martes, 10 de marzo de 2020

Sobre el Aborto Legal, Seguro y Gratuito... @dealgunamanera...

No soy neutral…


Mi nombre es Cecilia Ousset. Soy católica, médica, especialista en tocoginecología, madre de cuatros hijos. Trabajo actualmente en el Sistema de Salud privado, aunque me formé y trabajé en el Sistema Público en la Ciudad de Mendoza.

Nunca estuve y tal vez no estaré de acuerdo con el aborto en sí; es por esa razón que nunca me hice un aborto y tampoco se lo hice a nadie; a pesar de conocer la técnica perfectamente y ser muy buena (perdón por no ser modesta), en la realización de legrados.

Muchísimas veces tuve que hacer legrados en el Hospital para “terminar” abortos clandestinos. Mi récord personal son dieciocho legrados en una guardia.

Vi morir mujeres (a veces madres de varios chicos), que pasaron lamentablemente sus últimos minutos lúcidas conmigo y una policía preguntándole “quién le había realizado el aborto porque era un delito”. Sinceramente, nunca jamás escuché a alguna decir el nombre del que o la que había cobrado por sus inexpertos servicios.

Recuerdo esas guardias donde armábamos las partes fetales en la mesita quirúrgica para asegurarnos de que no le quede nada adentro a la madre. Siempre la parte más difícil de sacar del útero era la cabeza, porque al ser redonda, rodaba cada vez que la quería “atrapar” con la pinza. Estas mujeres se enteraban tarde del embarazo e intentaban el aborto con más de doce semanas de gestación.

Muchas veces esas chicas estaban en mal estado clínico y con el útero o el intestino destrozado.

Esas mujeres que ingresaban mintiendo que “habían levantado un fuentón con la ropa de los chicos” y habían empezado a sangrar, eran para mí y mis compañeros de guardia, el inicio de una jornada violenta, y la suma de esas jornadas deben haber herido mi alma profundamente: Abortos con perejil, con agujas de tejer, con permanganato de potasio, con Oxaprost en cantidades insuficientes. Todos servicios pagados en la medida de las paupérrimas posibilidades al inexperto o inexperta del barrio. La mayoría eran mujeres jóvenes, pobres, algunas con otros hijos; que llevaron el dolor, la fiebre, el olor a podrido y el secreto del nombre del “abortero” hasta la tumba.

Estoy segura que es la primera vez que me expreso sobre todo esto. Creo que algunas veces lloré en la intimidad de mi casa y en los brazos de mi esposo. Pero no por el dolor de esas chicas, sino por la impresión que me había dejado el hecho de haber terminado esos “trabajos” con la mayor objetividad y pericia posible.

Esas chicas fueron objeto. En todo momento fueron deshumanizadas y juzgadas.

Como lo que habían hecho era ilegal, eran repudiadas desde que entraban al hospital hasta que se iban (vivas, muertas o con una causa judicial).

¡Estoy tan arrepentida de no haberlas comprendido, de no haberlas amado, de no haberlas acompañado amorosamente en un momento tan terrible! Estoy tan arrepentida de haber tenido mi cerebro y mi alma tan limitada decidiendo quién tenía más o menos moral y quién merecía más o menos mi respeto!. Estoy tan arrepentida que siento que las palabras para expresarme todavía no se inventaron.

Después comencé mi práctica privada. Y ahí empecé a ver la otra cara de la moneda.

Las chicas que me pedían un aborto “porque mi mamá me va a matar”, “porque quiero terminar mis estudios”, “porque se borró mi novio”, “porque me van a correr del trabajo y mi marido se fue de la casa”, “porque soy catequista y esto es inadmisible…”.

Siempre intenté con la palabra y el respeto de que sigan con su embarazo, buscando alguna salida. Porque muchísimas veces después de un aborto, hay arrepentimiento y dolor. Pero claro, cada uno tiene sus momentos de desesperación y sencillamente se iban (y se siguen yendo), a cualquier otro médico que les practique un aborto seguro en una clínica que les permite después seguir vivas para llorar, confesarse, y tener más hijos con una pareja continente o en una mejor situación emocional o económica.
Lo sé porque a esos partos yo misma los asisto.

