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domingo, 27 de septiembre de 2015

Efecto Bergoglio: Argentino y Soldado de Dios... @dealgunamanera...

Argentino y soldado de Dios…
                                            
Francisco ofició una misa en Filadelfia.

Por primera vez, la notable ensayista analiza lo que representa Francisco, a propósito de su histórico viaje a Cuba y Estados Unidos.

En julio pasado, Naomi Klein fue invitada por el Vaticano a una conferencia internacional sobre la encíclica Laudato Si’, cuyo tema era el cambio climático. Esta pensadora radical, capitana de las luchas antiglobalización, que jamás atenuó su rechazo a los discursos cocinados en los hornos del poder, quedó tan contenta que ella misma debe sentirse transfigurada. Su crónica vaticana apareció en New Yorker (revista que aquí se recuerda por la nota que le hizo a Cristina sobre Nisman).

En la ronda de presentaciones de los asistentes, a Naomi Klein le tocó ser “una feminista judía secular” (es decir, un animal de otro rodeo). Pero la composición de los rodeos vaticanos ha cambiado mucho. La apertura corrió a cargo de un obispo africano, que subrayó: lo que discutiremos no lo suscita un papa, sino que “es parte de la tradición católica, que considera a la Tierra como un sacramento”. Aquellos a quienes la palabra “sacramento” nos resulta ajena, entre otras razones por su raíz en “sacer, sagrado”, ¿cómo traducimos?

Naomi Klein encontró una solución. Se apoya (¡ella!) en una afirmación de la encíclica: “En la Biblia no hay lugar para el antropocentrismo, que no se preocupa por el resto de las creaturas”. Y Klein avanza: Francisco está corrigiendo siglos de una teología que consideró al mundo natural con hostilidad o, incluso, como una tentación que debe ser vencida. El Papa nos devuelve al santo de Asís. Los que no lo recuerden bien, a causa de una pobre formación religiosa, como es mi caso, pueden leer Los motivos del lobo, el poema de Rubén Darío, o ver Francisco, juglar de Dios, la formidable película del católico Roberto Rossellini.

Con mayor sensatez que la entusiasmada Naomi, en The New York Review, el especialista Bill McKibben compara las ideas de Francisco con los primeros teóricos, entonces solitarios, de una perspectiva como la que ahora adopta la Iglesia. Sobre todo, E.F. Schumacher, autor de un libro de los años 70: Lo pequeño es hermoso. Schumacher fue pasado por alto en el escrito papal, porque la Iglesia selecciona sus fuentes. Sin embargo, la crítica ecológica, moral, social, económica y espiritual coloca a Francisco en una línea de pensadores que lo precedieron. Escribe McKibben: “Una larga fila de gurús, de los cuales Francisco es el último, converge hoy con un gran número de científicos que, en lugar de consultar las Sagradas Escrituras, consultan sus modelos digitalizados, pero los dos saberes parecen estar llegando al mismo punto”.

Hay una historia laica anterior a la historia eclesiástica. Las citas de la Biblia no son autoridad para muchos. Quienes consideran como una liberación la desacralización del mundo, quienes todos los días deben volver a pensar el fundamento de sus valores porque no tienen un soporte exterior a los seres humanos, ¿qué hacemos?

Cuba libre

Antes del tour estadounidense que hoy culmina, Francisco estuvo en Cuba, adonde lo condujeron motivos políticos bien actuales: fortalecer el puente La Habana-Washington, tarea a la que Obama lo comprometió, como figura de prestigio en el mundo católico norteamericano, donde ese acuerdo no iba a ser recibido con el mismo alborozo con que fue recibido en La Habana. El lobby cubano anticastrista de Miami y sus representantes políticos en el Partido Republicano sintieron que se los pasaba por alto.

Negociadores de ambas partes visitaron el Vaticano antes de que se conocieran la fecha y el contenido del restablecimiento de relaciones y el (futuro, progresivo, lento) levantamiento del embargo. El Papa estaba al día, por razones de política interior estadounidense, no simplemente como prueba del respeto que, sin duda, le tiene Obama.

