domingo, 8 de noviembre de 2015

Tarde o temprano… @dealgunamanera...

Tarde o temprano…

Poder. Dibujo: Pablo Temes

Macri quisiera elecciones ya, y Scioli demorarlas. La apuesta oficial y los cargos en el PRO.

En ambos frentes políticos hacen cuentas y ven correr los minutos. Mauricio Macri querría que la elección fuera hoy. Daniel Scioli, en cambio, no. Según fuentes cercanas al gobernador bonaerense, al día de hoy la ventaja del macrismo sobre el sciolismo ronda los 8 puntos. 

En el equipo naranja dan por hecho que recuperarán 4 puntos de aquí al ballottage, lo que los pone a tiro de una elección reñida hasta el último minuto. “Creo que la Presidenta realmente quiere que gane Scioli, pero ya sabemos que no podemos contar con Aníbal –cuyo pacto de silencio le duró tan sólo dos días–, ni con los ‘pibes’ de La Cámpora. 

Las designaciones de Julián Alvarez y de Juan Ignacio Forlón en la Auditoría General de la Nación (AGN) fueron una vergüenza”, se sinceró la fuente, cuyo pensamiento –salvo por lo de la jefa de Estado– es compartido por otros dentro del oficialismo.

En verdad, conviven en el seno del FpV dos campañas: una es la de su candidato; la otra, la de Cristina Fernández de Kirchner. Por eso, en el entorno del gobernador de la provincia de Buenos Aires son varios los que están convencidos de que muchas de las acciones de la jefa de Estado tienen un único origen: su deseo de que Scioli no gane.

“Cristina quiere que gane Macri para así poder transformarse en la jefa de la oposición, para lo cual aspira a concentrar el mayor poder posible”, confiesa con bronca indisimulable otra voz que emerge desde las entrañas del sciolismo.

No hace falta ser muy perspicaz para darle a esa aseveración visos de verosimilitud. En sus últimas apariciones públicas, abundantes en extravagancia y desenfreno, la Presidenta se la pasó hablando de ella, de Néstor Kirchner, del proyecto –su proyecto–, mientras que a Scioli casi no lo nombró. 

En este contexto, no deja de llamar la atención la impenitente sumisión del candidato, quien recién en estos días salió a reconocer varios de los graves problemas económicos que el kirchnerismo le dejará al próximo gobierno, sea quien fuere el ganador del ballottage. Se sabe que eso molesta no sólo a la Presidenta sino también a su ministro de Economía, el cada vez más devaluado Axel Kicillof.

Pero no es sólo eso lo que afecta la campaña de Scioli –a quien se lo ve enojado y tenso–, basada en generar miedo hacia Macri. También la complica la clara voluntad de la jefa de Estado de avanzar sobre la Justicia con el objetivo de asegurarse no sólo impunidad sino también la posibilidad de complicar al próximo gobierno, algo que se ha visto intensificado en los últimos días.

Para ello cuenta con dos organizaciones que están a su disposición: una es La Cámpora; la otra, Justicia Legítima. Del seno de estas dos organizaciones están saliendo los militantes que aspiran a ocupar fiscalías, juzgados y organismos de control. Un bochorno.

Dificultades. En el PRO, por su parte, las cosas no son tan sencillas. Confían en un resultado favorable pero, en simultáneo, no dejan de señalar una preocupación creciente por el estado en que recibirán las cuentas públicas y por la escasez de reservas del BCRA. Por eso no todos sus economistas “estrella” están desesperados por hacerse cargo del Ministerio de Economía. 

Tiene lógica: el puesto podría convertir a su ocupante en un fusible descartable en caso de que las cosas no saliesen como será deseable.

Rogelio Frigerio, que por estas horas está descartado como futuro ministro, es disputado por diferentes sectores del macrismo no sólo en un eventual gobierno de Macri sino también en el ámbito de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires.

Carlos Melconian –hay quien dice haberle escuchado un real interés en ser ministro– suena para el BCRA; otro nombre que se tanteó como “ministeriable” para evaluar la reacción de los mercados fue el de Alfonso Prat-Gay. De ahí que desde el oficialismo salieron a pegarle con el video con sus expresiones –lamentables– que Cristina Fernández de Kirchner presentó en su “Aló Presidenta” del viernes en el Polo Tecnológico.

