sábado, 23 de enero de 2016

Víctor Hugo en la era de Mauricio... @dealgunamanera...

RadioKut… 

Víctor Hugo, Cynthia García y Alejandro Apo comen pizza. Twitter Víctor Hugo Morales

El futuro del periodista dependerá del futuro del kirchnerismo: si se va diluyendo mes a mes o si puede pelear un lugar perenne en la política.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 17/01/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Macri debería conseguirle un nuevo trabajo a Víctor Hugo en otra radio para demostrar que no hubo censura. Cristina Kirchner hubiera podido ayudarlo pidiéndole a Cristóbal López que lo contratara para el mismo horario –la segunda mañana– en Radio 10 ya que hubo versiones sobre que González Oro no iba a continuar en 2016. Pero ya le habrían renovado el contrato para seguir de 9 a 12 a partir del 22 de febrero.

Aunque alicaída, la otrora “radio más potente del país” tiene alrededor de 15 por ciento de la audiencia de AM mientras que Víctor Hugo, en Continental, tenía 9 por ciento.

Otra posibilidad es que Cristina Kirchner les pida a sus amigos dueños de Electroingeniería que tomen a Víctor Hugo en radio Del Plata, donde podría subir su audiencia actual, que orilla el 5 por ciento del total de AM. Quizá también se tenga que apurar porque hay versiones sobre que la señal de cable 360 TV Digital de Electroingeniería se la estarían vendiendo a Daniel Hadad porque ya no querrían seguir perdiendo dinero en medios, al no tener expectativas de nuevas licitaciones de obras públicas que ganar del Poder Ejecutivo Nacional, y en ese caso pudieran vender su radio. También es posible que vendan su canal pero conserven radio Del Plata para defender la continuidad de la construcción de las dos represas en Santa Cruz, en sociedad con chinos ahora cuestionados.

Quienes están más cansados aún de perder plata con medios en Argentina son los españoles de Prisa (diario El País, Editorial Santillana, Cadena Ser de radios) porque radio Continental tiene ventas de alrededor de 3,5 millones de pesos mensuales y costos mayores a 5 millones mensuales. En un año pierden 20 millones, casi la mitad de lo que venden. Y decidieron cambiar.

En 2015 concluyeron su relación con su anterior gerente general, Nicolás Yocca, en su reemplazo pasaron de Editorial Santillana a Ramiro Vega y contrataron un nuevo director artístico, Julián Echeverría, quien en el mismo puesto en radio La Red logró superar a Continental en audiencia y desplazarla al cuarto puesto.

Prisa y Albavisión fusionaron sus radios argentinas: 55% para los españoles y 45% para los mexicanos

Además, Prisa se asoció con Albavisión, la empresa del mexicano Remigio Angel González González, apodado “el Fantasma”, dueño de decenas de radios y canales de televisión desde México hasta Tierra del Fuego (Albavisión, en homenaje a su esposa Alba Elvira Lorezana) y que en Argentina tiene Canal 9 y varias radios. Prisa y Albavisión fusionaron recientemente sus operaciones de radio en Argentina: Continental, 40 Principales e Imagina por los españoles, y Aspen, RQP y Arpeggio por los mexicanos, quedando Prisa con el 55 por ciento de las acciones y Albavisión con 45 por ciento y a cargo de la venta de publicidad, que realiza en conjunto con la de Canal 9.

Radio Continental perdió la mitad de su participación en total de la audiencia AM después del conflicto con el campo: en 2009 tenía 15 por ciento del total (su promedio histórico) y se redujo al 7 por ciento en 2015. Con el programa de Fernando Bravo alcanza el 9,5 por ciento de toda la audiencia, con el de Víctor Hugo el 9 por ciento y con el de Nelson Castro menos del 7 por ciento. 

En la radio lo atribuyen al choque de ideologías entre Nelson y Víctor Hugo. 