En Estados Unidos, todos los presidentes ponen de manifiesto su fe religiosa. Culturalmente, Obama no siente ningún forzamiento en sus honras al Papa, como podría experimentarlo, para dar un ejemplo, un presidente francés. Lo sentiría si la magnífica recepción en Washington lo encaminara en un sentido contrario a los intereses que él considera los de su nación. Pero, justamente en esta coyuntura mundial, varias soluciones que Obama quiere que sean la herencia final de su gobierno van en el mismo sentido que los deseos vaticanos.

Después de la misa en La Habana, diarios europeos importantes como The Guardian y Le Monde le dieron más lugar en sus tapas a la victoria de Tsipras en Grecia que a la gira papal. A pie de portada, Le Monde informa: “En Cuba el Papa encuentra a Fidel Castro pero no a los disidentes”. España se ha vuelto un país laico y El País sólo trae en tapa la misma noticia. Por supuesto, el Papa no figura en diarios de esas regiones de las que se habla todo el tiempo: no hay noticias en China y, si vamos al caso, tampoco en Canadá ni en Australia.

El gran intelectual disidente cubano Manuel Cuesta Morúa publicó el jueves en El País una nota que vale la pena citar. Considera que el Papa debió haber recibido por lo menos a las Damas de Blanco, que representan “el doble resumen en Cuba de todas las fragilidades: las de la mujer, las de los hijos, las de la pobreza y las de la marginación de las diferencias en el límite de todas las violencias de Estado”. Y hace una conjetura: “La misión política de la Iglesia en Cuba y del Vaticano actual queda así en claro: el juego offshore en la frontera entre Estados Unidos y Cuba. El peligro, en términos de modernización plural del espacio público, es el de un nuevo pacto Iglesia-Estado para el reparto asimétrico de la sociedad cubana en parcelas espirituales que cooperan entre sí y se refuerzan mutuamente”.

Amargo escepticismo siente Cuesta Morúa. Los argentinos podríamos imaginar una visita papal durante un gobierno autoritario, en cuyo transcurso el visitante ilustre no hubiera recibido a alguna organización de derechos humanos, la más discreta y menos política, por la sencilla razón que dio Francisco: “Estaba de visita en un país”. Raúl Castro invitó a un hombre que puede entender el régimen cubano, aunque no aprobarlo. El Papa, como Obama, tiene objetivos.


En el corazón de Moloch. El miércoles, en Washington, el Papa canonizó a Junípero Serra. Representantes de pueblos originarios de California le habían escrito, antes de que Francisco diera el paso definitivo, para explicarle que ese cura franciscano del siglo XVIII no tuvo en cuenta, en su tarea evangelizadora, ni el bienestar ni, en muchos casos, la vida de sus antepasados, de los pueblos originarios. Una dirigente de los grupos que se opusieron le recetó al Papa una dosis de su propia medicina: “La gente dice que era un hombre de su tiempo, que ésa era la forma en la que se hacían las cosas cuando Junípero estuvo aquí. Pero como cura, no importa en qué época, se supone que tendría que preocuparse por la gente”.

Otro tipo de choque cultural le presentó a Francisco la lista de invitados con los que Obama pobló los jardines de la Casa Blanca para agasajarlo. Incluía representantes de organizaciones LGTB y partidarios de la libertad de decisión sobre el aborto. El Washington Post tituló su nota de este modo: “La lista de invitados a la Casa Blanca molestó a algunos conservadores”. Sin embargo, Francisco estaba preparado, por sus intervenciones anteriores sobre el perdón y la aceptación de los diferentes y los “equivocados”, para mirar con piedad benévola esta variedad. Es un político que no va a armar un lío por algunos cientos de incluidos en una lista de miles de asistentes a una recepción en la Casa Blanca. No se conduce como una celebrity en una kermés mundana.