Más allá de las pretensiones de estos y otros protagonistas, lo cierto es que, con las reservas por el piso y la llegada de dólares no tan inmediata, en el PRO están estudiando las mejores alternativas para salir del cepo al dólar y unificar el tipo de cambio. ¿Cuál será el valor real para alcanzar el equilibrio de la divisa estadounidense? 

Esa es una pregunta que aún no tiene respuesta ni para Macri ni para Scioli, quien ayer generó confusión al decir que con él en el sillón de Rivadavia el dólar estaría a menos de 10 pesos. En realidad, fue un reconocimiento de que el cepo durará por un tiempo. En el macrismo se habla de $13 con oscilaciones.

En el FpV hay dos campañas cruzadas: la de Scioli y la de Cristina.

Otro de los temas que han comenzado a ocupar la agenda de los equipos de Cambiemos es la necesidad de buscar nombres para cubrir las tres administraciones y el gabinete que formará parte de una eventual presidencia de Macri. Es por eso que el equipo que acompañará a María Eugenia Vidal no se conocerá hasta después de las elecciones. “Sería una señal tranquilizadora para el elector mostrar el equipo y variedad de nombres en lo inmediato, pero es algo que no parece posible hasta terminado el ballottage”, reconoce una voz clave del frente opositor.

Por ahora, los de amarillo disfrutan este presente no sin tensión –la elección no está definida–, recordando que el deseo de los sciolistas pasa por una nueva versión del “ni-ni”: ruegan para que no haya ni cadenas de la Presidenta ni nuevas medidas ideadas por el inefable y “profesoral” Kicillof.

Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.

© Escrito por Nelson Castro y publicado el domingo 08/11/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Caretas… @dealgunamanera...

Caretas…

Sciocri. Scioli y Macri se acusan mutuamente de falsos. Photoshop: Facundo Iglesias

Aunque Macri perdiese el ballottage, la derrota del peronismo en la Provincia es un punto de inflexión generacional que rompió la hegemonía del PJ.

Scioli: “A Macri se le está cayendo la careta” (por las precisiones sobre devaluación y la supuesta intención de privatizar YPF). Macri: “Scioli se sacó el antifaz, lo creía buena persona” (por la campaña negativa). Ambos se acusaron de falsos esta semana con consecuencias que por ahora favorecen a Macri, quien, a catorce días de las elecciones, le sacaría diez puntos de ventaja a Scioli.

Las encuestas perdieron credibilidad, pero entre la batería de herramientas de que disponen los sociólogos para interpretar la opinión pública están los focus group (en la jerga, investigaciones cualitativas frente a las encuestas, que son cuantitativas).

Dos preguntas clásicas para los focus group entre candidatos son: “Si tras un naufragio usted estuviera en un bote donde quedara espacio para un solo pasajero más y estuvieran en el agua Scioli y Macri, ¿a quién de los dos haría subir para que organice el plan de salvación del grupo?”. La respuesta que se repite es  “a Macri”. Pero cuando se pregunta: “Si usted fuera a morir y tuviera que dejarle sus hijos a alguien, ¿preferiría dejárselos a Scioli o a Macri?”. Allí la respuesta es “a Scioli”. Lo que refleja los atributos diferenciales de ambos candidatos: Scioli mejor persona, y Macri más competente.

En el imaginario, Scioli sería el bueno y Macri, el competente. La campaña negativa afecta también a Scioli.

Desde esta perspectiva, un Scioli agresivo y enojado pierde justo en su virtud más valorada. En el imaginario colectivo, una campaña negativa resultaría más esperable del kirchnerismo, y esa mimetización es el gran problema de Scioli, quien –en forma de goteo– vino perdiendo aprobación desde el día que se proclamó a Zannini como su candidato a vicepresidente. Si hubiese competido en las PASO contra un candidato kirchnerista, probablemente Scioli ya habría sido electo presidente en primera vuelta.

Cuando Scioli salió a decir que va “a ser más Scioli que nunca”, reconoció que se había apartado de aquello a lo que tenía acostumbrado al público. Por ejemplo, se hizo más kirchnerista de lo que se lo suponía y cometió un error estratégico sin retorno que podría costarle su carrera política. Probablemente ahora sólo le quede acelerar en la misma dirección.

