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miércoles, 30 de enero de 2019

Maduro y Allende… @dealgunamanera...

Maduro y Allende…

Presidente de Venezuela Nicolás Maduro y Presidente de Chile Salvador Allende.

No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable. La experiencia de Maduro, en cambio, ha traído persecución política, miseria, crisis humanitaria, hambre, emigración masiva y el sufrimiento del pueblo venezolano.

© Escrito por Sergio Bitar el viernes 25/01/2019 y publicado por el Diario Digital El Mostrador de la Ciudad de Santiago de Chile, República de Chile.

En repetidas ocasiones Maduro ha intentado refugiarse en la imagen de Allende. No podemos dejar pasar esta grave distorsión de la realidad histórica. Ni Chávez ni Maduro tienen nada en común con Allende.

Allende fue un hombre de una trayectoria democrática impecable. Diputado, senador, ministro, Presidente de la República, ejemplo de vida dedicada al fortalecimiento de las instituciones democráticas, la ampliación de las libertades y de los derechos de los trabajadores y de la gente más pobre. Chávez fue un coronel que intentó un golpe de Estado en 1992 y luego triunfó en las elecciones de 1999, sin tradición democrática. Inició un proceso de regresión democrática y de deterioro económico, que solo se pudo ocultar por el alza cuantiosa del precio del petróleo.

Allende respetó la Constitución y las leyes, las libertades personales, el Parlamento actuó sin restricción alguna, la Corte Suprema ejerció sus funciones con plena independencia, la libertad de expresión alcanzó su más amplia extensión, todos los partidos políticos se desplegaron y fortalecieron. Jamás se violaron los Derechos Humanos, ni hubo presos políticos. El caso venezolano con Chávez y Maduro es completamente distinto. La elección de la Asamblea Nacional legítima fue atacada y se intentó sustituirla por un órgano ilegal, existen presos políticos desde hace muchos años, las libertades de expresión han sido cercenadas con el control de los distintos medios de comunicación, ha habido persecución y exclusión de partidos políticos, matonaje y represión.

En el ámbito económico la diferencia es enorme. Allende luchó por recuperar las riquezas básicas que se encontraban en manos extranjeras, organizar a los sectores trabajadores modestos y reducir la miseria. En el caso de Venezuela, el petróleo ya estaba en manos del gobierno, no había nada que nacionalizar. Y a pesar de ello, el gobierno venezolano, sin oposición de país ni empresa alguna, provocó una caída sin precedente de la producción, de cerca de 3 millones de barriles diarios a menos de 1 millón ahora.

Venezuela exporta sin problema a Estados Unidos, donde además posee una empresa distribuidora de gasolina (CITGO). Pero su fracaso es tal, que de exportador de gasolina a EE.UU., ahora la importa desde ese país. No solo han tenido todo el mundo abierto al comercio, sino además contaron con un enorme financiamiento de China, inexistente antes. Este desastre nada tiene que ver entonces con el “imperialismo y la burguesía”, es solo incapacidad e ineficacia. En el caso chileno, la nacionalización del cobre fue respondida por el gobierno de Nixon y de las compañías del cobre con bloqueos, cortando el financiamiento internacional, de repuestos, promoviendo el embargo de los embarques de cobre cuando llegaban a los puertos de destino en Europa.

Las condiciones internacionales de 1970 eran completamente distintas a las del año 2000. Chile debió enfrentar un período de Guerra Fría en que la actitud norteamericana del gobierno de Nixon hacia Chile fue implacable desde un comienzo, tratando de impedir la asunción de Allende y complotando para socavar el gobierno, mediante ahogo financiero y la presencia activa de la CIA, como quedó en evidencia en las propias investigaciones del Senado de EE.UU. Nada de eso ha ocurrido en Venezuela.

Tampoco es similar la situación de las Fuerzas Armadas. En el caso chileno, ellas formaban a sus oficiales en la llamada doctrina de la seguridad nacional, con cursos impartidos en Panamá, mostrando que el enemigo era interno y, por lo tanto, su tarea era aplastar cualquier movimiento social que quisiera impulsar cambios. Nada de ello ha existido durante los gobiernos de Chávez y Maduro. Ellos han contado con el respaldo total de las Fuerzas Armadas, sin lo cual no podrían haber sobrevivido al desastre humanitario, la indignación popular y el quiebre de las instituciones democráticas.

En Chile, ni creció la violencia criminal ni mucho menos la corrupción. La dictadura chilena, que intentó difundir falsedades como el llamado Plan Z y luego de reiteradas investigaciones a las cuentas personales y de los familiares de los principales dirigentes de la Unidad Popular, nunca pudo realizar acusación alguna. Nada de eso se compara entre el Chile de Allende y la Venezuela de Chávez y Maduro, donde se presenta una de las más altas tasas de homicidio del mundo.

Mucho daño ha hecho ya la experiencia de Maduro, la persecución política, la miseria de un pueblo, la crisis humanitaria, el hambre, la emigración masiva, el sufrimiento del pueblo venezolano.

Esta terrible experiencia ha provocado temor a las experiencias progresistas de América Latina, y hoy es un arma que utiliza la derecha para atacar a quienes intentan cambios económicos y sociales. La campaña de “Chilezuela” es un ejemplo, y similares campañas se han articulado en otros países.

No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable.



domingo, 8 de abril de 2018

Eduardo Galeano. "Las venas abiertas de América Latina"… @dealgunamanera...

No volvería a leer ‘Las venas abiertas de América Latina"… 

Eduardo Galeano, en la Bienal del Libro de Brasilia. Fotografía

El escritor uruguayo opinaba que ni el fallecido Hugo Chávez ni Barack Obama "entenderían el texto" de la obra.



© Escrito por Marina Rossi el 05/05/2014 en São Paulo, Brasil y publicado por el Diario El País de la ciudad de Madrid, España.

Desde su publicación en 1971, Las Venas Abiertas de América Latina, del escritor uruguayo Eduardo Galeano, se transformó en un clásico de la izquierda latinoamericana.

En la obra, el autor analiza la historia del continente: la explotación económica y la dominación política a la que ha sido sometido, desde la colonización europea hasta los años setenta, época de su publicación. Esto, en el contexto de la Guerra Fría (1945-1991), y cuando se ponía en marcha la era de las dictaduras militares en América Latina.

El libro de Galeano era tan identificado con las ideologías revolucionarias y de izquierda que fue proscrito de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay mientras estos países permanecieron bajo el yugo dictatorial. Galeano estuvo preso en su país tras el golpe de 1973 y después, obligado a exiliarse: primero en Argentina y después en España.

Cuarenta años después, Galeano confiesa que no leería nuevamente su libro más exitoso. “No sería capaz de leerlo de nuevo. Caería desmayado”. Así lo dijo durante una visita a Brasil el mes pasado, donde participó en la Segunda Bienal del Libro en Brasilia, realizada entre el 11 y el 21 de abril pasados. “Para mí, esa prosa de la izquierda tradicional es aburridísima. Mi físico no aguantaría. Sería ingresado al hospital”, dijo el autor, de 73 años, en una rueda de prensa recogida por Agencia Brasil y el blog Socialista Morena.

No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que, para mí, está superada.

El episodio demuestra que Galeano asumió un tono más mesurado para analizar el maniqueísmo político de otrora. “En todo el mundo, experiencias de partidos políticos de izquierda en el poder a veces fueron correctas, a veces no, y en muchas ocasiones fueron demolidas porque estaban correctas, lo que dio margen a golpes de Estado, dictaduras militares y periodos prolongados de terror, con sacrificios y crímenes horrorosos cometidos en nombre de la paz social y del progreso”, dijo el escritor. “En otras ocasiones, la izquierda ha cometido errores muy graves”, añadió.

Las Venas Abiertas de América Latina se publicó cuando Galeano tenía 31 años y, según el propio escritor, en aquella época él no tenía la formación suficiente para rematar aquella tarea. “[Las Venas Abiertas] intentó ser una obra de economía política, solo que yo no tenía la formación necesaria”, valora. “No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que, para mí, está superada”.

En 2009, durante la Quinta Cumbre de las Américas, el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, le regaló un ejemplar de Galeano al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. En esa ocasión, la obra saltó de la posición 60.280 de la lista de los títulos más vendidos de la web Amazon.es a la décima posición en solo un día.

