domingo, 8 de abril de 2012

Avanti morocha… De Alguna Manera...

Avanti morocha…

 Amado y Cristina, en el fotomontaje que fue tapa de la revista Noticias al lanzar la fórmula en 2011.

La novela “La ama ama a Amado” no tuvo final feliz. ¿Qué hacer con él ahora? ¿Lo de Dilma, que echando ministros llegó a casi 70% de aprobación en Brasil? No parece ser ése el camino elegido por la Presidenta, y estarían equivocados quienes interpretan las declaraciones de Nilda Garré a favor del juez Rafecas como hechas en nombre de la “rama femenina” con el fin de ir abriendo la puerta a un futuro plan B.

Por una cuestión de fueros, ver a un juez allanando una propiedad de un integrante de la fórmula presidencial en ejercicio del Poder Ejecutivo habría identificado a Cristina Kirchner con Boudou. Y si se confirmara que Rafecas también allanará la casa donde actualmente vive el vicepresidente, se reavivaría la cuestión de la inconstitucionalidad del procedimiento judicial, algo que inicialmente ya fue esgrimido como argumento desde los medios oficialistas: ¿esto quiere decir que mañana un juez podría allanar la Quinta de Olivos o la Casa Rosada?

Dicen que Righi no debería sentirse seguro en su papel de principal operador del kirchnerismo en la Justicia si no puede garantizar que una propiedad de la cabeza del Ejecutivo no sea allanada por quien fue su discípulo y él mismo ayudó a promover a juez.
La prueba encontrada en el allanamiento les resulta nimia. Dos meses después de que el departamento fue deshabitado es difícil que alguien deje pruebas. Lo que molesta al Gobierno es el acto de haber allanado. El valor simbólico de un Poder Judicial que se atreve a meterse con el Poder Ejecutivo.

Boudou ni siquiera está procesado judicialmente, pero está cocinado políticamente. Su imagen cae en picada (ver página 2) y electoralmente ya no resulta un competidor al nivel de Scioli. Pero el problema no es sólo la imagen negativa de Boudou sino la de todo el Gobierno y cómo arrastra a la de la propia Presidenta.

‘Chorros’.

Fue una de las primeras películas del actual secretario de Cultura, Jorge Coscia. Tenía un mensaje contra la corrupción. Se estrenó cuando gobernaban los radicales y hoy el tema amplía su vigencia. Detrás del affaire Boudou emergerá la cuestión de fondo: ¿la energía que vienen mostrando muchos kirchneristas en sus cruzadas es por convicción o por dinero?

El relato kirchnerista siempre corre el riesgo de pasar de lo sublime a lo patético ante la amenaza de la kriptonita de la corrupción.

Boudou es el caso más emblemático y exagerado del hedonismo K. Pero igual crítica recibe La Cámpora por sostener la militancia de sus principales cuadros con cargos económicamente muy bien remunerados. También  la mejora del nivel de vida de algunos integrantes del periodismo militante y artistas que antes del kirchnerismo no tenían la visibilidad actual. O los productores de contenidos K y medios oficialistas enriquecidos al calor de la publicidad oficial que ya le agregan varios ceros más a la recompensa. Lo mismo que los empresarios que integraron el “capitalismo de amigos” que hace ya seis años denunció Lavagna.

Vandenbroele es una metáfora. Podría haber muchos Vandenbroele dentro de un Gobierno que cuenta con el mayor gasto público sobre el producto bruto en muchas décadas y que privilegió la incondicionalidad a la honradez y la sinceridad de sus funcionarios.

Siempre el peronismo vivió envuelto en acusaciones de corrupción. Al convertir esa denuncia en la excusa preferida de los golpes militares para autojustificarse, el argumento se gastó. Pero aunque ya no para interrupciones democráticas, está latente a la espera de que fracasos económicos predispongan a la sociedad a creer que “son todos chorros”.

Ya en presentaciones públicas, a Boudou le gritaron chorro. El riesgo del kirchnerismo es que el insulto al vicepresidente se extienda a los demás funcionarios.

Si el Gobierno se quedara sin justificación ética, perdería uno de los dos pilares de su popularidad junto al del crecimiento económico, justo cuando éste comienza a escasear.

Internismo.

El otro problema que el affaire Boudou revela son las disputas entre distintos sectores del kirchnerismo por privilegios actuales y posicionamientos futuros. En la relación con la Justicia se da la competencia entre el mencionado Righi y Javier Fernández, de la Auditoría General de la Nación, pater seraphicus del estudio del ex secretario de la SIDE Darío Richarte, donde trabaja el defensor del socio de Boudou, quien pidió la recusación de Rafecas.

En la provincia de Buenos Aires, además de las conocidas peleas de Mariotto y La Cámpora con Scioli, se hizo público el enfrentamiento entre Boudou y Scioli porque dejaron afuera de las listas de legisladores bonaerenses a representantes del vicepresidente. Scioli intercedió por Boldt cuando estaba en Ciccone y hasta por permitir fumar en los bingos de Bolt en la provincia de Buenos Aires. “Atacar al vicepresidente es atacar la voluntad popular”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, el otro Horacio González, tratando de poner paños fríos.

Y hasta cuando el fotógrafo de Clarín llegó una hora antes que los demás, avisado por el juez, el fiscal o la Gendarmería, fue motivo para un pase de facturas entre Boudou, Garré, Rafecas y Righi.

Amado muestra el desamor con el que se vinculan los distintos sectores del Gobierno. Y lo progresivamente más difícil que será para la Presidenta lograr que no se maten entre ellos cuando los problemas más graves vayan apareciendo y la continuidad en el poder sea cada vez más incierta.

“Arriba morocha / que nadie está muerto / vamos a punguearle a esta vida amarreta / un ramo de sueños. /Avanti morocha / no nos llueve tanto / no tires la toalla que hasta los más mancos / la siguen remando” (Los Caballeros de la Quema).

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 8 de Abril de 2012.



sábado, 7 de abril de 2012

¿Que le pasa a Jorge Lanata?... De Alguna Manera...

¿Qué le pasa a Jorge Lanata?... 

 

Insólitas contradicciones de un ex gran periodista. Muchas cosas parecen haber cambiado en uno de los periodistas más respetados de la Argentina. Lejos parece haber quedado aquel puntilloso hombre de prensa del Página/12 de los años 90. Jorge Lanata últimamente, pulveriza todo lo que llega a sus manos.

