lunes, 17 de agosto de 2020

Revista Humor® - Un vehículo de resistencia… @dealgunamanera…

A 40 años del nacimiento de Humor®, la única voz entre los escombros…


Con un país asfixiado por el poder absoluto y la represión generalizada, la publicación fue un soplo de aire fresco, luchando contra el miedo, el asesinato, la desaparición forzada y la inseguridad.

© Publicado el sábado 09/06/2018 por el Periódico Digital Semanario de Junín, de la Ciudad de Junín, Provincia de Buenos Aires, República de los Argentinos.

El mes de junio, que ya empezamos a transitar, nos dibuja dos recuerdos enfrentados: se cumplen 40 años del nacimiento de la revista Hum® y nueve de la muerte de su máximo impulsor, Andrés Luis Cascioli, el último gran creativo de la extensa saga de talentosos del humor gráfico argentino.

Protagonista esencial de inolvidables hitos editoriales que desafiaron la censura en tiempos oscuros del país, el Tano representó una bocanada de aire puro ante tanta metralla, humillaciones y crímenes aberrantes. Sus dibujos, caricaturas y diseños forman parte de la iconografía de aquellos años tumultuosos, dentro de un fenómeno periodístico-cultural irrepetible.

Es difícil, casi imposible, explicar a quienes no vivieron la quijotesca epopeya de Hum®, de qué manera esperábamos la llegada de la revista. Soy de aquellos empedernidos lectores (hoy orgulloso coleccionista de toda la obra completa) que mutaban del asombro al placer, del deleite a la fascinación, con las notas del Gordo Soriano, Dolina, Feinmann, Kovadloff, Abrevaya, Moncalvillo o las tiras de “El Cacique Paja Brava” (Fabre-Tabaré), “Las Puertitas del Señor López (Carlos Trillo-Horacio Altuna”, “La Clínica del Dr. Cureta” (Meiji-Ceo), “Los hijos de López” (Sanz-Ceo), “Boogie, el aceitoso” (Fontanarrosa), “Vida Interior” (Tabaré), “Las andadas de los tránsfugas doctores Piccafeces” o el “Romancero del Eustaquio” (Fabre-Tabaré). Recuerdo que iba a buscar la revista al negocio de Florentino Ibáñez (Sáenz Peña al 400 y pico), quien me alertaba: “Ojo, pibe, que no vean lo que llevás, andan sueltos muchos alcahuetes de los milicos”.

Creador de brillantes publicaciones políticas como Satiricón, Chaupinela, El Ratón de Occidente y Mengano (todas ellas con una pluma de lujo: Dante Panzeri), sin embargo Cascioli hizo con Hum® su éxito más clamoroso. De inmediato, la revista sedujo a una inmensa masa de lectores desesperados por encontrar un oasis dentro del desierto cultural de fines de la década del ´70. Con acidez, espíritu crítico e irreverencia, la gente empezó a reírse de los militares.

Cascioli empezó con Satiricón, en febrero del ‘74. En mayo de 2006 recordaba, que en esa época molestó mucho al Gobierno una tapa suya que tituló “En boca abierta… ¡entran moscas!”. “En Satiricón quisimos diferenciarnos desde el diseño, aunque era más una revista sociológica que política, con notas muy analíticas. En ese mes del ‘74 Perón ya estaba en el poder y empezaron a amenazarnos con la censura. El peronismo siempre simpatizó con la censura. La advertencia era que no había que hablar demasiado. Yo andaba loco con esa mosca: quería que la verdad estuviera posada en la lengua, que la gente sintiera que la mosca estaba ahí”, decía el Tano.

La revista Humor Registrado nació pocas horas después del comienzo del Mundial 1978, época negra e infame de la historia argentina. Un acontecimiento usado para “limpiar” tanta mugre ante el mundo. El primer número tiró 40.000 ejemplares, de los que vendió la mitad. En la tapa, aparece un César Luis Menotti dibujado con las características orejotas del todopoderoso Ministro de Economía de la dictadura, el tristemente célebre José Alfredo Martínez de Hoz. Más abajo, en letras bien irónicas se leía: “El Mundial se hace, cueste lo que cueste”, frase acuñada meses antes por Jorge Sanguinario Videla. En plena dictadura, la publicación se levantó con valentía dentro de un mercado periodístico cómplice y permisivo, asumiendo con modestia como “la revista que supera, apenas, la mediocridad general”. El Tano solía decir que “nuestro trabajo fue pensar cómo gambetear a la censura”.

