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martes, 19 de enero de 2021

Dólar, soja y fuga… @dealgunamanera...

 Dólar, soja y fuga… 


 Fotografía: Pablo Anelli

Informe especial: Cómo opera el circuito del contrabando y la simulación de importaciones de la oleaginosa. En 2020 la Argentina perdió 1.900 millones de dólares por el rulo de importar soja para su procesamiento y exportación. Doscientos camiones semanales, sin embargo, llevan previamente los granos desde la Argentina a Paraguay y a Brasil para su reingreso posterior. Las sospechas de la UIF. Por qué no se sostienen los argumentos de productores y exportadores del complejo sojero sobre una maniobra que les reditúa fortunas y al país le provoca una sangría de divisas.  

© Escrito por Rubén Manasés Achdjian (*) y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

“En casa de herrero, cuchillo de palo” es un viejo refrán que alude a la paradoja de un bien que debería abundar en cierto lugar y que, muy por el contrario, escasea. Tal parece ser el caso de la economía argentina, considerada como la tercera productora mundial de porotos de soja pero que aun así debe importar desde terceros países esos mismos porotos que sus tierras producen en abundancia.  

Si esta paradoja ocurriera en nuestra economía solo de manera excepcional -por ejemplo, ante una disminución coyuntural de la producción agrícola por causas estacionales o por emergencias climáticas- o en contextos donde la existencia de importantes stocks de divisas disipara cualquier expectativa devaluatoria, no habría mayor motivo de preocupación. Sin embargo, la economía argentina no transita por ninguna de estas dos situaciones.  

Por el momento, el gobierno logró superar con éxito la tormenta cambiaria que se desató hacia fines de octubre cuando el dólar ilegal, el CCL y MEP iniciaron una escalada que parecía no tener techo. En esos días, los habituales voceros del establishment vaticinaban una inminente y brutal devaluación que, por otra parte, asumían como inevitable. Finalmente, ello felizmente no ocurrió y hoy la situación del mercado de divisas pareciera estar controlada.  

Claro que la estrategia de intervención para tranquilizar al mercado cambiario no fue gratuita y tuvo su trade off: el precio de esta tranquilidad se pagó con reservas del BCRA que, como ya todos sabemos, son escasas. El stock bruto de reservas al cierre de diciembre (39.216 millones de dólares) mostró que, durante la última turbulencia, el Central debió desprenderse de poco más de 2.100 millones en divisas para lograr que volviera cierta calma al mercado.  

Por su parte, el último balance cambiario publicado por la entidad señalaba que, al cierre de noviembre, se registró un nuevo déficit de 753 millones de dólares y que, a esa altura del año, la economía acumuló un “rojo” de 5.795 millones, lo que pone en relieve la clásica evidencia de que la economía argentina consume muchos más dólares que los que logra producir.  

La magnitud de déficit no es grave en sí -hablamos de un punto del PBI- sino que la gravedad que hoy representa se debe al contexto económico en el que tiene lugar. Por ejemplo, durante la gestión del macrismo en el Banco Central (2016-2019) se registró en el balance cambiario un déficit acumulado en cuatro años de 57.983 millones de dólares, a un ritmo promedio de casi 14.500 millones por año que fue cubierto a través de un gigantesco endeudamiento, de mayores liquidaciones de agrodólares y del ingreso masivo de capitales especulativos. Hoy, el actual directorio debe enfrentar una situación menos relevante en términos cuantitativos pero seriamente agravada por el hecho de no poder contar con ninguna de las alternativas mencionadas.  

La soja es hoy el “cuchillo de palo” del sector externo. Según datos del Indec, entre febrero y noviembre de 2020 se importaron poco más de 5 millones de toneladas de porotos de soja por un valor total de 1.900 millones de dólares, una cifra que tampoco sería relevante si no fuera por el contexto crítico que atraviesan las posiciones cambiarias. 

El 92 por ciento de la oleaginosa sin procesar proviene de Paraguay, el resto de Brasil y, en muy menor medida, de Uruguay. ¿Cuál es la razón que justificaría que Argentina les compre porotos de soja a los países vecinos cuando es capaz de producir 50 millones de toneladas al año? Los productores y exportadores del complejo sojero suelen recurrir a los siguientes argumentos.  

