lunes, 21 de enero de 2019

Superliga Argentina. San Lorenzo 0 vs. Huracán 0... @dealgunamanera...


Huracán y San Lorenzo repartieron puntos en el Gasómetro


Los dirigidos por el Turco Mohamed empataron 0 a 0 frente a San Lorenzo en el partido pendiente de la 13ra fecha de la Superliga Argentina de Fútbol.

© Escrito por Nicolás Roncoroni el domingo 20/01/2019 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotografías: Daniel Méndez.

El equipo de Parque Patricios retomó esta tarde en el Nuevo Gasómetro la actividad en la Superliga Argentina de Fútbol con el encuentro pendiente frente al Club Atlético San Lorenzo, correspondiente a la 13ra fecha del campeonato.

En el comienzo, los locales tomaron el control de la pelota y tuvieron dos chances claras de abrir el marcador con un par de cabezazos de Nicolás Blandi, los cuales contuvo Antony Silva de gran forma. El Globo respondió después de un centro de Andrés Roa y un desvío de Lucas Barrios, que Fernando Monetti quitó de buena manera.

A los 34, Andrés Merlos expulsó a Fabricio Coloccini por un pisotón a Israel Damonte en el centro del campo de juego. En una de las últimas de la etapa inicial, Rubén Botta quedó solo contra el arquero de Huracán, pero su disparo fue débil.

Pocas situaciones de gol se vieron en el segundo tiempo del partido. La primera llegó de un cabezazo de Barrios, el cual sacó el portero de San Lorenzo al córner. Los dirigidos por Jorge Almirón estuvieron a nada de marcar el 1 a 0 con un mano a mano de Blandi, que se fue por al lado del palo.

Lucas Gamba protagonizó la oportunidad final del cotejo con un tiro de cabeza que pasó cerca de la valla local. Finalmente, los conducidos por Antonio Mohamed igualaron 0 a 0 en el clásico de barrio más importante del mundo.

Síntesis:

San Lorenzo 0

Fernando Monetti; Andrés Herrera, Fabricio Coloccini, Marcos Senesi, Gabriel Rojas; Fernando Belluschi, Raúl Loaiza, Rubén Botta; Héctor Fértoli, Nicolás Blandi y Nicolás Reniero. DT: Jorge Almirón.

Huracán 0

Antony Silva; Cristian Chimino, Saúl Salcedo, Federico Mancinelli, Carlos Araujo; Carlos Auzqui, Israel Damonte, Iván Rossi, Andrés Roa; Lucas Gamba y Lucas Barrios. DT: Antonio Mohamed.

Cambio en el primer tiempo: 35m Gianluca Ferrari por Reniero (SL).

Cambios en el segundo tiempo: al inicio Walter Pérez por Chimino (H), 14m Gustavo Torres por Botta (SL), 22m Gino Peruzzi por Fértoli (SL) y Andrés Chávez por Barrios (H), 26m Patricio Toranzo por Damonte (H).

Incidencia en el primer tiempo: 33m expulsado Coloccini (SL).

Estadio: "Pedro Bidegain".

Árbitro: Andrés Merlos.


Gustavo Alfaro. Traidor al Pueblo de la Quema.


Pueblo de la Quema…







domingo, 20 de enero de 2019

La vieja "atorranta"... @dealgunamanera...

La vieja atorranta... 


Hace muchos años, cuando era psicólogo muy joven, trabajé en algunos geriátricos. (...) Muchos de ustedes trabajarán o habrán trabajado en alguna institución, y sabrán que lo que tiene que hacer todo el que trabaja en un establecimiento al ingresar es ir a la cocina, porque la cocinera es la que está al tanto de todo lo que pasa. Más que los médicos incluso.

© Del Libro Encuentros escrito por Gabriel Rolón.

Llegué, entonces, una mañana, me dirigí a la cocina y, como era habitual, le pregunté a la cocinera.- ¿Y, Betty, alguna novedad? -Sí, doctor- me llamó así aunque soy licenciado-. ¿Ya vio a la vieja atorranta?

-No - le dije asombrado-. ¿Entró una abuela nueva?

-Sí, una viejita picarona.

Me quedé tomando unos mates con ella y no volví a tocar el tema hasta que entró la enfermera y me dijo:

-Gaby, ¿ya viste a la atorranta?
-No -le respondí.
-Tenés que verla. Se llama Ana.

