lunes, 25 de diciembre de 2017

Mauricio Macri sólo cumplió dos de 20 promesas que hizo en 2015... @dealgunamanera...

En la mitad de su mandato, Macri sólo cumplió dos de 20 promesas que hizo en 2015… 



Además, hubo avances desde el chequeo de las propuestas en 2016: entonces, cinco promesas se encontraban incumplidas, mientras que hoy son dos las que permanecen en esta categoría; otras seis están en proceso, adelantadas; diez en proceso, demoradas y dos están cumplidas.

© Escrito y chequeado por Manuel Tarricone, Olivia Sohr, Matías Di Santi, Martín Slipczuk y Lucía Martínez el domingo 10/12/2017 y publicado por el sitio chequeado.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Chequeado analizó por segundo año consecutivo en nuestro especial “Promesas Chequeadas” el avance de las promesas que el Macri hizo durante su campaña electoral de 2015. De las 20 promesas seleccionadas -18 de ellas dichas durante el debate presidencial pre balotaje y dos elegidas por la gente en las redes sociales como las más memorables-, dos fueron calificadas como “Cumplida”, seis “En Proceso, Adelantada”; diez “En Proceso, Demorada” y dos, “Incumplida”.

Pese a los magros resultados, el Gobierno registró avances desde el chequeo de las promesas de 2016: entonces cinco promesas estaban incumplidas, mientras que hoy son dos las que permanecen en esta categoría. Sin embargo, no aumentó la cantidad de promesas cumplidas, que también se mantiene en dos.

Entre las incumplidas se encuentra la promesa de que los trabajadores no pagarán más el impuesto a las Ganancias y “crear trabajo, cuidando el que tenemos”. Hoy el nivel de empleo, en cantidad de trabajadores asalariados en el sector privado y por habitante, todavía está por debajo de los niveles de noviembre de 2015, último mes del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Dado el retroceso en la situación laboral, se considera a la promesa como incumplida.

Entre las promesas que están en proceso, demoradas, están “lograr una Argentina con pobreza cero”, “poner en marcha el plan de infraestructura más importante de la historia”, “construir tres mil jardines de infantes” y “entregar un millón de créditos hipotecarios”, entre otras.

En estos dos últimos casos, el Gobierno nacional cambió las promesas originales tras comenzar la gestión. Los tres mil jardines fueron reemplazados por 10 mil aulas, una meta que aún está lejana según las previsiones oficiales de construcción. En el caso de los créditos hipotecarios, la promesa incluía que estos se dieran con tasa cero, algo que el Gobierno modificó ya que decidió impulsar los préstamos por parte de bancos públicos y privados en lugar de hacerlo a través de la ANSES, que hubiese permitido otorgarlos sin tasa. En ambos casos, el cambio muestra que las promesas fueron formuladas sin considerar factores que se advirtieron tras llegar al poder. Algo similar ocurrió con la promesa de “crear una Agencia Nacional de Lucha contra el Crimen Organizado”, que se encuentra “En Proceso, Demorada”.

Las promesas cumplidas, que ya se habían logrado en 2016, son “extender la Asignación Universal por Hijo e incluir a los hijos de monotributistas” e “impulsar la ley del arrepentido”.

Con esta iniciativa buscamos que los votantes tengan más evidencia y datos sobre cuánto de lo que se prometió en la campaña presidencial, se cumplió o está en proceso de ser cumplido y cuánto no -dijo Laura Zommer, directora de Chequeado-. ‘Promesas chequeadas’ se repetirá cada 10 de diciembre para dar cuenta de los avances o retrocesos de la gestión del Gobierno nacional en las áreas que fueron ejes discursivos en 2015 y pudieron definir la voluntad de muchos votantes”.

Cómo votó la comunidad en redes. 

Durante la semana previa a la publicación de este especial, este medio preguntó a la comunidad a través de Twitter cómo creía que habían avanzado las promesas. En todos los casos (encuesta 123 y 4) la opción más votada por la gente fue “incumplida”. Solo coincidió con el resultado final el caso del impuesto a las Ganancias.

