domingo, 30 de octubre de 2022

País angustiado. Tiros por elevación... @dealgunamaneraok...

 País angustiado. Tiros por elevación...

ARGENTINA, 1983. Raúl Alfonsín. Dibujo: Pablo Temes

La trampa de la antinomia, que permite ganar las elecciones, pero no gobernar. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 29/10/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Un domingo como hoy, de hace 39 años, la fórmula integrada por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez, ganaba las elecciones que marcaban el fin de la dictadura más cruel de la historia de la Argentina. 

 

La victoria de la Unión Cívica Radical fue impactante y expresó el deseo mayoritario de una sociedad que quería vivir bajo los valores de la democracia, es decir, el pluralismo, la tolerancia y el respeto al pensamiento diferente. Desde aquel 30 de octubre de 1983 hasta hoy, la democracia argentina ha venido experimentando un nivel de degradación que parece ser imparable, producto de la crisis de representación que hoy padece nuestro país. El concepto del otro se ha trastrocado significativamente. Ese trastrocamiento ha representado una mutación del concepto de pluralismo hacia el de antinomia. El pluralismo es la esencia de la democracia.

 

La antinomia, por el contrario, no. La antinomia, cuya utilización o exacerbación permite ganar elecciones, impide gobernar. Es lo que le está pasando a esta administración. Es lo que le pasó a Mauricio Macri. Y es lo que le va a pasar al próximo que gobierne si decide insistir con esta táctica. 

 

La sesión de la Cámara de Diputados en la que se dio media sanción al proyecto del Presupuesto de la Nación, fue un ejemplo más de la caída libre en la que se encuentra la dirigencia política vernácula. 

 

La conducta funcional al kirchnerismo de Javier Milei y sus secuaces, que se ausentaron del recinto y permitieron que se aprobara el nuevo impuesto a los billetes de avión, fue escandalosa. De igual calibre es el calificativo que le cabe a la diputada Margarita Stolbizer, quien, ante la eventualidad de caer en las manos de Morfeo –el rey del sueño– optó por irse a dormir, importándole tan poco como la nada lo que pasase en la votación en particular del proyecto. 

 

Lo que pasó con el Presupuesto bien puede repetirse con el proyecto para la derogación de la PASO. 


Por si alguien lo olvidó, las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), fueron impulsadas por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuyos partidarios quieren hoy derogarla. Como decía el gran poeta sevillano Antonio Machado, “no es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, y no es bueno ir por la vida permanentemente camuflado”.

 

¿De qué gobierno habla Cristina Kirchner cuando lanza sus críticas por Twitter? De su gobierno.

 

Las negociaciones que fluyeron en el detrás de escena de la votación del miércoles también se convirtieron en un toma y daca que debería avergonzar a la dirigencia toda. Una parte significativa del radicalismo terminó votando el Presupuesto por conveniencia que, de la boca para afuera, disfrazaron de convicción. “Los radicales necesitaban fondos para las universidades que manejan, no olvidemos que Emiliano Yacobitti es el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires.

 

Parece que los de Evolución que prometieron ser diferentes al resto, echaron mano bastante rápido de las costumbres de la vieja política. 

 

“Eso sin contar que, varios de ellos sin ninguna pericia técnica, no tenían la más mínima idea de lo que estaban votando” –dijo furioso un diputado de su propia coalición. 

 

Algo similar le ocurrió al propio Carlos Heller, del FdT, que tuvo que retirar dos artículos que perjudicaban el financiamiento de las Pymes –utilizando facturas de crédito electrónicas– en la votación en particular.

¿Qué es lo curioso de esta actitud? Que él mismo reconoció que había sido quien introdujo esos artículos dañinos para muchos pequeños empresarios, que con gran esfuerzo luchan por abrir la persiana todos los días. Quizás deba poner más atención en las reuniones de comisión en lugar de apurar la firma de los dictámenes, para poder irse a la cancha a ver a Boca Juniors, cosa que también se tomó livianamente y lo advirtió públicamente. 
 

El que avisa no traiciona. 

