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domingo, 27 de noviembre de 2022

Se complica el ‘vamos viendo’… @dealgunamaneraok...

 Se complica el ‘vamos viendo’… 


Preparando los cambios. Horacio Rodríguez Larreta. Dibujo: Pablo Temes

Mientras la política baila el minué de las candidaturas, los empresarios temen un diciembre difícil por la crisis.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/11/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El plan “vv” (vamos viendo) de Sergio Massa va encontrando dificultades a cada paso que la Copa del Mundo no tapa. Fue lo que evidenció la escalada del dólar de los últimos días. Los mil millones de dólares que el Banco Central puso en la calle para intentar frenarla fueron en vano, reduciendo aún más sus lánguidas reservas. El jueves por la mañana nadie se animaba a soltar al blue. Las operaciones que se mueven en ese mercado clandestino estuvieron frenadas casi hasta el mediodía por falta de precio.

Un hombre que conoce ese mundillo lo describió así: “No es cierto que no hay precio. Siempre hay un número, el problema es que nadie tiene los huevos para ponerlo primero”. La confesión refleja el estado de ánimo de un mercado, muchas veces considerado marginal, pero influyente: nadie quiere perder por temor a una disparada. El dólar soja se iba a anunciar entre el lunes y el martes de la semana que viene. Pero claro, el ministro propone y el blue dispone. Por eso, el viernes –de apuro– Massa debió convocar a los representantes de las entidades agrarias para anunciarles el nuevo dólar soja, cuyo valor será de 233 pesos. En la primera ocasión, en septiembre pasado, se liquidaron 8 mil millones de dólares. Lo que se espera ahora es más modesto: 3 mil millones.

Larreta no oculta su enojo con Jorge Macri, quien teje alianzas con Patricia Bullrich.

La falta de dólares está golpeando de manera creciente a un extenso número de sectores productivos. Por las redes circulan videos en los cuales los propietarios de pequeñas y medianas empresas se quejan por la falta de dólares para importar insumos esenciales para la elaboración de sus productos. Lo mismo ocurre con quienes importan servicios digitales, la canilla se sigue cerrando para todos.  

En el discurso que Massa dio ante lo más granado del empresariado en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción reconoció que, si no logra controlar la inflación, el Frente de Todos contra Todos habrá de perder las elecciones en 2023. Dijo también otras cosas que motivaron el aplauso de la nutrida concurrencia. Por lo bajo, fueron muchos los que hicieron saber que al ministro no le habían creído nada. “Ojo que si se baja Massa, viene Fernanda Vallejos”, era una frase que se hizo circular entre algunos de los presentes. Las malas lenguas aseguran –y reaseguran– que esa frase fue lanzada al ruedo desde el entorno del ministro. “Se non è vero, è ben trovato”.
 

La economía no es la única preocupación que perturba el atribulado espíritu de 
Cristina Fernández de Kirchner. Su delicadísima situación judicial la enfrenta a un futuro incierto. El próximo martes el Tribunal Federal Oral Nº2 escuchará las últimas palabras de los acusados para luego proceder a anunciar la fecha del veredicto. Quienes transitan por los pasillos de los tribunales de Comodoro Py al 2000, dan como opción más probable, la de un fallo condenatorio de la expresidenta en funciones. De serlo así, el impacto será enorme y con repercusión internacional. Eso es lo que la atormenta. Por su parte a Sergio Massa le preocupa la reacción que pueda montar la militancia en la calle. En un escenario de tensión social se pueden colar toda clase de reclamos. En el kirchnerismo duro no se van a quedar de brazos cruzados ante esa posibilidad y echarán mano a la estrategia de la supuesta persecución de su jefa. Vale recordar que en la Argentina no hay Ley de Ficha Limpia, motivo por el cual CFK aún condenada, puede presentarse a competir en las próximas elecciones aunque desde sus filas agiten la idea contraria. Una estrategia burda y de patas cortas para agigantar su figura de la mano del operativo clamor. 