Las 20 promesas que Chequeado analizó por segundo año consecutivo son 18 de las que hizo Macri durante el debate presidencial previo al balotaje con el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y que estaban también plasmadas en los documentos de campaña que publicó Cambiemos. A estas promesas -que cubren un porcentaje de todas las que hizo Macri en 2015- se sumaron dos que eligió en 2016 la comunidad a través de una votación en redes sociales.

Hay diferentes tipos de promesas y eso influye en su calificación. Existen promesas que involucran medidas (por ejemplo: “Crear un Plan de Primer Empleo”) y otras que están basadas en los resultados (por ejemplo: “Lograr una Argentina con Pobreza Cero”). Por eso, puede haber casos en los que se tomaron medidas para avanzar hacia el cumplimiento de una promesa, pero si los resultados fueron contrarios, la calificación es negativa.


domingo, 24 de diciembre de 2017

Teniente General General Juan Jaime Cesio. Q.E.P.D. @dealgunamanera...

Fundó el CEMIDA y marchó con las Madres…


Murió el general Juan Jaime Cesio, defensor de la democracia y los DDHH.

Tenía 91 años y estaba internado en el Hospital Militar con un cuadro de neumonía. Fue degradado en la dictadura por su apoyo a los organismos de derechos humanos.

El general del Ejército Argentino Juan Jaime Cesio murió ayer a los 91 años tras ser internado por una neumonía y sufrir un cuadro de sepsis en los pulmones. Su apoyo a los organismos de Derechos Humanos durante la última dictadura militar lo expuso a sanciones y amenazas, fue perseguido y degradado.
Junto con otros militares fundó el CEMIDA (Centro de Militares para la Democracia Argentina) y realizó esfuerzos por la persecución y juzgamiento de los autores de las desapariciones sistemáticas de personas.
Recién en 2006 le fueron respuestos plenamente sus cargos y honores.
El presidente Néstor Kirchner le restituyó el grado militar junto al coronel Martín Rico, asesinado por la Triple A, a quienes estaba investigando.


También fue ascendido a general de brigada, nombramiento que había sido boicoteado por José López Rega antes del golpe de estado de marzo de 1976.

Fue recibido en noviembre de 2006 por el presidente Néstor Kirchner, quien le devolvió el uso de uniforme. (Foto: Lucia Merle)



Los 10 juguetes más elegidos para el arbolito de este año… @dealgunamanera...

Los 10 juguetes más elegidos para el arbolito de este año…


Surge de un relevamiento de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. El gasto promedio fue de 400 pesos. Qué se llevaron los "papá noel".

© Publicado el domingo 24/12/2017 por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) realizó un informe con las ventas de su sector en esta Navidad. Afirman que este año la venta de juguetes para Navidad creció un 4,8% con respecto al año pasado y que el gasto promedio fue de $ 400.

También hicieron un relevamiento sobre los juguetes más elegidos por los "papás noel". Bajo el arbolito de muchas casas argentinas los chicos encontrarán alguno de estos 10 juguetes que, según un relevamiento de la cámara del juguete fueron los más elegidos.

Los cinco nacionales:

1- Camión para cargar juguetes y arena: se consigue desde $39. El precio aumenta según el tamaño.


2- Andador didáctico de plástico con aro de contención, bocina y actividades: $600


3- Monopatín con cuatro ruedas, para niños de 3 a 6 años: desde $390


4- Pelotas plásticas: $59


5- Flota Flota: $60 cada uno



Los cinco importados:

1- Muñeca que llora con lágrimas: $1.599


2- Muñecas para coleccionar de cinco centímetros. Cada una viene con sus respectivos accesorios milimétricos: salen $350 por unidad


3- Lanza agua con tobogán y accesorios: se consigue a $730


4- Pequeños muñecos para favorecer el desarrollo motriz, intelectual, sensitivo de los chicos: a partir de los $250


5- Juego de destreza, velocidad, reflejos y memoria para compartir con amigos o familia: $900


De acuerdo a un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) los juguetes fueron el rubro más solicitado en las compras navideñas de este año, seguidos por artículos de indumentaria, calzado e informática en una época del año en que las promociones, descuentos y financiación en cuotas son determinantes a la hora de definir los regalos.