 

Dentro de la fallida coalición gobernante las cosas se complican en el día a día. La obsesión de CFK y de La Cámpora por eliminar las PASO es, a esta altura, una cuestión de Estado sobre todo por la férrea, pero solitaria resistencia del Presidente. Alberto Fernández, en su mundo de fantasía, insiste en que quiere competir. 

 

El tuit de la vice es otra muestra de la falta de respeto a su propia investidura y a la ciudadanía: “Resulta francamente inaceptable el aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%) que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga y que, de esta forma, suman el 114% anual”.  

 

La pregunta que cae de maduro es la misma que surge cada vez que CFK intenta despegarse de los problemas: ¿De qué gobierno habla? Su gobierno. Por más que lo intente, ella es tan responsable de todo lo que ocurre dentro de la coalición como su elegido a quien hoy detesta. 

 

Uno de los apuntados con ese tuit es Claudio Belocopitt, el cerebro de la Unión Argentina de Salud (UAS). Pero hay allí un tiro por elevación a Sergio Massa por el supuesto manejo “permisivo” de la economía. El tigrense ya había avisado que si no lo dejaban hacer su trabajo, se iría. Todo es humo y escombros en el oficialismo, pero la vida tampoco es color de rosa en la oposición. 

 

Mauricio Macri hace el juego que más le gusta. 

 

Se coloca por encima de todos los dirigentes del espacio con la vara para bendecir candidatos. En JXC todo es nerviosismo. La duda en torno a la decisión de la candidatura del ex presidente sigue latente como una espada de Damocles. 

 

La Argentina sin rumbo, vuelve a condenar a sus ciudadanos a la angustia, la desesperanza y a la nada misma.




   

sábado, 29 de octubre de 2022

Zunder 1500: el auto argentino que tuvo motor Porsche… @dealgunamaneraok...

Zunder 1500: el auto argentino que tuvo motor Porsche… 


Se produjeron solo 200 unidades desde 1960 a 1964 y contó con el aval oficial de la compañía alemana. A continuación, enterate todos los detalles.

© Publicado el martes 25/10/2022 por la Revista Parabrisas de la CIudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La historia comienza en la provincia de Córdoba, precisamente en Rio Cuarto donde los hermanos Nilson José y Eligio Oscar Bogiovanni decidieron crear la compañía llamada Industria del Transporte Automotor S.R.L. (ITA).

No eran unos novatos, sino que ya tenían la experiencia de haber sido dueños de concesionarios de General Motors en la ciudad cordobesa y se habían adentrado en el mundo de la competición en dicha provincia.

Pero este era un proyecto distinto, ambicioso, aunque no poco común.
Durante los 50', Argentina estaba viviendo un boom de la producción local de automóviles en serie, por lo que los hermanos no obviaron la situación y se subieron a la tendencia emprendedora.

Y así fue que los
Bongiovanni hicieron las valijas y emprendieron su viaje por Estados Unidos y Europa para entender mejor la industria automotriz y barajar posibles inversiones para ITA. Finalmente, volvieron a nuestro país con un proveedor de motores confirmado: Porsche.

Para fines de
1959 ya tenían el prototipo final concluido, bajo el curioso nombre de Zunder (chispazo en alemán).  Al principio el sedán de dos puertas contaba con un motor Porsche de cuatro cilindros y 33 CV ubicado en la parte trasera,  pero los análisis finales arrojaron que su potencia no era la esperada y tomaron la decisión de reemplazarlo por otro de 1500cc y 58 CV.

Las
dimensiones del modelo cordobés eran de 4,32 metros de largo, 1,54 metros de ancho, 1,49 metros de alto y una distancia entre ejes de 2,40 metros. ¿Cuánto pesaba el Zunder 1500? 880 kilogramos.

El proyecto era más serio de lo que parecía. El
20 de septiembre de 1960 tuvo lugar en un reconocido hotel de la Ciudad de Buenos Aires la presentación oficial del Zunder, con la presencia de un representante oficial enviado de Porsche.

La meta que se habían marcado era la de
fabricar 200 unidades para 1960 y crecer de manera escalonada para llegar así a las 1.600 unidades anuales producidas para 1964. Lamentablemente, esos 200 vehículos fueron los únicos que se produjeron y en 1963 la empresa cerró. Lo curioso es que habían desarrollado un prototipo de una atractiva coupé y no llegó a ver la luz.