El escritor fue cuestionado sobre el episodio. Respondió: “Ni Obama y ni Chávez entenderían el texto […]. Él [Chávez] se lo entregó a Obama con la mejor intención del mundo, pero le regaló a Obama un libro en un idioma que él no conoce. Entonces, fue un gesto generoso, pero un poco cruel”.





domingo, 24 de julio de 2016

Entrevista a Cristina Fernández de Kirchner... @dealgunamanera...

“Ser peronista nunca fue fácil en este país, y nunca fue gratis”…


La ex mandataria recibió en su casa a un grupo de periodistas de medios internacionales. Analizó la situación económica y política nacional, aseguró que no le tiene temor a la persecución judicial y alertó sobre los “presos políticos” como Milagro Sala.

Cristina Fernández de Kirchner recibió en su casa en El Calafate a un grupo de periodistas de medios internacionales, a quienes dio una extensa entrevista en la que analizó la actualidad del país y el continente. La ex presidenta aseguró que no tiene miedo de ir presa y afirmó que la “persecución judicial” en su contra es “uno de los riesgos” que asumió al “decidir que los trabajadores tienen que tener un salario que les permita vivir dignamente”. “Ser peronista nunca fue fácil en este país, y nunca fue gratis”, definió. Dijo que el ajuste se aplicó con la modalidad de “shock” para provocar “una flexibilización o precarización laboral obligada”. Y disparó contra la corrupción del actual Gobierno: “A mí no me encontraron ninguna cuenta en Panamá. Escuchar a alguna persona que tenga el apellido Macri hablar de saqueo del Estado, hablar de obra pública, me parece una falta de respeto a la memoria y a la historia reciente de los argentinos”.

Periodista: –A 8 meses de haber dejado el Gobierno, ¿cuál es su análisis de lo que sucede en el país y en la región?

CFK: –Desde una perspectiva regional, veo un retroceso de lo que fueron los gobiernos nacionales y populares, y un avance de la derecha conservadora o restauradora que trajo exclusión social y un nuevo realineamiento que abandonó la idea de unidad regional que primó en el espíritu de la Unasur, el Mercosur y la Celac desde que en 1999 Hugo Chávez asumió en Venezuela. A Chávez le sucedieron Lula en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, el Frente Amplio en Uruguay, Fernando Lugo en Paraguay. Todo eso no fue casualidad: fue un movimiento regional en respuesta a la etapa del neoliberalismo de los ‘90 que había arrasado y fue una verdadera catástrofe social. Una de las características de estos gobiernos populares es que, a diferencia de los gobiernos populares del siglo veinte –quizás discutidos en cuanto a su metodología– fueron profundamente democráticos. Yo los llamaría Gobiernos nacionales, populares y democráticos. Hubo una profunda vida en democracia en cuanto a libertad de expresión, que se garantizó aún cuando surgieron expresiones que atentaban contra los gobiernos y que muchas veces intentaron ser experiencias destituyentes, como la que me tocó vivir a mí en el 2008 en Argentina o como la que le toca vivir ahora a Dilma Russef en Brasil.

En la Argentina veo un retroceso muy importante porque los logros que habíamos obtenido eran realmente formidables. Más allá de ese discurso de la pesada herencia, los números son objetivos: al 10 de diciembre del año pasado la Argentina había alcanzado el menor nivel de endeudamiento externo en moneda extranjera de toda su historia. Lo curioso es que el Gobierno surgido en 2003 fue el que había recibido el país con el mayor default de deuda soberana del mundo: 160 mil millones de dólares. A eso se le suman dos dígitos de desocupación, 54 por ciento de pobreza, 46 por ciento de indigencia, un índice de Gini que andaba por el 5 por ciento. No había paritarias en el país, los jubilados cobraban 200 pesos y terminamos un 9 de diciembre con el nivel de endeudamiento más bajo de toda la historia, que le permite al actual Gobierno y a los actuales gobiernos provinciales tomar deuda, un tipo de endeudamiento sobre el cual no tengo buen pronóstico. Los trabajadores argentinos habían logrado el salario con mayor poder adquisitivo de toda la región comparado en dólares. Con los jubilados pasó lo mismo: llegamos prácticamente a una cobertura universal del 97 al 98 por ciento, a partir de que también logramos recuperar la administración de las AFJP, lo que nos permitió también avanzar con las moratorias jubilatorias. Algunos se enojaban con las moratorias porque decían “no hacieron los aportes”, pero no se daban cuenta que así lográbamos mayor poder de consumo, mayor poder adquisitivo de la gente. Ninguna paritaria en la Argentina durante los 12 años y medio de gestión se cerró por abajo de la inflación, por eso había poder adquisitivo. Eso habla de una política de un gobierno que había concebido al salario no como un precio de la economía sino como un efecto dinamizador y organizador de la economía a través del consumo. Ahora las paritarias se cerraron todas por la mitad o menos de la inflación. En todo el mundo ha bajado el consumo producto de la crisis que no se resuelve, producto de que sigue habiendo, y cada vez más, una mayor desigualdad en la distribución de los ingresos que se extiende como una mancha de aceite en todo el planeta. Con una política comercial de libre importación como la que tenemos hoy, ese excedente mundial lo volvemos a ver en los supermercados argentinos: naranjas de cualquier parte del mundo, frutas de cualquier parte del mundo. Todo esto atenta contra el mercado interno. Esto no quiere decir que hay que tener una economía cerrada, sino una economía que cuide a los productores, a los inversores y a las pequeñas y medianas industrias locales.

Hoy veo retrocesos también en las libertades. No puedo dejar de mencionar el caso de Milagro Sala, presa política, ahora que también están presos otros militantes y dirigentes sociales, entre ellos su esposo. La carta abierta a los despidos: hoy el desempleo figura, junto a la inseguridad y la inflación, entre las principales preocupaciones de los argentinos. El desempleo no era un tema durante nuestra gestión. La inflación, que fue un tema que agitaron permanentemente desde los medios de comunicación hegemónicos, hoy es constante, superando el 50% en los alimentos. Creo que hubo tal vez una mala evaluación del gobierno entrante en cuanto a cuál iba a ser el resultado de su “negociación”, entre comillas, con los buitres. Lograron ordenar al Congreso casi haciendo fila para que votaran un acuerdo muy malo con los buitres y pensaron que iban a llover los dólares. Y no, las inversiones se rigen por otras cuestiones.

El 13 de abril nadie hablaba de tarifas de gas y de luz, y yo recuerdo haber dicho en Comodoro Py, cuando propuse el Frente Ciudadano, que iba a haber una reconstrucción de nuevas mayorías, ya no en base a como estaban ordenados partidariamente sino a cómo iban a resultar agredidos o no por la política económica. Y hable de la factura de luz, de gas y del chango del supermercado cuando no había ningún dirigente político en la Argentina que registrara esto. Estaban todos muy entusiasmados porque habían aprobado el acuerdo con los buitres y todo se iba solucionar. Y esto no me convierte a mí en clarividente, sino simplemente en una persona que estuvo sentada 8 años en el sillón de la Casa Rosada y no de prestada. Sabia que esos aumentos, cuando llegaran, iban a ser de un impacto fenomenal en la inflación, en la calidad de vida y en toda la actividad económica. Porque había una idea de que los subsidios eran para los morochos, para la gente pobre, para los villeros, para los negros, para los cabezas como decían antes despectivamente. Y no, los subsidios eran para toda la economía, eran para las pequeñas y medianas industrias y también para las grandes. Los subsidios eran salario indirecto para los trabajadores, para la clase media que podía consumir, viajar, comprarse un auto o cambiarlo o comprarse una casa. Y esto me parece que no fue correctamente visualizado y yo me acuerdo que el Ministro de Economía dijo que el aumento de tarifas tenía el valor de dos pizzas.

Creo que hubo una mala evaluación también en eliminar ingresos del Estado que pesaban sobre los sectores más concentrados de la economía con una alta rentabilidad. Así se dibujó un déficit que no existía. Resulta incoherente lo que dicen: si había déficit a reducir, uno siempre piensa que lo primero que hay que hacer es equilibrar fiscalmente el país, pero no reducir a los sectores de mayores ingresos los derechos de exportación, sacar las retenciones a la minería o los autos de alta gama. Es como un coctel que todo junto no cierra, porque es contradictorio. Tal vez no hubo una mala evaluación: lo que se quería era provocar un shock para que los trabajadores aceptaran cualquier tipo de salario por temor a perder el empleo. O sea una suerte de flexibilización o precarización obligada, por el temor a perder el salario o porque la plata no alcanza. ¿Fue esa la idea de provocar el shock? Ese es un terreno de hipótesis que no me gusta abordar, pero lo cierto es que mas allá de las hipótesis o de de las intenciones, el resultado me parece no ha sido el esperado. No ya por la sociedad a la que le habían dicho que no iba a haber tarifazo, que no iba a haber devaluación, que no se iba a perseguir a nadie, que no iba a haber despidos, que hasta el Fútbol para Todos se iba a conservar. No: simplemente ni siquiera fueron los resultados esperados por el propio equipo que se autodefinió a sí mismo como el mejor de los últimos 50 años.