En primer lugar, destacan la necesidad del sector aceitero de cumplir en tiempo con sus compromisos de producción. Esto lo lleva a aprovisionarse en otros mercados de suficiente materia prima que ingresa al país en calidad de importaciones temporarias para, luego, procesarlo y exportarlo al mundo bajo la forma de aceite, harinas y pellets. Hasta aquí la respuesta parece más que atendible, si no fuera por algunas otras evidencias que la tornan inconsistente.  

Entre febrero y noviembre, mientras el sector aceitero importaba un promedio mensual de poco más de medio millón de toneladas de soja sin procesar, no se registraban faltantes que justificaran estas compras. Tampoco se interrumpió la exportación, lo que hubiese sido aconsejable para abastecer a la industria local en vez de importar.  

El ejemplo más claro para graficar esta situación tuvo lugar en agosto pasado: mientras los productores informaban la existencia de un stock de 14 millones de toneladas de porotos de soja, las aceiteras importaron 471.400 toneladas. Los agroexportadores, por su parte, declaraban ese mismo mes ventas al exterior por 250.150 toneladas que, de haber permanecido en el mercado local, hubiesen servido para absorber más de la mitad de los suministros externos demandados por las aceiteras. 

Estas operaciones cruzadas y aparentemente descoordinadas tienen, por cierto, nombre y apellido. En agosto, más de la mitad de las exportaciones de soja a granel (132.000 toneladas) fue realizada por la cerealera santafesina Díaz y Forti SA, firma que también exportó en el mismo mes 25.000 toneladas de aceite de soja. Recordemos al lector que hace un mes el BCRA suspendió las operaciones de cambio de Díaz y Forti SA, una módica empresa que creció exponencialmente gracias a vínculos bastante opacos -hoy minuciosamente investigados- con la intervenida aceitera Vicentin.  

Otra razón aducida por el complejo aceitero en favor de la importación es que la soja sin procesar de origen paraguayo posee un mayor contenido en proteínas que la que se cosecha en Argentina. Ello permite un proceso más eficiente de la molienda del poroto y, por ende, una mejor colocación del producto final en los mercados internacionales. Este problema planteado como una falta de aptitud de la naturaleza parecería no tener solución. 

Sin embargo, un estudio producido por Martha Cuniberti y Rosana Herrero, investigadoras del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) muestra que, entre 1997 y 2018, la soja cultivada en la Zona Núcleo (conformada por los principales departamentos agrícolas de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba) perdió 5 puntos porcentuales de valor proteico y que esta pérdida podría haber sido corregida con una adecuada rotación de cultivos y combinando, durante el proceso de industrialización, cantidades adecuadas de soja de 1ª (que tiene mayor contenido de aceite) con soja de 2ª (con mayor contenido proteico). “Estas pérdidas -señala este interesante estudio que el sector sojero parece haber ignorado- se trasladan al productor que recibe un precio menor, a la industria que disminuye su capacidad de molienda y al país por disminución de las primas de harina argentina implicando una caída importante en los ingresos por exportación, como primer exportador mundial de harinas proteicas”. De modo que no se trataría, entonces, de la falta de una aptitud natural de nuestros suelos ya que, luego de leer el informe, queda bien claro que “lo que natura non da, el INTA sí presta”.  

Una tercera respuesta al fenómeno de la importación de soja es la que el propio sector evita comentar. Recientemente, las autoridades policiales y tributarias misioneras detuvieron y decomisaron en la localidad de San Vicente una decena de camiones cargados con soja (aproximadamente 250 toneladas) que se dirigían a Colonia Alicia, en la frontera con Brasil. La fuga de soja argentina desde Misiones al Paraguay y Brasil para eludir el pago de derechos de exportación es una modalidad recurrente del contrabando y, según algunas fuentes, moviliza cerca de 200 camiones semanales que se desplazan desde Chaco, Santa Fe e, incluso, de Buenos Aires hacia la frontera noreste.  

