sábado, 21 de octubre de 2017

Objetivo 6: Asegurar agua potable y saneamiento... @dealgunamanera...

 Objetivo 6: Asegurar agua potable y saneamiento...


Cuando nos referimos al agua potable y saneamiento, las evidencias no son muy positivas. En América Latina, es un sector que se caracteriza por bajas coberturas y mala calidad del servicio ofrecido, debido a los inconvenientes financieros de las prestadoras de estos servicios.

© Escrito por Fernanda Medeiros (España/Brasil) el jueves 05/11/2015 y publicado por MSD Idiomas Madrid de la Ciudad de Madrid, España.

La falta de incentivos para la mejora de la gestión ha conducido el sector a un nivel de sostenibilidad no tolerado. Además, existen divergencias entre la política tarifaria y las inversiones y financiamiento, que caminan en direcciones opuestas. Dentro del marco institucional y regulador, se requiere ajustes para mejorar la gestión de las empresas responsables por los servicios de saneamiento y para permitir que los órganos gubernamentales competentes ejerzan su función con eficacia.

Los servicios de agua y saneamiento intervienen de manera positiva en los indicadores de nutrición, salud y educación. Asimismo, representa la competitividad de un país en el sentido de contribuir con la mejora sostenible de calidad de vida de la población.

Si bien este sector ha sido incluido en los previos Objetivos del Milenio, debemos entender que con solo ampliar los recursos destinados no se garantiza inversiones sostenibles, ni tampoco que el agua potable y saneamiento va a llegar a los que más los necesitan. Por lo tanto, es necesario una política y metodología que priorice la asignación de recursos a favor de esta parte de la población desfavorecida y que mejore la gestión de las empresas del sector.


El uso del agua debe ser basado en un coste al recurso hídrico. En estos momentos, las tarifas cobradas por las empresas solamente incluyen costes a corto plazo, cuando deberían incluir costes a plazos intermedios. De este modo, observamos que estas compañías están retrasadas y no son capaces de reflejar un coste medio a plazos intermedios, debido a la falta de una medición precisa del uso del servicio por parte de la población.

Una de las estrategias para mejorar la gestión de servicios es optimizar la capacidad instalada a través de la ampliación de la medición de su uso, antes de ampliar el sistema con nuevas inversiones. Una mayor medición contribuirá a la identificación de elementos para en el futuro, abordar el problema del agua que no se factura. En el mismo sentido, el sector debe revisar la distribución de recursos a favor de un mejor financiamiento de las inversiones y adecuar los incentivos obtenidos. A fin de mejorar la gestión de esta prestación de servicio, también se abrieron puertas a la participación privada a través de concesiones.

Los principales desafíos del sector son:

Mejorar las coberturas y la calidad del servicio. 

Si bien las áreas que están mejor atendidas se sitúan en los centros urbanos, hay pequeñas ciudades, zonas urbanas marginalizadas y zonas rurales que carecen de este servicio, principalmente en América Latina. En los pequeños centros urbanos donde no llegan estos servicios, la población cuenta con la diminuta cobertura de compañías privadas. Estas empresas no garantizan el uso adecuado de los sistemas implantados ni tampoco reúnen las condiciones mínimas de sanidad exigidas. Además, el precio del servicio ofrecido es muy elevado.

Aumentar las inversiones y establecer una política financiera.

Las inversiones en el sector de los últimos años presentan una gran volatilidad y una tendencia decreciente. La volatilidad se debe al grado de dependencia de las compañías con las financiaciones del Estado. Por esta razón, es necesario que los países dispongan de una política financiera que garantice la generación de recursos necesarios para financiar el sector y medios para obtener inversiones sostenibles para mantenerlo estable.  

Mejora de la situación económica de las empresas. 

Hay evidencias de que la situación económica de las empresas de agua potable y saneamiento no son las mejores. Los ingresos obtenidos son suficientes para cubrir solamente los costes operativos. En los últimos años, no ha habido mejora sino que los indicadores apuntan hacia una dirección opuesta. Estas empresas están deteriorándose y no hay ninguna estrategia de mejora eficiente puesta en marcha.

