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miércoles, 30 de enero de 2019

Maduro y Allende… @dealgunamanera...

Maduro y Allende…

Presidente de Venezuela Nicolás Maduro y Presidente de Chile Salvador Allende.

No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable. La experiencia de Maduro, en cambio, ha traído persecución política, miseria, crisis humanitaria, hambre, emigración masiva y el sufrimiento del pueblo venezolano.

© Escrito por Sergio Bitar el viernes 25/01/2019 y publicado por el Diario Digital El Mostrador de la Ciudad de Santiago de Chile, República de Chile.

En repetidas ocasiones Maduro ha intentado refugiarse en la imagen de Allende. No podemos dejar pasar esta grave distorsión de la realidad histórica. Ni Chávez ni Maduro tienen nada en común con Allende.

Allende fue un hombre de una trayectoria democrática impecable. Diputado, senador, ministro, Presidente de la República, ejemplo de vida dedicada al fortalecimiento de las instituciones democráticas, la ampliación de las libertades y de los derechos de los trabajadores y de la gente más pobre. Chávez fue un coronel que intentó un golpe de Estado en 1992 y luego triunfó en las elecciones de 1999, sin tradición democrática. Inició un proceso de regresión democrática y de deterioro económico, que solo se pudo ocultar por el alza cuantiosa del precio del petróleo.

Allende respetó la Constitución y las leyes, las libertades personales, el Parlamento actuó sin restricción alguna, la Corte Suprema ejerció sus funciones con plena independencia, la libertad de expresión alcanzó su más amplia extensión, todos los partidos políticos se desplegaron y fortalecieron. Jamás se violaron los Derechos Humanos, ni hubo presos políticos. El caso venezolano con Chávez y Maduro es completamente distinto. La elección de la Asamblea Nacional legítima fue atacada y se intentó sustituirla por un órgano ilegal, existen presos políticos desde hace muchos años, las libertades de expresión han sido cercenadas con el control de los distintos medios de comunicación, ha habido persecución y exclusión de partidos políticos, matonaje y represión.

En el ámbito económico la diferencia es enorme. Allende luchó por recuperar las riquezas básicas que se encontraban en manos extranjeras, organizar a los sectores trabajadores modestos y reducir la miseria. En el caso de Venezuela, el petróleo ya estaba en manos del gobierno, no había nada que nacionalizar. Y a pesar de ello, el gobierno venezolano, sin oposición de país ni empresa alguna, provocó una caída sin precedente de la producción, de cerca de 3 millones de barriles diarios a menos de 1 millón ahora.

Venezuela exporta sin problema a Estados Unidos, donde además posee una empresa distribuidora de gasolina (CITGO). Pero su fracaso es tal, que de exportador de gasolina a EE.UU., ahora la importa desde ese país. No solo han tenido todo el mundo abierto al comercio, sino además contaron con un enorme financiamiento de China, inexistente antes. Este desastre nada tiene que ver entonces con el “imperialismo y la burguesía”, es solo incapacidad e ineficacia. En el caso chileno, la nacionalización del cobre fue respondida por el gobierno de Nixon y de las compañías del cobre con bloqueos, cortando el financiamiento internacional, de repuestos, promoviendo el embargo de los embarques de cobre cuando llegaban a los puertos de destino en Europa.

Las condiciones internacionales de 1970 eran completamente distintas a las del año 2000. Chile debió enfrentar un período de Guerra Fría en que la actitud norteamericana del gobierno de Nixon hacia Chile fue implacable desde un comienzo, tratando de impedir la asunción de Allende y complotando para socavar el gobierno, mediante ahogo financiero y la presencia activa de la CIA, como quedó en evidencia en las propias investigaciones del Senado de EE.UU. Nada de eso ha ocurrido en Venezuela.