Lo sé porque vuelven conmigo a los controles porque aprendí a no juzgar sino a acompañar.

Por todo eso, por dieciocho años en la práctica ginecológica, por mujer, por católica, por trabajar permanentemente mi interior para lograr la coherencia y abandonar en la mayor medida posible la hipocresía, digo: QUIERO ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO para todas las mujeres que se encuentren en una situación desesperante e íntima.

Me repugna un país donde después de un aborto las ricas se confiesen y las pobres se mueran, donde las ricas sigan estudiando y las pobres queden con una bolsa de colostomía, donde las ricas hayan tapado la vergüenza de su embarazo en una clínica y las pobres queden expuestas en un prontuario policial.

La discusión no es aborto sí o aborto no. Eso lo dejemos para las discusiones de los creyentes y para tomar nuestras decisiones personales.

La discusión en el Congreso de la Nación es si esta sociedad desea que entre las mujeres que indefectiblemente se van a practicar un aborto, se pueden lograr las mismas seguridades clínicas para hacerlo. Para que las pobres no sean mujeres de segunda o tercera categoría. Para que las pobres también sigan vivas para arrepentirse, confesarse, tener un hijo con una pareja continente o en una mejor situación económica o emocional. Para que la sociedad sea menos hipócrita y haya en la realidad de la muerte, un poco más de amor.

Texto: Dra. Cecilia Ousset
Foto ilustrativaColectivo Manifiesto
Publicado el miércoles 13/06/2018 por La Tinta en Facebook. 




lunes, 9 de marzo de 2020

Mucho Ruido. Discursos y circunstancia… @dealgunamanera...

Mucho Ruido. Discursos y circunstancia…

En reparación... Dibujo: Pablo Temes

La economía, entre renegociación de la deuda y la falta de inversión, se vuelve cada vez más compleja. Enojo eclesial por el tema aborto.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 08/03/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El análisis de la semana política debe incluir ineludiblemente el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso que Alberto Fernández pronunció el domingo pasado ante la Asamblea Legislativa y su circunstancia. Tres aspectos principales sobresalieron: 

Primero: la acertada decisión del Presidente ordenando que no hubiera barras en las galerías y palcos del recinto, y así como también la de pedirle al aparato del PJ que evitara la realización de una movilización masiva.

Segundo: el discurso, que evitó las descalificaciones personales de los opositores y en el que al ex presidente al que más se nombró fue a Raúl Alfonsín. De hecho, por el tono en que el doctor Fernández lo leyó y en varios de sus párrafos, las reminiscencias a los discursos del ex presidente Alfonsín obraron como un bálsamo nostalgioso que se esparció por todo el recinto de la Cámara de Diputados.

Tercero: la falta absoluta de anuncios concretos en materia económica.

No todo lo que reluce es oro. El tema económico va desplegando poco a poco su complejidad. La renegociación de la deuda –tanto privada como con el Fondo Monetario Internacional– viene complicada. Los días de mutuo encantamiento entre el Gobierno y la cúpula directriz del FMI parecen ser cosa del pasado. El calificativo de “inusual” que el organismo internacional utilizó para calificar la forma en que el Gobierno está negociando conlleva una connotación que no es precisamente positiva. Las cosas se han endurecido en esta semana por parte del Fondo. Hay que tener en cuenta un dato significativo: una parte importante de su directorio no está de acuerdo con la posición pro acuerdista de la directora gerente, Kristalina Georgieva. Tan dura es esa oposición que en una reunión que hubo en Washington se le hizo saber a Georgieva que su postura iba en contra de los reglamentos del FMI.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, cuya tarea excluyente es ocuparse de la renegociación de la deuda, sigue a pie juntillas su estrategia, para la cual cuenta siempre con la ayuda de Joseph Stiglitz.

Mientras así corren los días, en el ámbito interno todo sigue muy parado. La reunión del Presidente con los empresarios en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción dejó sentimientos encontrados que llevaron a algunos de sus asistentes a sostener que “por suerte está Alberto”, porque si no todo sería peor con “controles de precios más duros y retenciones aún mayores para las exportaciones de trigo”.

