Mostrando las entradas con la etiqueta Sergio Schoklender. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sergio Schoklender. Mostrar todas las entradas

sábado, 26 de julio de 2014

¿Era necesario Hermeregildo?... De Alguna Manera...



La caricatura de Sábat sobre Griesa y Cristina enfureció a las redes sociales. Foto: Cedoc

Un nuevo "mensaje cuasi mafioso" de Clarín contra Cristina por los buitres. Hermenegildo Sábat dibujó a la Presidenta arrodillada frente al juez Griesa. Las tapas que ofendieron al gobierno.

El juez Thomas Griesa de pie, erguido, como un gigante recio de traje marrón. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mucho más pequeña, sólo su cabeza y su cabello, sugestivamente ubicada a la altura de la cintura del magistrado. Así dibujó Hermenegildo Sábat una nueva caricatura polémica de la política argentina.

Con la leyenda "al ritmo de la Justicia de EEUU", el dibujo apareció en la edición de hoy del diario Clarín, después de una nueva reunión sin resultados en Nueva York entre los representantes argentinos y el mediador Daniel Pollack.

Como ya es costumbre, la tira generó polémica primero en las redes sociales, entre kirchneristas y no tanto, en particular por el tono misógino de la imagen. El portal web de Clarín publicó la nota pero en una versión recortada, en la que sólo se ve al juez, sin Cristina.

Un cruce con historia. La primera vez que la jefa de Estado se ofendió por una caricatura de Sábat fue en 2008, en pleno conflicto con el campo. El reconocido ilustrador la dibujó con la boca tapada y con la cara de Néstor Kirchner pegada a la suya, como símbolo del supuesto "doble comando". En un discurso público, la Presidenta criticó al artista y calificó la tira como "mensaje cuasimafioso". La frase fue repudiada, entre otros, por la Comisión de Liberta de Expresión de la Cámara de Diputados.

Cuatro años después, Sábat volvió a estar bajo la lupa cuando dibujó a la mandataria con un ojo morado por el supuesto golpe del revés judicial del llamado "7D". Esta vez, la caricatura fue criticada en la legislatura porteña y el filósofo José Pablo Feinmann dijo que el dibujante "no sabe un pito de la defensa de género, de la defensa de la mujer".

Aníbal Fernández también denunció un "mensaje mafioso" en Clarín, esta vez en una tira de Sergio Langer y Rubén Mira de mayo de 2010. Según el entonces jefe de Gabinete, la historieta usaba los nombres de los agentes de seguridad que custodiaban a la Presidenta en esa época, lo que consideraba una amenaza. Los creadores aseguraron que no sabían que esos eran los nombres de los custodios.

En abril de este año fue el turno de Julio De Vido. El ministro de Planificación Federal apareció dibujado como una matrioska (las muñecas rusas que contienen otras muñecas más pequeñas en su interior), adentro de otra más grande que incluía a Abel Fatala, subsecretario de Obras Públicas, y a Sergio Schoklender, de la investigada fundación Sueños Compartidos. "Siempre estos diarios pretenden vincularme a supuestos y fantasiosos hechos de corrupción que sólo existen en su imaginación", se defendió el funcionario.

Noticias. Las tapas de la Revista Noticias, especialmente aquellas en las que aparece CFK, suelen generar revuelo entre el gobierno. Por ejemplo, la de abril de este año que mostraba a la presidenta crucificada con el título "Vía Crisis" recibió críticas de funcionarios, de la iglesia católica y hasta de la comunidad judía.

Más polémica tuvo el número llamado "el Goce de Cristina", que se hacía eco de un video del grupo musical The Rockadictos, que mostraba a una versión animada de la mandataria masturbándose. La edición fue repudiada por el Senado e incluso hubo un intento de retirarla de los kioscos.

Otras tapas de Noticias cuestionadas por el oficialismo fueron la de "Fachoprogresismo", que mostraba a Néstor Kirchner como un dictador, la de "La Reina está desnuda" que mostraba a Cristina (editada digitalmente) sin ropa y "¿Está bajo tratamiento psiquiátrico?", que hablaba de la salud de la entonces senadora Fernández de Kirchner ya en 2006.