Más allá de las contradicciones que lo llevaron a trabajar en los últimos tiempos para el Grupo Clarín, otrora fuertemente criticado por el mismo periodista, Lanata está embistiendo contra personajes insospechados.

“Es gracioso y patético verse corrido por izquierda por Clarín”, decía el periodista en Crítica Digital, en 2009, “que el diario que convivió e hizo grandes negocios con los militares (Papel Prensa, junto a La Nación), gerenciado por la señora que se sospecha apropiadora de hijos de desaparecidos, que implementa el terror como política laboral (no tiene, por ejemplo, comisión interna) sostenga en un artículo sin firma que Crítica moderó últimamente su posición sobre Kirchner”, descargaba en ese entonces en una nota editorial.

“El diario que montó ilegalmente Radio Mitre —donde actualmente Lanata conduce un programa—, que obtuvo Canal 13 del menemismo y logró la fusión monopólica del cable con Kirchner, nos acusa de falta de independencia. Clarín no soporta que no le tengan miedo. Me hubiera gustado, al menos, dar esta pelea con Roberto Noble, su creador, y no con su lobbista Héctor Magnetto y el genuflexo señor (Ricardo) Kirschbaum, cada día más encorvado por decir que sí. Nada de lo que digan sobre nosotros cambiará la imagen que ustedes tienen al mirarse al espejo”, decía el ahora conductor radial en otros tiempos.

En tren de desaciertos, uno de los últimos del fundador del “último diario de papel” fue el fuerte insulto que le dedicó al periodista económico Alejandro Bercovich, actual columnista en diario BAE y en radio Rock & Pop.

Es que, el jueves pasado, Jorge Lanata se descargó en radio Mitre contra el manejo de la prensa oficial sobre el reciente allanamiento al vicepresidente Amado Boudou, donde luego de criticar al piquetero K Luis D`Elía, pasó a dedicarse a Bercovich a raíz de una opinión que se atrevió a publicar en su cuenta personal de Twitter.

“Alejandro Bercovich es un periodista económico que trabajó con nosotros en Crítica y que después, como miembro de la comisión interna, encabezó la operación del Gobierno para comprar el diario y después Bercovich terminó trabajando para el Gobierno. Y escuchen esto porque es maravilloso, dice Bercovich en un tuit: ‘Lo único malo de esto es la coraza política que le regalan Lanata y Clarín a Aimeé al querer figurar cargándoselo. Sin eso ya sería Cobos’. Es el tuit de un demente, es una persona que está mal, por favor internen a este tipo por pelotudo, por forro. Bercovich, sos un forro”, finalizó Lanata abriendo su habitual programa radial en Mitre.

No debió pasar mucho tiempo para que decenas de personas —sobre todo ex compañeros de Bercovich en Crítica— salieran a repudiar las palabras de Lanata y, para que el propio injuriado dejara un par de cosas en claro a través de Twitter en respuesta a los insultos.

“Lanata dice que encabecé ‘la operación del Gobierno para comprar el diario’. No sólo miente. Desprecia la lucha de 200 tipos por sus laburos”.

“Cuando me convocó para Crítica, Lanata me dijo ‘tengo guita para hacerlo a pérdida dos años’. Al año se lo vendió al vaciador Antonio Mata.”

“Cuando abrió Crítica, Lanata ya había dejado un tendal de deudas en Data54 y Veintitrés. Una quebró, la otra la compraron Lerner/Spolski.”

“Otro socio de Lanata fue Marcelo Figueiras, hoy empresario K. En nuestros juicios laborales contra él, Figueiras cita a Lanata como su testigo.”

“Los responsables del cierre de Crítica son Lanata, Marcelo Figueiras y Antonio Mata, vaciador de Aerolíneas que Lanata llevó al diario.”

“Cuando en Crítica decidimos parar, nos pagaban en cuotas desde hacía tres meses. Lanata, que había huido, dijo: ‘paran por 300 pesos’.”

 “La primera noche de Crítica, Lanata pidió que ‘no hagamos sindicalismo. No quiero a Lenin arriba de la locomotora’, soltó, Benson en mano.”

“Durante 4 meses presionamos al Gobierno para que garantizara que nadie quedara sin empleo en Crítica. Había familias en juego, no egos.”

 “En Data54, Lanata y su socio Fernando Moya pagaban a periodistas con cheques sin fondos. Desde 2006, jueces investigan su quiebra fraudulenta.”

“En Crítica, a pedido de Lanata, escribí notas sobre la estafa de Clarín a los jubilados a través de las AFJP. ¿Cómo cambia todo, no?”

Hay que recordar a esta altura la trama que contó Tribuna de Periodistas en el año 2009:

Cuando Antonio Mata introdujo en la Argentina a la firma Air Pampas, estaba seguro de que pronto conseguiría la autorización pertinente para operar como línea aérea. Tal es así que, no bien comenzó los trámites administrativos, contrató oficinas y personal ad hoc.

    Pronto se topó con el primer y gran escollo, fue cuando un importante funcionario de la Secretaría de Transportes de la Nación —presumiblemente el oscuro Ricardo Jaime— le pidió seis millones de dólares para agilizar el expediente correspondiente.

    Acto seguido, Mata hizo dos riesgosas jugadas para forzar su objetivo: por un lado, compró parte de Crítica de la Argentina creyendo presionar de esta manera al gobierno; por otro lado, contrató los servicios del ex canciller Rafael Bielsa para que haga lobby ante los Kirchner.

Por supuesto, esto con el tiempo cambió y Crítica comenzó a ser permeable a las operaciones de prensa digitadas por el entonces todo poderoso jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

"Crítica salió al mercado con una línea de aparente oposición al gobierno kirchnerista, aunque en los últimos tiempos moderó esta postura", contó Clarín cuando trascendió el cierre del diario y que motivó la encrespada columna de su creador.

Finalmente, hay que recordar que hasta hace poco Jorge Lanata trabajaba para Perfil a través de una columna semanal en su periódico impreso y una diaria en el recientemente desaparecido diario Libre. Ahora, Perfil es blanco de las críticas del periodista.