Junto con la renegociación de la deuda externa está la de la deuda interna. Y allí se evidencia que en algunas áreas del Ministerio de Economía hay una preocupación creciente por los errores cometidos. Eso no hace más que generar dudas acerca de la real capacidad del país para evitar el default.

Todo esto genera un impacto negativo en los mercados. Por eso, casi todos los agentes económicos están en una actitud de esperar y ver, porque no se aprecia el atisbo de una recuperación sostenida que estimule la toma de personal, o la apertura de una línea de producción. No se habla en esos ámbitos de invertir en plantas nuevas, sino de reabrir las plantas que están cerradas. La capacidad ociosa en la Argentina es ridículamente alta.

Los sectores productivos no encuentran los incentivos para movilizar la inversión. Mientras esté latente el default, el valor de los activos argentinos con default es un precio y sin default es otro.

Cuando se entra en default, los activos valen un 30% menos que el valor actual. La construcción cayó 13,6%. Es una caída fenomenal de un motor clave de la economía que no es gran consumidor de dólares. 

El Gobierno está concentrado en la deuda; tiene el 90% de su energía ahí y está dejando de actuar en otros sectores. Y eso es un error. La caída de la recaudación fiscal –10 puntos menos porcentuales que la inflación– debería ser una importante señal de alarma.

Si el Gobierno no genera expectativas positivas ni confianza, todo lo demás seguirá atravesado por la duda de la realidad. Y la realidad es que caen el empleo, el consumo y la construcción. Para revertir eso, la gente tiene que pensar que mañana va a estar mejor, entonces puede gastar en los rubros  electrodomésticos o textiles, que están en caída también.

Los idus de marzo. En esta semana en que la llegada del coronavirus dejó mal parado al Gobierno que, nadie sabe por qué, se empecinó durante varias semanas en negar que la pandemia llegaría a estas orillas, han hecho irrupción dos conflictos: uno, con el campo, por el aumento de las retenciones a la soja; el otro, con la Iglesia, por el proyecto de ley de legalización del aborto.

Las bases ruralistas están hoy marcando el paso de esta disputa con el Gobierno. Buena parte de la dirigencia de la Mesa de Enlace pretendía mantener abiertos los canales de diálogo con el Gobierno. Pero terminó prevaleciendo el mal humor de los pequeños y medianos productores. Ese es un universo donde la presión impositiva se siente con agobio.

Esta situación representa un desafío para Alberto Fernández. ¿Tendrá la muñeca de la que careció en 2008 para no regenerar aquel escenario de conflicto terminal que tanto daño le hizo al país? Sus primeras declaraciones –“negociamos, pero ellos siempre quieren ganar”, dijo– no han sido muy auspiciosas. Y si lo que viene está impregnado del espíritu de dichos como el del amanuense de Cristina Fernández de Kirchner, senador Oscar Parrilli –“nos sentimos orgullosos de que nos ataquen”, expresó–, el resultado será el mismo de aquel conflicto ocurrido por causa de la resolución 125, promulgada el 11 de marzo de 2008.

Por su parte, la Iglesia realiza hoy su primera manifestación masiva en contra del aborto. La elección del lugar no es casual: la Basílica de Luján.

En la cúpula del Episcopado hay un malestar creciente contra el Presidente. Se vive ahí un clima denso. La iniciativa de AF ha sido tomada por varios de ellos como una traición al papa Francisco. Y mucho más después de su gesto de asistir –el 5 de febrero pasado– al encuentro de economistas en el que se sentó y habló en favor de la Argentina ante Kristalina Georgieva.  Uno de los más enojados es el arzobispo de La Plata, monseñor Manuel Víctor “Tucho” Fernández.

Monseñor Fernández es un obispo del riñón de Francisco. “El hambre es un problema gravísimo que requiere atención urgente. No había ninguna necesidad de sacar el tema de la legalización del aborto con esta premura”, se le escuchó decir con tono de inocultable disgusto.