Décadas después en una entrevista que le brindó
Eligio Bongiovanni al diario La Voz del Interior, calificó de fracaso al proyecto y se lamentó por el final que tuvo el sedán.

La realidad es que el
Zunder, como toda historia cautivadora y efímera, se convirtió en un modelo de culto e incluso hay grupos de Facebook dedicados a aquellos que ostentan poseer uno de esos 200 vehículos vendidos considerados hoy como piezas vivas de la historia automotriz argentina.


Link: https://www.geocities.ws/cochesargentinos/Zunder.htm


   

lunes, 24 de octubre de 2022

Causa Revolución Federal… Caputo Hermanos S.A.... @dealgunamaneraok...

El titular de la IGJ dijo que Caputo Hermanos S.A. "es una truchada"... 


Ricardo Nissen. Fuente: Twitter

Ricardo Nissen sostuvo que la Inspección General de Justicia detectó serias irregularidades en el marco de la empresa. La lupa está puesta sobre esa sociedad porque desde allí se le hicieron millonarias transferencias al detenido Jonathan Morel.

© Publicado el lunes 23/10/2022 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

La detención de los integrantes de Revolución Federal por parte de la Justicia federal puso sobre la mesa las dudas en torno a la firma Caputo Hermanos S.A., vinculada al ex ministro de Hacienda del macrismo Luis Caputo. Es que desde allí se hicieron pagos al detenido Jonathan Morel por más de 8 millones de pesos en un contexto de muchas irregularidades de acuerdo a la Inspección General de Justicia (IGJ)

Al menos así lo expresó el titular del organismo encargado de la fiscalización de la actividad societaria de las firmas inscriptas en el país, Ricardo Nissen, quien en declaraciones radiales afirmó que "la sociedad Caputo Hermanos es una truchada". 

El líder de Revolución Federal admite pagos de ‘Caputo Hnos.’

"Estamos investigando y vemos un movimiento o funcionamiento absolutamente irregular, que no se condice con la ley de sociedades. Parece que se constituyó en 2004 pero nunca tuvo interés en cumplir con los requisitos y las obligaciones que impone la IGJ", sostuvo el funcionario este lunes en una entrevista con Mañana Sylvestre (Radio 10).  

De acuerdo a lo que contó el funcionario, la firma nunca presentó sus estados contables desde el momento en que se inscribió. "Eso es algo que he visto muy pocas veces, por no decir nunca. Me hace pensar que, de acuerdo a la experiencia, de entrada hubo un propósito de no permitir que la Inspección y los terceros se enteren de las actividades que hacen", dijo Nissen.  


Jonathan Morel, el líder de Revolución Federal que recibió millonarios pagos de Caputo Hermanos.

Caputo Hermanos S.A. es la sociedad que tiene registrados dos fideicomisos a través de los cuales se le hicieron millonarios depósitos a Morel por supuestas contrataciones para la construcción de muebles en su carpintería de Adrogué. Este es uno de los puntos clave y que más dudas genera debido a las múltiples versiones que se han escuchado hasta el momento.   

El mismo capital social que en 2004.

Uno de los datos más llamativos que contó Nissen esta mañana es que la sociedad tiene el mismo capital social que el que declaró en su constitución, hace casi 20 años.  

Allanaron oficinas de los Caputo y la defensa de Cristina Kirchner insiste que son responsables

"La sociedad se inscribió en 2004 y la ley obliga a documentar cuando hay cambio de sede social o cuando se modifica el capital social, entre otros aspectos. Por ejemplo, en este caso vimos que tienen el mismo capital que en 2004, que es de 12 mil pesos. Eso hoy no alcanza ni para una cena", señaló.

Bajo esa perspectiva, el funcionario dijo que "registral y documentalmente la sociedad está totalmente atrasada y morosa en el cumplimiento de las normativas".  

