miércoles, 6 de febrero de 2013

La Gata Flora y la oposición... De Alguna Manera...


El gataflorismo opositor…
 
Estrategia de desgaste. La estrategia de medios y políticos opositores por ellos editorializados consiste en multiplicar especularmente la dimensión de los problemas que existen en Argentina, como existirían en cualquier país que resolvió una crisis que sometió al hambre al 30% de su población hace tan sólo una década, por lo que sorprende al mundo la rapidez de la salida.

Para tener una dimensión de la velocidad de las mejoras obtenidas desde mayo de 2003, obsérvese que España lleva ya seis años desde el inicio de su crisis visible, tras la caída del Lehman Brothers, la profundiza día a día y alcanzará en 2013 los 6 millones de desocupados, con 53% de desempleo juvenil.

La sed de desestabilización y desgaste de Cristina por parte de la opo es tan grosera que una movilización opositora mediana con convocatoria en el cogotudo centro norte porteño es concebida como una pueblada sin par.

Un problema de aumento de precios, en especial de alimentos y bebidas, que para 2012 el Indec estimó en 13,3% y el Instituto Provincial de Estadística de Santa Fe, en 17,6%, replica con un “IPC del Congreso” (opositor) que trepa a la friolera del 25,6% general y supera el 30% en alimentos y bebidas, ¡si se desagregara!

El aumento de 0,9 en la tasa de desempleo entre el 4º trimestre de 2011 y el 3º de 2012 supone un “notable aumento de la desocupación por tercera vez consecutiva” pero la baja en el 4º trimestre de 2012 al 6,9% resulta “un descenso sin significación estadística”, olvidando que cuando los sabios neoliberales gobernaban, durante la minicrisis del Tequila, el desempleo saltó del 10,7 % al 18,4% en un añito.

Si Cristina habla, abusa del “relato” y cae la imagen 30 puntos; si no habla, deja desamparados a los argentinos y cae otros 30 puntos adicionales. Por suerte, la Presidenta no cree en encuestas porque sabe que cuando la imagen positiva llega a 0, el marcador vuelve solito a 100.

En fin, este pintoresco gataflorismo opositor es captado críticamente por la ciudadanía ya no solo por la que apoya al Gobierno, que ante la gestión adecuada y este espectáculo deprimente renueva su apoyo, sino por los que lo adversan, pasmados al ver cómo la opo se deshilacha cada día. Y tienen razón! Francisco de Narváez, cuya jugada más osada de cara a 2013 es que vuelva alica alicate, de 15 diputados que supo tener tras su hit de 2009, retiene apenas tres, y la diáspora no termina.

Hay al menos tres radicalismos: El de centroizquierda, encabezado por Ricardo Alfonsín, Leopoldo Moreau, etc., que busca acercarse al FAP. El de centroderecha, capitaneado por Sanz y Aguad, que plantea una alianza con el PRO, y el cletorradicalismo, un ornitorrinco interno que nadie sabe qué busca, pero pronosticó “inminentes cambios en el signo monetario”. Horangel, un poroto.

Mientras tanto, Macri ha elaborado un extravagante discurso para justificar su nueva huida esta vez de territorio bonaerense, que propala mejor que nadie Rodríguez Larreta: “Es que el país aún no está en peligro institucional severo, y no es necesaria la candidatura de Mauricio”, agregando: “Además, tenemos muchísmos candidatos bonaerenses como Carlitos Melconian y Guillermo Montenegro”, entre otras topadoras electorales.

El peronismo no K, que menos Daniel Scioli todos suponen va a estar encabezado por el ex motonauta, en términos parlamentarios en la Cámara baja se extingue este año y De la Sota está volteando antenas digitales a lo pavo, en busca de sólo él sabe qué.

Hermes Binner, tras mandar su tuit de feliz Navidad a mediados de enero, se indigna frente al favoritismo del Gobierno en la asignación de fondos justo cuando, a través de Télam, se informa que durante su gobernación “dictó 81 decretos entregando subsidios a 112 municipios y comunas, de los que 92 (es decir el 82,14%) eran gobernados por el Frente Progresista Cívico y Social, quedando el 7,12% restante para los municipios y comunas del PJ y los partidos vecinales”.

En fin, frente a este panorama debemos convenir que así no, así no salen adelante los argentinos que quieren un cambio de gobierno. O sea ustedes, estimados lectores de PERFIL.

© Escrito por Artemio López, Director de Consultora Equis, el sábado 02/02/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


martes, 5 de febrero de 2013

Nelson Castro, expulsado de un bar… De Alguna Manera...


Nelson Castro, expulsado de un bar…

Nelson Castro, persona no grata en un bar capitalino. Foto: Cedoc

"Vino el dueño del comercio, me dijo que yo era persona no grata en ese lugar", dijo el periodista. Cómo fueron los hechos.