Sistema de tarifas adecuado. 

Si bien se reconoce que el agua tiene un valor social, económico y ambiental y que su uso debe estar interrelacionado con estos valores, no se ha establecido un coste al recurso hídrico por lo que las tarifas cobradas incluyen solamente los costes por los servicios ofrecidos. Las tarifas cobradas estarían más adecuadas si incluyesen un costo intermedio a un plazo intermedio.

Ajustes en el marco institucional y regulatorio. 

Recientemente hubo cambios en el marco legal y regulatorio del sector que incluyeron contratos de explotación, funciones del ente rector, directorios de las empresas municipales, plan maestro optimizado y por último, tarifas y ampliación al ámbito rural y pequeñas ciudades. Como todas las ciudades son los prestadores de servicio en un mercado libre de competencias y fijan sus propios precios, los gobiernos adoptan las políticas tarifarias y prácticas operativas incapaces de mantener la sostenibilidad y el crecimiento del sector.

Generación de incentivos para una gestión de servicios eficaz. 

La prestación de servicios y aprobación de tarifas son de responsabilidad municipal en el ámbito urbano lo que colabora, en gran parte, a la generación de incentivos para la mejor gestión. Esta estrategia debería ser una prioridad para la gestión de las empresas una vez que torna posible identificar la medición de agua no facturada de acuerdo con el avance de la ampliación de cobertura.

Aumentar la sostenibilidad de las inversiones. 

Las inversiones realizadas desde un nivel central no son sostenibles porque las decisiones fueron tomadas sin tener en cuenta la participación y empoderamiento de las empresas. Se ha identificado que parte de los servicios es sostenible y otra parte, está colapsada. De esta manera, se considera que la construcción de obras y otras actividades pueden colaborar con la mejora de la sostenibilidad de las inversiones.


Hemos visto que hay mucho lo que hacer en las zonas menos desarrolladas. Si bien el sector del agua potable y saneamiento es un recurso básico para una población, sabemos que no alcanza a todos. Quizás por ser un recurso básico, se torna incluso olvidado por existir otras prioridades en las políticas de los Estados. Entretanto, hay que darle especial atención, ampliar sus límites y ofrecer una mejor calidad de vida a todos los ciudadanos.

A través de mayores inversiones en el sector y aplicación de políticas adecuadas para la regulación de tarifas y mejora de la calidad del servicio, será posible atingir la sostenibilidad en el sector. Lo que nos queda por saber es cuánto de inversión estará destinada a este objetivo para poder repartir entre las empresas prestadoras de servicio (públicas o privadas) y la ampliación de los recursos en los próximos 15 años.

De tal manera, debemos pensar que siempre habrá áreas aisladas y alejadas, en las cuales nunca llegarán este recurso, sea por inviabilidad de las obras o bien por los bajos beneficios al introducir un sistema adecuado. En este caso, será más conveniente aplicar políticas sociales que apoyen la movilidad de la población más carente a zonas que estén atendidas por estos recursos básicos.

Referencias bibliográficas:

Marmanillo, Iris. (2007). Agua potable y saneamiento. Banco Mundial, pp. 325-351.


Superliga Argentina. Olimpo de Bahía Blanca 0 vs. Huracán 2... @dealgunamanera...


Huracán venció 2 a 0 a Olimpo en Bahía Blanca…


Con goles de Coniglio y Bogado, el Globo se impuso 2 a 0 ante Olimpo tras 50 años sin ganar en Bahía Blanca. El equipo dirigido por Gustavo Alfaro acumula 5 partidos sin conocer la derrota en la Superliga.

© Escrito por  Laura Corriale el lunes 16/10/2017 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos: Nicolás Roncoroni

Esta tarde, Huracán venció 2 a 0 a Olimpo en el estadio Roberto Carminatti de Bahía Blanca con goles de Fernando Coniglio y Mauro Bogado por la sexta fecha de la Superliga.

Durante la primera etapa, ambos equipos buscaron el arco rival, y el partido resultó parejo. Sin embargo, Huracán tuvo las situaciones más claras, como un remate de Ramón Ábila a los 17´ que Gabbarini envió al córner.

