martes, 28 de febrero de 2017

Es el peronismo, estúpido…@dealgunamanera...

Malicia Manifiesta, El Golpe Está En Marcha…


La Argentina debe ser el único país en el mundo en el que tanto el oficialismo, como la oposición, permanentemente "trabajan", por decirlo de alguna manera, en función a las próximas elecciones.

© Escrito por Pablo Dócimo el lunes 27/02/2017 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad de Buenos Aires.

Y esto, sistemáticamente, se agudiza durante los años impares, que son los años en los que vamos a las urnas.

Pero... parece que los muchachos de la oposición, esta vez, están más apurados que de costumbre, y están trabajando a destajo para la próxima contienda electoral. Es más, tanto están trabajando para ello que se nota que no quieren esperar hasta octubre y, decididamente, pusieron en marcha un intento de golpe de estado.

En honor a la verdad, la maquinaria golpista del kirchnerismo y del peronismo en general se puso en acción el mismísimo día en que Mauricio Macri ganó las elecciones, en noviembre de 2015.

No falla: así como los militares tuvieron el plan sistemático de desaparición de personas, los peronistas tienen un plan sistemático de desestabilización de gobiernos no peronistas.

Pero fue cuando se comenzaron a ventilar en la Justicia los múltiples hechos de corrupción de lo que fue la administración kirchnerista que, con Cristina Fernández a la cabeza se cristalizó la ejecución de un plan consistente en trasmitir la idea de que tanto la ex presidenta y todos los imputados/procesados funcionarios de su gobierno son víctimas de una persecución política primero y que el gobierno de Macri es tan corrupto como el de ellos después; obviamente para que, a los ojos de la sociedad, como dice el tango Cambalache que “el siglo veinte es un despliegue de “maldá” insolente ya no hay quien lo niegue, vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo todos manoseaos.”

Desde que Macri asumió el gobierno, prácticamente todo el rol de la oposición en general y, obviamente, el kirchnerismo en particular, se reduce a tratar de boicotear y meter palos en la rueda a absolutamente todo lo que la administración de Cambiemos pretenda hacer.

El ejemplo más claro y contundente es el de poner en el centro de la agenda política el tratamiento de la "Ley anti despidos".

Luego intentaron imponer una ley de emergencia social, que entre otras cosas proponía crear, de la nada misma, un millón de puestos de trabajo, que finalmente terminó en un acuerdo entre el gobierno y movimientos piketeros que le costará a las arcas del Estado unos 30.000 millones de pesos en el lapso de tres años.

Pero no solamente se ocuparon de presentar proyectos ridículos, que dicho sea de paso hacen que uno se pregunte por qué no los impulsaron cuando fueron gobierno. También se dedicaron, como dijimos, a cuestionar absolutamente todas las medidas tomadas por el oficialismo.

Increíblemente trataron de invalidar hasta el levantamiento del cepo al dólar y el acuerdo con los "fondos buitre".

Incluso, se ocuparon de boicotear la ley de reforma política, que no es otra cosa que cambiar el sistema de votación por el voto electrónico o boleta única.

Evidentemente, cuestionar el encontrar soluciones a problemas que ellos generaron y jamás supieron resolver es boicotear al gobierno, ya sea por inútiles, mala leche, o ambas cosas.

También boicotearon el aumento a las tarifas de luz y gas, algo que como todo el mundo sabe, debía hacerse para tratar de solucionar la crisis energética que también ellos generaron en sus más de 12 años de gobierno. Y hay más. Un clarísimo ejemplo de ello es lo que hicieron con la reforma al impuesto por ganancias.

Pero eso ya responde al pasado, y lo más reciente, se resume al paro de la CGT para el 7 de marzo, más los constantes piketes de las "organizaciones sociales", más el paro programado de los docentes, más el pedido de juicio político a Macri por parte de diputados kirchneristas.

Con Máximo Kirchner en primera fila, el viernes 24 de febrero, el PJ bonaerense intentó dar una muestra de unidad con miras a las elecciones. En dicha cumbre, el ex intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, dijo: “Vamos a parar este proyecto de país de una Argentina tan injusta, y los peronistas, como siempre, vamos a hacer realidad los sueños y las esperanzas de la gente.” Es curioso, muy curioso, que esta gente que gobernó durante más de 12 años pretendan ahora darle a la gente lo que no pudieron, o supieron, mejor dicho, mientras fueron gobierno. ¿Autocrítica? CERO.

