domingo, 23 de junio de 2019

Festival de la rosca... @dealgunamanera...

Festival de la rosca…

Las últimas que me quedan... Juan Domingo Perón. Dibujo: Pablo Temes.

Las candidaturas dejan su trasfondo de claudicaciones y ascensos. De Alberto Fernández a Massa y Monzó.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 23/06/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Finalmente, las listas de candidatos se cerraron. Ya están los nombres de los hombres y las mujeres que competirán en octubre próximo por cada uno de los cargos electivos a cubrir, desde presidente de la Nación hasta consejeros escolares. Este proceso –el de cierre de listas– representa uno de los momentos en los que las miserias de la política quedan expuestas con absoluta nitidez. La lucha por acceder a un cargo es, en la mayoría de los casos, feroz. Y no importa cuán relevante sea el puesto en disputa. La intensidad de la pelea es mayúscula.

Sergio Massa, como se auguraba, encabezará la lista de candidatos a diputados nacionales por el kirchnerismo. El armador ha sido Máximo Kirchner. Así, el ex intendente de Tigre, que hizo de la idea de la gran avenida del medio su leitmotiv político hasta hace dos semanas, será el que les asegure el acceso a las bancas a tres dirigentes de La Cámpora, que son genuinos exponentes de la grieta que divide a la sociedad argentina. Ni que hablar de Axel Kicillof, candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Massa o menos. A medida que pasan los días se entienden menos los objetivos de este regreso de Massa al redil del kirchnerismo, una verdadera claudicación. Si el Frente de Todos llegara a ganar las elecciones –algo que es probable según lo reflejan las encuestas hoy–, difícilmente le regale la cuota de protagonismo que supo tener, en medio de triunfos y derrotas, desde que decidió romper con Cristina Fernández de Kirchner hace seis  años. Y si perdiera, la factura que le pasará el peronismo no K será altísima.

Un dato curioso: a nivel nacional, el único triunfo que obtuvo Massa fue cuando se alió con Mauricio Macri, en 2013. Cuando compitió por el kirchnerismo, en 2009 con las listas testimoniales, perdió.

El ex intendente ha consumado un verdadero suicidio político. Alguien podría decir lo mismo de Alberto Fernández. Son dos casos distintos. El hoy candidato a presidente se encontró con una postulación hecha por CFK que nunca buscó. Su rol siempre fue el de un armador. Por lo tanto, si no ganara, nada cambiaría en su carrera política. En cambio para Massa, quien supo ser compañero de fórmula de Margarita Stolbizer en 2017, el costo político es y será alto. Y no por haber dicho cosas críticas del kirchnerismo y luego desdecirse, sino por las acciones que impulsó y que le valieron en su momento  la consideración de parte de la sociedad harta de la corrupción. Massa acompañó el proyecto de extinción de dominio que presentó el Gobierno y que fue rechazado por el Congreso. Hay que recordar lo que dijo entonces: “Argentina necesita la ley de extinción de dominio para recuperar los bienes de los que afanaron y se hicieron ricos robándoles la plata del Estado a los argentinos”. La alusión al kirchnerismo, al que se volvió a asociar, no necesita aclaraciones.

Anida en el universo del realismo mágico que representa el conurbano bonaerense una preocupación de los intendentes K. Sienten que en muchos casos se quedaron fuera del círculo del poder. Durante los doce años del kirchnerato no había necesidad de llamar a nadie de afuera. Hoy, en cambio, la dupla Fernández- Fernández necesita de todos. Y eso significa ceder lugares a los que vienen de afuera, llámense Massa, Felipe Solá, Hugo Moyano u otros.

Y por casa. No es muy distinta la situación en el oficialismo, ahora con el lema partidario Juntos por el Cambio. La incorporación de Miguel Ángel Pichetto y Martín Lousteau ha significado también ceder cargos. La idea de los así llamados “puros” ha debido retroceder ante el imperio de una circunstancia innegable: el oficialismo está en serio riesgo de perder las elecciones. Donde más se nota eso es en la provincia de Buenos Aires. Campea en los ámbitos cercanos a María Eugenia Vidal un ánimo de derrota y de enojo. El enojo es porque están convencidos de que si se hubiese desdoblado la elección provincial, la gobernadora habría sido reelecta sin mayores problemas.