Tampoco es similar la situación de las Fuerzas Armadas. En el caso chileno, ellas formaban a sus oficiales en la llamada doctrina de la seguridad nacional, con cursos impartidos en Panamá, mostrando que el enemigo era interno y, por lo tanto, su tarea era aplastar cualquier movimiento social que quisiera impulsar cambios. Nada de ello ha existido durante los gobiernos de Chávez y Maduro. Ellos han contado con el respaldo total de las Fuerzas Armadas, sin lo cual no podrían haber sobrevivido al desastre humanitario, la indignación popular y el quiebre de las instituciones democráticas.

En Chile, ni creció la violencia criminal ni mucho menos la corrupción. La dictadura chilena, que intentó difundir falsedades como el llamado Plan Z y luego de reiteradas investigaciones a las cuentas personales y de los familiares de los principales dirigentes de la Unidad Popular, nunca pudo realizar acusación alguna. Nada de eso se compara entre el Chile de Allende y la Venezuela de Chávez y Maduro, donde se presenta una de las más altas tasas de homicidio del mundo.

Mucho daño ha hecho ya la experiencia de Maduro, la persecución política, la miseria de un pueblo, la crisis humanitaria, el hambre, la emigración masiva, el sufrimiento del pueblo venezolano.

Esta terrible experiencia ha provocado temor a las experiencias progresistas de América Latina, y hoy es un arma que utiliza la derecha para atacar a quienes intentan cambios económicos y sociales. La campaña de “Chilezuela” es un ejemplo, y similares campañas se han articulado en otros países.

No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable.



sábado, 29 de diciembre de 2018

Entre la insolencia de la ignorancia y el cinismo de la mentira… @dealgunamanera...

Entre la insolencia de la ignorancia y el cinismo de la mentira…

Pobreza cero. Macri: fin de año con Barrientos. Fotografía: Presidencia de la Nación.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 29/12/2018 y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Confirmando el saber popular sobre que el pez por la boca muere o que se es dueño del silencio que se guarda y esclavo de las palabras que se pronuncian, dos frases condenan a Macri al terminar este 2018, su annus horribilis. Su promesa de pobreza cero en campaña junto al pedido de ser juzgado por la reducción de la pobreza en su primer discurso ante el Congreso, el 1º de marzo de 2016, y cuando dijo que la inflación era lo más fácil de resolver antes de ser presidente.

El contraste entre esas dos afirmaciones y la realidad encuentra explicación para algunos en la insolencia de la ignorancia de quienes, habiendo ido a buenas universidades, ignoran que ignoran con mayor petulancia, mientras que otros lo atribuyen al típico cinismo de la mentira habitual en la mayoría de los políticos, que buscan conseguir resultados en el presente esperando que la mala memoria de la audiencia o los éxitos en otros campos contribuyan al olvido o a la disculpa.

Qué tenía Macri en la cabeza cuando decía lo que dijo sería inescrutable hoy hasta para él mismo porque, después de tres años de gobierno, debe ser una persona distinta a la que era en 2015. Y dado que la ignorancia se corrige más fácil que el cinismo, es más útil discutir sus carencias cognitivas que las éticas.

Probablemente Macri o los asesores que le fueron dando letra deben haber leído la ponencia del Premio Nobel de Economía Robert Lucas, de la Universidad de Chicago, quien en 2003 dijo: “De las tendencias más dañinas para la economía sólida, la más seductora y, en mi opinión, la más venenosa es enfocarse en las cuestiones de la distribución de la renta (...) El potencial para mejorar la vida de las personas pobres mediante diferentes maneras de distribuir la producción actual no es nada comparado con el potencial aparentemente ilimitado de incrementar la producción”.

Eso es lo que hizo China, dedicar más esfuerzo al crecimiento futuro que a la distribución del presente, el logro más asombroso donde centenas de millones de personas fueron erradicadas de la pobreza en poco más de una generación. China no se concentró en combatir la desigualdad sino que hasta la fomentó mientras fuera útil para aumentar la producción.

Que Macri apostara a la inversión como tractor en el aumento de la producción podría ser coherente con la idea de bajar la pobreza. El problema no fue que sus ideas no pudieran reducir la pobreza sino que no supo cómo aumentar la producción, y así implementarlas.

