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miércoles, 21 de abril de 2021

Hablemos de traiciones... @dealgunamaneraok...

 Roy Cortina: “La tercera vía no se construye con una mentalidad de partido pequeño”…

 

El legislador porteño enfrentará a Mónica Fein y Eduardo Di Pollina en la interna por la conducción del socialismo nacional; defiende su acuerdo con Larreta y critica a Bonfatti y Lifschitz. 

© Escrito por Matías Moreno y publicado el sábado 17/04/2021 por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

El legislador porteño Roy Cortina, aliado de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, pretende liderar el Partido Socialista (PS) a nivel nacional con el objetivo de cambiar el perfil de la fuerza. Enfrentará mañana a la ex intendenta de Rosario Mónica Fein, postulante del oficialismo partidario, y al exdiputado Eduardo Di Pollina en la interna por la conducción del socialismo. 

Con críticas a los referentes del PS en Santa Fe, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, que impulsan la candidatura de Fein, Cortina defiende su acuerdo con el Pro en la Ciudad -dice que Larreta tiene “un sesgo distinto” al de Mauricio Macri- y aboga por la construcción de un espacio moderado, que incluya a progresistas y socialdemócratas. 

A horas de los comicios internos, Cortina apunta contra sus rivales en la contienda por el liderazgo del socialismo: “La tercera vía en la Argentina no se construye con una mentalidad de partido pequeño”. 

-¿Por qué el socialismo debe cambiar el perfil y el rumbo?

-Es negativo para cualquier organización política que tenga una conducción que pertenezca a un mismo grupo durante 45 años, como es el caso de la cúpula del Partido Socialista. Además, el partido está en un franco retroceso desde hace cinco años. En 2007, el socialismo tenía once diputados nacionales, senadores, gobernaba en Santa Fe y Rosario. Hoy, tenemos un solo diputado nacional, no tenemos presencia en el Senado y perdimos Santa Fe. 

-¿A qué atribuye esa situación? Usted dice que el oficialismo partidario tuvo una mirada “cínica”

-Mezclan cinismo e ineptitud para conducir la suerte de un partido que tiene que insertarse en un escenario político nacional muy complejo, de fuertes polaridades. Fein está confundida. Ella cree que para tener identidad propia y construir una tercera opción en la Argentina hay que tener autonomía. Yo entiendo que hay que tener autonomía, pero lo que hay que discutir es cómo se construye esa autonomía. 

MÓNICA FEIN: “CON ALBERTO FERNÁNDEZ SE PROFUNDIZÓ LA GRIETA”

-¿No hay lugar para una “tercera vía” en el país?

-No, no digo eso. La tercera vía en la Argentina no se construye con una mentalidad de partido pequeño. Eso es una irresponsabilidad, es cínico. Tampoco se construye subestimando el diagnóstico grave que tiene el país. Tenemos que discutir cómo volvemos a tener representación y poder político democrático, así se construye autonomía. Y, con esa autonomía, redefinís tu identidad y tenés un perfil propio potente. 

-¿Su idea es que el socialismo haga una alianza a nivel nacional con Juntos por el Cambio?

-No, no hay que simplificar. Pareciera que Fein es el equilibrio justo e equidistante entre los dos espacios, que Di Pollina es el kirchnerismo y que yo quiero una alianza con el neoliberalismo en la Argentina. No es así. La alianza que hizo el socialismo porteño es una alianza exclusivamente de la Ciudad. Y no es una alianza con Larreta solamente, sino con el 80% de los aliados que teníamos antes. Allí están el radicalismo, Graciela Ocaña o Martín Lousteau. Es una alianza específica. La alianza de Fein y Lifschitz en Santa Fe está a la derecha de lo que nosotros hicimos en la Ciudad. El Frente Progresista Cívico y Social ha hecho una alianza con la democracia progresista, que ha sido un partido coaptado por la dictadura. El gobierno que integramos en la Ciudad con los radicales, con Lousteau y Ocaña y lo mejor de Cambiemos, tiene un sesgo distinto al de Macri. Ha urbanizado villas. Y el símbolo de Rosario es un casino rodeado de villas. No simplifiquen la situación del partido: yo no soy Juntos por el Cambio. Fein tiene una política bastante inconsistente con el tema de la grieta, porque en este momento tiene alianzas con dirigentes kirchneristas. 


-¿Pretende construir un espacio progresista nacional?

-Nosotros somos críticos porque cuando dicen que quieren construir una alternativa progresista están diciendo frases hechas. El 70 % del progresismo es el kirchnerismo y no se va ir de ahí. Y el otro 30% es el socialismo y Margarita Stolbizer. Queremos recuperar la identidad del PS, que no sea un partido títere de la provincia de Santa Fe. 

-¿Larreta va a poder imponerse en la interna de Pro?