El jueves, ante el Congreso de Estados Unidos, Francisco elogió la inmigración y recibió aplausos. Recordó que esos inmigrantes llegaron a una tierra habitada por gente cuyos derechos “trágicamente” no fueron respetados (es decir, los que evangelizó el recién canonizado Junípero). De pronto, bomba: el Papa le habla a la derecha local, exigiéndole el respeto y la acogida de los extranjeros. Francisco hizo llorar hasta a un curtido representante de los republicanos, de fe católica. También solicitó la abolición de la pena de muerte, que conservan más de treinta estados norteamericanos y, en Texas, es posible que sea ejecutado un argentino.

Casi todos los diarios europeos, excepto los muy conservadores o los confesionales como La Croix, mostraban más interés por el escándalo de la Volkswagen que por Francisco. Por el contrario, el Papa sigue floreciendo en los diarios norteamericanos y latinoamericanos. El jueves, la tapa del New York Times trajo una hermosa foto de Obama y el Papa, de espaldas; la cobertura es unánime. La foto del Washington Post es digna de los oros vaticanos: una toma en picado de la descomunal iglesia que recibió a Francisco, con sus bóvedas, frescos y columnas, en un alarde de perfección óptica y buen encuadre.


En Nueva York, la asamblea de las Naciones Unidas escuchó el llamado a la paz y la justicia: “Dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, significa que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales”. Esta frase acerca a un liberal democrático a la oratoria vaticana; y las referencias a la “base mínima” indispensable para la “dignidad” incorporan a progresistas de varios estilos. Los admiradores de José Hernández, por su parte, agradecen los cuatro versos del Martín Fierro citados por el Papa, cuyos octosílabos seguramente resonaron por primera vez en la ONU.    

Después, fue la apoteosis en los barrios pobres, por las calles y en escuelas donde los niños le hacen preguntas al visitante y le muestran sus manualidades digitales. Francisco parecía disfrutarlo más que los integrantes de los servicios de seguridad que trabajaron como comandos de la Segunda Guerra.

En la tarde del viernes, el tour neoyorquino culminó en el Madison Square Garden, estadio donde cantaron todos los grandes (nombro sólo tres: Sinatra, Lennon y los Rolling). El Papa entiende perfectamente la lógica de la comunicación contemporánea.

Ayer, Filadelfia. Y hoy, domingo, misa de despedida al aire libre. Lo milagroso de este hombre es que aguanta más que las estrellas del rock. Lleva en sus oídos los rumores de otras plazas multitudinarias. Es el jefe de una religión, pero tiene también un pasado: fue peronista y populista, rasgos que, gobernados por la inteligencia política, son pertrechos de un soldado de Dios.

Muy lejos de la trabajosa teología de Joseph Ratzinger, su antecesor, el jesuita Bergoglio se entrenó con los Ejercicios espirituales de San Ignacio, un método paso a paso para arribar a una decisión sobre las preguntas para las que el sujeto necesita una respuesta. Tiene, además, la astucia para hablar como si no hubiera recibido el poder del que está investido; demuestra suprema habilidad para no dejarse triturar por los engranajes de una ingeniería tan complicada y llena de trampas como la del Vaticano. No se distrae de sus objetivos.

Es un jesuita, que milita al servicio de Dios y de la Iglesia. Ha mostrado las cualidades necesarias: ternura exterior y temple de acero. 


© Escrito por Beatriz Sarlo el domingo 27/09/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

  

domingo, 20 de septiembre de 2015

Francisco: Servir sin ideología... @dealgunamanera...

El papa Francisco llama a los cubanos a "servir" sin ideología...


Los cristianos cubanos deben "servir" a los más frágiles en la sociedad y "no servirse", declaró este domingo el papa Francisco, quien llamó a rechazar toda "ideología" en el servicio a los demás, ante una multitud congregada en la Plaza de la Revolución de La Habana.

En su homilía durante una solemne misa campal en la plaza, el momento más importante de su visita de tres días a Cuba, el papa argentino no abordó directamente la situación política en la isla ni las relaciones con Estados Unidos.

"El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su proximidad y hasta en algunos casos la 'padece' y busca su promoción", expresó el papa.