Esta situación –la de una posible derrota– hizo que el cierre de Juntos por el Cambio fuera más difícil. Se entiende: más allá de la exhibición de un optimismo a toda prueba que se pretende infundir desde la Casa Rosada, para quienes figuran a partir del sexto lugar en la lista las chances de ser elegidos se complican. Por eso, Vidal llamó personalmente a cada uno de los legisladores para anunciarles a unos que quedaban afuera y a otros que debían ocupar lugares de menor preponderancia.

Para quien tampoco hubo contemplación alguna fue para Emilio Monzó. El viernes último, durante una reunión que mantuvo con Vidal, se anotició de que no habría lugares para sus acólitos en la lista de candidatos a diputados provinciales. Cuando todo esto sea historia –historia de tono muy menor, sin duda–, alguien explicará las razones por las que el oficialismo despreció tanto a un hombre que supo hacer un gran aporte a la gobernabilidad.   

Una de las premisas electorales que venía esgrimiendo el Gobierno es que aquel candidato que se hubiera presentado a una elección provincial para competir por la gobernación y hubiese perdido no podría aspirar a ser candidato a ningún otro cargo electivo. Pero como la necesidad tiene cara de hereje, las cosas cambiaron y esta prohibición ha sido dejada de lado. Así, Mario Negri podrá competir por una banca en la Cámara de Diputados por Córdoba. Como se ve, el decir un día una cosa y al día después otra no es patrimonio exclusivo del kirchnerismo.

El senador Pichetto ha trabajado a full en estos días. No todo el fruto de ese trabajo ha salido a la superficie como sí lo fue el caso de Alberto Asseff, quien, en su transfuguismo partidario hacia el oficialismo, dejó al economista y candidato presidencial José Luis Espert colgado de un piolín.

Consenso Federal tampoco fue la excepción. Las disputas por la integración de las listas generaron tensiones. La curiosidad es que en la provincia de Buenos Aires el tinte peronista se impuso por sobre los otros aliados: el candidato a gobernador va a ser Eduardo “Bali” Bucca –estuvo con el kirchnerismo, con Florencio Randazzo y con Alternativa Federal en tiempos de Massa y Pichetto, es decir hasta hace dos semanas– y la primera candidata a diputada, Graciela Camaño. Afuera quedó Margarita Stolbizer, nada menos.

Mientras la rosca de la política vive estas horas de frenesí, la realidad golpea de manera impía a la ciudadanía con el  10,1% de desempleo.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.


sábado, 22 de junio de 2019

1973. Huracán Campeón por Osvaldo Ardizzone… @dealgunamanera…

1973. Huracán Campeón por Osvaldo Ardizzone… 


Las notas de Osvaldo Ardizzone se reconocían en el primer renglón. Disfrute de su crónica del día que El Globo cortó con esa “mishiadura que llevaba medio siglo de proletaria resignación”.

© Publicado el domingo 26/05/2019 por Redacción EG de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Dos fechas antes del final del torneo, el 16 de septiembre de 1973, el Club Atlético Huracán del barrio porteño de Parque Patricios, a pesar de perder como local con Gimnasia y Esgrima La Plata, se consagra Campeón del Torneo Metropolitano, su quinto título de Primera División , primero de la era profesional. Vale mencionar que en ese partido tres de las principales figuras del equipo (Babington, Avallay y Brindisi) no jugaron por integrar la Selección Argentina que jugaba las Eliminatorias. 

Conversando con Dante Panzeri, director de El Gráfico, nació una amistad con Osvaldo que se plasmó en el papel adoptando el apellido materno (Ardizzone) en lugar del paterno (Bramante).

