Mostrando las entradas con la etiqueta Diario Página/12. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Diario Página/12. Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de diciembre de 2018

Cuesta abajo en mi rodada... @dealgunamanera…

La terrible temporada que vivió el fútbol argentino en 2018… 

Angelici, Chiqui Tapia y D’Onofrio durante la presentación de la Superfinal.

Como en el tango de Gardel y Le Pera, el deporte que convoca a multitudes termina el año a los tumbos. La final de la Copa, un ejemplo de lo que no debería hacerse. La eliminación en el Mundial de Rusia. La violencia de cada día.

© Escrito por Gustavo Veiga el domingo 23/12/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

2018 quedará en el podio de los años más conflictivos de nuestro popular deporte. Si la palabra cabotaje tiene una connotación negativa cuando se habla de fútbol, define muy bien lo que nos pasó. El nuestro es de vuelo corto. Podría incluso afirmarse: un fútbol low cost. La maltratada final por la Copa Libertadores entre River y Boca lo reflejó más que todo. No se jugó en el país, tampoco en Sudamérica y ni siquiera en América. La mudaron a Europa. 

La violencia en cualquiera de sus connotaciones –física, verbal, virtual y simbólica– siguió generando tsunamis. Las medidas para moderarla o controlarla siempre fueron y serán incompletas. El poder de la AFA o la Superliga es una caricatura de consensos y buenas artes. Sus dirigentes suelen ser ventajeros. La temprana eliminación de la Selección nacional en el Mundial de Rusia se sumó a la lista de calamidades, más por lo que sucedió a su alrededor que por su juego decepcionante. La ofensiva para entregarles en bandeja los clubes al mercado quedó estancada, pero volverá. Por estas y otras razones, el año que se aproxima podría ser mejor con apenas un par de buenas noticias. ¿Será o no será?

La manoseada “final del mundo” –como los medios sensacionalistas la llamaron acá– dejó un ministro renunciado, la grieta entre los presidentes Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio y una ley anti-barras bravas como secuelas. Martín Ocampo seguramente se reciclará en la política con otro cargo en el gobierno. La investigación, si va más allá de su responsabilidad, difícilmente supere la detención y procesamiento del mecánico tornero Matías Firpo, uno de los hinchas que le arrojó piedras al micro con el plantel de Boca. 

Pero habrá una ley que se apruebe –por ahora con media sanción, en general y en la Cámara Baja– para complacer a las buenas conciencias. “Un mamarracho oportunista” como se quejó un dirigente de la AFA consultado por Página/12, que dejó heridas entre la conducción del fútbol. “Ni nos consultaron y encima les pedimos por nota a los diputados que convocaran, pero ni nos llamaron”, completó. El legislador Martín Lousteau coincidió con aquella, la primera definición. Llamó a la ley “engendro jurídico”. Y eso que es oficialista.

La norma tal como está concebida por el gobierno incrementa penas, tipifica nuevas contravenciones o delitos, en suma, ratifica la doctrina Chocobar para el fútbol en su círculo multitudinario. El jueves pasado, un policía bonaerense mató de un escopetazo en La Plata al trapito Mario González. No había un partido, pero hubo un muerto. ¿Qué pasará cuando los torneos se reanuden y cuidacoches, limpiavidrios, vendedores ambulantes o hinchas de a pie se encuentren mano a mano con uniformados, con o sin armas letales?

Pueden suceder dos cosas: que se produzca un operativo deliberado y mal realizado como el que llevó al bus de Boca por un desfiladero donde llovían cascotes u otra víctima fatal. La historia demuestra que en la Argentina la policía es capaz de asesinar incluso con balas de goma. Javier Jerez, un hincha de Lanús, murió así el 10 de junio de 2013 en el estadio Único platense. 

También puede reprimir cuando nada lo justifica. Ocurrió en el Obelisco contra los hinchas de River durante el festejo por la Copa Libertadores o en la Bombonera cuando los de Boca hicieron el banderazo para despedir al equipo antes del viaje a Madrid. Sí ese día el estadio estaba excedido en su capacidad, la responsabilidad fue de la comisión directiva. Pero no del público. Las estadísticas de violencia no solo las engrosan barrabravas.

La Conmebol se sumó a esta final de vodevil local con un papel estelar. Decidió mudarla a la capital española porque se trataba de un gran negocio de audiencia. La expansión del mercado televisivo nos deparará más finales en tierra prometida. O donde aparezca el que ponga más plata. Ahí están Qatar, los Emiratos Árabes Unidos o Japón en el pasado reciente para confirmarlo. No les basta con llevarse los mejores futbolistas. También se llevan los mejores espectáculos.

La eliminación temprana de la Selección nacional en el Mundial de Rusia fue el otro hecho del año. La crónica de un fracaso anunciado. Jorge Sampaoli la dirigió apenas entre junio de 2017 y el mismo mes de 2018. Una llegada a las instancias finales –lo mínimo que se vaticinaba era alcanzar los cuatro primeros lugares– se transformó en espejismo. La caída por goleada ante Francia en los octavos de final resultó el desenlace de una cadena de malas decisiones. Que habían empezado mucho antes con la renuncia de Gerardo Martino y el despido de Edgardo Bauza. Si al actual entrenador del Santos se le suma Lionel Scaloni, la cuenta da cuatro directores técnicos desde 2014 a la fecha.

