lunes, 8 de marzo de 2021

Grieta y Ceguera. @dealgunamaneraok...

 Alberto sin prejuicios... 


Discurso, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes

 

El discurso del Presidente estuvo direccionado a diversos públicos. Fue una pieza de comunicación política, no un manifiesto cristinista.

 


© Escrito por Eduardo Fidanza (*) el sábado 06/03/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

Que la grieta obnubila no constituye ninguna novedad. Ahora, cuando vemos que esa distorsión impide enfoques mínimamente equilibrados, afectando a periodistas en condiciones de evitarla, podemos coincidir con la escéptica opinión de David Rieff, un ensayista norteamericano muy próximo a la Argentina: “Ahora solo se habla con personas que piensan lo mismo que tú”.

 

Dirigirse a audiencias que a priori aceptarán complacidas los argumentos que coinciden con su ideología es hacer, además de un negocio, lo que observa Rieff. Convierte el trabajo intelectual en una tautología: no agrega información; incurre, según el diccionario, en una “acumulación reiterativa de un significado ya aportado desde el primer término de una enunciación”.

 

Este sesgo tuvo plena expresión en el modo que los medios recibieron el discurso presidencial del lunes pasado. Con pocas, aunque valiosas excepciones, el dictamen fue la condena absoluta, si se trataba de medios con audiencia opositora; o de aclamación, sin el más mínimo matiz, si su público era oficialista.

 

Un cúmulo de afirmaciones cargadas de juicios de valor estructuraron estos enfoques, deduciendo de allí, como la vieja escolástica, conclusiones que no suman conocimiento. Nos centraremos en los medios críticos, cuya premisa es que Alberto Fernández constituye un apéndice de Cristina Kirchner. Asumen la caricatura del Presidente que las redes consagraron como “Albertítere”.

 

Esa creencia es el eje que organizó la interpretación del discurso, determinando énfasis y omisiones. Lo remarcado fue el cuestionamiento a la Justicia, la oposición y los medios (nada nuevo en el kit oficialista), donde la prensa opositora ve la mano de la vicepresidenta, que habría incluido esos contenidos para mejorar su situación judicial, algo que se está demostrando ineficaz.

 

A partir de esa selección temática se expusieron argumentos recalentados: el albertismo murió antes de nacer, el Presidente es un mero instrumento para ir por todo, lo dicho está al servicio exclusivo de los intereses de Cristina, la querella que ella promueve contra Macri dificultará el trato con el FMI, etc. Por cierto, esto reaviva en muchos lectores de esos medios otro prejuicio rector: “Somos (o seremos) Venezuela”.

 

¿Y si las cosas no fueran tan esquemáticas? ¿Y si se incorporaran dimensiones omitidas a la noticia? ¿Y si, con honestidad intelectual, se incluyeran párrafos del discurso presidencial que proponen un acuerdo pluralista? Entonces el enfoque se enriquecería tornándose más equitativo, aunque las audiencias que no toleran el “sin embargo” quedarían desconcertadas comprometiendo la monetización de la grieta.

 

Para enriquecer el análisis, proponemos considerar otros ángulos e hipótesis, menos explorados.

 

Primero, que existiendo dos coaliciones que reúnen el 90% de los votos, las tensiones al interior de ellas son normales y obligan a discursos sinuosos para preservar la unidad, que es clave. El que por inflexible la quebrara sería el responsable de una segura derrota.

 

Segundo, que la proximidad de las elecciones politiza los discursos de apertura legislativa, que suelen ser para los oficialismos el primer acto de campaña. En ese contexto, la definición de un enemigo es una de las opciones básicas del menú ofrecido por el marketing político.

 

Tercero, que es probable que Alberto Fernández no sea una marioneta, como sostiene convencido el periodismo opositor. Indicios muestran que aspiraría a la reelección. Los dejan trascender voceros oficiosos con muy buena información; y el jefe de Gabinete, reflejando a la mesa chica, cree que sería lógico que así fuera, según le respondió a Jorge Fontevecchia meses atrás.

 

Cuarto, que la dinámica de puro antagonismo exhibido por las fracciones radicalizadas del oficialismo y la oposición, produce contenidos previsibles y belicosos. El discurso presidencial no fue ajeno a ese cariz. La política, en consonancia con los medios, se tornó un juego agresivo y tautológico.

