sábado, 30 de diciembre de 2023

De la ignorancia de Duhalde a la ignorancia de Milei... @dealgunamaneraok...

De la ignorancia de Duhalde a la ignorancia de Milei...


Milei BIS: en la imitación de Fátima Florez.
Fotografía: Télam  

Solo una persona que ignorara las complicaciones que significaba salir de la convertibilidad, que creyese que “quien depositó dólares recibirá dólares”, como dijo Duhalde en 2002 y después tuvo que ser corregido por su ministro de Economía, podía asumir la irresponsabilidad de poner patas para arriba aquel sistema económico. Solo un secretario de Finanzas provincial podía asumir el Ministerio de Economía en ese contexto y con esa fragilidad. Ambos pagaron los costos y los beneficios los cosecharon quienes luego continuaron la tarea, Roberto Lavagna y más tarde Néstor Kirchner. Con ingenua honestidad, a los pocos meses de asumir como presidente, Duhalde decía públicamente que “no sabía que el mundo estaba tan interconectado” y que “no imaginaba que todo era tan complejo”.   

© Escrito por Jorge Fontevecchia el viernes 29/11/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.  



No pocas veces en la historia de la humanidad la ignorancia fue la partera de cambios que luego pudieron encontrar su rumbo y que, sin la ignorancia del agente, no se hubieran podido producir. Un hegeliano pensaría que el ignorante es el cuerpo que eligió la historia para seguir su rumbo y salir del atolladero circular de un dilema donde los costos del remedio y de la enfermedad son tan similares, que la racionalidad inmoviliza. En casos extremos, el técnico experto se convierte en el maestro ignorante porque no puede aprender a desaprender, y hace falta un Alejandro Magno que, frente al nudo gordiano, en lugar de desatarlo, como creían que era el procedimiento correcto todos sus fallidos predecesores, lo corte con su espada de un golpe. 

En los dilemas, la historia apela a la brutalidad, entendida como carencia del refinamiento que genera el conocimiento. Ignorancia lisa y llana, la mayor de todas, que es la de quien ignora que ignora y por eso tiene tanta certeza. 

Hace 22 años, Duhalde fue el ignorante que Argentina precisó para decidir un rumbo; ahora, en diciembre de 2023, la sociedad argentina (el espíritu de la historia) eligió a otro ignorante, Javier Milei, en su caso políticamente, para volver a patear el tablero, esta vez en sentido opuesto al de Duhalde, buscando retroceder en el tiempo para restaurar y profundizar aquello que se descartó en el primer “que se vayan todos”. Lo mismo su ministro de Economía, Luis Caputo, un secretario de Finanzas que asume un papel que lo excede y al cual un técnico más completo quizá no se hubiera arriesgado a asumir acompañando a un presidente tan débil.

¿Tendrán valor las palabras o los periodistas, como hacemos de ellas nuestro oficio, exageramos al reclamar cierta adecuación del significante con el significado?

Para darle sentido a este tiempo distópico, excéntrico y por momentos absurdo, hay que apelar a la metafísica adhiriendo a la doctrina del progreso y atribuyendo un orden a los acontecimientos que solo el futuro demostrará. Quienes vivieron los primeros meses de la presidencia de Duhalde, a comienzos de 2002, recordarán la misma sensación de estar atravesando una distopía que luego el paso del tiempo explicó. Como en búsqueda del tiempo perdido, de Proust, “los acontecimientos del pasado fructifican bajo la mirada retroactiva del presente”.  

Duhalde y su ministro de Economía, Jorge Remes Lenikov, fueron el instrumento de la alianza entre un sector de poder y el humor de época de una parte numerosa de la sociedad. ¿Serán Javier Milei y Luis Caputo el instrumento de otro sector de poder en alianza con otro numeroso sector de la sociedad que en su asociación interpretan el humor de esta época? Y de ser así, ¿correrán el efímero destino de Duhalde y Remes Lenicov o el de otro agente de la historia que también vino a poner patas para arriba el sistema económico que lo precedía, pero tuvo la habilidad de perdurar lo suficiente como para ser él mismo quien cosechara los frutos, como hicieron Carlos Menem y, durante muchos años, su ministro de Economía, Domingo Cavallo? 

