martes, 20 de noviembre de 2012

El lapsus de Nicols Chereis... De Alguna Manera...


Control editorial, un viejo sueño de los Kirchner...

El lapsus, sincericidio o metida de pata del funcionario que reveló en una FM de zona norte que el Gobierno quiere efectuar «un control a los diferentes medios», para evitar la presencia de testaferros que permitan evadir el límite de licencias que contempla la ley de medios, provocó una polémica que obligó a varias aclaraciones en pocas horas.

El funcionario de segunda línea no hizo más que refrendar un pilar básico del kirchnerismo, que es previo a su llegada a la Rosada, en 2003.

En Santa Cruz, donde los Kirchner hicieron los primeros palotes, lo saben bien: las únicas voces permitidas fueron las de quienes estaban de acuerdo con ellos. La diferencia fue que en su tierra natal Kirchner no necesitó una ley, bastó con la fuerza del dinero del Estado.

Fue allí que aprendió a disciplinar a medios y periodistas con la pauta oficial. Y le fue bien. La mayoría optó por someterse al imperio de ese dinero, salvo escasísimas excepciones. El 90% de los contenidos de los medios fueron acríticos o simples voceros del oficialismo. En un primer momento, cuando Kirchner llegó a la Presidencia, se intentó replicar el modelo. ¿La receta? Los dineros del Estado.

De los 6 millones de dólares de publicidad oficial en la época de la Alianza, el kirchnerismo aumentó a 300 millones de dólares en pocos años. Y comenzó a premiar y castigar a la prensa según la «calidad» de sus contenidos.

Pero el modelo Santa Cruz falló a nivel nacional . Los medios que comenzaron a depender de la publicidad oficial o los que se fundaron con ese modelo de negocio perdieron audiencia e influencia. En otros, no llegaron a tener ni lo uno ni lo otro. Y, aunque en todos los medios estatales y paraestatales el contenido editorial es el que promueve el Gobierno, no fue suficiente. Por eso van por más.

Cualquier ley de medios auspiciada por los Kirchner, estaba claro que no promovería multiplicidad de voces. En todo caso, multiplicidad de voces con el mismo relato .La declaración de Nicols Cherei, coordinador de la AFSCA del Conurbano norte, vino a revivir aquel viejo sueño kirchnerista nacido en Santa Cruz sobre los medios. «Si tienen diferentes dueños, vamos a controlar que haya también diferentes estilos editoriales», enfatizó Cherei.

© Escrito por Daría Gallo y publicado por OPI Santa Cruz el viernes 16 de Noviembre de 2012.



Aires de cambio… De Alguna Manera...


Aires de cambio…

Gobernador Daniel Scioli. Dibujo: Pablo Temes.

El 8N actuó como bisagra política, puso en evidencia al Gobierno y alienta alternativas.

Hasta la semana pasada, y sobre todo después de la masiva manifestación adversa al Gobierno, para la Presidenta la clase media era no sólo una de las peores cosas de la Argentina sino también una de las causas de sus mayores males. De repente, esta semana todo cambió y ahora Cristina Fernández de Kirchner se siente orgullosa de pertenecer a la esforzada clase media. Más allá de que los niveles de riqueza de dudoso origen que exhibe la Presidenta la ponen en un nivel varios pisos por arriba de la clase media, la pregunta es: ¿cuál es su verdadero pensamiento? ¿Cómo es que cambia tan rápidamente de parecer? 

En la defensa del per saltum, el Gobierno pretendió hacer creer que de lo que se trataba era de dotar a la Corte Suprema de un instrumento destinado a considerar con la mayor celeridad posible casos de gravedad institucional. Bastó que la diputada Diana Conti hablara en la sesión de la Cámara baja en la que se aprobó el proyecto para que todo ese argumento cayera a la manera de un castillo de naipes. El sincericidio de Conti, que reconoció que esa ley tiene nombre y apellido –el Grupo Clarín– y un objetivo –su destrucción–, descolocó a varios de sus pares del oficialismo, que no callaron su disgusto por los pasillos del Congreso.