 

Incorporando nuevos factores al análisis se percibe un texto menos homogéneo, lo que permite direccionarlo a diversos públicos. Las invectivas fidelizan a los militantes y acompañan los arrebatos impotentes de Cristina; la elección de Macri como enemigo refuerza la identidad y convoca a los millones de desilusionados con el ex presidente; el llamado al consenso respetando las ideas del otro, busca seducir a los moderados, que decidirán la suerte de Fernández.

 

Es significativo este último aspecto, en el que trabaja Gustavo Béliz: la idea de una democracia sinfónica, metáfora del pluralismo extraída del teólogo católico Hans Urs von Balthasar. Constituye una sofisticación de la “Argentina unida” del eslógan, sobre la que el Presidente podría basar la reelección, si a su gobierno le fuera bien.

 

El emblema de ese consenso es el Consejo Económico y Social, que el Presidente homologa a sus ideales. A eso debe sumarse su estudiada identificación con la Justicia: se asimila a un “hombre del Derecho” que quiere reformarla, no arrasarla como su vicepresidenta. Con menos prejuicios, aflora el albertismo.

 

La distinción de Eliseo Verón entre los destinatarios de la enunciación presidencial muestra hasta qué punto la alocución inaugural es una pieza típica de la comunicación política en lugar de un manifiesto cristinista. El discurso construye al otro “positivo”, oponiéndolo al otro “negativo”. Los militantes y los argentinos de bien somos “nosotros”, los opositores y sus banderilleros son “ellos”.  

 

Nada nuevo, todos los gobiernos hacen más o menos lo mismo. En realidad, la diferencia sustantiva no es retórica sino política. Remite a Cristina y La Cámpora. ¿Por qué? Porque hay una brecha insalvable entre el poder que ostentan y el bajo prestigio social que cosechan. Acumularon capital material, no simbólico. Ocupan áreas claves de la administración, pero la mayoría los repudia.

 

¿Quién continúa saldando por ahora ese débito? Alberto Fernández, cuya imagen positiva es equivalente a la negativa de la vicepresidenta y su hijo. Si como aquí se conjetura, el Presidente poseyera un proyecto, deberíamos aguardar un choque entre ellos en algún momento. Si el Gobierno ganara las elecciones, tal vez la discusión empiece por quién es el padre (o la madre) de la victoria.

 

Un anticipo de las visiones en pugna puede encontrarse en el discurso del 1° de marzo, leyéndolo sin preconceptos, aunque eso desilusione un poco a las audiencias cautivas. Acaso sea el mejor modo de evitar un disgusto mayor, si descubrieran que no todo se explica por el poder absoluto de Cristina, como le vendieron sus referentes mediáticos. 

(*) Eduardo Fidanza. Licenciado en Sociología, Universidad de Buenos Aires. Fundador y director de Poliarquia Consultores. Analista político e investigador social. Ex columnista semanal del diario La Nación. Miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo. Ex profesor titular regular de la UBA.





domingo, 7 de marzo de 2021

Tiempo de revanchas… @dealgunamaneraok...

 Tiempo de revanchas… 


Afinando, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes

El Presidente, profesor de Derecho, y la vice, una exitosa abogada, cargaron contra el Poder Judicial. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/03/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

Más nafta para avivar el fuego. El alegato de Cristina Kirchner en la causa dólar futuro transitó el camino por donde ella se siente más cómoda: una escenificación televisiva adecuadamente producida, el uso del despacho de la presidencia del Senado, una gestualidad ampulosa y un discurso de barricada de fuerte contenido político que le sirvió para invertir los roles y pasar de acusada a acusadora. 

Hizo acordar a los Aló Presidente con que fatigó la cadena de radio y televisión durante sus mandatos. Arremetió contra el Poder Judicial, lo vinculó a operaciones políticas para favorecer la elección de Mauricio Macri, volvió a hablar de lawfare y dejó en claro que usará todo su poder para ir tras ellos. 

Todo apenas 72 horas después de que el presidente Alberto Fernández pronunciara su discurso ante la Asamblea Legislativa con un tono muy similar. “Ella aprovechó la situación y profundizó a su manera algunos de los puntos enunciados por el Presidente. Después salieron los duros a exacerbar los ánimos y no se habló de otra cosa que de supuestos embates a la Justicia”, dicen en Balcarce 50. 

