emergencia ocupacional.

Con un argumento idéntico al expuesto por el presidente de la Nación y parte del gabinete económico, el denominado Grupo de los 6 (Unión Industrial, Adeba, Bolsa de Comercio, Sociedad Rural, Cámara de la Construcción y Cámara Argentina de Comercio) sostuvo, desde la última semana de abril (antes que el proyecto se votara en el Senado), que “la contracción de la actividad económica y la falta de crecimiento en el empleo privado comenzó a fines de 2011 y ha persistido a través de estos años”, pese a toda la evidencia estadística en contrario. La conclusión, por lo tanto, era que no había ninguna situación nueva que pudiera caracterizarse como “emergencia ocupacional”. 

Y que prohibir las cesantías o encarecer las indemnizaciones ahuyentaría las inversiones, provocaría retracción en la generación de empleo y perjudicaría principalmente a las pymes, que ante la imposibilidad de acomodarse a una baja en la demanda con recortes de empleo, se iban a ver condenadas al cierre.

“No es cierto que las pymes estemos en contra de una ley de emergencia ocupacional”, manifestaron, en cambio, representantes de cinco entidades que agrupan a pequeños y medianos empresarios, esta última semana en reuniones de comisión o con grupos multipartidarios de legisladores. De estos diferentes encuentros participaron Apyme (Asamblea de pequeños y Medianos Empresarios), CEEN (Central de Entidades Empresarias Nacionales), Cgera (Confederación General Económica de la República Argentina), CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa) y Cadieel (industrias electrónicas y electromecánicas), que tuvieron como interlocutores a legisladores de prácticamente todos los partidos con representación parlamentaria.

El CEEN manifestó explícitamente su apoyo al proyecto de emergencia ocupacional y criticó a las entidades empresariales “que rechazaron apresuradamente el proyecto anti despidos y aplaudieron una iniciativa regresiva como la propuesta Plan Primer Paso”. Apyme sostuvo que era comprensible la demanda del sector laboral de una ley que frenara los despidos, pero esto no podía ser considerado una medida contra las pymes. “Si no se atiende esta situación de emergencia económica con medidas urgentes, pequeños empresarios y trabajadores vamos a correr la misma suerte, vamos a bajar las persianas juntos. Ahí no hay indemnización doble ni simple”, expresó uno de sus representantes, dando pie al reclamo de una ley de emergencia para micro, pequeñas y medianas empresas.


CAME y Cgera habían manifestado, en principio, objeciones a la emergencia ocupacional. La última entidad había cuestionado el proyecto con media sanción del Senado porque “no se contempla que el empleo no es homogéneo, se estaría protegiendo a las empresas que tienen menos problemas y no a las que ya recibieron el impacto de la crisis”. Según la Cgera, “el proyecto primario debería estar abocado a las pymes, que son las dadoras de trabajo”, en un planteo similar al formulado por CAME. 

En cambio, no hubo diferencias entre la dirigencia pyme, ni siquiera de matices, en el diagnóstico de la crisis. La industria, el comercio, los servicios y la producción agraria afrontan “una situación de extrema fragilidad, con un alarmante y generalizado desmejoramiento de su situación económica y financiera que compromete seriamente su continuidad”, dice uno de los documentos presentados. Esta situación reconoce su origen en políticas puestas en marcha por la actual administración, y no se resuelve con despidos, se aclaró.

El debate en cada uno de estos encuentros fue acalorado e intenso.

Como resultado, se consensuó en dos aspectos centrales: las pymes no se oponen a una ley de emergencia ocupacional. El otro, la necesidad de una ley que declare la emergencia mipyme, dado el cuadro de situación presentado. Hasta los representantes del Frente Renovador acordaron, al punto tal que el propio José de Mendiguren propuso adoptar la consigna “ni un despido más, ni una pyme menos”. 

El proyecto, cuya formulación quedó en manos del Frente para la Victoria y las entidades que estuvieron presentes, se limitaría a los puntos más urgentes y de más rápida ejecución: financiamiento a tasa subsidiada, con requerimiento simple de acceso, para el pago de aumentos salariales y aguinaldos; subsidio a las tarifas en sectores seriamente afectados por los aumentos; limitar las importaciones en sectores sensibles; suspensión de los embargos de la AFIP por morosidad en el pago; y restablecimiento de los planes de facilidades de la AFIP con plazos más extendidos.