La dinámica de lo impensado que tan bien utilizaba Dante Panzeri como metáfora para definir al fútbol, es casi una bandera que describe un montón de situaciones alrededor del juego. En nuestro país los políticos y funcionarios votan una ley anti-barras que afectará al deporte más importante sin consultar a sus dirigentes y los dirigentes modifican el reglamento de un campeonato cuando está por la mitad. Pasó con la Primera B Metropolitana que, de dos ascensos, aumentó a cinco. 

Cuatro serán directos y uno mediante un torneo reducido. Para justificarlo sostienen que la B Nacional deberá contar con 32 equipos en 2019. Casualidad o no, hoy el segundo de la tabla en la B Metro es Barracas Central: el club del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia.

Podrían agregarse otras lindezas de nuestro fútbol criollo que permanecen inalterables, pese al paso del tiempo: un Estado que esquilma a los clubes, un gobierno circunstancial y de derecha que pretende entregarlos al mercado, la reventa de entradas, la poca disposición a respetar los acuerdos que se firman, el sensacionalismo de los medios que construyen una subjetividad funcional al negocio de unos pocos, el pack fútbol que seguirá aumentando de la mano de la inflación y ahí paramos. 

Al menos pasaron a un segundo plano las deudas crónicas de las instituciones. Ya no se escuchan tantos reclamos de jugadores, técnicos y demás empleados. Algo es algo.



domingo, 25 de noviembre de 2018

Campo de batalla… @dealgunamanera...

Campo de batalla…


El G-20 en Buenos Aires. Diez años de cumbres y el papel pasivo de Argentina con Macri. Debilitada la cooperación internacional y el multilateralismo, con un escenario estructural de disputa entre Estados Unidos y China, el rol del G-20 se ha desdibujado. El gobierno de Macri no comprendió antes ni comprende ahora esos cambios de la situación mundial.

© Escrito por Alfredo Zaiat el domingo 25/11/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En 2008, el mundo capitalista occidental estaba al borde del abismo por la peor crisis económica desde el crac del ‘30 del siglo pasado; diez años después, el riesgo a otra gran debacle financiera global está latente, pero el escenario económico mundial es otro. Avanzan el proteccionismo, el nacionalismo y el rechazo a los inmigrantes en los países centrales, está debilitado el multilateralismo, se ha reposicionamiento el FMI como auditor de economías periféricas y es abierta e incierta la disputa entre las potencias Estados Unidos y China. 

En ese contexto se desarrollará el viernes y el sábado próximos la cumbre del G-20 en Buenos Aires. Ni antes, cuando desembarcó en la Casa Rosada, ni ahora, con casi tres años de gobierno, el macrismo pudo entender que el mundo económico y político ha cambiado y que ya no es el de los noventa, cuando la caída del Muro de Berlín prometía el progreso constante con el libre comercio y la expansión de las finanzas globales. Con esa desorientación, Mauricio Macri será anfitrión de un G-20 devaluado, con varios líderes mundiales que se recelan mutuamente y que descreen de la utilidad de este tipo de cumbres.

El saldo para Macri de la millonaria inversión para organizar la cumbre que reúne a la Unión Europea y a 19 países, además de a los principales organismos internacionales (FMI, BM, OMC, OIT), será la acumulación de fotos con esos líderes en encuentros bilaterales y, fundamentalmente, tendrá la oportunidad de hacer gala de sus sosos comentarios futboleros.

Una x una

El G-20 comenzó como un foro de ministros de Finanzas y presidentes de bancas centrales. Fue creado el 25 de septiembre de 1999 en una reunión de ministros de Finanzas del G-7. En 2008, la crisis financiera obligó a que sea una cumbre de presidentes. Está compuesto por la Unión Europea y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.

El recorrido de los documentos finales de las cumbres de presidentes del G-20 sirve para comprender cómo ha cambiado el tablero mundial en diez años, el giro en el foco de interés de las potencias, las modificaciones de las preocupaciones económicas y el crecimiento de China como gran potencia que ha provocado la reacción de Estados Unidos.

2008, noviembre, Washington: El documento final convoca a “restablecer el crecimiento global y alcanzar las reformas necesarias en los sistemas financieros mundiales”. Dice que la crisis fue provocada porque los actores del mercado buscaron rentabilidades más altas sin una evaluación adecuada de los riesgos. Para señalar que “hace falta una respuesta más amplia de las autoridades basada en una mayor cooperación macroeconómica para restaurar el crecimiento, evitar contagios negativos y apoyar a las economías de los mercados emergentes y en vías de desarrollo”. Indica que “aplicaremos reformas que fortalecerán los mercados financieros y los regímenes regulatorios para evitar futuras crisis”.

2009, abril, Londres: Establece que los acuerdos alcanzados constituyen “un programa adicional de 1,1 billones de dólares de apoyo para restaurar el crédito, el crecimiento y el empleo en la economía mundial. Vamos a emprender una ampliación fiscal concertada y sin precedentes, que salvará o creará millones de empleos que de otro modo se habrían destruido y que, para finales de año, representará 5 billones de dólares”.