© Publicado el Sábado 26/07/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires.



   

miércoles, 2 de julio de 2014

Barrio La Carbonilla... De Alguna Manera...

Carta abierta al gobierno que fogoneó el odio y la intolerancia...

La Asociación Madres de Plaza de Mayo, que preside Hebe de Bonafini, acompañada por la agrupación italiana Kabawil Pescara visitan el barrio La Carbonilla para conmemorar el 37° aniversario del nacimiento de la agrupación. Foto: Télam

Respuesta a las injustificadas críticas del trabajo sobre "La Carbonilla".


Hacía 24 horas que mi video "Metáforas de una década ganada. La Carbonilla por dentro" estaba subido al portal de Perfil.com. Fue en ese momento, tras una interminable difamación pública, insultos y agravios de uno de los protagonistas del mini-documental y de un improductivo subgerente de la Televisión Pública, en que me pregunté de qué servía contestar a cada una de sus mentiras e insultos, a través de una red social.

No debería sorprender el nivel de sinsentidos y banalización de la discusión de Juan "Hank" Soriano, el líder del Vatayón Militante que la mismísima Presidenta de la Nación bancó, públicamente, luego de que Sergio Schoklender denunciara su existencia tras su segunda estadía en prisión por malversación de fondos públicos en la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Pero sí el de una influyente autoridad que representa a los medios públicos. Sin argumentos de ningún tipo, contestar seriamente sus mensajes sería como dialogar con Beavis and Butthead. Es la lógica imperante en los tiempos kirchneristas: la abogada exitosa premia este tipo de actitudes de inoperantes que han hecho de la alcahuetería una religión.

El video de 12 minutos transcurre en la villa "La Carbonilla" ubicada en el barrio de La Paternal en la ciudad de Buenos Aires. El barrio es noticia pues fue el lugar de encuentro de Hebe de Bonafini, cuestionada hasta por Estela de Carlotto por la forma en que se manejó en Sueños Compartidos, César Milani -el "progresista" general de Cristina- y "Unidos y Organizados", conjunto de agrupaciones que va de Kolina, La Cámpora, Movimiento Evita hasta el, antes mencionado, Vatayón de Soriano.

Es muy fuerte lo que el corto muestra, más aún, lo que no se dice. Las escenas indignaron hasta al director de cine Juan José Campanella. Allí se observa a la plana mayor del Gobierno nacional, festejando la inauguración apócrifa de las cloacas en el barrio junto a Víctor Heredia. El ejército de Milani que aparece en la villa para barrear, y la "militancia", para “palear”, como explica un vecino. Chicos corriendo a las puteadas en un local del Vatayón bautizado, cuándo no, con el nombre del prócer Néstor Carlos Kirchner, mientras una colaboradora de la agrupación habla de integración social. Un grupo de pibes de 15 años que se animan a mostrar su casilla en la que tres baldes y un pozo hecho a mano demuestran que lo de las cloacas K es mitológico.

Una Bonafini que grita que "no tengan miedo de pedir". ¿Será la misma mujer que mandó a reclamarles a su ex hijo putativo, Sergio Schoklender, a cuatro trabajadores de su Fundación, que le pedían saber quién y cuándo se iba a hacer cargo de sus sueldos adeudados? Una dirigente local que aplaude a rabiar a Andrés Larroque y al ministro de Defensa, Agustín Rossi y que, casualmente, es la misma mujer que presentaban, los medios públicos, como una vecina común y corriente que denunciaba al gobierno de Mauricio Macri por dejarlos a la buena de Dios. Una canchita de fútbol sin arcos y una plaza en la que sólo quedaron los fierros del tobogán y el sagrado nombre que tatuó "la militancia" en sus ratos libres. Sí, adivinó: Néstor Carlos Kirchner.

Todos esos pequeños detalles conforman la gran estafa de estos años: el engaño de cuál fue la real inversión en obra pública y la apropiación y partidización del país, desde los organismos de derechos humanos, los grupos piqueteros, los artistas, el rock, los medios públicos hasta las villas miserias.

