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domingo, 9 de diciembre de 2018

Democracias… @dealgunamanera...

Democracias…

Huawei y Macron (su CFO), dos tipos políticos. Fotografía: afp

Algunos recuerdan que hace un año comenzó la crisis económica de Macri con la fatídica conferencia de prensa del Jefe de Gabinete junto al presidente del Banco Central y los ministros del área económica. Otros asociarán diciembre con que estamos a un año de la asunción de un nuevo gobierno. Pero este 10 de diciembre, además, se cumplen 35 años de la recuperación de la democracia, en un momento en que el significado de la palabra democracia está en discusión.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 09/12/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No es la misma la democracia de Macron, donde los chalecos amarillos nos hacen recordar a los argentinos que compartimos nuestros revoltosos genes latinos con los franceses, que la democracia de China, donde el disenso está tan controlado que Europa y Estados Unidos suponen que Huawei, el segundo mayor productor mundial de teléfonos inteligentes, los fabrica dándole acceso directo a la seguridad del Estado chino para monitorear secretamente a todos sus usuarios.

La detención en Canadá de Meng Wanzhou, la CFO de Huawei, hija y heredera de su fundador, a pedido de Estados Unidos, acusada de haber utilizado una subsidiaria norteamericana para transgredir la prohibición de vender equipamiento a Irán durante el bloqueo, es interpretada por China como una excusa. Creen que lo que verdaderamente se busca es "detener el progreso de Huawei en el mercado de 5G". Previamente, Estados Unidos había prohibido a Huawei participar de proyectos de infraestructura por cuestiones de seguridad nacional; también la Unión Europea manifestó idéntica preocupación con las firmas chinas de tecnología, a lo que se sumó Japón.

A pesar de que el liberalismo político nació un siglo antes que el económico, los ejemplos de los Tigres Asiáticos (Corea, Singapur, Taiwán) y el Chile de Pinochetdonde hubo libre mercado con dictaduras pero la competencia económica llevó décadas después a la competencia política, hicieron suponer que China terminaría siendo una democracia con alternancia en el gobierno de diferentes partidos y división de poderes porque sus ciudadanos, acostumbrados a elegir qué consumir, terminarían queriendo elegir también en política y, como en Francia, se harían oír hasta lograr sus fines.

El Estado es primero una tiranía y, cuando las personas aprendieron a obedecer, la sustituye la ley, pensaba Hegel.

Pero el combo tecnológico de inteligencia artificial, cámaras, reconocimiento facial y celulares que monitorean a los ciudadanos en todo momento, y hasta anticipan sus deseos conociendo a sus propietarios mejor que ellos mismos, ha creado una nueva herramienta de control social que permite la coexistencia más longeva de liberalismo económico sin liberalismo político. Y el crecimiento económico chino al doble y al triple del crecimiento económico de Europa y Estados Unidos es el espejo en el que se miran los populismos de derecha e izquierda promoviendo la adaptación de la receta china a Occidente: cambiar menor libertad política por mayor crecimiento económico, para resolver el estancamiento del capitalismo en los países desarrollados, culpando de la pérdida de competitividad a todo significante de lo políticamente correcto: el respeto a las minorías, por tanto a la división de poderes que garantiza esas defensas, especialmente la independencia de la Justicia y los medios.

También las empresas norteamericanas de tecnología están acusadas de informar a los servicios de inteligencia de su país –en su libro Sin un lugar donde esconderse lo denunciaba hace años Edward Snowden–, pero China directamente promulgó una ley donde abiertamente se obliga a las empresas tecnológicas a "cooperar con los servicios de inteligencia", y no hay oposición política interna que pueda ejercer un contrapeso.

Bien representativo de la China post lucha de clases es que el hombre más rico de sus país, Jack Ma, dueño de Alibaba, el Mercado Libre de China, con una fortuna personal de 40 mil millones de dólaresse afilió al Partido Comunista. El significado de comunista, como el de democracia, es cada vez más polisémico. Ya en la época de la Cortina de Hierro, los países comunistas se llamaban a sí mismos democráticos, como Alemania Oriental, porque asociaban la democracia con la igualdad. Mientras que los países capitalistas asociaban la democracia con la libertad. La tensión entre igualdad y libertad (libertad negativa como ausencia de coacción) es la fuerza del progreso político de la humanidad.