La clave del éxito de Hum® residió en mostrar la satirización de los “intocables”, con periodistas de una inteligencia muy aguda. La gran virtud fue dar en el punto justo, con la profundización de los temas, yendo siempre más allá. Vean, si no, qué nombres desfilaron por la redacción de la calle Venezuela: Tomás Sanz, Alejandro Dolina, José Pablo Feinmann, Horacio Verbitsky, Langer, Rep, Limura, Izquierdo Brown, Héctor Ruiz Núñez, Carlos Nine, Alan Pauls, Marcelo Figueras, Daniel Guebel, Jorge Sábato, Alvaro Abós, Tabaré, Aída Bortnik, Juan Sasturain, Aquiles Fabregat, Trillo, Altuna, Santiago Kovadloff, Grondona White, Meiji, Maitena, Crist, Osvaldo Soriano, Carlos Abrevaya, Osvaldo Ardizzone, Mona Moncalvillo, Ceo, Crist, Maicas, Walter Clos, Raúl Fortín, Maicas, Carlos Braccamonte, Santiago Varela, Jorge Garayoa, Carlos Ulanovsky, Jorge Guinzburg, Norberto Firpo, Juan C. Martini, Gloria Guerrero, Enrique Vázquez, Aníbal Vinelli, Hugo Paredero, Jaime Emma, Pacho O´Donell y Luis Gregorich, entre tantos otros.

En 1980, con las virulentas quiebras de Sasetru, el BIR y el Banco de Los Andes, el derrumbe de la política económica de Martínez de Hoz comenzó a emitir pizcas concretas, en ese momento poco perceptibles. Al año siguiente se abandonó el dólar barato, mientras la CGT y los partidos políticos empezaron a salir de la hibernación. Viola reemplazó a Videla. Luego, con un golpe dentro del golpe, llegó Leopoldo Fortunato Galtieri. Fue una etapa en la que Hum® asumió claramente la voz más fuerte a favor del fin de la dictadura. En 1982 la revista era todo un fenómeno masivo, un síntoma que se aceleró luego del desastre en la Guerra de las Malvinas. El Proceso entró en retirada y la publicación se encontró siendo el único medio no cómplice, llegando a vender más de 300 mil ejemplares, una cifra insólita aún para estos días.

Paradójicamente, con la llegada de la democracia comenzaron los tiempos más difíciles para Hum®, al extremo que las ventas cayeron un tercio. Esto lo explica Tomás Sanz, uno de los discípulos de Cascioli y último director: “Una cosa era cuando todos estábamos contra los militares y otra fue cuando llegó la democracia. Porque los peronistas nos veían como gorilas, los radicales suponían que teníamos que acompañarlos en su gestión y la gente de izquierda se dio cuenta de que nosotros muy de izquierda no éramos. Y se nos fueron yendo lectores. Después del ´83 todos salieron en patota a hablar, pero hasta el ´83 si alguien quería leer algo o enterarse de algo que pasaba en la dictadura, tenía que comprar Hum®, porque tampoco en los diarios iba a encontrar nada”.

Los años del menemismo fueron lapidarios para buena parte del país y Hum® no resultó la excepción, con más de treinta juicios entablados por el venerable Carlitos. Andrés Cascioli lo contó a su manera: “La decadencia de la clase media y la ola de juicios con que el gobierno quiso desgastar a la publicación, se sumó la pérdida de la sintonía fina con el lector. En la era de CQC, los códigos de humor de la revista había dejado de ser compartidos por las mayorías, y desde el punto de vista periodístico, no se supo enfrentar la competencia indirecta de un medio ideológicamente cercano pero diario en vez de quincenal, como fue el Página/12 de la época de Jorge Lanata. La redacción se fue despoblando, y arreciaron los juicios laborales e impositivos. Lo peor fueron esos últimos años, porque nos dábamos cuenta de que no llegábamos a la gente”.