Por caso, en su programa radial de radio Mitre, Lanata indicó que las declaraciones del juez que lleva adelante una de las causas que involucran a Boudou, Daniel Rafecas, a diario Perfil el domingo pasado, eran producto de “la violación de un off the record”. Sin embargo, tal como indica la propia nota y el audio adjunto, Rafecas aceptó que se lo grabara.

En una columna de Javier Calvo en la edición sabatina de Perfil, el periodista aclara que Jorge Lanata abrió un impasse en sus columnas en Perfil “por las ingentes demandas de sus labores en el Grupo Clarín”.

¿Por qué Lanata ahora pasa a criticar el diario para el cual trabajaba?

¿Por qué Lanata ahora pasa a trabajar en un diario el cual criticaba?

¿Por qué cometió el “grosso error” de no escuchar el audio que acompañaba la nota de Perfil antes de desacreditarla?

¿Por qué Lanata actuó tan violentamente contra la mera opinión de un periodista en su cuenta personal de Twitter?

Las respuestas a estas preguntas pueden tener que ver con la crispación que por estas horas se vive en la política, y que sin duda parecen haber llegado al ambiente periodístico.

Ojalá que estas líneas sirvan como llamado de atención para que el otrora brillante periodista vuelva a sus cabales. La verdad que se lo extraña.
 
© Escrito por Carlos Forte y publicado por http://www.periodicotribuna.com.ar el sábado 7 de Abril de 2012.



Minas vs. minas: la gente contra el Estado minero... De Alguna Manera...

Minas vs. minas: la gente contra el Estado minero...


Minas de oro en Famatina, Tinogasta, Andalgalá: el rol de las mujeres en las comunidades que se oponen a la megaminería.

Minas de oro. Mu recorrió Famatina, donde las mujeres son las principales protagonistas de una dura batalla contra la megaminería. Y la van ganando. Y van sumando a los hombres. Cómo les cambió la vida defender la vida. En Tinogasta y otras tres ciudades catamarqueñas estuvimos con vecinas y vecinos agredidos por la policía: la represión incluyó golpes, gases, balazos de goma y perros atacando a familias enteras en la ruta. En Andalgalá, la única verdad: Minera Alumbrera se convirtió en un caso testigo de cómo se afecta a una región: los estudios de la propia empresa sobre los efectos de lo que hace y cómo las corporaciones se unen al Estado. Investigación especial, como un ADN de época.

© Publicado por el periódico Mu http://lavaca.org el miércoles 7 de Marzo de 2012.  



Por qué Boudou... De Alguna Manera...

Por qué Boudou...

 Moto, Esquí, Golf y Guitarra. Al Vicepresidente le gusta todo. Tanto deseo es noventista y, al menos en la superficie, poco kirchnerista. Carne de cañón.

Es el más menemista. El muestra lo que otros kirchneristas disimulan. Es más, le gusta mostrar. Mientras Víctor Hugo Morales se fue de Puerto Madero porque comprendió que no era coherente con la imagen pública que se iba construyendo, Boudou se mudó a otro departamento más grande del mismo barrio. Sólo aprendió a repetir algunas palabras, como esbirros. No tiene la inteligencia para soportar su soberbia sin grandes costos. “Seré el mejor vicepresidente de la historia”, había prometido.

Se confunde. Cree que si Cristina puede usar un Rolex de oro y carteras Louis Vuitton, eso lo habilita a él a esquiar, jugar al golf, andar en Harley-Davidson, tener una novia veinte años menor, vivir en Puerto Madero y seguir siendo nacional y popular. También Cristina compró departamentos en Puerto Madero pero ella es viuda y por ahora no los habita.

Es desprolijo. Pero lo es por soberbio: “Fui sobreseído en 18 causas”, dijo. Se creyó impune. “Soy el vicepresidente electo por mayor cantidad de votos de la historia”. Pensó que tenía el anillo de Giges. El que permitía a su poseedor cualquier injusticia sin castigo. El que Platón usó como ejemplo para sentenciar que si pudiéramos obrar sin consecuencias todos seríamos injustos.

El no hizo nada peor que Ricardo Jaime, o que Claudio Uberti en el Valijagate, o Fulvio Madaro en Skanska. Y ninguno está condenado. Pero no es lo mismo ser secretario de Transporte, titular del Occovi o del Enargas, que ser vicepresidente. No es lo mismo ser la mano derecha de un ministro –todos de De Vido– que compartir la fórmula con la Presidenta. Boudou pensó que era para su bien, pero es para su mal.

También para mal de la Presidenta. Boudou es kirchnerismo sin careta. Lo que todos harían si fueran invisibles, como Giges con su anillo. Ser invisibles para el poder es que no existan periodistas.

También para mal de la Presidenta porque revela otro defecto propio: elige vicepresidentes con parámetros extraños. Cosecha lo que siembra. Ella misma es quien termina cayendo en el agujero de la nada que buscó. Ya no es: “¡Mirá el vicepresidente que me elegiste, Néstor!”. Es un estilo paranoico que da de frente contra lo que huye.

Es todo exceso: ¿Vandenbroele tenía que ser monotributista? ¿Había que llamar Old Fund a ese fondo vacío de trayectoria? El departamento viejo de Boudou, ¿no podría habérselo alquilado a otro? En el departamento nuevo de Boudou, ¿tenía que aparecer como propietario quien prestó la plata para levantar la quiebra de Ciccone? Sólo quien se ceba creyéndose un maestro en crear terceros-pantallas puede caer en tantos excesos de autoconfianza.

Su propio relato en su conferencia sin prensa fue un exceso. Una catarsis. Un ejemplo de asociación libre propio de un hablar fluido e inconexo del inconsciente. Aquello de que cuando pienso, no soy; y cuando no pienso, soy. Cuando se calcula y ordena lo que se dice, se reprime. Cuando el discurso es desordenado, hay más posibilidades de desnudar lo real.

Está muy dicho que al contar sus conversaciones con el presidente de la Bolsa, Adelmo Gabbi, se autoincriminó por no haber denunciado un intento de extorsión o coima. Pero además confesó lo más importante: ser el actor principal de dejar a Boldt sin Ciccone. Un perfecto acting-out. Un clásico sincericidio.

