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sábado, 1 de diciembre de 2012

Los precandidatos... De Alguna Manera...




Los precandidatos...


El "Artista" menos Pensado. Roberto Lavagna. Dibujo: Pablo Temes.

Lavagna irá por una banca porteña de senador. Cómo articulan Scioli, Massa y De la Sota. El factor Moyano.

Anticipo: Roberto Lavagna será candidato a senador por la Capital. Se trata de un hecho político de gran importancia que relativizarán en lo inmediato, pero confirmarán en febrero y que obliga a reacomodar el escenario poskirchnerista. En el peronismo, por distintas virtudes, hoy existen otros cuatro grandes jugadores además del ex candidato a presidente y padre del modelo económico de Duhalde-Kirchner que logró sacar a la Argentina del infierno. Dos de los cuatro ya juegan abiertamente contra Cristina: Hugo Moyano y José Manuel de la Sota. Y los dos restantes son los candidatos más taquilleros (incluso por encima de Cristina) que miran y son mirados con sospecha por la Presidenta: Daniel Scioli y Sergio Massa.

De cómo se mueva ese quinteto que hoy articula consultas, afectos y reuniones más de lo que se conoce, depende quién será el próximo jefe de Estado a partir de 2015. No es una exageración de las estadísticas decir que el eje Buenos Aires-Capital-Córdoba, sumado al sector con mayor capacidad de movilización obrera, tiene gran parte de la batalla ganada.

Por eso es clave el paso que dio Lavagna antes de viajar a dar una conferencia a Marruecos. Porque le asegura el triunfo al peronismo en el distrito o, por lo menos, una pelea cuerpo a cuerpo por el podio con Gabriela Michetti y Pino Solanas dejando al cristinismo en el cuarto lugar.

Ese justicialismo sensato, dialoguista, de gran relación con la clase media y con excelencia técnica de Lavagna está muy bien posicionado en dos de las encuestas más confiables, pese a que aún no lanzó su candidatura. Es un territorio donde Scioli, Macri y Binner tienen mas de 32 puntos positivos de diferencia entre la imagen buena y la mala y donde Cristina logra un increíble 25% negativo producto de restar el 36% que la apoya del 61% que la critica. No es casual que sus caras porteñas más visibles tengan un desempeño bajo cero: Daniel Filmus y Aníbal Ibarra ostentan una diferencia negativa de 3 puntos y de 36, respectivamente.

Según las mismas consultoras, Córdoba es garantía electoral para De la Sota, y la provincia más grande de la Argentina tiene tanto en Scioli como en Massa un camino hacia la victoria. Todavía no está claro qué actitud tomará cada uno.

El intendente de Tigre, un fenómeno infrecuente en las mediciones, sigue construyendo alianzas con sus pares, y exporta su modelo de gestión y de combate a la inseguridad. Rechaza el costado más autoritario del oficialismo y es rechazado por los jóvenes camporistas, igual que Scioli, por encarnar “la restauración del neoliberalismo corporativo”. No olvidan la durísima calificación que hizo de los Kirchner en la embajada de Estados Unidos que luego filtró Wikileaks.

El gobernador goza de un período de coexistencia pacífica con Cristina. Es porque en su oportunidad los ataques, tanto de la Presidenta como de sus embajadores en la Provincia y hasta de Horacio Verbitsky, potenciaban el crecimiento de la figura de Scioli. En este sentido, fue todo un símbolo el último acto en La Plata. Acompañaron a Scioli en el saludo del escenario su hombre de mayor confianza, Alberto Pérez, que a su vez es el más duro verdugo de Martín Sabbatella y Ricardo Casal, el ministro que el asesor-periodista no pudo voltear. En las tribunas, alrededor de 4 mil militantes cantaron por Scioli presidente, y casi no hubo ni una sola bandera de Cristina o de Néstor. El afiche naranja que convocaba tenía el rostro del gobernador en primer plano con las imágenes de Perón y Evita atrás. A buen entendedor, pocas palabras. Los cristinistas ya saben a quién no quieren, y muchos peronistas bonaerenses apuestan a Scioli pero no dejan de observar los movimientos de calentamiento precompetitivo de Sergio Massa. Una cosa no quita la otra.