Ver a al cofundador del partido de Domingo Cavallo y actual ministro del Interior, Guillermo Francos, entregarle en una caja de regalos la Ley Ómnibus a otro Menem (Martín), que ahora preside Diputados no puede no hacer recordar la frase de Karl Marx en su 18 Brumario de Luis Bonaparte: “La historia se repite dos veces, primero como tragedia y luego como farsa”, tomada de un texto de Hegel. 

Recuerdo en la época de Bolsonaro la vergüenza que sentían algunos brasileños al tener que explicar ciertas “excentricidades” de su presidente. Similar a la vergüenza de muchos norteamericanos al explicar a Trump cuando presidía su país. Explicar hoy a un extranjero la relación del Presidente con su pareja, que lo imita en el teatro, crea los mismos dilemas estéticos que una “revolución libertaria” producida a través de un decreto de necesidad y urgencia. 

A veces, que el drama regrese como farsa ayuda a digerir y desdramatizar las vivencias. Por ejemplo, el uso de la palabra “revolución”. Imaginemos qué hubiéramos dicho si Cristina Kirchner, al asumir en 2007, hubiera propuesto una “revolución socialista” en lugar de la “revolución libertaria” que propone Milei.

Siguiendo con lo absurdo, los jóvenes mileístas también podrían cantar en el Patio de la Palmeras de Casa Rosada: “Acá tenés los pibes para la revolución”. Vale recordarles que toda revolución e intento de ella utiliza armas que luego se vuelven contra el que las empuña. 

¿Tendrán valor las palabras o los periodistas, como hacemos de ellas nuestro oficio, exageramos al reclamar cierta adecuación del significante con el significado? Si finalmente todo es un show, como el de Fátima Florez, en un sentido ideológico o el opuesto, y lo que principalmente reclama el soberano sea no aburrirse, los verdaderos ignorantes somos aquellos que esperamos cierta coherencia entre las palabras y las cosas, como explicaba Foucault.  

Jürgen Habermas escribió en Conocimiento e interés sobre la falsa conciencia que para Hegel era toda ideología (irreflexiva), criticando la fe en el racionalismo porque “la ciencia solo puede ser comprendida epistemológicamente como una de las categorías del conocimiento posible (...) comparado con el conocimiento absoluto el conocimiento científico aparece necesariamente limitado (...) en un mundo cotidiano en el que nos encontramos siempre de forma inevitablemente contingente (...) el racionalismo es asunto de creencia, una opinión entre otras opiniones”. El ignorante viene a llenar el vacío insondable en esos momentos en que el conocimiento se devela irresoluto y “el futuro solo puede conocerse ambulando en el proceso de construirlo”, arrojados al destino como el dasein de Heidegger. 

La híper de 1989 y el estallido de la convertibilidad de 2001 fueron la causa mientras que Menem y Duhalde, la consecuencia. En 2024 la situación pareciera invertirse y ser Milei el implementador del cambio de régimen económico sin que hubiera llegado a estallar el régimen anterior. Y como no somos criaturas amnésicas, quizá no era necesario que se produjera el estallido ya que “el futuro solo puede hallarse incubándose tanto en el pasado como en el presente en la forma de una vaga premonición de lo que ha de venir, como una suerte de reminiscencia invertida”, (escribió Ernst Bloch en The principle of hope).   

Kant, en La religión dentro de los límites de la mera razón, la definió como “quien confía sin saber cómo sucederá lo que espera”. Milei, como toda aspiración de revolución, es una religión que –literalmente– apela a las fuerzas celestiales para cumplir su cometido. Quizá lo ayuden.