Tanto es su enfado que el lunes el arzobispo no asistió a escuchar el desvaído discurso que pronunció el gobernador Axel Kicillof ante la Asamblea Legislativa de la provincia de Buenos Aires. No se perdió nada importante. Su ausencia, en cambio, habló.




domingo, 8 de marzo de 2020

116 años de presencia argentina ininterrumpida en la Antártida… @dealgunamanera...

116 años de presencia argentina ininterrumpida en la Antártida…


El A.R.A. Bahía Agradable (A-23) y el A.R.A. Almirante Irizar (Q-5)

Hoy, Día de la Antártida Argentina, se conmemora la inauguración, el 22 de febrero de 1904, del Observatorio Meteorológico en la Isla Laurie, Orcadas del Sur, que luego sería la base antártica Orcadas, hito histórico que marcó el inicio de la permanencia ininterrumpida de nuestro país en la Antártida, que ya lleva 116 años.

© Publicado el sábado 22/02/2020 por el Periódico Digital Gaceta Marinera de la Ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Argentina es el país que cuenta con mayor tiempo de permanencia en la Antártida y es hoy también el país que más bases tiene en el continente: seis permanentes y siete temporarias –que sólo abren en verano–. 

A través de la Campaña Antártica de Verano (CAV), cuya logística está a cargo del Comando Conjunto Antártico –y en la cual se destacan el rompehielos A.R.A. Almirante Irizar (Q-5) y helicópteros Sea King embarcados, más lanchas EDPV–, se contempla el abastecimiento general y recambio de personal que se desempeña en un contexto de condiciones náuticas, meteorológicas y glaciológicas severas y cambiantes que exigen capacitación específica.



En diciembre de 2019 el Tratado Antártico celebró los 60 años de su firma. 

Este instrumento ha generado normas específicas que hoy integran el «Sistema del Tratado Antártico», por el cual la Antártida es un continente dedicado a la paz y a la ciencia por medio de la cooperación internacional, y tiene a la protección del medioambiente como uno de sus pilares.

Junto con las actividades logísticas y científicas, Argentina coopera con programas antárticos de otros países, está comprometida con el cuidado del medioambiente y el mantenimiento de la paz. 

También cumple con la responsabilidad SAR (búsqueda y rescate) en materia de seguridad náutica y de salvaguarda de la vida humana en el mar.





sábado, 7 de marzo de 2020

Superliga Argentina. Banfield 0 vs. Huracán 0... @dealgunamanera...


Huracán cerró con una goleada ante Banfield…


Con goles de Ojeda, Cordero y Chávez, el Globo superó al Taladro, por 3 a 0, en uno de los cotejos de este sábado por la última fecha de la Superliga.

© Publicado el sábado 07/03/2020 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República de los Argentinos.

Huracán reafirmó su levantada al imponerse a un deslucido Banfield por 3 a 0, al cabo de un discreto encuentro disputado hoy en el estadio "Florencio Sola", en el marco de la vigésima tercera y última jornada de la Superliga.

Martín Ojeda, a los 32 minutos del primer tiempo, inauguró el marcador para el "Globito".

Ya en el complemento, Nicolás Cordero, a los 17, y Andrés Chávez, a los 33 minutos, decoraron la victoria visitante.

Tras el reconocimiento que la dirigencia local les realizó a Gonzalo Bettini y Andrés Chávez, se sucedió un trámite por demás previsible.

La discreta campaña del "Taladro" y la pobre cosecha de puntos del "Globito" resultaban indicadores más que elocuentes de sus respectivas actualidades.

Lejos de desafiar esa fundada presunción respecto a un desarrollo sin relieve, ambos equipos jugaron una primera hora un tanto tediosa, con un neto componente soporífero.

Dentro de la paridad de fuerzas, fue el conjunto "quemero" el que se mostró desde el inicio algo mejor parado y producto de dicha ligera superioridad el elenco de Parque de los Patricios llegó a la apertura tras un centro de Briasco desde la derecha que recaló en el pie diestro de Ojeda, quien con una preciosa volea incrustó el balón en el ángulo inferior derecho de un estupefacto Arboleda.