La crispación política en la Argentina hace que cada vez sea más complicado caminar con tranquilidad. Ahora el mal momento lo pasó el periodista Nelson Castro, quien contó una situación incómoda que le tocó vivir ayer en un bar de Capital Federal.

"Yo estaba ayer en un bar en Santa Fe, fui a tomar algo, pasaron 10 o 15 minutos, llamé al mozo y vino el dueño del comercio, me dijo que yo era persona no grata en ese lugar y que no me iban a atender, me levanté y me fui, cuando me estaba yendo vino el mozo a decirme que ellos no tenían nada que ver, que solo eran empleados", explicó.

Algo similar le pasó el domingo al viceministro de Economía, Axel Kicillof cuando volvía de Uruguay y el propio vicepresidente Amado Boudou debió escuchar los silbidos contra su persona. "Eso marca lo que se vive hoy en Argentina, hay una situación de intolerancia que debemos reconocer para frenar y parar", indicó Castro.

"Yo lo pongo en el marco de lo que está pasando, la crispación es una realidad, ayer me tocó vivir eso y también he vivido insultos en la calle, lo mismo le debe pasar a los que piensan de otra forma,..., esto no había pasado en 30 años de democracia..., es horrible si le pasa a Kicillof, a Boudou o a alguien de 6 7 8 también", agregó a TN.

© Publicado el martes 06/02/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Nelson Castro no dará a conocer cuál es el bar de donde lo expulsaron por "no grato"



Dijo que no divulgará el nombre del local para "evitarle un escrache". Y señaló: "No se puede responder con metodologías facistas". Aclaró además que no se trata del Bar Babieca. 

Nelson Castro volvió a hablar de la situación incómoda que le tocó vivir ayer en un bar de la avenida Santa Fe, donde fue expulsado por su dueño por considerarlo “persona no grata”, y dijo que no dará a conocer el nombre del local para “evitarle un escrache”.

“No hablo del lugar para evitarle un escrache. No di ni daré ningún nombre”, dijo el periodista en su programa Entrelíneas que se emite por radio Continental.

Y agregó, en medio de la polémica que se desató en estos días por los escraches que sufrieron el viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el vicepresidente Amado Boudou: "Repudiaría un escrache contra cualquiera, aún contra ese lugar".

"No se puede responder con metodologías facistas, tenemos que responder con respeto", señaló luego de contar públicamente que fue echado de un bar. “Lo que uno remarca es la actitud, y ojo con este país del ojo por ojo. Este es el país del pasado que a nosotros nos divide”, añadió.

Ante la insistencia de sus oyentes, además se encargó de aclarar que "no es Babieca", el tradicional bar y restaurante de Riobamba y Santa Fe.

“El peronismo, especialmente del gobierno, tiene una responsabilidad mayúscula", señaló Castro. "Lo que queremos para el país es desterrar el germen del odio”, concluyó.

Más temprano, el periodista contó cómo fue que lo expulsaron del bar. Y reflexionó: "Yo lo pongo en el marco de lo que está pasando, la crispación es una realidad, ayer me tocó vivir eso y también he vivido insultos en la calle, lo mismo le debe pasar a los que piensan de otra forma, .., ésto no había pasado en 30 años de democracia .., es horrible si le pasa a Kicillof, a Boudou o a alguien de 6,7,8 también", agregó a TN.

© Publicado el martes 06/02/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Viaje al pasado… De Alguna Manera...


Viaje al pasado…

El dólar de ya no ser, CFK y GW. Dibujo: Pablo Temes.

Dólar, cortes de luz, aumento del mínimo no imponible y acuerdo con Irán: tarde o mal.

En el viaje al pasado al que día tras día va llevando Cristina Fernández al país, revivió en esta semana, como nunca desde el comienzo de la era de los Kirchner, la fiebre del dólar. En medio del mal humor producido por el calor agobiante y los cortes en el suministro de energía eléctrica, tanto el jueves como el viernes que pasaron, como sucedió otras veces en la historia argentina, el valor que hora tras hora alcanzaba la divisa estadounidense en el mercado paralelo fue marcando el pulso de la actividad económica. No importa si eran grandes inversores o el señor o la señora de barrio. Nadie estuvo, en esas horas, indiferente al destino del blue.

Es curioso este fenómeno generado por la mala praxis económica llevada adelante por funcionarios kirchneristas que, con sus medidas y sus dichos, contradicen uno de los postulados básicos –la estabilidad del dólar– que formaban algo así como el manual de la gobernabilidad que Néstor Kirchner aplicaba como un concepto casi “bíblico”. El ex presidente, que se había preocupado por estudiar economía y por aprender sus principios básicos, sabía también que el superávit fiscal era un pilar fundamental para asegurar una buena administración gubernamental. En fin, cosas de sentido común que Kirchner había tenido el tino de aprender y poner en práctica.