De los obsesivos se dice que cuando el objeto de deseo se hace realmente posible, huyen. De allí la clásica frase psicoanalítica sobre “si se quiere lo que se desea”. Habría dos tiempos del deseo, uno, el primero, cuando es fácil sostenerlo mientras su realización no es de posible concreción, pero cuando esto se hace factible, ahí el deseo es puesto a prueba, y no pocas veces quien desea se sabotea, aunque no lo perciba.

Scioli parece desear tanto ser presidente que está dispuesto a cualquier entrega para lograrlo y, al revés, Macri parece no estar dispuesto a ser presidente de cualquier forma, y exhibe la displicencia de quien tiene todas sus necesidades satisfechas. Pero habría que desconfiar de lo aparente (dicen que reprime públicamente su ambición) y por lo menos registrar que ésa era la postura de Macri mientras no creía que pudiera llegar a la presidencia, pero a partir de percibir que era posible lograrlo, algo en él parece haber cambiado, prescribiéndose su propio eslogan.

Cambiemos le habla al votante, es del orden del nosotros ciudadanos. No es “cambio”, que sería un relato, algo más abstracto. Cambiemos también interpela al propio Macri, al PRO, al radicalismo. Hay que reconocer que algo cambió en la política argentina, y aunque Macri perdiese el ballottage, la derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires y además en su conurbano es una señal inequívoca de punto de inflexión generacional que rompió la hegemonía del PJ.

Ya en los años 60 Marshall McLuhan pronosticaba que “toda tecnología gradualmente crea un ambiente humano totalmente nuevo”, y el profesor de Hipertexto de la Universidad de París Pierre Lévy sostuvo en los 90 que cada alteración de la forma de enunciación verbal modifica la manera de razonar (así fue con el advenimiento de la escritura, que posibilitó la domesticación del “pensamiento salvaje” descripto por Lévi-Strauss al comienzo de la civilización), como lo hacen hoy las nuevas formas oral y escrita de producción y distribución de conocimiento de las nuevas tecnologías.

Los miles de voluntarios que se anotaron para fiscalizar las elecciones y la militancia cibernética rompen más con la ideología profesional (“salvaje”) de hacer política a través de punteros, que con la ideología política de ser derecha o izquierda.

Al ver que era posible ser presidente, Macri incrementó su deseo. Y Scioli lo sabotea al kirchnerizarse.

A Hugo Curto, el paradigma de los barones del Conurbano, que gobernó el partido de Tres de Febrero ininterrumpidamente casi un cuarto de siglo, le ganó un periodista primerizo en política como Diego Valenzuela. Quizás que Curto esté cerca de cumplir 80 años y que Valenzuela tenga poco más de 40 sea más significativo que ser PJ y no serlo. Valenzuela obtuvo en 2008 la beca Eisenhower Fellowships, inspirada en el presidente norteamericano Dwight David Eisenhower, a quien todos en su época conocían por su sobrenombre, “Ike”, que originó uno de los eslóganes de campañas electorales más efectivos: “I like Ike”.

Eisenhower compartió época con Perón; ocho décadas después, en este 2015 en el que los millennials (los de menos de 35 años) ya no son el futuro sino el presente, el “malestar en la cultura” es más generacional que ideológico. Distintas formas de la antipolítica vienen ganando elecciones en todas partes del mundo, lo que indica la tendencia hacia preferir lo nuevo. Hace un mes, un comediante le ganó las elecciones presidenciales de Guatemala a una especie de Cristina Kirchner, Sandra Torres Casanova, una política de larga trayectoria, con maestría en Políticas Públicas, cuyo marido presidió Guatemala dos períodos entre 2003 y 2012.

Gran desafío para Scioli: no lucha contra Macri, sino contra el tiempo, como Curto o Aníbal Fernández, que no luchaban –solamente– contra Valenzuela o Vidal, sino contra una época.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado el domingo 08/11/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.





CFK vs. Revista Noticias... @dealgunamanera...

Cristina le contesta a revista Noticias: "Lo lamento, pero no soy bipolar"...

La presidenta encabezó un acto en compañía de Daniel Scioli. Fotos: DyN

La presidenta realizó una nueva cadena nacional y allí se refirió al “hostigamiento” que sufrió durante su gestión.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció en una nueva cadena nacional en compañía del candidato por el oficialismo, Daniel Scioli. Allí habló del “hostigamiento” y las “tapas denigrantes” que sufrió durante su gestión, y aclaró que no padece bipolaridad.

