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domingo, 16 de septiembre de 2012

Clasistas... De Alguna Manera...


Clasistas…

 Acumulacion y descarga. El jueves, en la Plaza de Mayo, parte de la sociedad argentina precisó hacer catarsis ante la ausencia de representación que padece.

Si el Gobierno fuera realmente por la re-reelección, su actitud sería otra. Si en 2015 hubiera re-reelección, también habría ballottage, porque después de 12 años de kirchnerismo la oposición se vería forzada a aglutinarse tras un único candidato. Como en esos casos la imagen negativa cuenta tanto como la positiva, en lugar de galvanizar y cerrar filas con sus militantes tratando a quienes fueron a manifestar de “minoría de burgueses que no pisan el pasto de la Plaza de Mayo para no mancharse”, el Gobierno se tragaría el sapo y trataría de no alejarlos más aun.

En todos los países del mundo hay 46% o más que no votó por el presidente elegido, pero no es habitual que esa gente salga a protestar masivamente contra el gobierno que no votó. Una cosa es no votar por un candidato y otra es rechazarlo. El hecho político fue que salieran a manifestar en su contra y no –como se quiso minimizar– que igual no la votan.

La forma en que desde el oficialismo se calificó a quienes protestaron no parece perseguir una estrategia electoral que aspire a conquistar dos terceras partes de los corazones o de las mentes tanto para una Asamblea Constituyente como para un ballottage.

No fue sólo la mención de Abal Medina de preferir Miami. Hubo descalificaciones, como que estaban “bien vestidos y perfumados con aromas importados”, “puñado de ricos enfermos de un ancestral odio oligárquico” y “cacerolazo de la opulencia” (en Tiempo Argentino, Luis D’Elía), “expresión simbólica del country people que encierra la tapa de Noticias y que involucra a los caceroleros con Cecilia Pando, la Sociedad Rural, los grandes medios y la Recoleta” y “ropaje de clase media instruida detrás del cual se quiere justificar el exabrupto” (en Página/12, su jefe de Redacción); en síntesis, minorías como sinónimo de ricos, y ricos como sinónimo de despreciables. Un clasismo tan retrógrado como el que denuncian en aquellos que califican a otros de negros para discriminarlos.

“Deberían formar un partido y ganar las elecciones”, aconsejó Abal Medina a quienes protestan contra el Gobierno. ¿Podrá el Frente para la Victoria ganar un ballottage sin la clase media?

Es cierto que ningún partido político o líder opositor recibe todos los votos de estos indignados, porque las causas que los convocaron eran distintas y algunas hasta contradictorias. Pero hubo un elemento en común que los unió: el rechazo al Gobierno, el mismo que se precisa para los ballottages. No pocas veces le es más fácil a la gente saber qué no quiere, que saber qué quiere.

Salvo que crean realmente que la protesta la organizó Magnetto como parte de su embestida final antes de que le llegue el 7 de diciembre, fecha a partir de la cual todo sería color de rosas para el Gobierno, responder con una marcha anticacerolas “para mostrarles a los gorilas cómo se llena bien la Plaza de Mayo” puede no ser una buena idea. Además, esta vez la mayoría de los manifestantes no portaba cacerolas, y otra señal de cambio de tendencia fue la cantidad de jóvenes que protestaron.

Deberían tener cuidado de no quedar presos de viejas lecturas.

Otra hipótesis que ojalá sea totalmente errónea es que el kirchnerismo esconda un deseo detrás de su paranoia: que de tanto ver en cada acción un ánimo destituyente y en la destitución de Lugo en Paraguay una amenaza anticipada de su futuro, prefiera eso a enfrentar el fracaso de su modelo y desee tensar los ánimos para –si llegara a ser necesario– justificar dar un portazo épico antes que perder pacíficamente en las urnas.

© Escrito por Jorge Fontevecchia  y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo16  de Septiembre de 2012.

martes, 26 de junio de 2012

El límite de la realidad… De Alguna Manera...

El límite de la realidad…

 Hugo “Grizzly”. Dibujo: Pablo Temes.

La Plaza de Mayo del miércoles podría convertirse en el inicio de un tiempo distinto. La soledad de CFK y su crisis personal.

En la histórica Plaza de Mayo suelen parirse los nuevos escenarios políticos. El miércoles, ese territorio de las asambleas populares puede dar a luz el poskirchnerismo. La postal emblemática será una movilización de más de 100 mil personas de carácter pluralista en lo político y policlasista en lo social, encabezada por la CGT y con reclamos en los afiches que hasta La Cámpora comparte: “No a la criminalización de la protesta, no al impuesto al trabajo y asignaciones familiares para todos”. Hugo Moyano desde la calle y Jorge Lanata desde la pantalla con más de dos millones de telemilitantes, abrieron la primera grieta en el blindaje cristinista. Y por ese hueco se filtraron todas las quejas. Con distintas magnitudes y grados de compromiso, van a compartir la masividad de la protesta trabajadores peronistas de tres centrales sindicales distintas, señoras caceroleras y estudiantes de la clase media independiente, grupos de radicales, socialistas y macristas, junto a movimientos de desocupados de la izquierda clasista o pequeños campesinos de la Federación Agraria. Cada uno tendrá su pancarta con su propio reclamo. Pero hay algo que los unifica: están hartos de que les hagan sentir que no existen, que son un mero invento de los medios hegemónicos.

Este es el tamaño del cambio. Ni el más opositor al Gobierno hubiera imaginado hace poco que dos de los tres pilares sobre los que se edificó el modelo oficialista iban a ser empujados a la vereda de enfrente, como hizo Cristina con Daniel Scioli y Moyano. Y lo más incomprensible es que no lo hizo por cuestiones ideológicas o económicas, sino por un capricho de Estado que tiene dos negaciones obsesivas: la inflación y el diálogo. Por eso la Presidenta se debilitó tanto en tan poco tiempo. No se puede administrar un país desde el fanatismo sectario que tiene una única respuesta a todos los problemas: la culpa es de Magnetto.