El caso de Hugo Moyano es inexplicable para cualquier europeo. La mayor incógnita a develar es por qué Gerardo Martínez dice, y sabe lo que dice, que la unidad de ambas CGT está más cerca que antes del paro. Martínez registró que la inflación que erosiona los salarios bajos y el impuesto a las ganancias que cepilla los sueldos más altos tienen muy molestos a los laburantes que votaron a Cristina. Hasta Antonio Caló llamó al Gobierno “a escuchar” las exigencias de sus adversarios circunstanciales de la otra CGT. Eso explica por qué muchos se insubordinaron a sus cúpulas sindicales y se sumaron a la protesta. Hasta la UOM, mediante un comunicado en defensa de Vandor, trató a Moyano de “compañero” y a Aníbal Fernández, uno de los gladiadores mediáticos de Cristina, como “un saltimbanqui trasnochado que no le llega a los talones” al viejo lobo metalúrgico.

Cristina oculta las acusaciones a Gerardo por su participación como buchón en el lugar más tenebroso de la dictadura más tenebrosa: el Batallón de Inteligencia 601. La Presidenta se traga ese sapo igual que en los casos de Armando Cavalieri y Oscar Lescano, entre otros que tienen más millaje en viajes de placer por el mundo que un ejecutivo del turismo. Sin embargo, la Presidenta chicaneó al honrado Pablo Micheli diciendo que no se imaginaba a Kosteki y Santillán viajando por Miami.

Contradicciones del relato que tiene demasiadas grietas producto del freno económico, el ajuste de tarifas de gas y luz que no excluye a los más pobres y de la impericia de enfrentar como verdaderos pajarones a los buitres en las batallas de Griesa y Ghana.

Hay fanatismo por instalar su lectura ideologista. Moyano lo explicó cuando reveló que le fueron a pedir que colaborara con un millón de pesos para la película de Néstor: “Lo querían mostrar como un Che Guevara moderno”. Y está claro que Kirchner no lo fue. Ni siquiera tuvo la trayectoria combativa ni la austeridad republicana de Lula, Dilma, Pepe o Bachelet. La suma de tropiezos enfureció a la Presidenta, que no dudó en llamar “tuerto” y “feo” a su ex marido para reivindicar que “miraba más allá que todos” y que “se quedó con la más linda”.

Porque te quiero te aporreo, parece ser una costumbre. ¿Era necesario desautorizar en público a Juan Manuel Abal Medina? “Yo no le llamaría piquetazo, Juan Manuel”, le disparó enojada desde el atril. Hay una mirada irracional que se consolidó entre el autoritario “vamos por todo” y el “sólo me interesa el juicio de la historia”. A Cristina, en cambio, sí se la vio muy feliz el viernes en el Festival de Cine de Mar del Plata, rodeada de actores. Aguante la ficción.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 24 de Noviembre de 2012.




jueves, 8 de noviembre de 2012

El miedo a CFK... De Alguna Manera...


El miedo...


La mejor muestra de que a la presidenta nadie le tiene miedo, a excepción de sus funcionarios, es la manifestación que se armó a través de las redes sociales, única, inédita y que concentra la atención del mundo, en esta verdadera movilización virtual que se materializará en Argentina y otros países donde hay ciudadanos que piden lo que el oficialismo parece no querer entender: paz, entendimiento, seguridad, fin de la prepotencia, límite a la inflación, basta de despilfarro, castigo a la corrupción, basta de asalto a la Caja de los jubilados (ANSES) y fin del atropello a las libertades individuales y de libre expresión, entre otras cientos de cosas.