En torno a este problema, el presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Carlos Cruz, señaló que “cuando los granos no se liquidan oportunamente, no es sólo que quedan en el silo, sino que son objeto de contrabando”. Precisamente, parte de la soja que se fuga por la canaleta del contrabando es la misma que vuelve a ingresar al país bajo la modalidad de importación temporaria para ser procesada en las plantas de molienda locales.  

Es importante recordar, además, que el régimen de importación temporaria permite que el industrial aceitero pueda deducir el valor de la importación de la materia prima de la base imponible sobre la que se aplican los derechos de exportación que debe pagarle al fisco argentino, de modo tal que solo debe abonar el gravamen por el valor agregado del procesamiento industrial. Ahora bien: ¿qué sucede en términos tributarios si una empresa lograra pasar de contrabando soja a granel a través de alguna de nuestras fronteras con destino a una filial o empresa asociada, por ejemplo, en Brasil o Paraguay para, luego, importar legalmente esa misma soja, en carácter temporario, para producir aceite, venderlo al exterior y pagar derechos de exportación solo por la diferencia de precios existentes entre el aceite y la materia prima? La respuesta es bien sencilla. Tan sencilla, que obliga a mencionarla en voz baja.  

En muchos meses consecutivos de esta larga pandemia y sus consecuencias más evidentes (retracción económica, caída de reservas y restricción cambiaria), las miradas del gobierno y de los principales medios estuvieron puestas en el goteo incesante de reservas para satisfacer el deseo de atesoramiento de los pequeños ahorristas, habilitados a comprar de a 200 dólares por mes con el fin de preservar sus ingresos o para obtener una pequeña renta diferencial haciéndolos puré en el mercado ilegal. No intento minimizar este fenómeno sino señalar apenas que, mientras esto ocurría, también sucedían estas otras fugas más relevantes y sofisticadas, sin duda. Fugas sobre las que se habla muy poco y distorsionadas con operaciones mediáticas e infundadas denuncias sobre un supuesto avance del gobierno sobre la propiedad privada. 

Una decidida estrategia de intervención pública en el mercado de granos, que no se agote en su aspecto exclusivamente cambiario y que se proponga coordinar la demanda y la oferta, evitando faltantes para el proceso industrial y, al mismo tiempo, combatiendo el contrabando y otras operaciones más complejas de evasión o elusión impositiva, aconsejan a todas luces que la cuestión un lugar de primer orden en la agenda pública. Sin estridencias ni anuncios oficiales que luego deben ser retrotraídos.  

En nuestra economía el complejo agroexportador en general -y el complejo sojero en particular- es, tradicionalmente, el principal generador de divisas. Es razonable pensar entonces que el control, la regulación y la transparencia en todas estas actividades merecen una acción coordinada y efectiva de numerosas agencias gubernamentales, y no solo de la cartera económica o del Banco Central de manera aislada.  

Por lo pronto, el esfuerzo público por frenar el drenaje de más de 1.900 millones de dólares anuales que van a parar a otras economías en vez de reinvertirse en el país bien vale la pena.  

(*) Politólogo (UBA). Director de la consultora Tramas & Tendencias.  

CLAVES: contrabando dólares 

* El 92 por ciento de la soja sin procesar proviene de Paraguay, el resto de Brasil y, en muy menor medida, de Uruguay. 

*  La fuga de soja para eludir el pago de derechos de exportación es una modalidad recurrente del contrabando. 

* En agosto, más de la mitad de las exportaciones de soja a granel fue realizada por la santafesina Díaz y Forti SA, vinculada a la intervenida Vicentin. 

* El control, la regulación y la transparencia del complejo sojero merece una acción coordinada de las agencias gubernamentales.




viernes, 1 de mayo de 2020

Crisis en las cárceles. Como es la situación en todo el mundo, país por país... @dealgunamanera...

Crisis en las cárceles: lo que los medios no dicen...

Crisis en las cárceles: lo que los medios no dicen. Imagen: EFE

La ofensiva mediática sobre la crisis carcelaria que plantea el coronavirus, llevada al paroxismo por las delirantes conclusiones de una senadora de Juntos por el Cambio, intenta instalar la absurda idea de que en Argentina hay un plan que busca "liberar a los presos" con ocultos fines políticos. Una mirada a lo que ocurre en los demás países demuele esa mirada.

