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lunes, 26 de septiembre de 2016

A fuego lento… @dealgunamanera...

A fuego lento…

Allá vamos. Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes.

La posible huelga se cocina casi al mismo ritmo que la reactivación.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 25/09/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La semana terminó con una novedad previsible: la amenaza de paro general anunciada por la Confederación General del Trabajo. Esta amenaza seguirá latente por al menos una semana más. En la reunión del conjunto de gremios de la CGT ocurrió lo que ya se preveía: se dio a conocer la medida de fuerza y, a la vez, se dejó abierta la negociación con el Gobierno con la posibilidad de huelga como elemento de presión. 

El abanico de temas en discusión tiene algunos pilares centrales: liberar del pago de Ganancias el medio aguinaldo o, en su defecto, pactar un bono de fin de año para compensar la inflación; participar en el proyecto oficial para reformar el impuesto a las ganancias, y trabajar en una reforma de las ART para la mejoría en la prevención y cobertura de accidentes laborales. Por su parte, la CTA, que ha venido realizando demostraciones de fuerza en las últimas convocatorias, mantiene el diálogo con los cegetistas y pide por la incorporación a esta lista de demandas un aumento de emergencia para los jubilados y la reapertura de paritarias (ítem en el que coinciden los gremios de la CGT más combativos).

A pesar de la presión que vienen sufriendo por parte de la mayoría de los gremios que lideran, el triunvirato conducido por Juan Carlos SchmidCarlos Acuña y Héctor Daer no está convencido de romper el diálogo con el Gobierno. El ala más dura está representada por Pablo Moyano de camioneros, Sergio Palazzo de bancarios y los gremios docentes. Fuentes cercanas a estos últimos, que tienen diálogo fluido con la CTA, señalan que “la pelota está del lado de Macri; si no hay señales contundentes de una corrección en el rumbo, el paro se va a hacer. Será en los primeros días de la segunda quincena de octubre”.

La normalización de las estadísticas le jugó al Gobierno una mala pasada. Luego de tres años, el Indec volvió a publicar el valor de la canasta básica. Según esos índices, una familia tipo necesitó $ 5.175 por mes para cubrir alimentos y no caer en la indigencia. Si se incluye lo mínimo indispensable para comprar vestimenta y hacer frente a los gastos del transporte, la educación y la salud, la cifra asciende a $ 12.500. Este último es el número en el que se basan las centrales obreras para sostener sus reclamos. Según coinciden tanto en la CGT como en la CTA, si se toman en cuenta el trabajo formal e informal o precarizado, el 60% gana menos de los $ 12 mil necesarios para llevar adelante una vida con visos de dignidad.

La semana que viene podría producirse un encuentro entre ambas agrupaciones de trabajadores para unificar posturas. ¿Cuál es el principal problema para que esto se concrete? En la CGT no terminan de digerir la figura de Hugo Yasky por su cercanía con lo más rancio del Frente para la Victoria. “La semana pasada estuvo con Cristina haciendo alarde, como si esto fuera una virtud. No queremos volver al pasado, la gente no nos perdonaría un vínculo de ese calibre. Que Micheli (por Pablo) se las arregle para venir solo”, marcaron la cancha varios líderes sindicales. En la CGT no quieren saber nada con el kirchnerismo, al menos en una situación en la que se define la primera medida de fuerza bajo la nueva conducción.

Guiño. En el Gobierno tomaron como una invitación al diálogo la dilación en definir los pormenores del paro. La reunión que el próximo jueves tendrán los triunviratos de la CGT con los ministros de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y de Trabajo, Jorge Triaca, será crucial. “Podemos comunicar la intención y los avances en el proyecto para bajar Ganancias, pero no podemos asegurar lo que no tenemos. Si quieren hacer un paro general deberán lidiar con los costos de una medida dura e impopular”, sostienen desde el Gobierno. Respecto de la presencia en la reunión de Mauricio Macri, en Cambiemos sostienen que “si bien la idea es no exponer al Presidente, sabemos que es la carta fuerte. Esperaremos hasta último momento para ver cómo evoluciona el tema en la semana”.