"Me han publicado más de 30 tapas que no tienen nada que ver con mi gestión, tienen que ver con mi condición de mujer”, indicó CFK. “Desde que soy bipolar, sabiendo que en mi familia tengo una persona muy inteligente que es enferma, porque son tan brutos que creen que los bipolares son locos”, señaló.

“Los bipolares son enfermos que tienen una gran dosis de inteligencia y que tratados con su medicación son excelentes. Dicen que Einstein era bipolar ¿no?, mira vos... lamento, podría parecerme a Einstein pero no soy bipolar”, agregó la jefa de Estado.


Además, la mandataria repudió la "campaña cloaca" en su contra y recordó que padeció "tapas denigrantes donde fingía orgasmos por el poder" y advirtió sobre el "hostigamiento a mi persona y mi familia", según informó la agencia DyN.

© Publicado el jueves 06/11/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




¿Déficit comercial en 2015?... @dealgunamanera...

¿Déficit comercial en 2015?


De acuerdo a los datos de la Base Usuaria provista por el INDEC, que incluye todas las operaciones de comercio exterior de bienes registrado en aduanas, el saldo comercial acumuló en los primeros nueve meses del año un rojo de US$ 1.716 millones. Este déficit contrasta con el superávit de US$ 1.800 millones observado en dicho período de 2014.

Más aún, las cifras de la BU difieren con los datos divulgadas también por el INDEC a través del informe del Intercambio Comercial Argentino (ICA). Según este comunicado hubo un claro deterioro del resultado comercial, pero el saldo se mantuvo en el terreno positivo (alcanzó un superávit de US$ 1.552 millones en los primeros nueve meses del año, contra un excedente de US$ 5.616 millones en dicho período de 2014).

La discrepancia entre las dos fuentes del INDEC no es sorpresiva: desde hace casi tres años se registran diferencias significativas entre los datos del ICA y la Base Usuaria. Por caso, en 2013 la primera fuente informó un superávit comercial de US$ 8.000 millones mientras que la segunda mostró un excedente que rozó los US$ 3.000 millones. El año pasado se registró otra diferencia sustantiva: según el ICA el superávit alcanzó US$ 6.654 millones mientras que el saldo fue positivo en sólo US$ 2.100 millones según la Base Usuaria. Es decir, una diferencia de US$ 9.580 millones acumulado en esos dos años.

Hay diversos indicios de que la Base Usuaria refleja correctamente la performance de las exportaciones, lo que implica que el informe del ICA habría sobrestimado significativamente las ventas externas desde 2013 y, por ende, abultando artificialmente el resultado de la balanza comercial. Probablemente, la razón para aplicar este “maquillaje” responde a las crecientes presiones cambiarias: en un contexto de escaso financiamiento externo, el ingreso de dólares del país depende mayormente del intercambio comercial, que ya muestra un rojo.

Déficit comercial por primera vez desde fines de la Convertibilidad

De los datos de la Base Usuaria se deriva que en los primeros nueve meses del año las exportaciones profundizaron su caída. Más aún, en lo que va del 2015, las ventas externas acumularon un total de US$ 43.995 millones (-16% i.a.), el menor nivel desde la crisis internacional de 2009.

Si bien este año hubo una caída generalizada del precio internacional de los commodities y una menor demanda internacional (especialmente de Brasil), los problemas locales explican en mayor medida la magra performance de nuestras exportaciones desde la instauración del cepo. El atraso cambiario, la falta de insumos importados para llevar adelante la producción, las represalias comerciales ante las trabas impuestas por nuestro país y los problemas de infraestructura, son algunas problemáticas internas que desincentivan la producción con destino al resto del mundo.

Prueba de los escollos que atraviesa el sector exportador es que en un mundo en el que, según la Organización Mundial del Comercio Mundial (OMC) el volumen de comercio internacional crecerá casi 3% en 2015, las ventas externas de nuestro país no crecen. Más aún, de acuerdo a las estadísticas de la OMC que toman las exportaciones de 70 países del mundo (representativas del 90% del comercio global), en el acumulado a agosto de este año se observa una reducción de 6,2% i.a. de la participación de las ventas de Argentina dentro del comercio internacional. Y como se observa en el gráfico, tras alcanzar un pico en 2011 la participación de las exportaciones argentinas entraron en una fase de franco deterioro.