2009, septiembre, Pittsburgh: Observa la necesidad de avanzar en una transición desde la crisis a la recuperación, para pasar la página de una era de irresponsabilidad y adoptar un conjunto de políticas, regulaciones y reformas para satisfacer las necesidades de la economía mundial del siglo XXI. Indica que “en abril (de 2009) nos enfrentábamos al mayor reto de la economía mundial en nuestra generación. La producción mundial se estaba reduciendo a un ritmo no visto desde la década de 1930. El comercio caía en picada. Los puestos de trabajo estaban desapareciendo rápidamente. A nuestra gente le preocupaba que el mundo estuviera al borde de la depresión. Nuestra respuesta contundente ha servido para frenar el peligroso desplome de la actividad mundial y para estabilizar los mercados financieros”.

2010, junio, Toronto: Fue la primera cumbre del G-20 en su nueva función de foro principal de cooperación económica internacional. Se empezaba a alejar el miedo de una catástrofe económica global, aunque con prevenciones por el impacto de la crisis. Por eso dice que “nuestros esfuerzos realizados hasta hoy han dado buenos resultados. El estímulo fiscal y monetario otorgado, sin precedentes y coordinado globalmente, está jugando un papel notable contribuyendo a restaurar la demanda privada y el crédito. Estamos adoptando acciones decididas para incrementar la estabilidad y fortalecer nuestros sistemas financieros”.

2010, noviembre, Seúl: El peor momento de la crisis ya había pasado, entonces las potencias intentan retomar la agenda tradicional. El documento final promueve “políticas macroeconómicas, incluyendo de consolidación fiscal, donde sea preciso, para asegurar una recuperación sostenida y sostenible e incrementar la estabilidad de los mercados financieros, en particular avanzando hacia tipos de cambios más determinados por el mercado, incrementando su flexibilidad para reflejar los fundamentos económicos subyacentes y absteniéndonos de adoptar devaluaciones competitivas”.

2011, noviembre, Cannes: Las potencias abandonaron el cronograma de dos cumbres, para limitarla a una por año. El optimismo relativo del año anterior se abandona para concentrarse en la situación económica de la Zona Euro. El FMI vuelve a ocupar un papel central en la supervisión e intervención en la crisis. El documento final señala que, “desde nuestra última reunión, la recuperación mundial se ha debilitado, particularmente en los países avanzados, dejando el desempleo en niveles inaceptables. Las tensiones en los mercados financieros se han incrementado debido principalmente a los riesgos soberanos en Europa. Persisten los desequilibrios globales”. Se seguía planteando la necesidad de la regulación y control del sistema financiero, en especial del mercado de derivados, y se afirma que “estamos comprometidos a proteger nuestras finanzas públicas y el sistema financiero global de los riesgos planteados por los paraísos fiscales y jurisdicciones no cooperativas”.

2012, junio, Los Cabos: Se desarrolló en el contexto de un nuevo deterioro de los indicadores económicos a nivel mundial. A la profundización de la crisis con epicentro en la Unión Europea, se sumó la desaceleración de las economías emergentes. La Declaración de Los Cabos establece como objetivo central la promoción del crecimiento fuerte, inclusivo, sostenido y balanceado, y la creación de empleo.  Estados Unidos empieza a argumentar que los desbalances globales están ligados a la desleal intervención de China a través de sus políticas cambiarias (por la subvaloración de su moneda).

2013, septiembre, San Petersburgo: A pesar de que el G-20 se dedica a la discusión de asuntos vinculados con el crecimiento económico y la promoción del desarrollo, esta cumbre estuvo marcada por el debate acerca de una posible acción militar internacional, liderada por Estados Unidos, contra el gobierno sirio de Bashar al-Assad. En el documento final de los jóvenes del G-20 se instaba a sus líderes políticos a incluir el tema de los fondos buitre. Propusieron condenarlos por ser un potencial peligro para futuras reestructuraciones de deudas. Estados Unidos vetó esa parte de la declaración.

2014, noviembre, Brisbane: Por primera vez en la historia del G-20 la cuestión de la reestructuración de deudas soberanas fue planteada en el comunicado final. A la vez, seguía predominando el discurso anti proteccionismo, cuando afirma que “el comercio y la competencia son potentes motores de crecimiento, de un mejor nivel de vida y de la creación de empleo”. Empieza a ganar terreno la idea de la austeridad como solución a los profundos desequilibrios económicos.

2015, noviembre, Antalya: En esta cumbre se empieza a consolidar la tendencia de declaraciones de buenas intenciones, generales y de reiteración de objetivos para impulsar la inversión, el comercio y el empleo. Afirma que “la OMC es la columna vertebral del sistema multilateral de comercio y debe seguir desempeñando un papel central en la promoción del crecimiento económico y el desarrollo”. En línea con la cumbre anterior, se reafirma “el progreso alcanzado en la implementación de cláusulas de acción colectiva y pari passu fortalecidas en los contratos internacionales de bonos soberanos, los cuales contribuirán al orden y la predictibilidad de los procesos de reestructuración de deuda soberana”. Esta idea fue presentada por Argentina e incorporada en el documento final.

2016, septiembre, Hangzhou: Empiezan a prevalecer criterios generales en el tono de los documentos. Se insiste en la necesidad de reforzar programas para el crecimiento y defender la globalización, además de promover una economía mundial abierta. También aborda la crisis migratoria y de refugiados, la lucha contra el terrorismo y el cambio climático.