Lo primero que me llamó la atención fue que utilizara, para referirse a ella, el mismo término que había usado la cocinera: Atorranta. 

Pero lo cierto es que habían conseguido despertar mi interés por conocerla. De modo que hice mi recorrida habitual por el geriátrico y dejé para el final la visita a la habitación en la que estaba Ana.

En esa hora yo me había estado preguntando de dónde vendría el mote de vieja atorranta. Supuse que, seguramente, debía ser una mujer que cuando joven habría trabajado en un cabaret, o que tendría alguna historia picaresca. Pero no era así. 

Cuando entré en su habitación me encontré con una abuela que estaba muy deprimida y que casi no podía hablar a causa de la tristeza. Su imagen no podía estar más lejos de la de una vieja atorranta. Me acerqué a ella, me presenté y le pregunté: 

-Abuela, ¿qué le pasa? 

Pero ella no quiso hablar demasiado; apenas si me respondió algunas preguntas por una cuestión de educación. Pero un analista sabe que esto puede ser así, que a veces es necesario tiempo para establecer el vínculo que el paciente necesita para poder hablar. Y me dispuse a darle ese tiempo.

De modo que la visitaba cada vez que iba y me quedaba en silencio a su lado. A veces le canturreaba algún tango. Y, allá como a la séptima u octava de mis visitas la abuela habló: 

-Doctor, yo le voy a contar mi historia. 

Y me contó que ella se había casado, como se acostumbraba en su época, siendo muy jovencita, a los 16 años con un hombre que le llevaba cinco. Yo la escuchaba con profunda atención. 

-¿Sabe? -me miró como avisándome que iba a hacerme una confesión-, yo me casé con el único hombre que quise en mi vida, con el único hombre que deseé en mi vida, con el único hombre que me tocó en mi vida y es el hombre al que amo y con el que quiero estar. Me contó que su esposo estaba vivo, que ella tenía ochenta y seis años y él noventa y uno y que, como estaban muy grandes, a la familia le pareció que era un riesgo que estuvieran solos y entonces decidieron internarlos en un geriátrico.

Pero como no encontraron cupo en un hogar mixto, la internaron a ella en el que yo trabajaba, y a él en otro. Ella en Provincia y él en Capital. Es decir que, después de setenta años de estar juntos los habían separado. Lo que no habían podido hacer ni los celos, ni la infidelidad, ni la violencia, lo había hecho la familia. Y ese viejito, con sus noventa y un años, todos los días se hacía llevar por un pariente, un amigo o un remises en el horario de visita, para ver a su mujer. Yo los veía agarraditos de la mano, en la sala de estar o en el jardín, mientras él le acariciaba la cabeza y la miraba. Y cuando se tenían que separar, la escena era desgarradora.

¿Y de dónde venía el apodo de vieja atorranta? Venía del hecho de que, como el esposo iba todos los días a verla, ella les había pedido autorización a las autoridades del geriátrico para ver si, al menos una o dos veces por semana, los dejaban dormir la siesta juntos. Y entonces, ellos dijeron: 

-Ah, bueno... Mirá vos la vieja atorranta.

Cuando la abuela me contó esto, estaba muy angustiada y un poco
avergonzada. Pero lo que más me conmovió fue cuando me dijo, agachando la cabeza:

-Doctor, ¿qué vamos a hacer de malo a esta edad? Yo lo único que quiero es volver a poner la cabeza en el hombro de mi viejito y que me acaricie el pelo y la espalda, como hizo siempre. ¿Qué miedo tienen? Si ya no podemos hacer nada de malo. Conteniendo la emoción, le apreté la mano y le pedí que me mirara. Y entonces le dije:

-Ana, lo que usted quiere es hacer el amor con su esposo. Y no me venga con eso de que ¿qué van a hacer de malo? Porque es maravilloso que usted, setenta años después, siga teniendo las mismas ganas de besar a ese hombre, de tocarlo, de acostarse con él y que él también la desee a usted de esa manera. Y esas caricias, y su cara sobre la piel de sus hombros, es el modo que encontraron de seguir haciéndolo a esta edad. 

Pero déjeme decirle algo, Ana: ése es su derecho, hágalo valer. Pida, insista, moleste hasta conseguirlo. Y la abuela molestó.

Recuerdo que el director del geriátrico me llamó a su oficina para
preguntarme:

-¿Qué le dijiste a la vieja?