¿Alguien imagina que podría instalar un local en La Carbonilla sin pertenecer a una agrupación kirchnerista? ¿Quién autorizó al Vatayón a instalarse allí? ¿Con qué recursos bancan ese espacio? De esas cosas, Soriano jamás hablará. Tiene dignos ejemplos para comportarse impunemente. De Amado Boudou a César Milani, del Ricardo Echegaray sorprendido en Río de Janeiro por TN al José María Núñez Carmona de Punta del Este. Por esa razón, nos detestan. El periodismo de investigación es eso. Pero para los "intocables" del poder K, meternos donde nadie nos invita nos convierte en el mal: citan a Alfredo Astiz y a Jorge Rafael Videla de memoria. Señalan con su dedo acusador. Nací un 23 de enero de 1980, difícilmente pude haber tenido algún tipo de relación con la siniestra y asesina dictadura militar. ¿Dónde estaba el revolucionario Masllorens en esos años?

Dicen que somos fachos o la derecha, que nos paga Héctor Magnetto y que funcionamos como soldados que obedecemos las órdenes de tal o cual dueño de un medio. Lanzan el término "servicio", ¿sabrán que los servicios de inteligencia los maneja el gobierno a diestra y siniestra desde hace años? ¿Les sonará el Proyecto X? ¿Milani? Son tan caraduras que están diseñando una ley para no tener que pasear, jamás, por algún pasillo de Tribunales. Hablan de pluralismo porque ahora se escuchan "más voces" y "cada uno dice lo que quiere"... mientras sea dueño de un medio donde expresarse.

Pequeño detalle. Los medios de comunicación que afloraron durante la década ganada son, casi en su totalidad, K, filo K, recontra K y ultra K. Argumentan la crítica a una nota por la cantidad de visitas que obtuvo: "Nadie te conoce" o "El día que tengas 1000 visitas te compro una torta". Es su concepción de la democracia. A las minorías hay que silenciarlas, hostigarlas, aniquilarlas. La historia es cíclica. Se repite en forma de parodia, escribió un tal Karl Marx que, quizá algún día estos milibobos se animen a leer más allá de embobarse con su barba "onda el Che Guevara". En los últimos meses, los talibanes del kirchnerismo ingresaron en su etapa final: la de victimizarse asegurando que ellos son los perseguidos y hostigados. Casualmente, siempre que aparecen en las redes sociales para difamar al periodista, son funcionarios del Gobierno nacional, de mayor o menor rango o empleados del Estado. ¿Quedará algún kirchnerista que no pasa a cobrar a fin de mes por las arcas públicas?

Nada sorprende a esta altura. Pero la mañana del miércoles 25 de junio me encontré anonadado con mi respuesta desenfrenada. Había perdido la paciencia. Uno de los que me calificaban como "sorete", cómplice de la dictadura, amigo de Videla y de "ladrón" era el subgerente de Extensión y Desarrollo de Proyectos de la Televisión Pública, un cargo más anodino que el de Ricardo Forster y su pensamiento nacional. Jamás oculté que trabajo desde julio del 2008 en la Gerencia de Prensa e Institucionales del canal público. Público. No de un partido. Cuando salió publicado mi anterior libro, El negocio de los derechos humanos, seriamente me replanteé si debía renunciar a mi trabajo. Un sabio amigo periodista me dijo que no lo hiciera, que no dejara espacios vacíos que, raudamente, otro Hank seguramente ocuparía. La Televisión Pública no son ellos. No todos los que trabajan aquí se comportan como estos matones de poca monta que, ni siquiera, son reconocidos por sus superiores.

En fin, el funcionario que se desempeña bajo la misma gerencia de la que formo parte se preocupaba en difamarme, hostigarme. Se solidariza con el amigo del exdirector del Servicio Penitenciario, Víctor Hortel, el de las cloacas de mentira y los presos fugados de verdad. En seis años, jamás tuvo el coraje de comentar su malestar de trabajar con un "facho" como yo. Sin embargo, explotó en la impunidad de una red social. En una década en la que se fogoneó la intolerancia y el odio, el detalle es menor. Masllorens se presenta como "militante político". Sin embargo, su amor por la patria y su gobierno, no lo ha demostrado en su gestión diaria en la que nadie sabe para qué está ni qué hace.