El proyecto de emergencia mipyme podría presentarse en el transcurso de esta misma semana para su tratamiento a partir de la siguiente. Estos acuerdos se harían públicos en el transcurso de los próximos días, con la participación de las entidades pymes. Entre los dirigentes del sector hay confianza en que el proyecto que las protege tendrá rápido tratamiento en la Cámara Baja y no creen que pueda haber resistencias en el Senado. 

La cuestión será qué posición asumirá el oficialismo, o más concretamente el PRO, ya que incluso, recibieron algún guiño de los radicales. Imaginan que el macrismo no podrá trabar el tratamiento y aprobación en el Parlamento, pero se preguntan, ¿podrá vetar el Ejecutivo ambos proyectos? El interrogante, por ahora, no tiene respuesta.


sábado, 19 de marzo de 2016

Los 100 días… @dealgunamanera

  Los 100 días…


El PRO no se preparó para ganar y el Frente para la Victoria ni se imaginaba que iba a perder. El resultado es malo para el país. Aunque las encuestas verdaderas ya permitían vislumbrar el resultado, las dos fuerzas estaban instaladas en su rol de oficialismo y oposición. Sus estrategias y políticas se estructuraban en esos roles. Los que estaban en la Rosada presuponían que su plan de gobierno se podía trasladar en forma automática en el remoto caso de que pasaran a la oposición. Desde la oposición, el PRO pensaba lo mismo pero al revés. Pero no es tan fácil en ambos casos.

© Escrito por Luis Bruschtein el sábado 19/03/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Parece un chiste la forma en que ahora los macristas defienden lo que antes bombardearon, como el secreto del acuerdo con Chevron, o ver las visitas a regañadientes de Macri a la ex ESMA o las críticas sin convicción al sector empresario por los aumentos en los precios. Ninguno tenía plan B y los problemas se van resolviendo sobre la marcha. Un resultado de esta situación de improvisación inevitable fue la negociación apresurada con los fondos buitre y sus malos resultados. Y la oposición quedó presa de las situaciones de hecho que va creando el oficialismo. No hay agenda opositora más allá de lo que dejan entrever los forcejeos y reacomodos de una interna donde los melones no terminan de acomodarse.

Es el momento de mayor fuerza del macrismo y el de mayor debilidad para el FpV. 49 a 51 fue el resultado, pero en la realidad esa proporción no duró ni un día. El triunfo fortalece y la derrota debilita, aunque la diferencia haya sido mínima. Así es la ley. Una parte importante de ese 49 por ciento que votó a Daniel Scioli, tras la derrota abrió una expectativa a favor del nuevo gobierno. Pese a la escasa diferencia del resultado electoral, a la semana el gobierno de Macri llegaba hasta casi el 70 por ciento de imagen positiva. Inmediatamente empezó a descender.

Al cumplirse los primeros cien días de gobierno –se toman como un simbólico período de gracia por experiencia histórica–, esa proporción es más o menos la misma que la del resultado electoral, pero con una carga diferente. Cada vez menos los problemas se identifican con la administración anterior, como sucedía en el resultado electoral y cada vez más comienzan a estructurarse con Macri como responsable. El horizonte no es bueno para el macrismo que perdió en estos cien días casi todo el plus que le había concedido el triunfo electoral.

Para la oposición, el balance tampoco ha sido positivo porque en estos cien días no ha podido encontrar un eje que la ordene en su nuevo lugar y quedó entrampada en la aceptación o el rechazo de lo que genera el gobierno. Para la característica volcánica del peronismo, esta podría considerarse una transición en calma hacia la oposición. Después de una derrota ha podido preservar el debate en su interior sin volcarlo al escenario general. Pero permanece en un clima de desconfianza, pases de factura y detonación de viejas inquinas al que se suma la necesidad de gobernar para los que tienen una gestión a su cargo, ya sean gobernadores o intendentes. En esta situación de desconcierto mutuo sale favorecido el macrismo, que encuentra en el gobierno más herramientas para la acción, desde la famosa caja con la que aprieta a los gobernadores, hasta la capacidad de una mayor iniciativa política.


El proceso que culminó en el acuerdo con los fondos buitre puso de manifiesto que el macrismo había tomado como prioridad este tema, pero sin diseñar una estrategia de negociación. El planteo se reducía a cerrar el diferendo. No a negociar. Los representantes argentinos simplemente aceptaron pagar lo que estipulaba el fallo del juez Thomas Griesa. Pero lo hicieron con tal impericia que no pudieron reaccionar cuando los buitres les corrieron el arco como habían hecho en las negociaciones anteriores. Fue una actitud ideologizada porque este gobierno tiende a pensar como lo hacen los ejecutivos de las financieras cuando negocian con los Estados, (son despreciativos y desconfiados de los funcionarios, no de los buitres) no piensan como debería hacerlo un Estado cuando negocia con estos fondos.