“Lo que el kirchnerismo no puede controlar lo vuelve loco”; esta premisa que alguien nos dijo hace mucho tiempo, cuando aún vivía Néstor, es muy visible en estos días. La autoconvocatoria popular que se ha manejado exitosamente a través de las nuevas tecnologías, es algo que superó ampliamente las expectativas del gobierno y esta movilización imparable, que comienza fronteras afuera de la Argentina, crispa los nervios de la presidenta y si ella está nerviosa, los estados altos, medios y bajos del gobierno, tiemblan.

Como forma de contrarrestar este verdadero aluvión de protestas, el kirchnerismo ha acudido a sus espadas tradicionales, léase: D`Elía, Aníbal Fernández, Pichetto, Recalde, Pérsico, Bonaffini, Abal Medina, el propio De Vido y operadores rentados que disparan dardos envenenados en forma indiscriminada, para buscar un enemigo claro y objetivo que no encuentran, cuestión que los exaspera, porque en esta oportunidad, hasta Clarín pasó a ser una entidad sin importancia, debido a la magnitud del emprendimiento de protesta y movilización que se acordó para hoy 8 de noviembre.

Ya no valen las descalificaciones ni los improperios, ni las amenazas fascistas de un gobierno loco y desajustado que no acierta a desarrollar una conducta de beneficios mutuos, sino de beneficios localizados. Con un ANSES casi agotado, por el ordeñe inconmensurable al que los han sometido, la imagen presidencial en su punto más bajo, una inflación del 25%, las empresas estatales desfinanciadas, como Aerolíneas Argentinas, que pierde 2 millones de dólares al día, YPF que no consigue inversores y produce el 51% menos que cuando era española, el fracaso energético, que con el corte de ayer quieren cargarlo a un boicot que solo está en ellos, el karma de Boudou, el ataque a la Corte Suprema de Justicia que mereció por primera vez, palabras de Lorenzetti quien dijo que “no se va a dejar presionar por nadie” y una guerra declarada contra Clarín que no tiene norte, el gobierno no posee basamentos sólidos para aguantar una protesta masiva donde sabe que están representados todos los sectores, incluyendo la mayoría de aquellos que la votaron en 2011, bajo los efectos del voto emotivo, bonus track que hoy la presidenta no tiene.

El debilitamiento político lo demuestra el propio gobierno, cuando sale a combatir la manifestación pública con argumentos gastados, tibios, previsibles como la actividad de la “derecha” (como si ellos fueran “la izquierda”), agitando el fantasma de la desestabilización y el golpe (justo el FPV que son los mayores desestabilizadores) y pensando que todos son malos menos ellos. Este argumento pasado de moda y que el propio kirchnerismo se encargó de destruir, no tiene ningún peso en la movilización que se prepara para hoy. La gente, cada vez más, ya no los escucha.

“El latiguillo del 54%” quedará reducido a un mero recuerdo del pasado. La historia del país puede comenzar a escribirse derecho sobre renglones torcidos, si el pueblo en su conjunto aplica las técnicas de sanación que tiene la democracia. Para ello hace falta decisión, conjunto y motivación. Todo está en la mesa y la gran paradoja es que no existe opositor que lo pueda capitalizar porque esto no tiene nada que ver con la oposición que es inexistente en la Argentina. El verdadero opositor está dentro del kirchnerismo, dentro del gobierno, en las vísceras del propio oficialismo que combate en todos los frentes con las mismas armas: la descalificación, el ataque grosero, la prepotencia, la arrogancia y la dialéctica chauvinista de la presidenta o el creer que es progresismo el despliegue de políticas prebendarias o hablar de la “oligarquía” desde los edificios de Puerto Madero y con fortunas obscenas, amarrocadas desde la propia familia Kirchner para abajo.