A esta altura de los hechos, ya no es creíble la idea de que el Presidente es una víctima de su vice. Es más, el discurso de Alberto Fernández también estuvo teñido de revanchas personales. “Tenía la necesidad de devolver alguno de los golpes que viene recibiendo de la oposición desde que se desató el escándalo del vacunatorio vip. Fue un mensaje hacia adentro y hacia afuera del Frente de Todos”, señalan en su entorno. 

El Presidente sintió la necesidad de hacer saber que la reforma judicial, que incluye la reforma del Ministerio Público Fiscal, es una idea suya. Pero cuando aparecieron CFK y sus secuaces –Oscar Parrilli siempre está a la cabeza– con sus exabruptos y disparates, esa pretensión se esfumó. Tanto que obligó a la ministra de Justicia, Marcela Losardo –a la que el kirchnerismo quiere echar desde siempre– a aclarar que una comisión bicameral para analizar el comportamiento de los jueces es absolutamente inconstitucional.   

El reto a Parrilli y el silencio de Massa. Mientras ardía la discusión por la constitución y la viabilidad o no de la bicameral para “supervisar” –controlar– la tarea de los jueces, el silencio de Sergio Massa fue una constante. El presidente de la Cámara de Diputados sabe perfectamente que, cuando termine la pirotecnia verbal, deberán recurrir a él para cualquier iniciativa dentro de su ámbito. Dejó que Oscar Parrilli se fuera de boca y esperó su momento. Ese momento llegará este lunes cuando se reúna con el Presidente. Parrilli no solo se metió en terreno de Massa al resaltar que “el Presidente pidió una comisión bicameral que investigue a la Justicia” sino que expresó sin eufemismos los deseos de su jefa. 

En Casa Rosada se sostenía que CFK estaba furiosa con Parrilli a quien retó y mandó callar. Habrá sido un enojo por haberle quitado protagonismo en su proyectado día de furia. Según se explica desde el oficialismo, la razón de ser de la bicameral es llamar a audiencias públicas para transparentar y generar mecanismos de celeridad en la Justicia. 

La idea es colocar allí para que ejerza la presidencia a alguna figura que tenga el consenso de la mayoría. El nombre en el que se piensa por estas horas es el de Graciela Camaño. 

Nada de esto está contemplado en la Constitución Nacional. El profesor de Derecho –¿Es aún profesor o ya no lo es?– Alberto Fernández debería saberlo; la “exitosa abogada” Cristina Fernández de Kirchner, también.   

Mientras tanto los problemas de la gente. En su discurso del lunes el primer mandatario intentó –una vez más– encapsular el escándalo del vacunagate haciendo alusión a su decisión de pedirle la renuncia a Ginés González García. Los hechos, sin embargo, lo desmienten. La realidad vuelve a chocar contra la frialdad del relato. La vacunación en la provincia de Buenos Aires sigue con rumbo incierto y de manera poco profesional. “A mi madre la vacunaron en la escuela situada en las calles 7 y 609 en las afueras de la ciudad de La Plata. 

El operativo era llevado adelante por chicos muy jovencitos de La Cámpora. Todos los vacunados deben permanecer en el lugar unos 30 minutos por precaución luego de ser inoculados. Pero si algo ocurría, no había personal capacitado ni una ambulancia para actuar en caso de emergencia” –se quejó una reconocida médica de la capital provincial–. 

La radiografía en el resto del país no es muy distinta. El último escándalo de vacunados vip sacudió a la política de Tucumán. Está claro que todos saben que no será el último. El subregistro en los asientos de las dosis aplicadas es un problema nacional que facilita el clientelismo y el uso político de un instrumento vital. Esto venía sucediendo desde mucho antes de la pandemia del Coronavirus. Si en los principales hospitales nacionales y provinciales –algunos de renombre internacional– los registros son deficientes se puede deducir fácilmente lo que sucede en los rincones más alejados del país. 

Formosa. Lo que está sucediendo allí es un hito. Llega un día en que el abuso de poder en todas sus formas, tal como lo viene implementando Gildo Insfrán a lo largo de sus más de 25 años al frente de la gobernación, agota la paciencia de la ciudadanía. 

Una anécdota ilustra a la perfección lo que representa en los hechos la barbarie de ese régimen. Quien esto escribe estuvo en Formosa por última vez en 2002. Al llegar al hotel y registrarme, el gerente se apersonó y lo que dijo fue impactante: “Discúlpeme, no puedo alojarlo porque, por orden del gobernador, cuando se aloja un periodista tenemos la obligación de comunicárselo a la jefatura de la policía de la provincia”. Esto –que le sucedió y aún sucede– a varios colegas es la norma. Es decir, la existencia de un Estado policial y persecutorio. Una persecución brutal y violatoria de los Derechos Humanos. 

El lamentable comunicado firmado por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla –en el que intenta desviar la responsabilidad de los hechos a los medios de comunicación y a la oposición junto a su desinterés por poner límite a tanta barbarie–, debería ser causa suficiente para que el Presidente le pidiera la renuncia.   

Formosa es la Venezuela de la Argentina. ¿Será la única? 

Producción periodística: Santiago Serra 








 

Copa de la Liga Profesional de Fútbol. San Lorenzo 1 vs. Huracán 1... @dealgunamaneraok...


San Lorenzo y Huracán empataron el clásico en el Nuevo Gasómetro… 


Con un tiempo para cada uno, los dos equipos urgidos quedaron a mano en el clásico y empataron 1 a 1, en el Bajo Flores, en un encuentro correspondiente al interzonal de la cuarta fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.

© Publicado el sábado 06/06/2021 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República de los Argentinos. 

Franco Di Santo abrió el marcador para San Lorenzo a los 31m del primer tiempo y empató Franco Cristaldo a los 25m del segundo. 

San Lorenzo salió a presionar desde el primer momento a Huracán, que optó por los contragolpes, con desbordes de Franco Cristaldo por izquierda y centros para Diego Mendoza. 

A los 7 minutos el local tuvo la oportunidad de marcar con Nicolás Fernández, que tras un centro del debutante colombiano Yeison Gordillo remató y obligó al esfuerzo del arquero Sebastián Meza. 

Luego lo emparejó el "Globo" y tuvo su posibilidad a los 16m: Mendoza le pasó la pelota a Nicolás Silva, quien en el medio del área remató y tapó el arquero José Devecchi. 

A los 19m, desde afuera del área, Juan Ramírez sacó un gran remate que pegó en el travesaño, la jugada más clara del partido hasta ese momento. 

Luego llegó el gol "santo": a los 31m Di Santo aprovechó un error del Raúl Lozano, salió con una corrida con la que evadió al arquero Meza y definió de zurda, con el arco vacío. 

En la segunda etapa, con la ventaja, el equipo de Boedo se replegó un poco para dejarle el balón a Huracán y aprovechar una contra que le permitiera sellar el partido. 

Pero con los cambios que realizó el técnico Israel Damonte para el segundo tiempo, Huracán pudo llegar al empate a los 25 minutos. El ingresado Ezequiel Bonifacio envió un centro preciso desde la derecha y apareció a Cristaldo para convertir de cabeza. 

La última fue para el local: Braghieri cabeceó a los 28 minutos y la pelota la sacó Cristaldo en la línea, lo que pudo ser el segundo tanto de San Lorenzo. 

El próximo compromiso de San Lorenzo será el miércoles 10 de marzo cuando desde las 21:30 se enfrente ante Universidad de Chile en Santiago, por la segunda fase de clasificación a la Copa Libertadores de América. 

Por la Copa de la Liga, el "Ciclón", jugará el domingo 14 a partir de las 21:30 ante Banfield, como visitante. 

Por su parte Huracán, recibirá en su estadio desde las 21:30 del viernes 12, a Lanús, por la quinta fecha del torneo de la Liga Profesional de fútbol. 

Síntesis 

San Lorenzo 1 

José Devecchi; Andrés Herrera, Alejandro Donatti, Diego Braghieri y Gabriel Rojas; Diego Rodríguez, Yeison Gordillo y Juan Ramírez; Ángel Romero, Franco Di Santo y Nicolás Fernández. DT: Diego Dabove. 

Huracán 1 

Sebastián Meza; Raúl Lozano, José Moya, Lucas Merolla y Walter Pérez; Franco Cristaldo, Esteban Rolón, Claudio Yacob y Nicolás Silva; Norberto Briasco y Diego Mendoza. DT: Israel Damonte. 

Gol en el primer tiempo: 31m Franco Di Santo (SLO). 

Gol en el segundo tiempo: 25m Franco Cristaldo (HUR). 

Cambios en el segundo tiempo: 20m Pablo Oro por Silva (HUR), 21m Óscar Romero por Fernández (SLO), 25m Ezequiel Bonifacio por Lozano (HUR), 32m Jalil Elías por Gordillo, Julián Palacios por Ramírez y Alexander Díaz por Ángel Romero (SLO), 39m Lucas Melano por Di Santo (SLO), Santiago Hezze por Cristaldo y Francisco Rodríguez por Rolón (HUR). 

Amonestados: Gordillo, Fernández, Braghieri y Palacios (SLO); Lozano, Mendoza, Moya, Cristaldo y Jacob (HUR). 

Árbitro: Facundo Tello. 

Estadio: Nuevo Gasómetro (San Lorenzo)



Video: ESPN



Apertura del año legislativo… @dealgunamaneraok...

 Apertura del año legislativo…


El pasado lunes, el presidente inauguró el período de sesiones ordinarias y brindó un discurso que comenzó repasando las principales respuestas del Estado ante la pandemia. Luego abordó en profundidad algunos de los temas que deberán encararse en el transcurso del año. En reiteradas ocasiones mencionó que el eje es el Presupuesto 2021 y la idea de que los salarios crezcan por encima de la inflación. 

© Escrito por Carlos Heller el domingo 07/03/2021 y publicado en Facebook, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

El aparato mediático, como era previsible, estuvo más enfocado en tergiversar los dichos del presidente en torno de la reforma de la Justicia y al anuncio de que el Estado iniciará una querella para investigar el acuerdo con el FMI de 2018. Dos temas que es preciso revisar. 

En lo económico, Alberto Fernández señaló que "el sistema capitalista fracasa en el mismo instante en que los que consumen son expulsados del mercado", y que "ninguna sociedad crece empobreciendo a los que viven de un salario". Una definición conceptual que el gobierno acompaña con decisiones concretas. Entre ellas, "una mesa de concertación de precios y salarios junto al sector empresario y sindical". Sin embargo, aclaró que si bien "creemos en el diálogo (...), de ninguna manera significa que el Estado resigne sus potestades legales". Por su parte, se reafirmó que el gobierno sigue un abordaje integral para resolver el tema de la inflación. El mismo incluye el programa macroeconómico plasmado en el Presupuesto 2021, la coordinación de precios y salarios y los programas específicos como Precios Cuidados. Lo contrario del Estado canchero. 

En el discurso también se hizo énfasis en el rol del mercado interno, cuyo fortalecimiento es clave para "acelerar la recuperación de la producción y el empleo". A su vez, consideró la generación de trabajo como "la principal política social" y que "la recuperación de los ingresos reales constituye un elemento fundamental para el crecimiento. Esta recuperación es un objetivo prioritario para 2021". Los acuerdos paritarios que se van conociendo van claramente en esa dirección. 

Uno de los más recientes es el acuerdo nacional docente, con un incremento salarial del 34,55%, porcentaje que está por encima de la inflación proyectada en el Presupuesto 2021 (29%). Se pagará en tres cuotas durante el transcurso del año (en marzo, julio y septiembre) y tendrá vigencia hasta noviembre, cuando se convocará a una nueva paritaria para trabajar en la renegociación. Una noticia que está en consonancia con otros acuerdos que se van firmando, como el de los encargados de edificios. 

Los haberes jubilatorios a partir de marzo subirán un 8,07%, según lo estipulado por la nueva ley de movilidad (con la anterior fórmula, el aumento de marzo habría sido del 7,18%). Además, para los meses de abril y mayo, el gobierno decidió que a las jubilaciones y pensiones de hasta $ 30.856 (1,5 haberes mínimos) se les agregará un bono mensual de $ 1500. De esta forma, el haber mínimo actualizado ($ 20.571) pasará a ser de $ 22.071 en dichos meses. Según la Anses, "al considerar el aumento por movilidad y los bonos, una jubilación mínima aumentará un 16%, ganándole claramente a la inflación del trimestre (...) El 70% de los jubilados, jubiladas, pensionados y pensionadas de menores ingresos, que fueron quienes se vieron más afectados y afectadas en los últimos años, obtendrán este beneficio por dos meses hasta la aplicación de la nueva movilidad en el mes de junio". 