Sin embargo, alertó que "hay un 'servicio' que sirve, pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del 'servicio' que 'se' sirve. Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los 'míos', en nombre de lo 'nuestro'".

El pontífice advirtió contra la ambición personal y el individualismo en una época de transición económica y política: "el cristiano es invitado siempre a dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta a los más frágiles".

A través de las tareas a asumir como "ciudadanos", "servir significa, en gran parte, cuidar la fragilidad. Cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo", dijo.

"Ser cristiano entraña servir la dignidad de sus hermanos, luchar por la dignidad de sus hermanos y vivir para la dignidad de sus hermanos", añadió, repitiendo tres veces la palabra "dignidad".

Jorge Bergoglio rindió además un homenaje a "un pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas".

"Es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza", expresó Francisco ante la multitud, que lo escuchaba con devoción.


© Publicado el domingo 20/09/2015 por lainformacion.com de la Ciudad de Madrid, España. 

Francisco en Cuba... @dealgunamanera...

Francisco en Cuba: "El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de guerra mundial"…


El Sumo Pontífice llegó a La Habana y fue recibido por el presidente Raúl Castro. Además se refirió a la relación actual de la isla con Estados Unidos.

El papa Francisco llegó a Cubay fue recibido por el presidente Raúl Castro. El Pontífice expresó: ”El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial que estamos viviendo"

Una vez que llegó a la isla, a Francisco lo esperaban el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y varios niños que le entregaron flores. En ese contexto, unas de las primeras palabras del líder católico en su primer viaje a ese país fueron: ”El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial que estamos viviendo"

Francisco agradeció el recibimiento de Raúl Castro y le pidió que le transmitiera sus "sentimientos de especial consideración y respeto a su hermano, Fidel Castro".


"Hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad (con el gobierno cubano) para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus preocupaciones, con libertad y todos los medios necesarios para llevar el anuncio del Reino (de Dios) hasta las periferias existenciales de la sociedad" manifestó.


Sobre la normalización de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, el excardenal sostuvo que "es un proceso, un signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo, del sistema del acrecimiento universal sobre el sistema muerto para siempre de dinastía y de grupos, como decía José Martí".

"Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas su potencialidades como pruebas del alto servicio que están llamado a prestar en favor de la paz y el bienestar de sus pueblos y de toda América y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero", detalló el Papa.


© Publicado el 19/09/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



viernes, 1 de mayo de 2015

Cuba para primerizos… @dealgunamanera...

Cuba para primerizos…

Los edificios coloniales de La Habana son una de sus principales señas de identidad. Foto: Shutterstock

A esos principiantes que babean con la isla caribeña se dirige esta hoja de ruta que arranca con Hemingway en La Habana y recorre todos sus hitos, desde el ron a la huella del Che, la trova santiaguera o los playones de los Cayos.

Siempre hay una primera vez en Cuba. Y a todos esos principiantes van dirigidas estas recomendaciones para disfrutar de la isla caribeña exprimiendo sus principales señas de identidad: arquitectura, ron, tabaco, trova... Para abrir bocado, aquí van estas recomendaciones básicas.

1. Faranduleo en La Habana

Panorámica nocturna de La Habana.

Ernest Hemingway estuvo en todas partes, de acuerdo, pero sus huellas desparramadas por La Habana siguen casi igual de vivas que cuando pasaba los días acodado en las barras del Floridita o de La Bodeguita del Medio, dos paradas alcohólicas imprescindibles hoy en la capital cubana. En el hotel Ambos Mundos de la calle Obispo trazó, en cambio, los primeros capítulos de Por quién doblan las campanas. Al mítico Nacional hay que ir para sentir a Frank Sinatra, Ava Gardner o Gary Cooper. La mafia también se dejó caer por estos lares, con Lucky Luciano y Al Capone a la cabeza.

2. Ritmo en Santiago

Música en plena calle y a todas horas.