Más allá de la caída de los precios de los productos que vendemos al exterior, las cantidades tampoco muestran una clara expansión pese a una cosecha agrícola récord: según el ICA, en los primeros nueve meses del año estas habría trepado sólo 1%. Además, en lo que va del año las exportaciones de Manufacturas de Origen Industrial (el grupo más sensible a los problemas locales mencionados y a la menor demanda brasileña) caen 16% i.a. en volumen.

Asimismo, también se observa una caída del valor de las importaciones, insumos claves para dinamizar la producción interna. La situación del sector externo no deja de ser paradójica, el cepo cambiario instaurado en 2011 (último año de crecimiento de las exportaciones) tuvo como objetivo contener la demanda de dólares, pero también terminó contrayendo la oferta, disminuyendo su efectividad para frenar la contracción de las reservas internacionales.

De todas formas, el desplome de las exportaciones explica el déficit comercial registrado en lo que va del año, ya que el valor de las importaciones mantuvo la misma tendencia decreciente observada a lo largo de 2014.

Vale destacar, que la caída en el valor de las compras externas se explica exclusivamente por la reducción de los precios de las importaciones (-10,4% i.a. promedio entre enero y septiembre) ya que en volumen estas crecieron levemente (+2% i.a. en lo que va del año).

Más aún, cabe aclarar que entre junio y septiembre las cantidades importadas mostraron una fuerte expansión (+10% i.a.) respecto de la caída registrada en los primeros cinco meses del año (-6% i.a.). Esto revela que la relajación de los controles sobre las compras al exterior estuvo concentrada en los meses pre-electorales. Las diferencias son notorias en algunos rubros como piezas y accesorios (los volúmenes pasaron de caer 21% i.a. en los primeros meses del año, a crecer casi 5% en los últimos cuatro meses) y bienes intermedios (tras crecer 5,6% i.a. en cantidades a principios de año, la expansión se aceleró a 15% en los meses preelectorales).

Para lo que resta de 2015 consideramos que la dinámica actual del frente comercial lejos de revertirse, corre el riesgo de profundizarse. Con mira a una posible devaluación y quita de retenciones que podría aplicar la próxima administración, las ventas al exterior pueden dilatarse forzando al gobierno actual a reforzar aún más las trabas sobre importadores (el BCRA habría reducido el giro automático de divisas para ventas externas).

De esta manera, no esperamos una mejora del intercambio comercial en el último trimestre del año. Esto implica que (utilizando la información de la Base Usuaria del INDEC) la balanza de bienes cerrará 2015 con déficit.

Superávit comercial en el base caja

Pese al deterioro del saldo comercial, cuando se analiza su evolución desde el criterio base caja (dólares que efectivamente entraron y salieron de las arcas del BCRA), se observa que en los primeros meses del año hubo un ingreso neto de divisas por este canal. Conforme a los datos del Banco Central del Mercado Único y Libre de Cambios, en el primer semestre del año se registró un superávit de US$ 4.100 millones, contra un mínimo rojo según la Base Usuaria (casi US$ 700 millones).

Esta diferencia de casi US$ 4.800 millones entre las transacciones que se contabilizaron y lo que efectivamente entró a las arcas del Banco Central estuvo explicada en parte porque se adelantaron pagos de exportaciones, pero también porque se retrasaron los de las compras al exterior (en la primer mitad del año sólo se canceló el 92% de las importaciones, contra el promedio de 98% de igual período de los últimos tres años).

En el tercer trimestre esta dinámica se habría relajado ya que el gobierno anunció la ampliación del cupo de venta de divisas para importadores en julio, lo cual explicaría parcialmente la fuerte posición vendedora del Banco Central en el tercer trimestre. Sin embargo, es muy probable que ello se revierta en los últimos meses de 2015: tras las PASO el relajamiento de las importaciones anunciado se revirtió y esta semana el gobierno anunció la reducción del monto máximo que tienen las empresas para comprar dólares sin la autorización previa del Banco Central (de US$ 150.000 a US$ 75.000), lo cual da indicio de los esfuerzos orientados una vez más a restringir los pagos de importaciones.

La estrategia de aprobar importaciones (DJAI´s) pero luego trabar el pago acordado entre privados para morigerar la caída de las reservas del BCRA, tiene patas cortas. No sólo implica cambiar condiciones de pago pautadas, sino afectar el normal funcionamiento de la actividad de aquellas empresas que necesitan insumos importados para producir localmente.