   

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Sistema Provisional. De reforma en reforma… @dealgunamaneraok...

 Sistema Provisional. De reforma en reforma…

Sostenibilidad. Para lograrla debe haber 3 trabajadores activos formales por cada pasivo. ANSES reportó en marzo del año pasado, 1,8 por cada beneficiario. Fotografía: Rolando Andrade Stracuzzi. 

El régimen nacional cuenta con cerca de 6 millones de jubilados y pensionados que, según lo anunciado por el Gobierno, deberá enfrentar un recorte del 0,4%, que redundará en un nuevo ajuste de haberes. 

© Escrito por Mirta Quiles y publicado el miércoles 27/12/2023 por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

«Con la fórmula anterior, lo que hubieran perdido los jubilados en los próximos cuatro meses hubiera significado, para el fisco, un ahorro de dos puntos de déficit. Si seguíamos con esa fórmula, los jubilados hubieran perdido poder adquisitivo, más o menos, en los próximos meses, en un 40%. Esa fórmula es muy mala. El Gobierno no está especulando, está protegiéndolos», afirmó el ministro de Economía Luis Caputo, al ser consultado acerca de si el paquete de ajuste incluía a los haberes previsionales. Sobre la fórmula futura, dijo: «La sacamos ahora y vamos a pensar una buena alternativa para no tener que lidiar con estos problemas». En síntesis, «vamos viendo», aunque ya deslizó que los aumentos podían ser vía decreto del Ejecutivo o con bonos. A pura discrecionalidad.  

En cada cambio de Gobierno, en particular durante los últimos años, los jubilados y pensionados son presentados como los menos beneficiados por la gestión saliente, pero en verdad, terminan siendo objeto de ajuste. En los últimos 6 años, trabajadores y jubilados enfrentaron una caída de ingresos cercana al 26%. Este tiempo no es ajeno y se encamina −en pleno contexto inflacionario− a una nueva reforma de la fórmula de ajuste −conocida como movilidad jubilatoria− de los haberes previsionales. 

Entre 2001 y 2005 el número de beneficios previsionales iba en descenso, consecuencia de la etapa neoliberal y la crisis de 2001. Sin embargo, desde 2005, y como consecuencia de la primera moratoria previsional, se registraron fuertes incrementos, llegando a un pico del 33,8% en 2007. «Entre 2003 y 2016 −sostiene el CELS− pudieron jubilarse 1.796.439 mujeres entre 60 y 65 años, más del 80% accedieron al beneficio del Plan de Inclusión Previsional, más conocido como “moratoria previsional”». 

En la actualidad hay 5.890.796 jubilados y pensionados en el régimen nacional, de acuerdo a datos de septiembre del Boletín Estadístico de la Seguridad Social que elabora la ANSES. Un 90,5% más que los 3 millones de beneficiarios que se registraban en 2001, primer año de la serie estadística oficial. De ese universo −2.066.461 hombres y 3.824.330 mujeres−, el 64,1% accedió al beneficio a través de una moratoria, ya que no contaban con los años de aportes necesarios. 

Esta ampliación, obviamente se refleja también en los recursos destinados a ítem previsional. En 2001 representaba el 7,2% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que 20 años más tarde llegó al 9,3%, incluyendo los gastos nacionales y las cajas provinciales. Aunque el déficit del sistema se mantiene desde 1998, de acuerdo a datos oficiales, en 2022 representó el 2,8% del PIB, la más baja desde 2016, cuando llegó a 2,7%. Para que el sistema sea sostenible, se autofinancie, de acuerdo a distintos especialistas, se debe contar con tres trabajadores activos formales por cada pasivo. Según los datos de la ANSES, a marzo 2021, había una relación de 1,8 trabajadores por cada persona que cobra un haber previsional: se registraban 10,5 millones de aportantes al sistema (trabajadores formales con descuento previsional) y 5,6 millones de jubilados y pensionados. Cabe recordar que durante los últimos años el mayor crecimiento de empleo estuvo sostenido por la creación de puestos de trabajo precarizados (monotributistas y trabajadores informales −sin aportes−).