Puertas adentro ella insiste en posicionar a Axel Kicillof, seguido de cerca por el ministro del Interior Wado de Pedro. Máximo Kirchner mira con desconfianza desde el paravalanchas, pero sabe que si no queda otra opción su madre será candidata. Hay quienes desde ambas coaliciones empujan la contienda con el ex presidente Mauricio Macri. Para ser justos, hay que decir que las dos figuras sienten el deseo casi enfermizo de enfrentarse cara a cara para dirimir su poder. 

Dentro de No Tan Juntos por el Cambio, las aguas vuelven a agitarse. Hay un cambio de formas y de estilo; sin amenazas y con buenos modales, pero la bronca existe. Para algunos el olor a traición es innegable. Es que 
Horacio Rodríguez Larreta ya no oculta su enojo con “el primo Jorge”, a quien no hace mucho tiempo nombró como ministro de Gobierno de la Ciudad. La relación comenzó a deteriorarse cuando Jorge Macri aceptó tejer alianzas con la presidenta del PRO Patricia Bullrich, rival directa de Larreta en la interna del equipo amarillo. Como se ve en todos lados se cuecen habas. 

La pregunta del círculo rojo, sin embargo, no pasa por la política y el minué de las candidaturas. Los empresarios tienen un temor creciente a que las reservas del BCRA no lleguen al mes de marzo. Con un dólar en alza, la inflación incontenible y el malhumor social en ascenso por la escalada de precios y la inseguridad, sólo resta prenderle una vela a Lionel Messi para pasar diciembre sin sobresaltos. Aún así, nadie olvida que el peronismo es experto en manejar la crisis en la calle.



 

domingo, 17 de abril de 2022

No soy yo, sos vos... @dealgunamaneraok...

 No soy yo, sos vos...


Tango feroz, los Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

No cejan los mensajes envenenados entre el Presidente y la Vice, en una crisis creciente.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 16/04/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinas/os


Jugar con fuego siempre es peligroso. Pero la ex presidenta en funciones no puede con sus propias frustraciones y es capaz de empujar al país al precipicio con tal de someter a su designado presidente a la humillación y a una eventual rendición. Los ejemplos sobran. El último episodio de una saga que continuará ocurrió esta última semana en el Centro Cultural Kirchner en el marco de la apertura de sesiones parlamentarias de EuroLat 2022, que tuvo a Cristina Fernández de Kirchner como principal oradora: “Hablamos de poder cuando alguien toma una decisión y esa decisión es respetada por el conjunto. Que te pongan la banda y te den el bastón, créanme, no significa que tengas el poder, sólo un poquito de eso. Y lo digo por experiencia. Y ni te cuento si además no se hacen las cosas que hay que hacer, dejémoslo ahí”, sentenció. El inicio y el final de la frase tuvieron el mismo destinatario: la figura presidencial.

El reclamo podría traducirse como falta de capacidad ejecutiva, pero quien define las cosas que hay que hacer para la vice, es ella misma. Era tan evidente que la alusión apuntaba directamente hacia Alberto Fernández que, para que no quedaran dudas, varios de los secuaces de CFK se encargaron de hablar con los periodistas que estoicamente debieron cubrir ese bochornoso acto para aclararles que no era así. Una de las características del kirchnerismo es que cuando afirman una cosa en verdad quieren decir exactamente lo contrario.  

El Dr. Fernández resiste como puede. Así como la “reina” envió a sus laderos al ataque con dardos envenenados la última semana, ahora él hizo lo mismo en las voces de Martín Guzmán y Aníbal Fernández. La diferencia es que la vicepresidenta finalmente salió a confrontar a pelo y sin intermediarios en las últimas horas. ¿Qué hará, pues, el Presidente? Los suyos le reclaman acción. El anuncio de los casi 7 puntos de inflación del mes de marzo hicieron ascender el ruego. En el entorno de AF hicieron saber que “no entregará a Guzmán mientras dure su asedio” y que, incluso, “se busca liberar al ministro de Daniel Martínez y Federico Basualdo, la cúpula de la Secretaría de Energía que abiertamente sale a confrontarlo”.