Mientras el teniente coronel Sergio Berni jugaba a Rambo (Pablo Moyano, dixit) y con discurso castrense hablaba de operativo de pinzas y de distracción, se produjo algo inquietante que no debe quedar afuera de ningún análisis. Por primera vez en forma masiva, la Presidenta fue insultada groseramente. Y los que cruzaron ese límite de la investidura no fueron derechistas destituyentes de Barrio Norte. Fueron morochos y proletarios que, casi en su totalidad, la habían votado.

La ostentación de fragilidad que hizo el Gobierno fue patética. Le ordenaron a Scioli que agrediera verbalmente a Moyano, como una prueba más (y van…) de lealtad. El gobernador apenas hizo un llamado “a la responsabilidad”. Se les exigió a los gobernadores que cruzaran con contundencia y desprecio a Scioli y sólo José Luis Gioja hizo declaraciones pero contra la caza de brujas. Conclusión: el que disciplina con fondos frescos pierde su principal instrumento de conducción cuando esa caja se acaba. Pronto se escucharán las voces críticas de intendentes que tienen paralizadas las obras públicas por falta de pago y suspensiones de trabajadores en varios sectores.
Hay una desproporción muy grande en los niveles de representatividad entre los que Cristina quiere pasar a retiro y los reemplazantes que elige. Las distancias entre Mariotto y Scioli o entre Antonio Caló y Moyano son siderales. Y encima la Presidenta está tan encerrada sobre sí misma que tampoco les da instrumentos ni satisfacciones a aquellos que están dispuestos a poner la cara por ella. Ni el fiel gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, recibió ayuda para afrontar el rojo de sus cuentas. El propio Gerardo Martínez, de la Uocra, le confesó a un empresario que no sabían para qué lado disparar porque no tenían interlocutores ni órdenes claras. El Gobierno tiene mucho poder pero ya no puede hacer cualquier cosa. Las abortadas candidaturas de Daniel Reposo y la de un asesino del idioma castellano para dirigir los ex medios de Hadad, muestra la poca eficiencia de sus padrinos: Amado Boudou y Juan Manuel Abal Medina, respectivamente. El kirchnerismo bobo le complica la vida a Cristina cuando más ayuda necesita.

Con respeto institucional y responsabilidad hay que decir las cosas como son para que nadie se haga el distraído. La Presidenta exhibe con frecuencia su inestabilidad emocional. No hay que cargar las tintas sobre ella. Pero ocultar los problemas no sirve para solucionarlos. Es una mujer inteligente que viene sufriendo demasiado. No sólo por la muerte de su mentor, esposo y jefe político. También porque la medicación para afrontar la falta de tiroides la hace pasar de ciclos de alta a baja tensión y por momentos la inflamación de su rostro (como se vio cuando repudió el golpe de Estado en Paraguay) la pone de muy mal humor. Sus hijos son un dolor de cabeza. Ya es vox populi que la internación de Máximo Kirchner fue por motivos más preocupantes que los de una rodilla infectada y que la relación con su madre está sembrada de fuertes discusiones. Florencia, la hija, bajó a cero su perfil. No encuentra su lugar y tuvo que viajar a España, en pleno conflicto con Repsol, para despejarse un poco y quedar al cuidado del embajador Carlos Bettini por pedido de Cristina. Increíblemente, en forma simultánea, Bettini era sometido a una operación de desgaste por los servicios K que lo acusaban de complicidad con los españoles.

Hay una sola jefa, pero por momentos parece que no hay ninguna. Tanto Scioli como Moyano ofrecieron cien pruebas de que estaban dispuestos a conversar todo y de que no querían sacar los pies del plato. Pero fue tanto el bombardeo que se desató sobre ellos que se vieron obligados a tomar más distancia de la que les hubiera gustado. Moyano le confesó a un amigo de la UIA: “Quieren convertirme en Zanola pero yo voy a ser Walesa”. El electricista polaco fundó los sindicatos Solidaridad, ayudado por la Iglesia y contra el bloque soviético, y llegó a ser presidente de su país y hasta Nobel de la Paz. Más allá de la exageración o de la expresión de deseo, Moyano no quiere ir preso y mucho menos si se lo acusa de maniobras en las que Néstor Kirchner estuvo involucrado.

Pregunta final para negadores seriales y “progresimios”, término inventado por el ferozmente intimidado Julio Piumato: ¿los conflictos y reclamos hacia Cristina terminan el miércoles o recién comienzan? El relato encontró el límite de la realidad.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 24 de Junio de 2012.


domingo, 6 de mayo de 2012

CKF... Último servicio… De Alguna Manera...

Ultimo servicio…
YPFCFK Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

Una frase presidencial heló la sangre de los cristinistas pollerudos. Por qué dice no a la re-re.

La Presidenta anunció que quería dar “sus últimos servicios a todos los argentinos” y a los cristinistas que se cuelgan de sus polleras se les heló la sangre. Hubo un murmullo en e l Salón de las Mujeres de la Casa Rosada. Varios lo interpretaron como la confirmación de que CFK no pretende forzar la reforma constitucional para intentar la re-reelección. El párrafo textual fue el siguiente: “Tenemos que hacer una empresa moderna, competitiva, profesionalizada, alineada con los intereses del país y también con los de la joven generación que la debe conducir, bajo la dirección política de alguien no tan joven como es esta Presidenta, pero que sinceramente quiere dar sus últimos servicios a todos los argentinos”.

Fue el gran comentario de los pasillos. Muchos habían olfateado un tufillo raro en las declaraciones de Hebe de Bonafini que fueron en el mismo sentido. El párrafo textual fue el siguiente: “No creo que tenga que seguir Cristina, aunque sí quiero que continúe este proyecto nacional y popular. Hay mucha gente piola en el kirchnerismo, muy interesante para que sea presidente de este país y que por ahí no la conocemos tanto y son fantásticas”.