José Manuel de la Sota se limitó a emular a Fernández de Kirchner en sus habituales Aló Presidenta por la Cadena Nacional de Radio y Televisión, en los que aprovecha la tribuna pública para desgranar sus críticas hacia los gobernadores que no le caen bien con la finalidad no sólo de humillarlos, sino también de dejarlos mal parados o exponerlos al ridículo. El gobernador de Córdoba le hizo así beber al Gobierno de su propia amarga medicina. La furia presidencial demoró una nada en hacerse escuchar. De la Sota, que por supuesto no es una carmelita descalza desplazándose por las movedizas arenas de la política, deberá prepararse para un ostracismo que impactará en su gestión. Tal vez de ahora en más ni las secretarias de los funcionarios del gabinete nacional le atiendan el teléfono. Esto es lo que sucede en la superficie. 

En las profundidades las cosas son de una complejidad mayor. El Indek acaba de revelar cifras que hablan de una desaceleración de la economía para cuyo logro el Gobierno trabaja con ahínco todos los días. El problema de la inflación va teniendo un peso cada vez más evidente en la cotidianidad de la gente. El anuncio de la Presidenta de exceptuar por única vez del pago de Ganancias el medio aguinaldo de los que ganan hasta 25 mil pesos no alcanza a tener el efecto de una aspirina para bajar la fiebre, a la vez que es un reconocimiento del efecto corrosivo que la falta de adecuación del mínimo no imponible produce sobre el bolsillo de los trabajadores.

El tema energético es una complicación seria no sólo para el Gobierno sino, en definitiva, para el país. Nada de lo planeado hasta aquí con YPF ha salido como la Presidenta esperaba. Es que no podía ser de otra manera. Axel Kicillof le dibujó a Fernández de Kirchner un paisaje de fantasía de los que ella se enamora fácil y rápidamente. Nada de lo pintado por el viceministro de Economía se ha plasmado en los hechos. Todo es tan desafortunado que hasta el único socio que más o menos se había conseguido, Chevrón, está siendo sometido a un pedido de embargo por parte de Ecuador a causa de su responsabilidad en un grave caso de contaminación ambiental. 

El desplome del valor de las acciones de YPF muestra la realidad de un contexto no atrayente para esos y para otros inversores. Por otra parte, la severidad de la situación en el área energética es tal que la Presidenta ha tenido que recurrir otra vez al castigado ministro Julio De Vido para que se ocupe del asunto que había quedado en manos de Kicillof, lo que, por otra parte, tampoco es garantía de nada.

De Vido es corresponsable de la desastrosa situación del sector por la que hoy atraviesa la Argentina. La proyección de las erogaciones que el Estado deberá hacer el año que viene para asegurar el abastecimiento energético del país constituye el principal agujero negro de las cuentas fiscales que va a consumir gran parte de los ingresos que devenguen las exportaciones de soja. Este es un verdadero problema porque en 2013 el Gobierno va a necesitar mucha plata para endulzar la campaña electoral con anuncios y obras públicas. Uno de esos anuncios seguramente va a tener que ver con el tema del mínimo no imponible, aunque con las limitaciones sobre las que advirtió la Presidenta y que se relacionan con la negociación salarial. 

Quien parece haber tomado nota del 8N fue Mauricio Macri, que se dio cuenta de que más le valía hacerse cargo de los subtes a partir de una iniciativa propia antes tener que hacerlo por una imposición. El jefe de Gobierno porteño tiene así por delante un enorme desafío y, a la vez, una fenomenal oportunidad de construir liderazgo y poder político si es que su gestión demuestra capacidad para mejorar el servicio y manejar la compleja trama sindical que allí se verifica.

La foto de Daniel Scioli con los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse; Tigre, Sergio Massa; San Fernando, Luis Andreotti, y Vicente López, Jorge Macri, también tiene aires del post 8N. “A Scioli siempre lo invitamos a estos encuentros y hasta ahora nunca había venido. Pero esta vez decidió venir”, señaló uno de los intendentes que aparece en la foto. Enfrascado como está el Gobierno en el 7D, hecho por el cual la Presidenta tiene en vilo a sus principales funcionarios –se anuncia para esta semana una insólita reunión del canciller Héctor Timerman y el titular de la Autoridad Federal de los Servicios de Comunicación Audiovisual, Martín Sabatella con el cuerpo diplomático acreditado en Buenos Aires–, los errores de gestión se multiplican.