Guzmán por su parte le exige a AF que eche al secretario de Comercio, Roberto Feletti, convertido en un quinta columna. La Cancillería e Interior son los otros ministerios de la discordia. El Presidente ya sabe que no puede confiar la relación con los gobernadores a Wado de Pedro y sigue sosteniendo a Santiago Cafiero contra viento y marea. En el kirchnerismo duro se lo toman a risa: “Hay que dejarlo que se envalentone por un ratito, sino se va a terminar quebrando y eso no le sirve a nadie. Va a terminar consensuando los cambios, él mismo o con emisarios. Da igual. Si se mira el tablero es fácil darse cuenta de que no le quedan muchas fichas propias”, resumen voces afines al Instituto Patria con sarcasmo.

Respecto a la Secretaría de Energía cabe recordar que, desde tiempos de Néstor Kirchner, siempre fue un lugar estratégico para el kirchnerismo. “Reúne dos condiciones fundamentales, la posibilidad de cuidar la caja y la de hacer política populista mediante precios y subsidios de tarifas. Es un área que difícilmente quede en manos del Presidente sin que se desate una pelea de consecuencias impredecibles”, aseguró una fuente parlamentaria.

El discurso de la vicepresidenta no fue el único dato político del bochornoso acto en el que CFK desató la repulsa de gran cantidad de parlamentarios europeos que se vieron sometidos a tener que ser parte de una arenga partidaria. El otro dato significativo lo dieron los cánticos de la claque kirchnerista cuando con notoria desafinación entonaron el estribillo “de la mano de la jefa vamos a volver”. He ahí el indicio de algo que no hay que descartar: la eventual candidatura presidencial de la vicepresidenta. Está claro que no hay hoy ninguna otra alternativa en su necesidad de mantenerse en el poder. A ninguno de sus delfines, Axel Kicillof y Máximo Kirchner, les da el piné.  

¿Nuevo viento de cola?

El clima que se vive puertas adentro del oficialismo es de tanta tensión que ya nadie oculta las conversaciones y escenarios eventuales si se llegara a un punto de no retorno, es decir, la convocatoria a la Asamblea Legislativa. Los opositores que aluden al tema son tratados como golpistas y destituyentes “pero ahora el tema está instalado en casa” reconoce una fuente oficialista con preocupación. “Son conversaciones informales que no le hacen bien a nadie pero sería necio negarlo, cada vez son más los que hacen cálculos y no se puede tapar el sol con las manos”.

Los que conocen el detalle de la conversación, que el ministro intentó mantener en secreto, sostienen que ese tema fue central durante la reunión de noventa minutos que el Papa Francisco le concedió a Wado de Pedro. Los que saben lo que sucede al interior de la residencia de Santa Marta señalan que habrá más reuniones del Sumo Pontífice con funcionarios del Gobierno. Cafiero será uno de ellos?

En la cúpula del Episcopado argentino hay una honda y creciente preocupación, que le fue transmitida al Papa, por la ferocidad de la interna gubernamental en el contexto del creciente deterioro socioeconómico que sigue experimentando nuestro país.

Hervor opositor. Wado de Pedro volvió a mostrarse activo y desató un hervidero dentro de No Tan Juntos Por el Cambio. La feroz interna kirchnerista todavía ayuda a disimular la tormenta que pasa bajo radar pero los problemas ya no son con los radicales díscolos. En el entorno del Gobernador de Jujuy Gerardo Morales se frotan las manos y se preguntan: “¿Qué van a decir ahora ante la intransigencia de su jefe? Parece que el segundo tiempo se va a jugar con unos cuantos lesionados.”

La mala imagen del ex presidente que registran todas las encuestas genera incomodidad en todos los integrantes de la coalición.