Queremos recordar ese campeón inolvidable, dirigido por César Menotti, con fragmentos de la nota que firma Osvaldo Ardizzone, el poeta y periodista deportivo que engalanaba por esos tiempos con su inigualable estilo las páginas de El Gráfico. Las imágenes son de otros monstruos pero de la fotografía: Alessandrini, Abaca, R. Alfieri (h) Maffuche, Speranza y Forte.

Huracán, Campeón Metropolitano 1973

Que uno se enfrenta a ese tipo disfrazado. Sí, disfrazado entre una banda de disfrazados. A esos de las pilchas grotescas del tony carnavalesco. A ese del rancho pintarrajeado, de los labios con carmín barato y la cara enharinada. Que uno la ve a esa muchacha con una vincha rubia sujetándole la cascada de pelo rubio, aprisionada en una casaca del Globo con el ocho en la espalda. Que uno la ve a esa pareja “veterana” tomados del brazo con el domingo brillando en los ojos húmedos. 

A ese don José, o don Antonio, con más de medio siglo del Viejo Parque en el pelo gris, orgullosamente envuelto en una bandera. Y a esa doña Juana o quizá doña Vicenta llevada casi a la rastra por él, ya metida en la danza desenfrenada que se agita dentro de la cancha. Y el pibe, y el más pibe. Y el padre, la madre, el abuelo, la abuela. Y la cuñada y el primo de la cuñada. 

La felicidad en el vestuario Quemero: Cantú, Menotti, Brindisi, Buglione, Bábington, Avallay, Basile y Larrosa. 

Están todos. Todos los que tenían que estar. Las caras de antes, las caras de ahora... Solo que aquí todas se asemejan hasta parecerse a una única y enorme cara que ensaya su único y exclusivo gesto. Que conoce esa única coreografía del contoneo clásico de la antigua comparsa. Que canta los mismos versos en un arreglo musical entre ellos, solamente ellos, conocen... 

Una identidad y un ajuste que no podría conseguir ni el mismísimo maestro Toscanini... Las ganas de juntarse, la necesidad de estrecharse, de mezclar las lágrimas, de cambiarse las risas, de fundirse en el gigantesco y estentóreo coro... ¡Cuarenta y cinco años! ¡Casi medio siglo de silencio! ¡Medio siglo amontonando el desconsuelo de cientos y cientos de domingos grises! Medio siglo con la protesta apretada entre los labios en la cónclave silenciosa del atardecer incoloro del café del barrio...


Por eso es esta fiesta distinta. La fiesta vestida con ese contraste que va de una lágrima a una carcajada. Que al cabo siempre irán juntas en la descarga de esa emoción que no cabe adentro.

Porque es la fiesta del seco. Es la explosión del postergado. El rechifle de una mishiadura que lleva medio siglo de proletaria resignación. Y, ahora, este domingo 16 de septiembre del año 1973. Domingo de Huracán. Domingo del Viejo Parque. De la Pompeya laburante. De la ilustre estirpe ciruja. De la lata y la madera de los caseríos de Soldati... Que, al cabo, ese Globo tantos años aprisionado en tantas manos temblorosas se hizo definitivamente pájaro... ¡Huracán campeón! Centenares de globos en la tarde... Centenares de sueños... De abuelos, de muchachas, de pibes, de señoras, de pibes más pibes... De todo un barrio, con pintoresco y emotivo color de barrio... “¡Que el sol sale para todos! / Y también saldrá para el Globo”, como en esperanzada inspiración del poeta popular que germinó en el rincón más mistongo de las calles del Viejo Parque o de la Pompeya de Homero Manzi... “Que el sol también saldrá para el Globo”.

Osvaldo Ardizzone (1973)


Alfio Basile encabeza la salida de Huracán, empezaba la fiesta.

Algunos testimonios de hinchas famosos de Huracán en la tarde que el Globo fue campeón:
Victorio Ádamo (actuó desde 1940 al 44)
"¿Sabe qué es lo que más lamento en un momento de tanta emoción? Que no esté Herminio Masantonio..."