A fines del 2013, en un duro momento del Gobierno nacional, en medio de los saqueos, la crisis económica y social e intensas protestas internas en los pasillos del canal que debería ser de todos, ideó junto con un pequeño grupo de empleados del canal, Canal 7 Para la Victoria. Quería imitar a los colegas de Télam. Empapelaron el canal para sobreactuar que “bancaban” a Cristina. Una vez más, confundían lo de todos con lo de un grupo determinado, aunque sean los supuestos iluminados que nos están rescatando del capitalismo salvaje y de los malditos monopolios.

Soriano es joven. Masllorens, no. Demuestran que la intolerancia no tiene edad, no envejece. El primero debería explicarle a la familia Taddei cómo el baterista de Callejeros, Eduardo Vázquez, se paseó por las calles de San Telmo acompañando a su Vatayón, poco después de ser condenado por prender fuego a su mujer Wanda. Recuerdo que el subgerente reclamó a su superior que me echaran cuando conoció la publicación de mi libro. La respuesta fue que “a pesar de las diferencias ideológicas, no echamos gente”. La justificación remitía a lo peor de la Historia humana. "Tengo un amigo judío", le faltó decir.

En el estatuto laboral está expresamente prohibida la discriminación religiosa, étnica e ideológica. ¿De qué ideología hablarán? ¿La de Fidel Castro o la de Chevron? Con ese "argumento" teórico, un representante de los medios públicos se enfurece porque alguien que piensa distinto y, encima trabaje y le aporte más al canal que diez subgerentes de vaya a saber qué, sobreviva en "su" canal. El otro, Soriano, odia quedar expuesto. Alberto Lebbos, alguna vez me dijo que "en este país la gente tiene más miedo a perder el trabajo que a que le maten un hijo". Es así. El temor paraliza. No todos somos como estos personajes que tienen que justificar sus jugosos y exclusivos ingresos económicos sobreactuando su supuesto convencimiento a un proyecto que ni ellos saben de qué se trata. 

© Escrito por Luis Gasulla el Viernes 27/06/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

lunes, 24 de marzo de 2014

Néstor y Hebe... De Alguna Manera...


Néstor Kirchner y la alianza con Hebe Bonafini, "el tanque"...

Hebe, apoyo estratégico de Néstor Kirchner. Foto: Télam

Cómo fue el plan para sostener el Gobierno kirchnerista con los "derechos humanos" como principal relato. Un día como hoy, hace apenas tres años, el oficialismo recordó el aniversario número 35 del último golpe de Estado con un acto en el Mercado Central: hablaron, entre otros, Sergio Schoklender, que todavía no se había peleado con las Madres de Plaza de Mayo y con el Gobierno; Guillermo Moreno, y Amado Boudou, que era el candidato a vicepresidente de Cristina Kirchner.

Allí fue cuando Schoklender inventó una frase polémica para definir a Néstor Kirchner, recientemente fallecido: “el desaparecido 30.001”, que fue repetida por Moreno y por Boudou.

La anécdota demuestra cuánto le importa al kirchnerismo la verdad histórica: muy poco, lo mismo que a cualquier otro grupo político. Es que el político no busca la verdad sino el poder; utiliza la historia como un insumo más en la lucha por el poder, pero no pretende esclarecer qué pasó en un determinado momento, por ejemplo en los setenta.

A juzgar por lo que afirmó luego, en un libro, Schoklender sabía perfectamente que los desaparecidos no habían sido 30 mil; que se trataba de una “mentira necesaria” inventada por Hebe Bonafini. Tampoco desconocía que Néstor Kirchner no era un desaparecido; seguramente, le pareció que “el desaparecido 30.001” sonaba ien, que era un hallazgo marketinero.