El aumento del asistencialismo, con su consecuencia en el aumento del déficit fiscal del Estado y de la deuda externa, necesaria para financiarlo, tenía lógica si se trataba de una muleta transitoria en el proceso de cambio de un modelo económico de distribución a otro de acumulación de capital para que luego esa parte de la población tuviese una salida laboral.

Círculo vicioso: al no bajar la inflación, no baja la pobreza ni atrae inversiones, que bajarían la inflación y la pobreza.

Como bien repite siempre el senador Pichetto: “No conozco a nadie que haya progresado ni salido de la pobreza cobrando planes de asistencia social”.

También, al no haber podido aumentar la producción, le fue más difícil bajar la inflación porque, aunque la inversión inicialmente, durante la etapa de instalación de nuevas fábricas, es inflacionaria, luego, cuando suma una mayor oferta de productos al mercado o baja los costos logísticos de los productos, reduce la inflación.

Pero hay quienes piensan que, a diferencia del aumento de la pobreza, la inflación fue querida por el Gobierno para tratar de inflar el crecimiento de la economía y así ganar las elecciones, sin comprender que bajar la inflación es su mejor negocio electoral, y en este caso habría habido al mismo tiempo mentira e ignorancia.

Otro ejemplo es Trump que, también a dos años de las elecciones en las que buscará su reelección, está haciendo su propio 28D, por el día del año pasado en el que Marcos Peña, junto a los ministros del gabinete económico, anunció públicamente el fin de la independencia del Banco Central. En el caso de Estados Unidos, acusando a la Reserva Federal de ser “el único problema de nuestra economía” y proponiendo remover a su presidente, Jerome Powell, con argumentos similares a los de Argentina en 2017: “No se puede tener la política fiscal con la calefacción y la monetaria con el aire acondicionado”.

Y hay quienes piensan que al gobierno argentino, de cara a las elecciones de 2019, pareciera no haberle alcanzado con la experiencia del último año y, preocupado por la consecuencia electoral de la actual política monetaria recesiva, dice que va a emitir 2% de la base por mes cuando el tipo de cambio toque el piso de la banda y, en vez de buscar una inflación de un dígito con tasas de interés muy altas, prefiere una inflación del 25%/30% sin recesión para “garantizar” la reelección de Macri. O sea: un poco de inflación “anaboliza” y, de ser así, no sería que no supo sino que no querría cumplir con su promesa de 2015.

No luchan contra la inflación porque temen más a las consecuencias electorales de sostener una prolongada recesión.

Pero si la falta de crecimiento de la producción no contribuye a reducir la pobreza, peor aún, el aumento de la inflación la agrava demostrando la lógica sistémica de la economía que interrelaciona todas la variables: si hubiera bajado la inflación, tendría más inversiones y volvería a bajar la inflación. Es muy difícil invertir en un país con la cuarta mayor inflación del mundo, solo superado por Venezuela, Irán y Sudán, en una época en que la mayoría de los países tiene baja inflación.

Otro ejemplo que podría asociarse a la insolencia de la ignorancia es que Macri no suspenda sus vacaciones para ir a la asunción de Bolsonaro  en Brasil el 1º de enero. La ciudad de Brasilia es fea, queda lejos de Villa La Angostura, y Bolsonaro ya dio señales de poco aprecio por Argentina y el Mercosur. Pero se debería invertir energía en seducir al principal socio económico de la Argentina y revertir su mala predisposición.

En eso Macri demuestra falta de una de las principales habilidades de los políticos: la empatía y la seducción.


(Fuente: www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com 

domingo, 4 de noviembre de 2018

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… @dealgunamanera...

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… 


Hay una ilusión bastante recurrente entre los latinoamericanos acerca de su autodeterminación política. ¿Realmente creen que sus políticas estatales son independientes de la influencia de la gran potencia global del norte, EEUU, que es capaz de ejercer presión sobre gigantes económicos como China o Alemania o sancionar a una potencia nuclear como Rusia? Si lo creen así están totalmente engañados y seguramente ese engaño sirve a los propósitos estratégicos de EEUU.