Con la nueva gestión (decidida cuando pensaban que en 2016 el presidente sería Scioli) apuestan a revertir esa situación estirando a Nelson Castro hasta las 10 de la mañana (como Longobardi, que pasó de 6 a 9 en Radio 10 a de 6 a 10 en Mitre), después María O’Donnell, pasado el mediodía, con la primera aparición de Mariano Closs, quien dejaría de estar en radio América, luego Fernando Bravo, nuevamente Closs en lugar del programa deportivo Competencia, que hacía Víctor Hugo de 19 a 21, y a la noche con Paulino Rodrígues.

El incumplimiento de asistencia en el programa deportivo Competencia fue el argumento alegado por radio Continental para despedir con causa a Víctor Hugo porque sostienen que, de las dos horas del programa, iba pocos minutos y dejaba solo a su equipo la mayor parte del tiempo. Excusa que seguramente no exculpará a Prisa/Albavisión de tener que pagar una indemnización a Víctor Hugo de alrededor de 5 millones de pesos. Pero podría haber sido más de 100 millones de pesos, la indemnización récord en la historia de la radiofonía argentina, si hubiera contado la antigüedad de treinta años de Víctor Hugo en la radio.

No sería así porque en la gestión del director general anterior, Nicolás Yiocca, se habría resuelto la contingencia de casi tres décadas de Víctor Hugo como contratado, lo que la ley laboral pena con el doble de indemnización y otras multas, con un acuerdo indemnizatorio privado homologado en el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (Seclo) del Ministerio de Trabajo, por el cual Víctor Hugo se comprometía a no hacer reclamos por todos los años anteriores en los que estuvo contratado, pasando a partir de ese momento a ser empleado en relación de dependencia. A cambio, Víctor Hugo habría cobrado 8 millones de pesos del año 2014, pero en un juicio podría haber reclamado mucho más: Rolando Hanglin, con la mitad de la antigüedad que Víctor Hugo, un solo programa y una remuneración menor, le ganó a Continental en 2006 una indemnización equivalente a casi 2 millones de dólares de la época.

Víctor Hugo ya había anticipado parte de su indemnización en 2014. Ahora le quedaban sólo los últimos dos años

Fuentes de radio Continental cuentan que tenían estimado en 60 millones de pesos esa contingencia y que lograron el ventajoso acuerdo gracias a la intervención del gobierno kirchnerista, que les habría adelantado pauta de publicidad oficial para pagar esos 8 millones con el compromiso de que firmaran un contrato donde Víctor Hugo mantuviera sus dos programas hasta fin de 2016, año especialmente simbólico para él porque cumpliría medio siglo como relator (la transmisión radial de partidos de fútbol ya no es más rentable y los nostálgicos que bajaban el sonido del televisor para escuchar el de la radio muchas veces ya no pueden hacerlo por el delay, una de las tantas causas por las que periodistas deportivos destacados –Fantino hoy– migraron a la política).

Eso en parte explicaría por qué las nuevas autoridades de radio Continental asumieron el costo económico del despido actual: porque ya no sería una indemnización de treinta años sino sólo de dos, y siendo así le corresponderían dos sueldos de indemnización por sus dos años de antigüedad, seis sueldos de indemnización especial por el Estatuto del Periodista y cuatro sueldos por preaviso no cumplido, alrededor de doce sueldos, que a 400 mil pesos que sería su remuneración promedio mensual, daría esos 5 millones de pesos, que podrían llegar a 7 millones con vacaciones no cobradas, aguinaldo proporcional y otros eventuales cargos.