Periodista: –Usted denunció varias veces una persecución por parte de lo que llamó el “Partido Judicial”. Recientemente su abogado dijo que estaba considerando recurrir a un tribunal internacional para denunciarlo. Yo quería preguntarle si efectivamente lo va a hacer, qué tribunal sería y qué piensa que va a pasar con esas causas.

CFK: –En toda la región se ve muy claramente la aparición de un partido mediático que juzga públicamente, un partido judicial que es como el espejo de ese partido mediático y un sector que interviene con estas dos patas fundamentales. En el caso de Brasil se vio muy claramente la intervención de ese partido judicial. En el país también se está viendo y no sólo ahora: así fue durante toda nuestra gestión, fuertemente intervenida por el partido judicial. La ley de medios, que fue un modelo contra la monopolización mediática, fue suspendida por el partido judicial que también volteó, para defenderse corporativamente, el intento que hicimos de democratizarlo. El proyecto consistía básicamente en que los académicos, jueces, abogados y diputados que integran el Consejo de la Magistratura fueran también elegidos por el voto popular, como son elegidos los diputados y senadores que conforman ese organismo. No los jueces que juzgan porque evidentemente eso no es conveniente. Bueno, fue la única vez que la Corte hizo uso del per saltum. Es el único poder en el mundo que es de carácter vitalicio. Todos los demás poderes están sometidos, por lo menos los institucionales del Estado, a elecciones y a revalidaciones. Pretendíamos además que al poder judicial se pudiera ingresar por mérito, por exámenes, y no porque seas pariente o amigo del juez o del secretario o del fiscal de turno. Y bueno, fue volteada pese a haber sido tratada por ambas cámaras con mayoría absoluta, la mitad más uno de cada uno de los integrantes del Parlamento. Fijate que ahora tenemos el problema de las tarifas y nada de eso significó un per saltum.

La persecución judicial me parece que es más que evidente. Además fue anunciada. Si uno lee las crónicas periodísticas durante el último mandato mío, ya decían que yo cuando abandonara el poder iba a tener serios problemas con la Justicia. Está escrito en letras de molde. O eran clarividentes o evidentemente forman parte de una articulación mediática judicial que es la que se está desplegando ahora. Yo fui denunciada cuatro veces por no ser abogada y el título me lo terminaron dando en Comodoro Py. Y no ahora, durante la gestión. Me investigaron por enriquecimiento ilícito desde 1995 hasta el 2012. Tres causas con sobreseimiento, y siguen. La causa de dólar futuro es lo más emblemático en materia de persecución judicial. El magistrado que inició la causa pensaba que los beneficiarios de los contratos de dólares futuros iban a ser amigos nuestros o conocidos nuestros, y resulta ser que cuando se investigó, los que habían sido beneficiarios de los contratos a futuro eran los mismos que habían hecho la devaluación. Y no solamente eran los mismos que habían hecho la devaluación sino que en el caso de uno de los funcionarios, el vicejefe de la Jefatura de Gabinete (Mario Quintana), era el que había pactado con el titular del ROFEX, que es uno de los de mercados a futuro, el precio de lo que iba a cobrar él como empresario cuando había pactado contrato de dólar a futuro. Él pactó su contrato a futuro y él arregló el precio siendo funcionario. Eso sí es delito, eso es negociación incompatible por interés de conflicto. Pero no están procesados los que devaluaron ni los que cobraron los contratos de dólar a futuro sino que estamos procesados nosotros que fuimos los que quisimos cuidar el valor de la moneda, porque sabíamos que una devaluación iba a tener un impacto brutal como el que tuvo. Y la última: embargar la pensión del presidente que es patético y hasta ridículo.

Esto revela la situación de persecución. Pero no me quejo: cuando vos decidís que los responsables del genocidio deben ser enjuiciados por los jueces de la Constitución y que reciban las penas por lo que hicieron; cuando vos recuperás los edificios como la ESMA para entregarlos a la memoria, no solamente del pueblo sino del mundo; cuando decidís recuperar la administración de los recursos de los trabajadores de empresarios privados que habían recibir comisiones por 12 mil millones de dólares; cuando decidís que los trabajadores tienen que tener un salario que les permita vivir dignamente y motorizar la economía; recuperar YPF, la empresa más importante de la Argentina, Aerolíneas Argentinas y AYSA; cuando vos decidís estas cosas, está claro que uno de los riesgos es la cárcel y que te persigan políticamente. Otro no tendría ese riesgo pero son los riegos que se deben tomar más allá de que ninguna de las causas, todas inventadas, tenga la más mínima entidad para condenar a nadie. Son los riesgos no jurídicos, porque jurídicos no los hay aplicando esta Constitución, estos códigos de procedimientos y estos códigos de fondo; no tendría por qué haber ningún riesgo. Aplicando los códigos de la política en la Argentina, y sí, es la historia Argentina además.

Periodista: –En los últimos meses hemos visto a personas cercanas a usted comparecer en la Justicia, ¿le preocupa la posibilidad de que se dicte una detención en su contra? ¿Cuál es su respuesta a esta cantidad de generalizaciones que se ven en los medios?

CFK: –En principio, respecto al temor a la cárcel, no. Si hubiese tenido temor no habría hecho las cosas que hice como Gobierno, posiblemente tampoco hubiese militado en los espacios políticos en los que milité desde muy joven. Ser peronista nunca fue fácil en este país. Y nunca fue gratis. En cuanto a los episodios mencionados, ninguna generalización es buena; lo que puede haber pasado con tal ex funcionario, y sin minimizarlo, tiene que ver con lo que puede pasar en cualquier gobierno.

Escuchar a alguna persona que tenga el apellido Macri hablar de saqueo del Estado, hablar de obra pública, me parece una falta de respeto a la memoria y a la historia reciente de los argentinos. Yo no tengo ninguna empresa constructora, de hecho lo dije el otro día al hablar con un colega tuyo, sostengo que es necesario crear en el Parlamento una comisión bicameral de auditoría de la obra pública. En la Argentina se invirtió en obra pública, durante los últimos doce años, 107 mil millones de dólares. En un lapso anterior, del ‘90 al 2002, se invirtió 18 mil millones de dólares. Lo único que pido es que se realice una auditoría sobre los últimos doce años para determinar que, si hubo sobreprecios, quién se los quedo. En este momento, en el que el Gobierno decretó la redeterminación de precios de obra pública, es imprescindible. ¿En qué obras se redeterminó, en las que ya tenía sobreprecios? Los últimos 45 mil millones que se decretaron para el soterramiento del tren Sarmiento, una obra que nunca pudimos empezar porque la UTE, la empresa que ganó la licitación, de la que forma parte IECSa, de Calcaterra, primo y amigo de Macri, junto a Odebrecht y otras empresas, requería financiamiento privado, no debía ser del Estado. Y ahora me vengo a enterar que por un decreto le asignan 45 mil millones para financiarlo. ¿Qué pasa con las empresas que perdieron esa licitación porque no tenían financiamiento externo? Por eso creo que debe hacerse esta auditoría de obra pública en los últimos doce años, ya que son 107 mil millones, de los cuales un 57 por ciento fue ejecutado por el gobierno nacional. El resto fue ejecutado y licitado por gobiernos provinciales y municipales. Lo único que hacía el Gobierno nacional era remitir el dinero. Y tenés unos 25 mil millones en vialidad, esa misma cifra en infraestructura energética, tenés 15 mil millones en viviendas, ejecutadas por las provincias, unos 12 mil millones en obras hídricas, 11 mil millones en transferencias del fondo federal solidario de la soja que ejecutaban los gobiernos municipales. Por eso sería muy interesante y necesario para determinar qué pasó, y cada uno deberá responder por lo que hizo. Yo vivo en esta casa, que está a mi nombre, y es mía desde antes de ser presidenta; no vivo en una casa hecha por ninguna constructora. Creo que el tema de la generalización no es bueno, y además con los conflictos de intereses y con algunos casos de público, notorio y escandaloso conocimiento, y para los fiscales, es simple. Basta con levantar la tira de un teléfono para saber con quienes hablaban esos funcionarios, con quienes se reunían. Vemos que algunos de los principales adjudicatarios de obra pública también forman parte del Gobierno, hay que ser cuidadosos con eso porque termina impactando de lleno en la política. Como si la política implicara que son todos iguales, que es sinónimo de corrupción; y cuando esto termina de enraizarse en una sociedad, finalmente se da el triunfo de las corporaciones, que siguen manejando a la gente con el concepto de que la política es corrupta. No, la política no es corrupta, puede haber políticos corruptos. Identifiquémoslos.