2017, julio, Hamburgo: Fue la primera cumbre con la participación de Donald Trump en el marco donde Estados Unidos decide abandonar el Acuerdo de París contra el calentamiento global, mientras el resto de los líderes se comprometieron a aplicarlo. Comienza a ocupar más espacio en la agenda el tema de la migración, promoviendo que sea “ordenada, regulada y segura”, y reconociendo el derecho de cada país a defender sus fronteras. El giro en materia económica queda reflejado en el rechazo al proteccionismo, pero convalidando “instrumentos legítimos de defensa comercial” ante “prácticas injustas”, que es la posición de Estados Unidos frente a China.

Buenos Aires

En este recorrido de contenidos de los documentos finales del G-20 se observa cómo ha ido cambiando el foco de interés de las potencias. Cuando estalla la crisis internacional en 2008 se realiza la primera cumbre de presidentes, con las potencias desesperadas por el riesgo de una debacle global. En Buenos Aires, diez años después, habrá una cumbre que no tiene un objetivo medular, sino tratar de brindar un marco para acomodar disputas bilaterales y contener las presiones proteccionistas.

El temario propuesto por la Argentina (el país anfitrión es el responsables de los ejes de la convocatoria) es poco sustancial (el futuro del trabajo, infraestructura para el desarrollo, un futuro alimentario sostenible y perspectiva de género). Es la manifestación de la visión internacional del macrismo, que no pretende transitar el desafío de pensar la problemática internacional, sino ser simplemente un actor subordinado a las potencias, en especial a Estados Unidos.

Una interesante charla que tuve hace varios meses con el profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Di Tella Juan Gabriel Tokatlian sirve para reflexionar acerca de la política exterior de Argentina y de su relación con Estados Unidos. Le pregunté cuál es el beneficio para el país de que el gobierno de Macri tenga un alineamiento subordinado a Estados Unidos. Su respuesta fue la siguiente:

–El Gobierno se compone de una elite que cree que algunas de las recetas del menemismo funcionaron. Pero desconoce el nivel de financierización que ha habido en el mundo y que no es posible volver a los ‘90. Ese mundo no existe. No son sofisticados intelectualmente. Tienen una lógica de interrelación entre el mundo político y el mundo económico más propia de los ‘90, que tampoco existe hoy en la dinámica interna doméstica dentro de los Estados Unidos. Entonces optan por la tercera vía, que es la de creer que los temas de seguridad van a ser la carta que abrirá esas otras puertas económicas. Entonces buscan el sendero para ver cómo llegar al Comando Sur, a la DEA, al FBI. Esto muestra ignorancia”.

–¿Sólo ignorancia? –le mencioné.

–Además de ignorancia, tuvieron una visión muy optimista del mundo, de la globalización, del libre mercado, del flujo de inversiones, de la atracción que significaba la llegada de un gobierno distinto a la Argentina, del fin de eso que llaman populismo. Cuando el optimismo se junta con la ignorancia, el saldo es un cóctel catastrófico. Lo que les queda es sobreactuar. Entonces, pasamos de la ignorancia y el optimismo a la ingenuidad y el voluntarismo. Eso es leer muy mal a los Estados Unidos”.

Agregaría, no solamente a Estados Unidos.



jueves, 27 de septiembre de 2018

El Fondo al Poder… @dealgunamanera...

El Fondo al Poder…

El Banco Central solo intervendrá cuando el dólar supere los 44 pesos o baje de los 34. Imagen: EFE

La propia Christine Lagarde anunció junto a Nicolás Dujovne el nuevo acuerdo con el FMI. A cambio de 7100 millones de dólares más y el adelantamiento de los desembolsos para alejar el fantasma del default, Argentina se compromete a un brutal ajuste fiscal y monetario.

© Escrito por Raúl Dellatorre el jueves 27/08/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Argentina recibirá 36.200 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional entre lo que resta de este año y todo 2019, y eleva a 57.100 millones de dólares el monto total del crédito Stand By otorgado al país. A cambio, el gobierno no sólo ratifica el plan presupuestario restrictivo para 2019, que elimina el déficit fiscal primario, sino que además asume una drástica política antiinflacionaria del Banco Central que reduce a cero la emisión monetaria desde ahora hasta junio de 2019, y pasa a un esquema de libre flotación cambiaria que limita las intervenciones de la autoridad monetaria en el mercado mayorista.

La escasez de dinero circulante debería actuar como freno a la inflación, pero al costo de una fortísima caída en la actividad económica. El nuevo acuerdo con el Fondo fue anunciado por la directora gerente del Fondo junto a Nicolás Dujovne desde Nueva York. La instrumentación de la estrategia monetaria fue explicada, minutos más tarde, por el flamante titular del Banco Central, Guido Sandleris, en Buenos Aires.   

Con la bandera argentina a su espalda, y el ministro de Hacienda a su izquierda, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, encabezó en el consulado argentino en Nueva York el anuncio del nuevo acuerdo con Argentina “para fortalecer el Programa Stand By de 36 meses aprobado el 20 de junio pasado”.

Dueña absoluta de la situación, Lagarde asentía con leves movimientos de cabeza la lectura del comunicado que hizo Dujovne. “El nuevo acuerdo comprende desembolsos totales por 57.100 millones de dólares, lo que representa un incremento de 7100 millones con respecto al acuerdo previo”, indicó el ministro. “Además, bajo el nuevo esquema los desembolsos estarán disponibles de manera más anticipada: hasta 2019 el FMI asegurará financiamiento por 36.200 millones de dólares; con respecto al acuerdo previo, se incrementa en 19.000 millones el financiamiento disponible hasta fines de 2019”, explicó. Desembolsados ya 15.000 millones en junio, quedarían, en consecuencia, unos 6000 millones de dólares pendientes para 2020. Como en anteriores ocasiones, Dujovne se centró en explicar la “consistencia del programa financiero” entre los compromisos y las fuentes de financiamiento, pero sin considerar su impacto nocivo sobre la economía real. 