Fuentes de radio Continental cuentan que después de la primera vuelta electoral de octubre del año pasado, conociendo que Scioli no había ganado por la diferencia esperada, Víctor Hugo les comentó a las autoridades de la radio que estaba cansado de cobrar sólo un tercio de su remuneración porque el 30 por ciento iba al embargo del juicio que le ganó Clarín por haber difundido un partido sin derechos en el año 2000, y el 35 por ciento se le descontaba de impuesto a las ganancias. Y habría mencionado la posibilidad de negociar la salida anticipada de su contrato hasta fines de 2016 porque las indemnizaciones, a diferencia de los sueldos, no pagan impuesto las ganancias, pero que luego no mencionó más esa posibilidad, que para las nuevas autoridades de la radio habría sido una salida ideal y menos ruidosa.

Algunas fuentes radiofónicas consultadas critican las maneras “militares” del despido de Víctor Hugo: con escribano, tratando de prohibirle que vaya a su estudio y se pueda despedir de su audiencia, como hubiera correspondido después de tantos años. Pero todas coincidieron en considerar económicamente racional la decisión de radio Continental de no continuar con Víctor Hugo en 2016, de la misma forma que opinaron que si el presidente hubiera sido Scioli Prisa/Albavisión no hubiera tomado esa medida, habría apostado a tener más publicidad oficial del gobierno nacional y, recién a fin de 2016, al finalizar su contrato, comenzar un proceso de reducción de su protagonismo en la radio.

Si Continental lograse recuperar su identidad de radio de clase media empalmando en el horario central, que es la mañana –donde se concentra el 70 por ciento de la venta de publicidad–, a Nelson Castro con Fernando Bravo, sumándole a este último algún columnista político de diarios, como en su momento fue Leuco, podría en cierto tiempo ir recuperando su participación histórica (o parte de ella) sobre el total de la audiencia, y en un contexto de distribución de la publicidad oficial profesional, con Macri y no con Scioli, los 5 o 7 millones que le costaría la indemnización de Víctor Hugo los recuperaría adelantando un año la reconstrucción del posicionamiento de radio Continental.

De los ingresos publicitarios de Continental, 30 por ciento son productos para el campo, donde la radio tiene mucha llegada por su ubicación al comienzo del dial, y Víctor Hugo producía rechazo en ese sector. Agregan, quizá para justificarse, que ni él mismo puede vender los seis PNT que tendría por contrato mientras esperan que Mariano Closs venda diez PNT por tres horas de programa, y que, a 5 mil pesos cada uno a lo largo de veinte días, sume un millón de pesos mensuales de ingresos. Otro punto importante para comprender la decisión de Prisa/Albavisión es que ya no precisa, como sí en la época kirchnerista, del Gobierno para que le apruebe el traspaso de acciones porque ya tiene todos los papeles en orden.

Si el kirchnerismo quiere un micrófono que lo defienda, no hay voz más potente y convencida que la de Víctor Hugo

Respecto del futuro de Víctor Hugo, las fuentes no tienen las mismas coincidencias. Están quienes hasta creen que podría quedar sin un programa importante para siempre, como les pasó a otros grandes de la radio a cierta edad, y quienes creen que sería un éxito una radio de centroizquierda en un ecosistema mediático que, por la llegada de Macri, mayoritariamente se corrió a la centroderecha (la misma jugada que hizo Hadad con Radio 10 a fines de los 90, cuando todas las radios eran progresistas y se desmarcó con una de derecha) y en esa radio Víctor Hugo podría ocupar un lugar estelar.

Equidistantes están las fuentes más profesionales: los estratégicos creen que un medio de comunicación duradero no se construye apelando a tener la ideología que sea más conveniente en cada momento sino generando ventajas competitivas profesionales, sustentables y duraderas más allá de quién gobierne. Y los tácticos creen que, aunque una radio de centroizquierda pudiera ser exitosa, el problema de Víctor Hugo no es ideológico sino psicológico, que es “un periodista militante personal”, que sólo quiere hablar de sus obsesiones y siempre vuelve recurrentemente a lo mismo; exagerada e irónicamente lo sintetizan en que “cada cuatro palabras dice Magnetto”. Fuentes de la actual radio Continental cuentan que Víctor Hugo se negó al informativo de la media hora porque no quería que lo cortaran (en el resto de Continental ya hay dos noticieros por hora) y tampoco aceptó aggiornar la música que se pasaba.