© Escrito por Héctor Casavieja Píriz y publicado el sábado 03/11/2018 por Red Filosófica del Uruguay de la Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.

Pero antes de considerar nuestra situación veamos lo que ocurrió con África. Todos sabemos que los gobiernos africanos fueron levantados y depuestos según antojos de las potencias occidentales desde siempre, por lo menos hasta el ciclo de las “independencias” programadas en todo el continente que ocurrieron casi simultáneamente en los años 60. Es decir, es indudable en el caso africano que la política de casi todos sus estados es manipulada desde el exterior, incluyendo la política de los estados del norte de África cuyos gobiernos están siendo utilizados hoy día como un arma contra los propios africanos en su intento de migrar a Europa.

Y ahora regresemos al caso latinoamericano. ¿Acaso podemos pensar que la historia de América Latina no se encuentra tan manipulada por las potencias occidentales como la de África? Sería imposible sostener que la destrucción sistemática de los gobiernos nacionalistas latinoamericanos de los años 50 y 60 fue simultánea por otro motivo que no sea que el destructor de todos ellos fue, sin duda, EEUU.


También sería imposible sostener que todas las dictaduras militares que se dieron en la región en los años 70, fueron simultáneas por pura casualidad porque bien sabemos que EEUU, a través de esquemas en los que la CIA fue una fundamental herramienta, usó a los ejércitos de los propios países latinoamericanos en su campaña contra la influencia del comunismo soviético y cualquier cosa que se le pareciera, mediante la práctica del terrorismo de estado, mediante la cual se exterminaron decenas de miles de personas por mecanismos tan feroces como la desaparición forzada.

Y fue el retroceso de esa política estadounidense, justamente, lo que permitió que de ese proceso de instalación de autoritarismo militar digitado se pasara en primer lugar a democracias con un sesgo neoliberal totalmente agradable a los ojos de nuestro gran hermano, también simultáneamente en todo el continente. Pero luego, y bien sabemos esto, EEUU concentró sus esfuerzos militares, políticos, económicos y de inteligencia en una campaña en el mundo árabe que duró hasta hoy día, una costosa y larga campaña iniciada allá por el año 2000, aproximadamente, y que tenía como principal objetivo desestabilizar la región sobre todo en países que fueron en el pasado aliados de la Unión Soviética como Libia, Siria, Irán, Irak, Afganistán.


Probablemente esta maniobra fuera al mismo tiempo el producto de la creencia en las alturas del poder estadounidense de que ya no había ningún obstáculo para políticas agresivas de cualquier tipo a partir de la caída de la URSS, algo que sin duda también se reflejó en la intervención de EEUU para desmembrar a Yugoslavia, en el avance de la OTAN hacia el este de Europa, y la introducción de un gobierno pro-occidental en Ucrania, así como en Georgia.

Pero esa zona de avance geopolítico de EEUU se ha enfriado últimamente a causa de la reconstrucción de las capacidades militares y económicas rusas, demostradas en su contención de la desintegración del gobierno pro ruso de Assad, en su creciente influencia sobre Turquía, en su apoyo tácito a Irán, en el aumento de los lazos geoestratégicos entre Rusia y Alemania y la alianza de tremenda profundidad y dimensión Rusia-China.

Lo que ocurrió mientras EEUU se distraía con sus grandes avances geopolíticos en Medio Oriente y el Este de Europa, es que bajo cuerda en América Latina se fueron creando algunos gobiernos claramente anti-estadounidenses como el de Venezuela, Ecuador, Nicaragua o Bolivia, y otros moderadamente nacionalistas o progresistas en sus políticas, como el de Brasil con Lula da Silva o el del Frente Amplio en Uruguay. Si miramos el mapa veremos que ese proceso nació básicamente hacia el año 2000, justo un poco antes de que EEUU iniciara su feroz campaña en el Medio Oriente y cuando todavía estaba más que ocupado en hacer avanzar a la OTAN hacia las fronteras de Rusia. 