Por el contrario, el ministro de Hacienda volvió a afirmar que el brutal ajuste y política de endeudamiento que presentó ayer forman parte de “un conjunto de políticas orientadas al fortalecimiento de la economía argentina”. Desde la mirada del actual equipo económico, Argentina padece dos problemas que están por encima de cualquier otro: déficit fiscal e inflación. En coincidencia plena con el FMI, las medidas anunciadas ayer buscan “resolver” de manera drástica ambos conflictos, sin detenerse en los costos sociales que traerán aparejados.

Lo fundamental para su sostenimiento está dado en “el apoyo de la comunidad internacional, que permitirá dejar atrás este camino de turbulencias”, y la decisión del FMI de “continuar respaldando la atención a los sectores más vulnerables”, señaló Dujovne, desviando la mirada hacia Lagarde en busca de aprobación. La recibió. 

Lagarde solo tuvo una breve intervención verbal en la conferencia en el Consulado. Tras ello, Dujovne la excusó “por compromisos de agenda” y continuó solo. Antes de irse, la titular del FMI anunció que el acuerdo había sido “aprobado por la Gerencia” del FMI, incluyendo los desembolsos anticipados. Indicó que el programa Stand By acordado estaba “respaldado por un presupuesto adecuado y sustentable”.

También se refirió al compromiso del Banco Central con una política de tipo de cambio flexible sin intervención e indicó, ante una pregunta, que “la clave del nuevo acuerdo está en las cifras 19 y 19: los 19.000 millones de dólares que Argentina recibirá por adelantado hasta 2019, con lo que conseguirá estabilizar su economía”.

“Hemos acordado avanzar más rápido hacia el equilibrio fiscal para 2019”, anunció Dujovne, como contrapartida del adelanto del cronograma de desembolsos para atender las urgencias financieras del gobierno a partir de la corrida iniciada en mayo y que no se frenó con el primer acuerdo.

“En el terreno de la política monetaria y cambiaria, en las últimas semanas hemos enfrentado jornadas de mucha volatilidad que se han traducido en una importante depreciación del peso y un recrudecimiento de la inflación”, expresó luego el ministro. “En ese marco –anunció–, hemos decidido reemplazar el esquema de metas de inflación por una regla simple y verificable sobre los agregados monetarios, elemento que entendemos contribuirá decididamente a reducir la inflación”.

Más tarde, en conferencia de prensa en el Salón Bosch del BCRA (ver nota aparte), su nuevo titular explicaba la implementación de “una banda de no intervención” ajustable por una “tablita” de aquí a fin de año, y una participación limitada cuando el valor mayorista saliera fuera de las bandas. “Mantenemos nuestro compromiso con el régimen de tipo de cambio flexible, aunque hemos incorporado elementos a la política cambiaria que nos permitirán evitar la excesiva volatilidad”, dijo confiado Dujovne.

El programa económico que surge del nuevo acuerdo con el FMI representa la renuncia del gobierno al “control de daños”. Asume todos los riesgos y sin red. Va hacia un recorte brutal en el gasto público en medio de un proceso recesivo. Se mete de cabeza en un proceso inflacionario, motorizado principalmente por la megadevaluación de los últimos cinco meses, soltando las amarras con las que pretendía controlar el dólar. Juega todas las fichas a la sequía monetaria, es decir congelar la emisión de dinero para que no haya dinero para convalidar nuevos aumentos de precios.

Pero el propio Sandleris reconoció que hay un rezago de la devaluación previa que impactará en el nivel de inflación de septiembre, octubre y, “en parte”, en noviembre. La secuencia es previsible: aumentarán los precios, seguirá subiendo el dólar, se atrasarán los salarios, se profundizará la caída de la actividad y se expandirá la recesión con mayores suspensiones y despidos. Ahí, recién ahí, con muchas víctimas del desempleo y de la pérdida de capacidad de consumo, la escasez del dinero circulante podrá traducirse en atenuación de la inflación. Los costos en materia social son imposibles de proyectar. En los cementerios, dicen, no hay inflación.



sábado, 11 de agosto de 2018

Las causas detrás de la megadevaluación… @dealgunamanera...

Las causas detrás de la megadevaluación…


Más allá del contexto externo, lo que expone a la Argentina es el desmantelamiento de todos los controles.

© Escrito por Tomás Lukin el 11/08/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las autoridades argentinas no sólo flexibilizaron el marco normativo sino que se comprometieron con la libre flotación. O sea, terminaron de amputar la capacidad de intervención que tenía el Banco Central en el pequeño, poco profundo y concentrado mercado cambiario.

No fue el tweet del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el aumento de los aranceles a la importación de acero y aluminio desde Turquía. Las razones para la renovada escalada en la cotización del dólar residen en el desmantelamiento de los mecanismos de administración del mercado cambiario y financiero. Celebradas como parte de un presunto proceso virtuoso de reinserción de la Argentina en los mercados internacionales, las medidas implementadas a lo largo de los últimos 33 meses exacerbaron el deterioro que arrastra el sector externo argentino desde 2011. No sólo agudizaron la restricción externa sino que abrieron nuevos canales de exposición y contagio a la volatilidad de los mercados internacionales. 