Está claro que la evolución de la economía complica al Gobierno. “El Estado no tiene que quedarse con el fruto de tu trabajo. En mi gobierno, los trabajadores no van a pagar impuesto a las ganancias”, decía Macri en uno de los spots propagandísticos durante la campaña electoral. El proyecto del Presupuesto que se está discutiendo en el Congreso demuestra que la promesa habrá de quedar incumplida. Lo mismo sucederá con el campo respecto del compromiso de reducir las retenciones a las exportaciones de la soja a un ritmo de 5% anual.

Hay datos indiciarios de recuperación en sectores clave: los despachos de bolsas de cemento han comenzado a aumentar, y lo mismo está ocurriendo con la chapa. De todos modos, esa recuperación es aún muy lenta y no alcanza para compensar los efectos negativos de la catastrófica caída que la actividad económica experimentó durante el primer semestre del año.

Más allá de los elogios que recibió de parte del presidente Barack Obama y de los representantes de la comunidad internacional de negocios, el paso de Macri por Nueva York le permitió palpar una realidad indiscutible: la concreción de las promesas de futuras inversiones marcha lenta. La incógnita fundamental que expusieron los hombres de negocios que asistieron a las presentaciones del Presidente estuvieron referidas a la perdurabilidad de los cambios producidos por su gobierno. De ahí que el resultado de la elección legislativa del año que viene sea vital para la toma de decisiones de muchos de ellos.

Donde las cosas no le salieron nada bien al Presidente fue en el asunto Malvinas. Macri dio un garrafal paso en falso con su desafortunada e inexacta declaración acerca de una aceptación de conversar sobre el tema por parte de la flamante primera ministra británica Theresa May. El jefe de Estado cometió el mismo error de todos su predecesores al no comprender la necesidad de encarar el tema bajo la concepción de asunto de Estado, lo que exige acuerdos con todas las fuerzas políticas. En la compleja trama de idas y vueltas de las que se nutre la disputa por las Malvinas entre nuestro país y Gran Bretaña, el nuevo volantazo de la política exterior argentina, implementada sin esos consensos, no puede augurar otra cosa que un resultado cantado: el fracaso.

Producción periodística: Santiago Serra.



lunes, 23 de mayo de 2016

La Iglesia y la Fragilidad Laboral en la República Argentina... @dealgunamanera...

Lozano: "Hay un deterioro en las condiciones sociales"


El presidente de la Pastoral Social de la Iglesia Católica, Jorge Lozano, afirmó hoy que "el escenario social es complejo hoy en la Argentina", advirtió sobre la "fragilidad laboral en el trabajo informal que ronda el 30 y 40 por ciento, con trabajadores sin derechos laborales", y evaluó que "hay un deterioro en las condiciones sociales en los últimos meses".

© Publicado el lunes 23/05/2016 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

"Hay un escenario social complejo en la Argentina. Esto particularmente está planteado en la cantidad de personas que tienen trabajo no registrado y con un riesgo muy serio de quedar sin trabajo", opinó Lozano en declaraciones formuladas esta mañana a radio Vorterix.

Consultado sobre la fragilidad laboral durante los últimos meses de este año, el obispo de Gualeguaychú remarcó que esos trabajadores que no tienen derechos laborales están "sin acceso a obras sociales". "Nosotros lo habíamos señalado en el marco de un panorama social complejo en el país", apuntó.

"Hay un deterioro en las condiciones sociales en los últimos meses. Nosotros estamos en contacto con todos los sacerdotes del país que pueden palpar la realidad social y también lo han consignado algunos estudios como el del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (UCA). Son situaciones de deterioro social que vamos percibiendo", insistió.

El religioso destacó además que "con varios de los funcionarios nacionales hemos tenido y tenemos contactos y cada tanto le acercamos estas preocupaciones nuestras. Además, varios de ellos pudieron participar de la apertura de la Semana Social en Mar del Plata y pudieron escuchar sobre estas situaciones delicadas de las que le hablaba".