© Escrito por Raúl Kollmann el miércoles 29/04/2020 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

En los últimos 20 días, a raíz de la pandemia, se produjo una oleada mundial de morigeración de las penas de los presos. Un solo estado norteamericano, California, mandó a sus casas a 3.500 internos, pero las cifras son impresionantes en todos los países.
Las razones son tres. 

La primera, es que la cárcel es lo opuesto al aislamiento y mueren los presos. Pero no sólo los presos. Sino también los penitenciarios, los médicos, enfermeros y una parte del personal de los penales. 

La segunda razón es que este último hecho provoca un tremendo ausentismo del personal. En Escocia, el lunes falta el 25 por ciento de los penitenciarios. De manera que se está previniendo el hecho concreto de que no haya quien cuide y controle a los internos. 

La tercera razón es el contagio. No únicamente hacia adentro de la cárcel sino hacia afuera. Chicago definió que el penal Cook Jail, que tiene 355 infectados, es el principal foco de la ciudad. La prisión Marion, en Ohio, tiene el record, seguramente mundial: 1.800 internos contagiados. Y eso no queda encerrado en los muros.

Aunque la mayoría de la gente no lo sepa, son muchísimas las personas, obviamente no los presos, que entran y salen cada día de un penal y lo mantienen en estrecho contacto con el mundo que lo rodea.

Los números en algunos países son impactantes:

*Iran puso en libertad a 85.000 prisioneros, una cifra descomunal.

*Turquía mandó a sus casas 45.000

*Indonesia 30.000

*En Brasil, el cálculo más restrictivo, es que salieron de los penales unos 30.000 presos. Algunos dicen que ya está en su domicilio el doble de esa cifra.

*Francia, hasta el 13 de abril, liberó a 9.923 detenidos según los datos oficiales de la Asamblea Nacional, publicados por el diario Nice--Matin. Desde el 13 hasta hoy, la cifra superó largamente los 10.000.

*En el Reino Unido, el sistema federal tiene 84.000 presos, y ya salieron 4.000, dice la BBC en un informe publicado el 4 de abril, es decir que hoy el número es muy superior. El mismo medio dice que aproximadamente dos mil presos están infectados y el cuello de botella son los penitenciarios: el ausentismo es masivo, incluyendo el 25 por ciento de faltazos en Escocia.

*En Estados Unidos, el país con mayor cantidad de presos del planeta --2.300.000 entre federales y estaduales--, no sólo California mandó a sus casas a 3.500 internos, dato publicado por el diario The Guardian, de Londres. El gobernador de Nueva York ordenó la domiciliaria para 1.100 presos. La cadena de derecha Fox, calculó hace casi un mes, que la cifra de liberados, superaba los 16.000. El procurador William Barr libró la orden de que salgan de las prisiones federales los detenidos de más de 60 años, unos 10.000. Incluso Donald Trump estuvo por firmar una instrucción de que se otorgue la libertad condicional a todos los que hubieran cumplido la mitad de la pena. El presidente al final no firmó esa norma. El verdadero cálculo hoy en día es que están en sus casas el 20 por ciento de todos los que estaban en penales y el The New York Times estimó que Estados Unidos tiene en este momento la menor cantidad de presos desde la Segunda Guerra Mundial.

*En México --según un cable de Reuters-- se dictó una amnistía que benefició a 6.200 presos, la mayoría excarcelados con pulseras electrónicas. A una parte no se le permite salir todavía porque se está verificando si están infectados. En el total se incluyen 200 mujeres que están presas por abortar.

*"Hoy promulgamos la ley de indulto general conmutativo, que conmuta o sustituye la privación de libertad en los establecimientos penitenciarios de 1.700 personas por reclusión total en los domicilios". El comunicado oficial del 16 de abril lleva la firma de Sebastián Piñera, presidente de Chile.

*Mediante el decreto número 546 del presidente Ivan Duque, se dictó la prisión domiciliaria de unos 4.000 presos en Colombia.

*Un solo estado alemán, Westphalia, liberó mil presos y España envió a prisión domiciliaria a todos los detenidos llamados de tercer grado, o sea que tenían ya salidas transitorias y están en la última etapa de su condena. En total, cerca de 8.000.