La Argentina navega por las procelosas aguas de la disputa política interminable de incertidumbre. “Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia” (Platón).




domingo, 29 de noviembre de 2020

Hechos frente a mentiras... @dealgunamanera...

 Hechos frente a mentiras… 

Friedrich Nietzsche y las pelotas. Dibujo: Pablo Temes

Cubierto por el obsceno uso de la muerte de Diego Maradona, el Gobierno impulsó sus turbias iniciativas en el Congreso.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 29/11/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Peronismo y el uso político del deporte y de sus ídolos. El jueves 8 de noviembre de 1952, Juan Manuel Fangio retornó al país después de haber ganado por primera vez el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 tras haber triunfado en el Gran Premio de Barcelona. No bien aterrizó en Ezeiza, se dirigió al policlínico donde Eva Perón se recuperaba de la operación a la que debió someterse el martes 6 por el cáncer de cuello uterino que padecía. Luego de dejarle su saludo, Fangio se dirigió a la Casa Rosada, desde cuyos balcones les habló a los miles reunidos en la Plaza de Mayo que lo vitoreaban. Dijo entonces el astro del automovilismo: “Para mí, no hay nada más grande que Perón y Evita”.

El peronismo ha hecho, desde siempre, un uso político abierto y obsceno del deporte y de sus ídolos. Diego Armando Maradona fue, tanto en vida como muerto, parte de esa metodología, como lo demostró su velatorio.

 

Fue imprudente la decisión del Dr. Alberto Fernández de disponer su realización en medio de la pandemia y del Dispo (distanciamiento social preventivo y obligatorio) de una ceremonia que se sabía convocaría a una multitud incontrolable. Su aparición al lado del féretro con la camiseta de Argentinos Juniors y compartiendo selfies con quienes allí estaban fue impúdica.

 

Fue riesgoso el descontrol que se vivió en la Casa Rosada cuando ante la exigencia de Cristina Fernández de Kirchner, se cerraron las puertas al público para que ella pudiera tener su momento de exclusividad para posar junto al féretro, algo bien propio de su narcisismo y egocentrismo.

 

El velatorio y las internas del oficialismo. En el Gobierno las aguas están divididas. Hay quienes, aun con el diario del lunes, sostienen la teoría del “mal menor” esgrimida por el Presidente de manera pública cuando declaró: “Si no organizábamos el velorio, todo hubiese sido peor”. Sin embargo, hay funcionarios de primera y segunda línea con despacho en la Casa Rosada que reconocen, en absoluta reserva, que “se compraron un problema al meterse de lleno en la logística y la organización del velatorio de Maradona”. Uno de ellos señaló: “En los últimos meses fallamos sistemáticamente en nuestras iniciativas. En la época de Macri se hablaba de ‘errores no forzados’; aquí más bien, se trata de errores forzados por la propia heterogeneidad del Frente de Todos”. El funcionario, con voz de preocupación, cerró con una advertencia a manera de ruego:

 

“Hay que cuidar al Presidente”.

 

Otro miembro del Gobierno con llegada directa a Alberto Fernández opinó en el mismo sentido: “No fue una idea acertada hacer un velorio de esas características.

 

Afortunadamente no hubo un millón de personas como se preveía porque si no, todo habría terminado en tragedia”.

 

El otro punto de inflexión quedó delimitado por la presencia de Cristina Fernández de Kirchner y el tuit que el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, lanzó contra la Ciudad de Buenos Aires a las 16 horas y 21 minutos del jueves.

 

La vicepresidenta se hizo presente en el salón poco antes del desmadre y las puertas se cerraron. Luego de saludar a la familia Maradona permaneció unos minutos en la capilla ardiente junto a AF. La frialdad entre la ex presidenta en funciones y el Presidente fue el dato relevante de ese momento. No hubo hostilidad; tampoco afecto. Prueba de ello es que CFK subió al despacho de De Pedro –y no del Presidente–, con quien compartió un ligero refrigerio y desde donde, media hora después, se lanzó el dardo con destino a Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli culpándolos por la represión policial a causa de los disturbios ocurridos en la avenida 9 de Julio.  