Pero EEUU ya no está tan distraído en aquellas actividades por el simple hecho de que su avance se encuentra estancado por el contraataque geopolítico de Rusia y China en toda Eurasia e incluso en África. Y lo peor es que China, que todavía sigue siendo una potencia comunista que solo enfrió estratégicamente su conflicto con EEUU por un período corto de tiempo, ha hecho grandes avances para enlazar a África y a Latinoamérica a su poder económico de crecimiento imparable, lo cual tiene que resultar absolutamente preocupante para EEUU.

Y este es el momento en que debemos sacar las apropiadas conclusiones sobre el paso de un mapa naranja a un mapa azul: EEUU ha decidido no distraer más sus intereses en América Latina, y está interviniendo fuertemente para que se produzca este cambio de color en el mapa latinoamericano, de nuevo en simultáneo, como reflejo de su acción geopolítica total sobre este pobre continente que por el momento es incapaz tanto de unificarse, como de autodeterminarse frente al intervencionismo del hermano norteño.


Es EEUU el que está digitando en este momento con fuerza demoledora el avance del poder conservador favorable a sus políticas regionales en toda Latinoamérica, no solo poniendo bajo presión económica feroz a Nicaragua y Venezuela y manteniendo, por supuesto, la que ya tiene 50 años de historia sobre Cuba, sino usando los sistemas judiciales manipulables, la nostalgia de los militares por el pasado dictatorial, la cooperación de partidos políticos locales, su control corporativo sobre los medios de comunicación y sobre las redes sociales que usan los latinoamericanos, etc. 

Latinoamérica, como desde hace décadas, vuelve a ser encarrilada según los mandatos de su hermano intervencionista con engendros como Macri y Bolsonaro como piezas fundamentales de su ajedrez regional. Y es muy difícil que algo lo impida excepto una toma de conciencia sobre el intervencionismo estadounidense que parece muy lejos de concretarse dada la escasa criticidad y la perpetua distracción en asuntos locales que caracteriza el pensamiento político de los latinoamericanos.

Breve nota final:


Resta decir que en el cambio de color del mapa latinoamericano son Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Uruguay los que aparentemente aún no han sufrido el proceso. Pero son casos muy distintos, sin duda. Venezuela es un enclave fuerte de los intereses de China y Rusia, que la están apoyando militar y económicamente desde la época de Chávez. Nicaragua tiene una vieja tradición antiestadounidense debida al sandinismo y también tiene cierto apoyo de China y Rusia, lo que la hace un hueso duro de roer para EEUU a pesar de su pequeñez.

En ambos casos la intervención militar directa escandalosa ha sido sustituida por la intervención indirecta mediante el agenciamiento de fuerzas internas poderosas y bien financiadas y por el bloqueo y el sabotaje económico. Con respecto a Bolivia, el gobierno boliviano ha tenido la temprana idea de expulsar todas las organizaciones no gubernamentales relacionadas con EEUU impidiendo la infiltración de inteligencia y se apoya, además, en una identidad indígena muy fuerte, muy nacionalista y que puesta a prueba, puede llegar a ser muy resistente.

Y finalmente nos queda considerar el caso de Uruguay, un caso muy especial, porque sin duda Uruguay, dada su total debilidad geopolítica, ha optado por mantener relaciones lo más amistosas posibles con EEUU (recordemos la recepción de prisioneros de Guantánamo en tiempos de Mujica, o las relaciones muy amistosas entre este y la embajadora de aquel país) al tiempo que liga cada vez más su economía a China, que constituye hoy día su principal comprador. La fortuna de Uruguay consiste, quizás, en que no tiene prácticamente importancia para EEUU y el discurso oficial uruguayo es sumamente apacible y silencioso cuando se trata de criticar las políticas estadounidenses en Latinoamérica o en el mundo.