Es fácil observar que todas estas medidas fueron tomadas por gobiernos de distintos colores, presidentes de derecha, de ultraderecha, progresistas, de centro, islamicos, cátólicos, anglicanos o poco creyentes. Tampoco parece probable que junto con el coronavirus se haya desarrollado una epidemia de piedad o amor al prójimo.

La explicación es que tanto la Organización Mundial de la Salud, como la titular de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, coincidieron en que las cárceles son una catástrofe potencial, por el peligro de contagios dentro de los establecimientos dado que no hay marco para distanciamiento alguno; peligros de infecciones hacia afuera porque los penitenciarios, médicos, cocineros, empleados entran y salen; porque el hacinamiento y el temor provocan motines en todas las latitudes y porque hay una multitud de internos que no representan peligro, incluso con la ayuda que hoy se encuentra en la tecnología y en los dispositivos como pulseras y tobilleras. Hay un mito de que un preso puede romper o librarse de esos mecanismos electrónicos. La realidad es que ocurre en menos del uno por mil de los casos: son muy pocos los ex detenidos que arriesgan el beneficio de estar en su casa en lugar de cursar la detención en el infierno de la cárcel.

Este panorama mundial es el que explica el diálogo de este lunes del presidente Alberto Fernández en Radio con Vos justamente sobre este tema: "No es un problema solo de la Argentina --argumentó Fernández--. Hablemos con seriedad. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos resaltó que los estados debemos atender la salud de los que están presos y ahí recomiendan la prisión domiciliaria o las pulseras electrónicas. El mundo entero aborda este problema". 




jueves, 30 de abril de 2020

The New York Times. El coronavirus ataca las cárceles y cientos de miles de presos son liberados… @dealgunamanera…

El coronavirus ataca las cárceles y cientos de miles de presos son liberados…

Fotografía: Reuters/Jason Redmond

Las cárceles de todo el mundo se han convertido en potentes zonas de transmisión del coronavirus, lo que ha obligado a que algunos gobiernos tengan que liberar a cientos de miles de presos en una loca lucha por frenar la propagación del contagio tras las rejas.

© Escrito por Ernesto Londoño, Manuela Andreoni y Letícia Casado el 28/04/2020 y publicado por el Diario Digital Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La pandemia también desencadenó rebeliones de prisioneros, puesto que los presos enojados han hecho que se preste atención a los problemas crónicos de los sistemas correccionales en muchos países, incluidos el hacinamiento, la suciedad y el acceso limitado a la atención médica.

En Brasil, que tiene uno de los sistemas penitenciarios más grandes y sobrecargados, los reclusos han grabado videos tras las rejas en los que amenazan con matar a los guardias a menos que el gobierno actúe rápidamente para mejorar sus condiciones.

En Colombia, los prisioneros preocupados por contraer el coronavirus organizaron un motín que dejó un saldo de 23 fallecidos. El viernes, los reclusos de un centro penitenciario en Buenos Aires, Argentina, se enojaron por la falta de protección contra el virus y durante nueve horas se amotinaron realizando acciones como subirse al techo de las instalaciones, quemar colchones y exhibir una pancarta que decía: “Nos negamos a morir en la cárcel”.

A medida que el virus fue sumiendo prácticamente a todos los países en una crisis el mes pasado, los expertos de la ONU en materia de detención, la Organización Mundial de la Salud y activistas de derechos humanos han instado a los gobiernos a que se apresuren a reducir sus poblaciones de prisioneros.

En muchos países los centros de detención están atestados, y en algunos casos lo están de manera peligrosa” dijo Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, en un comunicado. Agregó que las consecuencias de descuidarlos “podrían ser catastróficas”.

Al menos 125 países tienen poblaciones de prisioneros que superan las capacidades de sus sistemas correccionales, incluidos 20 que tienen más del doble de los reclusos que pueden albergar, según el Informe Mundial sobre Prisiones, una base de datos del Instituto de Investigación de Política Criminal de la Universidad de Londres.

La facilidad de propagación del virus tras las rejas se evidenció en febrero, cuando al menos 555 reclusos en China se infectaron en instalaciones en las provincias de Hubei, Shandong y Zhejiang.