A mi no me encontraron ninguna cuenta en Panamá. Yo no tengo ninguna cuenta en el exterior. No tengo sociedades secretas que me descubrieron. Todo lo que dicen está escrito en mis propias Declaraciones Juradas, firmadas y presentadas por mi no solamente ante la Oficina Anticorrupción, sino ante la AFIP. ¿Puede ser alguien tan tonto de declarar cosas en una Declaración Jurada para que después en base a los números que están en la Declaración Jurada digan que cometió un ilícito? Y resulta ser que todos los días encuentran gente que si no tiene cuentas en el HSBC, que fugó dinero del país, aparece en los Panamá Papers, y después dice que se había olvidado que tenía una cuenta. ¿Alguien me hubiera aceptado a mi que yo dijera eso? Ni te cuento cuando le inventaron a mi hijo una cuenta con Nilda Garré de 40 millones de dólares en la tapa de Clarín. ¿Vos sabés la cantidad de gente que por ahí ve esa tapa y después ni se entera cuando Máximo habla por la radio y lo desmiente y se quedó con la tapa de Clarín diciendo que Máximo tenía 40 millones de dólares? O lo que pasó con el famoso auto de Milagro Sala: te puedo mostrar 4 hojas enteras de portales de todo el país diciendo “se encontró un BMW propiedad de Milagro Sala lleno de dinero”. Después salió la noticia de que no era cierto. ¿Vos sabés la cantidad de gente que leyó las 4 páginas de portales diciendo eso y no leyó después que no había ninguna plata de Milagro Sala?

Ayer mismo entro en uno de los portales que yo denomino House Organ de la Embajada y veo “Ex Senador K detenido en Ezeiza con 30 mil dólares”. Todos son K. Resulta ser que este ex senador (Nicolás Fernández) no fue elegido en 2011 porque yo le propuse al actual vice gobernador de la provincia, Pablo González, que fuera él quien se postulara como candidato a senador por Santa Cruz. Sin embargo ponen que el anterior senador, que es el que encontraron con los 30 mil dólares, es K. Saben una cosa, el hermano de ese ex Senador, que es un contador, que fue también funcionario nuestro en el BICE, es hoy colaborador en el Ministerio de Economía de Prat Gay, junto al Secretario de Hacienda. Por ese ex senador yo conocí al Dr. Lorenzetti, de quien es muy amigo. Él fue quien me lo presentó cuando yo era senadora, inclusive me decía que era un excelente candidato para ser miembro de la Corte. O por ejemplo lo que pasó con otro ex senador, a quien conocí y fue compañero mío de la UCR: trajeron a una persona de Paraguay (en referencia a Ibar Pérez Corradi), vinculado al tráfico de efedrina, diciendo y amenazando la Ministra de Seguridad que tiemblen los funcionarios del Gobierno anterior porque iba a hablar; y resulta que ahora dice que este ex senador, ex presidente de la UCR, artífice de la alianza entre la UCR y Cambiemos (Ernesto Sanz), recibió un soborno de 200 mil dólares para acusar al juez de la efedrina y destituirlo. Pero como es del partido radical es mentira. Entonces ¿Cómo es? Si son peronistas los denunciados, (Pérez Corradi) es un “arrepentido”. Si lo denuncian a alguien de Cambiemos o a un radical, es un “condenado”. Me parece que hay que comenzar a medir con la misma vara a todo el mundo.

Y lo que también veo en esta etapa, una de las cosas que más me preocupan, es que hay una suerte de disminución muy notable de la intensidad del Estado de Derecho. Siempre la vigencia del Estado de Derecho ha sido un obstáculo para imponer planes de miseria, hambre y transferencia de recursos de los sectores asalariados, clases medias, pequeñas y medianas empresas a los sectores más concentrados. Siempre era necesario hacer un golpe militar para poder hacer este tipo de planes. Hoy a través del partido mediático y del partido judicial esto ya no es necesario. Por eso es muy importante que los procedimientos judiciales sean de acuerdo a las garantías que establece la Constitución, sean de acuerdo a los códigos de fondo y los Códigos de Procedimiento. No se puede estar acusando o montando shows o espectáculos mediáticos en base a la violación de las garantías que tiene cualquier ciudadano, haya sido presidente o sea el barrendero. Y esto significa también que los dirigentes políticos que entiendan que a partir de denuncias inventadas no van a lograr mejor posicionamiento. La historia demuestra que esto no es así, que dura muy poco. No conozco a ninguno que haya pasado a la historia, o que haya logrado convencer a las grandes mayorías nacionales de un proyecto de país o de Patria a partir de estas cosas.


sábado, 26 de diciembre de 2015

La ridícula “Resistencia” de Sabbatella… @dealgunamanera...

La ridícula “Resistencia” de Sabbatella…


Hipocresía sin límite del verdugo de los medios independientes. Martín Sabbatella le está dando una valiosa lección al pueblo argentino, relativa al nivel de descaro e incoherencia al que puede llevar el fanatismo. El funcionario cristinista ha aceptado escenificar la pretendida “resistencia” del FPV, intentando mostrarse como una víctima de las prácticas de persecución que él lideró durante años.

© Escrito por Rafael Eduardo Micheletti el miércoles 23/12/2015 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El dirigente de Nuevo Encuentro saltó a la fama cuando ganó la intendencia de Morón y se perfiló como un joven exponente de la “nueva política” en medio de los anquilosados caudillos del conurbano. Sin embargo, en algún momento decidió adherir a la ideología totalitaria del neomarxismo populista y subordinarse incondicional y sesgadamente a la voluntad de la líder del FPV, Cristina Fernández.

Esta nueva situación psicológica y política lo fue corrompiendo cada vez más. Una a una, sus banderas de honestidad, republicanismo y renovación política fueron disgregándose en sus manos. Hoy en día ha quedado expuesto ante la opinión pública como un funcionario “militante”, sin prácticamente ninguna credibilidad, que discriminó y hostigó sistemáticamente a los medios de comunicación que no se subordinaban al gobierno de turno. Tanto es así que no pudo consagrarse vicegobernador de Buenos Aires junto a Aníbal Fernández y su espacio político perdió el bastión que lo vio nacer, el municipio de Morón. En esa localidad, ya desde 2011 se empezaron a escuchar fuertes denuncias de sobreprecios, aumentos injustificados del presupuesto para viáticos y publicidad y uso partidario del aparato estatal. La nueva política había mutado a la vieja.

Según ha trascendido, el propio Sabbatella reconoció en una reunión con funcionarios del nuevo gobierno que sólo renunciará si se lo pide Cristina. Claro, podría tratarse de un noble gesto de lealtad pero, dados sus antecedentes, su comportamiento al frente del AFSCA y su aceptación de una candidatura suicida junto a “La Morsa”, se trata en realidad de la expresión de una patología fanática de alguien que ha renunciado cobardemente a pensar y a actuar por sí mismo.

El personaje en cuestión no se cansó de embanderarse en el discurso de la democracia y el pluralismo, cuando sabía claramente que la llamada “ley de medios” no era más que una imitación de un sofisticado y tramposo artilugio legal que el modelo a seguir del FPV, el gobierno chavista de Venezuela, había logrado utilizar con éxito para acallar de a poco, pero sin descanso, a cada uno de los medios que osaran criticarlo.

Desde el inicio, el matrimonio Kirchner decidió replicar a nivel nacional el mecanismo de control de los medios de comunicación exitosamente implementado en Santa Cruz. El mismo involucraba extender la corrupción de Estado al mercado de medios, cooptando a los empresarios del sector con prebendas e instalando a testaferros amigos, así como también extorsionar con la pauta oficial y amenazas varias. Pero el Grupo Clarín, al principio socio del gobierno, se mostró demasiado fuerte y entonces la ley de medios fue pensada para desguazarlo. Se pretendió fragmentar y debilitar a los medios de comunicación para volverlos más vulnerables y manipulables mientras se le confería a un Estado discrecional y abusivo mayor poder de regulación y sanción.