De la Semana Social que se llevó a cabo el pasado fin de semana en Mar del Plata participaron los ministros de Trabajo, Jorge Triaca, y de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quienes "escucharon los planteos que se hicieron y que también perciben esto que le estoy señalando a nivel social".

Por otra parte, consultado sobre la posición del papa Francisco acerca de la existencia de revanchismo político en nuestro país durante el gobierno de Cambiemos, Lozano opinó que "la enemistad social y la falta de diálogo" son señalamientos que la Iglesia realiza "desde hace tiempo".

"Es algo que tenemos que superar como sociedad y la clase dirigente en particular, para poder tener una actitud de diálogo madura, que afortunadamente notamos que va creciendo", explicó.

Respecto de la situación procesal y carcelaria de la titular de la organización social y política Tupac Amaru, Milagro Sala, Lozano dijo que el tema no fue conversado "a nivel de Conferencia Episcopal", pero confirmó "la preocupación por la Justicia, que la Justicia pueda trabajar de modo independiente manteniendo los criterios que se mantienen con todo ciudadano, que todos seamos iguales ante la ley, y que toda persona sea considerada inocente hasta que se demuestre lo contrario".


domingo, 28 de febrero de 2016

Internas abiertas... @dealgunamanera...

Internas abiertas...


La Justicia va por Cristina, y el Gobierno recela de supermercados y funcionarios.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 28/02/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Al Presidente lo entusiasma el futuro y lo desvela el presente”. El hombre de consulta de Mauricio Macri agrega: “Está molesto con el comportamiento de algunos sectores empresariales de los que esperaba una conducta de mayor acompañamiento”. Entre los grupos que generan esa decepción están las grandes cadenas de supermercados. Son variados los ejemplos de remarcaciones de precios abusivas que se han detectado en el sector. El sinceramiento de la economía genera tensiones no sólo fuera del Gobierno, sino también en sus filas internas. Falta un plan económico integral. Tal ausencia es una decisión que emana del propio Macri, que no quiere verse atado a ese tipo de planes que luego generan rigideces difíciles de cumplir. El peligro que genera esta circunstancia son los parches y la improvisación. Es lo que se vio con el anuncio del aumento del mínimo no imponible para los trabajadores y con la paritaria docente. El acuerdo con los maestros –un logro del Gobierno– tuvo idas y vueltas que fueron producto de la falta de sincronización entre la negociación que llevaba adelante el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y la que mantenían sus pares provinciales en sus respectivas jurisdicciones.

El caso de Graciela Bevacqua, acerca de cuya situación tal vez haya novedades en la semana, es otra muestra de improvisación sobre la que vale la pena detenerse en algunos aspectos de su trama. Cuando se confirmó la decisión de nombrar al frente del Indec a Jorge Todesca –algunas fuentes señalan que el primero al que le ofrecieron el cargo fue a Martín Lousteau, quien no aceptó–, Bevacqua empezó a recibir mensajes que la apuntaban como la elegida de Macri para la vuelta al organismo. Una vez que Todesca la llamó, tuvieron una primera charla en la casa del economista, en la que éste le pidió cierta premura con los tiempos, a lo que ella se negó exponiendo con énfasis la imposibilidad de contar con índices serios antes de ocho meses. Esa fue una condición sine qua non para aceptar el ofrecimiento de la cual fue informado el ministro de Hacienda, Alfonso de Prat-Gay.

Desde el comienzo de su gestión, Bevacqua empezó a sentir que la aislaban Como lo dijo públicamente, Todesca le negaba la posibilidad de hablar con Prat-Gay y se rehusaba a abrir las puertas del Indec con el fin de mostrar el desastre que habían recibido. Cuando empezaron las diferencias con el tema de los tiempos del Indice de Precios al Consumidor (IPC), Todesca le prohibió que se comunicara con Prat-Gay. Ella respetó ese pedido, pero ante la embestida de Todesca y los reiterados pedidos de renuncia, decidió hablar con Jorge Triaca, con quien los une una amistad. Triaca escuchó el problema que le planteaba Bevacqua, pero le pidió que se dirigiera a Marcos Peña, con quien nunca pudo reunirse personalmente, pero fue bien recibida por su mano derecha en la Jefatura de Gabinete. La intención de Bevacqua era saber si era una decisión de Macri que ella abandonara el Indec “Siempre me dijeron que a mí me eligió el Presidente, por eso fui a la Rosada a ofrecer mi renuncia “, se le escuchó decir a la ex funcionaria. La renuncia no sólo le fue rechazada, sino que le pidieron que resolviera el problema con Todesca, porque el Gobierno no la quería afuera.