Alfredo Barbieri (actor)
"El teatro me dio muchas satisfacciones pero esto es otra cosa... Soy del Globo desde que nací y por fin me doy el gusto de salir campeón. ¡Arriba Huracán!"

Oscar "Ringo" Bonavena (boxeador)
"Antes que ser campeón del mundo prefiero que salga Huracán"

Pascual Buglione (actuó desde 1936 al 40)
"Mi satisfacción es doble. Como ex jugador lo vivo como si integrara el equipo y además porque mi hijo Daniel salió campeón. Una palabra para el público de Huracán que sufrió 45 años"

Norberto "Tucho" Méndez (actuó desde 1943 al 48)
"Esta alegría de la gente del Globo es una alegría sana, pura, limpia ¡y qué lindo es ver cómo los hinchas están aquí con sus familias para festejarlo!" 

El loco en andas: René Houseman, una de las figuras del campeón, llevado en la vuelta olímpica por los hinchas que lo adoraban. Junto a él, Alfonso Roma.

Huracán contra todos

Desde la implantación del profesionalismo, todos los campeonatos disputados con el sistema de partidos y desquites de todos contra todos fueron ganados por Boca, River Plate, Independiente, Racing y San Lorenzo. Porque cuando se clasificaron campeones Estudiantes en el Metro de 1967, Chacharita en el de 1969 y Rosario Central en el Nacional de 1971, se dividió en zonas y no enfrentaron a todos los equipos y cuando fue campeón Vélez Sarsfield, en  el Nacional de 1968, tuvo una sola rueda.


En consecuencia, Huracán es el primer club, con excepción de los cinco mencionados, que gana por el sistema de partidos y desquites de todos contra todos. 

La alegría del Coco Basile en la soñada vuelta olímpica del Globo.

Los jugadores que integraron el Huracán Campeón Metropolitano 1973:

Miguel Á. Leyes
Ángel Tolisano
Edgardo L. Cantú
Nelso P. Chabay
Francisco F. Russo
Ruben A. Ríos
Alfio Basile
Héctor J. Roganti
Jorge Carrascosa
René O. Houseman
José R. Scalise
Carlos A. Leone
Francisco Leonidas
Nicolás del Valle

Eduardo E. Quiroga
Omar R. Larrosa
Alfonso D. Roma
Carlos A. Babington
Roque Alberto Avallay
Miguel A. Brindisi
Daniel Buglione

Huracán Campeón 1973

ESPN Recuerda Huracán 1973

Homenaje Huracán Campeón 1973 - Fútbol Para Todos.


Archivo histórico - El equipo de Huracán de 1973


Planeta Gol - Huracán Campeón Metropolitano 1973

Homenaje a Huracán Campeón Metropolitano 1973


Bandera de largada… @dealgunamanera...

Bandera de largada…

PERON-ISTMOS. Dibujo: Pablo Temes

Definidas las nóminas habrá que ver si será más efectiva la fórmula sorpresa de Macri o la de CFK. Con todas las cartas sobre la mesa ha quedado conformada la oferta electoral de cara a las elecciones nacionales de este año.

© Escrito por Carlos De Angelis el sábado 22/06/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Apuestas. Las grandes sorpresas ya tienen varios días en las portadas de los periódicos, Cristina Kirchner cediendo la candidatura presidencial a Alberto Fernández y Mauricio Macri convocando al líder del bloque justicialista del Senado de la Nación, Miguel Ángel Pichetto. Quedará para los historiadores del futuro analizar las subjetividades puestas en juego en esos giros, pero el análisis urgente tiene que ver con la eficacia electoral de semejantes apuestas.