 

¿Fue ese mensaje una jugada consensuada con CFK?

 

Una fuente calificada del Gobierno lo puso en estos términos: “No sé si Cristina tuvo algo que ver con el mensaje de De Pedro, pero si hubo una decisión conjunta hubiera sido mejor funcionar como un equipo de manera seria y coordinada y no mediante un tuit por redes sociales”.

 

No hubo el más mínimo gesto de acercamiento entre los integrantes del Ejecutivo y eso no pasó desapercibido para nadie. “No creo que el ingreso de CFK a puertas cerradas haya despertado rechazo en la gente. Sí creo que, una vez más, marca una diferencia que hace daño puertas adentro. AF se manejó sin restricciones; ella sin embargo hizo su juego”, señalaron cerca del primer mandatario.

 

Desde el Instituto Patria fueron más viscerales y simplificaron de manera burda pero realista la situación: “Maradona es el pueblo y Cristina tenía que estar junto al pueblo”. Muestra más clara y bochornosa del intento de uso político de la muerte de Maradona, imposible.

 

Movimientos en las sombras. Mientras la atención de la opinión pública se posaba sobre el caso Maradona, el Gobierno se movió rápidamente para concretar algunas de sus maniobras de insondable turbiedad que exhiben su permanente accionar de avasallamiento institucional. Hubo dos entre el jueves y el viernes.

 

El jueves, el Poder Ejecutivo envió al Senado el pliego del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, para ocupar el Juzgado Federal 1 de La Plata, con competencia electoral en toda la provincia de Buenos Aires, surgido de una terna aprobada por el Consejo de la Magistratura en abril del año pasado. Ramos Padilla ha sido un adalid del kirchnerismo en su intento por derribar la causa de los cuadernos de Centeno.

 

El viernes, fue la media sanción en el Senado del proyecto de ley para flexibilizar las normas de designación del procurador general de la Nación a los fines de nombrar alguien útil a la necesidad de impunidad que persigue CFK.    

 

Estos son los hechos. Todo lo demás son mentiras. Y, entre los que mienten, lamentablemente está el Dr. Alberto Fernández, cuya palabra se desvaloriza día tras día. 

“Lo que me preocupa no es que hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti”. (Friedrich Nietzsche)




domingo, 9 de agosto de 2020

Reforma Judicial. Promesa y traición… @dealgunamanera...

Reforma Judicial. Promesa y traición… 

¿Quién le pone el cascabel al gato? Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes.


El proyecto para modificar la Corte Suprema va en contra de todo lo que había dicho hasta ahora Alberto Fernández.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 01/08/2020 y publicado por el Diario Perfil.

Alberto Fernández lo dijo con claridad y contundencia no solo durante la campaña, sino también siendo ya presidente: la cantidad de miembros de la Corte Suprema no debe ser modificada. El proyecto de reforma judicial que presentó el miércoles pasado mandó esa promesa al canasto.

Hay que decirlo con todas las letras: ese proyecto extemporáneo tiene un solo objetivo. Y ese objetivo es garantizar la impunidad de Cristina Fernández de Kirchner. Es el mismo objetivo que tuvo la reforma que impulsó la actual vicepresidenta durante su segunda presidencia. En aquel momento, fue la Corte Suprema la que le puso freno. Lo mismo podría ocurrir con esta reforma. Para que ello no ocurra, el órgano máximo del Poder Judicial debería ser copado por jueces afines al kirchnerismo. No es esta la primera vez que algo así ocurre en la Argentina.