Santiago de Cuba, allá en el Oriente, sigue los parámetros arquitectónicos de una clásica ciudad colonial. Calles en cuadrícula, empedrados,balcones, patios a la andaluza y demás. Pero por si algo destaca la ciudad es por su vena musical. Y es que aquí se mezclaron todas las etnias posibles: africanos, franceses, indios, españoles, asiáticos... De ahí que también surgiera la trova, el bolero, la guaracha, el son, la conga... A gusto del consumidor, pero la Casa de la Trova hay que visitarla sí o sí. Hay más: su alocadísimo carnaval y su imagen como «cuna de la Revolución». Aquí fue donde Fidel Castro asaltó el cuartel Moncada, emblema del régimen de Fulgencio Batista, en 1953.

3. Ron en Varadero

Varadero y su primera línea de playa.

Aunque a Varadero uno va para tostarse al sol (mojito o daiquiri en mano) en alguno de los muchos mega complejos hoteleros que pueblan la costa (espectacular, por cierto), la zona más turística del país también es patria del ron cubano. Empezando por el homónimo, el Varadero, uno de los más populares. Un buen lugar para dar cuenta de ello es la Casa del Ron, a rebosar de visitantes cualquier día. Ah, el citado Al Capone tenía una mansión aquí (en Villa Punta Blanca, en concreto), reconvertida ahora en restaurante.

4. Arquitectura en Trinidad

La Plaza Mayor de Trinidad.

Pasar la noche en una antigua casona con más de 200 o 300 años de antigüedad es uno de los grandes pluses de Trinidad, en el centro de la isla. No en vano, toda la ciudad destila ecos coloniales, ya sea en su empedrado, su Plaza Mayor o sus fachadas de colores pastelosos. Por algo, para muchos, es la urbe más bonita del país. No nos alejamos del meollo de Cuba, ya que la siguiente parada es Cienfuegos, otra ciudad cuadriculada y colonial, aunque fundada por los franceses. Las principales industrias están aquí, pero nada de aires grises.

5. Playones en los Cayos

Las playas de postal de los Cayos.

En cualquier orilla de la isla hay lugar para un selfie en toda regla con el Caribe más paradísiaco al fondo. Pero es altísimamente recomendable escaparse a los Cayos (Cayo Largo, Cayo Santa María, Cayo Coco, Cayo Guillermo...) para completar la imagen de postal. Muy típico (y muy guiri, las cosas como son) es contratar una excursión de día que incluye paseo en catamarán, con langosta incluida. Pero mucho mejor si optar por dormir en este pequeño edén color turquesa.

6. Revolución en Santa Clara

La efigie del Che en Santa Clara.

El 28 de diciembre de 1958, en plena lucha contra la dictadura de Batista, el Che Guevara se enteró de que un tren blindado hasta arriba de municiones se dirigía hacia Santiago. Lo interceptó en Santa Clara, su ejército se creció y el 1 de eneró el dictador huía rumbo a República Dominicana. El tren sigue intacto al norte de la citada Santa Clara, donde se alza la Plaza de la Revolución, con el Mausoleo de los Mártires (y los restos mortales del Che) como epicentro. También hay un museo dedicado al argentino, con fotos inéditas, cartas, ropa y hasta las jeringuillas que usaba con sus camaradas en calidad de médico.

7. Amor en Camagüey

La Plaza del Carmen de Camagüey.

Camagüey, en el centro, es famosa por sus iglesias y sus enormes tinajas de barro importadas por alfareros catalanes. Las verá en cualquier patio y si prueba su agua quedará enamorado para siempre... Eso, al menos, dice la leyenda. También merece la pena conocer el Valle de los Ingenios, con su infinidad de campos de cañas de azúcar y declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco de 1988 junto con Trinidad. Se puede atravesar en tren de vapor, pero infórmese antes de si funciona. Puede ser que ese día precisamente no.

8. Tabaco en Viñales

Los campos de tabaco de Viñales.