Su problema no es la cárcel. Tráfico de influencias no es fácil de probar y sus penas son menores que las de soborno. Nunca alguien de un gobierno nacional ha sido condenado por tráfico de influencias. Y es cierto que el propio Vandenbroele ya había declarado en el juzgado que pagaba por cuenta de su amigo e inquilino de Boudou los gastos del departamento de la polémica. Pero su problema es la opinión pública. El juez, al ordenar el allanamiento, resignificó ese mismo dato existente. El gesto del juez fue leído como una simbólica acusación que volvió a darle otro valor a todo lo demás que ya también se sabía.

Es probable que haya pesado en el ánimo del juez el verse en la tapa de PERFIL del domingo pasado diciendo que aún “no había pruebas”. Y algo, entonces, había que hacer. Pero el problema de Boudou no es Rafecas en Comodoro Py. Es Rafecas en los diarios y en los canales de noticias. Por eso su resentimiento mediático.

Podría Boudou terminar demostrando que actuó “conforme a derecho”. Sin que haya pruebas que demuestren que hubiera procedido ilegalmente. Pero igualmente Boudou ya perdió. La opinión pública no precisa que esté documentada la conexión directa entre él y Vandenbroele para tener la convicción de que están conectados. No hace falta ser Freud o Jung para no creer en las casualidades. Y menos en tantas casualidades.

La condena pública a Boudou ya le llegó. El mejor testigo en su contra fue él mismo. Su conferencia fue una confesión. Hay quienes ya le atribuyen intenciones de amenaza al propio Gobierno. “Si caigo yo, los arrastro a todos.” ¿Quién lo habrá asesorado?

Como Narciso, se ahogó en el agua de su espejo.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 6 de Abril de 2012.



Fondos buitres... De Alguna Manera...

Sin respaldo para los fondos buitre...

 Thomas Griesa, juez de Nueva York, falló en primera instancia en contra de la Argentina.

El Departamento de Justicia estadounidense presentó un documento ante una Corte de apelaciones de Nueva York para recomendar que dé marcha atrás con la decisión del juez Griesa de obligar a la Argentina a pagar intereses a fondos buitre.

El juez neoyorquino Thomas Griesa recibió ayer un duro revés sobre uno de sus fallos emitidos en contra de la Argentina. El quiebre vino de la mano del propio gobierno estadounidense. La administración Obama envió un escrito a la Cámara de Apelaciones de su país en la que solicita revertir la sentencia del controversial magistrado en favor de “fondos buitre”, que dispuso que se les pague los intereses correspondientes a los bonos nacidos con los canjes de 2005 y 2010, a pesar de no haber ingresado en la reestructuración. El documento de la Departamento de Justicia también se refiere al riesgo de permitir que el accionar de un fondo frustre los planes de reestructuración de un país. El gobierno estadounidense consideró las órdenes emitidas por Griesa de una “amplitud inadmisible” y perjudicial para las relaciones exteriores de este país con la Argentina, según confirmaron fuentes del Ministerio de Economía. De todos modos, se mantuvo el reclamo a la Argentina de “normalizar relaciones” con los acreedores.

Estados Unidos salió a respaldar al país en su pelea contra los fondos buitre en las Cortes norteamericanas, y en particular contra un fallo de Griesa emitido el pasado 23 de febrero en favor del fondo NML Capital, de Elliott Management. El magistrado había ordenado a la Argentina que pague al mismo tiempo y anticipadamente a este fondo buitre cada vez que abone intereses de la deuda emitida con los últimos canjes. La medida no sólo apuntaba al gobierno nacional sino que se aplicaba a “todas las partes involucradas, directa o indirectamente, en el asesoramiento, preparación o facilitación de pagos” de los nuevos títulos.

La decisión ya había sido apelada mediante un amparo del estudio de abogados, Cleary Gottlieb, que asesora al país, a la espera de la resolución de la Cámara de Apelaciones, que deberá expedirse en breve. En un escrito denominado Amicus curiae, el gobierno estadounidense dijo que la interpretación del juez Griesa sobre una cláusula del contrato “podría permitir a un solo acreedor frustrar la aplicación de un plan de reestructuración con apoyo internacional, y con ello socavar las décadas de esfuerzo de los Estados Unidos que ha gastado para promover un sistema de cooperación para la resolución de las crisis de deuda soberana”.

No es la primera vez que el gobierno estadounidense sugiere dar marcha atrás con fallos de Griesa. El mes pasado, el magistrado debió levantar una orden que había emitido en agosto del año pasado en favor de otros fondos buitre (Aurelius y Blue Angel), quienes habían solicitado un embargo de una cuenta no operativa del Citibank sobre los pagos del Boden 2012. El magistrado debió admitir que como la Argentina no realiza pagos de bonos en el exterior, y por lo tanto no abona títulos en Estados Unidos, su dictamen no tenía sentido. Esto permitió incluso que la Argentina concretara sin problemas el pago del bono Par, emitido en el canje de deuda.

A pesar del apoyo a la Argentina, el documento del gobierno de Obama asegura que el país debería “normalizar relaciones” con todos sus acreedores, tanto públicos como privados. Señaló también que el país no ha logrado cumplir con sus obligaciones internacionales y debería trabajar con el Fondo Monetario Internacional para solucionar el problema. La carta insiste en “no tolerar o excusar” la “falla” de la Argentina. La presentación del Departamento de Justicia responde al pedido de opinión que realizó el máximo tribunal para decidir si se sostiene una audiencia ante una solicitud de los fondos NML y EM, de Dart y Elliot, quienes además desean apropiarse de unos 105 millones de dólares pertenecientes al Banco Central en Nueva York.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 7 de Abril de 2012.

Defender el trabajo argentino… De Alguna Manera...

Defender el trabajo argentino…

Débora Giorgi, Ministra de Industria. 
 
Últimamente vemos cómo se tilda a la Argentina de ser uno de los países más proteccionistas. Sobre esta calificación corresponde aclarar cuál es la realidad y dónde se esconden intereses tanto de actores privados como de países. La realidad es que nuestro país no está cerrado al mundo. En efecto, nuestra economía es hoy, en pleno proceso de reindustrialización, dos veces más abierta que en los ’90. En ese entonces el índice que se utiliza para medir la apertura de la economía (la suma de exportaciones e importaciones en relación con el PBI) era del 19 por ciento, contra el 34 por ciento actual.