En respuesta, el gobierno despidió a varios guardias por no haber evitado el brote, prohibió las visitas a la prisión y exigió que los guardias de varias instalaciones permanecieran en sus puestos durante semanas.

Cinco prisiones de Hunan designaron un edificio dentro de sus instalaciones para aislar a los prisioneros y guardias infectados. Los reclusos en una prisión de Shandong fueron trasladados a hoteles para ponerlos en cuarentena luego de que un guardia regresó de Wuhan, donde se reportó por primera vez el coronavirus, e infectó a otros guardias y reclusos.

Conforme el virus se extendía rápidamente a través de las fronteras en las siguientes semanas, los funcionarios de muchos países suspendieron las visitas a las cárceles, pero lucharon por imponer medidas de distanciamiento social en las instalaciones sobrepobladas.

Irán, que ha sido uno de los países más afectados, a mediados de marzo liberó temporalmente a unos 85.000 detenidos, incluidos algunos presos políticos. Pero los defensores de los derechos humanos también han criticado a Irán por lo que definen como una dura represión de los reclusos que han protestado por el riesgo de infección.

Bachelet dijo el miércoles que Irán quizás haya acelerado las ejecuciones de los prisioneros sentenciados a muerte que se unieron a algunas de esas protestas.

Este mes, el Parlamento de Turquía aprobó una ley que autoriza la liberación temporal de 45.000 prisioneros. Indonesia ha liberado a unos 30.000.

Miles de prisioneros, incluidos algunos migrantes, también han sido liberados en Estados Unidos.

En Brasil, las autoridades reportaron cuatro muertes, 104 casos confirmados de coronavirus y 145 sospechosos entre los prisioneros hasta el domingo. Las autoridades del país dicen que han liberado a unos 30.000 prisioneros. Pero esa cifra no es significativamente más alta que la tasa de liberación típica, según los expertos.

Los investigadores sostienen que el alcance del problema en Brasil no está claro porque solo 682 de los más de 773.000 prisioneros del país han sido examinados.

Drauzio Varella, un médico que estudia la situación de los centros penitenciarios y que ha escrito libros sobre las necesidades de atención médica de los prisioneros en Brasil, dijo que un número desproporcionado sufre condiciones graves como diabetes, obesidad e hipertensión.

“Las cárceles en Brasil a menudo tienen el doble o el triple de la capacidad para la que fueron construidas, e incluso hay personas que duermen en el piso”, dijo. “Una persona con tos puede infectar a todas las demás”.

Para evitar la transmisión del virus, los funcionarios brasileños suspendieron las visitas de familiares y abogados y buscaron intensificar las medidas de higiene en las prisiones federales y estatales.

Aunque los jueces brasileños han aprobado miles de peticiones de libertad anticipada, altos funcionarios del Ministerio de Justicia argumentan que sería un error liberar a los prisioneros en masa porque eso crearía riesgos para la seguridad pública.

Los defensores de los presos dicen que es más arriesgado que los reclusos permanezcan en las cárceles.

La Pastoral Carcelaria Nacional, una organización cristiana que apoya a los prisioneros y sus familias, dijo que a muchos familiares de los encarcelados se les ha prohibido proporcionarles alimentos y artículos de higiene.

Los presos logran satisfacer la mayor parte de sus necesidades materiales con lo que les llevan sus familias, ya que la comida que se les da adentro es terrible y escasa”, dijo la hermana Petra Silvia Pfaller, coordinadora del grupo. “Incluso antes de la pandemia ya estaban pasando hambre”.

Vincent Ballon, el principal experto en temas de detención del Comité Internacional de la Cruz Roja, dijo que la crisis del coronavirus debería impulsar a los gobiernos de todo el mundo a reconsiderar las leyes y políticas que han generado prisiones sobrepobladas y mal administradas.

“Esperamos que sea una oportunidad para reconsiderar la privación de la libertad, especialmente acciones como la detención preventiva y la detención de inmigrantes”, dijo.