La investigación de la IGJ sobre la firma comenzó días atrás en paralelo con la investigación judicial que terminó la semana pasada con las detenciones de los cuatro integrantes de Revolución Federal: Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile. "El viernes fuimos a la sociedad para que nos muestren os papeles y directamente no nos dejaron entrar, nos atendieron por portero", contó Nissen. 

El titular de la Inspección sostuvo que ese impedimento "es señal de que están en incumplimiento. Hay una opacidad que es muy llamativa".  

También contó que Caputo Hermanos pidió un plazo de 20 días para presentar documentación y que desde la Inspección cedieron 10. "Lo que trajeron hasta el momento no sirve para nada", dijo Nissen. 

Más irregularidades de Caputo Hermanos S.A.

El inspector siguió con su enumeración de irregularidades y marcó como puntos llamativos que "los socios nunca reciben dividendos y los directivos renuncian a sus honorarios". 

"Esto ya lo hemos advertido en otros casos como sociedades de Lewis y en otras que Macri tenía para operar campos en Salta y Jujuy, todo una truchada", agregó. 

El misterioso "chau" de Jonathan Morel desde la terminal de Retiro antes de ser detenido

En relación a los dos fideicomisos desde los cuales se le pagó a Morel, el inspector Nissen opinó que "es rarísimo que se hagan dos fideicomisos muy importantes y no conste en las Actas de Directorio". "En los estados contables no hay ninguna referencia sobre la creación de ambos fideicomisos. Participar de fideicomisos tampoco está en el objeto social de Caputo Hermanos S.A., es todo irregular", completó. 

El funcionario adelantó que en las próximas horas se conocerá una resolución de la IGJ en la que se enumerarán las irregularidades y se espera un fuerte reproche a la firma.  

AS/fl.



   

domingo, 23 de octubre de 2022

Las peligrosísimas imprecisiones y vaguedades de Mauricio Macri... @dealgunamaneraok...

 Las peligrosísimas imprecisiones y vaguedades de Mauricio Macri...



El ex presidente Mauricio Macri. Fotografía: Nicolás Stulberg.

En todas sus intervenciones, el ex presidente es muy enfático cuando se trata de despotricar contra el kirchnerismo y el populismo. Pero, ¿qué va a hacer cuando llegue al poder, si es que le toca? ¿Cuáles serán las medidas concretas?

© Escrito por Ernesto Tenembaum el domingo 23/10/2022 y publicado por el Diario Digital Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Hace muy poquito tiempo, apenas siete años, la sociedad argentina -o una enorme parte de ella- estaba cansada de 
Cristina Kirchner. En todos los estudios de opinión se expresaba una mayoritaria voluntad de cambio. Luego de un trabajo constante, valiente y muy esforzado, Mauricio Macri logró transformarse en la expresión política de ese deseo. Así, llegó a Presidente de la Nación. Algo parecido intenta ahora. En cada una de sus apariciones vocifera en contra del actual estado de cosas. Se trata de un método que ya le funcionó hace unos años. ¿Por qué no iría a funcionarle ahora que la voluntad de cambio es mucho más fuerte?

En aquel 2015, Macri también era bastante 
ambiguo respecto de lo que haría cuando llegara al poder. Casi nadie le preguntaba demasiado, porque la sociedad privilegiaba su necesidad de cambio. Y a él no le convenía ser muy preciso. Al fin y al cabo, el deseo de cambio unía desde Hugo Moyano hasta Elisa Carrió. Las precisiones, en cambio, podían dividirle al electorado. Sin embargo, había algo que tenía en claro: eliminaría el control de cambios -el famoso cepo- apenas asumiera. El “cepo” era un símbolo rechazado por los argentinos y el candidato se aprovechaba de eso para consolidar votos.

Mucha gente seria le advirtió que no lo hiciera. Los escépticos tenían argumentos muy razonables. Existía una demanda de 
dólares que había sido reprimida durante cuatro años. Si levantaba el cepo los dólares volarían y él tendría que tomar deuda a corto plazo y alto interés para cubrir el bache. Ese escenario sería explosivo. Ante cualquier inconveniente, habría una corrida. Macri respondía que él generaría la confianza necesaria para que eso no ocurriera.