En 2011, las importaciones argentinas crecieron 30,8 por ciento respecto de 2010 y entre 2003 y 2011 el crecimiento de las compras al exterior fue del 434 por ciento. Entonces, ¿cómo somos la bette noire del proteccionismo? Muy simple: porque en esa calificación se reflejan, por una parte, los intereses de importadores que ven hoy –a diferencia de los ’90– cómo se apaga su negocio, y por otra, los intereses de los exportadores de otros países que no quieren perder mercados porque significa perder negocios y empleos.

El 80 por ciento de los países que expresaron el 30 de marzo pasado en la Organización Mundial de Comercio (OMC) su “preocupación” ante las políticas comerciales de nuestro país, registran superávit comercial con Argentina y, en la mayoría de los casos, Argentina aumentó su participación como mercado para esos países, es decir, ha sido mejor mercado que los países supuestamente “abiertos”.

También debe destacarse que la OMC tiene en el ámbito del Órgano de Solución de Diferencias el fuero natural donde los países plantean sus diferendos comerciales. Este Órgano ha recibido siete presentaciones en lo que va de 2012, triplicando el ritmo de presentaciones de 2011.

Así, Argentina –que cumple plenamente con la normativa OMC– defenderá, si fuera necesario, sus políticas comerciales en el ámbito o foro que le corresponda, porque tenemos la plena convicción no sólo de que cumplimos las normas, sino porque detrás de las quejas se encuentra la defensa de más de un millón de puestos de trabajo creados por la industria nacional.

Si dejamos la hipocresía de lado, si rompemos, como lo reclama en los foros internacionales nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con el lamentable doble estándar de aquellos países que tienen permitido aplicar reglas que los benefician o romperlas cuando no les conviene y los que no, llegaríamos fácilmente a dos conclusiones.

Primero, los países desarrollados que hoy pregonan el libre comercio para terceros fueron y son terriblemente proteccionistas, lo fueron para desarrollar su industria, y lo son en sus sectores agroindustriales, de servicios, propiedad intelectual y compras gubernamentales, sólo para dar algunos ejemplos. Además, en forma más que frecuente enfrentan reclamos por ello.
Estados Unidos y la Unión Europea –que suscribieron la presentación contra Argentina– mantienen medidas que funcionan como barreras paraarancelarias restringiendo claramente el ingreso de productos argentinos a sus mercados, como en el caso de EE.UU. con la carne bovina –fresca enfriada y congelada–, limones frescos, cítricos dulces, carne de cordero, entre otros, y en el caso de la UE, enfrentan los subsidios a la producción y a las exportaciones de productos agropecuarios (carnes, lácteos, azúcar), precios mínimos de entrada y restricciones técnicas.

Además, mientras que Argentina recibió una “queja formal” de 40 países, muchos de esos Estados tienen denuncias concretas desde 1995 a la fecha por prácticas comerciales que se constituyeron en casos (panel) que investiga la OMC: por ejemplo, Estados Unidos ha sido demandado en 114 oportunidades, la Unión Europea en 70, más las demandas particulares a cada uno de sus países por parte de Brasil, India y China, entre otros, y como último ejemplo México fue demandado en 14 oportunidades por 7 países, entre ellos Estados Unidos y Chile.

La segunda conclusión es que la crisis internacional que estamos atravesando ha incentivado en los países la implementación de políticas nacionales de comercio exterior para preservar los mercados internos de la competencia desleal que generan: la sobreoferta mundial que surge porque en los países desarrollados sube el desempleo y cae la demanda; porque los países emergentes que crecemos somos sometidos a las presiones de las revaluaciones cambiarias, y porque es imperioso neutralizar los efectos negativos de las políticas de globalización forzada del comercio internacional aplicadas por las empresas transnacionales.

Es fundamental preguntarse si quienes nos cuestionan no son los mismos que buscan exportar sus horas de trabajo, su desempleo creciente y sus sobrantes de producción, es decir, su crisis y el achicamiento de sus mercados a nuestro país. Por esa razón en ninguna mesa de negociación resignaremos la defensa del trabajo para los argentinos.

Las medidas de administración de comercio que se aplican en Argentina (como Licencias Automáticas y No Automáticas) están contempladas por la OMC y las utilizan otros cien países en el mundo, y otras iniciativas como la Declaración Jurada Anticipada de Importaciones es utilizada de manera similar en 27 naciones.

Nuestro mercado interno creciente y pujante es un pilar del modelo iniciado en 2003 que, con eje en la producción y el trabajo, permitió duplicar nuestro PBI industrial y convertir a la Argentina en el tercer país del mundo que más incrementó su PBI en 2011 detrás de China e India y el que más creció en la región en los últimos 8 años.

Todo este desempeño se reflejó, entre otros aspectos, en que el año pasado alcanzamos una tasa de inversión del 24,5 por ciento sobre el PBI, que fue la más alta de los últimos treinta años. Porque, digámoslo sin pudor, es una enorme oportunidad invertir en Argentina.

Pero para seguir siendo una oportunidad para más producción y más y mejor trabajo, la política de comercio exterior debe estar en consonancia. Es decir, defender con orgullo lo hecho en Argentina por manos e intelecto argentino, siendo cada vez más exigentes con nosotros mismos porque ése es el camino del desarrollo económico con inclusión, que es la base de nuestro modelo.

© Escrito por Débora Giorgi (*) y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 7 de Abril de 2012.

(*) Ministra de Industria
 
 

México vs. Argentina... De Alguna Manera...

Un culebrón entre Buenos Aires y el DF...

 Argentina tuvo un déficit de casi 1000 millones de dólares con México en 2011 por el intercambio de vehículos. Imagen: AFP.

El gobierno mexicano advirtió que denunciaría a la Argentina ante la OMC por su política de control de las importaciones. La Argentina, a su vez, está por denunciar el acuerdo automotor con ese país por el fuerte déficit comercial.

El gobierno mexicano pasó a estar a la cabeza del reclamo contra la política comercial de la Argentina, ya que adelantó que hará una presentación formal en la Organización Mundial del Comercio (OMC) “solo o en grupo”. El secretario de Economía de ese país, Bruno Ferrari, dijo en una entrevista a un medio gráfico mexicano que “no sé si iríamos solos o todo el grupo, pero es muy probable que vayamos en grupo, y vamos a ver cómo reacciona Argentina”. El “grupo” son los 14 miembros de la OMC, en su gran mayoría economías desarrolladas, que firmaron una declaración en conjunto en contra de la administración de comercio argentina.