La izquierda gobernante en Uruguay ha optado, por lo que se ve, por un pragmatismo de sobrevivencia frente a un poder que podría borrarla de un plumazo al primer pronunciamiento equivocado. Sin embargo, no es una izquierda como la de Bachelet en Chile, que de izquierda solo ha tenido el nombre ya que ha aplicado políticas neoliberales siempre y además, ha mantenido el eje Chile-E.E.U.U. sin cambio alguno.



domingo, 27 de mayo de 2018

La libertad de información y de prensa en 2018 en una gran infografía... @dealgunamanera...

El estatus de la libertad de información en 2018.
La libertad de información y de prensa en 2018 en una gran infografía.


Para hablar de Libertad de Prensa y de información en 2018, sólo hay que asomar un poco la vista al retrovisor para recordar cuán peligroso es ser un reportero.

© Escrito por Andrés Tovar y Luis Roberto Martínez el martes 22/05/2018 y publicado por la Revista Cambio 16 de la ciudad de Madrid, España.  


Los recientes horrores que asesinaron a nueve periodistas en AfganistánEl asesinato de tres periodistas ecuatorianos en la frontera con Colombia. Los once periodistas que perdieron la vida en México tan sólo en el 2017. Los excesos autoritarios y el control de la información en Venezuela y Cuba. Los encarcelamientos en Turquía. Y la creciente violencia verbal contra la prensa presente en los cinco continentes, desde Filipinas a Estados Unidos. Todo parece configurar un obituario con más retos que celebraciones.

El libre ejercicio del periodismo está seriamente comprometido en muchos países. Por ende, la situación de la Libertad de Prensa 2018 presenta importantes retos a mejorar. “Cada vez más jefes de Estado electos democráticamente ven a la prensa como un adversario”, advirtió Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su Ranking Mundial de la Libertad de Prensa 2018, presentado el mes pasado.

Los problemas de la libertad de prensa

Los problemas de libertad de prensa no se limitan a una región o tipo de gobierno. Países como Reino Unido y Estados Unidos cayeron dos niveles en el ranking. El Reino Unido cayó al número 40, mientras que Estados Unidos se hundió a 45. Por ende los coloca detrás de lugares como Ghana, Eslovaquia y Uruguay.

América Latina, por su parte, es el triste escenario de algunos de los casos más alarmantes a nivel mundial en términos de libertad de prensa. Según la clasificación de RSF, países como Colombia (130), Venezuela (143), México (147) y Cuba (172) se encuentran hacia el fondo de la tabla global. Y nada más en esta región está el país más mortífero para los periodistas (México) y dos de los países más represivos en cuando a la libertad y acceso a la información se refiere (Cuba y Venezuela).

Y si extendemos la mirada de forma más amplia, la situación en el Medio OrienteTurquía –el peor carcelero de periodistas del mundo, con 73 reporteros actualmente encerrados de 262 que estuvieron tras las rejas en 2017-, Siria, Gaza o Afganistán nos muestran escenarios de terror para la profesión.

¿Qué no hay nada que celebrar?

Hay mucho de qué preocuparse sobre el clima actual de la libertad de prensa. Pero los medios no han dejado de ser combativos y eso le proporciona a nuestro mundo una gran esperanza. Las “nuevas armas” lo han permitido. Un mayor conocimiento de la tecnología. Nuevas formas creativas de contar historias y una tenacidad y valentía que no se aprende en las escuelas forma parte de esta nueva generación de periodistas en los cinco continentes.

Por ello, pesar de los horrores en Oriente Medio. De la situación crítica en Latinoamérica y de una censura cada vez más estricta en todo el mundo, estamos convencidos que los periodistas de todo el mundo continuarán recogiendo sus equipos, saliendo y cubriendo las historias importantes. Incluso si eso significa que ellos mismos podrían convertirse en objetivos. Ya hay muchas pruebas de ello. 




sábado, 2 de septiembre de 2017

Vuelta al mundo en motorhome: el viaje soñado..@dealgunamanera...

Vuelta al mundo en motorhome: el viaje soñado...