Luego de esas reuniones pareció establecerse una paz temporaria entre ambos que duró sólo unos días, hasta el lunes en que se publicó el Indice Congreso. Entonces el titular del Indec le pidió la renuncia.

En el Gobierno son varias las voces que hablan del retorno de la ex funcionaria que el miércoles se cruzó en los estudios de TN con el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, quien la llenó de elogios y le aseguró que en el Gobierno estaban tratando de resolver las desprolijidades de su caso. La foto con Elisa Carrió no fue un dato menor en esta trama. Carrió le pidió a Macri no sólo que reincorpore a Bevacqua, sino que la designe como directora del Indec y la deje trabajar con tranquilidad.

El destino es incierto. Pero el ruido está. Y las internas también. Una de ellas –que divide al gabinete– tiene que ver con “hablar de la herencia recibida” o mirar al futuro. El caso del Indec también sirve de ilustración sobre este asunto. Del producto del trabajo de la nueva gestión se detectó que durante el kirchnerismo se inventaron exportaciones para “dibujar” un superávit comercial inexistente y se manipularon cifras centrales del censo nacional de 2010 cuyo backup está perdido. Se supo que mucha información estadística de temas centrales para los índices de precios debían pasar sí o sí por las manos de Axel Kicillof que los modificaba a su antojo. Bevacqua sostiene que si se mantiene esta postura de no mirar el pasado, se terminaría siendo funcional a Guillermo Moreno y sus desastres. Todesca le impidió informar todo eso y mostrar la realidad del instituto. No se entiende por qué Marcos Peña y Jaime Duran Barba insisten con la postura de silenciar esto para no dar malas noticias y seguir adelante como si nada hubiera pasado.

El llamado a indagatoria dispuesto por el juez federal Claudio Bonadio a Cristina Fernández de Kirchner y a otros funcionarios de su gobierno por la causa de ventas de dólares a futuro dispuestas por el Banco Central a fines del año pasado produjo impacto pero ninguna sorpresa. Un congresal del Partido Justicialista que estuvo en el congreso partidario del miércoles en Obras Sanitarias señala: “Ya no son novedades la condena a Jaime o la delicada situación de Boudou. Van a empezar a pegar donde duele. Todos sabemos que Boudou está sucio, algunos lo toleran más, otros menos. El accionar judicial sobre estos dos personajes era lo esperable, pero todo indica que irán más allá. El avance parece seguir este derrotero: Jaime-Boudou-De Vido- Cristina”.

“Muchos dentro del PJ harán ruido si tocan a Cristina, pero la realidad es que internamente lo celebrarán. Sólo los ultra K, La Cámpora y los movimientos sociales más favorecidos por ella saldrán a la calle”.

Como se escribió en esta columna en el apogeo del kirchnerismo, los tribunales de Comodoro Py irían a ser un destino obligado para la ex presidenta y varios de sus funcionarios cuando el poder fuera cosa del pasado. Es lo que ha confirmado la cruda realidad del presente.

Producción periodística: Guido Baistrocchi con la contribución de Santiago Serra.


sábado, 13 de febrero de 2016

Cinismo simpático… @dealgunamaenra

Cinismo simpático…

Buenas Ondas. Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes.

La reunión de Macri con el sindicalismo está sobrevaluada. Paritarias al sol del nuevo poder.