Otro de los grandes hitos cubanos es el tabaco. O mejor, los puros. Y Viñales, a 30 kilómetros de Pinar del Río, es el lugar de donde salen. Basta echar un vistazo a su alrededor, donde los bugueros (o plantadores de tabaco) siguen trabajando como lo hacían antaño, entre bohíos (típicas casas campesinas con el techo de palma), hojas secándose al sol, bueyes, carros... Con esta panorámica de Viñales en la retina se entiende que el valle fuera declarado Patrimonio Mundial de la Unesco.

Más información en www.turismodecuba.info

© Escrito por Isabel García el jueves 30/04/2015 y publicado por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España.


domingo, 24 de agosto de 2014

Entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay… De Alguna Manera...


Entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay…

“No aceptaría el Nobel de la Paz en este mundo”. Foto: Fernando Pena

Fiel a sí mismo, José Mujica ha cambiado las comodidades del palacio presidencial por una chacra a las afueras de Montevideo. El Mundo ha viajado hasta esta pequeña finca para entrevistar al presidente de Uruguay, el hombre que ha logrado que su país pueda presumir de ser el menos corrupto de la región.

Apenas quedan unos meses para que termine su legislatura. ¿Qué balance hace?
Esto no es una mercancía, por eso no hago balance. Hicimos algunas cosas y otras quedaron en el tintero, pero en síntesis logramos una baja sustantiva de la pobreza: en estos nueve años bajó del 38% al 11%. Nuestro PIB ha aumentado y ha habido una mejora en la redistribución de la riqueza.

Esos han sido algunos de los logros, pero ¿qué se ha quedado en el tintero?
La educación tenía bastante retraso. Teníamos a profesores y maestros muertos de hambre. Tal vez lo que aumentamos no haya sido suficiente: hay que reconocer que una educación mejor es cara necesariamente porque no se puede hacer educación de primera con profesores de tercera porque no tienen tiempo, porque tienen varios trabajos y mal pagados. Pretender tener una mejor educación sin desarrollo económico es imposible. Estamos en una sociedad de mercado, sometida a los vaivenes del consumo y en un Estado de derecho. Decisiones que pueden tomarse en otros sitios, en Uruguay sería imposible. Los cubanos pudieron priorizar la medicina y la formación médica y el resultado es maravilloso. Ahora, si nosotros nos planteamos aquí una escuela de Medicina como la de Cuba, los propios estudiantes nos matan porque nos dirían: 'Esto es un cuartel, hay que levantarse a una hora...'. El milagro que lograron los cubanos en medicina supone una eficiencia que en un país como éste no podríamos aplicar.

¿Y qué se podría aplicar en Uruguay para que funcionara?
Hay que pagar y bien. Y tal vez los recursos que tenemos hay que multiplicarlos. ¡Ojo!, no digo que esto sólo se arregle con dinero, lo que digo es que no se arregla sin él, que es diferente.

Uruguay es el primer país del mundo en el que el comercio, distribución y comercialización de la marihuana está en manos del Gobierno. ¿Con qué resultado estaría satisfecho?
Con que se empiece una experiencia de forma honrada donde el Estado trate de sacar a la luz un mercado que existe y donde se atienda a los consumidores sin que se les considere unos delincuentes, pero reconociendo que están en una situación que si se acentúa puede llegar a ser una enfermedad. Tenemos que evitar que un adicto tolerable se transforme en uno crónico peligroso. Todo esto tiene que ver con que la vía represiva ha fracasado reiteradamente. Un cierto consumo puede ser tolerable sin ser recomendable, ocurre con el alcohol y el tabaco, pero cuando se hace penoso es una enfermedad y hay que tratarla. Con ese mismo criterio vemos nosotros la cuestión de la marihuana.

¿Cree que otros países seguirán su ejemplo?
No tengo ninguna duda. Ya lo están haciendo en algunos lugares, pero con una actitud más liberal. En Estados Unidos -Washington y Colorado- se puede comprar, se usa como medicina, pero es una forma hipócrita de eludir la realidad. Nosotros no queremos eso, queremos ir más allá.