Radios con un posicionamiento donde Víctor Hugo no desentonaría hay varias: además de las mencionadas Radio 10 y Del Plata, podrían considerarse también radio El Mundo, vinculada a Julio De Vido a través de su ex secretario José María Olazagasti; la AM 750, del gremialista Víctor Santa María (fuentes cercanas al sindicato de encargados de edificios lo desmintieron); la radio de las Madres de Plaza de Mayo, y las radios de Szpolski/Garfunkel (América y Splendid, entre las AM). Sobre este último grupo kirchnerista, vale agregar que también se menciona a Daniel Hadad analizando la compra de CN23, eligiendo, entre 360 TV Digital y CN23, la que sea entregada con menos personal (ambos canales tienen hoy entre 140 y 180 personas).

El futuro de Víctor Hugo también dependerá del futuro del kirchnerismo: si se va diluyendo mes a mes o si quiere y puede pelear un lugar perenne en la política.

Si así fuera, después de Cristina Kirchner, la voz de Víctor Hugo es la más potente y no tiene “el modelo” mejor orador que defienda sus ideas con mayor convicción. Si el kirchnerismo precisara un micrófono que promoviera sus posiciones, nadie mejor que Víctor Hugo. 



Foro de Davos 2016... @dealgunamanera...

El negro panorama para el empleo que pronostica el Foro de Davos…


Al menos 7 millones de empleos pueden perderse en los próximos cinco años por las transformaciones que la Economía mundial va a padecer y que el Foro Económico Mundial denomina “cuarta revolución industrial”.

© Publicado el miércoles 20/01/2016 por la Revista Cambio 16 de la Ciudad de Madrid, España.

Este miércoles comienza el Foro de Davos y sus investigadores han presentado un informe en el que se analizan las transformaciones que la economía mundial y el mercado de trabajo padecerán en el próximo lustro.

El estudio afirma que a causa de la automatización se perderán el mundo unos siete millones de empleos “de oficina”. El estudio predice el desarrollo en las áreas de inteligencia artificial, robótica, nanotecnología e impresión 3D.

Esta transformación provocará que algunos empleos sean superfluos e innecesarios, pero al mismo tiempo abrirá la oportunidad a otra gama de empleos. Es por ello que los economistas que firman el estudio advierten que esta pérdida se compensará con la creación de otros 2 millones de nuevos empleos en las áreas de computación, ingeniería, arquitectura y matemática, aunque cinco millones de empleos se perderán para siempre.

La entidad basa su análisis en decenas de entrevistas a directores de recursos humanos de una quincena de países que cuentan con el 65% del mercado laboral mundial. “Sin una acción urgente y específica para organizar la transición y contar con trabajadores con la formación necesaria, los gobiernos tendrán que lidiar con más desempleo y más desigualdad”, indicó, citado en el comunicado, Klaus Schwab, director del Foro.

La pérdida de empleos afectará casi a la par a mujeres (48%) y a hombres (52%). Sin embargo, un análisis más específico muestra que por cada cinco empleos perdidos para las mujeres, sólo se creará uno para ellas. Mientras que por cada tres empleos perdidos, los hombres obtendrán uno, subraya el estudio.

El Foro, en alerta

Más de 40 jefes de Estado y de Gobierno han empezado a llegar a la localidad de Davos, en los Alpes suizos, para participar en la 46 edición del Foro Económico Mundial, marcado por medidas de seguridad mayores que en años anteriores ante la amenaza terrorista.

La crisis de los refugiados, las tendencias migratorias y la amenaza terrorista, por una parte; y la economía mundial, de la otra, son los ejes principales del extenso programa de los cuatro días de reuniones.