A los 32, con asistencia de Ábila, Fernando Coniglio puso el 1 a 0 y la ventaja para la visita ante su ex equipo.

Durante la segunda etapa, Marcos Díaz tuvo importantes intervenciones: a los 10, impidió el tanto de David Depetris, y el Globo siguió en ventaja.

A los 33’, Mauro Bogado, que había ingresado por Patricio Toranzo algunos instantes antes, intervino por primera vez en el partido y con un remate fuera del área, convirtió un golazo: 2 a 0 y victoria para el Globo, que lleva 3 partidos consecutivos sin recibir goles, y cinco sin perder en la Superliga.

Con esta victoria, Huracán llegó a los 11 puntos en este torneo, y por la séptima fecha, recibirá a Lanús en el Tomás Adolfo Ducó el sábado 28/10 a las 14:05 hs.

Olimpo 0

Adrián Gabbarini; Cristian Villanueva, Cristian Nasuti, Matías Cahais, Nicolás Pantaleone; Lucas Mancinelli (Tomás Costa), Emiliano Tellechea, Lucas Villarruel (Luis Vila), Jonatan Blanco; Maximiliano Fornari, David Depetris (Ramón Lentini).

Huracán 2 

Marcos Díaz; Cristian Chimino, Saúl Salcedo, Martín Nervo, Lucas Villalba; Ignacio Pussetto, Patricio Toranzo (Mauro Bogado), Adrián Calello, Mariano González (Alejandro Romero Gamarra); Ramón Ábila, Fernando Coniglio (Diego Mendoza).

Amonestados: Villanueva (O). Ábila, Villalba, Pussetto y Díaz (H).

Goles: Coniglio y Bogado (H).






jueves, 19 de octubre de 2017

Usar a Maldonado hasta gastarlo... @dealgunamanera...

Usar a Maldonado hasta gastarlo...


En momentos en los que muchos están abocados a tratar de saber qué es lo que finalmente pasó con la vida de Santiago Maldonado, y mientras buena parte de los medios de comunicación se encuentran recalculando en base a la cantidad de pelotudeces que han dicho durante los últimos dos meses y medio, no está de más poner blanco sobre negro para entender qué fue lo que pasó por fuera de los causales de muerte en sí.



© Escrito por Lucca (Blog Relato del Presente) en miércoles 18/10/2017 y publicado por el diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todo el contenido publicado es de exclusiva propiedad de la persona que firma, así como las responsabilidades derivadas.

Un chico ignoto desaparece tras un corte de ruta y un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad nacionales. La denuncia se realiza un par de días después y el país se entera de que en el sur hay un conflicto penal –no pienso llamarlo de otro modo– con una porción de la comunidad mapuche. Y todo explotó: marchas, disturbios, daños, detenciones, heridos, teorías conspirativas, millones de hipótesis y una violenta batalla verbal bien al estilo del siglo XXI.

Nada de este desmán hubiera ocurrido y ya se hubiera resuelto judicialmente todo este asunto si no hubieran intervenido los mismos tres factores de siempre:

Los políticos. Y por políticos me refiero a todos sus ámbitos, desde las oenegés que  gravitan políticamente, hasta el kirchnerismo, pasando por ese mar de contradicciones llamado izquierda argentina. El rol del CELS en este caso debería ser materia de estudio a nivel universitario –incluyendo Derecho Penal– sobre cómo se puede embarrar la cancha creando hipótesis basadas en teorías conspiracionistas que los fans nostálgicos de Página/12, añorando un pasado glorioso que nunca existió, asimilaron como absolutos incuestionables. El kirchnerismo y sus acólitos, que tienen un poder de memoria selectiva notable a la hora de hablar de responsabilidad estatal en materia de muertes evitables, convirtieron a Santiago Maldonado en afiche, en remera y en bandera. El nuevo Che Guevara no fusilaba, no combatía en las sierras cubanas ni lideraba el levantamiento de los pueblos. El nuevo Che Guevara tatuaba a cambio de alimentos, vivía de prestado y se prendía en luchas ajenas. No será la imagen que uno tendría de un revolucionario, pero se acerca mucho más al ideal de la militancia actual que ve en un estado de derecho constitucional una dictadura a la cual resistir. De allí el uso divino que han hecho los kirchneristas de ayer, hoy y siempre colectivizando la victimización de cualquier muerto, sin importar su ideología.