El Parlamento no es una institución mediadora o representativa en China, sino la autoexpresión del poder del gobierno.

Alfonsín, con su célebre promesa de la primera campaña electoral posdictadura, diciendo que "con la democracia se come, se cura y se educa", propuso como democracia una conjunción de libertad e igualdad de oportunidades que a 35 años de pronunciada nunca se pudo consumar, con un tercio de los argentinos en la pobreza y fuera de las posibilidades de ascenso social. Y fue la crisis de 2002, con el crecimiento de la pobreza casi a los niveles actuales, la que justificó que el kirchnerismo llevara adelante una democracia más delegativa (el gobernante sustituye al votante) que representativa (el gobernante lo representa y es apenas su delegado).

El debate de la política gira alrededor de la crisis de representación, cuya principal causa es la falta de eficiencia económica de las democracias occidentales desde la caída del Muro de Berlín, hace casi treinta años, en contraste con la de China, donde esencialmente no existe la dimensión conflictual. Tras la extinción de la ex Unión Soviética, la financiarización fue desarmando el Estado de bienestar en los países desarrollados, generando una "acumulación por desposesión" de los menos ricos hacia el 1% más rico.

La democracia representativa, con su división de poderes, asume la confrontación agonista como inmanente a la sociedad y resuelve pacíficamente el conflicto de intereses en las instituciones donde representarlos. El modelo chino, en parte por la enormidad de su población, asume la imposibilidad de procesar intereses en conflicto y su Parlamento y su Justicia no son instrumentos de mediación. De la misma forma que no hay nada que mediar, tampoco hay medios de comunicación independientes que vengan a sumar argumentación a esa mediación. Mientras el modelo chino erradica el concepto partisano de la política y sofoca la noción de rebeldía en su población, el populismo "resuelve" el problema transformando el agonismo en antagonismo: en lugar de una lucha entre adversarios, una lucha entre enemigos, donde ni siquiera hay consenso en las normas aceptadas para llevar adelante la lucha en defensa de intereses contrapuestos. En ambos casos, es la diferencia entre una visión totalizadora y otra pluralista.

Pero a 35 años de nuestra recuperación de la democracia, si Alfonsín viviera hoy, imagino que seguiría luchando por conciliar "lo útil y la felicidad (el utilitarismo), el sujeto y lo universal (el Estado de derecho), la ciencia y la política (el positivismo) y la historia y la evolución (el progreso)".


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Intrascendentes… @dealgunamanera...

Intrascendentes…

PROTOCOLO PRO. Patricia Bullrich. Dibujo: Pablo Temes.

El mundo no habló de Macri pos G20. Y pasamos de Trump-Xi, a Bullrich y si desdoblan en Provincia.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 08/12/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires…

El glamour y el impacto de la cumbre del G20 ya es historia. El caleidoscopio con las  imágenes del espectáculo del Teatro Colón que hizo llorar a Mauricio Macri, de Donald Trump, de Vladimir Putin, de Angela Merkel y de Emmanuel Macron en la Casa Rosada, en el complejo de Costa Salguero o por las calles y las parrillas de Buenos Aires forman parte del pasado. Es verdad que los ojos del mundo estuvieron atentos a lo que sucedía por estos lares. De hecho, la foto de la cena compartida por Trump y Xi Jinping en el suntuoso hotel Hyatt dio la vuelta al mundo. Pero ese mismo mundo ignoró a la Argentina. Nada hubo en los grandes medios que le concediera a Macri algún protagonismo importante en el transcurso de esas 48 horas de frenesí. No quiere decir que no lo haya tenido sino que es otra muestra –una más– de la poca trascendencia  que tiene la Argentina como país.

La semana que pasó, por lo tanto, tuvo otro tono. Fue el tono propio de la realidad por la que transita nuestro presente, siempre abundante en situaciones de conflictividad. En este contexto, el Gobierno apuró la implementación de una nueva norma en el tema de la seguridad. El resultado fue la resolución que otorga mayores facultades a la Policía Federal. Por la manera como se implementó esta medida, surge la evidencia de que el Gobierno no consultó a nadie. Es decir, la improvisación. Y ese nadie incluye a los socios de la coalición oficialista. Esa conducta del Presidente muestra que el PRO se ha adueñado de Cambiemos. Y eso genera problemas. Es una de las causas –la principal– por la cual Emilio Monzó no competirá por la renovación de su banca el año próximo.