Hoy, de acuerdo a las condiciones que exhibe tanto el mercado como el negocio editorial, sería poco probable imaginar la implementación de una segunda etapa de Hum®. Por ejemplo, no se podría juntar las plumas calificadas de entonces, simplemente porque los jóvenes de entonces, hoy son nombres fuertemente cotizados en el mundo del periodismo. Otros, como Osvaldo Soriano, Jorge Grinzburg, Carlos Abrevaya, Roberto Fontanarrosa, Osvaldo Ardizzone y Walter Clos, han muerto. ¿Cómo reemplazarlos? Los éxitos no se pueden clonar. El suceso que arrancó esta fantástica revista en 1978, es imposible que en 2018 pudiese repetirse, en un mundo atrapado por internet, redes sociales y celulares.

El humor político en Junín
La historia del humor político en la Argentina es más larga que la del país: comenzó en 1802, cuando el Telégrafo Mercantil publicó un soneto satírico sobre el virrey Joaquín del Pino. En medios gráficos, la tradición es rica, ya que pueden recordarse hitos como “El mosquito”, “Caras y Caretas”, “P.B.T.”, “Cuatro Patas”, “Tía Vicenta”,  “Satiricón”, “Chaupinela” y “Humor®”.

En nuestra ciudad hay pocos antecedentes que registren el paso del humor político, pese a la tela que hay para cortar. Semanario, desde su reaparición dos años atrás, tomó la posta buscando marcar las contradicciones del poder y las acciones de nuestros gobernantes, jugando con relatos de la realidad, haciendo más grotesco el grotesco, desplegando pinturas de humor donde se “satiriza” a los políticos, sindicalistas, funcionarios y personajes de la vida juninense de estos días.

Política y el humor, pero allá lejos y hace tiempo. Lo hizo el diario “El Mentor”, que dejó de aparecer en 1933, después de 36 años de vigencia. Era un matutino con ideas conservadoras y su jocosidad gráfica se disparaba para dejar mal parados a los radicales, mediante dibujos con mucha creatividad e ironía. Más cerca, allá por los ´70, hubo algunos intentos de la revista “El Ñandú Culeco”, pero referida a la política costumbrista, tocando aspectos de la realidad ferroviaria local y atacando los enormes baches que por entonces “adornaban” la avenida Libertad, entre otros temas.

Aquellas entrevistas del Gordo Soriano

Humor® fue un hecho colectivo, dinámico, abierto, plural. Subrayar el trabajo de algunas figuras y no de otras puede resultar un ejercicio de injusticia. Sin embargo, hay en el corazón de la revista nombres ineludibles, que le dieron con su firma y aportes, un sello. Es el caso de Osvaldo Soriano.

El reportaje a Alain Rouquié, autor de “Poder militar y sociedad política en la Argentina”, fue muy profundo, ante una personalidad que pocas veces concedía entrevistas. Por entonces, Rouquié, latinoamericanista, especialista en política comparada, profesor de Estudios Políticos de París e investigador en la Fundación Nacional de Ciencias Políticas de su país, puso una sola condición antes de comenzar la charla: que se diga que hace una excepción por tratarse de Humor®, “un fenómeno de sociedad único”.

El exilio y el “genocidio cultural” son temas que trató El Gordo con Julio Cortázar, en Paris, quien se reivindicó como “argentino, pero sobre todo continentalista latinoamericano”. En ese momento, setiembre de 1983, el gran narrador tenía 69 años y acababa de publicar “Deshoras”, un libro de relatos. Mientras se preparaba para regresar a la Argentina con la asunción de Raúl Alfonsín, Cortázar habla de sus pesadillas, de su juventud, del sandinismo, y responde a las críticas que le fueron dirigidas por otros escritores.

Otras de sus célebres entrevistas ocurrió con Alfredo Zitarrosa, el más sólido y afamado cantor popular que haya dado Uruguay, fuera de Julio Sosa o Carlos Gardel, si es que algún día se confirma la identidad oriental del troesma. Entre muchísimas otras preguntas, Soriano quiso saber: “¿Quién es más triste, el uruguayo o el argentino?”. Y la respuesta no tardó en llegar: “Aunque no sé si valen las comparaciones, puedo decirle que el uruguayo es un pueblo reflexivo más que tristón. Además, le digo algo: nos gusta estar tristes. Los mejores amigos, los más probados, los hizo uno en la amargura, en la hecatombe, los conquistó en los momentos de mayor autoanálisis, de mayor congoja y cuestionamientos interiores”.