Es algo muy propio del peronismo que empezó con el mismísimo general Juan Domingo Perón. El 8 de julio de 1946, el diputado peronista Rodolfo Decker presentó un proyecto de juicio político a los miembros de la Corte para desplazar a los magistrados cuya independencia molestaba a Perón. Así, el 29 de abril de 1947, los doctores Roberto Repetto, Antonio Sagarna, Benito Nazar Anchorena y Francisco Ramos Mejía fueron despojados de sus cargos al igual que el procurador general de la Nación, Juan Álvarez.

Carlos Menem buscó tener una Corte adicta a través de un mecanismo distinto. No hubo juicio político ni destitución de jueces, sino copamiento del organismo a través de su ampliación y la designación de miembros claramente afines a aquel gobierno. La “inspiración” de esa medida pareció provenir de un hecho protagonizado por el presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Rossevelt, quien, enojado por los fallos adversos a sus proyectos dictados por la Suprema Corte de su país, intentó neutralizarlos por medio de su ampliación y de la designación de jueces que le fueran adictos. Este episodio, conocido como “The packing of the Supreme Court”, fracasó.

Durante su presidencia interina, Eduardo Duhalde también intentó sacarse de encima una Corte que no le era funcional, por lo que abrió un proceso de juicio político contra sus miembros que, finalmente, no prosperó.   

Néstor Kirchner fue el impulsor de una renovación de la Corte que fue prestigiosa. Eso le sirvió para congraciarse con un sector de la sociedad al que necesitaba con sus votos para sacarse de encima a Duhalde. Una vez logrado eso, esa Corte terminó siendo fuente de disgustos para su esposa y para el kirchnerismo todo. “No los hemos nombrado para esto”, supo decir allá por 2015 el entonces secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, afectado por un fallo adverso al gobierno de CFK.

Una reforma judicial seria –que es la que el país necesita– solo puede ser exitosa si es producto del consenso. Eso –como se vio en la pobre presentación que hizo el Presidente en la Casa Rosada– hoy no existe.

El análisis del proyecto –tedioso e indescifrable para el común de la gente– abunda en inconsistencias. Se crean juzgados como si fuera soplar y hacer botellas. ¿De dónde saldrá la plata para su puesta en marcha? ¿Pensará el Gobierno en recurrir a la imposición de algún nuevo impuesto por “única vez”?  

La conformación de la comisión de notables es altamente objetable. En primer lugar porque tiene una fachada de indiscutible pseudopluralismo. La mayoría de los integrantes son afines al Gobierno, es decir, pueden imponer su punto de vista sin ningún problema. En segundo lugar, porque la inclusión del Dr. Carlos Beraldi, abogado defensor de CFK, y del Dr. León Carlos Arslanian, abogado defensor de Ricardo Echegaray, resultan obscenas. Ambos son abogados prestigiosos.

Fueron socios. Arslanian fue el presidente del tribunal que juzgó y condenó a las Juntas Militares. Pero su situación de defensor del ex titular de la AFIP lo invalida para ser parte de esa comisión. Lo mismo valdría si se lo hubiese nombrado al Dr. Pablo Lanusse, abogado de prestigio incuestionable, que hoy defiende a Mauricio Macri.

Antes de seguir, un párrafo para el ex presidente: su viaje a Europa para “trabajar” en la FIFA, en medio de la penuria por la que atraviesa la mayoría de la ciudadanía, es una obscenidad que cayó pésimamente filas adentro de Juntos por el Cambio. “Nos hace un daño enorme”, reconoció sin tapujos un importante legislador de JxC atónito por tamaña muestra de falta de timing político por parte de MM.


Adiós a la “soberanía alimentaria”. La expropiación de Vicentin fue un despropósito que, afortunadamente, tuvo existencia efímera. Su única utilidad fue la de dejar al descubierto las internas de la coalición gobernante y de las verdaderas intenciones de la vicepresidenta y sus acólitos. En esas arenas, la decisión del Presidente de dejar de lado la iniciativa de expropiación de la empresa cayó muy mal. Las críticas fueron duras y sonoras.

