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domingo, 7 de febrero de 2016

Yin y Yang... @dealgunamanera...

Yin y Yang...


La ruptura del bloque de diputados peronistas: promotores y beneficiarios. Consecuencias y proyecciones posibles. El dilema de la sustentabilidad política. El modelo kirchnerista y el ensayo macrista. El mundo no termina en Davos. La saña y sus riesgos. El PJ y sus movimientos.

© Escrito por Mario Wainfeld el domingo 07/02/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El oficialismo consiguió un avance importante merced a la ruptura del bloque de Diputados del Frente para la Victoria (FpV). Crecen sus perspectivas de construir mayorías contingentes (vez a vez) en el Congreso.

Velozmente el presidente Mauricio Macri convocó a sesiones extraordinarias en el Senado para abordar pliegos varios: los que importan son los de los potenciales nuevos integrantes de la Corte Suprema.

La Comisión Bicameral que trata los Decretos de necesidad y urgencia se reunirá el miércoles 9. Con composición empatada 8 a 8 pactó con el FpV una presidencia anual rotativa. El sensible primer turno es para Cambiemos y estará en manos del senador radical Luis Naidenhoff.

El presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, operó en parte la movida desde afuera, acumuló puntos en su haber. Pero los méritos o deméritos corresponden a los peronistas.

El gobernador salteño Juan Manuel Urtubey (FpV al cierre de esta edición) fue el principal gestor interno de la jugada. El número de tránsfugas es desde ya alto, se parangona a la sangría que sufrió el kirchnerismo entre 2008 y 2009 como consecuencia del conflicto de las retenciones móviles. El contorno es diferente, más adverso para la principal oposición. En aquel entonces el ex presidente Néstor Kirchner revistaba en el bloque conducido por Agustín Rossi y el FpV gobernaba el país.

La magnitud e incidencia de las deserciones se calibrarán mejor en meses. Los compañeros dirigentes justicialistas son avezados en eso de cruzar Rubicones y Jordanes, de ida o de vuelta: en este trance uno de los recorridos está más de moda. La cifra de la sangría posiblemente crecerá. El tamaño, en esos menesteres, es importante.

Amén de tanto gobernador peronista que busca un nuevo espacio, moviendo a “sus” diputados habrá que mirar a la mandataria santiagueña Claudia Ledesma Abdala del apodado radicalismo K.

Urtubey es el segundo beneficiario, el primero es el presidente Mauricio Macri.

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Los funcionales y sus modos de votar: El sindicalista Oscar Romero fue quien articuló la partida, el que armó listas, llamó por teléfono, persuadió a quien anhelaba ser persuadido/a (la seducción política se parece en ese aspecto a la de la vida personal). Las palabras a usar dependen de la pasión del intérprete. Vienen a cuento: la traición, la defección, la cooptación. Rótulos aparte, es clavado que el nuevo bloque es funcional a la estrategia parlamentaria de Cambiemos. Su impacto se medirá con el correr del calendario.

En el Congreso se vota de dos modos, describen los baqueanos: con la mano o el brazo (levantando o pulsando el botón) o con la colita habilitando quórum para sesiones trabadas. La segunda modalidad de cooperación, tan frecuente en el bipartidismo bobo que perduró hasta los mandatos kirchneristas, es la de “la opo de su majestad”. Quienes fingen diferenciarse en el discurso (o aún en las votaciones) mientras posibilitan que las leyes se aprueben. Ese apoyo, da la impresión, está garantizado. Gravita mucho, descompensa la relación de fuerzas precedente, es maná para el gobierno.

Sobre las posturas que tomarán los disidentes es prudente no precipitar conclusiones. Sus explicaciones han sido entre parcas y patéticas. Ninguno es una figura conocida por el gran público o un cachito vistosa, con la sonada excepción de Diego Bossio. Hasta para quien extreme la transigencia costumbrista respecto de la capacidad peruca de cambiar de camiseta durante el partido, es un caso extremo de deslealtad.

Manejó la Anses durante años, uno de los mayores presupuestos del país. Obtuvo un sitial desproporcionado a sus méritos previos, se desempeñó bien, fue agasajado en el primer nivel del kirchnerismo, coló en la lista sábana. Apartarse en una etapa difícil habla de su valía como cuadro político y también es indiciario de errores de Palacio que se perciben claramente cuando llega la malaria.

Bossio no merece un gran futuro político y quizá por una vez haya justicia: cuesta imaginar cómo podría tenerlo. Se traslada solito con su cuerpo al área que trillan el diputado Sergio Massa y Urtubey que sí saben construir política y sumar apoyos en las urnas. Corre de atrás, en un espacio superpoblado.

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La doctrina Mendieta: La Bicameral prosigue siendo muy reñida pero aumenta la perspectiva de aprobar los DNU dictados por Macri. Basta con que una Cámara lo haga. Diputados cambió, ya se dijo. En Senadores no hay ruptura de bloque pero (¿o porque?) su titular Miguel Pichetto derrama transigencia y buenas ondas con el oficialismo.