En su libro El Flaco, el filósofo K José Pablo Feinmannrevela una conversación por teléfono en la que Néstor Kirchner, que recién había asumido, en 2003, le explica dónde apoyará su gobierno:

“Nuestro punto de partida tiene que ser los derechos humanos”, y, en especial Hebe Bonafini: “Hebe es un tanque. Y el más grande de todos los símbolos. La madre de las Madres”.

Feinmann le había sugerido que el flamante gobierno se apoyara en los asambleístas.

Néstor Kirchner no conocía a Bonafini ni había tenido trato con las Madres. La conoció ya en la Casa Rosada; se cayeron muy bien de entrada y forjaron una sólida alianza, que se demostró incluso cuando estalló el escándalo por la construcción de viviendas populares por parte de las Madres financiadas con dinero público.

Por su lado, las Madres aportaron mucho al kirchnerismo. Por ejemplo, fueron un escudo ético que lo defendió de las denuncias y las sospechas de corrupción. Fueron, en pasado, porque Bonafini luce tan desgastada que ya no puede defender a nadie en ese campo.

Los Kirchner hicieron un manejo astuto de los derechos humanos; se apropiaron de esa lucha como si alguna vez les hubiera importado algo. Aprovecharon la mala conciencia de buena parte de los políticos, los empresarios, los sindicalistas, la Iglesia y los medios de comunicación, que saben que no estuvieron a la altura de las circunstancias cuando los militares violaban los derechos humanos más elementales.

Sobre esa base, le dieron un nuevo significado a la historia reciente, enhebraron un relato contundente y construyeron un poder formidable.

Sin embargo, el kirchnerismo ahora está en retirada; es que en política alguna vez el poder se pierde; cuando llega ese momento, no hay relato que disimule esa nueva realidad.

© Escrito por Ceferino Reato, editor ejecutivo de la revista Fortuna, el Lunes 24/03/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

martes, 4 de marzo de 2014

Informe de la AGN sobre Sueños Compartidos... De Alguna Manera...

Informe de la AGN sobre Sueños Compartidos...


Ver el informe completo, los anexos y la resolución del Colegio de Auditores Generales aprobando la auditoría.

© Escrito por Gabriel Levinas y publicado el Jueves 13/02/2014 por Plazademayo.com





domingo, 22 de diciembre de 2013

Amilanados… De Alguna Manera...


Amilanados…


Y un día tuvieron que comerse las palabras. Es cierto, ya se las habían tenido que devorar antes, en situaciones generalmente bochornosas. Se callaron cuando se supo lo de Bonafini y Schoklender. Enmudecieron ante la desaparición de Julio López. Aprendieron a deglutir a Boudou y su historia. Entregaron el pacto con Irán, un régimen nefasto. Todo pasó, pero quedaba un hilo de luz, una tenue esperanza. Justo en eso no iban a aflojar los autoproclamados abanderados de la pureza en materia de derechos humanos. Error: es una tropa miliciana resuelta a decir que sí, no importa a qué ni cómo. Sentido profundo del ir “por todo”: por todas las arrugadas, las genuflexiones, las cegueras, los cinismos. Cesar Milani ya es teniente general. La orden se cumplió a rajatabla; no hubo siquiera simulacro de pataleo.

Alberto Agapito Ledo
El grupo gobernante no tolera siquiera zafarranchos de pensamiento propio. Espacio que jamás cuestiona una orden, aun cuando implique zambullirse en el abismo, el oficialismo le dio al Gobierno los 39 votos en el Senado que necesitaba para que Milani alcance el grado necesario para encabezar el Ejército. Toda la argamasa de conjeturas, sospechas, alusiones y agujeros negros que en otros casos le sirvieron al grupo gobernante para escarnecer y/o desplazar a quienes no admitía, acá se derrumbó. Hubo zona liberada para el turbio Milani, aun cuando el CELS de Horacio Verbitsky hubiese objetado al oblicuo general del arma de Inteligencia, en un arranque de postrera dignidad. No sirvió: al CELS se lo llevó puesto la milicia legislativa kirchnerista. “Obediencia debida” llamó Nora Cortiñas a la brutal agachada de los 39 amilanados.