Esta cita anual es considerada única en su género al hacer posible que durante cuatro días coincidan jefes de Estado, ministros y otras autoridades de más de cien países con 1.500 magnates y ejecutivos de las compañías más importantes de 25 sectores e industrias.

Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, de Colombia, Juan Manuel Santos, de México, Enrique Peña Nieto, y de Perú, Ollanta Humala, entre otros, asisten a la cita, en la que además participará, por ejemplo, el ministro brasileño de Hacienda, Nelson Barbosa, o la directora del FMI, Christine Lagarde.

El Foro de Davos ofrece así una tribuna sin igual tanto para hacer llegar mensajes políticos a una audiencia mundial, como para que los gobiernos expongan en reuniones privadas con inversores los atractivos de sus países.

El inicio de las reuniones, que se prolongarán hasta el próximo día 23, ha sido precedido por la divulgación por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) de datos claves que confirman que la economía mundial crecerá menos de los esperado, 3,4 %, en lugar del 3,6% previsto anteriormente.

Los pronósticos del FMI apuntan además a que la recesión se prolongará en Latinoamérica por segundo año consecutivo en 2016, con una contracción estimada del 0,3 %, debido a la profunda recesión de Brasil, cuya economía caerá un 3,5 % este año.

Por el contrario, el Fondo revisó al alza las previsiones de crecimiento para España, hasta un 2,7% en 2016 y un 2,3% en 2017, dos y una décima más, respectivamente, a pesar de una incertidumbre política que el organismo espera ver “pronto” resuelta.

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, y los presidentes del Santander, Ana botín, y el BBVA, Francisco González, son algunos de los asistentes españoles más destacados en el foro.

Los datos del Fondo coinciden con la que ha hecho China de su propia economía, al revelar que creció un 6,9% en 2015, la tasa más baja de crecimiento en 25 años, una noticia que de inmediato ha enfriado aún más a los inversores.

La situación de China, la segunda economía del mundo tras la estadounidense, y su impacto a escala global serán motivo de debates diarios durante el Foro, donde el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, hará previsiones para la Eurozona.

La evolución el sector energético, la posibilidad de prevenir futuros shocks económicos, la transformación de las finanzas, los cambios que sigue imponiendo la revolución tecnológica y la expansión de internet y las perspectivas de las economías emergentes, serán otros temas que se propondrán al selecto público del Foro Económico Mundial.







martes, 19 de enero de 2016

Conocé los faros argentinos… @dealgunamanera...

Conocé los faros argentinos…


Distribuidos a lo largo del litoral marítimo argentino, podrán ser visitados por turistas y público en general.

© Publicado el martes 19/01/2016 por Gaceta Marinera de las Ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires.



Los faros ubicados a lo largo de nuestro litoral marítimo argentino dependen del Servicio de Hidrografía Naval (SHN), organismo del Ministerio de Defensa. Durante este verano, como es costumbre, los diversos faros podrán ser visitados de forma libre y gratuita por turistas, lugareños y público en general.

De diferentes estructuras, los faros alumbran el camino de los navegantes preservando la vida humana y la integridad de las embarcaciones. A pesar de los enormes adelantos tecnológicos en materia de ayuda a la navegación, estas incansables señales luminosas continúan siendo vitales para quienes surcan las aguas argentinas. 

Junto con su función primaria como guías marítimos, permiten además una interacción permanente con las comunidades de las que forman parte y se constituyen en puntos de atracción para actividades científicas, educativas, recreativas y deportivas de la comunidad en general.

Los interesados en visitarlos y profundizar conocimientos acerca de su funcionamiento y la vida de sus torreros, pueden acercarse los días viernes, sábados y domingos de 09:00 a 12:00 y de 14:00 a 19:00



Como parte de la visita a los predios de los faros, el público podrá remontarse a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, al escuchar las diversas historias de los lugares, anécdotas y recuerdos de la época, vividos en relación a estas estructuras de apoyo a la navegación y los hombres que las mantienen en permanente servicio.