Todos a casa. 

Monzó se ha cansado de decirles al Presidente y al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que tienen que entender cómo es la política, en la que el vínculo humano pesa. “Es hasta algo humillante tener que explicar cómo es el vínculo humano, más allá de las redes sociales. En Cambiemos llegan las 8 de la noche y cada uno va para su casa, no hay relación humana, no hay nada y eso se siente”, confiesa una voz allegada al actual presidente de la Cámara de Diputados.

Hay un dato que se conoce poco y que ilustra sobre la importancia de su gestión en el armado de Cambiemos allá por sus albores. Fue Monzó quien, a través de un verdadero trabajo de pinzas a lo largo de 2014, logró juntar a Macri y a Carrió. La primera reunión que mantuvieron fue en febrero de 2015 y tuvo lugar en el departamento de Monzó que está ubicado en Montevideo y Libertador, y fue a la vuelta de su domicilio –en la plaza frente al Patio Bullrich– donde se hizo la primera foto que se sacaron juntos. 

Monzó y Carrió anduvieron muy bien cuando al principio el presidente de la Cámara de Diputados fue postergado por Macri, que se inclinó por seguir la línea de la “Ceocracia” sostenida por Peña y sus adláteres, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Eso duró poco. Cuando Monzó intentó implementar una línea de apertura de Cambiemos hacia otras expresiones del arco político Carrió lo “colgó” y adhirió a cerrar el espacio.

Mesa chica. 

El hecho político más importante de la semana fue la cena de reconciliación que el radicalismo organizó con la mesa chica de Cambiemos. A la tenida gastronómica en la parrilla Don Julio solo faltó María Eugenia Vidal debido a que una de sus hijas tenía el acto de graduación de la escuela. Se habló mucho sobre si es conveniente adelantar o no las elecciones en la provincia de Buenos Aires.

Merodeó allí un temor nuevo: que Cristina Fernández de Kirchner vaya de candidata a gobernadora y apoye a nivel nacional a un candidato a presidente que surja de la unión de todo el peronismo. Esa alternativa ha encendido alarmas en el interior de Cambiemos. Si Vidal va colgada de Macri, el miedo de ella es que como a Cristina le va mejor en la Provincia que a Macri, cualquier candidato que vaya colgado de la espalda de Cristina les gane a los dos. Si bien Vidal mide mejor que cualquiera, el problema es que Macri la hunda. Por eso se está evaluando el adelantamiento de las PASO y de la elección a gobernador para separarlas de la elección nacional.

Monzó –que en la cena habló poco porque lo tenía a Peña sentado justo enfrente– fue uno de los que sostuvo la necesidad de anticipar las elecciones. Ese fue un motivo más de confrontación con el jefe de Gabinete, que quiere que vayan todos juntos.

Cordobazo. 

Se habló mucho de Córdoba, porque no hay candidato definido de Cambiemos. Se expusieron ahí dos alternativas: la de Frigerio, quien propone hacer una interna en la que compitan varios, y la de Peña, que no quiere primarias por el desgaste que implica esa elección y porque, aun cuando se hiciese, no va a alcanzar para posicionar al candidato. Por eso el jefe de Gabinete piensa que el método ahí es hacer encuestas, medir y elegir como candidato a quien resulte estar mejor posicionado.

Entre bifes, chorizos y achuras, fueron varios los comensales que reconocieron que a la gestión de Macri se la ve mal en todo el país, por lo que la decisión de desdoblar no se va a estirar mucho más de febrero. El liderazgo del Presidente está cuestionado socialmente y hacia adentro de Cambiemos. Esta es una realidad que se verbaliza poco. Se lo ve políticamente debilitado. El G20 le dio un día de calma en los mercados. Fue solo un día porque hoy el riesgo país está en 729 puntos. Es una realidad que no se puede ocultar. El destino de la Argentina sigue siendo la incertidumbre.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.


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domingo, 2 de diciembre de 2018

Cal y Arena... @dealgunamanera...

Cal y arena…

Líderes: Putin, Xi Jinping, May, Merkel, Macron y Trump. Dibujo: Pablo Temes.

Macri sintió cómo el mundo mira expectante el año electoral.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 02/12/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como nunca, a Mauricio Macri se lo vio llorar al final del muy buen espectáculo que se ofreció en el Teatro Colón para agasajar a los líderes mundiales que participaron de la cumbre del G20.