Mário Guerreiro, quien lidera el Consejo Nacional de Justicia, un grupo brasileño que monitorea y supervisa el sistema penitenciario del país, dijo que la pandemia había dejado en claro las deficiencias de ese sistema, que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas sin una inversión proporcional para incrementar sus capacidades.

Brasil tiene la tercera población carcelaria más grande del mundo, detrás de Estados Unidos y China, según el Informe Mundial sobre Prisiones. El promedio de sobrecapacidad en las cárceles brasileñas es del 168 por ciento.

“Brasil tiene prisiones cuyas condiciones humanitarias equivalen a las de los campos de concentración”, dijo Guerreiro. “Es una crisis humanitaria”.

c.2020 The New York Times Company



sábado, 29 de junio de 2019

La UE y Mercosur logran un acuerdo de libre comercio... @dealgunamanera...

La UE y Mercosur logran un acuerdo de libre comercio “histórico” tras 20 años de negociación…

El presidente francés Emmanuel Macron y el brasileño Jair Bolsonaro, en la cumbre del G-20 (Jacques Witt / AFP)

El presidente brasileño Jair Bolsonaro se felicita por un acuerdo “histórico”.

© Publicado por el viernes 28/06/2019 por el Diario La Vanguardia de la Ciudad de Barcelona, España.


La Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) lograron este viernes pactar un acuerdo de libre comercio tras veinte años de negociación. El acuerdo ha sido anunciado por representantes de Argentina y Brasil y posteriormente confirmado por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, que lo ha calificado de “histórico”.

“¡El acuerdo comercial con Mercosur hecho! Un momento histórico. En medio de las tensiones comerciales internacionales, estamos enviando una señal potente de que apoyamos el comercio basado en normas”, escribió Juncker en su perfil de la red social Twitter.

Añadió que se trata del “mayor acuerdo comercial” que la UE ha cerrado en su historia y consideró que es un resultado “positivo” para el medio ambiente y los consumidores.


La satisfacción es absoluta entre los dos grandes impulsores del acuerdo, Argentina y Brasil. El Gobierno que encabeza Mauricio Macri indicó en un comunicado que se trata de un “hito para la inserción internacional” de Argentina porque aumentará las exportaciones de las economías regionales y consolida la participación de las empresas del país en cadenas globales, entre otros aspectos. “Es el resultado de un esfuerzo de diálogo, coordinación y entendimiento tanto entre los países miembros del Mercosur, así como entre sus gobiernos y el sector privado, cámaras sectoriales y asociaciones sindicales de cada uno de ellos”, afirmó.


Desde Brasil, el propio presidente Jair Bolsonaro –que que ha calificado de “histórico” el acuerdo a través de su cuenta de Twitter. Bolsonaro, quien se encuentra en Japón para participar de la cumbre del G20 que se está celebrando en la ciudad de Osaka, también sostuvo que el acuerdo comercial “será uno de los más importantes de todos los tiempos” y que resultará en “enormes beneficios” para la economía brasileña.


Por su parte, el Gobierno ha resaltado este viernes el papel “determinante” que ha jugado el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para que se haya podido cerrar un acuerdo comercial. Fuentes del Gobierno han confirmado la consecución de ese acuerdo, que han calificado de una “muy buena noticia” tras veinte años de negociaciones. Además, han hecho hincapié en el papel desempeñado por Sánchez para que esas negociaciones hayan fructificado.

En el último Consejo Europeo, celebrado en Bruselas la pasada semana, el presidente del Gobierno impulsó la firma de una carta por parte de siete líderes europeos y dirigida al presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, reclamando que se culminaran esas negociaciones para un acuerdo de comercio con Mercosur. 

La carta promovida por Sánchez fue firmada por él, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro portugués, Antonio Costa; el holandés, Mark Rutte; el de la República Checa, Andrej Babis; el letón, Krisjanis Karins; y el sueco Stefan Lofven. En su misiva consideraban que había llegado el momento de cerrar el acuerdo ante la “amenaza del proteccionismo” y otros factores geopolíticos que afectan a las exportaciones.

A principios de mes, Macri y Bolsonaro se reunieron en Buenos Aires y anunciaron que el acuerdo estaba más cerca. “Estamos en la inminencia de firmar un acuerdo”, dijo Bolsonaro, mientras que Macri afirmó que “estamos muy cerca”, en una comparecencia conjunta ante la prensa, sin preguntas. Uno de los líderes más reticentes al acuerdo ha sido el presidente francés Emmanuel Macron, que este mismo jueves rebajaba las expectativas sobre el acuerdo, especialmente si Bolsonaro cumplía su amenaza de retirar Brasil del acuerdo climático de París.

Los ministros de Exteriores del Mercosur han encabezado la negociación desde el miércoles con varios comisarios europeos de los últimos detalles de ese acuerdo y, en paralelo, han trabajado los respectivos equipos técnicos. 


La UE y Mercosur logran un acuerdo comercial tras 20 años de negociaciones. Video: Diario El País de Madrid, España.



domingo, 8 de abril de 2018

Eduardo Galeano. "Las venas abiertas de América Latina"… @dealgunamanera...

No volvería a leer ‘Las venas abiertas de América Latina"… 

Eduardo Galeano, en la Bienal del Libro de Brasilia. Fotografía

El escritor uruguayo opinaba que ni el fallecido Hugo Chávez ni Barack Obama "entenderían el texto" de la obra.



© Escrito por Marina Rossi el 05/05/2014 en São Paulo, Brasil y publicado por el Diario El País de la ciudad de Madrid, España.

Desde su publicación en 1971, Las Venas Abiertas de América Latina, del escritor uruguayo Eduardo Galeano, se transformó en un clásico de la izquierda latinoamericana.

En la obra, el autor analiza la historia del continente: la explotación económica y la dominación política a la que ha sido sometido, desde la colonización europea hasta los años setenta, época de su publicación. Esto, en el contexto de la Guerra Fría (1945-1991), y cuando se ponía en marcha la era de las dictaduras militares en América Latina.

El libro de Galeano era tan identificado con las ideologías revolucionarias y de izquierda que fue proscrito de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay mientras estos países permanecieron bajo el yugo dictatorial. Galeano estuvo preso en su país tras el golpe de 1973 y después, obligado a exiliarse: primero en Argentina y después en España.

Cuarenta años después, Galeano confiesa que no leería nuevamente su libro más exitoso. “No sería capaz de leerlo de nuevo. Caería desmayado”. Así lo dijo durante una visita a Brasil el mes pasado, donde participó en la Segunda Bienal del Libro en Brasilia, realizada entre el 11 y el 21 de abril pasados. “Para mí, esa prosa de la izquierda tradicional es aburridísima. Mi físico no aguantaría. Sería ingresado al hospital”, dijo el autor, de 73 años, en una rueda de prensa recogida por Agencia Brasil y el blog Socialista Morena.

No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que, para mí, está superada.

El episodio demuestra que Galeano asumió un tono más mesurado para analizar el maniqueísmo político de otrora. “En todo el mundo, experiencias de partidos políticos de izquierda en el poder a veces fueron correctas, a veces no, y en muchas ocasiones fueron demolidas porque estaban correctas, lo que dio margen a golpes de Estado, dictaduras militares y periodos prolongados de terror, con sacrificios y crímenes horrorosos cometidos en nombre de la paz social y del progreso”, dijo el escritor. “En otras ocasiones, la izquierda ha cometido errores muy graves”, añadió.

Las Venas Abiertas de América Latina se publicó cuando Galeano tenía 31 años y, según el propio escritor, en aquella época él no tenía la formación suficiente para rematar aquella tarea. “[Las Venas Abiertas] intentó ser una obra de economía política, solo que yo no tenía la formación necesaria”, valora. “No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que, para mí, está superada”.

En 2009, durante la Quinta Cumbre de las Américas, el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, le regaló un ejemplar de Galeano al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. En esa ocasión, la obra saltó de la posición 60.280 de la lista de los títulos más vendidos de la web Amazon.es a la décima posición en solo un día.

El escritor fue cuestionado sobre el episodio. Respondió: “Ni Obama y ni Chávez entenderían el texto […]. Él [Chávez] se lo entregó a Obama con la mejor intención del mundo, pero le regaló a Obama un libro en un idioma que él no conoce. Entonces, fue un gesto generoso, pero un poco cruel”.