A su vez, los visitantes contarán con el apoyo del personal de suboficiales del Departamento Balizamiento del SHN, que prestan servicios allí. Los predios que pueden visitarse son:

Provincia de Buenos Aires: Faros Punta Médanos, Querandí, Punta Mogotes, Quequén, Claromecó, Recalada a Bahía Blanca, El Rincón y Segunda Barranca. 



Provincia de Río Negro: Faro Río Negro. 


Provincia de Chubut: Faro Punta Delgada 

Provincia de Santa Cruz: Faros Cabo Blanco y Cabo Vírgenes.





¿Cuánta verdad entra en el sinceramiento?... @dealgunamanera...

¿Cuánta verdad entra en el sinceramiento?...


El develo me desvela: ¿Cuánta verdad estamos dispuestos a tolerar frente al proceso de sinceramiento que vive nuestro país? Los velos se caen y desnudan todo lo que no se quiso ver. Desde la falsificación de los datos de las estadísticas oficiales a los nombramientos en la administración pública, desde la ideologización de los temas y problemas del país, “lo nacional y popular” para disfrazar el despojo de los recursos y engordar lo único que verdaderamente fue institucionalizado en la década pasada, la corrupción. Una práctica instalada y consagrada.

© Escrito por Norma Morandini el sábado 10/01/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En nombre de la intervención estatal se vació al Estado y se lo despojó de sus mejores profesionales, en general los menos obedientes. Se estatizó el discurso, pero las funciones fueron privatizadas al dejarla en manos de terceros, empresas amigas del Gobierno, o universidades dispuestas a encubrir esa distorsión.

¿Cómo el Estado puede regular o limitar a las corporaciones con clientes electorales, sin competencia ni idoneidad. Cuando esas organizaciones suelen ser más poderosas que los mismos estados y contratan a los mejores, los más preparados y capaces? Una cuestión de sentido común que desmiente las teorías de soberanía del relato que dominó la década.

La corrupción copó el Estado para delinquir y mató a centenas de nuestros compatriotas por el desdén, la irresponsabilidad y la codicia de los funcionarios que lejos de servir se sirvieron de la incredulidad o el autoengaño de buena parte de los argentinos que creyeron vivir una gesta histórica a tarjetazos de 12 cuotas y una eficaz maquinaria de propaganda oficial.

Fueron años en los que se hizo creer que la unanimidad política es garantía de gobernabilidad. Cuando, en realidad, se desmontaron los  controles, se acobardó a los jueces, adoctrinó a los periodistas, los espías del Estado fueron utilizados para la extorsión política, periodística o judicial. La sociedad se fue resignando, una parte, convencida de buena fe y otra, como sucedió siempre, aislada en su egoísmo personal o grupal.

Las mendaces declaraciones de todo tipo, los engaños y autoengaños pueden considerarse la infraestructura sobre la que se apoyó lo que simplificamos como “el kirchnerismo”. De todos los autoengaños, el que me quita el sueño es el que menos entiendo. ¿Cómo pudo ser que muchas personas de buena fe y, tal vez, mucha culpa no reconocida, hayan podido creer que el compromiso con los derechos humanos comenzó con la orden presidencial para descolgar el cuadro de Videla en la pared? Cuando en realidad ese gesto develó esa odiosa tradición argentina de hacer desaparecer lo que molesta, no se soporta y se busca aniquilar. Nunca entender, persuadir, conquistar domesticar o cambiar.

Tal vez porque resulta más fácil destruir que la laboriosidad del día en la construcción a largo plazo de la vida compartida, que es contradictoria, plural y cambiante como la vida misma. Pero sobre todo, demanda coraje para mirar de frente nuestros defectos y carencia. Sin la victimización de poner las culpas ajenas y la responsabilidad que cada uno de nosotros tuvo y tiene en lo que hoy padecemos.