Pese a que Banfield insinuó una reacción al inicio del complemento, la visita sorprendió nuevamente a través de un hermoso tiro libre de Cordero que se le coló al arquero del anfitrión a media altura sobre su palo izquierdo.

En la primera pelota que tocó, el ingresado Chávez sacó provecho de un rechazo a un lejano remate de Bogado del hoy vacilante guardavallas cafetero, otorgándole al triunfo de Huracán un marco de goleada, circunstancia algo exagerada tomando en cuenta el no tan desigual trámite del cotejo.

Los últimos minutos permitieron advertir los gestos contrariados del "Emperador" Falcioni que no halló a partir de las sustituciones ninguna respuesta futbolística que eleve el paupérrimo nivel de la escuadra banfileña.

Un "Globito" que de a poco parece ir tomando vuelo al sintonizar su reducido plantel la onda de su platinado orientador táctico, se encargó de hacer su juego y aprovecharse de las notorias debilidades ajenas.

Síntesis del partido:

Banfield: 0

Mauricio Arboleda; Luciano Gómez, Alexis Maldonado, Luciano Lollo, Claudio Bravo; Reinaldo Lenis, Jorge Rodríguez, Nery Leyes, Agustín Urzi; Pablo Velázquez y Agustín Fontana. DT: Julio Falcioni.

Huracán: 3

Fernando Pellegrino; Gonzalo Bettini, Saúl Salcedo, Lucas Merolla, Cesar Ibáñez; Santiago Hezze, Mariano Bareiro, Norberto Briasco, Francisco Ramírez, Martín Ojeda; Nicolás Cordero. DT: Israel Damonte.

Gol en el primer tiempo: 32m. M. Ojeda (H).
Goles en el segundo tiempo: 17m. Cordero (H), 33m. Chávez (H).

Cambios en el segundo tiempo: al reinicio Jesús Dátolo por Leyes (B), 16m. Nicolás Bertolo por Urzi (B), 27m. Mauro Bogado por F. Ramírez (H), 31m. Andrés Chávez por Cordero (H), 35m.Rodrigo Cabral por Briasco (H).

Estadio: Banfield.

Árbitro: Germán Delfino.







Rebeca Anijovich: El cambio en educación debe ser cultural, no de metodologías… @ealgunamanera...

Rebeca Anijovich: El cambio en educación debe ser cultural, no de metodologías…

Rebeca Anijovich, pedagoga.

Asegura que sólo las aulas “flexibles” incluyen a todos los estudiantes.

© Escrito por Mariana Otero el 21/10/2019 y publicado por el Diario La Voz de la Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba, República e los Argentinos.

“A mayor flexibilidad, mayor capacidad tienen un aula y una escuela de contribuir a los propósitos de una educación que aloje a todos los estudiantes”.

De esta manera responde Rebeca Anijovich a la pregunta de cómo lograr el aprendizaje en aulas diversas y heterogéneas, en tiempos cambiantes.

Anijovich es especialista y magíster en Formación de Formadores por la Universidad de Buenos Aires (UBA), profesora de posgrado en universidades públicas y privadas y asesora pedagógica e institucional en escuelas de Chile, de Uruguay, de Brasil y de México. Días atrás, dictó en Córdoba la conferencia “La escuela, ¿un lugar para todos?”, en la Universidad Blas Pascal, y dialogó con La Voz.

–El gran desafío de estos tiempos es transformar y mejorar la educación secundaria. ¿Es eso posible?
–Es una necesidad revisar la escuela secundaria y es posible porque voluntades de distinto tipo, docentes, directivos y profesionales dedicados a la educación, están pensando en cómo transformarla atendiendo a los mundo cambiantes y a los adolescentes que tienen otros modos de aprender. Los estudiantes están atravesados por las tecnologías, pero no solamente por ellas, sino por contextos sociales, económicos y políticos que son diferentes. Esto exige que la estructura de la escuela secundaria, que tiene más de 100 años, genere un modelo alternativo. Los institutos de formación docente deben avanzar en los nuevos modos de enseñar, en el uso de tecnologías, en el desarrollo de estudiantes más autónomos, en el trabajo más colaborativo, no en áreas disciplinarias exclusivamente, sino con una mirada más multidisciplinaria. Todo esto hay que enseñarlo a los futuros docentes. Por otro lado, desde la gestión deben pensar en cambios que tienen que ver con la organización de los espacios y los tiempos para favorecer otro tipo de estrategias de la formación de los estudiantes y de los ciudadanos.