El día anterior a la publicación del reportaje, el funcionario mexicano se reunió en Washington con el representante comercial de la Casa Blanca, Ron Kirk, y con el secretario de Comercio de Canadá, Edward Fast. Allí reafirmaron la voluntad de profundizar la alianza librecambista y manifestaron su “preocupación por recientes expresiones de proteccionismo en algunas partes del mundo que pueden afectar los flujos comerciales y tener un impacto en el crecimiento y en el empleo”, comunicaron los gobiernos luego del encuentro.

De hecho, el 19 y 20 de abril en Puerto Vallarta, México, donde se llevará a cabo la reunión de ministros de economía del G-20, los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México presentarán su postura en favor del libre comercio, según adelantaron. Esa reunión permitirá medir qué grado de adhesión tiene la iniciativa liberal y de qué forma actúan otros países como China, India, Rusia y Brasil. Desde el gobierno argentino sostienen que la presión para que se levanten regulaciones comerciales se explica por la necesidad de los países desarrollados, apoyados por sus aliados comerciales, de exportar la crisis económica hacia naciones periféricas.

El reclamo puntual de México contra Argentina se basa en el comercio bilateral de autos, que se rige a través de un acuerdo firmado en 2002, identificado como el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 55. El mismo establece las pautas del comercio de vehículos y autopartes entre México y los cuatro países integrantes del Mercosur. A partir de 2008, ese intercambio comercial con México empezó a generar un saldo deficitario creciente para Argentina, de ahí que el gobierno nacional plantee en la actualidad rediscutir el convenio para que México compre más autos de fabricación argentina y compense el comercio sectorial, que sólo en 2011 favoreció a la nación azteca en aproximadamente 1000 millones de dólares.

“Si Argentina considera la denuncia del ACE 55, nosotros estaríamos observando y actuaríamos en consecuencia lo que a nuestro derecho convenga, que sería ir a un panel –en la OMC– en grupo o nosotros mismos para pedir que se pongan medidas”, advirtió Bruno Ferrari. México firmó la semana pasada la declaración en conjunto impulsada por Estados Unidos en el Consejo de Mercancías de la OMC, cuestionando la política comercial argentina. Fue el único país latinoamericano, junto a Panamá, en adherirse. En cambio, Perú y Chile manifestaron sus quejas en el cónclave pero no las hicieron públicas.

La reacción mexicana representa una amenaza hacia el gobierno argentino, que según fuentes oficiales, denunciaría en los próximos días el acuerdo automotor o exigiría a las terminales radicadas en el país que compensen “uno a uno” el valor de los vehículos ingresados desde México. Las marcas que ingresan a la Argentina desde ese país son Nissan, Volkswagen, Dodge, Honda, Ford, Chrysler y General Motors.

México ya renegoció el acuerdo con Brasil, a partir de lo cual se limitó la cantidad de vehículos exportados al país vecino, “pero se niega a hacerlo con la Argentina, donde el volumen de autos que vende es, en términos relativos al tamaño del mercado, mayor a los que exporta a Brasil”, argumentaron fuentes oficiales.

Entre 2006 y 2011 las exportaciones de autos de Argentina a México cayeron 63 por ciento, mientras que las importaciones desde ese país se quintuplicaron. Argentina es el cuarto destino en importancia para el total de las exportaciones mexicanas en América latina, y el doceavo en el mundo. El año pasado se registró un rojo a nivel global para Argentina de 896,7 millones de dólares en el comercio bilateral.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 7 de Abril de 2012.

Medios hegemónicos vs. Hegemonía de los medios... De Alguna Manera...

Los medios oficialistas y el caso Boudou…

Tiempo Argentino y Télam apenas hicieron mención al vicepresidente y al caso Ciccone en los últimos meses.

 Tiempo Argentino, Veintitrés, Miradas al Sur y Télam, algunos de los medios oficialistas. Foto: Cedoc

El caso Ciccone, que involucra al vicepresidente Amado Boudou, tuvo amplia difusión en la mayoría de los medios argentinos. Excepto, claro, en los llamados "medios oficialistas", como el Grupo Szpolski y la agencia estatal de noticias Télam, que apenas mencionaron el tema.

Con el escándalo, Boudou pasó de rockstar, niño mimado del oficialismo y posible sucesor de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2015, a la casi inexistencia, al menos en los medios oficialistas. Desde el descubrimiento de Ciccone, el vicepresidente dejó de ser nombrado, incluso cuando reemplazaba a la mandataria de viaje.

El caso del diario Tiempo Argentino, del grupo Szpolski, es paradigmático. La última noticia antes del escándalo fue la presencia de Boudou en el Festival del Lago del Calafate, el 16 de febrero pasado. La siguiente fue el allanamiento a su vivienda, ocurrido ayer, aunque el matutino se empeñó en desmentir que sea "el departamento de Boudou" y sostuvo que no se "aportó nada a la causa".

Algo similar ocurre en el sitio Web de Télam. Su última mención a Boudou antes del escándalo fue el 26 de enero, en el lanzamiento de la Fiesta Nacional de la Vendimia en Mar del Plata. El vice no fue nombrado allí por más de dos meses, hasta que se reprodujo su discurso de hoy ante el Senado.

En tanto Página/12 fue el medio que más veces siguió el tema publicando en su versión papel y en su página Web las distintas noticias que iba produciendo el caso.

Por su parte, la revista Veintitrés y el matutino dominical Miradas al Sur, ambos del grupo Szpolski, no se refirieron al tema hasta hoy.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 5 de Abril de 2012.


Red social para mujeres infieles… De Alguna Manera...

Una red social para mujeres infieles…

 Ashley Madison, una red social para infieles lanzada hace 10 años que tiene unos 13.000 millones de usuarios. Foto: Cedoc

Acaba de llegar al país tras una encuesta que dio por sentado que los argentinos son los más deseados. El video.

Las redes sociales para infieles no dejan de crecer en el mundo, pero casi todas eligen venir a la Argentina antes que a otros países luego de descubrir cuánta demanda hay en el país y cuán solicitados son los argentinos.