-Nada- le dije haciéndome el desentendido- ¿Por qué?

La cuestión fue que con la asistente social del hogar en el que estaba su esposo, nos propusimos encontrar un geriátrico mixto para que estuvieran juntos. Corríamos contra reloj y lo sabíamos. Tardamos cuatro meses en encontrar uno. Sé que, dicho así, parece poco tiempo. Pero cuatro meses cuando alguien tiene más de noventa años, podía ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Además ella estaba cada vez más deprimida y yo tenía mucho miedo de que no llegara. Pero llegó. Y el día en el que se iba de nuestro geriátrico fui muy temprano para saludarla, y en cuanto llegué, la cocinera me salió al cruce y me dijo: 

-No sabés. Desde las seis de la mañana que la vieja está con la valija lista al lado de la puerta. 

-Yo me reí. Entonces fui a verla y le dije: 

-Anita, se me va. Y ella me miró emocionada y me respondió: 

-Sí doctor... Me vuelvo a vivir con mi viejito. -Y se echó en mis brazos llorando.

-Ana- le dije- Nunca me voy a olvidar de usted. Y como habrán visto, no le mentí.

Jamás me olvidé de ella, porque aprendí a quererla y respetarla por su lucha, por la valentía con la que defendió su deseo y porque gracias a esa vieja atorranta, pude comprobar que todo lo que había estudiado y en lo que creía, era cierto: que se puede pelear por lo que se quiere aunque se deje la vida en el intento. Y además, porque la abuela me dejó la sensación de que, a pesar de todas las dificultades, cuando alguien quiere sanamente y sus sentimientos son nobles, puede ser que enamorarse sea realmente algo maravilloso y que el amor y el deseo puedan caminar juntos para siempre.

Dejemos el prejuicio y la crítica... Seamos tolerantes





Recalculando Electoral (II) - El tobogán de Massa y el social-radicalismo… @dealgunamanera...

El tobogán de Massa y el social-radicalismo...

Lavagna UCR, fórmula 2007 con Morales de vice. Lavagna-Massa, apoyo del Frente Renovador. Fotografías: Cedoc

“Massa es un candidato tobogán: comienza alto y se va desinflando”, repite Jaime Duran Barba, descontando que el futuro será igual al pasado. El oficialismo presume que en 2019, como sucedió en 2015, la existencia de las PASO transforma esas elecciones pensadas para ser una interna dentro de los partidos en una primera vuelta entre partidos. Y que si en agosto Cambiemos más Unidad Ciudadana, Macri y Cristina Kirchner, suman el 70% (37-33, sea quien fuere que supere al otro) y Alternativa Federal quedase tercero con el 15%, esos votos migrarían automáticamente para alguno de los dos primeros en la verdadera y vinculante primera vuelta electoral de octubre. Lo que de alguna manera sucedió después de las PASO de 2015, cuando quien más creció fue Macri bajo la consigna de “voto útil” para no perderlo con un candidato que seguro no podría ganar y votando por el menos malo o en contra del peor mal.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 20/01/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 
Sigue de ayer con: "Recalculando electoral (I). Todos en contra y a favor de Lavagna".

Pero el incansable Massa coincide con que las PASO funcionan como una primera vuelta, entre y no “inter” partidos, pero que en el contexto político actual en lugar de producir la fuga potencial del voto de quien salga tercero al primero o segundo, producirá la fuga de votos del primero o segundo al tercero porque la ciudadanía no querrá quedar prisionera de la opción Macri o Cristina. Imagina que si en las PASO de “los doce apóstoles de la oposición” (él, Pichetto y los diez gobernadores de Alternativa Federal) Massa obtuviera 15% (hoy se acerca a 10) y, por ejemplo, Urtubey 7, pero en cualquiera de los casos entre los dos sumaran el 20% (muy parecido a 2015 con 14% de Massa más 6% de De la Sota), votantes de Cambiemos y de Unidad Ciudadana que eligieron a uno u otro para que no ganase Cristina o Macri, al ver que habría una alternativa para lo mismo fugarían hacia Alternativa Federal. Dicen que Massa repite: “En 2015 comencé el año siendo banca y terminé siendo punto, en 2019 prefiero comenzar siendo punto y terminar de banca”.