–¿Qué estrategias se pueden implementar para garantizar que los alumnos desarrollen habilidades para desenvolverse en ese mundo cambiante y en un futuro incierto?
–Pensamos y creemos firmemente que todos pueden aprender. Parece una obviedad afirmarlo y hay que contribuir con acciones para que esto suceda. Pero conseguir el logro real de este principio y propósito inclusivo requiere de mucho trabajo. Las aulas heterogéneas constituidas bajo el concepto de “flexibilidad” muestran diversos modos de organizar los espacios, los tiempos, los agrupamientos de los estudiantes, los modos de comunicación y el uso de los recursos en función del contexto social, de los propósitos y de los contenidos por aprender. A mayor flexibilidad, mayor capacidad tienen un aula y una escuela de contribuir a los propósitos de una educación que aloje a todos los estudiantes.

–¿Cuáles deberían ser esos propósitos que incluyan a todos?
–Dado que no estamos hablando de cuestiones técnicas, sino de un enfoque educativo, señalamos sus propósitos principales. Esto es, ofrecer a los estudiantes oportunidades para elegir, para tomar decisiones y para desarrollar habilidades metacognitivas, aprendiendo a aprender. Disponer a la escuela en su conjunto como un entorno educativo estimulante, rico en propuestas diversas que ofrezcan múltiples oportunidades para un aprendizaje significativo y con sentido. Propiciar el desarrollo de un estudiante autónomo, con capacidad para trabajar junto con otros, y reconocer sus modos de aprender, sus estrategias, sus intereses, su expectativas, sus ritmos de aprendizaje y sus estilos de pensamiento.

–¿Algunos ejemplos para el aula?
–Ofrecer opciones en la producción final de una unidad o de un proyecto. Por ejemplo, si el docente está trabajando sobre alimentación, una alternativa para ofrecer a los alumnos es que elijan el mejor modo de demostrar lo que aprenden en ese proyecto a través de tres posibles producciones finales. Pueden entonces elegir entre diseñar un póster, hacer un video, grabar un podcast, proponer un menú semanal de comidas sanas para el comedor del colegio. En todas las producciones, deberían fundamentar la distinción entre comida sana y comida chatarra y tienen que estar asociadas a los criterios con que se las va a evaluar. Otra opción es ofrecerles alternativas en cuanto a los recursos. Así, algunos preferirán trabajar con música y otros, con artes plásticas, o a través de una dramatización. De esta manera, les ofrecemos diferentes recursos y técnicas para que ellos elijan con qué quieren avanzar y desarrollar el proyecto. Por otro lado, hay que estimularlos a que trabajen con fuentes de información diferentes, como sitios en internet, textos, entrevistas. Todas las opciones que mencioné son ejemplos de lo que los docentes pueden ofrecer a sus alumnos sin perder de vista nunca los propósitos de enseñanza de cada proyecto. Como tampoco deben dejar de lado los contenidos y capacidades “no negociables”. Con esa expresión me refiero a los contenidos que cualquier niño –no importa en qué escuela esté estudiando– debe aprender. Sobre el resto, puede trabajar por intereses.

–¿Por qué resulta tan difícil realizar cambios en educación?
–Cambiar no es fácil para nadie, pero es posible entender que, cuando hablamos de cambiar en educación, estamos hablando de un cambio cultural, no de un cambio de metodologías. Requiere cambiar algo que aprendimos durante muchos años en nuestro tránsito por la escuela como estudiantes. Allí aprendimos un modo de ser estudiantes y modelos docentes. También es importante pensar hacia dónde vamos, por qué queremos cambiar, qué esperamos de ese cambio, y hacer estas reflexiones con otros, en comunidad educativa. Asimismo, pensar si ese cambio lo vamos a poder sostener en el tiempo.