Con hechos concretos sobre la mesa, es más que claro que la oposición -especialmente el kirchnerismo y ahora el Frente Renovador- no solo no ayuda, sino que hace todo lo posible para tratar de boicotear casi todas las medidas que quiera tomar el gobierno.

Lo vamos a decir de manera simple, fácil y sencilla. La cuestión de fondo es perjudicar al gobierno, ¿para qué? Para desestabilizar, ¿Para qué? Para voltear al gobierno, ¿por qué? Porque muchos, muchísimos ex funcionarios kirchneristas —y muchos de los actuales— saben que, tarde o temprano terminarán presos, y saben que la única manera de zafar es volteando al gobierno de Macri.



lunes, 27 de febrero de 2017

Negacionistas: ¿para qué sirve la Historia?... @dealgunamanera...

Negacionistas: ¿para qué sirve la Historia?...


El 23 de marzo de 1944, en Roma, durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de partisanos detonó dos bombas contra una columna de policías de Bolzano (italianos germano parlantes): mataron a 28 de ellos y a tres civiles. El comandante de la Gestapo en Roma, Herbert Kappler, decidió hacer un escarmiento. Contó con la colaboración de Erich Priebke, a quien los argentinos conocen pues fue extraditado desde nuestro país a Italia para ser juzgado.

© Escrito por Federico Lorenz el lunes 27/02/2017 y publicado en http://www.rionegro.com.ar, de la ciudad de General Roca, Provincia de Río Negro.

La represalia de las tropas de ocupación alemanas, indiscriminada, consistió en fusilar, tomados al azar, a diez italianos por cada una de las víctimas del ataque partisano. Los llevaron a las Fosas Ardeatinas, unas minas abandonadas cerca de Roma, y los asesinaron y enterraron allí. Resultaron 335 víctimas porque se equivocaron en las cuentas.

Mientras ocurrían los hechos, circularon varias versiones para justificar la matanza: que antes de proceder al fusilamiento los ocupantes alemanes habían publicado un bando en el cual advertían acerca de las represalias en caso de atentado contra sus tropas; que habían empapelado Roma con bandos invitando a los responsables a entregarse. Al no hacer caso a las advertencias, ni entregarse después, los resistentes eran los responsables de las muertes perpetradas por las SS.

El historiador italiano Sandro Portelli demostró que, aunque falaces, estas versiones construyeron un sentido común que funcionó como la “verdad” sobre lo que había sucedido. Los partisanos eran irracionales (no habían escuchado la advertencia, ni pensado en las consecuencias de sus actos) y cobardes (no se habían entregado y habían muerto inocentes en su lugar). Pero Portelli estableció que ese bando nunca había existido: fue un rumor que propalaron diarios conservadores, corrió de boca en boca, y se asentó en la memoria como verdad. En esa mentira, los resistentes eran los responsables del crimen nazi.

Todo lo contó Portelli en un libro llamado La orden ya fue ejecutada. Roma, las Fosas Ardeatinas, la memoria.

Muchos de los que a finales del siglo XX empezamos a trabajar “temas de memoria” (que en Argentina aún significa “la época de la dictadura y Malvinas”) encontramos en ese libro una gran inspiración. En estos días en que con tanta impunidad y ligereza aparecen funcionarios, políticos, intelectuales y periodistas que impugnan lo que ya es cosa juzgada en la Argentina (el terrorismo de Estado), lo recordé con nostalgia y alguna amargura. ¿Hay que empezar todo de nuevo otra vez? ¿No logramos acumular conocimiento? Bastó rascar un poquito para que apareciera allí la foja cero a la que pretenden volver. Parecería que todo se reduce a opiniones, que no hay verdad posible, y que lo mejor que podemos hacer es “completar la memoria”.