Su nombre suena para el Nobel de la Paz. ¿Se ve ganando este premio?
No, en absoluto. Yo no puedo ni debo aceptar premios a la paz en las condiciones de este mundo. Se criticó mucho la Guerra Fría y, obviamente, no fueron años dulces; pero fueron mucho más ordenados que el desastre que tenemos hoy en día. Por lo menos antes había teléfonos y los tipos se hablaban, había reglas del juego. Lo de hoy es una locura. Que no me vengan a decir ¡ay la Guerra Fría! porque esto es la guerra caliente. Conflictos en Ucrania, en Libia, en Irak, ni hablemos de Siria, Palestina o África...En esas condiciones el Nobel de la Paz no lo veo.

Habla de conflictos internacionales, ¿teme que pudiera surgir un clima parecido al de la Guerra Fría con lo que está ocurriendo entre Rusia y Ucrania?
Ni Europa es la misma ni Rusia es la misma. Es mucho más complejo. Pero quienes manejan Europa no deberían manejar tanta tontería y deberían entender los mensajes elementales de la geopolítica. El primero dice: nunca pidas o exijas lo que no te pueden dar y es una provocación a la vieja Rusia en su puerta. Ucrania es un territorio que debería ser puente y lo han querido transformar en una parte definida de Europa. Esto desató al oso de la estepa, que no puede permitirlo. No es que Rusia tenga derecho a apropiarse de Ucrania, es que Ucrania debe ser objetivamente mucho más neutral entre Rusia y Europa para que sea una tierra habitable. De lo contrario, entra en contradicciones muy dolorosas dada la conformación de su población, su historia y su pasado.

Recientemente ha calificado de genocidio las acciones de Israel sobre la Franja de Gaza. ¿Cree que este conflicto terminará algún día?
Por sí solo no puede terminar, hay una responsabilidad de la comunidad internacional. Si hay una frontera que precisa cascos azules, ésa es la de Gaza; pero Israel no quiere porque lo percibe como un atentado a su soberanía. En lugar de hacer muros, sería más inteligente permitir cascos azules y terminar con el infierno de la guerra y entrar a negociar las condiciones de paz y reconocimiento mutuo. Lo que dice Hamas sobre que Israel tiene que desaparecer del mapa es un disparate, ésa es la lógica del odio. Pero claro, esa espiral militar de unos tirando cohetes a ciegas y los otros bombas, ya sea sobre una escuela o un hospital, no crea más que odio de guerra. Eso es lo más estúpido para encontrar soluciones de carácter político. Estados Unidos podía ahí ser un poco más imperialista. Meter a los rubios entre medias y mandar parar a los dos bandos, pero no le da por ese imperialismo, ése sería un imperialismo bueno.

¿Y cómo ve la evolución de Venezuela?
Es un proceso que debe decantarse por sí mismo y hago votos para que se luche dentro de un sistema de libertades políticas que aseguren los procesos electorales. Creo que hay que ayudar a que las contradicciones se racionalicen y no meter tanto caldo desde afuera, tanto mensaje intervencionista. La provocación en un país como Venezuela no lleva a ningún lado, más bien puede llevar a la intolerancia del propio régimen.

¿Cuál es el principal problema de este país?
Venezuela es un país riquísimo y esa es su mayor condena. El petróleo es como una maldición, tiene una brecha agrícola enorme de importación de alimentos, el coste interno de la energía es increíble, pero pese a todo eso, tiene posibilidades gracias a su gente. Por eso, necesita reencontrarse como sociedad. Pero no hay derecho a meterse en las cosas de Venezuela. Siempre me preguntan: ¿qué piensa de Venezuela y de Cuba?, pero ¿por qué no me preguntan sobre China? No lo hacen porque es una potencia económica muy importante. Hay una tolerancia bárbara con China, pero no con Venezuela y Cuba. ¿Por qué no me pregunta sobre esos señores de Arabia que van con toga y brillantes? Que Dios me libre si a eso se le puede llamar democracia...