Luto en Corrientes. Falleció el Padre Julián ZIni... @dealgunamanera...

Murió el sacerdote Julián Zini, reconocido autor chamamecero...


Tenía 80 años. Luchaba contra un cáncer. Fue un renombrado cantautor de la música del litoral. El técnico Marcelo Bielsa, un admirador suyo, le había mandado un emotivo mensaje antes del triste desenlace.

© Publicado por el 16/08/2020 por Cadena 3 de la Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba, República de los Argentinos.


El sacerdote y chamamecero correntino, Julián Zini, murió este domingo, a los 80 años, tras luchar contra un cáncer que lo aquejaba.

Se trata de un renombrado cantautor de la música del litoral, que se destacó por la calidad de las letras y reflexiones en sus composiciones.

Mientras estuvo internado, el técnico rosarino Marcelo Bielsa, un admirador suyo, le había enviado, desde Inglaterra, un mensaje de aliento en un video.

"Padre Julián, quería mandarle un mensaje para transmitirle toda la energía y toda la fuerza que sentimos los que admiramos su obra", afirmó el entrenador del Leeds.

Zini nació en el paraje "El Centinela", Departamento Ituzaingó (Corrientes), el 29 de septiembre de 1939.

Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Menor de la ciudad de Corrientes y los completó en el Seminario Mayor de La Plata. En 1963, se ordenó como sacerdote.

Además de integrar distintos conjuntos chamameceros, se dedicó intensamente a la investigación de ese género musical, sobre el cual publicó varios libros.

En 2005, recibió el "Tributo a la Trayectoria" en el campo de la Cultura Popular en el Senado de la Nación.

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Día del Niño - Resultado de las ventas minoristas... @dealgunamanera...

Día del Niño - Resultado de las ventas minoristas...


Las ventas cayeron 20,8% este año frente a igual fecha del 2019. La pérdida de ingresos por la cuarentena determinó la menor compra de unidades en las familias. El ticket promedio rondó los $990.

© Publicado el domingo 16/08/2020 por CAME - Confederación Argentina de la Mediana Empresa, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Las cantidades vendidas por los comercios minoristas pymes durante el Día del Niño bajaron 20,8% este año, en un contexto donde el ingreso familiar quedó muy afectado por la pandemia. 

- Además de las ganancias, otros dos factores afectaron la demanda. Por un lado, los grandes supermercados que ya desde principio de agosto lanzaron generosas ofertas para captar las ventas de juguetes, indumentarias, calzadas y electrónicas. Por otro, las largas colas que se hicieron en las puertas de los negocios, que llevó a muchos a desertar de la compra y dejarla para la semana. 

- Las ventas online tuvieron su público, pero sobre todo en las grandes ciudades donde se estima que el 30% se realizó por esa vía. 

- Así surge del relevamiento realizado por CAME entre el 14 y 15 de agosto en 1000 comercios de las ciudades capitales del país, incluyendo CABA y Gran Buenos Aires, por un equipo de 35 encuestadores y 5 supervisores. 

- Lo que más se movió fueron Juguetes, que definió el 28% de la venta de la fecha. Las operaciones en este rubro fueron las de mejor performance, aunque con un declive de 20,5% en parte porque fue de los ramos donde más afectó la competencia de los hipermercados. 
- Lo que tuvo más salida en juguetes fueron muñecas y muñecos para chicos, kits de ladrillos, masas, autitos Hot Wheels, juegos de carta Uno, y monopatines.  

- En Indumentaria, que explicó el 15% de la demanda, las ventas descendieron 21,9% (siempre en unidades y frente a la misma fecha del año pasado). Las familias en general llevaron un regalo por niño.

- El ticket promedio este año rondó los $990, apenas 10% por encima del 2019 ($900). La caída y la menor compra de unidades por familia explican que en términos reales las ventas hayan bajado tan fuerte. 

- Entre las novedades de la fecha estuvo la bonificación total de los costos por operar en CAME Pagos con la apertura de cuenta, sin gasto de inscripción ni mantenimiento de por vida. 