Todavía falta mucho y no hay nada definido. La hora de la verdad será la medianoche de las elecciones legislativas de 2013. Contará los porotos y, con el nuevo escenario, la Presidenta tomará la decisión más importante de los próximos años. Seguramente aumentará la cantidad de diputados y senadores. Se renovará la elección de 2009 donde el kirchnerismo sacó el 29%. Así que todo lo que saque por encima de ese porcentaje se reflejará en el crecimiento de sus bloques. Es cierto que un comicio de medio tiempo produce una mayor atomización y si cada uno vota con su corazón y no hace uso del voto útil como en una presidencial, tal vez baje bastante del 54%. Pero si logra un nada fantasioso 40%, por ejemplo, tal vez consiga los dos tercios de los legisladores para declarar la necesidad de la reforma constitucional. Esa noche, Cristina tendrá la mesa de arena adelante y el balance de sumas y saldos. Ese momento además mostrará si hubo algún candidato que haya mostrado uñas de guitarrero para las ligas mayores. ¿Máximo o Alicia Kirchner? ¿Axel Kicillof? No sobran.

Son especulaciones que corresponde hacer después de lo que dijeron Cristina y Hebe, y después de comprobar que la Presidenta es, por lejos, el mejor cuadro político de estos tiempos. No hay en la oposición ningún dirigente de su talla y el único que podría acercársele por imagen positiva, intención de voto y experiencia de gobierno es Daniel Scioli.

Aquí es donde se dividen las aguas. Cristina hoy es la única persona que tiene prohibido presentarse nuevamente como candidata presidencial. La Constitución no se lo permite. Pero la historia de los Kirchner demuestra que nunca se detuvieron frente a esas minucias. Ya lo hicieron en Santa Cruz y lo pueden volver a hacer. Si se pudo se puede, diría Pino Solanas. Modificaron la Carta Magna al solo efecto de permitir la reelección de Néstor y desde entonces es una de las tres provincias argentinas donde un gobernante puede seguir en el poder indefinidamente.

Si la Presidenta decidiera abdicar y entregar el mando, se desataría la batalla por la sucesión. El esfuerzo físico y psicológico de ella ha sido muy grande. La viudez y la responsabilidad la llevaron al límite de sus posibilidades. Tal vez por eso sugiere que en el 2015 se vuelve a Calafate, su lugar en el mundo y la capital de la impunidad.

¿Se destruirá el Frente para la Victoria en ese caso? Es impensable que Scioli pueda representar ese espacio que, desde el acto de Vélez, ya no lo conforman la CGT, el PJ y un sector de los intendentes del Conurbano. La vanguardia que Cristina no quiere que se convierta en patrulla perdida (para utilizar sus palabras) son los muchachos de La Cámpora, el Movimiento Evita, el Frente Transversal y la Corriente que conducen Máximo y Andrés Larroque, Emilio Pérsico, Edgardo Depetri y Agustín Rossi. Ese es el primer círculo que se completa con algunos funcionarios como Carlos Zannini, Héctor Icazuriaga, Guillermo Moreno y Axel Kicillof.

El que más herido salió de este último embalaje fue Amado Boudou. Judicialmente está imputado pero será salvado con la misma metodología que la causa Skanska, tal como anticipó Juan Manuel Abal Medina. Pero políticamente fue herido de muerte. Ni sus propios compañeros le creen. Su última audacia fue presentar un escrito donde afirma insólitamente que fue víctima de una conspiración de Righi, Rafecas y los medios hegemónicos. La impecable e inconclusa investigación de Carlos Rívolo mostró que el vice está flojo de papeles por donde se lo mire y que el delito de negociaciones incompatibles con la función pública está casi probado. En respuesta, Boudou estuvo alardeando de lo que carece y sobreactuando con la fe de los conversos. Abrazo de gol con Ricardo Forster en Vélez, del brazo y por la calle con Bonafini casi día por medio y una despedida guevarista en el escenario de Foz de Iguazú, en un encuentro de dirigentes sindicales latinoamericanos: “Hasta la victoria siempre”. Pablo Miceli, el jefe de la CTA opositora, lo contó con vergüenza ajena. Solo le falta decir “Proletarios del mundo, uníos”. ¿La Mancha de Rolando sabrá los acordes de La Internacional?

Los tiempos se aceleran y el sciolismo está alistando la tropa a pesar de Scioli. El no aparece en los encuentros con todo el peronismo no kirchnerista que se mueve más de lo que se conoce. Su estado mayor encabezado por Alberto Pérez va a todos lados. Hugo Moyano y su gente; José Manuel de la Sota y los suyos, y un centenar de ex funcionarios emigrados o expulsados del kirchnerismo (Alberto Fernández, Alberto Iribarne y Julio Bárbaro encabezan la lista) se comunican regular y reservadamente para tratar de articular el post-cristinismo. Los favorece la bronca por el aumento del endeudamiento de provincias y municipios, la fuga de dólares, las irracionales trabas a la importación, la desaceleración del crecimiento y la recaudación, y la fuerte caída de la inversión. Pero nadie se apura a pegar el salto. Ninguno come vidrio y todos esperan que mueva Cristina.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 6 de Mayo de 2012.


domingo, 29 de abril de 2012

Abducidos, más allá de la razón... De Alguna Manera...

Abducidos... 

 Más allá de la razón...

Resolvimos manejar las cosas a nuestra manera. Mirá cómo nos salió: a pedir de boca. Hasta la soja va de nuestra mano. De “los gallegos” ni hablemos, con el rey cazando elefantes y encima fracturándose. ¿Cómo no vamos a estar eufóricos si les estamos llenando el arco de goles? Te juro que hasta yo mismo a veces no lo puedo creer. Mirá a los radicales, golpeándose el pecho, argumentando que votan por “los principios”, pero dándonos ese aval absoluto que será decisivo para nosotros. Con ellos, como con los socialistas, compartimos una misma mirada, sólo que nosotros sabemos ejercer el poder y sobre todo no perderlo. Ellos, en cambio, se angustian, debaten, polemizan, van a internas y al final vienen al pie.