Además, un trabajo realizado por la consultora Focus Market para Came -que incluyó una encuesta a 2.860 personas en todo el país- reveló que el rubro juguetes sigue siendo el que se lleva mayor proyección de ventas para el arbolito navideño, con 17% del total, mientras que le siguen indumentaria (12%), calzado (11%) e informática (10%).

Como ocurre en los últimos años durante las fechas comerciales, de las cuales la Navidad es la de mayor ventas, las opciones de descuentos y financiamiento determinan buena parte de las decisiones de compra en cada rubros.

El asesor de Came Damián Di Pace destacó hoy a la agencia Télam que, en juguetes, las cadenas del rubro, grandes supermercados y tarjetas de crédito ofrecen descuentos de hasta 40% con varias opciones de cuotas sin interés, lo que resultará "determinante" en muchas de las decisiones de compra.

Para la Cámara Argentina de la Industria del Juguete el "efecto aguinaldo antes de la Navidad" se hizo sentir. “Si bien se registró mucha venta con tarjeta por los descuentos de los bancos que rondaron el 35 a 40% y ofertas de hasta el 50%, el efecto aguinaldo antes de la Navidad se hizo sentir”, explicó el presidente de la CAIJ, Matías Furió.



Revolución Industrial 4.0... @dealgnamanera...

Gestión del Cambio. En 2018 no alcanzará con tecnología: la clave será el cambio cultural… 

No solo Tech. Si la tecnología no se acompaña con asimilación del cambio exponencial que supone, se termina utilizando apenas 30% de la capacidad instalada. Foto: CEOP Perfil

El retorno de la inversión (ROI) que ofrece la automatización de procesos ronda el 15%, pero si se acompaña con la gestión del cambio que impone la tecnología, el porcentaje se puede duplicar.

El desembarco de la “Revolución industrial 4.0” ya es tema de agenda en la mayoría de las organizaciones privadas y públicas.  

Desde las empresas de taxis que utilizan aplicaciones (app) y GPS para organizar la distribución de viajes de sus móviles, pasando por las grandes distribuidoras de gaseosas y los bancos que incorporaron chat-bots para mejorar la atención a clientes, o las automotrices que sumaron robots soldadores a sus líneas de producción, hasta las áreas del Estado que digitalizaron procesos para el cobro de  servicios e impuestos… de uno u otro modo, todas están atravesadas por el cambio exponencial que implica la tecnología, y la inteligencia artificial (IA) en particular.

Según un informe de PwC, la IA impulsará un aumento de 14% del PBI global de aquí a 2030 (equivalente a US$ 15.700 millones adicionales). A su vez, una investigación de Accenture & Frontier Economics indica que  en 2035 la inteligencia artificial le aportará a la economía de la Argentina casi US$ 59.000 millones de Valor Agregado Bruto (VAB), para un total de US$ 702.000 millones, lo cual significará poder sostener un ciclo de crecimiento del 4%, como base. Y esto no es algo que ocurrirá “allá afuera”; Córdoba ya es un potente ecosistema creador de IA aplicada a múltiples industrias, con tecnológicas como Apex, Dicsys o Intelydrone.

Sin duda, la automatización de procesos es un camino sin retorno: aumenta la productividad, hace más eficientes los costos y ofrece un retorno sobre su inversión (ROI) de al menos el 15%. Sin embargo, allí donde radican sus bondades se esconden también sus vulnerabilidades: cuando sólo se pone foco en la tecnología y no en los talentos, se usa 30% de la capacidad tecnológica instalada, asegura una investigación realizada por ASUG (Grupo de Usuarios de SAP Argentina).  

De acuerdo a esta fuente, ocho de cada diez CIO`s (Chief Information Officer) reconocen “resistencia cultural tras grandes implementaciones” y 95% de ellos cree que es “muy importante” la gestión del cambio cultural que debe acompañar al proceso. 