Lo que vendrá.  

Con el ajuste económico en marcha los que lo pagarán íntegramente serán los trabajadores formales e informales y los jubilados y pensionados. Incluso en el Excel presentado por Caputo se proyecta una quita del 0,4% en estas últimas. Y su ejecutor directo será el nuevo titular de ANSES, Osvaldo Giordano, hasta hace días ministro de Finanzas de Córdoba y exsecretario de Previsión Social de la provincia. En plena pandemia, Giordano encabezó junto con el gobernador Juan Schiaretti una reforma jubilatoria provincial, con podas y armonización con Nación, que incluyeron rebajas que alcanzaron al 15% de los beneficiarios con los haberes más altos, incluyó un «aporte solidario» del 20% para dobles ingresos, y una armonización de criterios del sistema previsional provincial con el nacional, con impacto en reducciones para futuros jubilados y pensionados.

En el caso de los actuales activos, se introdujo una armonización con la Nación en tres puntos: el cálculo del haber inicial pasó de los 48 últimos haberes (4 años) a 120 (10 años); los nuevos pensionados pasarán a percibir el 70% de la jubilación del causante en lugar del 75%; y la ley eliminó además el beneficio de pagarle al pensionado el 100% del haber durante el primer año. En síntesis, la reforma acható la distribución, al reducir las jubilaciones más altas y tuvo como eje la revisión de los beneficios derivados de regímenes especiales (que en el caso de la ANSES representa el 4,2%).  

Franco Godino, economista del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES) de Córdoba analiza los alcances de la reforma provincial de 2020.

−La ley de jubilaciones y pensiones de Córdoba ¿beneficia a la masa de jubilados y pensionados de la provincia?
–Los sistemas previsionales como el argentino enfrentan dificultades importantes en materia de sustentabilidad. Estos sistemas son llamados «de reparto», es decir que las contribuciones de los activos financian los haberes de los pasivos. Si las primeras no alcanzan a cubrir los segundos tenemos el famoso déficit previsional. Tanto la Caja de Córdoba como ANSES tienen un déficit estructural, que exige al Estado cerrar esa brecha con ingresos de los impuestos. La reforma de Córdoba buscó reducir ese déficit reduciendo la masa de prestaciones de la Caja. En ese sentido fue exitosa. La pregunta es qué jubilados pagaron el costo, si solo aquellos que cobran jubilaciones altas o toda la masa de jubilados. La equidad de este tipo de reformas es compleja y no está claro aún cuál será el impacto de la reforma en Córdoba en ese sentido.

−¿Supones que Giordano aplicará la misma estrategia a nivel nacional?
–Para ANSES podemos esperar que Giordano intente reformas similares, que busquen reducir el déficit reduciendo dobles prestaciones, achatando la distribución de jubilaciones (recortando las más altas) e incluso modificando edades jubilatorias y tratando de unificar los diferentes regímenes a nivel nacional.




lunes, 25 de diciembre de 2023

Fiat Cinquecento: el primer intento de revivir el icónico 500... @dealgunamaneraok...

Fiat Cinquecento: el primer intento de revivir el icónico 500...


El modelo ya ha cumplido 30 años. Lanzado a finales del año 1991, el Fiat Cinquecento fue un modelo que pretendió evocar el éxito absoluto del mítico Fiat 500 'Topolino', pero dadas las diferencias a nivel de diseño y mecánicas, el fabricante italiano prefirió mantener las distancias y no lo bautizó con la denominación en números, como era habitual en aquellos años.