De los partidos de extrema izquierda no voy a decir absolutamente nada porque la organización del Estado es un concepto que les resulta extraño. Más allá de eso, también hay una cuestión de falta objetividad entendible: en los últimos años han cosechado dos muertos por la represión de la policía de un gobierno peronista, otro muerto por un grupo parapolicial sindical peronista y un desaparecido que sigue desaparecido desde que un gobierno peronista no lo cuidó en medio de un juicio.

Y ya que hablamos del tema, quiero resaltar la versatilidad de Cristina a la hora de hablar de los muertos dependiendo del interlocutor, sea una banda de niños cantores en un acto kirchnerista, o sea un entrevistador en un medio de comunicación. Este martes, acá no más, Cristina quiso chicanear al gobierno recordando que el actual jefe de la Policía Federal ya era funcionario policial durante su gestión, a lo cual podría sumarle que el 80% de todas las fuerzas de seguridad en actividad, ingresaron al servicio durante su gestión. Digo, como para dejar de escupir contra el viento.

De paso, a todos los que estuvieron estas últimas semanas fiscalizando qué decía este humilde servidor al respecto: fíjense si encuentran una declaración de Néstor o Cristina Kirchner allá por 2002 sobre la muerte de Dario Kosteki y Maximiliano Santillán. Yo no encontré ninguna, pero estoy abierto al desafío.

Vuelvo a esa manga de retrógrados autócratas que consideran que el Estado es una carrera profesional y no un servicio público y que son capaces de abrazar cualquier causa, por lejana que resulte, para pegarle al contrario. No voy a meter a todos en la misma bolsa por esta vez porque no creo que todos hayan buscado capitalizar este caso. Ningún gobierno que quiera sobrevivir desea un muerto en el enorme arco opositor. Mucho menos en campaña electoral.

Párrafo aparte merecería el análisis de cómo es que Carrió, con una campaña en la que participó sólo una semana, pudo tirar lo del “20% de probabilidades” y la bestialidad absolutamente fuera de foco que dijo al comparar las condiciones climáticas del río Chubut con Walt Disney. La comodidad de saber que puede obtener un récord electoral el domingo debe haber relajado lo suficiente a todos, pero sé que hasta en la Quinta de Olivos se agarraron la cabeza al enterarse de su último dicho.

No puedo decir lo mismo de algunas terceras o cuarta líneas, esos contratados que abrazaban la liberalización del Estado hasta diciembre de 2015 y que hoy parecieran haber encontrado la verdad revelada en un Estado que no es necesario achicar porque se administra sabiamente. Y porque les da trabajo, obvio. Son esos mismos que desde sus cuentas o a través de sus contactos hacen circular versiones truchísimas, golpes bajos y audios menos chequeables que el video porno de la sueca de Lanata. Gracias a ellos y su terror a perder el relajo de un cómodo asiento en una oficina gubernamental tuve que fumarme el audio de la mina que hablaba desde una morgue afirmando que estaban por anunciar que Santiago Maldonado apareció muerto de un cuchillazo en el cuello, el video que mostraba al artesano comprando en un comercio de Entre Ríos, una foto que podría haber sido choreada de la recreación de un vía crucis, un pibe llamado Santiago Maldonado que era productor de seguros de La Matanza, y un largo, larguísimo listado de boludeces que, si lo hicieron para cuidar al Gobierno, merecen devolver hasta el último centavo de sueldo que hayan cobrado.

Lo peor de esto es el lupanar de humanoides con la capacidad de deducción de un Neanderthal en estado vegetativo que levantaban estas pruebas como si se trataran de la resolución del caso. No creo verlos a todos desfilar para ratificar sus argumentaciones. Posiblemente, ya se encuentren abocados a probar cómo es que la familia de Maldonado guardó el cadáver de Santiago en un frigobar para colocarlo cuidadosamente en un río para que aparezca cinco días antes de las elecciones.