Este tema será clave en 2018 para las empresas que destinen inversión a este tema. En efecto, deberán acelerar los resultados de su aplicación y su retorno para poder lidiar con una economía de, todavía, bajo crecimiento (3,5%, en el mejor escenario). 

Ahora bien ¿cómo hacer para acelerar el ROI del proceso de automatización con la gestión del cambio que conlleva?

Cinco claves. 

Perfil Córdoba recopiló cinco tendencias, en base a una investigación publicada por la firma global Top Employers Institute (a partir de la certificación de los procesos vividos por 1.200 compañías líderes en todo el mundo) y a las “Tendencias 2018” identificadas por la empresa española Value Experience:

1. Reinvención. La gestión del cambio será imprescindible para que las compañías puedan reinventarse. No se entenderá solo como transformación tecnológica, sino, sobre todo, como un cambio cultural que replanteará toda la manera de trabajar. La preocupación se centrará en cómo el equipo es capaz de enfocarse en resultados;  coordinar tareas, roles y funciones;  gestionar la incertidumbre; mejorar procesos;  resolver problemas e Innovar.

2. Colaborar será crítico. De la gestión de personas se pasará a la gestión de equipos. Esto dará lugar a nuevas formas de liderar: los sistemas jerárquicos y estáticos darán lugar a las redes de equipos autogestionados, que pueden adaptarse a entornos en constante cambio. 

3. Comunicación horizontal. El 2018 será también el año de la comunicación multidireccional en todos los ámbitos de la gestión del talento. Esa comunicación deberá promover procesos de aprendizaje,  escalabilidad del desempeño, creación de ambientes creativos y disruptores. Saber escuchar y crear conversaciones con valor agregado marcará la diferencia. 

4. Estrategias de retención. La propuesta de valor al empleado (EVP en sus siglas en inglés) será más estratégica para así retener talentos y reducir la rotación. En un contexto de  consolidación de la generación millennials (con sus demandas de flexibilidad en los estilos de trabajo) será prioritario ofrecerles una EVP personalizada: opciones para tele-trabajo, becas de capacitación, espacios para intrapreneurs (emprendedores al interior de la empresa que innovan por iniciativa propia), etc.

5. Planificación de carrera. Será una de las principales prioridades de Recursos Humanos, no solo para los puestos clave, sino para toda la organización. Se promoverá la movilidad vertical, y también la horizontal y multifuncional, impulsando que los propios profesionales tomen las riendas de su desarrollo de carrera. Será muy valorado el “líder coach”, que estimula el crecimiento  de su equipo.

¿Y… Los Salarios?

Dada la realidad macroeconómica del país, se anticipan estas tendencias:

-Paritarias al 17%. Las expectativas inflacionarias del sector privado están en 16,6% para el año que viene, por lo que se espera que las paritarias cierren en torno a ese porcentaje. El BCRA sigue con la meta de entre el 8% y el 12%. El Presupuesto Nacional  prevé un 15,7%.

-Remuneraciones consolidadas.  Durante 2018, también se verá una creciente tendencia a la “retribución integrada”. Esta propuesta incluye elementos retributivos tradicionales como el salario, más la monetización de los beneficios extra que ofrecen las empresas, la inversión en formación e incentivos a largo plazo.

-Incrementos por productividad. Más allá de los ajustes por inflación, se consolidará la tendencia de entregar aumentos atados al crecimiento de la productividad.


Mentir, mentirse… @dealgunamanera...

Mentir, mentirse… 

Miope es la mirada del Gobierno sobre la violencia. Foto: Cedoc Perfil

Mucho se ha escrito sobre que la política sin mentira no es posible. Tanto la mentira propia como convertir en mentira lo que sostienen los opositores. Y probablemente Macri no sea aún consciente de que ya se ha convertido en un político. Miente.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 24/11/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Nadie ha dudado jamás con respecto al hecho de que la verdad y la política no se llevan demasiado bien, y nadie, que yo sepa, ha colocado la veracidad entre las virtudes políticas. La mentira siempre ha sido vista como una herramienta necesaria y justificable para la actividad no solo de los políticos y los demagogos sino también del hombre de Estado.”  (Hannah Arendt,Verdad y política)


* * *

Todo el tiempo, Macri se refiere a la mentira como aquello en lo que nunca caerá. “No vine aquí a mentirles”, repite en cada discurso marcando tácitamente que eso es lo habitual de los políticos (él viene de otro lado), y muy especialmente de sus predecesores kirchneristas. Mucho se ha escrito sobre que la política sin mentira no es posible. Tanto la mentira propia como convertir en mentira lo que sostienen los opositores. Y probablemente Macri no sea aún consciente de que ya se ha convertido en un político. Miente.