Es verdad que se pueden profundizar temas, mejorar explicaciones, pero revisar la historia no es negarla. Eso lo aprendí, también, gracias a otro libro leído en aquellos primeros años como investigador: Los asesinos de la memoria, de Pierre Vidal - Naquet. Hijo de dos deportados asesinados en Auschwitz, este célebre helenista se propuso demostrar que los negacionistas no solo no hacen buena investigación histórica, sino que mienten. Desmontó los argumentos de Robert Faurisson, un negador del Holocausto. Lo hizo con método, y de una manera implacable, a pesar de que para ello tuvo que echar sal a sus heridas. Superó la prueba del propio involucramiento emotivo: “aquí no se trata de sentimientos” –escribió- “sino de la verdad.

Esa palabra, que antes pesaba, tiene hoy en día una tendencia a disolverse”. Tal vez demasiado tajante, pero es que Vidal – Naquet supo que el peligro era muy grande, y no se podía dar el lujo de distraerse. Los negacionistas no quieren destruir la verdad “que es indestructible, sino la toma de conciencia de esa verdad”. Terrible, porque esa toma de conciencia es el momento de la decisión política, el paso previo a la acción. ¿Cómo paralizar a miles? Golpeando “a una comunidad sobre las mil fibras aún dolorosas que la ligan a su propio pasado”. Es un trabajo de zapa, que disfrazado de la revisión para avanzar, paraliza, no nos deja salir de un momento fundante a partir del horror: “se trata de privar, ideológicamente, a una comunidad de lo que representa su memoria histórica. Henos pues obligados, en última instancia, a probar lo ocurrido.

Nosotros, que sabemos desde 1945, henos aquí forzados a ser demostrativos, elocuentes”. Reemplacemos “1945” por “1985”, el año histórico del Juicio a las Juntas. Hemos construido pisos de saber, aproximaciones a la verdad (pues no existe algo así como la verdad absoluta) pero resulta que hay quienes, escudados en el derecho a opinar, impugnan esa verdad juzgada.

Cuando hace años leía estos textos fascinantes, atrapado en el dolor y la esperanza de mi propio país, encontré también sentido para mi trabajo como historiador. Escribe Sandro Portelli, el autor de La orden...: “He entendido concretamente algo que sabía en teoría: una tradición es un proceso en el que también la simple repetición significa una responsabilidad crucial, porque el sutil encaje de la memoria se lacera de modo irreparable cada vez que alguien calla. No es solamente en África donde, como decía Jomo Kenyatta, se quema una biblioteca cada vez que muere un viejo; también en Italia, cada vez que un antifascista calla, se quema un pedazo de libertad”.

¿Hay que empezar todo de nuevo otra vez? ¿No logramos acumular conocimiento? Bastó rascar un poquito para que apareciera allí la foja cero a la que pretenden volver.

Vidal Naquet desmontó los argumentos de un negador del Holocausto. Lo hizo con método, y de una manera implacable, a pesar de que para ello tuvo que echar sal a sus heridas.



domingo, 26 de febrero de 2017

Zigzag entre España y Brasil… @dealgunamanera...

Zigzag entre España y Brasil…

Jefe espía. Gustavo Arribas. Foto: Pablo Temes.

Macri se ilusiona con empresarios europeos y sufre con los coletazos de juicios vecinos.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 26/02/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El trío que forman Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui constituye una barrera inexpugnable que complica la comunicación con Mauricio”, reconoce con expresión de fastidio un dirigente que pertenece a la génesis del PRO, y agrega: “Recién después del sacudón producido por el asunto del Correo, lo observé (a Macri) con actitud de escucharnos a todos”.

El Correogate le ha pegado duro al Gobierno. Más allá de las explicaciones hasta aquí dadas, una encuesta que maneja el entorno del Presidente le muestra una caída de su imagen que rondaría los nueve puntos junto a un efecto colateral que agrava la preocupación: también la imagen de María Eugenia Vidal se ve perjudicada por el affaire.

Por eso, el lunes pasado, antes de partir hacia España, Macri se reunió con una mesa chica para realizar un análisis político del nuevo escenario que ha generado el escándalo del Correo, que se vio aun peor por el caso de Avianca, la low cost que comenzará a operar en el mercado aerocomercial argentino, en el que aparece involucrado otra vez Franco Macri.

Participaron de ese núcleo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora de Buenos Aires y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Como ocurre en todo gobierno, a éste también lo atraviesan las inevitables alternativas de las internas. La puja de egos de la actual administración es mucha.