Comparativamente, el impacto más fuerte lo dio Cristina con su disposición a bajar un escalón en la competencia colocando en su lugar a un fuerte crítico de su gestión como fue Alberto Fernández. La autocrítica que incorpora esa doble decisión quedó sin explotar a fondo por parte del kirchnerismo, por lo que muchos medios de comunicación eligen prestar un altavoz a personajes marginales en la política argentina como Dady Brieva o Mempo Giardinelli, lo que obliga a Fernández a dedicar su más escaso recurso, su palabra, a desmentir planes de Conadeps imaginarias, reformas constitucionales exprés, o Ministerios de la Venganza con guillotinas a disposición.

Las PASO traen una nueva decepción por falta de competencia intrapartidaria.

La incorporación de Pichetto como compañero de Macri mostró que el otrora Cambiemos resultó ser una organización mucho más estructurada que el peronismo. La incorporación de un extranjero a las huestes políticas del PRO rompió los manuales de la posideología que elaboraron trabajosamente Jaime Duran Barba y Marcos Peña, pero aun así, prácticamente no se escucharon voces disidentes a la estrategia rupturista.

Por otra parte, tampoco han sido claras las expectativas puestas en el experimentado Pichetto, pero novel candidato a vicepresidente, un cargo sin grandes prerrogativas constitucionales, pero que es el reemplazo natural ante cualquier contingencia que pueda afectar al presidente de la Nación. No es evidente si la jugada apuntaba a integrar un cuarto socio en la alianza, para lo cual Pichetto debía traer tras sí un bloque de legisladores y gobernadores peronistas, o por lo menos asegurar que no apoyen a F&F, buscando que gobernadores como Juan Schiaretti arriesguen legisladores propios en el Congreso Nacional presentando lista corta. La otra apuesta (posiblemente más efectiva) es que Pichetto se constituya como “el” vocero de Juntos por el Cambio y vaya a seducir a los votantes de Sergio Massa y a otros ni-ni de la tercera vía y de la tercera y más grande sección electoral de la provincia de Buenos Aires.  

Peronismo por doquier. El antiperonismo realmente existente ha quedado dolido por la incorporación del senador Pichetto en la fórmula presidencial macrista y observa que los candidatos peronistas se cuelan por todos lados, debiendo o bien escudarse en alternativas minoritarias o bien metabolizar las explicaciones del junticambismo sobre las excepcionalidades del caso del senador por Río Negro.

La estrategia central del macrismo va a ser alcanzar los 35 puntos en la primera vuelta, esperando que Alberto Fernández se estacione en algún punto en la franja que va de los 40 a los 45, para aplicar con toda su fuerza el artículo 98 de la Constitución Nacional y dar vuelta la elección en el ballottage del 24 de noviembre. Quienes creen que esa empresa es posible, plantean que capturarán en su totalidad los votos de los libertarios de Espert, así como gran parte de los consensualistas de Roberto Lavagna.

Por el otro lado, en el doble fernandismo la apuesta central es superar los 45 puntos, para ganar en primera vuelta y por eso se hizo el esfuerzo de sumar a Sergio Massa para finalizar encabezando la lista de diputados nacionales.

La alternativa más atractiva era que el tigrense se uniera a unas PASO nacionales, pero naufragó por la propia lógica de la ley que elimina de la escena a los derrotados. Ahora Massa tendrá presencia tanto en agosto como en octubre.

Queda por ver qué voto pueden atraer las candidaturas por fuera de la gran polarización. Por una parte, el desmembrado camino central de la política argentina tendrá su oportunidad con Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey. Las clases medias de los grandes centros urbanos como CABA, Córdoba y Rosario son los principales targets donde esperan cosechar sufragios para llegar a los ansiados diez puntos nacionales.

Las huestes libertarias de José Luis Espert se configuran como uno de los principales misterios de la elección. Subestimados por el macrismo que creía que nunca superarían el punto y medio requerido por las PASO para acceder a la elección general ahora se encuentran con un espacio pequeño, pero que pesca en la misma franja de clases medias altas donde el macrismo tiene su núcleo duro. En menor medida, algo parecido pasa con la candidatura del ex funcionario del gobierno de Macri y ex mayor del Ejército Argentino Juan José Gómez Centurión, quien descubre que la posición más dura del sector celeste antiabortista puede transformarse en una opción traccionadora de votos.