© Escrito por Filippo Einaudi y traducido por Javier Álvarez el domingo 20 de Febrero de 2022 y publicado por la Revista Parabrisas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

El modelo ya ha cumplido 30 años. Lanzado a finales del año 1991, el Fiat Cinquecento fue un modelo que pretendió evocar el éxito absoluto del mítico Fiat 500 'Topolino', pero dadas las diferencias a nivel de diseño y mecánicas, el fabricante italiano prefirió mantener las distancias y no lo bautizó con la denominación en números, como era habitual en aquellos años.  

El proyecto Fiat Cinquecento fue concebido para sustituir al Fiat 126, como una propuesta más urbana y más acorde a los tiempos, que ofrecía más espacio, seguridad y facilidad de uso, pero con unas dimensiones muy reducidas. Para celebrar su 30 aniversario, repasamos brevemente su historia.  

·         Diseño y motorizaciones

·         Evolución y éxito comercial

·         Cinquecento Sporting, el más deportivo


Galería: Fiat Cinquecento (1992-1998)


Diseño y Motorizaciones.

Con 3,23 metros de largo y 1,49 de ancho, el Fiat Cinquecento era unos 12 centímetros más largo y ancho que el Fiat 126, aunque también 10 centímetros más bajo. Además, el paso al motor delantero y la tracción delantera permitió a Fiat competir en mejores condiciones contra sus rivales franceses y japoneses.  

Su lanzamiento tuvo lugar a mediados de diciembre de 1991, pero se puso a la venta al año siguiente, 1992, por lo que pasó a formar parte de la lista de candidatos para el premio al Coche del Año de 1993, aunque se tuvo que conformar con un segundo puesto, por detrás del Nissan Micra.  

En el momento de su lanzamiento, Fiat ofreció dos motores diferentes. El más básico, la versión ED, escondía un motor bicilíndrico de 704 cm3, que era una evolución del bloque del 126, con 30 CV y un consumo muy bajo. La versión más potente montaba un cuatro cilindros de 903 cm3, con 41 CV. Ambos equipaban una caja de cambios manual de cuatro velocidades.   

Evolución y éxito comercial.

El modelo tuvo buena acogida a nivel comercial y estuvo siete años en producción, entre 1992 y 1998, en concreto en la factoría polaca de Tichy, donde también se produjo el Fiat 126 y, a partir de 2007, también el nuevo Fiat 500. Durante su vida comercial, el Cinquecento estrenó dos restyling menores, uno en 1993 y otro en 1995.  

Algunas de las novedades más interesantes de estos restyling tuvieron que ver con la gama de motores, ya que se añadió una versión del más potente, que se dotó de inyección electrónica, aunque se redujo ligeramente su cilindrada y su potencia: 899 cm3 y 39 CV. 

El fabricante llegó incluso a experimentar con la electrificación, presentando el llamado Fiat Cinquecento Elettra, una versión 100% eléctrica, dentro de la familia de modelos experimentales Elettra, que prometía unos 100 kilómetros de autonomía y que llegó a ser utilizado en un programa de coche compartido en la ciudad de Roma.   

Cinquecento Sporting, el más deportivo.      

Quizá el Cinquecento más conocido fue el Sporting, una versión deportiva que gozaba de un diseño exterior más llamativo, con paragolpes específicos, llantas de aleación o faros antiniebla, además de un habitáculo más cuidado, con volante e instrumentación deportivos.  

Presentado en el año 1994, equipaba un motor 1,1 litros Fire de 54 CV, asociado a una caja de cambios manual de 5 velocidades, y fue la base para diversos derivados utilizados posteriormente en el mundo de la competición.  

Finalmente, en 1998, la trayectoria del Fiat Cinquecento llegó a su fin, tras siete años de vida y 1.160.000 ejemplares fabricados, aunque su sustituto, el Fiat Seicento, que era una evolución del modelo y compartía plataforma y mecánicas, tomó el relevó.   

Motorizaciones.  

  704 cm3   2   30 CV   120 km/h.
 
  903 cm3   4   41 CV   141 km/h.

1100 cm3   4   54 CV   150 km/h.

Restauración de nuestro Fiat Cinquecento 1996.