Se confirmaron los peores vaticinios. No fue casualidad. Fue una 
catástrofe muy previsible. Había mucho material escrito sobre qué ocurre cuando se elimina livianamente un régimen de control de cambios. Solo era cuestión de escuchar a economistas diferentes a aquellos que creen que todo se resuelve con un “presupuesto equilibrado”, esos que el prestigioso director de Fiel, Fernando Navajas, describe como “monetaristas de una sola neurona”.

Dado ese antecedente, la pregunta es obvia: ¿la Argentina no estará por 
repetir esa experiencia? ¿Hay algún elemento que permita deducir que, esta vez, las cosas se están pensando con más seriedad?

Alfonso Prat-Gay, ministro de Economía de Cambiemos, juntos al ex presidente Mauricio Macri y al ex jefe de Gabinete Marcos Peña (AP)

En todas sus intervenciones, Macri es muy enfático cuando se trata de despotricar contra el kirchnerismo, denunciar la falacia de las ideas progresistas, luchar por lo que él define como libertad y contra el populismo. De esta manera, intenta interpretar, como en aquel entonces, el espíritu de la época. Pero, ¿qué va a hacer cuando llegue al poder, si es que le toca? ¿Cuáles serán las medidas concretas? ¿Cómo lo va a hacer?

En la gira mediática que hizo para presentar su libro, el ex presidente ofreció indicios preocupantes. En una entrevista con Jonatan Viale, Macri explicaba con soltura que la Argentina no puede vivir con tantos tipos de cambio, que así nadie va a invertir nunca y que en un país normal hay un solo tipo de cambio.

Cierto.

Viale entonces le preguntó:

-Si unificás el tipo de cambio quiere decir que vas a devaluar el oficial. O sea: si ustedes son Gobierno, ¿eso quiere decir que va a haber una devaluación?

Era una pregunta sencilla para un hombre con tanta experiencia. Se trataba apenas de responder con un monosílabo: sí o no. Tal vez con una aclaración posterior. La respuesta completa de Macri es muy ilustrativa de que algunos temas centrales no están resueltos.

-Primero hay que restablecer la confianza con una idea clara de lo que vamos a hacer…

Así arrancó: de la devaluación, nada.

--…Por eso el “para qué” (muestra la tapa de su libro titulado de esa manera)…¿Para qué vas a usar el poder? Para que se sepa que vamos a lograr en la Argentina tener un presupuesto sano. Eso significa que no vamos a gastar más de lo que ingresa…

¿Y el dólar, ingeniero? ¿Qué va a hacer con el dólar?

Para qué, el segundo libro de Mauricio Macri 

Sigue Macri:

--…Vamos a cobrar impuestos razonables. Vamos a hacer una emergencia laboral para que la gente pueda entrar al mercado en blanco. Hoy más de la mitad de la gente está en negro…

Eso, sin duda, es un problema. Pero no era la pregunta.

Continúa el candidato:

--…Acá siguen defendiendo el privilegio de unos poquitos dejando afuera a una mayoría de argentinos. Y vamos a tratar de tener una justicia ordenada porque nadie va a invertir en un país si un juez laboral saca un fallo que hunde a una Pyme. Y eso pasa todos los días. Entonces todas esas cosas las tenemos que arreglar…

A estas alturas ya era inútil tener la esperanza de que Macri iba a aclarar cómo unificaría el tipo de cambio.

Pero él seguía:

--…Dejame decirte una cosa. De vuelta, para la positividad. He viajado mucho por Medio Oriente. He viajado por los Estados Unidos, por Europa, en China mantengo las relaciones…

Ajá.

--…Todos siguen pensando, más después de la guerra, que una zona de paz como América Latina para proveerse de alimentos y energías es estratégica. Ahora: no están dispuestos a darnos más plata para que despilfarremos el dinero en corruptelas, no están dispuestos a poner plata en un país donde ellos, sus ciudadanos se ajustan el cinturón y nosotros no estamos dispuestos a pagar las tarifas que corresponden. Están dispuestos a financiar a un país con gente normal…

Macri hizo, como quien dice, un gran firulete pero evitó responder un planteo sencillo y definitorio. Si el cepo está mal, ¿va a 
unificar? ¿eso significa que va a devaluar? Es un problema complejísimo: si no unifica deberá seguir conviviendo con múltiples tipos de cambio; si lo hace la inflación puede ser tremenda. Por eso son necesarias más explicaciones. Algo más que eso al menos. Un pequeño esfuerzo que aclare, al menos, que entiende el problema, que reconozca que no basta con principios generales para gobernar.