La influencia de los gobernadores del FpV es notoria en la Cámara Alta. Diputados es más pluralista, barullera, rica en matices: la única en la que están representados partidos minoritarios.

Los mandatarios provinciales, ayer y hoy, precisan un ida y vuelta permanente con la Casa Rosada. En el trayecto se mueven muchos factores: el dinero contante y sonante o ciertas variantes como las obras públicas como pilar.

Reacomodar la Coparticipación Federal es un objetivo a la vez cotidiano y estratégico que el torpe texto de la Constitución de 1994 hizo imposible. La falta de “nueva ley” deriva de la imposibilidad creada por las normas vigentes. La Copa se mira pero no se toca, porque no hay cómo hacerlo. La unanimidad exigida para un nuevo reparto lo torna utópico porque (¡ay!) los intereses de 24 distritos no son idénticos ni convergen,

El ideario de los “gobernas” está connotado por la prédica del filósofo canino Mendieta: “Negociemos, don Inodoro”.

Censurar un intercambio cotidiano en nombre de una ética abstracta carece de sentido y de eficacia. Esas transacciones dominan el hacer de todos y todas quienes gobiernan provincias. Tal y como ocurría con “los Kirchner” podrá señalar usted. Claro que sí, con una salvedad sustantiva: en ese devenir las provincias construyeron su propia gobernabilidad, crecieron como nunca en décadas y los propios funcionarios locales gozaron de larga legitimidad electoral. Si esas variables se alteran en contra de los territorios, sus autoridades verán cómo reposicionarse para sobrevivir políticamente. Sobre todo porque sus electorados son vivaces, celosos de sus derechos y pueden sancionar si “las cosas van mal” en 2017 o 2019.

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Economía, represión, reacciones: Políticamente, el Gobierno avanza varios casilleros. Paradójicamente o no tanto, recorre senderos trazados por el kirchnerismo y se vale de recursos materiales heredados. Presidencialismo al mango, uso de los DNU (con las franquicias permitidas por la legislación también legada), manejo de “caja” en el trato con las provincias.

Desde 2003 ese instrumental fue una parte de la caja de herramientas K que concretó años de gobernabilidad, crecimiento, legitimidad política medida en las urnas, la mayor sustentabilidad política y económica desde 1952. El logro, que no fue milagro, tuvo bases tangibles que el macrismo ha puesto en jaque en solo dos meses. Creación de puestos de trabajo, menguante nivel de desempleo, paritarias que sostenían el nivel adquisitivo del salario, amplio esquema de protección social, endeudamiento contenido medido en proporción al PBI, no represión de la protesta social. Todos estos standards tuvieron picos y caídas relativas pero se sostuvieron en promedio aun en los años de sojas flacas. Tales son las causas de la inédita continuidad del proyecto iniciado en 2003. Un modelo político-económico y cultural de gobernabilidad.

Dicho en criollo: la trabajosa aprobación de las leyes no fue el único factor de la perduración kirchnerista. El macrismo recién nacido va en procura de otra, gozando de ciertas ventajas iniciales que no dispusieron los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Kirchner himself. Macri arranca de un piso más alto, lo está serruchando en muchas facetas. Sobrevolemos la economía, la represión, la ofensiva cultural yendo por partes como aconsejaba Jack.

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Es la economía, despedidos: El no sincerado programa económico carece de toda tangencia o similitud con el desarrollismo, en cualquier versión imaginable. Apela al clásico repertorio neoliberal. Baja o supresión de retenciones en combo jamás visto con una devaluación que no tocó techo. Despidos furibundos en el sector público ya no justificados en los ñoquis sino en vaguedades sobre eficientismo. Las cesantías burlan leyes a menudo: el quantum estricto se desconoce entre otros motivos porque trepa día a día: hay decenas de miles, desde ya.

La noción de competitividad macrista apesta a naftalina de derecha. Se finca en considerar al salario argentino una traba para el crecimiento. La idea es reducir su valor en dólares, como parte de una maratón que comprende también la pérdida de valor adquisitivo. El panorama empresario del diario Clarín habla por boca de la “burguesía nacional” o multi y se pregunta si los laburantes comprenderán que paritarias que le empaten a la inflación pondrán en jaque a la competitividad. La respuesta es evidente: nadie “comprende” lo que lo perjudica. A veces lo acepta por debilidad o temor o falta de poder.

Desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas se amenaza con despidos para moderar el afán de los trabajadores de conservar su nivel de vida. El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, propone que los argentinos viren a ser vegetarianos o veganos mientras se asombra por la suba del precio de la carne,

Se vislumbra un año de inflación más fornida que la K, recesión, con aumento de tarifas públicas.