Todo esto tiene una bisagra en el 8N y nada tiene que ver con el 7D. El gobierno cree que asusta a alguien amenazando a Clarín con cortarle sus negocios. En todo caso es problema de Clarín, no de la gente. El verdadero problema del gobierno no es Clarín, es el pueblo y este día, seguramente, va a marcar fuertemente a la presidenta que más allá de los discursos cargados de enojo y ofensas, sabe muy en su interior que la gente se une hoy ante uno o varios temas comunes, organizados por la indetenible red de las nuevas tecnologías, mientras que el gobierno, para poder juntar 50 mil almas, debe gastar la plata que no tiene, rentar voluntades y acudir a la presión y el apriete. Esto, aunque no lo confiesen, es lo que más le duele; es decir, duele más la verdad oculta que la construida a través del relato único, que jamás podrán imponer en el país que ha despertado.

© Escrito por Rubén Lasagno y publicado por la Agencia OPI Santa Cruz el jueves 8 de Noviembre de 2012.




martes, 30 de octubre de 2012

De la Fragata al 7D... De Alguna Manera...


Justicia al uso nostro…
'EL AMIGO AMERICANO'. Juez Thomas Griesa. Dibujo: Pablo Temes.

De la Fragata al 7D. El Gobierno suma preocupaciones en los juzgados del país y de EE.UU. Un vale todo por la re-reelección.

Narra un asistente al “Aló Presidenta” del último lunes: “Nos citaron a la Casa de Gobierno a las cuatro de la tarde. Nos tuvieron bajo la lluvia sin permitirnos ingresar durante un buen tiempo. Una vez adentro, todos mojados, pasamos al salón para escuchar a la Presidenta. Nadie precisó la hora de la cadena nacional, ni siquiera a los que estábamos en el lugar esperando en vano y viendo pasar el tiempo que, finalmente, terminó siendo de dos horas y que pareció interminable. Nadie nos explicó por qué nos citaron a las cuatro de la tarde si Cristina habló a las ocho de la noche. Esta vez, el coro de aplaudidores –entre los que me incluyo– se atrevió a murmurar: ‘Nos traen obligados, nos tienen dos horas esperando, nos meten la mano en el bolsillo y, encima, debemos salir sonriendo para la foto’. Finalmente, el discurso terminó, aun cuando la espera siguió por media hora más. Es que la Presidenta fue a saludar al coro de La Cámpora antes que a nadie. Allí hubo lo de siempre: sonrisas, preguntas vacías, espera y más espera para quienes, mojados y desde la cuatro de la tarde, no veíamos la hora de salir de ese ámbito. Cuando logramos salir, eran las nueve de la noche”.

La Presidenta está convencida de que, con la repetición hasta el hartazgo de esta puesta en escena, podrá retener el poder para siempre. Si observara con atención los videos de esos actos, vería que no son pocos los que nunca la aplauden. Yendo al contenido de su exposición, Cristina Fernández de Kirchner dijo en ese acto del lunes que los fondos buitre se podían quedar con la fragata Libertad pero que la soberanía del país jamás sería negociada. Alguien debió haberla anoticiado de que la detención de la fragata afecta el poder soberano del Estado argentino, en cuanto a que pone en riesgo sus bienes. Se ve que por lo bajo, afortunadamente, alguien está al tanto de ello y por las dudas aconsejó no enviar un avión de Aerolíneas Argentinas y contratar un vuelo de Air France para repatriar a parte de la tripulación del buque escuela de la Armada. El ministro Arturo Puricelli salió a reconocer su responsabilidad por este bochorno –imposible no pensar que lo hizo por orden de la Presidenta–. En otros países, a un ministro que exhibe semejante nivel de ineptitud, lo echan. Aquí, no. Puricelli, su familia, sus amigos y los familiares de sus amigos que fueron nombrados en el Ministerio de Defensa respiran aliviados: han podido conservar, por ahora, sus puestos de “trabajo”. Argentina, país generoso.