La Justicia. La otra pata de este asunto tiene que ver con el rol que pretendemos asignarle al Estado. Desde que aceptamos convivir en un país damos por sentado que nos someteremos a la misma ley que exigimos que se cumpla para todos. Los derechos humanos no son una expresión de buenas intenciones de las que se pueden reclamar las que querramos con beneficio de inventario.

Si exigimos el derecho humano a la vida, también exigimos el derecho humano a la libertad y, por decantación, el derecho humano a la propiedad privada. Son tres pilares de la sociedad occidental y están contemplados en la Constitución Nacional. Y si reclamamos el cumplimiento de la Constitución, tenemos que partir de la base de que la misma establece un territorio. No dos, no tres: un territorio.

No existe el territorio sagrado mapuche. No existen territorios sagrados exentos de la ley en Argentina. Imaginen por un segundo que un juez argumente que tiene que negociar con el arzobispado para investigar un orfanato en el que se violaron hasta los perros. Piensen por un segundo que la policía no hubiera podido detener a José López porque estaba dentro de un convento. La pajereada de la conexión ancestral con la raigambre cultural de civilizaciones preexistentes que no contaban con leyes, ni organización territorial ni propiedad privada hay que dejársela a los chicos de apellidos europeos con culpa de clase. No me entra en la cabeza que un Juez Federal entienda lo contrario: lo aprendió en la primaria, lo profundizó en la secundaria, lo estudió particularmente en la carrera de abogacía y tuvo que dar un kilométrico examen sobre el sistema administrativo y legal de la Argentina.

Y todo para que luego venga a decir que “hay que consensuar con los mapuches para respetar su voluntad”. Ayer mismo, los vehículos que se acercaban al operativo fueron revisados por los integrantes de esta banda y todos accedieron. Tamaña actitud pasiva frente a lo que la ley que dicen representar considera una obstrucción al accionar de la Justicia, sólo puede sostenerse desde la cobardía, la ignorancia o las ganas de atornillarse en un cargo en el que se cobrará la guita que en la puta life se imaginó cobrar en el sector privado.

Y, finalmente…

La prensa. El manejo que del caso Maldonado han hecho buena parte de los periodistas y de los medios donde se desempeñan, ha estado a la altura del nivel laboral con el que trabajamos. La voracidad por la primicia y la necesidad casi patológica de tener que decir algo sobre el tema del momento sólo lleva a mayor pérdida de credibilidad, la cual arrastra a todos los demás en el derrape hacia el infierno de la mediocridad comunicacional. ¿Saben la cantidad de puteadas que me comí por no hablar del tema? Como si fuera una suerte de delivery de opinión, nos hemos acostumbrado a que todos hablen de todo, sin saber si tienen conocimiento o no. El conocimiento es lo de menos, ya quedó claro. Ya no se opina desde la construcción de una idea, sino desde la manifestación de un sentimiento. Y frente a un sentimiento no hay forma de pensar: se siente empatía o se es un psicópata. Y yo no quiero ser un psicópata voluntarioso. Si no tengo una opinión formada, cierro la boca. Al fin y al cabo, a la hora de pagar los platos rotos por la opinión, mi boca es mía y nadie se hará cargo, como nadie se hizo cargo hasta ahora.

Desde el manejo del sentimiento la prensa se ha dividido en dos posiciones centrales sobre una misma y única agenda determinada por la responsabilidad directa del gobierno. Unos han abordado todo su trabajo direccionando la culpa hacia la Casa Rosada, otros han hecho hasta lo ridículamente imposible para despegar al gobierno de todo. En un tercer lugar para nada minoritario aunque lo parezca frente al ruido del resto, los que tan sólo cubrieron la sucesión de hechos. Respecto de los primeros dos casos, trato de pensar desde la óptica del “sentimiento que nubla la razón” para no tener que pensar que son una manga de burros que aún no comprenden el concepto de responsabilidad objetiva, esa que dice que uno es responsable sólo de los actos que ha realizado. ¿En serio vamos a seguir creyendo que al mismo Presidente al que le achacan no querer laburar ni meterse en nada le podría interesar dar la orden de desaparecer a un artesano que era un total desconocido y del que ni su propia familia sabía qué había hecho de su vida en los últimos doce meses? En ese mismo sentido, propongo que se haga una presentación firmada por todos los periodistas que se copen para exigirle al congreso que modifique el código de procedimiento penal y se dé por válido que cualquier persona pueda ser condenada o absuelta en base a dichos de personas que nadie conoce, que nadie vio antes, pero que conforman “declaraciones conmovedoras” o “testimonios esclarecedores” sin una puta prueba que sustente lo que se dice de la boca para afuera.