Después de 15 años de preparativos, la familia Di Leo salió a recorrer el mundo a bordo de Libertad con un plan y sin fecha de regreso. Galería de imágenes.

© Escrito por Noelia Graguela en Agosto 2017, en el Nº 539 de la Revista Weekend de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tal vez todo empezó esa fría noche de 1999 en la Autopista 25 de Mayo, cuando Silvio Di Leo sintió a la muerte respirarle en la nuca y la vida le dio otra oportunidad. Primero fue el impacto del adoquín en las ruedas delanteras y la imagen de aquel hombre apuntándole con un arma en la cabeza. Luego, el freno en seco del auto y tres jóvenes que bajaron a socorrerlo. Finalmente, el ladrón esfumándose en la oscuridad y el aire helado que le volvía a los pulmones. ¿Y si no me salvaba? ¿Y si moría esa noche con mis sueños sin cumplir? A pesar de tener 38 años, cuatro hijos pequeños y una vida armada, Silvio no podía sacarse de la cabeza aquel deseo que lo había invadido desde la adolescencia, así que se armó de coraje y una tarde de domingo, entre mate y mate le preguntó sin rodeos a su esposa Carla: “¿Dejarías todo para ir a dar una vuelta al mundo con los chicos?”. “Sí, sería un sueño hacerlo”, dijo ella. Él tenía un buen trabajo en el sector informático y hacía sólo un año que la familia se había mudado a una casa quinta con parque, pileta y cancha de fútbol en el barrio El Trébol (cerca de Ezeiza, Buenos Aires) que tanto esfuerzo les había costado edificar. Sin embargo, los Di Leo decidieron salir de la zona de confort y empezar a planificar el viaje de sus vidas.

El Plan

“Hicimos una reunión familiar con los 4 abuelos y fue una mala experiencia porque se enojaron, nos dijeron que estábamos locos”, recuerda Silvio. “Cuando uno está decidido a hacer algo, tiene que hacerlo sin buscar la aprobación de nadie.” Así empezaron diagramando rutas con el Google Maps, hablaron con viajeros que pasaban por el camino, hicieron amigos virtuales a través del Messenger, iban comprando guías de distintos lugares y se fueron nutriendo de historias que los ayudaron a perder el miedo.

“Fueron 15 años de preparación, de trabajar y de luchar contra la opinión negativa de la gente”, dice Carla. Y agrega: “Después de inagotables años de esfuerzo, el 23 de agosto de 2012 partimos a bordo de Libertad, nuestra casa rodante”. Silvio (51), Carla (44), Ornella (15), Lara (17), Fabricio (19) y Patricio (21) comenzaban la aventura.



Encontrar el vehículo ideal fue todo un tema. Tenía que ser algo seguro para la ruta, seguro contra los robos, confortable como para vivir allí por muchos años, y ecológico, ya que los Di Leo son fervientes defensores del cuidado del medio ambiente y promueven el ahorro de energía. “Vimos cientos, pero ninguno era el adecuado. También buscamos ómnibus para convertirlos en motorhome y pasó lo mismo”, cuenta Carla.

Un nuevo hogar

Libertad apareció recién en el año 2006. “Reunía todo lo que necesitábamos pero no teníamos el dinero suficiente, así que debimos esperar. A los pocos días, el dueño se arrepintió de la venta y levantó la publicación. Lo único que lo convenció (¡¡¡3 años después!!!) fue nuestro sueño y nuestra historia”, recuerda Carla. “Lo compramos en el 2009 con la idea de salir ya, pero al final lo terminamos desarmando todo”, cuenta Silvio. El resultado fue una verdadera casa rodante de 12 metros de largo divididos en tres sectores y con capacidad para 6 plazas: dos adelante en el living-cocina (que es oficina y comedor) con un sillón que se hace cama y tiene dos colchones de 190 por 80 cm. Dos camas cuchetas en el medio, y atrás la cama matrimonial. Antes están los dos baños (uno con ducha y otro con inodoro y lavatorio) y el placard. Además, el vehículo cuenta con 8 cinturones de seguridad, un cómodo sistema de escritorios de trabajo, heladera, lavadora, aire acondicionado y varios muebles a medida que aprovechan cada recoveco para guardar un montón de cosas.