El ala caritativa del oficialismo calcula que podrá compensar a los laburantes con el aumento de mínimo no imponible para Ganancias y una ampliación de las asignaciones familiares. Y lubrica la relación con los jerarcas sindicales concediéndoles el manejo de cajas suculentas. El retoque en Ganancias y las asignaciones son bienvenidos, pero no compensarán el sablazo inflacionario ni conciernen a la mayoría de la clase trabajadora.

Surge un dilema complicado en un sistema democrático: primero persuadir a los gremios de pactar convenios a la baja. Aun si se lograra, la conciencia de los argentinos de a pie registrará el perjuicio en su patrimonio. Podrá traducirse en acciones colectivas o de base. O quedará para el momento del cuarto oscuro.

El macrismo supone que una lluvia de empréstitos servirá de colchón para proveer algo de bienestar masivo. Pongamos entre paréntesis los costos diferidos y por generaciones del endeudamiento externo, no por irrelevantes sino por lo contrario: merecen un abordaje extenso que Página/12 despliega a diario.

Tras producir despidos y empeoramiento de la condición obrera el porvenir asoma cuesta arriba, suponiendo que se intentaran paliar los daños colaterales.

Las movilizaciones de trabajadores son incipientes, sectoriales. Se concentran en el sector público, el más agredido. La Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) el sindicato más poderoso del sector es un gigante dormido, llamativamente.

La teoría de un segundo semestre repuntando pierde adeptos aún entre los economistas más afines al gobierno. Un año para atrás es mucho para empezar. Destruir es más sencillo que reconstruir, tirar abajo más accesible que subir la cuesta.

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La violencia estatal: Un gobierno con altísimo nivel de aprobación reprime con saña abundante. No falta un cálculo de oportunidad, medido mirando encuestas de opinión. Los despedidos que se balean son “ñoquis”, se cuenta y hay quien lo cree. Milagro Sala recibe cien reproches y acusaciones que podrían investigarse, pero se la encarcela por algo peligrosamente parecido al delito de opinión o de ocupar el espacio público.

Los sondeos en Jujuy apoyan, en la Casa Rosada cunde el éxtasis. Pero hete aquí que Jujuy no es frontera de nada. El avasallamiento suscita reacciones internacionales. La propia jerarquía de la Iglesia Católica se interesa en el asunto. El encuentro entre Macri y el papa Francisco puede comenzar una cuenta regresiva. Qué bajón sería que el Papa argentino pidiera por la libertad de la luchadora social.

El mundo es amplio, sus límites no coinciden con el ejido urbano de Davos. Los asistentes a ese cónclave celebrarán la cárcel para Milagro, otro tanto harán quienes avalan Guantánamo y la práctica cotidiana de la tortura contra el diferente. La DEA, el FBI y la CIA no agotan la lista de agencias internacionales. La protesta por el atropello crece.

La SIP aplaudirá la derogación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no carbura igual.

El funcionario porteño Darío Lopérfido da rienda suelta a su insidia negacionista. Consigue el repudio de referentes de la cultura internacional, amén de miles de argentinos que piden su renuncia. El caso es interesante porque comprueba cuan reactiva es la sociedad argentina. Joan Manuel Serrat alza su voz con sobrada legitimación porque es argentino desde hace mucho, gracias a sus buenas artes. Una tierra acogedora con los que llegan en barcos y aviones produce fenómenos formidables.

El ministro de Cultura, Pablo Avelluto, minimiza o cancherea una razzia de despidos. La respuesta es masiva, plural por demás: un abanico transversal de intelectuales, artistas y académicos lo fustigan.

El macrismo trata de generar un esquema binario, poniendo al kirchnerismo como adversario. Hasta ahí es una táctica convencional. Su problema es que no todos compran su descripción, los papelones abundan y las recriminaciones se expanden.

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Manos libres: La saña con la protesta social, la regresión en “seguridad urbana”, los vejámenes a jóvenes con aspecto “no PRO” están en el orden del día. Dejar manos libres a las fuerzas de Seguridad es un peligroso camino de ida. Nadie explicó mejor el riesgo que el ex juez Raúl Eugenio Zaffaroni cuando dijo, en distintos momentos: “ojo, que van a terminar matando a alguien”. No les espetó “son asesinos por naturaleza” sino que están jugando con fuego que no controlan. Ni De la Rúa ni Duhalde eran asesinos, pero fomentaron el contexto en que se mató bajo sus órdenes mediatas. El peligro es tremendo: ya se ha derramado demasiada sangre en la Argentina. No toda es consecuencia de un plan de exterminio, a menudo basta dejar margen a la barbarie policial.

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Bienes escasos: El porvenir jamás está escrito, pero se va trazando cotidianamente.