Si la neurosis es no querer lo que se desea, o sea no estar dispuesto a hacer los esfuerzos necesarios para consumar ese deseo, Massa está vacunado de neurosis porque siempre está tratando de ser presidente e imaginando que lo puede ser más allá de los escenarios adversos que viene enfrentando últimamente. Desea con tanta energía que en su búsqueda de ventaja Macri pudo bautizarlo peyorativamente como "Ventajita". Macri comparte con Massa su misma vocación presidencial, aunque es más experto en el arte de disimular que está dispuesto a arriesgarlo todo.

Cerca de Urtubey temen que el crecimiento de Lavagna termine en un Massa Lavagna, pero Lavagna nunca aceptaría

Massa sabe que de él se dice que no mantiene la palabra, que un acuerdo con él tiene una validez de cinco minutos, que no es creíble ni confiable, y que uno de los síntomas de su ansiedad abortiva es que siempre llega tarde a todas las reuniones, vicio que estaría tratando de corregir. La primera sospecha sobre Massa es que esté dispuesto a negociar con Cristina Kirchner. Nuevamente Macri bautizó peyorativamente a Massa diciendo: “Urtubey soy yo, Massa es Cristina”. Sospecha muy fundada porque el propio intendente de Tigre, Julio Zamora, propuso que su jefe vaya como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires con Cristina Kirchner como candidata a presidente. 

Algo que Massa desmiente, de la misma forma que se acepte en Alternativa Federal que Cristina Kirchner compita en sus PASO porque la mayoría de los gobernadores votarían en contra: Gustavo Bordet de Entre Ríos, Juan Manzur de Tucumán, Sergio Casas de La Rioja, Mariano Arcioni de Chubut, Juan Schiaretti de Córdoba, Juan Manuel Urtubey de Salta, y, aunque no gobernador, Miguel Pichetto por su provincia, Río Negro. Más afines al kirchnerismo quedarían Domingo Peppo, gobernador de Chaco; Rosana Bertone, de Tierra del Fuego; y Hugo Passalacqua, de Misiones.

Pero quien sea su candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires como si se desdoblaran las elecciones provinciales es tan crucial como si se presenta o no Cristina Kirchner. Hay especulaciones cruzadas: que si Vidal adelantara la elección provincial ella gana seguro pero Macri podría perder y, a la inversa, si no desdoblara Macri aumenta sus posibilidades de ganar tanto como las de perder Vidal. Estas conjeturas se basan en que elecciones anticipadas independizarían a los intendentes peronistas de Cristina Kirchner porque hasta podrían ir con el candidato kirchnerista a gobernador, presumiblemente Kicillof, y después de haber sido reelectos intendentes, no acompañar a Cristina en su candidatura presidencial porque el cierre de listas nacionales sería tres semanas después de la elección provincial. 

Una alternativa que equilibraría los intereses contrapuestos de Vidal y Macri sería: elecciones provinciales y nacionales el mismo día pero con boleta única de papel como en Santa Fe, donde al marcar con una cruz sobre opciones se puede elegir presidente de un partido, gobernador de otro, intendente vecinal y legisladores de otro partido.

Sueño de Massa post PASO: que Cristina no pueda ganarle a Macri en ballotage y sus votos migren a él en octubre

Desde el massismo proponen como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por Alternativa Federal a una figura de fuera de la política o una fórmula casi compartida entre dos intendentes jóvenes. De fuera de la política rápidamente aparece la imagen de Tinelli, tantas veces descartada, pero si Lavagna fuera candidato presidencial Facundo Manes aceptaría acompañarlo  donde fuera más útil.

Lavagna es otro dilema de Massa, con quien se reúne cada 15 días, la última este jueves, pero a diferencia de las reuniones de Lavagna con Pichetto o con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, son sin foto para mostrar el diferente grado de relación –permanente– que los une. Massa sostiene que si Lavagna viera “que hay agua en la pileta” y decidiera avanzar con su candidatura a presidente, él estaría dispuesto a bajar la suya y confía en que será al primero que le avisará. Pero no lo ve decidido ni tampoco pinchando el globo de expectativas que generó, sino dejando que se vaya desinflando poco a poco pero apoyando siempre al espacio alternativo de Macri y Cristina Kirchner.