El recorrido

El plan original de los Di Leo era hacer un viaje de 10 años para recorrer más de 300.000 km a lo largo de los 5 continentes y pasando por más de 110 países. Llevan 5 años en la ruta y, si bien van respetando bastante el itinerario, ya no se preocupan por el tiempo. “Nuestro viaje es muy lento y la verdad es que nunca pensamos en la vuelta porque no es algo que queramos hacer en el corto plazo. Seguiremos viajando mientras nos guste. Y por ahora nos gusta mucho”, asegura Silvio. Partieron de Buenos Aires hacia Uruguay, donde “dimos una vuelta corta” y volvieron al país para recorrerlo de norte a sur durante un año. Cruzaron a Chile, después fueron a Ecuador, Perú y Colombia. En Medellín trataron de entrar a Venezuela pero las fronteras se encuentran cerradas, así que volvieron a Ecuador y ahora están en Lima, Perú. La idea es bajar por Cuzco, entrar en Bolivia, ir a Paraguay, luego a Brasil e intentar una vez más pasar a Venezuela. “Ahí vemos cómo seguimos. Una opción es subir la motorhome en un barco hasta México, la otra es ir a Europa, pero tratamos de respetar el recorrido lo mejor posible”, dice Silvio. Probablemente entre Brasil y Venezuela vuelvan a la Argentina para lanzar el libro en el que están trabajando. “Va a ser en papel, pero también interactivo, a través del celular, donde la gente va a poder escuchar y ver las experiencias que vivimos en el viaje”, explica Silvio.

Aventureros y no tanto

Si bien los Di Leo se han lanzado a la aventura, no son ningunos improvisados. Cuentan con todas las herramientas necesarias como para reparar el vehículo y conocen toda la mecánica a la perfección. Armaron un sistema de purificación de agua por ósmosis inversa a través de una bomba, que les permite usar agua de río. También colocaron sistemas de bajo consumo, iluminación LED e islas solares, y van consiguiendo Internet con unas antenas que amplían el espectro. Cuentan con una cámara HD que atornillaron artesanalmente al frente del vehículo para ir filmando el viaje. Piensan producir cerca de 2.000 horas de vídeo, grabar más de 1.500 horas de audio y sacar cerca de 100.000 fotografías. Parte del material lo van compartiendo en su página web y en Facebook (Los rodando ando, Página Web de los rolando ando...) y el resto lo van produciendo para armar documentales.

Por más que vayan conociendo gente en el camino y los inviten a pasar la noche en una casa, ellos siempre duermen en el motorhome por seguridad. Para financiarse durante el viaje van vendiendo artesanías, merchandising y hacen trabajos de Internet a distancia para comprar combustible y los víveres. Han canjeado atenciones médicas y trabajos de taller mecánico por publicidad en la web. “Salí de viaje con 51 años, tengo 56 y en estos 5 años hice más amigos que en toda mi vida”, dice Silvio y jura que jamás sintió miedo. “Lo único que te limita a veces es el tema de las visas que tenés que negociar, comprar o extender; pero después no hay limitaciones. Y con respecto a la educación de los chicos, te puedo asegurar que viajando se aprende más de la gente y de las cosas que en la universidad”. “Nos pasaron cosas difíciles, pero todo se resuelve. Permanecer en la zona de confort es estar rodeado de gente que conocés, ir de tu casa al trabajo en una autopista congestionada en hora pico, volver por la misma autopista en la que te pueden robar como me paso a mí y tener los problemas habituales. Cosa que está lejos de ser lo ideal. Lo comprobamos a bordo de Libertad: nuestro Scania 1980 modelo BR 116 convertido en hogar rodante.”

Nota completa en revista Weekend 539, agosto 2017.