La gobernabilidad democrática es gema exótica. Tres recursos deben manejar los representantes del pueblo para perdurar ellos y apuntalar al sistema. La plata, la legitimidad y el tiempo, Todos son escasos. Los períodos presidenciales son breves y no se corresponden con los ciclos económicos o climáticos. Mantener los platitos dando vuelta es un pequeño milagro

No hay recetas infalibles para lograrlo porque las coyunturas mutan. Pero hay algunas que parecen destinadas al fracaso. No en un día, ni en un bimestre pero sí en los plazos que estipulan las rutinas democráticas. La legitimidad de ejercicio es todavía más inestable; se mide en el día a día. Habrá que ver, algunos indicios se acaban de reseñar.



jueves, 1 de octubre de 2015

Hebemus Generala... @dealgunamanera...

Habemus Generala...

María Isabel Pansa

Nombran generala del Ejército a una mujer en actividad por primera vez.
Se trata de la actual edecana presidencial, la coronel María Isabel Pansa.

La comisión de Acuerdos del Senado emitió ayer dictamen favorable y unánime a favor del ascenso a general de la actual edecán presidencial, la coronel María Isabel Pansa, que se convertiría en la primera mujer en actividad en llegar al grado de generala del Ejército.

La primera generala del Ejército argentino es en realidad Juana Azurduy, pero su ascenso fue "post mortem" a partir de la decisión que tomó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hace un tiempo, en homenaje a la heroína que luchó en las guerras por la independencia nacional.

Pansa es una de las tres edecanes que acompañan a la Presidenta, tiene 54 años, es licenciada en Sistemas egresada de la Universidad de Belgrano y hace tres años se graduó de psicóloga en la Universidad de la Marina Mercante.

La comisión de Acuerdos, que preside el senador Marcelo Guinle (FPV) decidió rápidamente la firma favorable del dictamen con el apoyo también de la oposición, representada por el senador radical Alfredo "Fredy" Martínez (FPV-Santa Cruz). El ascenso de Pansa sería considerado para su aprobación final en la próxima sesión de la Cámara alta.

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, visitó ayer a la tarde la ciudad de Paraná, Entre Ríos, y expresó allí que "el ascenso de una mujer a generala es la clara expresión de la política de género que venimos implementando en las Fuerzas Armadas". "Hoy, el 15 por ciento de los efectivos que componen las tres armas son mujeres y pueden hacer carrera en todos los escalafones", enfatizó.

© Publicado el jueves 1º/10/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



domingo, 27 de abril de 2014

Reportaje a Anibal Fernández... De Alguna Manera...


Aníbal F.: "Me hago cargo, fue un error hablar de sensación de inseguridad"…

Delito. “¿Dónde está uno seguro? ¡Qué sé yo! Uno tiene que tomar todos los recaudos”, aseguró. “A partir de lo que pasó, ahora me veré obligado a tomar más precauciones”, agregó luego del robo que sufrió. Foto: Marcelo Aballay

En una entrevista con Magdalena Ruiz Guiñazú, el senador asegura que fue un error comentarlo. "Yo no inventé el término", insiste. Qué dijo sobre su su documentación patrimonial.

Lamentablemente debemos comenzar este reportaje con lo ocurrido esta semana al senador Aníbal Fernández. “¿Qué sintió cuando lo encañonaron?” es algo que no podemos dejar de preguntar.
Un breve silencio, y luego contesta: “Al principio, nada… Yo venía con unas tartas que acababa de comprar para comer ese día y estaba escuchando música mientras me detenía en un semáforo. De pronto, delante de mí paró un coche. Otro, detrás. Y en algún momento alguien empezó a golpearme el vidrio. Yo no entendía qué quería decirme, hasta que vi el caño del revólver. Mientras sacaba la palanca de cambios ya tenía a otro, también armado, del lado del volante. Abrí la puerta, me bajé y el que estaba a mi lado me metió la mano en el bolsillo para sacarme la llave. Pero se sabe que en estos coches no se pone llave. En cuanto vi un huequito en el tránsito crucé hacia la vereda. Eran pibes de unos 20 años y no dejaban de encañonarme. “Llevate todo”, le dije al más cercano, y cuando bajaron el arma me sentí más tranquilo.

—¿Era la primera vez que tenía un arma enfrente?
—Sí. Fue la primera vez que me pasó.

—Debe ser una sensación espantosa. Pero usted, que es una persona inteligente, ¿cómo pudo tener aquella famosa frase acerca de que la inseguridad era sólo “una sensación”?
—¡No vamos a discutir esto toda la vida! Me hago cargo: fue un error hablar de “sensación de inseguridad”, fue un error comentarlo. Es un tema que el diario La Nación ha tomado muchas veces. Según los recortes que he guardado desde el año 2008, es el título de la nota que dice “sensación de inseguridad”. Yo no debería haberlo comentado porque parecería que uno utiliza eso para bajarle el tono a la discusión por la seguridad. Una estupidez. Bueno, el error está cometido, así que es inútil llorar sobre la leche derramada. Lo que digo es que yo no inventé el término. Lo saqué de un medio serio y señalé que, a veces, cuando usted repite muchas veces una nota periodística pareciera que fueran varias, y esto puede estar en la cabeza del inconsciente colectivo, cuando en realidad estamos hablando de un mismo delito. Pero bueno, ya está. Como le decía, es un error mío que pagaré por un buen tiempo porque muchos de los desprevenidos van a seguir insistiendo sobre este tema como si fuera un invento mío.