-El levantamiento del cepo: ¿inmediato? ¿A mediano plazo?
—le preguntó Diego Shenkman unos días después.

Macri hizo una pausa.

-Va a depender de…de qué…de cuál es la situación de partida, de cuál es el apoyo externo que se va a tener, que va a ser poco…y además, de cuan profundo sea el…el…el…el vértice…o la fuerza fiscal, ¿no? Nosotros tenemos que lograr el equilibrio fiscal en el momento cero. No puede esperarse gradualmente. Eso tiene que ser desde el momento cero. Nosotros tenemos que decirle al mundo que nos curamos. No somos más borrachos.

Recorrida de Mauricio Macri junto al diputado Cristian Ritondo por San Nicolás

Pareciera ser, entonces, que si no hay dólares, Macri no levantaría el cepo. Pero, entonces, sería necesario explicar cómo se conseguirían esos dólares y en cuánto tiempo. Las cosas, como se ve, se empiezan a complejizar. No son tan sencillas. Al parecer, además, Macri vincula el levantamiento del cepo con el equilibrio fiscal. Si no hay déficit, eso generaría confianza y eso permitiría levantar el cepo. ¿Será así? Hay economistas muy serios que no ven una relación tan lineal entre ambas cosas. ¿No sería mejor explicarlo mejor?

Hay otro problema con las propuestas generales de Macri. Esta misma semana, el mundo se estremeció con la renuncia de 
Elizabet Truss como primera ministra británica, apenas 45 días después de haber asumido el cargo. Para conseguir su nombramiento, Truss propuso una drástica reducción de los impuestos, entre ellos, de los impuestos a las personas más ricas (“impuestos razonables”, en la jerga de Macri) y un “presupuesto equilibrado”. En un célebre debate, su competidor -el ex ministro de Finanzas conservador, Rishi Sunak- se burló: “Pero Liz, si haces eso, van a subir las tasas de interés y vas a mandar a la quiebra a miles de familia”. Liz no escuchó, como Macri en el 2015 al levantar el cepo y, al mismo tiempo, reducir las retenciones. Los mercados reaccionaron violentamente cuando percibieron los efectos fiscales del recorte de impuestos. Subió la tasa de interés. La libra se devaluó. Truss renunció.

Lograr un 
presupuesto equilibrado –mucho más en un marco de reducción de impuestos- es una operación muy sofisticada, que puede salir mal. Truss ahora, como Macri entonces, asumieron con una retórica pro mercado pero fueron abandonados, justamente, por los mercados. Si un gobierno recorta gastos puede ocurrir que provoque una recesión y que eso reduzca la recaudación. Así las cosas, no se reduciría el déficit: sería una medida dolorosa e inútil a la vez. Macri propone en su último libro abrir la economía y que las empresas que no puedan competir cierren. “Ya les dimos demasiado tiempo”, advirtió. “No puede ser que los argentinos paguen precios más altos porque las industrias son ineficientes”. Eso significaría que habría que importar lo que se dejaría de producir acá. Pero no hay dólares. ¿Y entonces?

Las 
imprecisiones vaguedades de Macri además, aparecen en todos los ámbitos. Macri explicó, por ejemplo, que hay que darles más facultades a las Fuerzas Armadas para que los “pseudomapuches” no interfieran con el desarrollo de Vaca Muerta. Es confuso: Vaca Muerta está viviendo en estos meses un proceso de crecimiento explosivo. Nadie está frenando eso. O sea, que mandaría militares para solucionar a tiros un conflicto que, al menos en los términos en que lo plantea, no existe.

Macri dijo que se pone a llorar cada vez que ve cómo los jóvenes argentinos se van al exterior. “Antes del 2019 se iban los narcos, ahora se van ellos”, dijo. Desde la dirección de Migraciones le respondieron con estadísticas concretas. Antes del 2015, emigraban 50 personas por día, ahora solo 18.