Para una gran mayoría de argentinos, lo obvio se vuelve extraordinario. De repente. Convierte episodios comunes, casi rutinarios como dormir o comer, en portentos de la naturaleza,en fenómenos inéditos. Con esa felicidad inesperada hay que interpretar el “diálogo” que propicia el Gobierno, la “búsqueda de consensos”, un “sistema estadístico” o la osadía de Mauricio Macri por incluir en su repertorio la palabra “inflación”. Puede continuar la lista de obviedades sobre las que se habla y consume, aunque escaso sentido tiene enumerar acontecimientos normales, inevitables, a menos que se los compare con las forzadas rarezas de la última década kirchnerista. Con un rezago terco que la memoria no olvida.

Ese estado de ánimo único también rodeó, claro, el último encuentro entre dirigentes sindicales de la CGT & Cía. y el Presidente, uno entusiasmado en testimoniar en una placa su voluntad de conciliación mientras gana tiempo para la situación de crisis, los otros inquietos para no hundirse con la economía en picada y, de paso, recuperar fondos (o bonos) que el Estado retiene de las organizaciones gremiales. De ahí que, al salir del cónclave, cualquiera de los invitados podía utilizar una frase de simpático cinismo que circula en los ambientes políticos: “Quiero que le vaya bien a Macri, porque de ese modo nos irá bien a todos”. Así también pasa el tiempo.

El estandarte de ese pregón le cabe a Hugo Moyano, a quien le cuesta ocultar su espíritu colaboracionista (el mismo de los otros contertulios sindicales), rasgo que habrá de transformarlo en un criticado Augusto Vandor para la escuelita primaria de los cámporas, quienes recuerdan con desdén a ese líder asesinado por las formaciones especiales antes de los 70. Ignorando tal vez que, al revés de Moyano, Vandor vivía en una pieza con otros dos compañeros cuando ya era clave en el gremio metalúrgico, y cuando viajaba a Madrid el equipaje a veces era un paquete de ropa envuelto en papel de diario y atado con piolines. Mucho más manifiesta es la inclinación de Moyano por Macri que la de Vandor por Onganía y Lanusse, hasta lo confesó antes de entrar al decir “ni a Menem le hicimos un paro cuando empezó su gobierno”, como si fuera una actitud histórica de su conducta. Pareció olvidarse en esa reseña de que a su amigo Néstor Kirchner sí le organizó huelgas apenas empezó la administración debido a que el santacruceño no cumplió algunas promesas tangibles que les había comprometido a contribuyentes de su campaña, como Moyano. No le cedió a Moyano la Secretaría de Transporte, y ocupó el cargo con alguien de su confianza (Ricardo Jaime), y hasta empresas cercanas al sindicalista se quedaron sin subsidios. Una traición, empezaron los paros y Kirchner no aguantó un round: le entregó a Moyano el segundo de la Secretaría, y desde entonces se hicieron compinches públicos hasta aquella agitada discusión telefónica –de la cual Cristina y su hijo parecen no olvidarse más–, unas horas antes de la muerte del ex mandatario.

De la media docena de gremialistas convocados a la Casa Rosada, para Macri hoy Moyano es la pieza central. Lo cultivó en la Ciudad con generosidad en los contratos y lo exhibió, apenas elegido, al invitarlo a una reunión. Fue el camionero, como si fuera del Pro, a un festejo sólo con su comité gremial, en abierto desprecio al resto del sindicalismo. Para él, esa preferencia es una sociedad compatible, semejante, a la que tuvo con los Kirchner. Ese idilio –hasta matizado por el disgusto común que exhiben contra Marcelo Tinelli para que éste no vaya a la AFA– tropezó con el desenfado característico de Moyano, quien reiteró la misma pretensión de cargos en Transporte como en tiempos de Kirchner (y con el mismo especialista en el rubro, Guillermo López del Punta), amén de otras prioridades. 