Dos ejemplos de la última semana sobre la mentira propia y la conversión en mentira de lo que sostienen los opositores: el Gobierno insiste en que cuando pase el tiempo los jubilados comprobarán que sus ingresos mejorarán con el nuevo sistema de actualización y que la oposición mintió. Esto, al mismo tiempo que justifica la ley porque el actual sistema de actualización de las jubilaciones no es sustentable y se precisa cambiar para producir un ahorro de 100 mil millones de pesos anuales en las jubilaciones. Una contradicción que no resiste análisis lógico. ¿Un discurso para la tribuna y otro para el círculo rojo porque los ciudadanos pueden ser confundidos –en la era de la posverdad como también en el siglo XX– repitiendo una mentira la suficiente cantidad de veces hasta hacerla verosímil si se cuenta con la benevolencia de la mayoría de los medios de comunicación haciéndose los sordos?

El otro ejemplo fue el operativo de seguridad del lunes conducido por Rodríguez Larreta, donde la Policía soportó una lluvia de piedras durante horas solo con sus escudos y recién pasó a utilizar balas de goma y gases lacrimógenos al final porque antes los violentos estaban mezclados con los manifestantes pacíficos y –según se explicó– esperaron que estos últimos se desconcentraran. En la represión del jueves anterior, conducida por Patricia Bullrich, la Gendarmería disparó balas de goma desde el inicio, cuando los violentos estaban mezclados con los no violentos. Otra mentira fue quejarse públicamente porque la jueza Patricia López Vergara impidió que se usara armamento letal cuando ese es el protocolo de la Policía de la Ciudad frente a todas las manifestaciones. Mentiras hechas para no reconocer públicamente que el operativo del jueves conducido por Bullrich había sido excesivo y un error político.

La técnica retórica continuó en el reportaje que Macri le concedió a América TV el jueves, donde le dijo a Fantino: “El año que viene van a cobrar más. Las jubilaciones van a crecer entre 4 y 6 por ciento más que la inflación. Y el otro año, de vuelta. Y el otro año, de vuelta” sin aclarar que ese “más” va a ser menos que lo que cobrarían sin la reforma previsional porque de lo contrario no habría ahorro fiscal.

Fantasías saludables.
 

Probablemente a quienes Macri califica como mentirosos, categoría de la que él se siente claramente excluido, sean los poetas a quienes Platón expulsó de la república porque estos “narradores profesionales o mitólogos ambulantes fabrican fábulas nefastas que, con nombres estremecedores e historias inquietantes y ambiguas (¿los kirchneristas?), despiertan fascinación en una población inexperta en asuntos políticos”. Y para “evitar la fuerza disruptora del horror y del pánico sobre el frágil patriotismo de la población”, había que sustituirlos por la mentira útil o pharmakon khrésimon, medicina o veneno útil y mentira bella “puesto que solo la más amable de las ideas, la belleza, tiene garantizado un acceso inmediato al ánimo de los hombres”. Esta otra forma de persuasión era una herramienta fundamental para la administración del gobierno que imaginaba Platón.
Sobre la mentira en política, Jacques Derrida dijo: “Se pensó durante mucho tiempo que la mentira era un privilegio natural de la derecha. Pero, más allá de sus loables esfuerzos, no supo conservar esa exclusividad. La derecha perdió su monopolio de la mentira al igual que la izquierda perdió el suyo de la compasión y la virtud. Como dijera con acierto Tocqueville, la democracia acaba siempre igualando las condiciones. Abolidos todos los privilegios, la mentira se ha democratizado. Humilde, ya no aspira a perpetuarse en la historia.