- En Artículos Deportivos el expendio declinó un 22,6%: en ese sector se notó el efecto cuarentena, ya que como los chicos no están realizando actividad física esos productos no despertaron tanto interés. 

- El efecto ingresos y las tarjetas endeudadas pegó fuerte en el rubro Consolas, Accesorios y Videojuegos, que están entre los artículos más costosos y cayeron 34,1%, contra igual fecha del año pasado. Para tener una idea, una consola de juegos se vendía a 70 mil pesos. 

- En cambio, en Artículos de Computación y Celulares la venta solo se redujo 8,8% dado que están entre los productos electrónicos más demandados por los chicos. Los de computación por las clases virtuales, y los celulares porque es la forma de conexión con amigos.


En este día abrazamos a todos los niños y niñas que son quienes forjan los cimientos del futuro de la humanidad. De nosotros depende brindarles las herramientas necesarias para su bienestar social y emocional y así puedan enfrentar los retos del nuevo mundo.

¡Feliz día!





Responsabilidad Social por Mario Portugal,,, @dealgunamanera...

Responsabilidad Social…


El mensaje más repetido en el mundo entero para combatir el virus Covid 19 es apelar a la Responsabilidad Social.

© Editorial de Mario Portugal del programa "Semanario con Vos" del domingo 16/08/2020, emitido por Radio con Vos (89.9 MHz.), de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Se repite desde todos los sectores, instituciones, políticos, sanitaristas.

Aludir a la acción responsable es el centro del discurso enviado a la opinión pública.

Todos los gobernantes y mandatarios del planeta la usaron en alguna ocasión en estos últimos meses, y la demanda se incrementa cuando salimos a la calle.

Las sociedades del Planeta han tenido diversas reacciones.


Las orientales, con la obediencia; las escandinavas, con un compromiso civilizado; y otras, las más cercanas, con un cierto desaire e indiferencia.

Es claro que esta llamada generalizada a la responsabilidad choca frontalmente con la filosofía de vida de muchas sociedades y desentona en nuestro tiempo posmoderno, o como queramos llamar a este momento de la historia que nos toca vivir.

Un tiempo centrado en el ocio y el entretenimiento, en el que todo debe ser divertido, porque de lo contrario, no sirve.

El confinamiento y la posterior “nueva normalidad” se dibujan sobre una ciudadanía que mayoritariamente necesita diversión y consumismo acelerado. Y aquí surge el conflicto.

El filósofo alemán, Immanuel Kant, hablaba de una libertad individual que siempre vinculó a la responsabilidad. Una no tenía sentido sin la otra. La una respondía, limitaba, acotaba a la otra.

Hoy las sociedades, los individuos, carecemos de un relato moral estable, y a la vez vivimos en un creciente individualismo.

La crisis que estamos sufriendo en 2020 nos demuestra que circulamos por la vida con una mayor fragilidad y con cierta soledad existencial.

La responsabilidad es una respuesta racional ante algo que nos interpela y que va a repercutir en nuestro modo de actuación. Una actitud con la que tomamos conciencia de lo que hacemos, asumiendo también sus consecuencias.

Pero la responsabilidad, una idea que como hemos señalado camina asociada a la de la libertad individual, también tiene su efecto en el mundo y las personas que nos rodean.

La responsabilidad es el hilo que conecta nuestras decisiones con los demás. Es la toma en consideración de que nuestros actos tienen una repercusión, directa o indirecta, en la vida de los otros.

Esta pandemia lo evidencia porque nuestra acción responsable es a la vez un acto de solidaridad para con los demás.

La responsabilidad individual no goza de buena fama y se presenta devaluada.

Probablemente, la responsabilidad no es un concepto de tinte progresista, sino más bien se sitúa en parámetros ideológicamente más conservadores.

Pero es un ejercicio de madurez humana, de asumir nuestras acciones y de que éstas construyen un tipo de sociedad determinado. Una persona que se siente y actúa responsablemente, aunque lo formule desde su libertad individual, lo está haciendo a favor de toda su comunidad.

¿Ahora, cabe preguntarnos…?

¿Nos han educado para actuar con responsabilidad frente a la pandemia?