Seguramente imaginó otra realidad cuando hace unos años se eligió a la Argentina como sede de esta fastuosa reunión. Venía de ganar las elecciones; la economía lucía estable; la inflación parecía controlada y su reelección se daba ya casi como un hecho inexorable. Hoy, en cambio, hay un gobierno mendicante, pidiendo dólares al mundo y con encuestas que le auguran un futuro electoral que, cuando menos, es incierto.

Desde el punto de vista de la organización, el Presidente se anotó un triunfo. Era un triunfo que necesitaba, ante el bochorno que representó la frustrada final entre River y Boca por la Copa Libertadores de América. Como dijo un ex vicecanciller: “Esta semana tuvimos dos G20. Uno –que perdimos– fue el River-Boca; el otro –que ganamos– fue la cumbre de los jefes de Estado en Buenos Aires”.

Desde lo organizativo, la cumbre que paralizó a media Ciudad fue un éxito. Desde lo político, en cambio, no tanto. La personalidad disruptiva de Donald Trump es un factor complicante que aleja la posibilidad de avanzar en acuerdos sólidos entre los países miembros.

Toda la gestualidad del presidente de los Estados Unidos durante las 48 horas que pasó en la Capital Federal nos hablaba de su malhumor. Fueron pocas las ocasiones en las que se lo vio sonreír.

La Argentina quedó en un tironeo de situaciones entre las propuestas chinas de ahondar y tener una presencia más permanente en su relación bilateral con nuestro país versus la relación que el Gobierno mantiene con los Estados Unidos.

Para Macri, la reunión fue una muestra del apoyo que cosecha de parte de los gobiernos de las naciones más poderosos del mundo. No es poca cosa después del negativo e inútil aislamiento al que el kirchnerismo llevó al país. Ese apoyo se hizo significativo y concreto durante los borrascosos meses a lo largo de los cuales hizo eclosión la crisis y dinamitó la economía. Pero, a pesar de lo significativo de esos apoyos, los problemas del G20 y de nuestro país están lejos de haberse solucionado.

Rosas y espinas. 

Lo de Francia fue un ejemplo. La reunión entre Macri y Emmanuel Macron tuvo buena química personal pero, en lo temático, un curso sinuoso. El presidente de Francia apoyó el ingreso de la Argentina al selecto grupo de la OCDE, pero puso peros en relación con las negociaciones y acuerdos entre la Unión Europea y el Mercosur. Eso tuvo una excusa para trabarse en las declaraciones del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quien dijo que no sabía cómo iba a ser la continuidad del Mercosur. Macron, que responde más a los intereses de los productores agrícolas de Francia interesados en que ese acuerdo con el Mercosur nunca llegue, se lo dijo a Macri sin tapujos: "Una vez que sepamos qué va a hacer Bolsonaro en Brasil en relación con el Mercosur, veremos cómo sigue la negociación". De paso, aprovechó para dedicarse por algunos minutos a criticar a Donald Trump, con quien tiene una mala relación después de los desplantes que el presidente de los Estados Unidos le hizo durante la conmemoración del fin de la Primera Guerra Mundial que hubo en París hace unas semanas. 

Por el lado de las ofertas, la Argentina quedó en un tironeo de situaciones entre las propuestas chinas de ahondar y tener una presencia más permanente en su relación bilateral con nuestro país versus la relación que el Gobierno mantiene con los Estados Unidos.

Esa circunstancia, que está muy medida por el pulso a pulso de la amistad de larga data que tiene Macri con Trump, le permitió a la Argentina acceder a créditos que de otra manera no hubiera conseguido y sin los cuales hoy estaría en default. Trump, que salvó del default a la Argentina, no puede hacer por la Argentina lo que la Argentina no hace por sí misma, que es dar previsibilidad desde el punto de vista político. Eso es lo que básicamente marcó la reunión del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con un grupo de empresarios extranjeros que le hicieron saber que todos los proyectos están “en el hall” hasta que la dirigencia política vernácula dé un marco de certeza referida a la continuidad de estas políticas económicas. Es muy importante que la Argentina el año que viene empiece a dar muestras concretas de un proyecto neomacrista –sea Macri o sea Vidal– en cartera.