Sabbatella fue plenamente consciente de todo esto durante su campaña a favor de la ley de medios y su gestión al frente del AFSCA. Es decir, nos mintió a todos descaradamente. Además, ejecutó la ley referida de manera discriminatoria, siendo parte activa de una acción de persecución estatal contra medios independientes que, como mínimo, implicó abuso de poder y mal desempeño de la función pública. El ultrakirchnerista nunca pudo explicar por qué decidió postergar indefinidamente el análisis de los planes de adecuación de los medios afines al gobierno y avanzar injustificadamente, sin respetar el derecho de defensa, con la adecuación de oficio del Grupo Clarín. Este proceder arbitrario motivó nada menos que una medida cautelar de la Justicia argentina avalada por la Corte Suprema y una abierta condena de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

El planteo de que la autoridad de aplicación de la ley de medios no puede ser intervenida por decreto puede ser muy atendible. Igual que en el caso de las designaciones de jueces independientes para la Corte Suprema por decreto, aunque las intenciones puedan ser buenas, y sin negar el obstruccionismo deliberado y sistemático en el que se enfrascó el FPV incluso antes del traspaso, se estaría sentando un mal precedente desde el punto de vista institucional que podría prestarse a abusos en el futuro.

Sin embargo, la discusión sobre el procedimiento empleado no debe hacernos perder de vista que Sabbatella y el FPV carecen de la más elemental autoridad moral para hablar de “libertad de expresión” cuando durante su gobierno estuvieron muy cerca de concretar el malicioso objetivo de destruirla, tal como lo hiciera Hugo Chávez en el “paraíso” bolivariano.

El dirigente de Morón les haría mucho bien a la libertad de expresión, al AFSCA y a la ley de medios si renunciara a su cargo pero, en vez de eso, ha decidido hasta ahora seguir obedeciendo sin objeciones las órdenes impartidas por Cristina Fernández. Más aún, ha pretendido teatralizar una supuesta “resistencia” nada creíble contra el autoritarismo que él implementó desde el Estado.

El fanatismo suele llevar a las incoherencias más absurdas.


lunes, 7 de diciembre de 2015

¿Hacia dónde irá ahora Venezuela?... @dealgunamanera...

¿Hacia dónde irá ahora Venezuela?...

Venezolanos celebran la victoria de la oposición en las elecciones legislativas de Venezuela. Foto: Luis Robayo - AFP

Tras la derrota del chavismo en las parlamentarias, la oposición podría lograr una amnistía para los presos políticos

La coalición opositora Mesa de Unidad Democrática ha logrado una histórica victoria contra el chavismo en las elecciones parlamentarias celebradas este domingo en Venezuela. La oposición se ha hecho con 99 escaños frente a los 46 de Nicolás Maduro, líder del Partido Socialista Unido de Venezuela, el gran perdedor de la noche. Pero, ¿qué cambios puede haber en Venezuela tras la primera derrota del chavismo en 17 años?

Para empezar, Maduro seguirá en el poder hasta 2019, aun así, ha perdido la mayoría en el Parlamento, que está compuesto por 167 escaños. Los opositores a Maduro necesitan 12 escaños más para lograr una mayoría calificada, algo que algunas fuentes opositoras creen que será posible alcanzar una vez haya finalizado el recuento total de votos, informa AP.

Probablemente la oposición usará esta victoria en las parlamentarias para aprobar una amnistía para decenas de opositores encarcelados durante las protestas del año pasado entre los que se encuentran dos de sus principales líderes, Leopoldo López y Antonio Ledezma. Algunos opositores de la línea dura han prometido forzar un referéndum revocatorio contra Maduro para que su mandato acabe lo antes posible, aunque de momento no tienen los apoyos suficientes.

Pero frenar a Maduro, que asumió la presidencia después de la muerte de Chávez en 2013, va a ser difícil. El control casi absoluto de Maduro de otras ramas del poder del Estado como la Corte Suprema significa que podrá arreglárselas fácilmente pese a tener un Congreso hostil. Algunos expertos especulan con que los legisladores salientes podrían aprobar en el último momento una ley para otorgar a Maduro poderes de decreto especiales para poder así aprobar leyes sin el beneplácito del Congreso, que no se renovará hasta enero.

La oposición lo tendrá mucho más fácil si logran una supermayoría de más de 112 legisladores, algo que todavía es una posibilidad. En caso de conseguirlo, el Congreso tendría poder para cambiar los jueces del Tribunal Supremo, aprobar legislación importante e incluso convocar una convención para reescribir la Constitución chavista de 1999. Con la fuerte polarización que vive la sociedad venezolana la oposición debe su victoria al fracaso del chavismo.

Con una inflación que se cree que ronda los tres dígitos, colar interminables a las puertas de los supermercados debido a la escasez de productos básicos y una devaluación del 80% de la moneda en el mercado negro, ha sido la economía que ha vuelto a venezolanos contra el gobierno. Tanto es así que ayer circulaban videos por Internet que mostraban a cinco prominentes políticos socialistas - incluyendo Adan, el hermano de Chávez- abucheados en sus centros de votación al grito de “el gobierno va a caer” o “ladrones”.

La derrota del gobierno de Maduro supone otro golpe a la izquierda en América Latina tras la victoria el mes pasado del centro-derecha en las elecciones presidenciales de Argentina. 

© Publicado desde la Redacción el lunes 07/12/2015 por el Diario La Vanguardia de la Ciudad de Barcelona, España.


miércoles, 28 de octubre de 2015

Entrevista a Noam Chomsk... @dealgunamanera...

“La corrupción fue tan grande en Sudamérica que se desacreditaron a sí mismos y desperdiciaron grandes oportunidades”

Década ganada y perdida. “El modelo de Chávez ha sido destructivo. En Brasil el PT tuvo éxito en varios aspectos, pero sucumbió a la corrupción y a una burbuja económica dudosa”. Fotografía: MIT

El mayor referente intelectual de la izquierda de Estados Unidos hace un balance de la política de nuestro continente y su relación con China.

—En en pasado elogió lo que vino sucediendo en la política de Sudamérica: mayor integración regional y mayor emancipación de los Estados Unidos.
¿Cuál es su balance actual sobre Chávez, Kirchner y Lula?
—Es una historia mixta. Lo que ha ocurrido en América Latina en, aproximadamente, los últimos quince años es de una importancia histórica real. Es la primera vez en 500 años, desde los conquistadores, que América Latina se ha liberado en gran parte de la dominación imperial, que en los últimos cien años, más o menos, eso significa Estados Unidos. La sociedad tradicional latinoamericana estaba gobernada por una elite pequeña, en su mayoría blanca, orientada hacia el poder imperial, o lo que fuera que Estados Unidos representara recientemente, con muy poco sentido de responsabilidad hacia el país en sí: sociedades potencialmente muy ricas con pobreza y desigualdad extraordinarias. Y los países mismos estaban separados el uno del otro. Eso es lo que cambió. En este momento, la influencia de Estados Unidos ha disminuido significativamente. Los países son mucho más independientes, se están moviendo hacia algún grado de integración, como la formación de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), que, de hecho, excluye a los Estados Unidos y Canadá. Estas no son organizaciones débiles, necesariamente. Pueden funcionar, y a veces lo hacen, y muchos de los países, incluidos los que usted ha mencionado, por lo menos han comenzado a enfrentarse a los terribles problemas internos de la concentración radical de la riqueza y la pobreza extraordinaria que conviven en países con recursos considerables. En muchos aspectos, parecía que América Latina era más prometedora que Asia Oriental en desarrollo social y económico, pero ha sido todo lo contrario. Y parte de la razón de que sea así es, simplemente, el comportamiento de las elites gobernantes. Así es que las importaciones en América Latina son, tradicionalmente, bienes de lujo para los ricos, mientras que en Asia Oriental han sido de bienes de capital, en gran parte controlados por el gobierno importador, y utilizados para la transferencia y el desarrollo de tecnología. Las sociedades de Asia Oriental no son agradables, ésa es otra historia, pero en términos de desarrollo económico eso es lo que ha sucedido: ha comenzado a cambiar. Volviendo a su pregunta, creo que un montón de grandes oportunidades, en gran medida, se han desperdiciado en formas muy desagradables. En Brasil, el país más importante de América Latina, cuando el PT llegó al poder tenía verdaderas oportunidades de conseguir logros –un gran apoyo popular, buenos programas, un liderazgo impresionante–, y algunas de las políticas fueron exitosas, pero la magnitud de la corrupción era tan grande que el partido se desacreditó a sí mismo y ha, esencialmente, sacrificado esas oportunidades. Espero que puedan resucitar algo de él, pero no está muy claro qué. Y algo similar sucedió en Venezuela, donde hubo propuestas significativas, esfuerzos, iniciativas, pero en un sistema que estaba un poco desbalanceado desde el principio no se puede. Hubo varios cambios instituidos desde arriba, bastante poco relacionados con la iniciativa popular, con algo de participación, pero no: venían desde arriba principalmente. Es poco probable que eso funcione. Hubo muchos fracasos en el camino después, pero en este momento, de nuevo, la tremenda corrupción y la incompetencia del país nunca lograron liberarse de la dependencia casi total de una exportación única, el petróleo. En el caso de Brasil, y de la Argentina también, las economías han dependido demasiado de las exportaciones de productos primarios gracias al crecimiento de China, lo que significa, por supuesto, la importación de manufacturas chinas baratas, que están socavando el sector productivo. Esto no es un modelo de desarrollo exitoso. Es una especie de historia mixta, de una gran cantidad de logros, mucha promesa, y mucho de fracaso también. Para aprovechar la promesa, espero que sea la base para seguir adelante. Bolivia y Ecuador son dos países que han tenido relativo éxito, pero también abundantes problemas.