El punto de partida fue la eliminación de distintas normativas cambiarias y regulaciones financieras que facilitaron la fuga de capitales, incentivaron el endeudamiento en moneda extranjera y profundizaron el déficit comercial, pero el proceso caracterizado por el ingreso de inversiones financieras de corto plazo alcanzó su etapa superior con el programa de financiamiento del Fondo Monetario Internacional. La extinción de herramientas como los plazos mínimos de permanencia para los capitales especulativos o los límites a la compra de divisas para atesoramiento, se conjugaron desde entonces con las condicionalidades previstas en el acuerdo para garantizar “un tipo de cambio flexible y determinado por el mercado”. Entre las medidas definidas a partir de diciembre de 2015 figura además la eliminación de los plazos para que los exportadores liquiden las divisas.

A contramano de las prácticas sugeridas por las investigaciones del propio organismo multilateral y las políticas implementadas por el resto de los países de la región como Chile, Colombia, Perú o Brasil, las autoridades argentinas no solo flexibilizaron el marco normativo sino que se comprometieron con la libre flotación. O sea, terminaron de amputar la capacidad de intervención que tenía el Banco Central en el pequeño, poco profundo y concentrado mercado cambiario. La misma exigencia fue establecida por la firma MSCI para sostener la inclusión de Argentina como economía emergente en sus índices. Desde entonces el único mecanismo para contener una corrida cambiaria y abordar la estructural escasez de divisas consiste en permitir “operar flexiblemente a nuestro tipo de cambio como un amortiguador de shocks, incrementando nuestras reservas internacionales, disminuyendo nuestro déficit de cuenta corriente, y reduciendo nuestras necesidades de financiamiento externo”.

Los ex directores del Banco Central, Alejandro Formento y Germán Feldman, explican que “las reformas estructuraless instrumentadas por el gobierno distan de conciliarse simplemente con el alegado objetivo de eliminar los controles cambiarios y adquieren una profundidad superlativa al poner en crisis el rol del mercado cambiario regulado y el papel de las intervenciones del BCRA”. En una investigación elaborada en la antesala de la corrida cambiaria, los autores advierten que “la desregulación cambiaria ha introducido nuevos factores de riesgo sistémico, que habían sido morigerados durante la etapa de post-convertibilidad gracias a la regulación del mercado de cambios implementada desde el año 2002”. El documento de Formento y Feldman realiza un detallado repaso por las distintas medidas que flexibilizaron el mercado cambiario y financiero.

“La eliminación del marco institucional asociado a la instauración del mercado único y libre de cambios, constituye una fuente de vulnerabilidad macroeconómica ante eventuales shocks externos que pueden derivar en episodios de corrida cambiaria como resultado de la eliminación de los mecanismos necesarios para atenuarlos”, sostienen Formento y Feldman que hoy se desempeñan como docentes en las universidades nacionales de Moreno y San Martín, respectivamente. “Lejos de restablecer el equilibrio del balance de pagos, no han alterado la tendencia observada desde 2011 hacia el deterioro del sector externo sino que, por el contrario, han tendido a incorporar mayores riesgos sistémicos como resultado del debilitamiento de la regulación cambiaria y su función macroprudencial”.

La reinserción de Argentina a los mercados financieros internacionales a través de la liberalización y desregulación constituye un proceso de “financiarización subordinada” que exacerba la dependencia a los humores de los grandes fondos de inversión. La expresión del proceso impulsado por el Palacio de Hacienda y el BCRA es una volatilidad del tipo de cambio y de la fragilidad financiera sistémica.




sábado, 4 de agosto de 2018

Corrupción, desidia y muerte… @dealgunamanera...

Corrupción, desidia y muerte…


El responsable de infraestructura escolar bonaerense había sido denunciado por “inventar" presupuestos de cocinas de escuelas.

© Publicado el sábado 04/08/2017 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Mateo Nicholson quedó expuesto en un audio en el que previamente a una reunión con Vidal ordenaba dibujar presupuestos por 79 millones de pesos. La senadora Teresa García (Unidad Ciudadana-FpV), que hace más de un mes lo denunció por ese hecho, lo conectó ahora con la tragedia en la escuela de Moreno, donde murieron la vicedirectora y el auxiliar.

La senadora de Unidad Ciudadana-FpV Teresa García se refirió a la muerte de la vicedirectora y el auxiliar en la escuela Nº 49 Nicolás Avellaneda por la explosión de una garrafa y vinculó el hecho con una denuncia penal que ella misma presentó el pasado 18 de junio contra el responsable del estado de las escuelas, Mateo Nicholson. La denuncia había sido realizada “ante los posibles delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público, falsificación de documentos, administración fraudulenta y malversación de caudales públicos”.

García había presentado ante los tribunales platenses un audio en que un supuesto colaborador de Nicholson hace referencia a cómo fraguar una licitación de cocinas para comedores escolares con un sobreprecio superior a los 300 mil pesos. En el audio el funcionario le solicitaba a su secretaria que “invente” presupuestos por 79 millones.

La presidenta del bloque de Unidad Ciudadana se refirió hoy a este tema en una entrevista radial y agregó que “María Eugenia Vidal no solamente no hizo nada con el funcionario”, sino que “le dio vacaciones, le dio licencia”. Nicholson no fue hasta ahora separado de su cargo.