Por ideologizar de esta manera fueron incautos y nunca pensaron que esos fondos iban a aumentar sus reclamos y condiciones cuando vieran flaqueza del otro lado. Y la impericia fue mostrarse dispuestos y urgidos, vulnerables. Se la dejaron picando. Fue una mala negociación porque no pensaban negociar y fueron forzados a hacerlo sin tiempo porque estaban apurados por cerrar. Con este acuerdo se les paga más, incluso, de lo que ellos esperaban, y queda abierta la posibilidad de que esos mismos fondos pleiteen contra el país en base a los bonos ya reestructurados que ellos también poseen.

La razón del apuro fue la urgencia por reendeudarse. Ya se tomaron cinco mil millones de deuda y ahora se tomarán otros doce mil millones más. Esa enorme cifra es nada más que para pagar deuda. Ni un solo peso para reactivar a una economía que tras las medidas del gobierno se lanzó en picada al abismo de la recesión. En forma inminente tendrá que tomar más deuda. Los gobernadores han demostrado que respaldarán cualquier acuerdo que les permita endeudarse rápidamente para zafar del cepo que les pone el gobierno de Macri con la canilla del financiamiento.

Aunque el FpV no ve con buenos ojos esta decisión, los gobernadores de esta filiación asumen la posibilidad de endeudarse y la devolución del 15 por ciento de la coparticipación, como una vía que los independiza del gobierno central. En el caso de los gobernadores están entre la espada y la espada: pierden en lo inmediato si se oponen y pierden también si respaldan el acuerdo con los buitres.

Desde el kirchnerismo se pensó que el pago a los buitres establecería una línea divisoria, pero la realidad es más compleja y plantea sus urgencias. Por el otro lado, lo real es que el endeudamiento indiscriminado termina siendo un gol en contra. Con todas las restricciones que tenían en los mercados financieros, los gobiernos kirchneristas sumaron ahorro propio y alguna deuda, pero con organismos internacionales, y realizaron la mayor cantidad de obra pública de los últimos cincuenta años. Ese megaplan de obra pública se hizo con muy poca deuda.

Es paradójico, pero al macrismo le ha ido mejor en la política que en la economía: a pesar de ser minoría en el Congreso, consigue respaldo para medidas económicas que después no funcionan como esperaban. Pasaron los tres meses de gobierno y no han llegado las inversiones masivas del exterior, sacaron las retenciones y los productores rurales igual especularon para rendir sus dólares, devaluaron y los formadores de precios llevaron los precios a las nubes.

De la inesperada hiperactividad macrista de estos cien días no hubo una sola medida que favoreciera a los sectores de menor poder adquisitivo. La imagen de “gobierno de los ricos” –sin sentido peyorativo sino puramente descriptivo– empieza a circular en la sociedad como una síntesis que define al macrismo.

Al peronismo y al kirchnerismo les está resultando difícil encontrar el eje que los estructure en la oposición, aunque no hubo dispersión ni grandes divisiones. La salida de los 14 diputados del Bloque Justicialista resultó finalmente una sangría mínima que sirvió más para favorecer al macrismo que para debilitar al FpV. Hasta ahora predominaron el desconcierto y las recriminaciones o la búsqueda de chivos expiatorios de la derrota. Algunos intendentes aprovechan sus litigios territoriales para apuntarle a un Martín Sabbatella también hiperactivo. Otros apuntan a La Cámpora, que a su vez atraviesa una situación interna de inquietud.

Pero todas estas expresiones se asemejan más a los reacomodos lógicos en las nuevas relaciones de fuerza que a divisiones internas. Por esa característica el debate interno es pobre y no surgen de allí lineamientos que los ordenen. Kirchneristas y no kirchneristas están condenados a convivir si quieren generar una alternativa de poder en una situación económica muy deprimida que a mediano plazo se los va a reclamar. En vez de líneas divisorias tienen que encontrar un encuadre de reglas de juego y circulación de las decisiones para esa convivencia y recoger los nuevos reclamos de la sociedad para construir desde allí el rol de oposición política.