Todo eso se ha tirado por la borda. Y aparece aquí, entonces, un verdadero desafío para el Gobierno: la necesidad de hacer correcciones. Y ésta es una alternativa para la que la Presidenta ha demostrado tener poca aptitud. Y esa poca aptitud se manifiesta, entre otros hechos, en la manera como se reacciona desde el oficialismo cuando alguien se atreve a desnudar la citada mala praxis gubernamental que ha generado un enorme problema cuya solución habrá de ser cada vez más costosa. Es lo que le pasó a Mario Wainfeld a raíz de su última columna dominical en Página/12. Mario, a quien nadie podría tildar de opositor y al que se lo valora por su pluma y por su respeto a la pluralidad, no hizo más que narrar el sinsentido de lo que hoy vive la mayoría de los ciudadanos que quieren o necesitan comprar dólares. Ante la enunciación de esa realidad, el Gobierno actuó como siempre, es decir, la descalificación. Eso fue lo que significó la “respuesta” que le dio la AFIP, en la que lo que faltó fue una contestación al planteo hecho por nuestro colega. Fue un calco del caso de la carta de la Presidenta a Ricardo Darín en la que lo que menos hizo la remitente fue responder al interrogante sobre su fortuna personal que se había planteado el actor.

La desilusión reinante en las filas de la CGT Balcarce luego del anuncio hecho por la Presidenta a través de la cadena nacional de la suba del mal llamado mínimo no imponible ha sido un termómetro de lo insuficiente de la medida. Es más o menos lo mismo que pasa con una enfermedad: cuando un remedio se da a destiempo y en cantidades insuficientes, aun cuando contenga la droga adecuada para el mal en cuestión, terminará siendo ineficaz. Es lo que está sucediendo ahora con la decisión del Gobierno. La suba anunciada del mínimo no imponible –del 20%– llega tarde y es insuficiente. Es más, dependiendo de los aumentos salariales que se acuerden en las negociaciones paritarias, a muchos trabajadores los terminará perjudicando. Al lado de este problema que afectará a muchos asalariados, está el de la inflación, que también los perjudica. “Este dinero irá al consumo”, señaló Fernández de Kirchner el lunes pasado. El problema es que, en el marco dentro del que se desenvuelve la actividad económica, el aumento de la demanda es hoy un factor inflacionario más. Por otra parte, como consecuencia de esa dinámica, en la Argentina de hoy todo es consumo, nada es ahorro. Por eso es que la irrealidad de los índices del Indek ya no sirve más. Y esto va más allá de la censura que acaba de aplicarle al país el Fondo Monetario Internacional. El ministro de Economía acaba de anunciar que se creará un nuevo índice. ¿Quién le creerá?

El azoro de la semana lo produjo la inesperada decisión del Gobierno de disponer que tanto el juez como el fiscal que tienen a su cargo la investigación por el brutal atentado terrorista contra la AMIA deberán trasladarse a Teherán para interrogar a los funcionarios del gobierno iraní incriminados en el hecho. Al respecto, lo que no hay que olvidar es que ese atentado se produjo en territorio argentino, que fue hecho contra una entidad argentina, y que las víctimas fueron en su mayoría ciudadanos argentinos junto con algunos ciudadanos extranjeros residentes en la Argentina. No es, por lo tanto, similar al atentado contra el vuelo 103 de Pan Am que se desintegró, el 21 de diciembre de 1988, en pleno vuelo al estallar una bomba colocada en el Boeing 747 cuando se hallaba sobre la localidad escocesa de Lockerbie, durante la travesía Londres-Nueva York. En ese atentado murieron los 243 pasajeros, los 16 miembros de la tripulación y 11 personas más en tierra. La acusación por el hecho recayó sobre integrantes del gobierno del dictador libio, Muamar Kadafi. A pesar de que la aeronave pertenecía a una empresa estadounidense, el juicio lo llevaron adelante jueces de Escocia en un país neutral –Holanda– al que Kadafi entregó a los dos oficiales de inteligencia acusados.

Que la Presidenta haya hecho este anuncio de tamaña trascendencia por Twitter es una desagradable muestra de banalización de un tema grave y doloroso: una cosa es utilizar el contenido de 140 caracteres para apreciaciones críticas o sarcásticas y otra, hacerlo sobre el caso AMIA. Decir que aceptar que los interrogatorios se hagan en Irán es una reafirmación de la soberanía es como afirmar que lo que es blanco es negro. E imaginar que por esta vía se logrará que el régimen de Mahmud Ahmadinejad entregue a sus funcionarios parece quimérico. ¿Será el próximo paso del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pedirle disculpas a Irán?

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 02/02/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.