—Lo triste es que, cuando usted lo dijo, la situación era menos grave que ahora. Acabo de leer que en Wilde han matado a otra persona para sacarle el auto. Es una escalada que va en aumento.
—Hay una forma de medir estas cosas: cuando se trabaja en ellas se elaboran promedios, y los promedios son injustos. Si yo digo que usted se comió dos pollos y yo no comí ninguno, el promedio da que nos comimos un pollo cada uno. Pero la realidad indica que usted se comió dos, y yo, ninguno. La misma injusticia se presenta cuando uno habla de los delitos teniendo a un señor a quien han matado. Su familia se va a sentir ofendida y agraviada porque pareciera que uno lo quiere transformar en un número y no debe hacerlo. Lo que debe mirarse es el todo, y en el todo, este país, como Uruguay o Chile, tiene índices públicos suministrados por los diarios que acabo de mencionarle: La Nación y Clarín. Y esto demuestra que, en Latinoamérica, uno de los países que cada cien mil habitantes tienen menos homicidios es Argentina. Ahora, quién le explica ese promedio a las familias a las que les han ocurrido estas cosas. Yo no pretendo minimizar esto y soy muy respetuoso de lo que sucedió. Tuve la suerte de que no me pasara nada. La realidad es que uno no tiene que contrastar el hecho formal, como estadística, al que está partido de dolor porque le han matado a un familiar. Pero en realidad, la Argentina, de acuerdo con las Naciones Unidas, no tiene un número que la ponga en una situación de riesgo.

—¿Le parece? Todos, aun inconscientemente, tomamos más precauciones hoy que un año atrás.
—Yo también las tomo y, a partir de lo que sucedió la semana pasada, me veré obligado a tomarlas mucho más. Infinitas veces le he dicho a mi mujer que transite por avenidas iluminadas, y usted ve lo que me ha ocurrido, en una avenida llena de gente, luces y coches. ¿Dónde está uno seguro? ¡Qué sé yo! Uno tiene que tomar todos los recaudos, y si damos un consejo, hay que tratar de hacerlo de la manera más quieta posible para que estas cosas no traigan una consecuencia posterior. Mientras los tres pibes me estaban apuntando... bueno, una vez que dejaron de apuntarme, desapareció mi preocupación.

—Y de acuerdo con su mirada de vigilancia, ¿cómo ve la situación del narco en el país? Se lo pregunto porque Berni y Rossi han disentido en este punto.
No estoy de acuerdo con lo que dijo Rossi. Me parece que Rossi está impregnado del microclima santafesino. En un momento feo, cuando a Bonfatti le pasó lo que le pasó, yo lo llamé inmediatamente. “Estoy a tu lado. Contá conmigo. ¿En qué puedo ayudarte?”. También me pareció muy bueno el trabajo que hicieron en conjunto las fuerzas federales y la policía de Santa Fe monitoreadas por Berni y por el propio gobernador. Hay que seguir trabajando en esto. Usted tiene que pensar que si Naciones Unidas considera a la Argentina como un país de tránsito es porque, entre otras cosas, es más negocio. La droga, en vez de pagar un peso aquí, paga veinte en España o en Estados Unidos. Es tal la cantidad de dinero para corromper que hay de por medio… Cuando ocurrió lo de la efedrina, si no me equivoco, se pasó de 2,9 toneladas de efedrina que entraban por año al país para elaborar remedios a 19 toneladas. En aquel momento nosotros insistimos en que si bien estaba el registro de precursores químicos en la Sedronar, la realidad es que el Congreso no tiene atribuciones para decidir quién es autoridad de aplicación, artículo 99, inciso 2 de la Constitución. Si es una atribución del Poder Ejecutivo, saquemos entonces un decreto y compartámoslo con la Anmat, que es quien tiene la responsabilidad respecto de los medicinales, y con la Policía Federal. De ese modo habrá un control mutuo que va a garantizar que solamente se pueda aceptar la importación de efedrina para los laboratorios que están fabricando estos medicamentos. Se puede hablar largo sobre este tema, pero le digo que el incremento, en Argentina, no es una cosa descontrolada. El trabajo que se ha hecho es muy fuerte y hay gente muy especializada trabajando en las fuerzas federales y provinciales. Es necesario seguir perfeccionándose y cuidando que no ingresen al país cosas novedosas que puedan permitir que se multipliquen esos negocios.