El año pasado viajó a España y allí se reunió con empresarios y políticos. ¿Cómo ha cambiado la relación política y comercial entre ambos países en este tiempo?
Se está avanzando. Hay empresas españolas que están participando en montar molinos de viento. Pero no es algo quijotesco. Hemos instalado muchos gracias a inversiones españolas. Estamos trabajando, además, en construcciones navales con empresas gallegas. Esperamos que este acuerdo se pueda seguir desarrollando, ya que se pueden hacer construcciones de tipo naval para las necesidades de Brasil. Es una oportunidad para las empresas del sector utilizar a Uruguay como plataforma para entrar en el mercado brasileño.

En ese viaje también pidió a España que tenga un papel decisivo para lograr un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea que incluya el libre comercio. ¿Se ha avanzado?
Mercosur tiene su propuesta lista, pero Europa no. Para nosotros es muy importante porque cada día es más fuerte la presencia de China, que es nuestro principal comprador en la región. Necesitaríamos preservar mercado en Europa como elemento que trate de compensar esa presencia china cada vez más fuerte. No pretendemos sustituir a China, pretendemos compensar y no depender de una sola puerta porque sería nefasto. Nuestro objetivo fundamental debe ser erradicar la pobreza, transformar a los pobres de América Latina en nuestro principal mercado, pero no lo podemos hacer a puerta cerrada, tenemos que tener otra puerta abierta y activa hacia afuera.

¿Qué opina de la actual situación económica que atraviesa Argentina? ¿Cómo es su relación con el país vecino?
Respaldamos a Argentina, y si tuviéramos que ayudarla en el marco de otros países de América Latina lo haríamos. Es un país grande, rico, orgulloso, tiene pasado de potencia. Hay que pensar que los vecinos no se mudan y hay que aprender a vivir con esas contradicciones.

Hasta Uruguay están llegando jóvenes españoles que huyen de la crisis y uruguayos que hace años emigraron. ¿Qué opina al respecto?
Es bueno recuperar a nuestra gente. Yo quisiera una ola migratoria y que llegaran 50.000 personas por año para que los uruguayos se quejaran y dijeran que vienen a quitarles el trabajo porque ése fue el Uruguay que más se desarrolló. No es buena la actitud conservadora de temor. El problema más grave de nuestro país es que tiene poca población. Me parece bárbaro que la gente joven quiera venir a trabajar aquí, pero no es lo que la mayoría de los uruguayos piensan. Creen que les van a quitar el trabajo, cuando en realidad les van a dar más trabajo. También en España se piensa así y dicen: ¡Que vienen los sudacas'. Es el miedo, pero ¿sabes lo que precisamente hizo a EEUU una gran potencia? Esos barcos llenos de gente que iban a hacer las Américas, eso fue lo que les convirtió en lo que son ahora.

Las elecciones europeas en España desencadenaron una serie de cambios. La indignación parece haber pasado de la calle a las urnas y han surgido nuevos partidos como Podemos. ¿Qué lectura hace de este proceso?
Para construir hay que tener herramientas políticas porque las crisis se enfrentan políticamente. Las manifestaciones están bien siempre y cuando sirvan para potenciar una construcción de herramientas políticas. De lo contrario, sólo sirven para destruir y paralizar. Necesitamos obrar sobre la realidad con voluntades colectivas. Encontrar una salida política a la frustración y a la impotencia es una manera de transformar una fuerza positiva y creadora porque va a tener un programa, unos objetivos definidos, un horizonte de lucha, y eso se retroalimenta, ayuda a educar a la gente, a racionalizar las cosas.

¿Qué hará cuando ya no sea presidente? ¿Va a echar de menos la política?
Yo voy a ser siempre militante social y político hasta que me lleven al cajón y los huesos no me respondan. No lo hago como una carga, lo hago por necesidad. Milito desde que tenía 14 años y no concibo la vida de otra manera. Claro que voy a militar de manera diferente, al principio iré al Senado, daré consejos como hacen los viejos a los que ya no les hacen caso. Pero, sobre todo, voy a hacer docencia en mi barrio en el oficio de la tierra.

© Escrito por María García Arenales el Sábado 23/08/2014 y publicado por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España.