A pesar del episodio de la fragata Libertad, la obsesión de la Presidenta sigue siendo el 7D. Y en pos de lograr destruir a Clarín, el Gobierno no ha dejado atropello por cometer en el ámbito de la Justicia, que representa por estas horas la única instancia institucional del Estado que puede poner freno a la concepción absolutista que, sin ningún tipo de pudor, exhibe el oficialismo como metodología de ejercicio del poder. Si el Gobierno teme que un juez puede fallar a favor de Clarín, lo recusa; si no hay motivos ciertos para ello, ordena hurgar en su pasado a fin de encontrar allí algo que pueda ser utilizado a los fines de presionarlo; y si, tras esa búsqueda, nada aparece, entonces vienen los actos intimidatorios sobre su familia. Es lo que ocurrió con el juez Raúl Tettamanti y por lo cual lo renunció a la subrogancia en el Juzgado Civil y Comercial N° 1, en donde el Gobierno desespera por nombrar a la doctora María Lorena Gagliardi, una subordinada del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, que ya hizo conocer su voluntad de destruir al Grupo Clarín. 

Este proceder, que hoy ha tomado estado público por la notoriedad del caso, ha venido ocurriendo desde hace mucho en causas menos resonantes. La consecuencia de todo esto es que en el ámbito de la Justicia se asiste a la colonización de los juzgados con designaciones de magistrados a los que se nombra por su condición de kirchneristas, tengan o no tengan antecedentes profesionales meritorios. El hecho es de una enorme gravedad porque sus secuelas se dejarán sentir aun después de que el kirchnerismo cumpla su mandato y deje el poder. La designación de conjueces en el Fuero Civil y Comercial aprobada por el Senado en la semana que pasó es un hecho igualmente grave y de dudosa constitucionalidad. Allí también prevalecieron los nombres de abogados directamente ligados al Gobierno. Es que la Presidenta teme que en ese fuero se generen fallos que pongan freno a sus acciones contra Clarín.

Todo este apuro es altamente contrastante con la molicie que el Gobierno exhibe para cubrir vacantes en otros juzgados que, a lo largo y a lo ancho del país, están paralizados desde hace años.

En medio de tanto fuego de artificio, están los datos de la realidad, que siempre complican al Gobierno y a sus aliados. Es lo que han comenzado a vivir los integrantes de la cúpula de la CGT Balcarce. La sanción del nuevo régimen de las ART los ha dejado descolocados. Y la reunión que tuvieron con Juan Manuel Abal Medina, mucho más. “Fue increíble escuchar al jefe de Gabinete preguntar, ante cada inquietud, si se había consultado al ministro tal o cual”, señaló un dirigente sindical –ilusionado con que a la CGT Balcarce se la trataría mejor que a Moyano–, quien agregó, presa de una profunda decepción: “No tienen la más mínima idea de lo que está pasando”. Son varios los gremialistas que le están advirtiendo al Gobierno que si no modifica el mínimo no imponible, en diciembre habrá protestas en diferentes sindicatos cuando los trabajadores vean que su medio aguinaldo se lo lleva la AFIP.

La Presidenta se muestra indiferente ante este reclamo a todas luces justo. Su otra gran obsesión, para la que ha puesto a trabajar a todo su gobierno, es su re-reelección. Fernández de Kirchner se ilusiona con que, con la plata de la soja que recibirá el Estado, el año que viene podrá alcanzar un triunfo electoral que la deje a las puertas de la reforma de la Constitución Nacional. En las reuniones que mantiene con intendentes, el ministro Julio De Vido exige ya sin eufemismos que, a cambio de los fondos para obras públicas, los jefes comunales deben manifestarse a favor de la re-reelección de la Presidenta, quien, a la manera del capitán que guió el Titanic, pretende hacer de la Argentina la copia fiel de la desgraciada Venezuela chavista.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 27 de Octubre de 2012.