La función del periodista no debería ser la de desmentir todas las pelotudeces que se dicen en las redes sociales. Hay que dejar de vivir de las redes sociales porque nadie va a pagar por lo que se consume gratis. Si fuera por las redes, estaríamos analizando si Santiago Maldonado no era en realidad su propio hermano que reclamaba en la Plaza de Mayo “porque, sospechosamente, se parecen mucho”, o estaríamos formando parte de la carnicería de las fotos que se filtraron sobre el hallazgo del cuerpo, en una muestra total de falta de empatía propia de los sociópatas y de aquellos que creen que tienen la suerte comprada y tendrán una muerte tranquila y privada.

Sé que puedo resultar demasiado utópico, pero la verdad es que el manejo de la información, la investigación y el abordaje que se hizo y se hace del Caso Maldonado desde todos los sectores, se podría realizar de un modo mucho más humano si todos fueran conscientes de que la sociedad entera no es un diván donde podemos resolver nuestros traumas de la infancia, y que no todos tenemos la culpa de que no hayan querido prestar atención en la clase de educación cívica o que la obra social no les cubra más de diez sesiones de tratamiento psicológico al año.

Estos tres pilares elegidos son el reflejo de una sociedad que permite este tipo de cosas. Los que querían que Maldonado apareciera vivo, los que hubieran preferido que le realizaran una ejecución sumaria y le mandaran la factura de la bala a los padres, los que querían que apareciera con vida, los que querían que no apareciera nunca más para que la gente se olvide del tema, los que querían que no apareciera nunca más para tener la justificación psicológica que justifique la construcción del fantasma dictatorial, los que querían que apareciera aunque esté muerto pero hubieran preferido que ocurriera en otro momento, los que vinieron a dar lecciones de lo que es un duelo porque vieron al hermano de Maldonado en un recital y los que buscan cualquier excusa para hacer quilombo y romper todo a su paso.

O para sumar un voto.

O para tener una buena nota.

Y mientras ya me voy preparando para todo lo que se viene de ahora en más, me pregunto si realmente importaba dónde estaba Santiago Maldonado o sólo importa mantener nuestras posturas sin permitir que una verdad arruine una hermosa historia.




lunes, 16 de octubre de 2017

Festejos y alivio… @dealgunamanera...

Festejos y alivio…

PRO-CESADA Alejandra Gils Carbó. Dibujo: Pablo Temes

Las encuestas y Messi, dos alegrías oficiales pensando en 2018. El turno de Gils Carbó.

El oficialismo vivió estas últimas semanas con gran angustia y preocupación. ¿Por el resultado de las encuestas? ¿Por el intercambio con empresarios en el Coloquio de IDEA? ¿Por el déficit fiscal? No. Nada de lo que muchos imaginan. Todo fue por el fútbol. Lo que vivimos con la Selección tuvo un significado muy importante, primero desde el punto de vista social, pero sobre todo desde el punto de vista político.

Existía una gran preocupación por parte del presidente Mauricio Macri del posible malhumor social si la Argentina quedaba eliminada del Mundial de Rusia. ¿Cómo iba a atravesar la sociedad un 2018 con aumento de tarifas y viendo el evento de fútbol más importante del mundo sin la participación de Lionel Messi y quienes eventualmente sean sus compañeros de equipo? Pero para alegría de todos –y como increíblemente dijo Claudio “Chiqui” Tapia por el aporte de Messi y del brujo Manuel– la Selección ganó. Por lo tanto, Cambiemos tuvo festejo por partida doble: uno, por la clasificación para el Mundial y otro por las encuestas, que le están dando el triunfo en la provincia de Buenos Aires por al menos 4 puntos.