La mentira política comienza a desmontarse, pero no habíamos imaginado su descomunal dimensión. Vale preguntar ¿cuánta verdad está dispuesta a tolerar una sociedad que fue complaciente, creyó “el relato”, se autoengañó y como otras veces en su historia contemporánea, a la hora de la verdad, llega tarde y por eso niega el espejo que le devuelve el rostro de su humillación y vergüenza? De la respuesta que nos demos, tal vez, encontremos el indicio del
 devenir.

Es menos grave autoengañarse que negar la realidad. Pero los seres humanos siempre podemos volver a empezar. Ese es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia y la imaginación de un mejor porvenir. Una tarea de todos.




lunes, 18 de enero de 2016

Nelson Castro sobre Víctor Hugo Morales... @dealgunamanera...

Nelson Castro se solidarizó con Víctor Hugo Morales...

Nelson se solidarizó con Víctor Hugo Morales...

Nelson Castro cuestionó el despido de Víctor Hugo: "Es una mancha negra para la democracia". El periodista, que compartía emisora con el uruguayo, lamentó su abrupta salida.

© Publicado el martes 12/01/2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El periodista Nelson Castro se solidarizó con su colega de Radio Continental, Víctor Hugo Morales tras el despido que hizo la emisora del relator uruguayo.

"Con Víctor Hugo Morales no compartimos nada en temas de visión política, nos separa un abismo de diferencia. Pero esto es lo importante porque la fuerza de la democracia es la pluralidad y la presencia de distintas voces", señaló el columnista de Perfil.

"Su ausencia representa una mancha negra para la democracia argentina, como la puede representar la de cualquier otro que piense diferente", afirmó el autor de Enfermos de Poder.

Además, Castro advirtió que le causa "dolor" ver que hay gente que se alegra con el hecho. "Me produce un impacto y una profunda pena que Víctor Hugo no esté más en Continental", remarcó en su programa de esa emisora.

"Me ha producido mucha pena ver que hay gente contenta con la salida de Víctor Hugo del micrófono de Continental. Me da pena porque está marcando lo que ocurre en Argentina que es la dificultad para aceptar el pensamiento del otro", agregó el conductor.

Pasó en Del Plata. En 2009, la radio de Electroingenería no le renovó el contrato a Nelson Castro y ni siquiera lo dejaron despedirse de los oyentes. En ese entonces, Víctor Hugo se solidarizó con su colega: "Creo que para Nelson debe ser también un alivio no tener que trabajar para una radio comprada por gente del gobierno”.

Yo vivo rezando para que esto no siga avanzando, porque sé que esta gente va por todo y sobre todo por los medios", dijo por ese entonces. "Es una desgracia, hasta yo me siento amenazado. Estoy muy triste con el negocio que se está haciendo con el mundo de los medios de comunicación", remarcó.

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Buenas tardes, tristeza… @dealgunamanera...

Buenas tardes, tristeza…

Las palabras vuelven a las conversaciones, las artes, las esquinas y las plazas.

Las palabras no dan abasto con tanto dispositivo y dejan de ser ellas mismas. No les queda otra que recurrir a las nuevas máscaras: los emoticones.

© Escrito por María Álvarez el martes 12/01/2015 y publicado por el Diario Perfíl de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


Ayer fui a la plaza con una amiga y su hijo de cuatro años, Martín. El sol estaba bajando y el aire era fresco, esas tardes de enero en Buenos Aires son únicas. Apenas llegamos, Martín, con un afilado radar infantil, se sumó al festejo de un cumpleaños desconocido y se puso a jugar carreras y a patear todo tipo de pelotas. Nosotras, cada tanto, interrumpíamos los dilemas amorosos, laborales y domésticos para disfrutar con la pandilla de niños, que parecían amigos de toda la vida.