—Algunos politólogos sudamericanos piensan que el populismo es una etapa necesaria para pasar a un sistema democrático más elaborado. ¿Cuál es su opinión sobre lo que en Sudamérica se llama populismo y en otras partes del mundo bonapartismo o cesarismo?
—América Latina ha estado plagada de una especie de bonapartismo. Aventurar una generalización al respecto sería muy extraño. Las estadísticas muestran que Corea del Sur es, en muchos aspectos, la economía más exitosa de los últimos cincuenta años. Si nos remontamos a, digamos, la década de 1950, Corea del Sur estaba a la par con algunos de los países africanos más pobres; literalmente, era más pobre que Ghana. Y ahora Corea del Sur es una gran potencia industrial, una de las principales, y motor económico, y es un pequeño país en condiciones externas severas y con muy pocos recursos; los recursos, en su mayoría, están en el norte. Eso es un logro muy notable que fue iniciado por una dictadura dura y brutal apoyada por los Estados Unidos. En la década de 1980 se produjo un levantamiento democrático valiente muy impresionante, que derrocó a la dictadura y estableció un tipo de formas democráticas que están, de nuevo, bajo el ataque de lo que queda. En América Latina, creo que el modelo de Chávez ha sido destructivo. América del Sur necesita movimientos populares masivos que tomen la iniciativa para llevar a cabo un extenso cambio social. Y, en alguna medida, eso ha sido cierto. Por ejemplo, ha habido un verdadero renacimiento de los movimientos indígenas en América del Sur, muy importantes en muchos países. En Bolivia, donde son mayoría, lograron incluso tomar el control político al elegir a su líder entre sus propias filas. En Brasil, las luchas obreras contra la dictadura y otras luchas fueron la base para el logro político del Partido de los Trabajadores en la última presidencia, que tuvo éxito en varios aspectos, pero sucumbió a la corrupción y a una burbuja económica dudosa de algún tipo. La historia no da respuestas a lo que es el modelo adecuado de desarrollo, pero un logro real, duradero, tendrá que basarse en movimientos populares organizados que tomen la responsabilidad del control total de la política, la información y la implementación. Y la medida en que los países lo logran varía. Tomemos los Estados Unidos, el país más poderoso y más rico de la historia y, en cierto modo, un líder en la democracia, pero muy lejos de haber alcanzado una democracia funcional.

—Parte de la emancipación ideológica sudamericana de la última década pudo financiarse por el exponencial aumento del precio de las materias primas, impulsado por la demanda de China. Es decir, Sudamérica pudo tomar distancia de los Estados Unidos gracias a China. Ahora que la economía china se desacelera, ¿Sudamérica deberá volver a desarrollar vínculos fuertes con los Estados Unidos?
—No hay ningún problema en desarrollar vínculos económicos con los Estados Unidos, siempre y cuando no conduzcan a la subordinación, a un control ejercido por multinacionales estadounidenses. El problema en América del Sur es la falta de programas internos de desarrollo constructivo, como se hizo en Corea del Sur y Taiwán. Países pobres, pero con Estados poderosos. Por desgracia, durante mucho tiempo con dictaduras, pero que se convirtieron en mucho más democráticas, y con un programa de desarrollo que fue diseñado para el desarrollo de las posibilidades internas, para el desarrollo social y económico. Entonces, el desarrollo de sociedades tecnológicas calificadas por transferencia de tecnología, por inversión y otros dispositivos dirigidos sustancialmente por el Estado ha sido exitoso. El principal modelo económico seguido por América Latina en los últimos años ha sido de exportación de productos primarios a China, que, por supuesto, tiene una serie de deficiencias. Por un lado, como usted ha mencionado, está sujeto a cualquier cambio que ocurra en la economía china. Pero también significa el envío de productos primarios y recibir a cambio producción barata que socava las posibilidades de desarrollo de una economía industrial nacional, y ésa es la economía agrícola. Eso es un desarrollo muy dudoso, débil de hecho.

—¿Cuál es su opinión general sobre la evolución de la economía y el sistema político en China?
—Se ha producido, indiscutiblemente, un desarrollo económico sustancial, que ha levantado a un gran número de personas de la pobreza, un logro importante, aunque con un costo ecológico y humano significativo y con muchos problemas por delante, y muy graves, entre otros el sistema político autoritario.

—En la Argentina se ve a Paul Singer y a otros grupos de presión financiera como una nueva forma de intervención violenta en los asuntos de Sudamérica. ¿Estos sentimientos son un reflejo de la paranoia de ex colonias o un reflejo verdadero de la realidad?
—Desafortunadamente, lo que usted dice es correcto. Lo que están haciendo los fondos de inversión es absolutamente impactante. Y que estén recibiendo apoyo legal en los Estados Unidos y en los tribunales es realmente vergonzoso. Lo que debería estar sucediendo es una presión popular organizada en los Estados Unidos para poner fin a este tipo de desastre, robo y tortura de países vulnerables. Estos fondos tienen poca razón de ser; en primer lugar, poca justificación. Pero lo que están haciendo ahora en el caso de la Argentina es, realmente, una verdadera vergüenza. La Argentina debe ser apoyada en sus esfuerzos a nivel internacional y en los Estados Unidos para hacer retroceder este tipo de neocolonialismo.

—En un reportaje, usted mencionó que las políticas de Lula eran similares a las del presidente de Brasil João Goulart en los 60, que escandalizaron por entonces a Estados Unidos y motivaron un golpe militar en su contra. ¿Hay hoy, en la devaluación de casi el 50% de la moneda brasileña frente al dólar, otra forma de golpe soft a la discípula de Lula, Dilma Rousseff?
—Es un paralelo bastante sorprendente. El gobierno de Goulart no fue radical, en ningún sentido; era ligeramente socialdemócrata. Por supuesto, el principio de la década de 1960 no se compara con el principio de la década de 2000, por lo que las políticas no eran idénticas a las de Lula, pero eran algo similares. A principios de los años 60, el gobierno de Kennedy preparó un golpe de Estado, llevado a cabo inmediatamente después del asesinato de Kennedy, que instauró el primer estado de seguridad nacional importante, una especie de estado de seguridad nacional neonazi, en América Latina, que fue entonces una plaga que se extendió por todo el continente. El de la Argentina fue uno de los peores. Todo eso fue un reflejo del poder de los Estados Unidos sobre América Latina. Cuando apareció Lula con políticas no muy diferentes, a Estados Unidos no le gustaron, por supuesto, pero no estaba en condiciones de llevar a cabo un golpe militar. Esa es una indicación de la clase de cambio que está teniendo lugar en los últimos quince años. Si se toma este período, desde el año 2000 ha habido tres golpes militares en América Latina. Uno en Venezuela en 2002, apoyado fuertemente por los Estados Unidos, pero que fue derrocado rápidamente por la reacción popular. El segundo fue en 2004 en Haití, instigado por los Estados Unidos y Francia, los torturadores tradicionales de Haití. Y ése tuvo éxito, pero Haití es un estado muy débil. El tercero fue en Honduras, de nuevo, un Estado muy débil. El ejército derrocó al gobierno electo, ligeramente reformista. La mayor parte del hemisferio se opuso enérgicamente, pero el gobierno de Obama prácticamente apoyó y legitimó las elecciones bajo el régimen militar. Y Honduras se ha convertido, simplemente, en un desastre total. De hecho, es ahora la principal fuente de personas que huyen a Estados Unidos. Así que no es que el período de golpes de Estado militares ha terminado completamente, pero es muy diferente que en los años 60 y 70, o las horribles guerras de las que participó Estados Unidos en América Central en los años 80. No quiere decir que los Estados Unidos y los principales actores económicos dentro de ellos, las corporaciones multinacionales, estén abandonando sus esfuerzos por mantener un grado de control, pero pueden hacer mucho menos. Y eso es un logro.