Sucede que a los website que ya arribaron al país en el último año, se acaba de sumar Ashley Madison, una red social para infieles lanzada hace 10 años que tiene unos 13.000 millones de usuarios, luego de comprobar que más de 180.000 argentinos intentaron sumarse al sitio en los últimos seis meses, pese a que aun no estaba disponible para el país.

Pero además, antes de desembarcar en la Argentina (el tercer país latinoamericano al que llega, después de Brasil y México), desde el equipo de Ashley Madison realizaron una encuesta a las mujeres registradas de todo el mundo para averiguar hombres de qué país preferían que sean incluidos. “Y ganaron los hombres argentinos con un 64% de los votos, dejando atrás a Alemania, Francia e Italia”, cuenta a Rouge Pedro Falkenbach, representante del website en Argentina.

“En todos los países vemos que hay un crecimiento muy rápido de usuarios, porque la infidelidad existe en todos lados. Lo que vemos en Latinoamérica en particular es que hay países con tradiciones muy católicas, pero al mismo tiempo seres humanos muy sexuales; ese conflicto nos da esta oportunidad porque existen muchos casamientos infelices”, opina Falkenbach.

Esta red social para infieles no es la única que funciona en la Argentina. Ya llegaron otras como Gleeden, Ohhtel y Second Love. Lo que proponen es que se anoten quienes están casados o tienen pareja y quieren tener encuentros furtivos, de alto contenido sexual y baja posibilidad de deschave. Está hecha para quienes creen en el matrimonio, pero no agotan allí sus posibilidades sexuales.

© Publicado por http://rouge.perfil.com el jueves 5 de Abril de 2012.





La guerra y el negocio... De Alguna Manera...

El negocio...

 Con Chip Delaney y Bernardo Fernández

En estos días, el Reino Unido celebra la última vez que ganó una guerra. Como suele suceder, la victoria se debió más a los errores argentinos que al talento británico. El error determinante de la derrota fue el incidente de las Georgias del Sur. Si se hubiera mantenido el plan de invasión original, es probable que Gran Bretaña hubiera perdido las Malvinas. Meryl Streep no habría ganado otro Oscar y la vergonzosa retirada de los militares y sus secuaces del poder se habría postergado.

Desde los años 70, Londres había perdido interés por sus colonias. En noviembre de 1976, un grupo perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina hizo tierra en la isla de Thule y construyó una pequeña base donde pusieron a flamear la celeste y blanca. No fue hasta diciembre que los británicos supieron lo que había pasado. Hubo protestas diplomáticas, se discutió la legitimización de la ocupación, pero no se llegó a nada. El primer ministro James Callaghan se negó a mandar a los Royal Marines a terminar con el asunto. En la ONU, diplomáticos de ambos países discutían la posibilidad de transferir la soberanía de las Malvinas a Argentina, reteniendo Gran Bretaña la administración local. Todas estas señales les hicieron pensar a los militares argentinos que era posible recuperar las Malvinas mediante una invasión.

En 1981 el gobierno militar se caía a pedazos, en el plano internacional la administración Carter y diversos organismos de derechos humanos habían puesto al descubierto al terrorismo de estado; el gobierno de Reagan no tenía interés en Latinoamérica; la economía estaba en ruinas, la deuda externa había trepado a casi 50 mil millones y se habían acabado los créditos; la industria nacional era otra desaparecida; la pobreza y la desocupación escalaban posiciones día tras día y la población comenzaba a superar el miedo y protestaba airadamente por las calles.

El Plan Original. Para la recuperación de Malvinas se había pergeñado la Operación Goa. El nombre proviene de la provincia más pequeña de la India que en 1961 llevó a cabo una acción militar que terminó con los 451 años de dominio portugués. Este plan preveía la invasión para mayo o julio de 1982, cuando el invierno austral sopla con su máxima furia y con la custodia del Malvinas, el rompehielos HMS Endurance, ya retirado de servicio. Se había ideado también la ocupación previa de las islas Georgias del Sur disimulada como un emprendimiento civil. Cuando la planificación le fue encargada al vicealmirante Juan José Lombardo, actualmente procesado por delitos de lesa humanidad, el marino dijo que debía desestimarse la operación encubierta a fin de no perder las ventajas del factor sorpresa y darles a los ingleses la oportunidad de reforzar las islas.

El 20 de marzo, Lombardo se enteró horrorizado que un grupo de trabajadores del empresario Constantino Davidoff habían desembarcado en la isla con un contrato para desguazar una estación ballenera. Era la cobertura para un grupo de combate, Los Lagartos, que lideraba un oficial de destacada participación en la guerra sucia: el teniente Alfredo Astiz, un hombre a quien le encanta aumentar su fama con declaraciones escandalosas. Esa sed de protagonismo lo llevó a izar en aquella remota isla la bandera argentina que alertó a los ingleses. Así, un buen plan, pensado para ser ejecutado en el momento oportuno, fue reemplazado por un mal plan ejecutado en el momento menos oportuno.

Mientras tanto, en Londres. El periódico ruso Estrella Roja bautizó a Margaret Thatcher como “la Dama de Hierro”, pero en 1982 estaba un poco oxidada. Con ya tres desgastantes años en el poder y a uno de las siguientes elecciones, su administración estaba en serios problemas. Las medidas económicas que implementó produjeron una aguda recesión y niveles inéditos de desempleo. La desregulación del mercado financiero, las privatizaciones, la flexibilización laboral, el desmantelamiento de la industria y el ataque frontal que dirigió contra los sindicatos hicieron que su popularidad se desplomara. Una guerra era exactamente lo que necesitaba, y ésta no podía pintar mejor: bajo su mando, el león británico enfrentaría nuevamente a una pandilla de torturadores fascistas como lo hizo Churchill contra los nazis. Hizo flamear el emblema canalla de Alfredo Astiz y, con dotación completa, las naves del imperio se hicieron a la mar en Southampton.