En este sentido, el próximo gobierno no sólo deberá revertir el deterioro del saldo comercial, sino también resolver rápidamente la creciente deuda flotante acumulada con importadores.

© Publicado el viernes 30/10/2015 por http://fortunaweb.com.ar/author/ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




sábado, 7 de noviembre de 2015

Copa Sudamericana 2015. River Plate 0 vs. Huracán 1... @dealgunamanera...

Los huevos los puso el Globo…


Huracán venció esta noche por uno a cero a River Plate por el partido de ida de la semifinal de la Copa Sudamericana 2015 estadio Antonio Vespucio Liberti.


La cabeza está en el lunes, eso es seguro. Pero cómo decirle al corazón que no se emocione, que no salte, que no dispare un latido de más, que no explote. Cómo hay que hacer para bajarse de esta ilusión, para no soñar, para no festejar y llorar de alegría con la victoria de hoy. Que alguien nos explique porque no podemos más. 

En el día de hoy, los Quemeros dieron otra gran muestra de carácter ante un rival de gran nivel pero que no supo intimidar y estuvo más cerca de perder por una diferencia amplia que de empatar. Lo que nos importa, sucedió a los catorce minutos de juego, cuando Martín Nervo recuperó en mitad de cancha y jugó para Daniel Montenegro. Milton Casco intentó rechazar el pase filtrado del 30 vestido de verde en busca de Cristian Espinoza, quién apretó al defensor Millonario y consiguió que la pelota se eleve por encima de Marcelo Barovero e inflé la red de gol.

Increíble -perdón si es reiterativo- que Huracán no se haya salvado todavía habiendo jugado como jugó hoy, muchos partidos en el año. Con garra, con sacrificio, con inteligencia, con serenidad y con amor propio. Desde Federico Mancinelli y los chichones que le habrán quedado en esa pelada de tanto despejar, pasando por la tranquilidad y simpleza de Federico Vismara y Patricio Toranzo para parar la pelota en mitad de cancha y pensar. Siempre pensar. Sumado a la habilidad del Rolfi y culminado con la hidalguía de Espinoza con la fiel compañía y la guapeza de Ramón Ábila.

Con todas estas figuras inspiradas, el elenco local se vio superado en todas las líneas por lo que buscó una rápida reacción con los ingresos de Luis González y Tabaré Viudez pero que no pudo encontrarla en ningún momento. Tal vez, lo más claro de River estuvo por el lateral izquierdo, al exhibir constantemente a José San Román y comprometer a Marcos Díaz con centros extenuantes.

Así, los dirigidos por Eduardo Domínguez completaron unos noventa minutos casi perfectos que se hubieran coronado con la última de Wanchope que estrelló en el palo tras una eximia definición. La realidad del torneo vuelve a asomar y Huracán se prepara para enfrentar a Belgrano y poder conseguir la salvación que le dé la tranquilidad para planificar la vuelta de la Copa. El cuerpo se enfría, las pulsaciones bajan pero quedará siempre el recuerdo y el deseo que se repita la imagen de hoy, en la que los huevos no los pusieron las gallinas, los puso el Globo.

River Plate: 0 

Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonathan Maidana, Emanuel Mammana y Milton Casco; Carlos Sánchez, Matías Kranneviter, y Sebastián Driussi (ST 0m, Luis González); Gonzalo Martínez (ST 0m, Tabaré Viudez); Rodrigo Mora (ST 16m, Javier Saviola) y Lucas Alario. DT: Marcelo Gallardo.

Huracán: 1 

Marcos Díaz; José San Román, Federico Mancinelli, Martín Nervo y Luciano Balbi; Mauro Bogado y Federico Vismara; Cristian Espinoza, Patricio Toranzo y Daniel Montenegro; Ramón Abila. DT: Eduardo Domínguez.

Gol: 14′ Cristian Espinoza.

Cambios: Guillermo Sotelo, Nicolás Bruna e Iván Moreno y Fabianesi por Montenegro, Toranzo y Espinoza.

Árbitro: Andrés Cunha (Uruguay).

Estadio: Antonio Vespucio Liberti.

© Escrito por Rodrigo da Silva y fotos de Daniel Méndez el jueves 05/11/2015 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán.