domingo, 26 de agosto de 2012

Secretaría de Debilitamiento de la Democracia II...


Secretaría de Debilitamiento de la Democracia II...


La historia detrás del desplazamiento de Marta Oyhanarte. Despidos injustificados, recorte de funciones y militantes de La Cámpora. 

La retirada de Marta Oyhanarte al frente de la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia puso en primer plano al ya polémico organismo y comenzó a desnudar los mecanismos de poder mentados por el kirchnerismo. El traspaso de la Jefatura de Gabinete a Aníbal Fernández fue uno de los tantos indicios que mostraron un punto de inflexión al interior del Frente Para la Victoria. A partir de ese momento se dio inicio a una gestión caracterizada por una cultura de secretismo y el ingreso de La Cámpora en órganos estratégicos de gobierno.

Detrás del escándalo, está la historia de quienes vivieron el comienzo de la oscura etapa del Debilitamiento de la Democracia y fueron víctimas de un modus operandi que luego se revelaría como política de Estado.

Julio de 2009: Aníbal Fernández asumía como flamante jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner y comenzaba a dar sus directivas secundado por Lucía Dougherty de Sánchez. Diplomática de carrera, a Sánchez se le encomendó la tarea de hacer un “seguimiento” de todas las funciones de Oyhanarte. Una de ellas consistía en la organización de un seminario de acceso a la información pública financiado por la embajada de Nueva Zelanda y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el que iban a intervenir especialistas provenientes de la embajada de EEUU y el Banco Mundial. El evento estaba vinculado a la promoción de la ley de acceso a la información pública que finalmente nunca fue aprobada. Dougherty de Sánchez fue la encargada de comunicar la inexplicable y súbita decisión del ministro Fernández: el seminario se cancelaba.

Esto fue en agosto, a partir de ahí el clima empezó a estar muy tenso porque no se sabía que iba a pasar”, confesó a Plazademayo.com una ex empleada del organismo. Las publicaciones previstas en el marco del programa de Auditoría Ciudadana también sufrieron el recorte durante la nueva gestión. Las partidas correspondientes a ese programa fueron quitadas por Jefatura de Gabinete, al tiempo que comenzaron a imponer trabas a la gestión de esos documentos cuyo organismo administrador era el PNUD.

Así comenzó una sistemática reducción de funciones de quienes habían llegado a la Subsecretaría de la mano de Alberto Fernández. Pamela Nilus fue una de las víctimas de ese proceso. Su despido fue tan repentino como todas las medidas precedentes: fue notificada por personal de seguridad del edificio cuando quiso ingresar al organismo que ya no estaba identificada como empleada. Antes de eso había intentado cobrar su sueldo y se encontró con que el depósito no estaba hecho a su cuenta. “Ni le avisaron”, recuerda una de las testigos.

Quince días más tarde Andrés “El Cuervo” Larroque desembarcaba como Director para el Fortalecimiento de la Democracia, en reemplazo de Nilus. Una persona “puesta por la Presidenta”, como se encargó de informarles a los empleados Lucía Dougherty de Sánchez. El referente de La Cámpora estrenaba así su primer cargo como funcionario.

Los empleados no sabían cuáles eran las funciones que desempeñaba Larroque y su séquito. Su presencia se parecía más a la instalación de una unidad básica que a la llegada de un funcionario público: “La subsecretaría está en el noveno piso y en el décimo estaba el área de acceso, sacaron a casi todas las personas de acceso, o sea, las trasladan a que se sienten en otro lugar para que se instalen ellos, cuelgan los cuadros de Evitan Montonera y se quedan”.

En los meses que siguieron, Larroque mantuvo un hermetismo absoluto: no reportó ninguna actividad a Marta Oyhanarte. En una de las pocas conversaciones que mantuvieron, el Cuervo asumió su función como parte del desarrollo de una política militante. “Yo creo que ese fue el inicio de fortalecimiento de La Cámpora, Larroque fue el que les dio ese poder”, opinó la ex empleada del organismo.

A partir de ahí, la historia es conocida. El cambio de mando significó un retroceso respecto de todo el trabajo que se venía desarrollando hasta ese momento. Las principales tareas del organismo entre las que se encontraba supervisar el cumplimiento del decreto de acceso a la información y la gestión de intereses, quedaron virtualmente frenadas. Los fondos aportados por organismos internacionales fueron devueltos después de los entredichos con los programas de Naciones Unidas. Los contratos de la mayor parte de los empleados no fueron renovados y la estructura de la Subsecretaría se achicó ostensiblemente.

El desplazamiento de Marta Oyhanarte tuvo como corolario la desaparición de la web en donde se publicaban todos los informes sobre audiencias de funcionarios y los seguimientos que se realizaban en municipios para la aplicación del decreto 1172. Ahora quien quiera visitar la mejordemocracia.com deberá dirigirse a la Jefatura de Gabinete.

© Publicado por Plazademayo.com el Jueves 23 de Agosto de 2012.

Secretaría de Debilitamiento de la Democracia I... De Alguna Manera...


Secretaría de Debilitamiento de la Democracia I...

Andrés "cuervo"  Larroque.

El decreto de acceso a la información, sancionado por Néstor Kirchner, que no cumplen ni quienes deben hacerla cumplir. Andrés “Cuervo” Larroque. Mientras fue subsecretario de para el Fortalecimiento de la Democracia no informó ninguna reunión, contra lo indicado por la ley.

Una de las patas que compone el derecho a la libertad de prensa –la otra es la libertad de expresión- es el libre acceso a la información. Esta herramienta permite que el periodismo, uno de los nexos entre la ciudadanía y el Estado, pueda conocer y dar a conocer la gestión de gobierno, sus formas y sus usos.  El gobierno kirchnerista es adepto al secretismo -que es una de las formas que adquiere la gestión cuando es realizada por un grupo arbitrario, una camarilla-, incluso cuando ese secretismo va en contra de leyes adoptadas durante su mandato. De este modo, la Ley de Acceso a la Información Pública es violada reiteradamente, una y otra vez. A pesar de que fue implementada mediante un decreto firmado por el ex presidente, fallecido, Néstor Carlos Kirchner en 2003.

Uno de los anexos del decreto establece un Reglamento para la publicidad de la gestión de intereses en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional. De ese modo, todas las reuniones y “toda actividad desarrollada —en modalidad de audiencia— por personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, por sí o en representación de terceros —con o sin fines de lucro— cuyo objeto consista en influir en el ejercicio de cualquiera de las funciones y/o decisiones de los organismos, entidades, empresas, sociedades, dependencias y de todo otro ente que funcione bajo la jurisdicción del Poder Ejecutivo Nacional” debe ser dada a conocer. En otras palabras, las agendas de encuentros de los funcionarios deben tener carácter público. La norma, según la ley, debe cumplirse por:

“a) Presidente de la Nación;

b) Vicepresidente de la Nación;

c) Jefe de Gabinete de Ministros;

d) Ministros;

e) Secretarios y Subsecretarios;

f) Interventores Federales;

g) Autoridades superiores de los organismos, entidades, empresas, sociedades, dependencias y todo otro ente que funcione bajo la jurisdicción del PODER EJECUTIVO NACIONAL;

h) Agentes públicos con función ejecutiva cuya categoría sea equivalente a Director General.”

Las reuniones deben ser publicadas esta página.

Llama la atención que los titulares del área encargada de dar cumplimiento a esta norma, la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, sean los menos adeptos a informar sus audiencias. Andrés “Cuervo” Larroque, uno de los líderes de La Cámpora y que asumió en esa secretaría en mayo de 2010, no informó de ninguna reunión. Su sucesor, Franco Vitali, desde que asumió en diciembre de 2011, anunció una audiencia. María Cristina Perceval, antecesora de Larroque, duró desde diciembre de 2009 a mayo de 2010 en ese puesto e informó 5 reuniones. Marta Oyhanarte, que había inaugurado la subsecretaría, detalló 235 audiencias desde noviembre de 2003 a noviembre de 2009.

Los titulares de las carteras que componen al poder ejecutivo tienen un déficit con la publicación de sus actividades –en cambio, la presidenta Cristina Fernández informó  798 desde que asumió en diciembre de 2007-.

El ministro de Defensa Arturo Puricelli no se reunió nunca con nadie, según sus declaraciones de audiencias.

Hernán Lorenzino tampoco recibió a nadie desde que es ministro, aunque en este caso es más creíble ya que es conocido como “El silencioso” y hasta “El mudo” y, por lo tanto, quizás no se reúna con nadie ya que su fuerte no es hablar ni la comunicación en general.

Axel Kicillof, viceministro de Economía, tuvo 9 audiencias desde enero de este año.

Carlos Tomada, ministro de Trabajo, tuvo apenas 12 audiencias desde agosto de 2009. Sin embargo, como muestran las escuchas judiciales del caso Mariano Ferreyra, Tomada llamaba por teléfono al jefe del sindicato ferroviario José Pedraza para asesorarlo sobre los modos de evitar el ascenso de la izquierda en su sindicato, “simulando cursos de formación” y “haciéndoles la cabeza”. Por lo tanto, tal vez no tenga audiencias personalizadas, sin que esto afecte su capacidad de lobby con personajes de la más baja estofa.

La viceministra de Trabajo Noemí Rial, que se solidarizaba con Pedraza el día en que la Justicia lo allanaba, no tiene reuniones desde octubre de 2009.

El ministro del Interior Florencio Randazzo no tiene audiencias desde junio de 2011.

El ministro de Salud Juan Manzur no las tiene desde enero de este año. El ministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao no se reúne con nadie desde febrero de 2012. Déborah Giorgi, ministra de Industria, no tiene audiencias desde octubre de 2011.

Norberto Yauhar, titular del Ministerio de Agricultura, no tiene reuniones desde que asumió el 10 de diciembre de 2011.

En cambio, otros ministros informan su actividad. Julio Alak, ministro de Justicia, señaló haber tenido 38 audiencias desde enero de 2011. El canciller Héctor Timmerman las informa regularmente, así como Enrique Meyer, de la cartera de Turismo. Nilda Garré alterna periodos de publicación de sus audiencias con periodos en los que no las detalla. Desde que asumió la cartera de Seguridad tuvo 108 reuniones. El mismo método usa el ministro de Educación Alberto Sileoni.

La ley de acceso a la información, sancionada durante el primer gobierno, tiene severos déficits en su aplicación. Estas cifras dan cuenta de ese menosprecio por un aspecto del espíritu de “fortalecimiento de la democracia”.

© Publicado por plazademayo.com el martes 21 de Agosto de 2012.

Incomparables por cierto... De Alguna Manera...


Modelo y habla…

 Incomparables, por cierto...

Una sola de las interesantes y muy bien escritas columnas del filósofo Ricardo Forster en la revista Veintitres alcanza para conformar un glosario de época.

En la de la semana pasada, titulada “La impostura y la obsesión”, usó la palabra “mediático” ocho veces; “realidad”, seis; “poder” y “retórica”, cinco veces cada una; “ficcional/ficcionalización/ficción”, “impostura” y “relato”, cuatro veces cada una; “discurso/discursiva” y “matriz”, tres veces cada una; y utilizó dos veces las palabras “estéticas/esteticismo”, “horadar”, “sentido”, “simulacro”, “espectacularización/espectáculo”, “espesura”, “hegemonías/hegemonismo”, “popular”, “virtual” y “corporativo”.

También usó las palabras “deconstruir”, “concentración”, “acumulación”, “emancipadora”, “enunciación”, “conceptualización”, “destituyentes”, “semblantes”, “esmerilar”, “dominación”, “paradigma”, “desvanecimiento” y “manipulación”.

Tuvo combinaciones de palabras que se reiteraron como “espesor de la realidad”, además de, una vez, “espesa trama”. Palabras que se combinaron recurrentemente como “matriz emancipadora”, “matriz popular” y “matriz hegemónica”. Como “espectacularización discursiva”, “munición discursiva”, “discursividad vacía”. O como “abstracción mediática”, “corporación mediática”, “dispositivo mediático” y “artillería mediática”. También hizo combinaciones resonantes como “evanescencias lingüísticas”, “espectros corporativos”, “relatos virtuales”, “pavor atávico”, “lugar de enunciación” y “obstáculo epistemológico”.

Todos estos términos en una sola columna de mil ochocientas palabras.

Sobre los “juegos de lenguaje”, en su libro La filosofía y el espejo de la naturaleza, Richard Rorty escribió: “Los problemas filosóficos aparecen o cambian de forma como consecuencia de la adopción de nuevas suposiciones o vocabularios”. Además, que estos “pseudoproblemas” son “producto de la adopción inconsciente de suposiciones incorporadas al vocabulario en el que se formulaba el problema”. También Rudolf Carnap, otro filósofo analítico, se refirió a los “abusos del lenguaje” en la creación de “pseudoproblemas” y a la necesidad de acordar un marco lingüístico adecuado para el debate de verdaderos problemas. Y un inspirador de ambos, Ludwig Wittgenstein, decía que “toda una nube de la filosofía se condensa en una gotita de gramática”.

No se trata de una originalidad del kirchnerismo. Cada época tiene una jerga que utiliza para apoyar la idea de que sus creencias son incuestionables. Son fruto de una seguridad subjetiva acerca de lo que es verdadero y lo que es falso.

En los ’90 también había un glosario que pretendía establecer una relación entre conocimiento y justificación, o sea una conexión entre la verdad de la creencia y aquello en lo que se funda. Aquél tenía una “matriz” económica y su jerga estaba poblada de palabras como “apertura”, “desregulación”, “libre comercio”, “brecha tecnológica”, “homo economicus”, “fin de la historia”, “management”, “endeudamiento”, “grupo”, “conglomerado”, “holding”, “flexibilización”, “Ebitda”, “productividad”, “competitividad”, “pragmatismo”, “eficiencia”, “calificación de riesgo” y “riesgo país”.

Probablemente dentro de unos años tengamos otro jefe de Gabinete y otro ministro de Economía que en otra Cumbre de las Américas, como la que se celebró el jueves pasado en el Hotel Alvear y tuvo a Abal Medina y Lorenzino como oradores, se rían y critiquen el abuso de palabras como “relato” o “mediático” que se hizo durante la década kirchnerista.

Ambos marcos lingüísticos trataron de reducir toda la realidad a su sola especialidad. En los ’90 se quiso reducir la política a la economía, y en los últimos años, la economía a la sociología. Cada ciencia tiene una perspectiva interesante y esclarecedora de la realidad pero la sola aspiración “hegemónica” conduce el intento en la dirección del “simulacro”.

Esa euforia reduccionista no es sólo patrimonio argentino, pero en nuestro país se da con mayor intensidad. En Brasil también hubo una década neoliberal y un período actual de revalorización de la intervención del Estado. Pero en Brasil ninguno de los dos “paradigmas” alcanzó a ser excluyente o inflexible.

Nadie podría discutir que después del enorme empobrecimiento que dejó la crisis de 2002 la Argentina precisaba de una política económica que apelara a la demanda agregada. Y es comprensible que durante los primeros años post implosión esa demanda agregada se orientara al consumo y no a infraestructura, que en gran medida había sido modernizada en los ’90. Pero durante estos últimos años hubiera sido más útil que esa demanda agregada hubiera ido en mayor medida a reponer la infraestructura ya gastada que a incentivar el consumo con inflación, como se hizo en 2011, por ser un año electoral, y muy probablemente se vuelva a hacer el próximo por las elecciones de 2013.

No es lo mismo hacer keynesianismo construyendo redes de autopistas que financiando televisores de plasma en cuotas fijas a cuatro años con tasa de interés negativa.

En la serie El mundo en crisis, que realiza el historiador y economista Emilio Ocampo y publicó el diario Ambito Financiero, Raghuram Rajan, uno de los cinco economistas más influyentes del mundo según The Economist, dijo: “Lo correcto sería utilizar ese beneficio (alto precio de las materias primas) para desarrollar capacidades que permitan a la gente ser productiva” (...) el problema es que los políticos “penalizan demasiado a aquellos proyectos que desarrollan capacidades a largo plazo y priorizan proyectos visibles y de más corto plazo. 

La preocupación es que el boom de las commodities sea dilapidado en vez de alcanzar el objetivo de convertir esos recursos en el capital humano y la infraestructura necesarios para un crecimiento sostenible a largo plazo. (...) El boom de los recursos naturales en el corto plazo, y mientras los beneficios se distribuyen en la economía, lleva a cierto bienestar, pero a largo plazo crea problemas porque hace que la economía no sea competitiva en aquellas áreas no relacionadas con los recursos naturales, y eso a la larga lleva a menor crecimiento”.

Quizás, aunque resulte una blasfemia, deberíamos incorporar a nuestro marco lingüístico actual un poco más de terminología económica para no cometer el mismo exceso de los años ’90 pero al revés. Lo que sería igual de grave.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 24 de Agosto de 2012.


Subsidios: no tantos voluntarios K… De Alguna Manera...


Subsidios: no tantos voluntarios K…


Kirchneristas pero no tanto. Quienes, pudiendo, no renunciaron a los subsidios.

El 23 de Noviembre de 2011 el Ministerio de Planificación puso en marcha una WEB para poder renunciar voluntariamente a los subsidios en los servicios públicos. Cristina Fernández de Kirchner apareció como la primera adherente voluntaria a la renuncia de subsidios. “El sistema empezó a funcionar hoy a las 8 de la mañana y ya hay 215 pedidos de eliminación del subsidio”, aseguró el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Aníbal Fernández sostuvo que “La renuncia a los subsidios es un gesto de equidad” y agregó que ”los tres poderes se estarían sumando“. Veamos hoy, mas de 8 meses después, quienes, pudiendo, dada su situación económica, no se han adherido aún.

Diputados Nacionales.

Algunos que no figuran y fueron electos por la provincia de Buenos Aires son Edgardo Depetri, Remo Carlotto, Mario Oporto, Adriana Puigross, Carlos Kunkel, Luis Francisco Cigogna, María Balcedo, Griselda Herrera, del FPV de La Rioja aunque electa junto a Menem, tampoco. Por Formosa, no figuran los diputados Juan Carlos Díaz Roig y Luis Basterra. Nora Bedano por Córdoba, Isaac Bromberg por Tucumán, María Eugenia Bernal por Jujuy, Julio Catalan Magni por Tierra del Fuego (su compañera de bancada fueguina Rosana Bertone sí figura).

Senadores Nacionales.

No figuran Walter Barrionuevo, Inés Blas, María Jose Bongiorno, María Delarosa, Pablo Gonzalez, Juan Manuel Irrazabal, Sergio Mansilla, José Miguel Mayans. En el caso de Beatriz Liliana Rojkés no figura ninguna propiedad a su nombre, aunque su marido Alperovich sí. Carlos Saúl Menem , aliado al kirchnerismo con su “Bloque Federalismo y Liberación” tampoco figura.

Funcionarios y políticos varios.

Rafael Bielsa, secretario SEDRONAR. Héctor Icazuriaga, Secretaría de Inteligencia. Luis D’Elía (tampoco su Esposa, diputada provincial, ni sus hijos, empleados en ANSES “por contactos”), María José Lubertino, Felisa Miceli, Mario Ishii, Horacio Luis Tettamantti (Subsecretario de puertos y vías navegables), Emmanuel Agis, Subsecretario de Programación Macroeconómica. Eduardo Di Rocco, Secretaría de Asuntos Políticos y Electorales.

Empresarios y periodistas ligados al kirchnerismo.

No figura el santacruceño Lázaro Báez, el ex CEO de YPF Sebastián Eskenazi, el futuro socio de YPF Eduardo Eurnekian, Alberto Grimoldi (felicitado por Cristina hace días, ex Secretario de Industria de Martínez de Hoz).

Tampoco los empresarios de medios (y otros rubros) Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Daniel Vila.

No figuran los panelistas de 678 Dante Palma, Orlando Barone, Carlos Barragán, Luciano Galende. Horacio Verbitsky, y en caso de que no estuviera a su nombre, tampoco figura su mujer Mónica Müller. Ernesto Tiffenberg director de P12, tampoco figura.

Tampoco figuran sindicalistas como Antonio Caló (UOM) o Gerardo Martínez (UOCRA).

Los herederos Máximo Kirchner y Florencia Kirchner tampoco figuran como propietarios o inquilinos de ninguna vivienda.

Página del Ministerio de Planificación. Podés verla ingresando a:
http://www.minplan.gov.ar/subsidios
              
Nota del redactor: Si me buscas por apellido, mi número de inscripción es: 2836

© Escrito por Gabriel Levinas, Paloma Navarro Nicoletti y Lucas Tabaschek y publicado por plazademayo.com el viernes 24 de Agosto de 2012.