Los enteraos. Los andaluces tienen un mote para ese tipo que sabe de todo y de todo da cátedra: “El enterao”. En la Argentina, al “enterao” debería considerárselo plaga nacional. Cualquier cosa que suceda genera espontáneamente una cantidad de “especialistas” en la materia que se trate. Durante la guerra de Malvinas surgieron por todas partes como flores venenosas. Las tácticas y estrategias bélicas eran pan comido para nuestros entendidos que discurrían sobre armas, equipamiento, aviación militar con el fondo de la marchita de Malvinas “Argentinos a vencer”, aunque desde el principio estábamos vencidos.

Pero lo más grave fue el triunfalismo. Quien osó manifestarse en contra de la guerra, quien no profesó una fe ciega en el triunfo argentino, quien puso en duda la justicia de la gesta, el heroísmo de nuestros militares o el valor de nuestros soldados, fue blanco del oprobio, tachado de traidor, expulsado de taxis, distanciado por sus amigos. Era la Argentina contra Inglaterra, los íbamos a llenar de pepinos y el que no saltaba era un inglés. Y fue así nomás, porque durante 73 días celebramos la guerra como una fiesta: les ganamos, les hundimos, les rompimos el culo y los derrotamos con nuestra viveza y con nuestro ingenio. Una lástima, el día 74 perdimos.

La derrota. En cuanto aparecieron tres soldaditos por las Georgias, Astiz sacó la bandera blanca. El general Mario Menéndez cumplió su juramento, defender las islas hasta las últimas consecuencias: la llegada de los Royal Marines. Los militares argentinos, después de siete años de una dictadura criminal y sangrienta que destruyó la economía y la industria, la cultura, la educación y las vidas de miles de personas, dieron con la guerra de Malvinas la última demostración de su acabada ineptitud y de su irremediable estupidez. Sólo en este sentido les ganamos a los ingleses, porque mientras nuestros genios militares salían de la Rosada con el rabo entre las patas, Thatcher ganaba las dos siguientes elecciones gobernando y destruyendo la economía inglesa durante ocho años más. Hoy Gran Bretaña no podría llevar adelante otra campaña como la del 82, porque simplemente no tiene con qué.

Una de las industrias que Thatcher destruyó fueron los astilleros. Ciudades enteras no saben qué hacer con los grandes establecimientos que se derrumban en las aguas. La única esperanza es que algún inversor árabe o chino los convierta en shoppings gigantescos. No tiene ahora de dónde sacar 42 naves de guerra, 22 naves auxiliares y 62 barcos mercantes. Entonces tenía dos portaaviones, hoy ninguno. El poder marítimo de Gran Bretaña estaba basado en una industria que, como la Atlántida, yace hoy en el fondo del mar. La Argentina, cuyas fuerzas armadas han quedado reducidas a un símbolo en el que nadie cree, no le pueden hacer la guerra ni a un cuartel de bomberos.

Ahora Cristina. Debemos saber que las guerras nunca se hacen por los motivos declamados. En 525 a.C. el dramaturgo griego Esquilo lo dijo: “En la guerra, la primera víctima es la verdad”. Todas las guerras se hacen en nombre de Dios, siempre por poder y dinero. Afortunadamente no hay muchas posibilidades de que estalle una guerra, pero aún así la verdad agoniza. A Gran Bretaña le conviene el conflicto. Está en franca decadencia, Alemania le ha sacado enorme ventaja en todas las cuestiones de política y economía internacional. Cameron tiene que calmar a los sectores más duros de su propio partido mientras arregla sus entuertos con los vecinos de Europa. El conflicto le brinda la oportunidad de reeditar el viejo orgullo británico, la última victoria.

La administración K ya lleva 9 años en el poder. Cristina ha demostrado una gran capacidad para reciclarse y superar las crisis, muchas veces provocadas por su propia interna, y para resistir los embates de una oposición empresaria de considerable poder, pero que no cuenta con una oposición política mínimamente capaz o significativa. El desgaste se siente. Malvinas es un tema que promueve la adhesión al gobierno. Sí lo hizo con Galtieri, que no dejó de darle palos a los trabajadores hasta dos días antes de la invasión, qué no hará por Cristina.

Las Malvinas están en el inconsciente colectivo, las bases las quieren, son un factor aglutinante e insuflan entusiasmo, y esas son cosas que nunca le sobra a ningún gobernante. La estrategia K ha consistido en un constante trabajo en la base, cosa que no sabe hacer ningún otro sector político, incluido el resto de los peronistas. Cristina y David Cameron “malvinizan” la agenda política porque la pelea les da grandes beneficios y distrae la atención de temas urticantes.

Lo que en verdad está en juego. En el manejo de la cuestión el gobierno nacional tuvo algunos aciertos: los acuerdos con Mercosur y Unasur y dejar en claro que el tema es la explotación de los recursos naturales. Pero también algunas metidas de pata: prohibir la entrada de productos británicos, cuando hay insumos industriales básicos de ese origen es perjudicial para nuestra industria. El morenismo no afloja. No dejar entrar a nuestros puertos a naves inglesas puede ser una medida celebrada por la popular, pero le quita a Ushuaia muchos ingresos como puerto antártico, lugar que Punta Arenas no deja de ambicionar y que podemos perder. El bloqueo a buques ingleses puede producir situaciones incómodas en la región. Con toda seguridad, Chile no se va a plegar, Uruguay ya ha dicho que no, y en la medida en que perjudique las economías de otros vecinos, también se retirarán.

Borges dijo sobre la guerra del 82 que era “la pelea de dos calvos por un peine”. La ironía, acertadísima en el momento, puede dejar de serlo si a los pelados les crece el pelo. Lo que está en juego en el futuro es la Antártida. La zona está protegida por un tratado internacional que prohíbe su explotación. Pero es dudoso que siga siendo eficaz cuando comiencen a escasear los recursos que allí se encuentran. Entonces lo que prevalecerá serán las posiciones ya consolidadas y, como siempre, la fuerza.

Ahora la cuestión es insistir y presionar para que haya negociaciones. Hay que discutir hasta el fin con un interlocutor que está muy entrenado en política internacional. Esas difíciles negociaciones deben ser conducidas con inteligencia, con prudencia y considerando el futuro.

La gran incógnita es si nuestros gobernantes podrán resistir la tentación de la grandilocuencia y los gestos heroicos y si enterados y triunfalistas son capaces de cerrar la boca.

© Escrito por Ernesto Mallo (*) y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 31 de Marzo de 2012.

(*) Escritor.