Tal vez esos números estén fraguados.

Puede ser que Macri tenga razón.

O no.

Pero, ¿Cuáles son sus números concretos?

Ninguno.

El libro que acaba de publicar Macri es un ejemplo muy elocuente de esas limitaciones. En la anteúltima página (258) se lee textualmente: “He dejado para el final el tema de la 
educación porque es el más importante de todos”. Pero le dedica apenas un párrafo de 10 líneas. Su experiencia en la presidencia de Boca Juniors, en cambio, mereció 80 páginas. Apenas diez páginas, en cambio, alcanzan para que Macri explique todo lo que hay que hacer en el país. En ningún lugar el libro da cuenta de las dificultades, de la complejidad de cada medida, de las posibilidades de que, aún con las mejores intenciones, todo termine con más inflación y más pobreza, como sucedió en su mandato anterior. Tal vez no tuvo ganas de dedicarle mayor esfuerzo. Seguramente le resultaban más atractivas las anécdotas que compartió con Riquelme, Palermo, Bianchi o el eterno ajuste de cuentas con su padre ya fallecido. Las páginas pasan y pasan. Macri está siempre en el centro de la escena como un líder inteligente, tolerante, humano, con capacidad de aprendizaje. Pero en ese recorrido el país, sus problemas, sus desafíos aparecen apenas como telón de fondo.

Mauricio Macri, ex presidente de la Nación

En este contexto, hay una oración que ubica a Macri en uno de los lugares más extremos de la historia del pensamiento capitalista. Javier Milei aún no llegó tan lejos. Los debates serios acerca de la participación del Estado en la economía han sido siempre muy complejos porque las economías capitalistas, en general, son mixtas. El ejemplo clásico para disuadir a las concepciones más opuestas a la participación estatal es el chileno, donde el Estado es el principal exportador de cobre. Sin embargo, es cierto que algunos teóricos consideran que el Estado solo debería tener cuatro funciones: salud, seguridad, justicia y educación. Macri va aún más allá que ellos. Escribe textualmente: “Pasar de la lógica de un Estado paternalista a uno que se ocupe solo de sus funciones esenciales como son la seguridad, la educación y la justicia requiere un apoyo profundo y un compromiso explícito por parte de los ciudadanos”. ¿No falta una de las funciones esenciales? ¿No se olvidó de la salud pública? ¿Cuál sería la propuesta concreta? ¿Qué se desmantelen todos los servicios de salud que brinda el Estado? ¿No merece un poquito más de desarrollo una idea tan novedosa? ¿Lo haría el primer día como sugiere que hay que hacer todo?

Durante una campaña electoral, es sencillo evitar respuestas complicadas y reemplazarlas por esloganes y banderas ideológicas. Si se quiere, es una de los elementos que se le atribuyen habitualmente al 
populismo, sea de derecha –como en este caso- o de izquierda. Se elige un enemigo real o ficticio y se lo ataca. Eso llena páginas y páginas de libros y minutos y minutos de entrevistas. El enemigo tal cosa y tal otra. Pero, después, llega el momento de gobernar y pasan cosas. Ahora, ¿no será al revés? ¿No ocurrirá que esas heroicas banderas se levantan como una cortina de humo para no tener que explicar demasiado lo que va a hacer?

En las últimas décadas, la Argentina ha pagado un costo muy alto por votar a personas que llegaban con discursos a favor de la justicia social y la distribución del ingreso, pero no sabían cómo alcanzar esos objetivos y provocaban un desastre. Y a otras que llegaban proponiendo construir una economía normal que asegurara la estabilidad y el crecimiento, pero tampoco tenían idea de cómo llegar hasta allí y provocaban otro desastre. Cada tantos años, los argentinos votamos a unos para sacarse de encima a los otros, o viceversa. Siempre con el mismo resultado.

Macri quiere volver al poder envuelto en banderas antipopulistas.

Pero cuando le preguntan qué va hacer con el dólar responde que ha viajado mucho por Medio Oriente.

Qué tranquilidad.