No es esa la visión que tienen el socialismo de Santa Fe ni los radicales desencantados con Cambiemos que ven en Lavagna el candidato transversal ideal antigrieta rememorando aquel balcón de Alfonsín con Cafiero, habiendo sido Lavagna funcionario tanto del radicalismo como del peronismo. El 31 de marzo se cumplirán diez años de la muerte de Alfonsín, habrá actos de todo tipo en su memoria y será un momento en el que los radicales de Cambiemos y los abiertamente desencantados de Macri hagan un balance de su alianza con el PRO. ¿Esa tradición, no los une más al socialismo, o al GEN de Margarita Stolbizer o al ARI de cuando Elisa Carrió  descarrilaba menos, que a la derecha del PRO? Hasta Cornejo en Mendoza analiza anticipar las elecciones provinciales para no dejar al radicalismo atado a la suerte de Macri.

Otro mendocino, artífice fundamental de Cambiemos y hoy retirado en parte también por no sentirse cómodo con el PRO, Ernesto Sanz, piensa que hizo lo correcto al apoyar a Macri para que no continuará el kirchnerismo. Pero si apareciera otra alternativa que pudiera vencer al kirchnerismo, si este ya estuviera vencido o el día en que el PRO y Macri perdieran: ¿qué sentido tendría para los radicales continuar en Cambiemos? Paralelamente, ven con preocupación cómo el PRO coloca candidatos a competir en las provincias gobernadas por el radicalismo y sacan cuentas de cuánto y cómo alejarse. Hay un radicalismo socialista tan numeroso como el afín al conservadurismo. La tensión solo la aplacan los premios del triunfo, premios que desaparecerán en la derrota o cuando se la comience a dar por descontada.


(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a perfilcom@perfil.com

sábado, 19 de enero de 2019

Huracán vs. San Lorenzo... Mucho más que un Clásico... @dealgunamanera...

Huracán vs. San Lorenzo... Muchos más que un clásico...


Hay clásicos del fútbol que pueden representar a un pueblo, a una ciudad, a una provincia y, por qué no, a un país. Y también están los que rememoran la infancia de quienes, cuando éramos pibes, alguna vez hemos jugado al fútbol en la vereda, en la calle misma, en una plaza, en un potrero o en un club. No importaba dónde, pero sí contra quiénes. Y cada vez que tocaba enfrentar a los “del otro barrio”, los partidos tenían un sabor especial, un gusto diferente. Y fue así como un simple desafío barrial que se disputó hace ya más de un siglo, comenzó a acrecentarse con cada enfrentamiento. La rivalidad fue tal, que ese clásico de barrio pasó a ser uno de los más importantes del fútbol argentino. De Almagro y Parque de los Patricios, hacia toda la República Argentina. Clásico porteño por excelencia, San Lorenzo de Almagro y Huracán superaron ampliamente la frontera barrial, pero la esencia de ambos permanece intacta.

© Escrito por Mariano A. Reverdito el viernes 18/01/2019 y publicado por el sitio Patria Quemera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  

Siempre se enfrentaron en la división superior del fútbol argentino, ya sea por torneos de liga o por copas nacionales. Nunca lo hicieron en el ascenso ni por contiendas internacionales.

Llegaron a Primera División con un año de diferencia. Huracán debutó el 29 de marzo de 1914, cuando le ganó 4-2 a Ferro Carril Oeste. Como dato curioso, vale agregar que el Globo actuó como local en la propia cancha del cuadro Verdolaga. San Lorenzo, por su parte, tuvo su bautismo el 4 de abril de 1915, con derrota 1-5 como visitante ante Platense.

Se vieron las caras por primera vez de manera oficial el 24 de octubre del nombrado año 1915. El pleito tuvo lugar en el campo de juego de Ferro Carril Oeste. Ganó San Lorenzo 3-1 con dos goles de Mariano Perazzo y otro de Francisco Xarau en el complemento. En la etapa inicial, se había puesto en ventaja Huracán por intermedio de José Manuel Durand Laguna.

La primera victoria oficial de Huracán sobre San Lorenzo se produjo el 5 de mayo de 1918. Fue un encuentro correspondiente a la Copa de Honor de aquél año que se llevó a cabo en el Viejo Gasómetro de Av. La Plata al 1700. Los Quemeros se impusieron 2-0 gracias a las conquistas de Miguel Ginevra y José Manuel Durand Laguna, ambas en el segundo tiempo.