Fracaso en apariencia y con malestar: lo indigna ver a un ciclista como Guillermo Dietrich al frente del Ministerio, un bípedo contra las cuatro ruedas. Tampoco prosperó en impedir que Jorge Triaca llegara a Trabajo, aunque antes bloqueó la designación de un cordobés (Lawson) ahora reciclado en un organismo público. Si hasta amagó con descortesías al defender los discos de vinilo sobre la música digital, la única forma de entender la huelga de su sindicato porque el Banco Central amagó no transportar papeles contables y hacer circular la información por internet. No llegó a mayores su disidencia, ciertas convenciones económicas se mantienen. Triaca lo fue a visitar a uno de los departamentos de Moyano en Barracas –igual que Julio De Vido en otros tiempos– y él mismo se reunió en presunto secreto con Macri en Olivos. No había sorpresas imaginables para la cumbre de anteayer, el guión había sido sellado.

Más o menos convenido, la paritaria a iniciarse será parcial –como ya ocurrió con otros gremios el año pasado–, no durará más de cinco meses, podría bordear menos de 30% de aumento, y se rectificará luego según los índices del costo de vida. Moyano saca ventaja con la modificación de las escalas del impuesto a las ganancias, ya que a sus trabajadores –y a los de otros sindicatos– les proporcionará un adicional de 2 o 3%. Esa corrección poco le vale al gremio de Antonio Caló, el de Cristina, uno de los que curiosamente percibe ingresos más bajos. También obtendrá Moyano satisfacción con el salario familiar, cuestión que lo obsesiona desde la muerte de uno de sus hijos y que repite emocionadamente cada vez que le toca mencionarlo.

Moyano saca ventaja con la modificación de las escalas del Impuesto a las Ganancias

Ahora vendrán debates técnicos sobre este proceso y, especialmente, sobre la devolución a los gremios de fondos pendientes de las obras sociales. Fue Armando Cavalieri quien expuso sobre el tema, quejoso por el dinero que les arrebata el Estado y debido a que deben socorrer cada vez más adherentes a sus sistemas de salud sin el apropiado sustento económico. Hasta Macri parecía enternecido, y –no olvidarlo– parece que evitó convocar a quien le había entregado la responsabilidad de la devolución a las obras sociales: José Luis Lingeri (Aguas y Cloro).


No invitaron a otros, la lista la hizo Moyano. Se olvidó de los decisivos gremios de la Energía, hoy quizás los más afectados por un eventual desempleo y, adrede seguramente, borró a la CTA para darle una golosina a Caló. El resto de los presentes asentía. Ansiosos por las migajas y felices de pertenecer, se hacen cargo de un viejo dicho futbolístico protagonizado por un negro defensor oriental que, desafiando a la multitud que bramaba en el Maracaná por el triunfo de Brasil, en el Mundial del 50 que consagró a Uruguay, les dijo a sus compañeros mientras llevaba tranquilo la pelota bajo su brazo: “Los de afuera son de palo”.


martes, 24 de noviembre de 2015

Confiar por Confiar, no más: Rarezas del Macrismo... @dealgunamanera...

Rarezas del Macrismo...


La consagración de Mauricio Macri representa una alegría importante para muchos argentinos. Millones de personas que han depositado su esperanza en él, le abrirán una línea de crédito político que Macri deberá saber administrar, para que no le ocurra lo mismo que a Cristina Kirchner luego del 2011, cuando dilapidó de manera extraordinaria aquél 54% de apoyo popular, cometiendo un error tras otro.

Hay dos maneras de intentar confiar en Macri. La primera, que es la más directa, y la que ha seguido la enorme mayoría de sus votantes, consiste en hacerlo, más por necesidad imperiosa de sacarse de encima al kirchnerismo, que por otro asunto.

La otra ya es más compleja. Porque parte del análisis de lo ofrecido, y de las personas que lo están ofreciendo.

Y ahí es donde, a este cronista, se le complica mucho poder confiar.

Porque PRO me dice que, para confiar en ellos, debo asumir que Mauricio Macri no tiene nada que ver con Franco Macri, que Adrián Menem no tiene nada que ver con Carlos Menem, y que Jorge Triaca hijo, (que suena para Trabajo), no tiene nada que ver con el Jorge Triaca que vació SOMISA, para que Techint la pueda comprar al 10% de su valor.