“Me acaban de llamar, hay una reunión con María Eugenia el miércoles. Y necesito mañana cerrar el tema de las cocinas. No lo tenemos listo pero tenemos que inventar los presupuestos que nos faltan”, se puede escuchar en el audio que acompaña la denuncia de García.

"Hay muchas escuelas con problemas de gas y electricidad. Si hay plata para aumentar la pauta presupuestaria. ¿No hay para arreglar el estado de emergencia en las escuelas?", remarcó García y agregó: "Nadie le controla el gasto a Vidal y no están funcionando los organismos de la Constitución". En conversación con Página/12 amplió: “La provincia, según lo que ordena la Constitución, tiene organismos de control para las contrataciones y el gasto público. 

El principal es el Tribunal de Cuentas, que no está funcionando. Directamente no tiene quorum. Porque se jubilaron dos de sus integrantes y falleció uno. No hubo reemplazos. Está así desde el 31 de mayo. Tampoco funcionan las bicamerales. Desde entonces no ha emitido ningún fallo. Ante las emergencias en infraestructura, votadas nuevamente este año, no se constituyeron las bicamerales de control. Vidal le pidió la renuncia a Gastón Messineo, Contador de la Provincia, para poner a Fernanda Inza. Y la echó. Hoy nadie firma”.

“Incluso al aumento por decreto de la pauta publicitaria por 100 millones lo firmó un funcionario de Economía. No hay control. Por las leyes de emergencia que votó el oficialismo este año lo que genera es que el Estado pueda contratar y hacer sin ningún tipo de consulta previa”, puntualizó García.

“Es como si la gobernadora administrara los recursos de los bonaerenses a gusto porque no hay ningún tipo de control de nada. No hay nadie que opine sobre el gasto. No están funcionando los organismos de la Constitución”, agregó.

“Tirá para arriba los números", se lo escucha decir al funcionario provincial en el audio. "Esa es una constante en la provincia. La vicedirectora de la escuela donde ocurrió la tragedia en Moreno venía reclamando por el fuerte olor a gas. Hay 45 escuelas con dificultades en la red de gas”, indicó la senadora.

El jueves explotó un aula de la Escuela Nº 49 Nicolás Avellaneda, en Moreno, por un desperfecto en la red de gas que ya había sido denunciado por la comunidad educativa. Producto de la explosión murieron la vicedirectora de la escuela, Sandra Calamano (48) y el auxiliar Rubén Rodríguez (45). Ambos habían llegado al establecimiento a las 7:30 para abrir las aulas y preparar el desayuno, poco antes de la llegada de los chicos.



sábado, 21 de julio de 2018

Pasan cosas… @dealgunamanera...

Pasan cosas…

 María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. Fotografía: N.A.

Íbamos bien y pasaron cosas, dijo Mauricio Macri. Y sí, pasaron dos cosas esta semana que podrían sumarse a las que pasan todos los días, pero que pueden cambiar el panorama electoral del 2019. Con esta crisis en la economía, las cosas que pasan no son buenas para Cambiemos. Las dos cosas que pasaron  fueron la investigación periodística que demostró la estafa electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires y la carta que firmó la mayoría de la oposición contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Escrito por Luis Bruschtein el sábado 21/07/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Hubo denuncias más fuertes, algunas que involucraron al presidente, como  las casi 50 empresas y cuentas offshore que tiene el Grupo Macri, o la autocondonación de la deuda de 70 mil millones de pesos (habría que recalcular y aumentar esa cifra por la devaluación) que el Grupo Macri tiene con el Estado argentino por el Correo. Son denuncias que provenían de fuentes internacionales que no tienen relación con la disputa política local, como es el consorcio internacional de periodistas de investigación. Y las cifras son multimillonarias en dólares. Sin embargo, cuando se produjeron, la imagen de Macri estaba en su cenit, la situación económica no se les había ido de las manos y apenas pudieron mellar el poderoso blindaje protector de las corporaciones mediáticas oficialistas.

El fenómeno que demuestra que no todo está dicho sobre el poder de los grandes medios fue que una investigación casi artesanal, por una cifra menor que las otras estafas denunciadas, y que se difundió por un portal de Internet, pudo rasgar ese muro infranqueable de los medios más poderosos. Tampoco se trata del mito de la primavera mediática donde un solo internetista derrumba el sistema. Hubo dos condicionantes importantes: es el peor momento de Mauricio Macri y su gobierno. La crisis tiene un impacto tan fuerte en la sociedad, que involucra a capas medias y empresarias, además de los sectores más vulnerables. El malhumor, ya no se puede ocultar.

El otro factor es que la alianza con las corporaciones mediáticas está cambiando su equilibrio interno. Si el dominante antes era Macri, como la llave para los negocios a los que aspiraba el Grupo Clarín, ahora el Grupo se convirtió en el principal jugador de la economía y del manejo de las comunicaciones. La polaridad interna cambió: ahora manda el Grupo, que empieza a sondear opciones.

El impacto de la investigación que inició el periodista Juan Amorín para El Destape, demostró que aún en estas sociedades donde las grandes corporaciones de medios capturan la subjetividad de las personas para manipularlas, en algún momento la realidad se puede imponer sobre la virtualidad. Como sucedía con las viejas dictaduras que amenazaban con eternizarse pero en algún momento la fuerza de las armas decaía ante las resistencias populares.

El resquebrajamiento de esa doble cara se puso en evidencia en la conferencia de prensa de Macri. Se manejó como lo hizo siempre, con los mismos criterios de desprecio por la realidad y tapando un presente desastroso con falsas expectativas para el futuro. Pero lo que en su momento fue carta de triunfo, ahora apenas movió el amperímetro. No generó expectativa ni frenó la caída vertiginosa en su credibilidad.

La denuncia por los aportes truchos se propagó en forma exponencial. Aparecieron falsos aportantes  incluso en las filas del oficialismo, dispuestos a denunciar la estafa de su partido lo cual también fue síntoma de desmoralización y deserción. Además el torpedo impactó en la línea de flotación del armado electoral de Cambiemos para el 2019 porque María Eugenia Vidal fue preparada y preservada como figura de relevo de Macri. Y si Macri trata de repetir, la gobernadora es la carta principal en la provincia de Buenos Aires. La expulsión de la contadora Fernanda Inza y las conferencias de prensa de Vidal y Macri en el mismo día mostraron que, potenciadas por el malestar social, las denuncias habían hecho daño.

Para el otrora ascendente Cambiemos, el escándalo de los aportes truchos indicó el cambio hacia la curva descendente. En contraposición, la carta de la oposición a Christine Lagarde expresó un escalón de ascenso para una oposición que no terminaba de caer. Y sienta un precedente importante para las próximas elecciones presidenciales.

Los medios oficialistas le dieron menos importancia que la propia Lagarde. La presidenta del FMI había pedido que en su agenda se incluyan entrevistas con dirigentes de la oposición. Al Fondo le preocupa la sustentabilidad de un acuerdo firmado por un gobierno que quizás no sobrepase el 2019. La carta subraya que si bien la Constitución habilita al Poder Ejecutivo a tomar deuda, cuando ésta involucra condicionamientos de tipo político y económico, el acuerdo debe pasar por el Congreso. Si Lagarde estaba preocupada, el documento le aclara que la mayoría de la oposición está en desacuerdo y queda implícito que el convenio podría ser denunciado en el futuro si no pasa por el Congreso.

La carta constituye otro punto de contacto entre fuerzas opositoras diferentes, desde las dos CTA, dos triunviros de la CGT, Pablo Moyano, referentes de los movimientos sociales de diversas corrientes así como legisladores de los bloques del FPV-PJ, del Frente Renovador y algunos del Federal.

No constituyen toda la oposición, pero sí la gran mayoría. Tampoco implica un acuerdo electoral ni se habla de que confluyan en una sola lista para el 2019, o que participen en una sola interna. El documento representa un espacio amplio que está en la sociedad y que se expresó en los multitudinarios actos del 25 de Mayo y del 9 de Julio. Cientos de miles de personas se movilizaron en esas fechas en contra del acuerdo con el FMI.

Pero da cuenta de dos factores. El primero es que el ámbito de lo político empieza a acompasarse con lo que sucede en la economía y en los movimientos sociales, que son los que perciben primero los efectos del ajuste y la crisis. Son niveles que tienen tiempos diferentes que ahora empiezan a sincronizar. La política es más lenta en reaccionar que la economía y lo social. Y además las confluencias se hacen más trabajosas porque Cambiemos se encargó de dinamitar el camino, indujo la división y el enfrentamiento.

Pocos apostaban a un final feliz en las conversaciones de unidad que se iniciaron en el peronismo. La sensación era de que apenas se hablara de una lista, se terminaba el diálogo y que seguramente habría más peleas que reencuentros. El documento crítico del FMI no implica un compromiso,  pero está representando una amplia base social. Casi el 70 por ciento del país rechaza el acuerdo con el FMI. Y pese a que no haya acuerdos de listas o internas ni candidaturas, ese amplio espacio, o una parte importante de él, será un jugador desequilibrante si es que hay segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2019.

Un paradigma de los dos primeros años de gobierno de Cambiemos fue que la oposición no resistía una segunda vuelta. Por primera vez despunta un espacio opositor que puede disputar el ballotage y no solo por lo que hagan sus dirigentes, sino porque esa amplia base electoral es la que empuja esas definiciones. Los dirigentes podrán ir en listas separadas y competir por su cuenta. Pero llegado el momento, esa base tan amplia deberá decidir por el candidato de ese espacio que haya pasado a segunda vuelta. Ese conjunto  heterogéneo prefiere esa línea de confluencia más que la planteada por Cambiemos, a pesar de los enojos y recelos.

Nos pasaron cosas, dijo Macri y tiene razón. Estas dos pueden cambiar el escenario electoral de 2019 al esmerilar a la candidata de recambio del oficialismo y al empezar a delinearse un espacio de oposición que sin ataduras de acuerdos o listas, puede actuar en forma coincidente en esas elecciones.
              
El final no tiene que ver con las elecciones. Es un twitt que circula como el espanto y la peste: “Sarampión en CABA, 750 mil niños en riesgo por caída de cobertura de vacunas. Dos muertes y un trasplante hepático por fiebre amarilla, 7 casos de dengue en la villa 21-24. Aumento de los casos de sífilis y tuberculosis. Enfermedades controladas reemergen”. Desgraciadamente no es una “fakenews”, es una maldita noticia verdadera.