Ahora se sabe que Ghana había advertido sobre la inconveniencia de que la fragata Libertad tocara el puerto de Tema. La advertencia tenía que ver con el reclamo de los fondos buitre que terminó con el embargo del buque escuela. Parece que nadie se tomó la molestia de leer el informe. Tener la corbeta Comandante Espora amarrada indefinidamente en un puerto de Sudáfrica porque no se paguen los 450 mil dólares que cobra la compañía que debe proveer los repuestos y equipos necesarios para la reparación del navío es algo de una total negligencia. En fin; es lo que hay.

Producción periodística, Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 17 de Noviembre de 2012.


lunes, 19 de noviembre de 2012

La Fidelidad de Débora... De Alguna Manera...


Fidelidad…

 “¡Felicitaciones, José, muy político el acto! Quedate tranquilo..."

Más despechada que sarcástica, su desplante fue exasperado y revelador. Ministra de Industria desde hace cuatro años, Débora Adriana Giorgi es, a sus 53 años, un caso paradigmático: personalidad mercurial en el combate contra sus enemigos, está embelesada en su adoración a la jefa. Con Diana Beatriz Conti, de 62 años, Giorgi comparte un pasado que explica sus furias actuales: ambas trabajaron para Fernando de la Rúa durante la fugaz gestión de la Alianza.

El escandalete de Córdoba, cuando Giorgi se ofuscó ante el gobernador José Manuel de la Sota, muestra mucho más que evidentes desequilibrios temperamentales. Ilumina el profundo desasosiego que prevalece dentro del oficialismo, carente de paz interior y de templanza. Giorgi y Conti cortan la figura perfecta de gladiadoras rugientes, unas mujeres muy enojadas casi todo el tiempo. Creen encarnar una misión y a su cumplimiento se zambullen sin mayores objeciones. Lo que sucedió en Córdoba, cuando Giorgi huyó de un acto en Renault, acusando a De la Sota de hacer política, sería menor si no fuera rico en conclusiones.

Graduada en la UCA (una universidad privada, como las que formaron a Guillermo Moreno y a Amado Boudou), al llegar el menemismo al poder, en 1989, Giorgi fundó la financiera Alpha. Allí escaló durante una década, hasta que en 1999 el radical José Luis Machinea la designó secretaria de Industria, Comercio y Minería del gobierno de De la Rúa, que luego la nombró secretaria de Energía y Minería, para finalmente ser designada secretaria de Industria por el ministro Domingo Cavallo. A la caída de De la Rúa, se refugió en su financiera Alpha y trabajó también para la UIA. 

Entusiasmada con el poder, no fue larga su intemperie; en 2005 fue designada ministra de Asuntos Agrarios y Producción de la provincia de Buenos Aires por el gobernador Felipe Solá, cargo que mantuvo ya con Daniel Scioli. Tras la crisis con el campo en 2008, Giorgi regresó al ámbito nacional como ministra de Industria de Cristina Fernández. Su peripecia es parecida a la de muchos cuadros del Frepaso que trabajaron entusiastamente bajo la jefatura de De la Rúa durante la Alianza, para migrar al más apetecible kirchnerismo desde 2003.

El enojo de Giorgi es sobreactuado y artificial; nada dijo De la Sota que ameritara plantar un acto protocolar tras hiperventilar su furia (“¡Felicitaciones, José, muy político el acto! Quedate tranquilo”). Giorgi pertenece a un gobierno desde el cual se etiqueta como “narcosocialista” al gobierno de la provincia de Santa Fe, pero a su entender esa categorización no es un hecho “político”. El intenso despecho de la eléctrica Giorgi no es sólo un rasgo neurótico personal. Similar furia exhibe en sus merodeos por la vida real, pero se convierte en obsecuencia vidriosa a la hora de empalagar a la Presidenta con una lealtad sin límites. Es el mismo síntoma que mujeres como Conti exhiben desde hace años. Asumen que poco valora más Cristina Fernández que las zalamerías; cuanto más edulcorada sea la actitud genuflexa ante la Presidenta, más protección indeleble tendrá.