El primer triunfo oficial de Huracán por una competencia de liga se produjo el 31 de julio de 1932, por la 19ª fecha del campeonato de ese año. El Globo ganó 2-0 en Parque de los Patricios con tantos de José Cordero y Herminio Masantonio.

Unos meses más tarde San Lorenzo obtuvo su primer éxito por una copa nacional. El 18 de diciembre, por la Copa de Honor Beccar Varela, la escuadra azulgrana se impuso 2-1 en terreno visitante gracias a los dos goles convertidos por Francisco Volpe en el período inicial. Herminio Masantonio descontó para el dueño de casa.

Huracán obtuvo su victoria más holgada en la jornada inaugural del Campeonato de 1944, que se llevó a cabo el 16 de abril de aquel año. Fue 5-1 en la cancha de Ferro Carril Oeste, donde el Globo actuó como local. Se había puesto en ventaja el conjunto azulgrana a través de Francisco De la Mata. Los de Parque de los Patricios lo dieron vuelta con tres tantos de Juan Carlos Salvini, uno de Emilio Baldonedo y otro de Rubén Luis Banchero.

Hubo dos empates en el certamen de 1947. El 25 de mayo, por la 6ª fecha, finalizaron 1-1 en la cancha de Vélez, donde el cuadro de Parque de los Patricios fue anfitrión. Ángel Zubieta puso en ventaja a los Santos en el minuto 44 de la etapa inicial. Pedro Gallina señaló la paridad a los 2’ del complemento. El 14 de septiembre, por la 21ª jornada culminaron 3-3 en Av. La Plata al 1700. Para el local anotaron Oscar Héctor Silva, René Alejandro Pontoni y Rinaldo Fioramonte Martino. Para la visita lo hicieron Llamil Simes, en dos ocasiones, y Norberto Doroteo Méndez.

Al año siguiente, ambos se impusieron en territorio ajeno. El 18 de abril de 1948, por la 1ª fecha del campeonato, Huracán ganó 1-0 en el Viejo Gasómetro con gol de Waldino Aguirre. El 15 de agosto, por la 16ª jornada, Eduardo Ignacio Reggi y Armando Farro le dieron el triunfo a San Lorenzo en el Palacio Ducó. Tal como había sucedido en la primera rueda, Waldino Aguirre anotó para los de Amancio Alcorta y Luna. En este último juego los tres tantos se marcaron en el segundo período de manera casi consecutiva: Eduardo Ignacio Reggi a los 41’, Armando Farro a los 43’ y Waldino Aguirre a los ’44.

Fue nueve la mayor cantidad de goles convertidos en un clásico oficial protagonizado por San Lorenzo de Almagro y Huracán. Por la 27ª fecha del Campeonato de 1959, el 8 de noviembre de ese año, los sanlorencistas vencieron 6-3 a los huracanenses en Av La Plata al 1700. Para la escuadra azulgrana, Norberto Boggio y José Francisco Sanfilippo, anotaron tres tantos cada uno. Por el lado de la visita, marcaron Jorge Alberto Diz en dos ocasiones, y Juan Carlos Soria.

Entre 1957 y 1961, San Lorenzo de Almagro obtuvo la mayor cantidad de victorias consecutivas en el clásico, oportunidad en la que enhebró nueve triunfos en serie. Todos, por torneos de liga: 5-3, 1-0 (1957), 3-1, 4-2 (1958), 4-1, 6-3 (1959), 2-0, 4-2 (1960) y 5-2 (1961). Por el lado de Huracán, hay una sucesión de cinco éxitos en fila, pero con la particularidad que fueron todos en 1976: 3-1, 3-1, 4-2 (Campeonato Metropolitano), 2-1 y 2-1 (Torneo Nacional)

Un hecho curioso que se dio en la historia de este clásico ocurrió en 1980. El 28 de septiembre de ese año se llevó a cabo la 5ª jornada del Torneo Nacional. Por aquel entonces, San Lorenzo de Almagro le alquilaba la cancha a Huracán.


Debido a ello, se dio la particularidad que en esa ocasión, la escuadra azulgrana fue local ante el Globo en el mismísimo Estadio Tomás Adolfo Ducó. Y fue victoria “visitante”, ya que Huracán se impuso 2-1 con goles de René Orlando Houseman y Dante Adrián Sanabria. La transitoria igualdad sanlorencista la había señalado Osvaldo Daniel Morandini.