Números. 

Según datos de Opinaia, una de las pocas encuestadoras que acertó los números en las PASO, la tendencia posiciona a Esteban Bullrich con 41,2% y a Cristina Fernández de Kirchner con un 36,7%.

“La ex presidenta está en su techo. Podríamos decir que la imagen positiva de un dirigente es el techo, y la de Cristina Fernández de Kirchner en la provincia de Buenos Aires lo es. Diferente es el caso de los candidatos a senadores que disputan el tercer y cuarto puesto, en el bastión más importante del país en cuanto a su representatividad de votos, la provincia de Buenos Aires. Datos de la misma encuesta ubican a Sergio Massa, de 1País, con 12% de los votos. Si bien representa una baja comparativamente con las PASO –donde sacaron el 15,5%–, desde el espacio se muestran confiados: “esperamos crecer. Buscamos alejarnos de la disputa pasado o presente para presentar una alternativa, la alternativa del peronismo. Somos lo que Cambiemos no representa. Y venimos a proponer un nuevo peronismo, renovado y sin corrupción. Vamos a caminar la Provincia con esa bandera”, sostiene un referente del riñón del massismo.

Lo cierto es que en el Conurbano ya hay una lista de intendentes del PJ que hoy responden a Cristina, que está armando un peronismo bonaerense con Sergio Massa a la cabeza.

Sorpresivamente, los últimos datos de la consultora Opinaia ubican a la Izquierda, de Néstor Pitrola, con el 4º puesto con un 5,5% de los votos, superando a Florencio Randazzo en el 5º lugar con el 4,6% de los votos. “Randazzo debería haber aceptado un frente único con Sergio”, agrega un asesor cercano a Massa. Y así lo demostró el mismo líder político este jueves cuando fueron invitados a El juego limpio en TN. En los pasillos, los dos ex referentes de gobierno intercambiaron risas y chicanas: “¡Gato! ¡Gato! Me deberías haber aceptado las PASO”, le gritó Sergio a un sonrojado y sonriente Florencio Randazzo, quien se retiró del estudio sin respuestas. Cristina le dijo que no a Randazzo; Randazzo le dijo que no a Massa.

Si el resultado de unas posibles PASO con un frente compartido del PJ hubiese dado mejores números, nunca lo sabremos.

Si los resultados de las encuestas se corroboran en las urnas –lo que significaría para el peronismo su tercera derrota consecutiva en la provincia de Buenos Aires– viene para el peronismo el gran desafío de su renovación, algo que la presencia y la influencia de Cristina Fernández de Kirchner ha impedido.   

Dura ley. 

Esta semana el juez federal Julián Ercolini procesó a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, por administración fraudulenta, debido a la compra del edificio de la Procuración ubicado sobre la calle Perón.

¿Por qué la procesó el juez Ercolini? Por sobreprecios evidentes en la compra del inmueble de marras. Gils Carbó sostiene que no tuvo nada que ver y que cuando se enteró de esto produjo sanciones a los que tomaron la decisión de comprar el edificio. Evidentemente el juez Ercolini no le creyó y, por el contrario, sostiene que ella sí tuvo responsabilidad en la operación.

Es necesario que veamos dónde está Argentina. 

En otros países del mundo –no en todos lamentablemente– en los que existe otra calidad institucional, si el procurador de la Nación es procesado renuncia o, por lo menos, pide licencia.

Sin embargo, el problema institucional más importante que representa Gils Carbó no es la compra del edificio. El tema más grave es que durante el kirchnerismo actuó como un apéndice del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, impidiendo el desarrollo independiente de la Justicia. Ahí está –a manera de ejemplo– el intento de desplazamiento al fiscal José María Campagnoli quien, por haber investigado a Lázaro Báez, fue suspendido y sometido a un jury de enjuiciamiento.

Esa es la falta más grave de Alejandra Gils Carbó, una persona que ha deshonrado la jerarquía institucional de un cargo que nunca debió haber ocupado.

Producción periodística: Lucia Lopreiato.