—¿Cuál es su opinión sobre la visita del papa Francisco a Estados Unidos y de su intervención para crear diálogo con Cuba?
—Es un acontecimiento muy interesante. En muchos sentidos, si no un ciento por ciento, las iniciativas que ha asumido son bastante impresionantes y prometedoras. En el caso de Cuba, también. Pero, ¿por qué el gobierno de Obama comenzó a moverse hacia la normalización de las relaciones con Cuba? Aquí, en los Estados Unidos, se lo describe como un esfuerzo noble y heroico de ayudar a Cuba a escapar de su aislamiento y unirse a la comunidad internacional, y avanzar hacia la democracia y la libertad. La verdad es que es casi exactamente lo contrario. Fueron los Estados Unidos los que estaban aislados, cada vez más. A nivel internacional, Estados Unidos ha estado aislado durante décadas. Sólo hay que mirar los votos anuales de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el embargo de Estados Unidos: una oposición prácticamente unánime. Durante la última, Estados Unidos ni siquiera pudo conseguir que las islas del Pacífico se sumaran. El único país que se unió a Estados Unidos fue Israel, que, más o menos, tiene que hacerlo, y el propio Israel viola el embargo. Pero lo más significativo es América Latina. En la conferencia de Cartagena, creo que en 2012, Estados Unidos y Canadá estaban completamente aislados, principalmente en el tema de dejar entrar a Cuba al hemisferio. Y estaba bastante claro que en la próxima conferencia de Panamá, este año, si Estados Unidos no hubiera estado dispuesto a aceptar la demanda unánime del hemisferio de readmitir a Cuba, el propio Estados Unidos habría sido excluido. Y, en esas condiciones, Obama tomó estos pequeños pasos que hasta ahora se han emprendido. Me alegra que lo hiciera, pero debemos entender las razones, que están bastante alejadas de alcanzar los fines que deben ser alcanzados. Me refiero, en primer lugar, al Congreso, que aún mantiene el control del embargo, y a que existen todavía fuertes restricciones a los viajes de académicos cubanos a Estados Unidos, lo que es una vergüenza, y a otras restricciones que deben ser eliminadas. Pero es el comienzo de un hecho que debía suceder. Y eso es importante. Vale la pena sólo pensando en la historia. Casi de inmediato, cuando Castro tomó el poder, en cuestión de meses, Estados Unidos fue a la guerra contra Cuba. Los planes eran bombardear Cuba a finales de 1959. En marzo de 1960, el gobierno de Eisenhower formalmente decidió derrocar al gobierno. Y, cuando llegó Kennedy, se intensificó el plan. En primer lugar, la invasión de Bahía de Cochinos, y luego de su fracaso Kennedy inició una gran guerra terrorista contra Cuba. No era un asunto insignificante. De hecho, ése fue uno de los principales factores de la llamada crisis de los misiles cubanos, que casi llevó a una guerra nuclear terminal. La guerra terrorista continuó después de la crisis. Mientras tanto, el embargo se estableció y tuvo un costo enorme para Cuba. Entonces, Estados Unidos está, básicamente, peleando una guerra bastante salvaje contra Cuba desde su liberación, en 1959. Eso está en declive ahora, sustancialmente como consecuencia de la creciente independencia de América Latina, que se ha negado a tolerarlo. Esos también son pasos hacia adelante muy importantes. Y muchos problemas aún permanecen, pero no debemos pasar por alto los logros que se han alcanzado gracias a los esfuerzos de independencia de América Latina durante los últimos quince años, aproximadamente.

—¿Que el papa Francisco sea el primer papa no europeo y, especialmente, que sea latinoamericano, le confiere una subjetividad que puede ser disruptiva?
—Podría ser, pero recuerde que el principal cambio en la Iglesia, en realidad, el cambio dramático, fue instituido por Juan XXIII con el Concilio Vaticano II y, básicamente, la reintroducción de los Evangelios en la Iglesia Católica. Hans Küng, un gran historiador del cristianismo (N. de la R.: teólogo suizo, consultor del Papa durante el concilio), dice que, según el Concilio Vaticano II, el Papa regresó la Iglesia a lo que era antes de convertirse en la Iglesia de los Perseguidores bajo el emperador Constantino, en el siglo IV. Reintrodujo los Evangelios, las opciones preferenciales para los pobres. La Iglesia latinoamericana y la Conferencia Episcopal se comprometieron seriamente con eso. Sacerdotes, monjas, laicos fueron a las comunidades pobres en el campo; las comunidades de base organizadas tenían personas intentando pensar en el contenido pacifista radical de los Evangelios y se movieron hacia la toma del control de sus propias vidas, de alguna manera. Eso desató una gran guerra por parte de Estados Unidos y las elites latinoamericanas contra la Iglesia para tratar de destruir esta herejía, la herejía del regreso del cristianismo a sus raíces, y ése es un factor importante detrás de las terribles atrocidades que tuvieron lugar en América Latina en los años 60, 70 y 80, que culminaron finalmente en el asesinato de seis importantes sacerdotes jesuitas intelectuales latinoamericanos en El Salvador en noviembre de 1989. Y esto no es sólo mi opinión. Si usted mira la famosa Escuela de las Américas, que cambió su nombre (N. de la R.: actualmente se llama Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica), que ha entrenado asesinos latinoamericanos durante muchos años, uno de los aspectos que publicitan abiertamente es que el ejército de Estados Unidos ayudó a destruir la Teología de la Liberación. Pero el papa Juan XXIII no era latinoamericano. Instauró este cambio enorme, y creo que el papa Francisco empieza a llevarlo adelante. Y si ése es el caso, será de gran importancia. Podría ser que sus orígenes latinoamericanos jueguen un papel en eso, no sería sorprendente. Pero creo que es un hecho que debe ser observado con gran interés. Tiene promesa, se puede llevar adelante, creo que va a requerir, como siempre, la reacción del público, que es de apoyo positivo y constructivo.

—En Europa vemos el surgimiento de partidos que denuncian el statu quo, como Podemos en España, Syriza en Grecia, asesorados por movimientos populistas latinoamericanos. ¿Usted diría que Sudamérica está generando de alguna forma vanguardia política?
—América Latina tiene un papel importante en la creación del fondo para estos partidos. América Latina fue uno de los partidarios de los dogmas neoliberales más rigurosos y, como usted sabe, sufrió enormemente por eso. Y América Latina ha liderado, más o menos, la resistencia al Consenso de Washington y al sistema de globalización neoliberal. Y creo que eso ayudó a inspirar a los movimientos en otros países: Grecia, España, y los Estados Unidos y Gran Bretaña también. Por ejemplo, el éxito bastante notable de la campaña de Bernie Sanders y el llegar a la opinión pública en Estados Unidos, y otras cosas que suceden en otros países son reacciones del público a una verdadera guerra de clases que se ha estado librando durante la última generación bajo la bandera neoliberal para tratar de hacer retroceder el desarrollo progresivo de los últimos años. Ahora hay una reacción, y América Latina, en muchos sentidos, estuvo a la cabeza.