Ante ese panorama, minutos después de que AF diera a conocer el DNU que anula la intervención de Vicentin, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, uno de los máximos referentes de la Cámpora, salió a respaldarlo por medio de un tuit que decía: “Excelente decisión de Alberto Fernández luego de que los opositores de siempre, incluido un sector del Poder Judicial, bloquearan todas las alternativas propuestas para el rescate de la empresa”.

Para que nadie se confundiera, desde el entorno de Wado de Pedro se encargaron de aclarar que el tuit tuvo como fin bajar línea a los dirigentes kirchneristas que, anticipaban, iban a salir a cruzar al Presidente por la marcha atrás. “Hay que calmar a la tropa”, fue el mensaje.

La pregunta es: ¿pasará lo mismo con la reforma judicial?

Y mientras tanto, la pandemia. Cada una de las presentaciones en las que el Presidente, flanqueado por Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof, anuncia la prolongación de la cuarentena deja tela para cortar. La última no fue la excepción. Veamos: No hubo lugar para las preguntas. El porqué es muy simple: no había respuestas más allá del discurso armado.

Kicillof, como siempre, no se privó de aportar sus falacias. Habló del “cierre” de Barcelona –lo desmintió la embajada de España– y de que el número de casos de la Ciudad es mayor al de la provincia de Buenos Aires, dato absolutamente falso.

Alberto Fernández lo acompañó en esa tergiversación de las cifras. El gobernador se expresa en términos estadísticos y, para que la comparación fuese válida, la Provincia debería hacer muchísimos más testeos que los que hace.

Los números de la semana demuestran que la fase restrictiva que culminó el 17 de julio fracasó. El miedo no sirvió.






domingo, 18 de junio de 2017

Aprontes de campaña… @deagunamanera...

Aprontes de campaña…

Nueva ‘V’ Peronista. Cristina Fernández. Foto: Pablo Temes

La incertidumbre que creó Cristina está latente. El Gobierno, escrachado, respira.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 18/06/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Miedo, personalismo y la destrucción del camino andado. Es ésta una buena introducción para definir la increíble situación que ha generado dentro del peronismo la actitud de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Es ésta la misma persona que se la pasa hablando de la necesidad del Partido Justicialista como única forma de enfrentar a Mauricio Macri? ¿Es ésta la misma persona que en el reportaje concedido a C5N habló de lo imperioso de superar los personalismos? ¿Alguien diferente de sus acólitos fanáticos puede entrever en su actitud algo distinto al egoísmo?

Por eso todavía nadie puede explicarse de manera racional el tenor extremista de la maniobra que la ex presidenta ha urdido hasta aquí con el único objetivo de evitar una interna con su ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo.

Por un lado, se fue del justicialismo, y por el otro, le puso punto final al Frente para la Victoria, que, técnicamente, no existe más. Cómo habrán cambiado las cosas que, hace exactamente tres años, ella misma se había encargado de sostener y llevar adelante el operativo para quedarse con el PJ, sometiéndolo a un blindaje y colocando en cargos ejecutivos a los jóvenes de La Cámpora, tanto a nivel nacional como provincial.

Un poco de memoria. 

En el congreso partidario que se llevó a cabo en Parque Norte en mayo de 2014, Wado de Pedro fue nombrado vicepresidente del Partido Justicialista nacional. No sólo eso, sino que también fue elegido apoderado del PJ bonaerense. La Cámpora estaba exultante; y no era para menos: la secretaría general había quedado en manos del diputado provincial hoy denostado por sus propios compañeros José Ottavis.

En la anterior conducción, ese puesto había sido ocupado por 
Alberto Fernández. Ese cargo es de peso ya que la firma de quien lo desempeña es necesaria para avalar la formación de las listas. La Cámpora controlaba también la Secretaría de Derechos Humanos con Juan Cabandié, la de la Mujer con Mayra Mendoza, la de Juventud con María Luz Alonso y la de Educación mediante Martín Gil. Además, la agrupación kirchnerista ocupaba otras tres secretarías y más de veinte vocalías. Nada de eso importa hoy. Cristina Fernández de Kirchner juega por fuera del PJ y más temprano que tarde la renovación de sus autoridades echará por tierra lo por ella construido.