Las centrales nucleares, la terminación de las represas por parte de los chinos y un fuerte programa de apoyo al desarrollo energético estuvieron en el centro de las conversaciones con China. China es el principal productor de equipos de generación de energía eólica y solar. Lo mismo está ocurriendo con la producción de equipamiento para la generación de energía nuclear. Por eso está muy insistente con la idea de instalar una planta nuclear en Argentina. De esto van a hablar Macri y Xi Jin-ping en el desayuno de Estado que tendrán en la mañana de hoy domingo. Este es un tema que produce mucho ruido en Washington. Hubo un acercamiento interesante con España, pero está todo profundamente atravesado por ver si continúa o no el macrismo. Ese es el sesgo de toda esta cumbre, que agarró a la Argentina mal parada.

Pago chico. 

Si bien el Banco Central bajó la tasa de interés, el mercado le mostró que a determinada tasa prefiere comprar dólares. Por eso el tema de cómo aliviar la recesión por la que atraviesa la economía argentina no está terminado. Las palabras que faltan en nuestro presente son productividad, producción, incremento, desarrollo, mejora de los productos. Noviembre y diciembre son dos meses de tremenda caída de la actividad, rubros que caen por encima del 10% - 15%.

El hecho de que Cristina Fernández de Kirchner esté bien en las encuestas no solo inquieta a muchos de cara a un eventual gobierno suyo, sino que perjudica hoy el inicio de 2019, porque se empiezan a tomar decisiones defensivas anticipadas en los primeros días del año próximo. Nadie va a esperar a que la ex presidenta gane la elección para sacar sus dólares. Lo van a hacer mucho antes, si es que sus posibilidades de ganar se afianzan. Es algo que en el Gobierno todos saben.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.

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domingo, 4 de febrero de 2018

Nepotismos. Secretos de familia… @dealgunamanera...

Secretos de familia…

Bastión, Hugo Moyano. Dibujo: Pablo Temes

Si no se destapaba el caso Triaca, nada hubiera cambiado y el macrismo hubiera seguido nombrando parientes. El tema Moyano.

Nepostismo: Se conoce como nepotismo a la predilección exagerada que algunos funcionarios en actividad que ocupan cargos públicos poseen respecto a su familia, allegados y amigos a la hora de realizar concesiones o contratar empleados estatales. En estos casos, el individuo que accede a un empleo público logra el objetivo...

El diccionario de la Real Academia Española define el nepotismo como la “desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones de empleos públicos”. Por lo tanto, el nepotismo es exactamente lo opuesto a la meritocracia. La historia está plagada de casos que ilustran acabadamente los males derivados de esta práctica que, en general, está estrechamente ligada a la corrupción.

Se trata de una práctica de tipo universal que atraviesa todas las instituciones: políticas, sindicales, empresariales y eclesiásticas. El papa Calixto III, de la familia Borgia, hizo cardenales a dos de sus sobrinos. Uno de ellos, Rodrigo, terminó siendo el papa Alejandro VI. Este tuvo una amante, Julia Farnesio, a cuyo hermano Alejandro designó como cardenal y que luego sería el papa Pablo III.  

La práctica de este mal hábito tiene una larga historia en la Argentina. El kirchnerato y el menemato han sido prolíficos en sus aportes a la casuística. Por eso es que lo que originó y destapó el caso que involucra al ministro de Trabajo afecta a este gobierno tan fuertemente. Tiene que ver con el discurso del cambio que esgrime permanentemente el oficialismo. Y lo que se vio es que, de no haberse destapado el hecho,  nada habría cambiado.

Otros tiempos. 

Según la historia lo narra, en un momento dado, el entonces gobernador de Córdoba, Amadeo Sabattini, se enteró de que uno de sus parientes era empleado de planta en la administración pública municipal de la capital provincial. No dudó en pedirle la renuncia. Lo hizo con una frase lapidaria: “Mientras yo sea gobernador no puede haber dos Sabattini viviendo del presupuesto; y a mí me votó el pueblo”. Su pariente renunció de inmediato.

En el Documento de Trabajo N° 47 del Centro de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), firmado por María Page en agosto de 2010 se lee que en las provincias de Corrientes, Chaco, Mendoza, La Pampa y Santiago del Estero las leyes que regulan el empleo en la administración pública provincial promueven el nepotismo, ya que establecen situaciones a través de las cuales el empleo público podría llegar a transformarse en algo hereditario.