Hay gente acongojada a la que es imposible explicarle, por ejemplo, el puntapié con el que echamos a Esteban Righi, sobre todo para reemplazarlo por esa triste y obediente nada que se llama Reposo. Pero tampoco exageremos, que el famoso camporista que retaba a la Policía Federal en 1973 nos fue súper servicial y se encargó de liquidar a Garrido y a las investigaciones que nos complicaban. Hay tipos tristes porque cambiamos a Righi por Reposo, que es infumable pero, ¿viste, hermano?, es la guerra, y a los tibios los vomita Satanás.

Tan estupefactos los tenemos, tan al pie y sin reflejos, que hasta podemos darnos el gusto de humillar cuando queremos y como queremos. Miralo a Aníbal, un maestro. Su capacidad de hacer daño es descomunal. Sale periódicamente en cacería predatoria y se devora todo lo que le apetece. El martes la rompió en la Feria del Libro, que hasta hace poco era un coqueto picnic de oligarcas. Dijo que Boudou “tiene bolas”, Macri es un “conejo negro porque no lo hacen ni trabajar los magos”, Miguel del Sel es “un tipo de mierda”, De Narváez es “el coloradito que quería ser gobernador de Bogotá” y a su ex compañero Alberto Fernández le dijo “andá a cagar”. Cómo andaremos que Aníbal es senador de la Nación y al día siguiente de decir eso, los radicales nos votaron mansitos en el Senado. Por los “principios”, claro.

La contra dice que Axel la tiene hipnotizada a la Presidenta. Tonterías; son ellos los hipnotizados. Además, les estamos dando para que tengan y guarden: ahora nos manejamos con egresados del Nacional Buenos Aires, la vieja cueva del mitrismo que ellos llamaban “Colegio de la Patria”. Como diría Adelina, las pelotas. Ahora mandamos nosotros, ¿o Mariano Recalde no estudió también en Bolívar 263? Se creían dueños de todos los monumentos y se olvidaban de que Firmenich, Ramus y los hermanos Abal Medina pasaron también por el Nacional Buenos Aires. Así que, bingo, todo en orden, planetas alineados. ¿Quién hubiera dicho que los dos colegios universitarios de excelencia en la Capital serían hoy un semillero de vanguardias ideológicas, abarrotados de kirchneristas y trotskistas? Ese es nuestro mérito: politizamos a la pendejada.

Reina el consenso nacional para abrigar y respaldar a la Presidenta porque, salvo un puñado de periodistas resentidos, ¿quién se anima hoy a cruzarla a Cristina? Nadie, es obvio. Tan absoluto es nuestro predominio que ahora hasta hacemos fulbito para los golosos, ¿o no lo viste a D’Elía dándose el lujo de arrearlo a Forster a un acto en favor de la re-reelección de Cristina? Justo D’Elía, que tanto nos cuesta disciplinar, porque trabaja para los iraníes y viene de visitar las bases de Hizbalá, el Partido de Dios en El Líbano. Tenemos tanto paño que el pobre Forster, al que no se le entiende nada cuando publica en nuestras revistas esos mamotretos con párrafos de cuarenta líneas sin puntos, tiene que meterse en el bolsillo su formación cultural judía y su apoyo al Estado de Israel para, como diría Ceferino, saltar por el bizcocho que le tiran desde el Gobierno.

Nunca estuvimos mejor. Después de enterrar lo de Ciccone y cargarnos por tibios a Righi y a Rafecas, Boudou es Gardel. Nos falta ahora atornillarlo a Reposo, pero si tropezamos, González Warcalde es perfecto. ¿Que era menemista en los años noventa? Miralo al Carlos, nuestro nuevo compañero, el que entregó YPF a “los gallegos” y ahora, para apoyar la expropiación, no va a votar al Senado.

Es cierto, hay mucha gente cabizbaja porque nos ven gobernando sin parar hasta 2019, pero son minoritarios y, sobre todo, carecen de agallas para complicarnos. Sobre todo, tienen mucho miedo, de todos y de todo. A nosotros ese miedo de ellos nos viene de maravillas; a ellos los paraliza. El que fastidia es Mauricio porque nos puede picotear el corral pero, tranquilos, mientras sus asesores sigan siendo Duran Barba o Goretti, dormimos sin frazada.

Fuimos capaces de dar vuelta todo, una proeza. Después de haberlos arrastrado a la captura de Aerolíneas (que sigue siendo de Marsans), a la toma de las AFJP y a la Ley de Medios, los del centroizquierda están en la lona. No pudimos ser más geniales: el que está en desacuerdo con nosotros es “de derecha”, listo. ¿Decía que están hipnotizados? Me corrijo: los tenemos abducidos, no pueden salirse del libreto, tienen las vías clausuradas por todas partes, si es que insisten, claro, en ser más “progresistas” que nosotros. Les pasa una y otra vez y siguen viniendo por más, ¿o el pobre Cobos no se masticó la galletita de la “concertación” y terminó votando, con un hilo de voz, “no positivo”? Esta semana, con lo de YPF repitieron pero con otras palabras: votaron por Cristina y luego se mandarán la gran “no positivo”, no respaldando el articulado de la ley. Pero nadie se enteró. Los radicales votaron por el Gobierno, punto.

Nuestros únicos enemigos ahora sólo somos nosotros mismos. Y como vendrán sacudones muy fuertes, porque la re-re de Cristina no será un bizcochito, debemos ser cuidadosos para no balearnos en los pies, con travesuras tipo Antonini, Uberti, Jaime y Amado. Si en eso somos eficaces, y como casi todos siguen chochos, no habrá moros en la costa. Vamos bien. El músculo duerme, la pasión descansa, todos con mamá, abducidos.

© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 29 de Abril de 2012.


Abducción:

Del latín abductĭo, la abducción es el movimiento por el cual un miembro u otro órgano se aleja del plano medio que divide imaginariamente el cuerpo en dos partes simétricas. Se trata de un movimiento de dirección transversal.

Abducción. En este sentido, el movimiento opuesto a la abducción es la aducción, que se produce cuando una parte del cuerpo se aproxima al plano de simetría sagital de éste.

Por otra parte, una abducción es el supuesto secuestro de seres humanos concretado por extraterrestres. Por lo general, quienes aseguran que han sido secuestrados dicen haber sido sometidos a experimentos en el interior de las naves espaciales.

Este fenómeno, nunca probado por la ciencia, implicaría un lapso de pérdida de conciencia o amnesia, ya que los afectados dicen sentir que han pasado un periodo extenso con las criaturas extraterrestres, aunque no recuerdan demasiado. Los ufólogos creen que, a partir de la hipnosis, es posible que el sujeto reconstruya aquellas experiencias de las que no tiene mayores recuerdos concientes.

Las supuestas abducciones también incluirían la implantación de ciertos objetos en el cuerpo de la víctima. Estos implantes extraterrestres tendrían propiedades similares a las de los chips terrestres.

Para la filosofía, un razonamiento abductivo es un silogismo cuya premisa mayor es evidente, mientras que la menor es menos evidente o solo probable. Por lo tanto, la conclusión que se puede obtener tiene el mismo grado de probabilidad que la premisa menor. Por ejemplo: “Todos los lápices de la bolsa X son negros” / “Estos lápices son negros” / “Estos lápices proceden de la bolsa X”.


 

domingo, 11 de diciembre de 2011

Modelo profundizado... De Alguna Manera...

Modelo profundizado...

Acompañante. Hernán Lorenzino, nuevo ministro de Economía. Dibujo: Pablo Temes.

Lo que plantea Cristina. Moreno, el cancerbero de Lorenzino. La ausencia de Moyano y los dardos contra Scioli. El dudoso culto a la personalidad.

No hubo sorpresas. El “modelo” se ha profundizado. Por lo tanto, Guillermo Moreno habrá de tener más poder. La creación de la Secretaría de Comercio Exterior y su inserción en un ámbito similar al de la Secretaría de Comercio Interior, a los fines de combatir los males ocasionados por lo que la Presidenta definió como un “Estado bobo”, le han dado a este hombre, a quien Néstor Kirchner supo comparar con “Lassie”, una cuota extra de poder. Moreno habrá de ser, desde el punto de vista político, el ministro de Economía. Hernán Lorenzino, el nombre propuesto por Amado Boudou para desempeñar formalmente ese cargo, habrá de tener un rol fundamentalmente técnico y, por ende, secundario. Como no podía ser de otra manera, su designación cayó bien en Wall Street. Se entiende: Lorenzino abogó siempre por la necesidad de arreglar las cuentas con el Club de París. Lo mismo pretendió en su momento Martín Lousteau, el primer ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner, eyectado luego de su cargo por el conflicto con el campo.

Lorenzino tendrá que lidiar con las mismas trabas que padecieron sus antecesores. Sabe que, en los hechos, Moreno será su cancerbero que hará y deshará a gusto. Sabe también el flamante ministro que seguramente no tendrá el acceso directo a la Presidenta que sí tiene el secretario de Comercio. La continuidad de Moreno significa además el adiós a cualquier esperanza de normalización del IndeK. Allí todo habrá de continuar igual. Por lo tanto habrá que olvidarse de la necesidad de reconocer el problema de la inflación. De eso no se hablará. De hecho, en el discurso de ayer de la Presidenta el tópico estuvo absolutamente ausente. Lo malo no es que de eso no se hable, sino que al no hacerlo posibilidad de analizar el asunto seriamente se desvanece, por lo que las chances de encontrar una solución real y de fondo a este inquietante problema que afecta el bolsillo de todos los argentinos y que afecta la competitividad de la industria nacional se aleja.

Quien no habrá de tener un horizonte despejado es Daniel Scioli. En estos días se lanzó sobre él la aplicación de un verdadero movimiento de pinzas. Por un lado, y de la mano del nuevo vicegobernador Gabriel Mariotto, La Cámpora, es decir Cristina Fernández de Kirchner, buscará manejarle la Legislatura bonaerense. La Cámpora, además de ser una agencia de colocaciones, ahora ha agregado a sus tareas la de ser una fuerza de choque del Gobierno. La agresividad expuesta por sus integrantes en los actos de asunción de los nuevos legisladores, tanto en el Congreso de la Nación como en el de la provincia de Buenos Aires, no deja ninguna duda al respecto.

La otra cara de esta embestida contra Scioli la expuso con singular dureza la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré. Sus críticas a la gestión en el área de la seguridad bonaerense no fueron dirigidas sólo a quien la conduce, Ricardo Casal, sino al mismísimo gobernador. Garré estuvo en lo cierto cuando insistió en denunciar los fenómenos de corrupción policial que aún se verifican en la órbita de la Policía de la provincia de Buenos Aires, y cuando, además, expresó que eso era consecuencia de haber dejado de lado las reformas implementadas por el ex ministro León Carlos Arslanian, le apuntó directamente a Scioli.

Está claro que Scioli no es el delfín del cristinismo y que desde las filas K han comenzado a trabajar sin perder un minuto para cerrarle el paso a sus ambiciones presidenciales. Habrá que ver cómo responde el gobernador. El sabe que esta es su única oportunidad para aspirar a la Presidencia de la Nación en el 2015, ya que ningún otro cargo le dará el peso político necesario para lanzarse a esa empresa.

Hugo Moyano no estuvo en la Asamblea Legislativa. El sí al derecho de huelga y el no al chantaje y a la extorsión del que habló la Presidenta en su discurso tuvo al secretario general de la CGT como destinatario directo y demostró, a su vez, que el conflicto de Aerolíneas Argentinas todavía la irrita. “Si esto lo hubiera dicho Macri le habríamos pegado hasta el día del juicio final”, reconoció un legislador oficialista que imploró por la reserva de su nombre. Allí pues hay una tensión no resuelta y seguramente habrá que esperar hasta el acto de los camioneros del próximo jueves para conocer la respuesta de Moyano.

El otro enemigo declarado de la Presidenta habrá de seguir siendo la prensa independiente. La mención de la Ley de Servicios Audiosvisuales, instrumento con el que el Gobierno viene armando un extendido multimedios oficial y paraoficial, y la descalificación a todo lo que se lee en letras de molde, habla de lo que vendrá.

El discurso de ayer de la Presidenta fue una pieza oratoria de una calidad sensiblemente inferior a aquella otra con la que impactó hace cuatro años al inaugurar su primer mandato. Fue este una especie de discurso comentado, en el que Fernández de Kirchner amenizó los pocos anuncios que hizo acerca de su futura gestión, con una reivindicación no sólo de su acción de gobierno sino también de su actuación legislativa a modo de reivindicación de su coherencia. En pos de hacer declaraciones, hubiera sido interesante conocer los nombres de aquellos líderes sindicales que le pidieron votar la ley de flexibilización laboral de Erman González. Como siempre ocurre, olvidó mencionar que, junto con su esposo, supo apoyar muchas otras medidas de aquel gobierno del hoy devenido kirchnerista Carlos Menem. Por lo demás, las cifras de la economía que mencionó no reflejan las acechanzas que deberá sortear el así llamado “modelo”.

Estuvo bien cuando tomó la decisión de respetar la Constitución Nacional que estipula que le correspondía a Julio Cobos encabezar la Asamblea Legislativa ante la que se produjo la jura de la reelecta Presidenta y su vice. Evitó así un incidente institucional que hubiera creado un ruido innecesario en una ceremonia siempre trascendente.

Al jurar la Constitución, la Presidenta se comprometió a “afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

La Presidenta juró por Dios, la Patria y por “El”, en alusión a su esposo, dando así un paso más en la construcción del mito de Néstor Kirchner, lo cual es producto de un culto a la personalidad como no se veía desde los años 50. Es esta es una verdadera regresión histórica que nos trae reminiscencia de una pasado que no debemos ni podemos repetir, porque a lo argentinos el pasado nos divide.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 11 de Diciembre de 2011.

Con elogios y crítcas... De Alguna Manera...

Con elogios y crítcas...

Los kirchneristas y los dirigentes afines al oficialismo destacaron varios pasajes de la exposición de la Presidenta, como los referidos a los lineamientos económicos de su gestión. La oposición cuestionó, entre otras cosas, que no haya hablado de la inflación.

El discurso de asunción de Cristina Fernández de Kirchner despertó elogios de distintos sectores políticos y económicos y críticas con diferentes matices por parte de la oposición. Desde el oficialismo rescataron los lineamientos económicos, la creación de la Subsecretaría de la Competitividad, la creación de una Secretaría de Comercio Exterior y la aprobación de leyes fundamentales como la ley de medios, la estatización de las AFJP y la movilidad jubilatoria. La Presidenta recibió el apoyo de organismos de derechos humanos, movimientos sociales, empresarios y figuras de la cultura. Desde la oposición, en cambio, criticaron la ausencia en el discurso de temas como la inseguridad, la inflación, el Indec o la búsqueda de consensos.

Los que aplaudieron...


- Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo:

“Fue un discurso maravilloso dentro de su forma de hablar y que demuestra que ella sabe gobernar y sabe lo que va a hacer para que el presidente que venga en 2015 no vaya a retroceder en esto que se construyó en su gobierno y en el de Néstor. No se va a poder decir que estamos plenamente en democracia hasta que no se encuentre a todos los nietos y se castigue a todos los responsables y no va a haber posibilidad de decir que está todo bien hasta que el 100 por ciento de los argentinos viva con dignidad”.


- Agustín Rossi, jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria:

“Nunca voy a terminar de estar agradecido con esa enorme oportunidad que me dieron Néstor y Cristina. Tuvimos cuatro años intensos en la Cámara, sobre todo los dos primeros años. Donde hubo momentos de dificultad, nosotros constituimos un núcleo político muy fuerte en Diputados, y en el Senado pasó lo mismo, nos permitieron defender aun en condiciones adversas las políticas del Ejecutivo. Destaco la crudeza y la exactitud del análisis que hizo la Presidenta acerca de la crisis financiera internacional. Vi pocos líderes mundiales hablar como lo hizo Cristina”.


- Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos:

“Cristina dejó claro que es una líder mundial y que tiene a todo un país detrás de su liderazgo. Su claridad de ideas, su lucha, su vida y sus logros como gobernante son de una magnitud capaz de movilizar al pueblo argentino hacia objetivos superiores por los que miles de argentinos, entre ellos su marido Néstor, dejaron la vida. La Presidenta tuvo una impronta motivadora, mostró sus logros extraordinarios como Presidenta y como gobernante”.


- José Ignacio de Mendiguren, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA):

“Rescato tomar como prioridad la valorización productiva por sobre la financiera. Ratificó la sintonía fina al crear la Subsecretaría de la Competitividad. Esto para nosotros es clave, porque la competitividad se va perdiendo de a poco por factores que no dependen de un ministerio. Profundizar el modelo significa extenderlo a mucha gente que no pudo incorporarse. Hemos avanzando mucho en la redistribución del ingreso pero en los sectores formales, pero tenemos una situación pendiente que es la informalidad. Y por esta vía mejorar la redistribución del ingreso en la Argentina”.


- Roberto Feletti, diputado nacional del FpV:

“Fue un repaso del progreso económico que ha vivido el país, la reparación histórica, la recuperación de su soberanía y el futuro bueno que tiene la Argentina con este gobierno. Como bien dijo la Presidenta, hace falta trabajar en la sintonía fina, tenemos que trabajar en los temas de competitividad, de organizar mejor la inserción regional y levantar nuestro comercio en la región frente a una desaceleración del mundo. Creo que esto ha sido exitoso en el 2009 y va a volver a serlo ahora”.


- Antonio Caló, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM):

“Nosotros tenemos que estar agradecidos con este proyecto económico que empezó Néstor Kirchner, porque todos los gremios y los gremios industriales hemos crecido. Esperemos que el pueblo haya entendido el mensaje. Lo que pidió la señora es que todos participemos y trabajemos para los 40 millones de argentinos. Fue como los discursos que hace la señora Presidenta cuando le habla al pueblo, le habla con el corazón. Nosotros apostamos a que la señora va a seguir profundizando este modelo económico”.


- Miguel Pichetto, presidente del bloque de senadores del FpV:

“Cristina Fernández ha sido clara respecto del futuro de crecimiento de la Argentina. Destaco el lugar central que le dio la Presidenta a la competitividad de nuestra producción de la mano del aporte de la tecnología, la gran apuesta del Estado nacional en materia de ciencia, la tecnología y la educación. Es fundamental el reiterado compromiso de la Presidenta con la defensa de los derechos humanos”.


- Carlos Heller, diputado de Nuevo Encuentro:

“El discurso de la Presidenta es una ratificación del rumbo y sus palabras son una confirmación de los ejes que ha dicho durante su campaña, lo que votó el 54 por ciento de los argentinos”.


Los que criticaron...


- Hermes Binner, gobernador de Santa Fe:

“Todo el tema que hace al federalismo ha estado ausente en el discurso. Esperábamos que hubiera convocatoria a sectores sociales, económicos políticos para construir realmente una sociedad con alta participación de todos los ciudadanos. Hay problemas reales y concretos, como la existencia de sectores que viven en la pobreza y la persistencia de la inflación. Para resolver los problemas reales y para que la democracia siga creciendo es importante que haya participación de todos y diálogo con las minorías.


- Ricardo Alfonsín, diputado radical:

“Que hagan las correcciones necesarias para que podamos vivir mejor los argentinos, sumar al crecimiento, desarrollo. Porque si no, entre todos vamos a tener que sufrir los problemas que se van a suscitar”.


- Francisco de Narváez, diputado peronista disidente:

“Fue decepcionante, un discurso muy lejos de lo que debió ser la mirada del presente y el futuro de la Nación. Si la única decisión es unificar Comercio Interior y Comercio Exterior, bajo el mando de Moreno, hay una lectura equivocada de lo que el país necesita en términos sociales, productivos, económicos y políticos. Lamentablemente, no hubo ni una sola mención al problema de la inseguridad, a la inflación, al diálogo y a la búsqueda de consensos”.


- Margarita Stolbizer, diputada del Frente Amplio Progresista:

“Darle más poder a Moreno no parece afín a la visión de desarrollo del modelo productivo que pregona Cristina Fernández, sino que afianza el camino de la persecución para cubrir los baches que vayan surgiendo. Si la Presidenta quiere recuperar competitividad, lo primero es recuperar credibilidad, hacer frente a los problemas reales reconociéndolos, iniciar un proceso de reindustrialización, recuperación del ferrocarril y una reforma financiera que le ponga el cascabel al gato de la renta financiera”.


- Fernando “Pino” Solanas, diputado de Proyecto Sur:

“La Presidenta no proyectó los lineamientos generales de su futura gestión. Fueron palabras dirigidas a sus partidarios, vacías de contenidos y planteos, olvidándose de la hora tan difícil que viven la Argentina y el mundo por la crisis económica global. Se trató de un balance en el que incurrió en imprecisiones e injusticias. Si hay un gobierno que favoreció a algunas corporaciones es esta administración, los casos de las empresas mineras es el más claro ejemplo”.


- Alfonso Prat Gay, diputado Coalición Cívica:

“Compartimos la preocupación de la Presidenta para que no haya un solo pobre en el país pero es preciso recordar que hoy hay diez millones de pobres, al igual que en 2007 al inicio de su primer mandato. Lamentamos que no se habló en ningún momento del futuro. A la Presidenta le faltó explicar de qué manera se va a evitar que el ajuste tarifario y fiscal anunciado recientemente llegue a los sectores medios y bajos”.


- Christian Castillo, dirigente del PTS:

“Cristina ratificó su ataque contra los sindicatos y el derecho de huelga. Hizo uso del lenguaje habitual de la derecha y las patronales que consideran las huelgas obreras un chantaje o una extorsión. Pero se equivoca si cree que los trabajadores que la votaron le dieron un cheque en blanco. La clase obrera no va dejar sin resistencia el ataque al salario que está en marcha”.

© Publicado por el Diario Página/12 de la CIudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 11 de Diciembre de 2011.

martes, 20 de septiembre de 2011

La Cristina y el Hermes... De Alguna Manera...

“No decidimos mirando el color político”...

Cristina Fernández de Kirchner inauguró en Rosario el Instituto de Biología Molecular, repartió créditos y, sin aludir en forma directa a la denuncia de Binner sobre supuestas dádivas, dijo que “la ciudadanía evalúa con el voto”.

Las cortesías que supone el protocolo poco importan cuando la presidenta Cristina Fernández y el gobernador Hermes Binner se sientan a la misma mesa, y más ahora, que ambos disputarán el gobierno en los comicios de octubre. Ayer volvieron a dedicarse chicanas y reprimendas durante el acto de entrega de créditos blandos del Programa del Bicentenario a 54 empresas de diez provincias, en el teatro del Parque de España, luego de haber inaugurado el Instituto de Biología Molecular Rosario, en el Centro Científico y Tecnológico situado en Ocampo y Esmeralda. La visita tuvo el condimento previo del fin de semana, cuando Binner hizo fotografiar camiones cargados con cocinas y colchones frente al predio de Gendarmería y acusó al kirchnerismo de orquestar un “reparto de dádivas” en vísperas de la visita presidencial. La jefa de Estado evitó replicar esa denuncia. “No he venido para eso. Sería un flaco favor para la sociedad instalar debates inapropiados. Luego la ciudadanía evalúa con el voto”, apretó. “No se preocupe, gobernador Binner, que cuando tomamos decisiones no lo hacemos mirando el color político de la provincia”, abundó.

El gobernador –que muestra otro tono discursivo desde que está lanzado en la campaña nacional– había señalado que se la recibía a CFK “como la Presidenta de todas las argentinas y argentinos, no como la jefa de un partido o agrupación política, o como la representante del 50 por ciento de un país”. La cita aludió a las últimas visitas de CFK: el acto del 20 de Junio y la inauguración de una planta de biodiésel en Puerto San Martín, cuando él fue blanco de las hostilidades de los militantes K.