¿Unidos triunfaremos? 

Los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires aún buscan una explicación a todo este sinsentido. Y esto es común para los que la siguen y para los que no. Cuentan fuentes cercanas a ese núcleo duro del kirchnerismo que, si bien parecería ilógico que la ex presidenta tuviera la capacidad de volver sobre sus pasos, “es alto el temor a quedar varados a mitad de camino. Si no juega, se termina nuestra supervivencia política”, dicen con indisimulada preocupación. Quizás el más explícito en sus palabras haya sido el intendente de Ensenada, Mario Secco, quien aseguró públicamente que “Cristina no quiere ser candidata, nosotros somos los que trabajamos para que ella nos salve”. Y agregó: “No le vamos a perdonar al Flaco lo que está haciendo, es un capricho que nos está jodiendo a todos”. A pesar de estos temores de los intendentes K, es impensable que CFK no presente su candidatura.

Por eso, desde el randazzismo impulsan un cambio de discurso: “Basta de hablar de las PASO y de la ex jefa. Ahora vamos a hablar de las elecciones y de los problemas que tiene el gobierno de Mauricio Macri”. Lo último que se ocuparon de dejar en claro es que el intendente de José C. Paz, 
Mario Ishii –una cuña que les puso la ex presidenta para molestar y embarrar la cancha–, no les preocupa. “Es un corrupto útil. Nosotros apostamos a la construcción de un nuevo peronismo sin contaminaciones, y ese objetivo puede ir más allá del resultado electoral. Trabajaremos a largo plazo”, se entusiasman los partidarios de Florencio Randazzo.

En el oficialismo, todo este embrollo ha generado una cierta euforia, a pesar de que los números de la gestión todavía no son los que esperan ni el Gobierno ni mucho menos la gente. “Nosotros enfrentamos al peronismo, y llegar a la contienda con el PJ dividido en tres casi que nos asegura un triunfo y el logro de dos bancas en el Senado”, aseguró un diputado que conoce el pensamiento que hoy en día predomina en la Rosada.

Además alguien fuera del oficialismo advirtió: “Ojo con la billetera de Vidal. Que cada uno juegue como quiera pero es mejor no dejar de ser dialoguistas, sabemos desde dónde baja la plata para obras; mejor no hacer locuras, a ver si se corta el chorro”, resumió esta voz del peronismo.

En medio de estos aprontes de campaña, ocurrieron en las últimas horas episodios que son inquietantes. Los escraches por parte de grupos kirchneristas al Presidente y al ministro de Justicia, Germán Garavano, la golpiza de la que fue víctima el abogado de la ex presidenta, Gregorio Dalbón, y la amenaza que recibió el escritor Federico Andahazi en la puerta de su casa son muestras de un clima de intolerancia y violencia que alarma. ¿Estará condenada la Argentina a la resignación de aceptar esta circunstancia como un sino fatal?

El presente de la economía sigue siendo duro. 

Las cifras del desempleo del primer trimestre del año que dio a conocer el Indec –9,2%– fueron una mala noticia que dejó mal parado al Gobierno, que desde hace meses habla de un crecimiento del empleo. La verdad es que, así como se han creado muchos nuevos puestos de trabajo, también se han destruido otros tantos. La economía no termina de arrancar. La inflación, especialmente en el rubro de los alimentos, sigue bien por arriba del 1,3% del Índice de Precios al Consumidor.

Es lo que le señaló en su carta a Macri el trabajador que le dijo: “Te creí pero creo que me fallaste”. El Presidente le dio la razón en todos y cada uno de sus reclamos, lo cual no es poco. Sin embargo, no es suficiente. Quienes lo votaron –y quienes no– esperan soluciones. Ese es su desafío.

Producción periodística: Santiago Serra.