Como lo describe el testimonio con que abre esta columna, el trío Peña-Quintana-Lopetegui genera la tirria y el enojo de la mayoría de los miembros del gabinete. “Les falta calle y, encima, son soberbios”, se quejaba días pasados un encumbrado ministro. Quienes han hablado con el titular de la cartera de Trabajo, Jorge Triaca, le han escuchado adjudicar el innecesario conflicto con la Asociación Bancaria a la miopía de Gustavo Lopetegui.

El viaje a Madrid puso a Macri frente a una realidad compleja: relanzó la relación bilateral severamente dañada durante los doce años del kirchnerato y cosechó la aprobación de la crema empresarial española. Sin embargo, no hubo ninguna concreción significativa ni atisbo de que la vaya a haber en el futuro inmediato. La razón es muy simple: la incertidumbre política. El de Macri es un gobierno débil desde el punto de vista de su poder institucional. Es el primero que, desde la recuperación de la democracia, en 1983, no domina ninguna de las dos cámaras del Congreso y que enfrenta la necesidad de asegurar una perspectiva de permanencia en el poder para concretar los cambios estructurales a los que aspira. 

Para eso debería contar con una cuota de poder mayor –no para imponer sino para negociar acuerdos con las fuerzas de la oposición– sobre los planes que tiene para la Argentina después de doce años de un gobierno populista. Esta incertidumbre política es la que está frenando las inversiones que requiere el país para reactivar una economía que no termina de arrancar. Para el oficialismo, las elecciones legislativas de octubre venidero serán claves. Si no gana, la gobernabilidad de sus dos últimos años de gestión será muy difícil.

Los indicadores económicos no le sonríen ni al Gobierno ni a la gente. La actividad industrial en enero cayó un 1,1%, el costo de los alimentos no para de subir. En muchos casos, el plan de precios transparentes no ha servido ni para hacer los precios transparentes ni para que bajen. Muy por el contrario, hasta aquí los más favorecidos son los que más tienen. A todo esto hay que sumar los despidos y los aumentos de las tarifas, frente a los que algunos funcionarios se colocan como si fueran simples comentaristas de la realidad.

En el diálogo que Macri mantuvo con Mario Vargas Llosa en Madrid, mencionó el caso Odebrecht. “Nada contribuyó tanto a conocer la corrupción como el caso Odebrecht”, dijo. Las novedades judiciales en la Argentina en las que ya están implicados Ricardo Jaime y su testaferro Manuel Vázquez tienen como uno de los funcionarios bajo sospecha al titular de la Agencia Federal de investigaciones (AFI), Gustavo Arribas. En la causa que lleva el fiscal federal Federico Delgado, se espera mayor celeridad de parte del juez federal Rodolfo Canicoba Corral.

El Lava Jato avanza en toda América Latina menos en la Argentina. Hay falta de acción de todos los costados. En lo judicial pareciera ser el único lugar donde no hay grieta.

Los arrepentidos están contando todo en Brasil, uno de los que hablan es el CEO para Argentina, lo que debería hacer Canicoba Corral es pedir al país vecino interrogarlo. Pero en la Argentina los jueces no pueden hacer pedidos al exterior directamente: como son relaciones de Estado a Estado, se hace a través del Poder Ejecutivo, vía Cancillería. El acuerdo que se firmó en Brasil sostiene que los arrepentidos van a colaborar con todos los países que se vieron involucrados. Dicho acuerdo es de colaboración recíproca hasta junio; si alguien quisiera demorar las cosas, sólo lo lograría hasta esa fecha. De todos modos, antes, la Argentina podría pedir el interrogatorio y automáticamente se lo darían. Hay que comparar con Panamá y Colombia, en donde hubo avances que aquí brillan por su ausencia.

Leonardo Meirelles, el operador cambiario “arrepentido”, declaró haber transferido US$ 594.518 mediante cinco transferencias a la cuenta de Arribas en el Credit Suisse, utilizando para hacer el depósito una empresa que la Justicia brasileña ya dictaminó como “fantasma” constituida solamente para pagar sobornos. Lo único que habría que linkear es si esas transferencias tienen vínculo o no con el soterramiento del Sarmiento. Hay que recordar que uno de los socios de la obra es Angelo Calcaterra, primo de Macri. El enlace no es difícil de hacer. Si la plata de Suiza no hubiese llegado a la Argentina, el delito no se juzgaría acá, pero sí en Brasil.