No se trata de una complicidad de género, patrimonio de mujeres. Varios varones nacionales pujan en el torneo de la prosternación. ¿Cómo se entiende que Héctor Timerman siga siendo ministro de Relaciones Exteriores de este país, habida cuenta de que su notoria incompetencia es escandalosa? El incidente de Giorgi en Córdoba mostró la misma impronta de complicidad de uno de los caciques sindicales preferidos del Gobierno. Secretario nacional del Smata, el gremio de los trabajadores mecánicos, Ricardo Pignanelli explicó en Córdoba que “los problemas entre peronistas se solucionan puertas adentro y no en público”. 

Silenzio stampa, postulaba Alfio Basile, los quilombos sólo se ventilan en el vestuario. En este caso, la clandestinidad más absoluta se aplica ya no al envenenado y turbio mundo del fútbol argentino, sino a las cuestiones de Estado. Para el jerarca gremial, “problemas entre peronistas” son las cuestiones de Estado que mantienen en guerra a Cristina con De la Sota. Vieja mirada, “problemas entre peronistas”, como los que estallaron en 1974, en 1983 y en 2003. Sin embargo, cuando, como esta semana en Córdoba, se agarran entre ellos, quieren que el país no se meta.

Este paroxismo es característico de un entero sistema de pensar y actuar. La tendencia irrefrenable de los peronismos más variados a concentrar el poder de fuego de la conducción produce un colosal culto a la personalidad. Esa personalización no es marginal ni accesoria. Es parte del disco rígido de todos los peronismos en sus derivados más pintorescos. Con Cristina parece haberse hecho realidad el apotegma fundacional. Más que la idoneidad, importa la fidelidad. 

Los gabinetes de Néstor Kirchner, comparados con los elencos desde 2007, muestran la misma deriva de la competencia a la obsecuencia, y de la integridad a la mediocridad. Esos “mejores” ministros tampoco dejaron de vivir aterrorizados por las exaltaciones intimidatorias de una conducción despiadada.

En muchos casos, estos meteóricos estrellatos que se acunan en el kirchnerismo, sobre todo desde que Cristina Fernández ordena y manda, naufragan melancólicamente. Hace noventa días, por ejemplo, Gabriel Mariotto parecía marchar a la victoria final. Sus innegables limitaciones intelectuales y la escualidez de su accionar político lo sacaron de escena prontamente, más allá de sus vergonzosos gestos de lealtad. Los jóvenes Kirchner de 1974 se habrían encuadrado con los “leales” cuando Montoneros blanqueó su guerra a Perón. ¿A qué eran leales esos leales? Ya en el poder, los Kirchner resolvieron homenajear como “víctimas del terror de Estado” a los Montoneros, que en pleno gobierno constitucional atacaron y murieron en un combate militar contra un regimiento del Ejército en Formosa el 5 de octubre de 1975. 

Los nombres de diez de esas “víctimas” figuran hoy en el Parque de la Memoria de Costanera Norte, junto a miles de secuestrados y desaparecidos. Pero de los diez soldados muertos al defender la unidad, sólo tres son mencionados. Naturalmente, tampoco son considerados víctimas dos militares y un policía formoseño caídos, y si bien se recuerda a dos vecinos muertos, un tercero es obviado. Ese ataque montonero a Formosa dejó un saldo total de 28 muertos, pero sólo hay “memoria” para quince de ellos, casi la mitad. ¿A quiénes son hoy leales los que decían ser leales en aquellos años?

© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado17  de Noviembre de 2012.


Insólito dúo: Roberto Pettinato y Nelson Castro... De Alguna Manera...


Insólito dúo: Roberto Pettinato y Nelson Castro...

 El Doctor Nelson Castro junto a conductor Roberto Petinatto.

Nelson Castro estuvo invitado a Que Parezca 1 Accidente, el programa de Roberto Pettinato en TN, y juntos improvisaron un mini recital.

Luego de una nota divertida y muy entretenida, Castro se sentó al piano y Petti tomó su saxo, para interpretar juntos un clásico de Gershwin.

Mirá el video del insólito encuentro.

 

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 19 de Noviembre de 2012.