Ha tenido que aprender a coexistir. La mentira democrática es efímera, ecléctica, posmoderna”.

Claro que hay una diferencia entre ocultar la verdad al pueblo en determinadas circunstancias (por ejemplo, diría Macri, la gravedad de la recesión al comienzo de su gobierno agregando ánimo al decir que “lloverán inversiones” en el “segundo semestre”) y crear un Ministerio de la Verdad enteramente dedicado a fabricar mentiras, como imaginó George Orwell (el Indec kirchnerista). Pero aun en la construcción de fantasías saludables, a la que la economía es tan afecta, el Gobierno subestima a la audiencia cuando su ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en el Congreso, ante la pregunta de la diputada Victoria Donda sobre cuánto tendría que cobrar un jubilado en marzo si se aplicara la nueva fórmula de actualización y cuánto si no se modificara la ley, respondió: “No hicimos esa cuenta”.

El libro de ciencia ficción Ciudad de verdad, de James Morrow, construye una sociedad donde todos sus habitantes dicen siempre la verdad. En ella los políticos reconocen haber recibido sobornos, la publicidad anuncia los defectos de los productos y cada uno, sus vicios y errores, hasta demostrar que una sociedad donde exista la incapacidad de mentir se hace inviable. Pero igualmente a Macri le convendría, como con el endeudamiento, no abusar y recordar siempre la frase de Lincoln: “Es posible engañar a unos pocos todo el tiempo. Es posible engañar a todos un tiempo. Pero no es posible engañar a todos todo el tiempo”. O sea, en su caso, no mentirse.


Reforma Provisional. Dura enseñanza... @dealgunamanera...

Dura enseñanza...
Profesor Gabinete. Marcos Peña. Dibujo: Pablo Temes

El Gobierno cometió errores y la oposición los desaprovechó. Límites institucionales.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 24/12/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Fue una semana dramática en la que el Gobierno puso en juego su sustentabilidad. Eso fue lo que estuvo en danza a lo largo de las 17 horas que duró la maratónica sesión de la Cámara de Diputados que se inició a las dos de la tarde del lunes 18 y terminó a las 7 de la mañana del martes 19. Ni más ni menos. El oficialismo debe sacar enseñanzas de todo este episodio. La oposición –empezando por el kirchnerismo– también. Aunque pretender que el kirchnerismo aprenda de sus errores –que en algunos casos son horrores– es un imposible.

Tres frentes. 

Hubo tres escenarios sobre los que se desarrolló la densa trama de esa jornada. El primero fue el recinto de la Cámara de Diputados. El objetivo de los diputados K era que no hubiera sesión. Para ello armaron una estrategia simple y clara de obstrucción permanente que empezó con la larga retahíla de las cuestiones de privilegio –fueron todas iguales y en una cantidad nunca vista a lo largo de la historia parlamentaria argentina– y, cuando esto fracasó, apelaron a chicanas basadas en informaciones falsas sobre saqueos y muertes que nunca ocurrieron.

El segundo escenario fue la calle. 

Allí la violencia se desató en forma precisa y organizada. Fue tal su virulencia que la mayoría de los manifestantes que habían ido a la Plaza del Congreso para hacer sentir su legítima oposición a la ley de reforma previsional huyeron despavoridos. La magnitud de los incidentes obligó al Gobierno a dejar de lado sus internas en el área de seguridad y a movilizar a la Gendarmería Nacional y a la Policía Federal para reforzar así las escuálidas fuerzas de la Policía de la Ciudad que en un momento estuvieron a punto de ser superadas por los violentos. 

Y el tercer escenario fue el de las redes sociales –transformadas hoy en día en un ámbito de violencia desenfrenada e irracionalidad– a través de las que el kirchnerismo y la izquierda dura fogonearon a los violentos que destrozaron todo e intentaron avanzar sobre el Congreso.