No pasó. Finalmente, la figura de las PASO traen una nueva decepción por falta de competencia intrapartidaria o en los frentes electorales. Habrá que pasar el peine fino para ver si a nivel intendencia o Legislaturas locales se abrió la competencia para dar distintas opciones a los votantes. Es que las PASO se transformaron en un experimento endiablado con resultados imprevistos, más allá de experiencias positivas como la del propio Macri en 2015 u Omar Perotti en Santa Fe este año.

Así como están planteadas, evidentemente las primarias no funcionan, con el riesgo de otorgarles una información vital a nivel mesa electoral a los oficialismos de turno para que puedan operar en territorio hasta las elecciones generales con grandes recursos a disposición. Sin duda, se debe cambiar la ley para que o bien puedan integrarse en la fórmula presidencial quienes obtengan la mayor cantidad de votos, u otras alternativas, como que sean obligatorias para los partidos, pero optativas para los ciudadanos (caso Uruguay) o que solo acudan a las primarias quienes presentan alternativas (caso Chile).  

La larga ronda de nombres ha llegado a su fin, ahora es cuestión de seducir a los votantes.


jueves, 20 de junio de 2019

Copa América 2019. Argentina 1 vs. Paraguay 1... @dealgunamanera...


Argentina empató 1-1 con Paraguay y complicó su chance de pasar a cuartos de final…

Paraguay arrancó ganando por el gol de Richard Sánchez, pero Argentina llegó al 1-1 por Leo Messi.

Volvió a decepcionar como en el debut ante Colombia, pero al menos no perdió, sino que rescató una igualdad sin mejorar su rendimiento en esta fase de grupos de la Copa América, merced a un penal convertido por Messi y otro atajado por Armani, por lo que deberá jugarse a todo o nada el próximo domingo frente a Qatar, por la última jornada de la zona B.

© Publicado el miércoles 19/06/2019 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut.

El arranque de Argentina pareció marcar una mejoría de funcionamiento, ya que con Lionel Messi tirado por derecha y triangulando con Roberto Pereyra y Milton Casco que se proyectaba permanentemente, había generación de juego para terminar, o intentar terminar las jugadas por el medio, donde se posicionaba Lautaro Martínez.

Esto duró poco más de un cuarto de hora, hasta que los paraguayos comenzaron a afirmarse defensivamente con el ex Lanús Gustavo Gómez a la cabeza, para luego intentar progresar en ataque con la velocidad de Derlis González y otro ex "granate" como Miguel Almirón.

Después, los volantes de recuperación que tienen los dirigidos por el "Toto" Eduardo Berizzo, Richard Sánchez y Rodrigo Rojas, hacían el resto, mientras que el flamante refuerzo de Racing Club, Matías Rojas, aparecía intermitentemente para ejercer la conducción.

Entonces las variantes que ensayó Lionel Scaloni empezaron rápidamente a dejar de dar resultados, porque el "Tucu" Pereyra no profundizaba, Casco empezó a proyectarse cada vez menos y el "doble cinco" preferido de Scaloni, Giovani Lo Celso-Leandro Paredes, nunca encontró la pelota como para que Argentina se hiciera dueño del desarrollo.

Entonces, cuando Paraguay aplicó el primer estiletazo por izquierda con Almirón aprovechando una subida de Casco y la falta de retroceso de Pereyra, llegó el gol de los albirrojos, ya que el centro atrás del hoy jugador del Newcastle inglés fue recibido en la medialuna por Richard Sánchez, que con un derechazo bajo y a la izquierda, derrotó la estirada de Franco Armani.

El arquero ya había tenido otra situación en la que se equivocó al querer salir jugando con los pies y cometió una infracción que le deparó una tarjeta amarilla.

Así se fue esfumando el primer tiempo, igual que el seleccionado argentino, que lució tan desdibujado como durante tres cuartas partes del partido anterior con Colombia.