El ejercicio y la práctica de la responsabilidad también se aprende y se adquiere.

Y la educación se encuentra en la base de ese aprendizaje. Uno se apropia de los elementos básicos para ser responsable a través de la educación, a través de la incorporación de ciertos valores que ayudan a discernir y actuar en conciencia en la edad madura.

Este momento de emergencia y crisis nos pide responsabilidad, escuchar a nuestra voz interior, para actuar en conciencia.

Pero nuestra responsabilidad es frágil e inmadura.

¿Quién se ha preocupado de educar nuestra conciencia?

¿Alguien se ha preguntado si desde niños fuimos capaces de armar de principios sólidos y solidarios nuestras decisiones?

¿Quién nos ha enseñado a actuar responsablemente en libertad?

¿Qué importancia otorgan nuestras instituciones y nuestros gobiernos a la educación?

¿Qué papel juega en el sistema educativo la formación en valores? ¿Tiene algún sentido apelar hoy a la responsabilidad de emergencia si durante décadas no cultivamos una responsabilidad sosegada y madura?

Preguntas…. Que quedan flotando en medio de la pandemia…






domingo, 16 de agosto de 2020

1850 - 17 de Agosto – 2020, a 170 años de su fallecimiento… @dealgunamanera…

 José de San Martín, el hombre…

General Don José de San Martín. Imagen: Cedoc

Hace 170 años, moría en Boulogne sur Mer, Francia, el General Don José de San Martín. 

© Escrito por Adela M. Salas, Profesora y Doctora en Historia y Profesora titular de la Universidad del Salvador el domingo 16/08/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


En estos renglones, no escribiré de su nacimiento en la inhóspita Yapeyú, ni de sus inicios como soldado en la Península Ibérica, ni de su formación en caballería, infantería y marina, ni de su bautismo de fuego en Orán, ni de su actuación en el campo de batalla de Bailen, ni de su participación en la Logia Lautaro, ni de la creación de los Granaderos a Caballo, ni de su trabajo en el Ejército del Norte, ni de sus planes en su amada ínsula cuyana, ni de sus entrevistas con los pehuenches, ni de su calidad de estratega para pensar la liberación de América y de digitar la “guerra de zapa”, ni de su gran hazaña del Cruce de los Andes- comparada tantas veces con la de Aníbal y con las campañas napoleónicas- ni de su  valiente participación en las declaraciones de independencia de Argentina, Chile y Perú, ni su obra como Protector del Perú, ni de las operaciones de “ puertos intermedios”, ni del tan renombrado encuentro con Simón Bolívar en Guayaquil, ni de su ostracismo, ni de su sable corvo, ni de sus últimos días. 

Dedicaré este espacio para explayarme en algunas de las virtudes del hombre, sin olvidar- parafraseando a Terencio- que nada de lo humano le era ajeno. Manuel Belgrano, rescató los valores del Libertador en varias de sus cartas, en una del 25 de diciembre de 1813 sostuvo: “estoy firmemente persuadido que con Usted se salvará la Patria.”  

La integridad de San Martin se hacía carne en hechos concretos en los que demostró la austeridad en tiempos de crisis, su generosidad y sacrificio para lograr la independencia de los pueblos americanos. Sirvan de ejemplo pequeños – grandes actos como cuando nombrado gobernador de Cuyo, en 1814, renunció a la mitad de su sueldo, o cuando después de la victoria de Chacabuco el Cabildo de Chile lo recompensó con 10.000 pesos que él agradeció pero dispuso que se los destinara a la formación de la Biblioteca Nacional, o cuando recibió en su residencia en Santiago una vajilla de plata y la devolvió con las siguientes palabras “no estamos en tiempo de tanto lujo, el Estado se halla en necesidad y es necesario que todos contribuyamos a remediarla” y en el mismo acto rechazó “el sueldo que se me tiene señalado por este Estado.” Y cuando el mismo Cabildo le donó una chacra, asignó la tercera parte al Hospital de Mujeres y dotó un vacunador para frenar la expansión de la viruela.


No le importó sacrificarse en pos de sus objetivos. Así lo expresó en varias oportunidades a su amigo Tomás Godoy Cruz, como cuando en 1815 le escribió: “todo es necesario que sufra el hombre público para que esta nave llegue a puerto”, refiriéndose a la libertad de América, o cuando en otra carta le recalcó: “si queremos salvarnos es preciso grandes sacrificios.”