El sol bajó y el cumpleaños empezó a desconcentrarse ante un partido que terminó. Como pudo, cada padre convenció a su hijo y fueron saliendo del espacio verde enrejado. Martín volvió con la remera mojada y los cachetes rojos de felicidad, y se sentó en el banco. Nosotras seguimos hablando, buscando llegar a esas conclusiones teóricas, tan difíciles de seguir en la práctica, que de a poco se fueron diluyendo con la luz y nos dejaron a los tres en un silencio de motores y pájaros.

“Mamá… Estoy triste”, largó Martín de la nada, y rompió la magia de la tarde. Mi amiga le acarició la cabeza y buscó un pañuelo de papel para secarle el pelo transpirado. Los miré. La frase, además de romper la tarde, me había roto el corazón. Puse el foco en mi amiga con ojos aterrados de sorpresa, pregunta y preocupación. Ella me devolvió la mirada, todavía fregando al chico con papel, y me tranquilizó, sonriente: “Es la nueva moda, por todo dice estoy triste”.

Quedé un poco angustiada con la falsa alarma. Como siempre, quise saber un poco más. “¿Por qué estás triste, Martín?”. “Estoy triste”, repitió. “¿Pero sabés por qué? ¿Cómo es la tristeza?”, insistí. Puso los ojos grandes y se sentó para reflexionar. “Sí”, dijo firme, “como en la película”. Mi amiga, que había aprovechado esos minutos para seguir pensando en sus cosas, subtituló a su hijo y aclaró, despreocupada: “Intensamente”.

Ah, sí, Intensamente, la película de Disney que muchos críticos cuentan entre las mejores del año pasado. Esa que los padres defienden porque habla de sentimientos, en donde Alegría no puede ser si no hay familia, amigos, goles, una casa grande y linda. Como si la familia, por ejemplo, fuese una fuente de felicidad por default. Pero ojo que Tristeza también puede ayudar, siempre que no tire tan abajo.

Y por ahí andan Miedo, Ira y Asco, que no se dejan conocer demasiado ni entendemos bien qué pito tocan. Intensamente, sí, claro, esa película que le pone cara a las emociones.

Ahora me voy muy atrás en el tiempo. En los principios del teatro griego, los actores usaban máscaras para transformarse en personajes, anular las individualidades y evitar cualquier tipo de confusión. De ahí viene el símbolo de las dos caretas flotando: la tragedia y la comedia. Pasaron los años y los actores se fueron sacando las máscaras, aceptando el precio de la confusión y explorando las posibilidades del rostro humano. Así, el arte de la actuación dejó de ser binario y se volvió complejo, en el mejor sentido, expresando aquello que no se puede nombrar con una sola palabra como alegría o tristeza.

Las pobres palabras, esas que hoy no dan abasto con tanto dispositivo y dejan de ser ellas mismas para ser ppio, ok, tkm, xq?, ntp, salu2. Llenas de impotencia, mutiladas, no les queda otra que recurrir a las nuevas máscaras: los emoticones. Ellos vinieron a hacer el trabajo sucio y transmiten cerveza o corazón, bronca o tren, mientras las palabras vuelven a las conversaciones, las artes, las esquinas. Esas caritas nos remontan al pasado, cuando la sonrisa era lo bueno y la mueca lo malo. No hay que generar dudas, mejor lo plano, sin matiz o sutileza. Como si habláramos con números. Pulgar arriba, pulgar abajo, aplausos, músculos, uno o varios, besito, guiño.

Todo autoabastecido en una pequeña imagen: carita llorando. El emoticón vino a poner un límite, a cerrar. En cambio las palabras abren, son exigentes, confunden y demandan; las palabras escritas necesitan frases, las habladas necesitan un tono. En su mundo, no todo es tan simple como la tristeza o la alegría de los emoticones y la película de Disney. Esa que marcó tanto a Martín. Esa que le enseñó que el aburrimiento, el cansancio, las ganas de ver televisión o el hambre pueden llamarse simple y solamente Tristeza.