—Ya se refirió al miedo de los blancos norteamericanos a convertirse en una minoría dentro de su propio país, como si este proceso de mezcla racial y étnica les “robara su país”. Siendo que los latinos van camino a superar a los negros en cantidad total de población, ¿podría surgir una nueva ola de racismo contra los latinos de forma similar a la que existió contra los negros? ¿Y estaría Donald Trump a la vanguardia?
—Es un problema serio en Estados Unidos que, está de más decirlo, tiene una historia racista bastante horrible, y no sólo por las repugnantes atrocidades. La esclavitud es uno de los peores crímenes de la era moderna que, por cierto, no terminó realmente con el fin de la esclavitud. Si nos fijamos en los últimos 400 años desde que los primeros esclavos africanos fueron traídos aquí, hay tal vez dos o tres décadas en las que los afroamericanos tuvieron una posibilidad razonable de entrar en la sociedad en general. Es una historia horrible, pero, más allá de eso, Estados Unidos recibió inmigrantes europeos por un largo período. El país se basa en la eliminación y el exterminio de la población indígena, otro grave crimen, que abrió el país para la colonización. Querían traer colonos. Eso duró hasta, aproximadamente, un siglo atrás, cuando otros fueron excluidos. Pero hasta 1924 se aceptaron europeos. En 1924 se sancionó la primera ley importante de inmigración, dirigida prácticamente contra los italianos y los judíos, que eran del sur y este de Europa. No querían a ninguno más de ellos aquí. Esa es una de las razones por las que los judíos no pudieron escapar de Alemania. Antes de que ocurriera el Holocausto, no podían venir a Estados Unidos, y eso fue verdad, incluso después de la Segunda Guerra Mundial. Este tipo de miedo innato a los extranjeros está profundamente arraigado, hay mucho de mitología en él. Tenemos que remontarnos a, digamos, el tiempo de la Conquista del Oeste, por ejemplo, con la tradición de lo que se llamó anglosajonismo, que todos somos de alguna manera anglosajones. Por supuesto, es un disparate terrible, como la mayor parte de lo relacionado con el racismo, pero como fenómeno cultural era muy real. Y eso ahora juega un papel significativo en sectores importantes de la población blanca que están, por un lado, sufriendo bajo las políticas neoliberales. Vale la pena recordar que, para la mayoría de la población en Estados Unidos, los salarios reales se han estancado o disminuido en los últimos treinta años, desde que comenzó el asalto neoliberal. Los salarios reales de hoy de los trabajadores varones, la población blanca de clase obrera, están cerca de lo que eran en los años 60. No están sufriendo al mismo nivel que en Africa Central, pero, en términos de riqueza y poder y opciones de la sociedad, están siendo reprimidos severamente, y esto los hace sentir muy amargados y enojados. Y sin un movimiento liberal que realmente funcione ni otros movimientos progresistas, mucho de esto se vuelve muy reaccionario, como sucedió en otros lugares. Una parte de ellos se vuelve hacia el ultranacionalismo. “Nos están sacando nuestro país”. Esto se ve, principalmente, en la base del Partido Republicano. Es por eso que digo que Donald Trump es realmente un payaso; obtiene un enorme apoyo cuando habla de conseguir que México construya un muro para evitar que los violadores y criminales invadan nuestro país. Demasiado absurdo, pero parece que, de todas formas, eso se discute. Alcanza resonancia en las personas que realmente temen que algo malo nos esté sucediendo, y siempre es fácil echarles la culpa a los de afuera. Es una realidad que, dentro de un par de décadas, los cambios demográficos que están ocurriendo probablemente dejen una minoría blanca frente a los asiáticos, latinos. Y no hay nada de malo en eso, excepto que, para quienes se sienten atacados en otros aspectos, esto se convierte en una potencial fuente de sentimiento nacionalista extremadamente peligroso. Algo similar está sucediendo en Europa con la huida de los refugiados de Siria y del norte de Africa. Es un fenómeno bastante sorprendente que países como el Líbano, Jordania o Turquía estén recibiendo un gran número de refugiados, pero Europa, una sociedad rica, se lamenta por el hecho de que podría recibir una pequeña fracción de lo que está llegando a estos países pobres. Y Estados Unidos, que es un país muy rico comparativamente, con áreas despobladas enormes, no está recibiendo a casi nadie, y tiene un historial terrible en cuanto a las personas que huyen desde América Central y México.

—Usted opinó que Obama era conservador y que el Partido Demócrata se ha convertido en el Partido Republicano moderado. La exacerbación extremista de derecha del Tea Party continúa empujando a EE.UU. hacia la derecha y ahora Trump encarna el sentimiento popularmente. ¿Por qué?
—El sistema político se ha ido desplazando hacia la derecha por una generación, como las políticas neoliberales se fueron implementando, perjudicando enormemente a la sociedad y una gran mayoría de la población como en otros lugares.

—En su libro “Los guardianes de la libertad” usted escribió que “el propósito social de los medios es inculcar y defender el orden del día económico, social y político de los grupos privilegiados que dominan el Estado y la sociedad […] definiendo los temas que son relevantes para el poder establecido, no permitiendo al público ejercer un control significativo sobre el proceso político, [con] selección de temas, distribución de intereses, articulación de cuestiones, filtrado de información, énfasis y tono, así como manteniendo el debate dentro de los límites de las premisas aceptables”. Esto lo escribió en 1988, ¿qué cambió en este último cuarto de siglo?
—Con Edward Herman, mi coautor, publicamos una segunda edición en 2002, con una nueva introducción, en la que hablamos de algunas de estas cosas. Ha cambiado un poco desde entonces, pero no tanto. El surgimiento de internet, básicamente, un logro tecnológico desarrollado por el Estado, junto con las computadoras, que están disponibles para todos. Ofrece muchísimas oportunidades, pero, como la mayoría de la tecnología, ofrece oportunidades para la liberación y también por la coerción y el control. Está disponible para ambos, y la pregunta es cómo se utilizará. Internet permite que las personas tengan acceso a información de muchas fuentes diferentes que de otro modo no estarían disponibles para ellos, a opiniones, a participar en debates y demás. Ofrece esas oportunidades, pero tienen que ser utilizadas. También ofrece oportunidades para que las personas gasten su tiempo en pornografía y en los sitios web que refuerzan sus prejuicios. Ofrece oportunidades para el gobierno, sobre todo el de los Estados Unidos, pero a otros también, para hacerse con el control extremo sobre las acciones de la gente, sobre dónde están, qué están haciendo, con quién están hablando, qué están diciéndoles a otras personas, lo que puede convertirse en una técnica extremadamente peligrosa de dominación. Internet permite todas estas cosas. No creo que haya cambiado las conclusiones de nuestro libro. Creo que la idea base sigue siendo la misma. Hay oportunidades disponibles, y la pregunta es cómo se van a utilizar. Sabemos muy bien cómo los sistemas de poderes van a utilizarse. No sólo el gobierno. También las grandes empresas, como Google, Amazon y otros están realizando esfuerzos muy avanzados de vigilancia y esfuerzos para influir en las preferencias, opciones, el comportamiento. Esa es la manera en que, por supuesto, va a ser usado. La población puede usarlo como una oportunidad para la liberación, para la extensión de la democracia, para la lucha contra los sistemas opresivos y, en cierta medida, eso está pasando, pero cómo usamos las oportunidades disponibles para nosotros está realmente en manos de la gente de estos países. Podrían haber dicho lo mismo sobre la prensa escrita, y sobre las bibliotecas, los periódicos y otros medios. Y ahora podemos decirlo sobre internet. No creo que cambie nada fundamental en términos de la relación de poder, sólo la disponibilidad de la tecnología que da oportunidades para llevar adelante acciones en los momentos de movilización popular, de la educación, lo que puede provocar un cambio sustancial.

—Usted sostenía en los 80 que “la propaganda es a la democracia como la violencia a la dictadura”, ¿esto se intensificó aún más hoy en día?
—Me parece que sucede lo mismo.

—En su artículo de 2012 “Consentimiento sin consentimiento” usted desarrolla la información de la opinión pública que implicaría el consentimiento de los gobernados. ¿Cómo podría explicar esta actitud pasiva de la audiencia si la mente como estructura biológica está preparada para elaborar?
—Como dijo John Milton, “la mente es un lugar extraño”. Los seres humanos tienen muchas propiedades complejas. No sé si estoy de acuerdo acerca de la “actitud pasiva”. La gente puede aceptar por muchas razones, como carecer de alternativas percibidas. Esta es la tarea de los activistas y organizadores para curar este mal.

—En su libro “Reflexiones sobre el lenguaje” usted afirmo que “los seres humanos están igualmente dotados para aprender cualquier lengua”. ¿A qué atribuye la afirmación de que hay lenguas mejor predispuestas para determinadas subjetividades, como el italiano para lírica, el alemán para las ciencias sociales, el francés para el amor?
—Diderot una vez predijo que el francés sería el idioma de la ciencia, mientras que el alemán y el inglés serían los de la literatura. Otras propuestas similares tienen el mismo mérito es decir, ninguno.

—¿Usted cree que el idioma chino en el siglo XXII sería como el inglés de hoy en día?
—Si se refiere a que puede ser una lengua internacional, eso es concebible.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el miércoles 28/10/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.