Envalentonados por estos avatares judiciales que complican al Gobierno, un grupo de 15 diputados del Frente para la Victoria decidió pedir el juicio político de Macri por “responsabilidad en el mal desempeño y la comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones”. Resulta curiosa esta iniciativa visto lo que fueron los doce años del kirchnerato, plagados de delitos de corrupción frente a los que ninguno de los firmantes nada hizo. Es, una vez más, la evidencia contundente de la doble moral del kirchnerismo.

Producción periodística: Santiago Serra.





viernes, 24 de febrero de 2017

Soterramiento del tren Sarmiento… @dealgunamanera...



Así está el soterramiento del tren Sarmiento…


El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, participó de una recorrida para conocer el avance de la construcción.

Publicado el viernes 24/02/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, participó el miércoles de una recorrida por la obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, en la localidad de Haedo. En octubre del 2016, el titular de esa cartera junto con el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal, encabezaron el acto de puesta en funcionamiento de la tuneladora para concretar la construcción. El proyecto fue anunciado varias veces en los últimos años, en especial tras la tragedia de Once, de la que se cumplieron cinco años esta semana.

Dicha máquina -la cual permaneció sin actividad durante cuatro años y medio- se encuentra hoy 22 metros bajo tierra en funcionamiento. Se estima que extrae un promedio de 600 metros cúbicos de tierra húmeda o tosca por día, que sacan al exterior en vagones que luego se llevan hasta la superficie.

Además de excavar, la máquina arma la estructura de hormigón del túnel al fijar contra la pared unas estructuras de hormigón armado llamadas "dovelas", las cuales se encastran entre sí hasta formar un cilindro o anillo completo. Hasta la fecha, se llevan colocados 63 de ellos. En el interior de la máquina trabajan cerca de 40 operarios.

En el mismo contexto, pero sobre la superficie y en una planta contigua a la trinchera se hacen las estructuras de hormigón armado que luego son transportadas hasta el pozo: hasta el momento se fabricaron 1917 dovelas, que corresponden a 248 anillos.  

Se estima que esta obra beneficie a más de 200 mil pasajeros de esa línea, dado que consta de un túnel de 18 kilómetros entre las estaciones de Caballito y Castelar y 8 estaciones subterráneas que permitirán que se eliminen los cruces a nivel y con ello, logran una mejora en el tránsito por donde en la actualidad se encuentran las vías. 
El proyecto integral que conforma también la construcción de nuevas estaciones, tiene un plazo de cinco años. En ese período se generarán a su vez, según fuentes oficiales, cerca de 10 mil puestos de trabajo. Entre los beneficios de los usuarios del servicio se encuentra el ahorro del tiempo. Hoy, en el recorrido entre Castelar y Once, el tren demora cerca de 50 minutos, y con la obra disminuiría a 35. Además, planean mejorar las frecuencias entre una formación y otra. 

El soterramiento fue una promesa largamente postergado que pusimos en marcha y seguimos avanzando, como parte de nuestro compromiso con el transporte público de calidad. En 5 años vamos a lograr lo que no se hizo en 10, para saldar una deuda con los millones de pasajeros y vecinos de la traza del ferrocarril Sarmiento", precisó Dietrich. "De haberse hecho en tiempo y forma, se hubiese evitado la tragedia de Once. Estamos transformando la manera de viajar en los trenes metropolitanos y el soterramiento es un proyecto fundamental para mejorar la vida de las personas”, recalcó.

La puesta en marcha del soterramiento forma parte del Plan Integral de Obras para la Red Metropolitana de Trenes ejecutada por el Ministerio de Transporte para transformar la manera de viajar en tren en el AMBA y que más de 10 millones de personas puedan acceder a un transporte público de calidad, más cómodo y seguro, con mejores servicios y frecuencias.

Con una inversión de 14.000 millones de dólares a 2023, este plan mejorará la infraestructura de todo el sistema ferroviario y hará posible la interconectividad de todas las líneas mediante la Red de Expresos Regionales (RER), una red de túneles y de estaciones subterráneas.