—A propósito de drogas, ¿por qué hay tan pocos radares en nuestro país? ¡Algunos hasta trabajan con horario! Constantemente hay denuncias en las zonas fronterizas.
—Se siguen construyendo, pero también con eso se comete un error: se cree que si tengo un radar y detecto un avión, el problema está resuelto. Me dijeron que, en Bolivia, habían sancionado una ley de derribo. Brasil la tiene. Pero esto no se hace en ningún lugar del mundo, porque es una condena a muerte sin procesos. Nosotros siempre insistimos en que el avión, y de hecho hay muchos aviones decomisados por fuerzas federales y provinciales, se baja con más facilidad a través de la inteligencia. Me refiero a escuchas, investigaciones, etc.

—Pero escúcheme, senador: el avión de los Juliá no solamente fue llenado de droga en Morón, donde el aeropuerto es de jurisdicción de la Aeronáutica, sino que pasó dos controles en Ezeiza hasta llegar a Barcelona, donde lo estaban esperando los españoles.
—Como ministro firmé un convenio con Alfredo Pérez Ubarcabal, entonces ministro del Interior de España, precisamente para intercambiarnos información entre la República Argentina y países como España, Portugal con quienes, reitero, tenemos convenios firmados. Le repito lo que dije antes: más que vender en Argentina, el objetivo de los narcos es vender allá. En el caso que usted menciona, seguramente habrá mucha gente que deberá dar explicaciones ante el juez.

—Pasando a otro tema, recuerdo que en el programa de radio de Lanata usted nos dijo que mañana lunes va a hacer pública su declaración jurada, ¿no es cierto?
—Lo que dije es que tuve siempre una declaración jurada pública. No voy a transformarla en privada. Cuando presenté mi declaración jurada en el Senado suponía que se hacía pública. Fue el 13 de mayo de 2012. Lo que voy a hacer ahora es la presentación de mi declaración jurada después de haber presentado mi declaración jurada de impuesto a las ganancias. Es un error pedirle al legislador o al funcionario que haga una presentación previa a la que va a presentar en Ganancias porque puede haber un ajuste, una corrección, algo que el contador entienda que conviene hacer presentándolo de una determinada manera y tiene que estar rectificando facturas. Dejen que termine Ganancias y se presentará la declaración jurada. Una vez que yo presente la declaración jurada de Ganancias que mi contadora tenga firmada y presentada, a partir de ese momento presento a la Oficina Anticorrupción mi declaración jurada porque yo no quiero que deje de ser pública.

—Legalmente no tiene obligación de hacerlo.
—Sí, pero yo quiero que siga siendo pública, porque si no me meten en un lío. Fíjese lo que dice hoy Clarín: “Tras el robo de su BMW, su patrimonio quedó bajo la lupa de la AFIP y en la AFIP figura como asesor de empresas y con ingresos de hasta 15 mil anuales”. Esa es la forma en que se inscribió. Yo no escribo estas cosas. Las escribe mi contador. El hecho imponible lo hace la actividad y no la inscripción. Pago conforme a la actividad que yo tengo. Y estoy pagando el máximo nivel. Todos los meses emito mis facturas, las envío a las empresas, me mandan los cheques y se depositan en mi cuenta corriente; tengo una sola cuenta, y además es muy fácil acceder al resumen de la cuenta corriente y advertir que todo está cumplido. No es lo que dice Clarín. Lo que pasa es que le tiran una papa caliente y arréglese usted. Pero yo no tengo nada que explicar.

—Salgamos de los números y dígame qué le pareció la reunión del Frente Amplio UNEN.
—En primer término, yo soy muy cuidadoso. Normalmente, no me meto a opinar sobre los partidos de oposición. Es un problema de ellos que solucionarán como les parezca. También, alguna consideración al respecto puede hacerse: lo que veo aquí es que es una alianza de la coyuntura buscando solamente un objetivo electoral. Y punto.

—Ellos tampoco lo esconden.
—No digo que lo escondan ni que sea deshonesto. En este caso tengo que mirar quiénes son los actores. Veo hombres a quienes les tengo mucho respeto, como Ernesto Sanz, Hermes Binner, quien no digo que sea amigo pero tiene una imagen personal muy buena. Ahora, la verdad es que ver a Sanz, Binner, Solanas, Carrió, Libres del Sur, Prat Gay, Lousteau… ¡no tienen nada que ver! ¿Que el objetivo es electoral? Bueno, sabrán hacerlo. ¿Cómo se trasunta después eso en términos del ejercicio de las políticas públicas? Y… el fracaso de la Alianza fue rotundo. Pasaban cosas terribles. Yo he visto funcionarios que ante la debilidad del presidente decían, por ejemplo: “Bueno, yo voy a plantear tal cosa y si no, ¡renuncio!”. A Raúl Alfonsín, a quien siempre respeté y respeto mucho y gocé de su afecto en los últimos años de su vida, a Néstor Kirchner, a Cristina, si alguien les presentaba la renuncia se la aceptaban en el mismo momento. Nadie iba a correrlos con la vaina ni por casualidad. En cambio, cuando aparecía de cada pueblo un amigo traía dolores de cabeza que no podían trasladar a una decisión de políticas públicas concretas en beneficio de la sociedad. Ahora tengo la sensación de que vamos a lo mismo. Lo mismo hubiera sucedido con la Unión Democrática sesenta años atrás. No quiero hacer chicanas, pero qué respuesta le hubieran dado al Partido Conservador, al radicalismo y al Partido Comunista, que en aquel momento eran todos la misma cosa compitiendo con Juan Domingo Perón.