El kirchnerismo tiene un solo objetivo para su existencia actual: destruir al Gobierno. Ese será su norte de aquí en más. El silencio de Cristina Fernández de Kirchner sobre los hechos de violencia no sorprende. La justificación que hizo el diputado Leopoldo Moreau del cobarde y brutal ataque que sufrió nuestro querido colega Julio Bazán –algunos tuits incitaban lisa y llanamente a matarlo– habla de un vale todo que expresa la impotencia de quienes no se resignan a haber perdido el ejercicio del poder.
      
Puertas adentro del Gobierno –y en voz muy baja– hay quienes reconocen los errores cometidos en el apuro por aprobar la reforma previsional. La comunicación de la ley fue decididamente mala. “Eso no fue una casualidad. El primer efecto de la ley es malo y si lo hubiéramos explicado demasiado, no habría habido ley”, reconoce una voz calificada de Cambiemos. Otra voz del oficialismo señala que no había opción, porque “las cosas se encadenaron de tal manera que si no se hubiese aprobado el proyecto, todo lo hecho hasta aquí y lo que debe venir habría estado en riesgo”.

Uno de los errores increíbles fue el no haber anunciado el bono compensador, que hubiese atemperado las objeciones que hicieron caer la sesión del jueves 14.

Otro de los errores cometidos por el Gobierno estuvo en el mal manejo de los acuerdos con los gobernadores. El apuro por aprobar la ley en la frustrada sesión del jueves 14 hizo evidente que había faltado un trabajo de mayor cercanía con los gobernadores y con los diputados que les responden. Eso permitió que el kirchnerismo presionase y les copara la parada. Todo esto le representó al oficialismo un alto costo político que reflejaron por estas horas las encuestas de imagen. En ellas, la caída de imagen positiva del Presidente varía entre 8 y 12 puntos. Esto debería servirle al oficialismo para entender que hay límites para su gestión. Que hayan vuelto los cacerolazos es una muestra de ello.

¿Por qué el apuro del Gobierno? Por una razón simple: necesita avanzar en la reducción del déficit fiscal, que es la principal causa de la inflación que castiga el bolsillo de la gente. Es verdad que en su informe, el FMI advierte sobre lo imprescindible de reducir ese déficit en unos cien mil millones de pesos. En realidad, no hacía falta que lo dijera el Fondo Monetario; es de Perogrullo saber que si el déficit fiscal no se corrige, la economía se resiente.

Secuelas. 

Las internas dentro del Gobierno estuvieron –están– a flor de piel. Marcos Peña está en el centro de todas ellas. Rogelio Frigerio fue el mediador entre tanta interna y el que, luego del fracaso de la primera sesión, trabajó arduamente para comprometer la participación más activa de los gobernadores peronistas que habían afirmado el acuerdo previo. En verdad, el Presidente debería cuidar y mucho a su ministro del Interior, persona con muñeca política, carácter y templanza. Esa deuda de gratitud debería extenderse a Emilio Monzó y a Elisa Carrió.

El delicado momento que se vivió en ese lunes triste y en el que, por milagro, no hubo muertos, deja una moraleja para el Gobierno y para toda la dirigencia política: la Argentina necesita imperiosamente ir a un proceso de pacificación interna sostenido y permanente. No hay lugar para el triunfalismo ni para el enojo. Con el correr de la gestión, Mauricio Macri, que ha hablado siempre de la necesidad de dialogar y ha demostrado voluntad de hacerlo, ha ido cayendo en la tentación de materializarlo con quienes le son afines. Es un error. Chile nos acaba de dar un ejemplo que, a la luz de lo que sucede en nuestro país, luce extraordinario: ver y escuchar a su actual presidenta, Michelle Bachelet, invitar a su casa a dialogar a su sucesor, Sebastián Piñera. Eso da una idea clara de la magnitud del retroceso que la dirigencia argentina ha experimentado, hoy tan alejada de aquel ejemplo extraordinario que dio Raúl Alfonsín, quien, no bien electo presidente, le ofreció a su adversario, Italo Luder, nada menos que la presidencia de la Corte Suprema de Justicia.     
 
Producción periodística: Santiago Serra.