Binner se declaró “satisfecho de que Santa Fe sea la provincia que más creció en su aporte al presupuesto nacional, porque no somos egoístas, porque nuestro federalismo es integrador”. Y pidió “un diálogo abierto y constructivo sobre los principales problemas del país”, para luego “avanzar hacia un país de adversarios respetuosos y no de enemigos irreconciliables”.

El rictus de la Presidenta, mientras tanto, anticipaba que habría réplica. Cuando Binner volvió a su asiento, no hubo saludo de rigor. Ni se miraron.

Los testigos inmediatos de esa tensión fueron los ministros Débora Giorgi y Lino Barañao; el secretario de Comercio, Guillermo Moreno; el candidato a diputado Omar Perotti –quien se pegó a Cristina durante toda la visita–, la diputada provincial electa María Eugenia Bielsa y los diputados nacionales Agustín Rossi y Gustavo Marconato. La otra mitad del palco era socialista: Antonio Bonfatti, Miguel Lifschitz, Mónica Fein, Juan Carlos Zabalza y Elida Rasino, entre otros.

Afuera, numerosos militantes de La Cámpora, Movimiento Evita y varios sindicatos rugían su apoyo a la líder del Frente para la Victoria con la misma vehemencia con la que verbalizaban hostilidad hacia el gobernador y cualquier rostro socialista que reconocieran en el tropel de funcionarios e invitados que colmó el auditorio antes de que la organización cerrara filas y dejara afuera a varios, periodistas incluidos.

La Presidenta le dedicó un dardo directo al candidato del Frente Amplio Progresista cuando abrió números de la promoción de parques industriales en el país. “El 40 por ciento de los 8.916.000 pesos que distribuimos fueron para Santa Fe, es decir, 3.521.000 pesos. Luego sigue Buenos Aires, con 17 por ciento, Córdoba 10 por ciento y Chaco 7 por ciento. No se preocupe, gobernador Binner, que cuando tomamos decisiones no lo hacemos mirando el color político de la provincia”, reconvino. Aplausos de funcionarios K y empresarios, agite de banderas y bombos en la explanada junto al río. Más tarde, Agustín Rossi diría que “la Presidenta habló como presidenta, y el gobernador, como candidato”.

Como de costumbre, Cristina Fernández abundó en cifras de su gestión. Contrastó la Rosario post crisis de 2003 con “esta Argentina pujante”, en la que la inversión del PBI en ciencia y tecnología pasó del 02, al 0,8 del presupuesto, según dijo. Destacó la inversión del 6,47 por ciento en educación y del 5 por ciento en infraestructura productiva para que “estas inversiones privadas, este crecimiento sea posible: nadie invierte si no cree en lo que ve y en lo que vendrá”.

La Presidenta instó a “industrializar la ruralidad” como forma de arraigar la población en sus lugares de origen y evitar el éxodo a las ciudades grandes. Comparó el 2003 –80 parques industriales, con 2245 pymes y 78.000 puestos de trabajo– con el presente: “Hay 280 parques industriales, con 258.800 empleos en 7745 pymes. Nada es casual, ni en política ni en economía”, celebró. Reflejó el repunte del consumo interno y de las exportaciones en varios rubros como la carne aviar (98 y 1065 por ciento, respectivamente), lácteos (22 por ciento y 245 por ciento) y automóviles (349 por ciento y 589 por ciento). “En un mundo que se derrumba y exige mayores ideas, debemos corregir rumbos cuando equivocamos, para seguir el período de crecimiento más importante en 200 años”, propuso (ver página 15).

La mandataria definió este momento como “una oportunidad histórica” con “mayor densidad de instituciones políticas restablecidas” en comparación con la crisis de 2001. “La gente estaba enojada y tenía razón, porque la clase política se dejaba subordinar por los que dictaban las políticas desde afuera. No es la economía, sino la política la que determina el rumbo de un país”, remarcó.

Cristina exhibió la foto de dos niños, Iván e Irina Fernández, hijos de un científico que en la inauguración del IBR se la obsequió. “Estas cosas son las que recompensan, y no las tonterías que una escucha todos los días –volvió a aludir, tácita, al planteo de Binner–. Este científico estaba en Alemania, en Gottingham, ciudad de 45 premios Nobel; pero vino en 2006, porque Néstor Kirchner habilitó los fondos para instalar un centro de resonancia magnética, porque estaba obsesionado con el regreso de los investigadores. Y este científico vino antes de la crisis europea, porque quiso que sus hijos crecieran en Argentina. Esa es la gente que nos hace falta. Gracias a ustedes, investigadores, empresarios, por hacer el país, para que haya muchos Ivanes e Irinas que sigan volviendo.”

Con cantitos nada amigables…

El gobernador Hermes Binner pudo percibir desde el principio el clima hostil que lo rodearía durante la visita de la presidenta Cristina Fernández. Al mediodía, en el aeropuerto internacional Islas Malvinas, sendas columnas de La Cámpora y del Movimiento Evita le prodigaron cánticos e insultos mientras saludaba a la mandataria y su comitiva de ministros y secretarios de Estado.

La breve estadía en la inauguración de la sede del Instituto de Biología Molecular lo tuvo en un discreto segundo plano mientras la jefa de Estado rompía el protocolo y se entregaba al fervoroso saludo del público contra las vallas. Cristina aceptó posar para la foto con un grupo de obreros de la Uocra, y luego con los científicos del IBM frente al edificio inaugurado. Mientras tanto, Binner y el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, esperaron con las manos en los bolsillos junto a las Trafic que los llevarían hasta el Parque de España.

© Publicado por el Diario Página/12 el martes 20 de Septiembre de 2011.

Nota:

Que notoria contradicción de la presidente… Por lado decimos: “No decidimos mirando el color político”… Por otro lado enviamos dádivas 72 horas antes de su visita a la Ciudad de Rosario… Claro, uno podría decir: Pero si estamos en campaña… Claro, si de eso se trata…

Muchas Gracias, de nada.

© De Alguna Manera...