—Las fotos de archivo muestran a Alfredo Palacios al frente.
—Estoy hablando de los que tenían una estructura distinta. Yo no dudo de que Tamborini y Mosca la tuvieran también. Pero allí había un montón de otras personas que, por más que tuvieran estatura, poseían otra visión de la política. No tenían una alternativa común para llevarla a la práctica. Lo de la Alianza, que fue poder, muestra a las claras los errores que se cometen cuando se privilegia el beneficio electoral. Pero es entrar en un tema que no me interesa. Fíjese que en Capital Federal, cuando se junta UNEN, es para un candidato como Pino Solanas. Cuando gana, todos nos preguntamos: ¿se cumplió la primera parte de las PASO, una herramienta estupenda? Ahora, la segunda, ¿hay fidelidad en el voto? Y bueno, veámoslo. Esperemos la elección. Y Solanas hoy es senador de la Nación. Son las reglas que uno pensaba que podían crear una nueva Argentina.

—Anoche, en el teatro Broadway, las piedras del escándalo eran dos: Macri y Massa.
—Sí, lo que pasa es que una buena parte de los participantes que estaban allí se ha derechizado. Sin pertenecer al sector a la derecha.

—¿Tumini también?
—¡A Tumini no le tengo ningún tipo de respeto! Mucho no me preocupa, pero en otros casos se han volcado y ya no lo ven tan lejos a Macri, que es un hombre coherente y con el cual tengo miles de diferencias, pero por lo menos es coherente. Como Federico Pinedo, a quien le tengo mucho respeto: también es coherente. Nunca ha variado su manera de pensar. Hoy lo ven como a un posible aliado a futuro. Algunos dicen que en el ballottage. Otros, en distinta situación, pero la verdad es que termina comulgando en una propuesta de derecha solapada, y me gustaría ver dónde termina una conclusión de esas características en un eventual ejercicio del poder.

—Pero en el caso de Massa, fue jefe de Gabinete K.
—Sí, un error que seguramente se debe estar pagando caro. El utilizó ese espacio para su propio beneficio traicionando a la Presidenta a ocho metros de su propio escritorio. Conozco las reuniones porque conozco a varios de los que él citaba y que se sorprendían de ser invitados al despacho del jefe de Gabinete en reuniones en las que se competía en contra de la Presidenta de la Nación.
¡Lo echaron por eso! ¡Por traidor! Después aparece Santiago O’Donnell con su libro, en el que exhibe expresiones respecto de lo que manifestaba en la embajada de Estados Unidos contra Néstor Kirchner. Expresiones que, supuestamente, nunca se darían a conocer pero que un día se publicaron y son la visión de una persona que fue despedida al año. Yo asumí después que él. Fui dos años jefe de Gabinete, y cuando terminé mis funciones, me ofrecieron encabezar la lista de senadores nacionales para la Provincia de Buenos Aires. Ahí queda marcada una diferencia muy grande entre uno y otro pensamiento.

Aclaración:
 
La entrevista que Magdalena le hizo a Aníbal Fernández se realizó antes de la investigación periodística que ayer se publicó en Perfil.

© Escrito por Magdalena Ruíz Guiñazú el Domingo 27/04/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sábado, 22 de febrero de 2014

Ni el volantazo alcanza… De Alguna Manera...


Ni el volantazo alcanza…


Tarde, el Gobierno baja sus banderas: drogas, dólar, Clarín, inflación, intendentes del PJ y hasta Venezuela. ¿Seguirá?

Nadie se atrevió nunca a decírselo a Cristina. Es que les temen a sus gritos y castigos. Pero como en el cuento de Andersen, la reina está desnuda. El modelo se fue descascarando hasta quedar, impúdicamente, con su esqueleto al aire. En los últimos tiempos las evidencias son de una contundencia irrefutable hasta para los que se fanatizaron por convicción o por dinero.

Veamos algunos ejemplos:

1) En la patética discusión pública que condenó al silencio a Agustín Rossi en un tema tan grave como la instalación del narcotráfico, nadie pudo explicar por qué Brasil, Chile y Uruguay tienen radarizado el 100% de su espacio aéreo y la Argentina, sólo el 10%. Y estamos hablando de radares 3D, que puedan detectar aviones que vuelan a baja altura. ¿Es tan grande el nivel de corrupción en la cima del Estado que son capaces de dejar desprotegido el futuro de varias generaciones que implosionan y multiplican la muerte cuando se consolidan los carteles de la cocaína? ¿O van a decir que no hubo dinero en esta década para atender algo tan estratégico, tan de vida o muerte? Tal vez no les importe la prostitución de las instituciones y la muerte cotidiana como resultado de la penetración de ese crimen organizado.