La misma Techint de Paolo Rocca que ha sido financista sustancial de la campaña de Mauricio Macri.

Y la verdad es que a mí me resulta demasiado extraño que en PRO se hayan juntado tantos muchachos que piensan con 180 grados de divergencia respecto de los que portan su mismo apellido, y hasta su misma cara.

Me explican, incluso, que la primera diputada nacional, Patricia Bullrich, no tiene nada que ver con la Patricia Bullrich que bajó 13% sueldos y jubilaciones.

O que Federico Sturzenegger no es el mismo que fuera procesado por el megacanje, ni es el que explicó en USA que, para debatir, la estrategia consistía en no decir jamás lo que pensaba hacer, y , simplemente, engañar a la gente.

Para confiar en PRO, o en Cambiemos, o en Macri, debo asumir que un ex Shell en YPF, que un ex Monsanto en Asuntos Agrarios de Bs Aires, o que un ex J.P.Morgan en economía, han hecho un vuelco absoluto respecto de los intereses que defendieron en el pasado, y ahora vienen a cumplir funciones públicas en defensa de lo nacional.

Otra vez, me resulta durísimo creer que en PRO se nucleen personas que han girado 180 grados respecto de los intereses que defendieron hasta hace 5 minutos.

Respecto del presidente Macri, se supone que debo olvidarme del origen espurio de su fortuna, de sus varios procesamientos judiciales, y de sus actitudes y expresiones del pasado reciente.

Debo creer que el presidente Macri no es el mismo que con la UCEP apaleaba indigentes por las calles, ni tiene algo que ver con aquél que reprimió pacientes y enfermeros en el Borda, que el presidente que ahora promete luchar contra la corrupción no tiene nada que ver con el intendente del decreto 556/10, mediante el cual se extrajeron millonarios fondos de la ciudad de Buenos Aires con fines insondables, o que el Macri que se quejaba de la fundación de nuevas universidades, que decía que el salario es un gasto, o que ponía alumnos a estudiar dentro de containers, era un Macri diferente a este que ganó la elección.

Mire...en cualquier parte del mundo, incluso aquí, para obtener un buen conchabo usted debe presentar un curriculum vitae. Se presenta para conocer qué cosas usted es capaz de hacer, pero básicamente, para saber cuáles fueron las cosas que ya hizo.

Personalmente estoy convencido de que la mejor forma de conocer quién es alguien, consiste en observar quién fue. Es un asunto simple, pero que prácticamente nunca falla.

Y cuando miro quiénes fueron estos muchachos, de dónde vienen, y qué es lo que representaron, es cuando se me hace arduo poder confiar en ellos.

La política argentina me quiere obligar a formatear razonamiento y memoria, e instalarme, periódicamente, un nuevo sistema operativo. Y todo en nombre de la esperanza, aunque eso consista en elegir a estas personas.

Lo siento. Pero me resisto a eso. Conmigo no, muchachos: Conmigo no.

El 15 de octubre de 2011, cuando CFK ganó con aquél 54% de los votos, escribimos para este mismo medio un artículo que contenía la siguiente frase.

"La mitad de los argentinos hoy me ha dicho que no le interesa que le contemos o analicemos lo que ellos desconocen. No les importa el pasado ni el futuro, y son clara y legítima mayoría".

4 años más tarde, la sensación es prácticamente la misma.

No diré lo que todos dicen "ojalá que a Macri le vaya bien", porque históricamente, cuando le fue bien a Macri, me fue mal a mí, y a un montón de tipos como yo.

A Macri le fue fantástico en los ´70 y en los ´90. A la argentina le fue espantosamente mal en esos lapsos.

Digamos que los intereses de Macri nunca estuvieron vinculados a los míos, ni a los del 90% de la gente que conozco.

Sí diré "ojalá que a los argentinos nos vaya bien", que es otro asunto sustancialmente diferente, y comparativamente mucho más importante.

© Escrito por Fabián Ferrante el lunes 23/11/2015 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.