Vale la pena tomar nota de los 39 amilanados. Éste es el listado de la milicia senatorial que promovió a Milani: Aguilar, Aguirre, Barrionuevo, Bermejo, Bertone, Blas, Cabral, Magni, De la Rosa, Fellner, Fernández, Fiore Viñuales, Fuentes, García Larraburu, Giménez, Godoy, González, Guastavino, Guinle, Higonet, Irrazábal, Cappellini, Kunath, Labado, Latorre, Leguizamón, Luna, Mansilla, Mayans, Meabe, Montenegro, Pérsico, Pichetto, Pilatti Vergara, Riofrío, Rojkes de Alperovich, Roldán, Urtubey y Zamora.

Notable mueca del devenir: los monjes de la memoria pura prefirieron una aviesa amnesia. Los sacristanes de la intransigencia mutaron en blandos pedazos de plastilina y le dieron a Cristina Kirchner la unción de Milani. Ya había pasado con Roberto Bendini, jefe del Ejército de Kirchner famoso por sus denuncias de “invasión sionista” en la Patagonia argentina. Néstor no cedió ni un tranco y Bendini, antecesor nacional-popular-chavista de Milani, fue ungido jefe.

Lo grave de Milani ahora no es, sin embargo, su participación en la vieja historia del colimba desaparecido en La Rioja, una época donde el actual héroe militar kirchnerista era un oficial en servicio activo, en guerra contra la subversión. Dice ahora que no sabía, que ignoraba, que no se dio cuenta. Fue por esa candorosa omisión de conocimiento que lo coronó Bonafini, con la misma gélida alevosía con la que supo admitir a Schoklender como hijo. No es, empero, lo central. Lo cierto e implacablemente objetivo es la enorme transformación del estado de derecho de la Argentina que implica la llegada de Milani a la jefatura del Estado Mayor del arma. No importa cuán desvencijada esté, sigue siendo la estructura militar más importante del país. Los cazabombarderos no vuelan y las naves de la Armada se hunden en el puerto o duermen la siesta eterna, ancladas, pero los “verdes” tienen tanques y piezas de artillería.

Milani significa cambio de doctrina y una época nueva. Es un hombre coronado para servir un proyecto, peón de un diseño que no ha ocultado. Por eso la lúgubre foto con una Bonafini que se sacó el pañuelo para anexarse al ahora teniente general. Once son los predecesores de Milani desde la democracia: Jorge Arguindegui (1983–1984), Ricardo Pianta (1984–1985), Héctor Ríos Ereñú (1985–1987), José Segundo Dante Caridi (1987–1988), Francisco Gassino (1988–1989), Isidro Cáceres (1989–1990), Martín Bonnet (1990–1991), Martín Balza (1991–1999), Ricardo Brinzoni (1999–2003), Roberto Bendini (2003–2008) y Luis Alberto Pozzi (2008–2013). Milani es el primero que se ha atrevido desde 1983 a explicitar su ánimo deliberado de transgredir el orden preexistente. Núcleo conceptual de estirpe chavista, renace con él la vieja monserga de un ejército “nacional y popular”. Es lo ostensible, pero no lo único. Algo debe haber visto Cristina Kirchner en este revisor de archivos y rastrillador de bases de datos (en la precaria Argentina un “espía” es apenas un cartonero de datos privados, munido de algunos fierros novedosos). Enamorado del silencio, la intriga, la opacidad y el gobierno desde las sombras, el grupo gobernante halla en Milani la horma ideal.

Súbitamente politizado, munido ya de un muy buen pasar privado y dispuesto a ser el mayor de los “transgresores”, como le prometió a Bonafini, este Milani coronado escenifica un derrape colosal. Al hacer fila para depositar su promesa de vasallaje, legisladores y relatores del Gobierno acreditan que la caída no tiene límites. Su vergonzoso chapaleo en el barro del Senado revela que no tendrán escrúpulos. Están donde están mientras obedezcan. Han firmado la rendición y tenido que aceptar que el ídolo militar del modelo nacional y popular sea un oficial que proviene de las sombras de la larga noche argentina. Van por todo y no juegan juegos.

© Escrito por Pepe Eliaschev el sábado 21/12/2013 y publicado por el Diairo Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.