Volviendo al discurso, respecto de las tarifas, el presidente comentó que, de haber continuado el esquema del anterior gobierno, "el gas debería haber aumentado un 80% en octubre y debería aumentar un 130% en abril de este año. La electricidad, por su parte, debería aumentar un 168% en el próximo mes de abril". Sin embargo, mencionó que es hora de regularizar el sistema tarifario, que estuvo congelado todo este tiempo, con el objetivo de lograr "tarifas diferenciales según la capacidad patrimonial de quien recibe el servicio". Se trata de un concepto que comparto plenamente. Un servicio público es un derecho, y si es un derecho no es justo ni razonable que tenga el mismo precio para todos y todas y no esté vinculado a la capacidad de pago de cada usuario. Es una forma, también, de cuidar los ingresos de los sectores mayoritarios. 

A su vez, el Ejecutivo enviará al Congreso nacional un proyecto para declarar la "emergencia de servicios públicos y regulados con el objetivo de desdolarizarlos definitivamente y adecuarlos a una economía en la que los ingresos son en pesos". Otro anuncio razonable desde el punto de vista de la formación de los precios y que, además, apunta a revertir la dolarización de facto que arrastra la economía argentina, producto de las políticas de anteriores gobiernos. Fue otro de los anuncios que el aparato mediático pasó por alto. 

Un capítulo central del discurso fue la cuestión de la renegociación del préstamo con el FMI: "Una deuda tomada por un gobierno irresponsable, que obtuvo un crédito otorgado en su favor por motivos absolutamente políticos, merece una revisión y un tratamiento adecuado a la hora de su renegociación", según el presidente. 

Un préstamo a todas luces insostenible. Según el cronograma acordado por el anterior gobierno, se deben estar pagando al FMI este año U$S 3826 millones, U$S 18.092 millones en 2022, U$S 19.186 millones en 2023 y U$S 4921 millones en 2024, cuando se cancela la deuda. Son dólares que no puede generar la economía argentina en cuatro años. Tampoco están disponibles ya que se fugaron. Según el BCRA, entre mayo de 2018 y octubre de 2019, cuando Macri estableció controles cambiarios más estrictos, la formación de activos externos alcanzó los U$S 45.100 millones. Un número parecido a los fondos que ingresaron del FMI. 

Por estos motivos, el Estado iniciará una querella criminal para "determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda", según afirmó el presidente. Son hechos a investigar, tanto por las responsabilidades legales que caben como para evitar que se repitan. De hecho, el mismo lunes del discurso, el BCRA, según aparece en su página web, "elevó a la Sigen y a la Oficina Anticorrupción toda la documentación vinculada al último acuerdo firmado por la Argentina con el Fondo Monetario para determinar si generaron perjuicios al Estado. El Banco Central pidió la realización de una auditoría específica de la documentación para evaluar las responsabilidades de los funcionarios que actuaron oportunamente en la efectivización del acuerdo suscripto por la República Argentina con el Fondo en 2018 y determinar la existencia de perjuicio para el patrimonio público". Otra noticia que casi no apareció en los medios y que indica que el proceso está en marcha. 

En síntesis, el discurso presidencial de la 139ª Asamblea Legislativa fue coherente y trató muchos de los ejes que permanentemente sostengo. En lo económico, se reafirma la idea de que el Presupuesto 2021 votado por el Congreso es el verdadero programa de Estado y que hay un objetivo claro de que se vaya recuperando el salario real. Para lograrlo, se mencionó que se puede avanzar por acuerdo o por medio de las potestades de las que dispone el Estado. En casi dos horas de discurso quedó claro que hay plan, que no es de ajuste, y que existe una firme convicción para llevarlo a cabo. 





Rendir cuentas por la deuda… @dealgunamaneraok...