2) Axel Kicillof está tan desorientado y desesperado que no le importa mandar al muere a Tierra del Fuego y sus fábricas con tal de no soltar un dólar. Pero como también teme que colapsen en 15 días todos los teléfonos celulares por falta de insumos dice que es capaz de mirar para otro lado si las empresas les compran directamente a los grandes fabricantes en el exterior. Y eso que el relato productivista e industrialista sigue firme. Débora Giorgi –desde Ezeiza– y Cristina –desde Florencio Varela– recordaron que cuando llegó Néstor había ochenta parques industriales, “muchos de ellos eran potreros y hoy inauguramos el número 316”. ¿Alguien le preguntará al ministro Kicillof cómo puede seguir en el Gobierno después de haber dicho que Repsol le iba a tener que pagar a la Argentina por su daño ambiental y terminamos indemnizando a la empresa española con 5 mil millones de dólares? No fue un pequeño error de cálculo. Relató un penal a favor y terminó haciéndose un gol en contra.

3) Es extraño que el Gobierno diga en voz baja y sólo por boca del “ladriprogresismo” que derrotó a Clarín con la aplicación de la Ley de Medios. Si fuera cierto, ¿no deberían celebrar semejante toma del palacio de invierno? Algo no cierra. Fue planteada como la madre de todas las batallas. Martín Sabbatella y Víctor Hugo Morales dicen que ganaron, que el Grupo “se rindió ante el imperio de la ley”, pero nadie grita los goles. ¿Qué pasó? ¿O en realidad fue Cristina la que tiró la toalla? Fue tanto el odio que condujo esa pelea que los llevó a un callejón sin salida. Nadie le hizo caso, pero Teresa Parodi propuso el lunes pasado como “un día de festejo para los trabajadores de la cultura” porque “terminar con los monopolios mediáticos es un paso fundamental”.

4) El ajuste ortodoxo y conservador de Cristina deberá pasar esta semana la prueba de fuego con las paritarias de los trabajadores. La Presidenta pidió “responsabilidad” a los dirigentes sindicales. Roberto Lavagna se preguntó: “¿Qué significa eso? ¿Pedir el 20% cuando la inflación es más del 30% es responsabilidad?”. El ex ministro de Economía que rechazó por inexistentes todas las explicaciones conspirativas de Cristina dijo que un gobierno nacional y popular no tiene que tener como variable de ajuste ni el salario ni las fuentes laborales.

5) Acalorada como pocas veces, la Presidenta hizo ayer un esfuerzo hasta estético en Florencio Varela para evitar que huyan de su lado más intendentes o dirigentes justicialistas. Sentó a Daniel Scioli y a Julio Pereyra en lugares de privilegio, y La Cámpora tuvo menos cámara en esta ocasión. Tal vez sea demasiado tarde para lágrimas. La inmensa mayoría de los cuadros justicialistas ya piensa en un nuevo jefe, en alguien que les pueda garantizar la continuidad en el poder después de que Cristina vuelva al llano. Muchos piensan en Scioli, otros esperan la evolución de Sergio Massa. Sólo el núcleo duro confía en un candidato del palo, al estilo Sergio Urribarri. Es que el Gobierno camina por un peligroso desfiladero económico y lo hace en chancletas. De un lado tiene la hiperinflación, si no controla la puja distributiva, y del otro la recesión, si continúa con el enfriamiento de la actividad. Hay un debate encubierto entre las primeras espadas K. Algunos dicen que tienen que llegar de pie a 2015, aunque sea desangrados en su discurso revolucionario y mostrando la verdadera cara del modelo, y los más fundamentalistas apuestan al portazo victimizador.

6) Curiosamente, hasta en su apoyo a Nicolás Maduro la Presidenta actuó con prudencia. Comprendió que el tema divide aguas y crispa a grandes sectores sociales. Es verdad que no se atrevió a cuestionar el pedido de fusilamiento que hizo Luis D’Elía, sólo pidió “más tolerancia con nuestras lenguas”, pero tampoco apeló a la flamígera verba chavista.

7) Como contracara de lobo feroz frente al disfraz de cordero patagónico, el grupo antidemocrático Quebracho fue el autor material, acompañado y protegido por la Policía Federal, de los escraches violentos cuya autoría intelectual fue de la Presidenta. Hubo persecusiones y aprietes de todo tipo, muchos de los cuales silenciados por sus propias víctimas para “evitar que se produzca el efecto contagio”.

Lo nuevo es que tanto tiraron de la cuerda que no alcanza ni el volantazo a la derecha.

© Escrito por Alfredo Leuco el Sábado 22/02/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.