Para el arranque del segundo período Scaloni pareció reconocer algunos errores cometidos con las cuatro variantes que realizó de arranque respecto de ese juego con los colombianos, haciendo ingresar a Sergio Agüero por el mencionado Pereyra para juntarlo con el "Toro" Martínez. Una cuestión de necesidad y urgencia.

Y rápidamente, en menos de 10 minutos ambos generaron una situación de gol que después, VAR mediante, derivó en un penal por una mano realmente imperceptible por televisión de Rodrigo Rojas que Messi transformó en el empate con su gol 68 con la camiseta argentina.

Pero poco le iba a durar esa efervescencia a los argentinos, porque apenas cinco minutos más tarde Nicolás Otamendi le cometió un claro penal a Derlis González que el propio futbolista lanzó a la izquierda de Armani para que el arquero riverplatense se luciera desviando el balón al córner y posteriormente se descargara pidiéndole silencio a los que juzgan que sus rendimientos en la selección no son los mismos que en el equipo de Núñez.

Pero este penal pareció "asustar" a Scaloni, que inmediatamente le dio lugar a Ángel Di María como antes había sucedido con el "Kun", pero cuando todos los números para salir se los llevaba un hoy menos incisivo Rodrigo De Paul, el que salió fue Lautaro Martínez, como si el punto no resultara para nada despreciable a esa altura de los acontecimientos.

Y entonces sucedió lo previsible: Argentina dejó de tener peso en el área rival, con Di María jugando por izquierda primero y después, cuando Matías Suárez relevó a De Paul, pasando a la derecha, donde llegó un par de veces hasta el fondo pero, como zurdo que es, quedó limitado al tener que lanzar los centros con la pierna cambiada.

De esa manera, como en el primer tiempo, el juego de Argentina fue languideciendo, o mejor dicho sus intenciones, que existen, es verdad, pero en los 180 minutos que lleva jugados en esta Copa América, todavía no se vieron plasmadas con firmeza salvo un puñadito de minutos en el arranque del segundo tiempo contra Colombia.

Argentina sigue último en el Grupo B con un solo punto en su haber y diferencia de -2, mientras que Qatar, rival del próximo domingo a las 16 en Porto Alegre, tiene también una unidad pero con -1.

El líder de la zona es Colombia, ya clasificado a cuartos de final como primero del Grupo B con seis unidades, mientras que los paraguayos suman dos puntos con 0 diferencia de gol.

Por eso para los argentinos no queda otra que vencer al campeón asiático en el sur de Brasil el domingo, para no tener que cruzar prematuramente la frontera, eliminado en fase de grupos.

Síntesis

Argentina 1

Franco Armani; Milton Casco, Germán Pezzella, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Roberto Pereyra, Giovani Lo Celso, Leandro Paredes y Rodrigo De Paul; Lionel Messi y Lautaro Martínez. DT: Lionel Scaloni.

Paraguay 1

Roberto Fernández; Iván Piris, Gustavo Gómez, Junior Alonso y Santiago Arzamendia; Derlis González, Richard Sánchez, Rodrigo Rojas y Matías Rojas; Miguel Almirón y Federico Santander. DT: Eduardo Berizzo.

Gol en el primer tiempo: 36m. Sánchez (P).

Gol en el segundo tiempo: 11m. Messi (A), de tiro penal.

Cambios en el segundo tiempo: Al comenzar Sergio Agüero por Pereyra (A), 21m. Ángel Di María por Martínez (A), 26m. Oscar Romero por Santander (P), 40m. Celso Ortiz por Almirón (P), 41m. Matías Suárez por De Paul (A) y 44m. Juan Escobar por González (P).

Amonestados: Armani, Tagliafico y Otamendi (A). Gómez, Rodrigo Rojas y Píriz (P).

Incidencia en el segundo tiempo: 17m. Armani (A) le desvió un tiro penal a Derlis González (P).

Estadio: Mineirao, de Belo Horizonte.

Árbitro: Wilton Sampaio (Brasil).




Video © TV Pública.