 Rendir cuentas por la deuda. El crédito del Fondo Monetario Internacional al gobierno de Mauricio Macri…



El presidente Alberto Fernández en el discurso de apertura de la Asamblea Legislativa, acompañado por la vicepresidenta, Cristina Fernández. Imagen: NA 

En su discurso ante la 139ª Asamblea Legislativa, Alberto Fernández anunció que se iniciará una querella criminal para “determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda”. 

Escrito por Carlos Heller, Diputado Nacional Frente de Todos. Presidente Partido Solidario, el domingo 07/03/2021 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

En su discurso ante la 139ª Asamblea Legislativa, Alberto Fernández anunció que se iniciará una querella criminal para “determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda”. 

Más allá de los aspectos legales involucrados, creo que es importante echar luz sobre lo ocurrido con el gravoso préstamo del FMI, ya que es una forma de aspirar a que no se repitan situaciones que hipotecan al país, en beneficio de unos pocos y unas pocas. 

Al día siguiente del discurso, exfuncionarios económicos de Cambiemos salieron a apoyar las decisiones del anterior gobierno, con las mismas frases que utilizaban en los tiempos de posverdad. Por ejemplo, se escuchó decir que “la deuda no sale de un repollo. Cuando un gobierno aumenta su deuda es porque tiene déficit fiscal (...). El gobierno de Macri recibió un déficit fiscal primario grande (-3,8% del PIB en 2015)”. 

Sin embargo, nada justifica que -como ocurrió- se tome deuda en dólares para afrontar gastos que el Estado tiene que realizar en pesos. Tampoco hay que dejar de recordar que en febrero de 2019 el gobierno de aquel entonces informó a la Securities and Exchange Commission (SEC, la comisión de valores del gobierno estadounidense) que el déficit fiscal primario ascendía al 1,8 por ciento del PIB en 2015 (dos puntos porcentuales menos que el 3,8 por ciento comentado). 

También se volvió a insistir con el falso argumento de que “dos de cada tres dólares de deuda que se tomaron durante el gobierno de Macri se usaron para pagar deudas heredadas”. Otro intento por desafiar la lógica, ya que la deuda creció de manera descomunal durante la anterior gestión. 

En cuanto al préstamo con el FMI, en el discurso del Presidente volvió a quedar claro lo insostenible de los montos involucrados. Alberto Fernández precisó que, según lo acordado por el gobierno que lo precedió, en 2021 “la deuda a pagar es de 3826 millones de dólares. En 2022 esa cifra aumenta a 18.092 millones de dólares. El año subsiguiente el monto asciende a 19.186 millones de dólares. Recién en 2024 el pago de la deuda se cancela abonando 4921 millones de dólares”. 

Un exfuncionario macrista afirmó que el préstamo se utilizó casi todo para pagar vencimientos de otras obligaciones. No obstante, el 9 de diciembre de 2019 comenté en una nota que, según el Balance de Cambios del BCRA, “desde que se recibió el primer desembolso del FMI, la deuda pública con privados se redujo (alrededor de) 15.000 millones de dólares”. Sin embargo, del organismo ingresaron unos 44.490 millones de dólares. 

No se puede explicar lo inexplicable y negar que de algún lado surgieron los fondos para financiar la fuga. Como señala el BCRA en un informe, “en la etapa de aceleración de salida de capitales, a partir de mayo de 2018, la formación de activos externos alcanzó los 45.100 millones de dólares”, un monto bastante similar al del préstamo. 

Son episodios que no deben volver a repetirse. En su momento parecía que se trataba de un debate saldado, luego de los daños que generaron los anteriores ciclos de endeudamiento. Sin embargo, entre otras decisiones, se acordó un préstamo “entre gallos y medianoche, sin intervenciones jurídicas y técnicas previas, con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso Nacional”, según afirmó el Presidente ante la Asamblea Legislativa. 

Para tratar de evitar futuras hipotecas, hemos sancionado recientemente en el Congreso la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública. La norma tiene como principal objetivo regular la toma de deuda en moneda extranjera por parte del Estado. Para ello se establece que la Ley de Presupuesto Nacional deberá prever el porcentaje máximo que se emitirá en moneda y bajo jurisdicción extranjera respecto del monto total de emisiones autorizadas para el año. Además, los futuros acuerdos con el FMI y otros organismos internacionales deberán ser aprobados por el Congreso, y queda prohibido que se destinen esos préstamos a gastos primarios corrientes.