Ya ha transcurrido más de un cuarto de siglo desde que protagonizaron los últimos duelos correspondientes a una copa nacional. Por la Primera Ronda de la Copa Centenario, el 27 de junio de 1993 el Ciclón ganó 2-0 en Amancio Alcorta y Luna gracias a un doblete de Rubén Alejandro Bernuncio. La revancha tuvo lugar en el Estadio Monumental el 3 de julio, oportunidad en la cual terminaron 0-0.

San Lorenzo de Almagro obtuvo su triunfo más holgado ante Huracán el 10 de septiembre de 1995, cuando se llevó a cabo la 6ª fecha del Apertura ’95. Fue 5-0 en el Bajo Flores con un gol de Claudio Darío Biaggio, dos de Esteban Fernando González, uno de Paulo Silas y otro de Roberto Carlos Monserrat.

Jugaron por última vez de manera oficial el 11 de marzo de 2018 en Amancio Alcorta y Luna, por la 19ª fecha de la Superliga 2017/2018. Terminaron 1-1. Abrió la cuenta Andrés Eliseo Chávez para el Globo a los 43’ el período inicial. Igualó las acciones Gastón Nicolás Reniero a los 42’ del complemento.

Entre torneos de liga (168) y copas nacionales (10), San Lorenzo de Almagro y Huracán jugaron un total de 178 partidos oficiales. La escuadra azulgrana ganó 86 y convirtió 323 goles, mientras que el conjunto de Parque de los Patricios se impuso en 45 ocasiones y señaló 221 tantos. Empataron 47 veces.

Un posible equipo con futbolistas que vistieron ambas camisetas podría estar formado por: Esteban Ernesto Pogany; José Ignacio San Román, Carlos Julio Bustos, Sergio Adolfo Giovagnoli, Fernando Daniel Moner; Alberto Rendo, Luis Felipe Monti, Héctor Rodolfo Veira; Alfredo Demetrio Carricaberry, José Raúl Iglesias, Oscar Alberto Ortiz. DT: Osvaldo Juan Zubeldía. 


Otra alineación podría estar integrada por Carlos Adolfo Buttice; Ángel Maximiliano Puertas, Diego Armando Herner, Ariel Damián Graña; Fabián Gustavo Carrizo, Rubén José Suñé, Cristian Gustavo Leiva, Rubén Oscar Romano; Narciso Horacio Doval, Néstor Andrés Silvera, Omar Rubén Larrosa. DT: Ricardo Daniel Caruso Lombardi

Párrafo aparte para una historia distinta, pero con los mismos protagonistas.


Quizás no muy conocida o tal vez poco difundida. Es la historia “no oficial”, la de aquellos partidos que comúnmente llamamos “amistosos”. Y al hacer un repaso de esos juegos no oficiales comprobados hasta el momento, nos encontramos con el primer partido de la historia jugado por Huracán y San Lorenzo, y del cual hay datos fehacientes. Se trata de un amistoso que se llevó a cabo el 1º de abril de 1915 en la vieja cancha que Huracán poseía en Av. La Plata y Chiclana. Ganó el Globo 3-1 con goles de Eduardo Acevedo, Martín Salvarredi y José Manuel Durand Laguna, todos en el segundo tiempo. Luis Gianella había puesto en ventaja al conjunto azulgrana en la etapa inicial. 

Por el lado de San Lorenzo de Almagro, el primer triunfo “no oficial” del cual hay registros concretos hasta ahora, data del 15 de junio de 1919, cuando se cruzaron en la cancha de Ferro Carril Oeste por la final del Torneo Caballito. Fue 5-2 con dos tantos de Carlos Emilio Votta, uno de Antonio Urso y los dos restantes de Alberto Raffin. Luis Bertolini, anotó las dos conquistas de Huracán. 

El último amistoso lo jugaron en Mar del Plata el 16 de enero de 2018, ocasión en la que los Quemeros ganaron 2-0 con goles de Hugo Martín Nervo y Mauro Bogado. Este último, de penal.

Al día de la fecha, hay un total de 32 partidos amistosos comprobados, con 15 victorias de Huracán (60 goles), 8 triunfos de San Lorenzo (53 tantos) y 9 igualdades. Insistimos. Son cómputos de juegos no oficiales, pero que agregan un condimento más a la rica historia de este atrapante “duelo de guapos” que ambos protagonizan desde hace ya más de un siglo.