Su modestia quedó registrada en letras de molde en el periódico El Independiente del Sur cuando, luego de la victoria de Maipú, volvió a Buenos Aires el día antes de lo previsto, de noche y de incógnito, para que su llegada pasara desapercibida. Su posición ante la ambición la dejó por escrita en varias ocasiones, así le manifestó a O’ Higgins: “No me cabe en mi imaginación cómo hay hombres que, por ambición o pasiones personales, quieran sacrificar la causa de América.”

No quiso participar en guerras civiles ni en enfrentamientos que consideraba estériles y así lo expuso en varios papeles como en la carta al entonces gobernador de Santa Fe, Estanislao López: “Unámonos, paisano mío, para combatir a los maturrangos que nos amenazan divididos seremos esclavos…depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor…Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas…”

El Libertador, a pesar de las innumerables calumnias, sostuvo su posición cuando escribió La Proclama a las Provincias del Río de la Plata el 22 de julio de 1820 anunciando su campaña al Perú: “No, el general San Martín jamás derramará sangre de sus compatriotas, y sólo desvainará su espada contra los enemigos de la independencia de Sud América.”


Cuando en 1822 abandonó definitivamente el suelo peruano recalcó: “Mis promesas para con los pueblos en que he hecho la guerra están cumplidas; hacer su independencia y dejar a su voluntad la elección de sus gobiernos”… ”En cuanto a mi conducta pública – mis compatriotas- como en lo general de las cosas- dividirán sus opiniones, los hijos de éstos darán el verdadero fallo.”

Después de cinco años de vivir en Europa, regresó al Río de la Plata y al enterarse de las luchas fratricidas, decidió no desembarcar “no perteneciendo ni debiendo pertenecer a ninguno de los partidos en cuestión.”

En tiempos de pandemia, que azota al mundo entero, es cuando aparecen las peores miserias, pero también las mayores virtudes del ser humano y es oportuno recordar algunos aspectos de un gran hombre: integro, austero, generoso, sacrificado y modesto.  Que a la luz del ejemplo sanmartiniano surjan en cada uno de nosotros los valores tan necesarios en estos días.









Confusiones. Cuarentena: no, pero sí… @dealgunamanera…

Cuarentena: no, pero sí…

Vos elegís, o te quedás o te morís... Dibujo: Pablo Temes

El anuncio de la nueva etapa del confinamiento estuvo llena de contradicciones. Disputa ideológica por la vacuna rusa.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 15/08/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Curiosa. Así podría calificarse a la denominación de esta nueva etapa de la cuarentena.  “…Seguimos hablando de cuarentena sin que en la Argentina exista cuarentena, porque la gente circula, porque los negocio se han abierto, porque la actividad industrial hoy en día está funcionando por encima del 40 por ciento”, dijo el Presidente en la conferencia sin periodistas y sin preguntas del viernes pasado.

Fue una descripción de la realidad, muy propia de los políticos en general. Olvidó mencionar que las escuelas no están abiertas, que el uso del transporte público urbano y suburbano está restringido, que los viajes de media y larga distancia por tren, ómnibus y avión están suspendidos, que no hay funciones de cine ni de teatro ni de música, no hay campeonatos de fútbol, el personal doméstico no puede ir a trabajar, que bares, restaurantes y confiterías no pueden abrir sino funcionar en base al delivery o el take away, y un largo etcétera.  

El Dr. Alberto Fernández decidió darle un enfoque de criterio médico a su presentación tanto al inicio como al final. Habló de la necesidad de hablarles a los enfermos afectados de un mal severo con la verdad. Cayó allí, pues, en una contradicción entre lo dicho y lo actuado por su gobierno. Al paciente -es decir, a la ciudadanía- no se le hizo saber la verdad de cómo sería la cuarentena. Nadie le informó en marzo que la cuarentena iba a ser larga y durar -cuanto menos- hasta septiembre o más, dato que era ya entonces previsto por todos los especialistas. Se dio la falsa idea de que la evolución de la pandemia estaba atada a períodos de quince días.