En todos estos casos, la ley que rige el empleo público prevé que cuando un agente cesa en sus funciones por fallecimiento o debe renunciar a su “cargo por enfermedad o accidente, si es la única fuente de ingreso familiar y la baja no le  permite acceder a los beneficios previsionales, el Poder Ejecutivo provincial puede designar en su lugar al cónyuge, a un familiar de primer grado de consanguinidad o a quien sea sostén del grupo familiar (Ley 4.067 de la provincia de Corrientes, art. 23; Ley 643 de la provincia de La Pampa, art. 31; Ley 2.017 de la provincia de Chaco, art. 13; Decreto 560/1973 de la provincia de Mendoza, art. 90, y Ley 5.642 de Santiago del Estero, art, 81).

En la reunión del gabinete que encabezó Mauricio Macri luego de regresar de su visita de difícil final –la reunión con el presidente de Francia, Emmanuel Macron no estuvo adecuadamente preparada y fue tensa– las preguntas a Triaca fueron muchas. El clima de enojo sobrevoló a todo lo largo del verdadero interrogatorio al que fue sometido el ministro. El enojado era el Presidente, quien, insatisfecho con el pedido de disculpas de Triaca, fue el que tomó en soledad la decisión de ordenar la renuncia de todos los familiares de funcionarios políticos de su gobierno, nombramientos que, se vio, no eran pocos. “

El Presidente está insatisfecho pero se trata de malestar generado por la impotencia que generan errores no forzados. Las derivaciones del caso Triaca pegaron en toda la primera línea del Gobierno”, reconoce un funcionario con despacho en la Rosada, quien agrega: “La verdad, no nos dimos cuenta de las consecuencias para poder apagar el incendio; el audio a su empleada es lo de menos, las disculpas y los gestos pasaron por alto el tema SOMU”.

El golpe de efecto de la decisión presidencial sirvió para calmar a un sector afín de la opinión pública que de a poco se va acostumbrando a tragarse esos sapos. A pesar de ello, la caída de la imagen presidencial y del Gobierno es fuerte. Y eso a Macri lo puso de muy mal humor.

Triaca siente que lo que le sucedió es producto de un contragolpe de Hugo Moyano. “El ministro la va a tener difícil en la paritaria.  En el Gobierno no le van a dar ventaja a Moyano, yo creo que sin arriesgar los resultados, al gordo lo van a dejar transpirar un poquito más de la cuenta”, agregó la fuente.

Otro caso. 

Los gestos políticos no terminaron ahí. Con algo menos de repercusión pública y política pero mucho de inverosimilitud, le llegó el turno al ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere. Una fuente que está al tanto de la investigación interna sostuvo que el ministro no tenía la convicción de devolver absolutamente nada. Ocurrió que la Oficina Anticorrupción le estaba pisando los talones de la ética. Recién entonces fue cuando el ministro tuvo que salir a montar el show altruista de la devolución.

Hay una diferencia significativa con Triaca, quien, a pesar de haber estado falto de reflejos para evitar que el tema le explotara en la cara, es querido por  todo el mundo dentro del Gobierno; en cambio a Etchevere no lo quiere casi nadie. “Se salvó porque una vez advertido logró maniobrar a tiempo”. Fuentes cercanas a la Sociedad Rural aseguran que no se puede avalar la coartada del ministro, el pago del bono no solo llegó a destiempo –o en tiempos muy finos respecto a su designación–, sino que recogió opiniones muy contrarias en miembros del interior del país. Los que lo conocen bien y lo han sufrido hablan de un hombre encantador de la sonrisa para afuera, pero muy ambicioso.

Camiones. 

El principal problema que tiene Hugo Moyano no es el Gobierno. Tiene razón en endilgarle a Macri su presente actitud de lejanía, absolutamente opuesta  a la que tuvo en 2015, cuando llegó a compartir con el líder camionero la inauguración de un busto de Perón en plena campaña electoral. Una de las pocas dirigentes coherentes al respecto ha sido Graciela Ocaña, que siempre lo tuvo al hoy presidente de Independiente en la mira. Pero para Moyano, su problema mayor es la decisión de jueces y fiscales de hacer ahora lo que es, ni más ni menos, su trabajo: investigar. Y esto es producto, también, de lo que le está pasando en una parte significativa de la sociedad, harta de la corrupción y del  patoterismo como vía de acción política.