El segundo error fue no considerar los posibles efectos colaterales que todo tratamiento de un mal severo tiene.  De haber considerado esto, AF podría haber trabajado con algunos de los asesores que convocó en la semana -psicólogos, sociólogos y psiquiatras- para ver qué medidas tomar para prevenir o paliar esos efectos colaterales. Ello no sólo habría aliviado mucho el fastidio que hoy existe en la población sino que también la habría predispuesto a cumplir las normas. Las industrias y los comercios que trabajan con estricto cumplimiento de los protocolos de protección podrían haber sido habilitadas mucho antes, con la consecuente reducción de los daños -en algunos casos irreversibles- ocasionados por esta cuarentena larga y pesante.

Utilizó al final el ejemplo del tratamiento contra la diabetes y la restricción de los hidratos de carbono. Eso es correcto, lo que no significa que al paciente se le prohíban todos los alimentos. Y, ya puestos en el ejemplo, hay que decir que la actividad física y el equilibrio emocional son muy importantes para su salud.

En la conferencia el viernes, Axel Kicillof nos hizo saber que recién después de 147 días de cuarentena, se enteró de los padecimientos a los que están expuestos los médicos y todo el equipo de salud que atiende a los pacientes que se contagiaron el Coronavirus. “Pasan cosas que yo no las sabía, las vi ahí porque hablé con los enfermeros, hablé con los médicos de guardia...” (sic)

El tema de la vacuna muestra la necedad que generan los fanatismos.


Vacuna e ideología. Hemos asistido esta semana a este penoso espectáculo: la ideologización y el uso político de la vacuna. Es una muestra impresionante de la necedad que generan los fanatismos. Es algo que trasciende todas las fronteras. La vacuna rusa, que hoy genera un mar de dudas sobre su seguridad y eficacia -las que deben disiparse a través de la fase 3 de investigación-, generó un batifondo inconcluso aún. Como no podía ser de otra manera, ese batifondo llegó también a estas orillas y agitó las aguas de la política vernácula. Oficialistas y opositores hicieron lo suyo. Dentro del oficialismo  -en una muestra de anacronía que no deja de sorprender- se celebró la victoria de Vladimir Putin como representante del martillo y de la hoz, los símbolos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Parece que olvidaron que la URSS no existe más. Lo único que queda de aquello es el autoritarismo que Putin ejerce sin limitaciones.

La realidad es que la vacuna rusa, que se experimentó en 38 personas, toma como base elementos de una de las dos vacunas que se están investigando en China. Y, más allá de los anuncios, es improbable que el gobierno de Putin se lance a administrarla masivamente sin completar un testeo de prueba extendido. Esa es la esencia de la Fase 3, más allá de cómo se la quiera llamar.

La realidad indica que el mundo va a tener necesidad de echar mano de todas las vacunas que se produzcan y que resulten eficaces y seguras, porque ninguna compañía  por sí solo podrá abastecer la demanda monumental que habrá en los cinco continentes.    

Y si algo faltaba para agregar a esta visión ideologizada de la vacuna, aparecieron las reacciones sobre el anuncio del Presidente en que informó acerca de la fabricación en la Argentina del principio activo de la vacuna que investiga la Universidad de Oxford, la que será luego envasada e industrializada en México. Sin duda, una gran noticia a la que, en el universo de la ideología y el fanatismo político se la redujo a parámetros mínimos, propios de pensamientos miopes y pequeños.

En las redes sociales, el kirchnerismo duro llegó a cuestionar el hecho de que sea un laboratorio británico con aportes del gobierno del Reino Unido el que lleve adelante el proyecto. Desde los sectores más duros del PRO, en cambio, se apresuraron a mostrar el acuerdo como el resultado de inversiones del laboratorio en nuestro país que se hicieron por gestiones de Mauricio Macri. Es decir que, en lugar de discutir sobre la calidad de la vacuna, su seguridad y su eficacia, cualidades de las que dependerá la posibilidad cierta de combatir con éxito al Coronavirus y recuperar nuestras normas de vida, la disputa fue -es- por quién lleva adelante la investigación. Con pensamientos como estos, el mundo habría sucumbido. “La ciencia es universal; la necedad, nacionalista” (Maurice Ravel)