-Creo que tiene un sesgo diferente. No soy quién para meterme en este momento tan delicado de la Argentina y de los partidos políticos para decir lo qué tiene que hacer Larreta o no dentro de Pro. Creo que gente como Larreta, Lifschitz, Fein, Cortina, Margarita Stolbizer, Pablo Javkin, Lousteau, Ocaña o Maximiliano Ferraro van a confluir, tarde o temprano, en un espacio moderado que pida cambios y modernización para el país, pero no a costa de exclusión. El problema de la Argentina es de diálogo. Hay que escucharse, saberse ver y tener empatía ante el problema de la desigualdad. 

-¿Cuál es la diferencia con sus rivales en la interna?

-El partido tiene que estar en ese lugar, no en el que plantea Di Pollina, que es acercar el socialismo al gobierno nacional, y tampoco en el de las frases hechas y consignas de Fein, que no las puede cumplir ni en su propia provincia. 

-¿Le sorprende la radicalización de Alberto Fernández?

-No, no me sorprende porque creo que el kirchnerismo tiene un proyecto que está en la antítesis de lo que necesita la Argentina. El país necesita salir de la beligerancia, construir acuerdos para esos objetivos. El ADN del kirchnerismo es profundizar la grieta, la polaridad y el conflicto. Eso es muy peligroso en un mundo tan incierto como el que estamos viviendo por la pandemia. 


domingo, 6 de diciembre de 2020

Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia de la Arquidiócesis de Buenos Aires... @dealgunamanera...

 Narcotráfico y adicciones / Advierten a jueces y funcionarios. La droga está despenalizada en las villas, según la Iglesia… 



Duro documento de sacerdotes que viven en los asentamientos; los consideran "zonas liberadas" 

© Escrito por Silvia Premat el sábado 04/06/2009 y publicado por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

Para la veintena de sacerdotes que comparten la vida con los residentes de 13 villas porteñas, las discusiones de ministros y jueces por la tenencia y consumo de drogas están muy alejadas de lo que pasa en la realidad. Es más, denuncian que las villas, como "zonas liberadas", son funcionales al narcotráfico. 

"Entre nosotros la droga está despenalizada de hecho. Se la puede tener, llevar, consumir, sin ser prácticamente molestado. Habitualmente, ni la fuerza pública ni ningún organismo que represente al Estado se mete en la vida de estos chicos, que tienen veneno en sus manos", escribieron los sacerdotes en un documento que presentaron ayer ante la prensa. 

Doce de los diecinueve curas firmantes del texto, que viven en las villas porteñas y que son allegados al cardenal Jorge Bergoglio, denunciaron también el tráfico de armas como disparador de la violencia juvenil. 

Es la segunda vez en dos años que el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia de la Arquidiócesis de Buenos Aires interviene públicamente en un tema de interés común para la ciudad. En julio de 2007, tras conocerse proyectos para desalojar algunos asentamientos, reclamaron una "integración urbana" . 

"La mayoría de los que se enriquecen con el narcotráfico no viven en las villas, en estos barrios donde se corta la luz, donde una ambulancia tarda en entrar, donde es común ver cloacas rebalsadas". Sin embargo, admiten: "Otra cosa distinta es que el espacio de la villa, como zona liberada, resulte funcional a esta situación". 

"No queremos entrar en un conflicto. Este documento es fruto de una reflexión sobre el trabajo pastoral. Es un aporte que queremos hacer para todos", explicó el padre Gustavo Carrara, de la villa 1-11-14, durante la presentación realizada en la escuela de oficios Padre Daniel de la Serna, a metros de esa villa de Barracas. 

Además, en el documento, titulado "La droga en las villas: despenalizada de hecho", subrayan que, ligado al tema de la droga, se da el fenómeno de la delincuencia, de las peleas y de los hechos de muerte violenta. Comentan que los adolescentes, al relatar sus conductas, afirman que estaban dados vuelta (drogados). "Esto nos hace tomar conciencia de otro gran tráfico que hay en nuestra sociedad, que es el tráfico de armas, y que visualizamos como fuera de control", dicen los sacerdotes. 

En diálogo con los periodistas, el padre José María Di Paola, de la villa 21-24, dijo: "Para que un chico tenga un arma es porque alguien se la puso en las manos". Por eso, según afirman los curas, las "primeras víctimas de esta despenalización de hecho" de la droga son los jóvenes de esos barrios que, "arruinados en su mente y en su espíritu, se convencieron de que no hay posibilidades para ellos en la sociedad". 

Di Paola destacó también que las experiencias de las que surgen los dichos del documento no son producto de visitas a las villas, sino de compartir la vida con sus habitantes. 

No mencionan datos cuantitativos y afirman que se resisten "a mirar esta realidad social desde los papeles de las estadísticas". Pero sí arriesgan que en esos barrios "la droga está instalada quizá con más fuerza desde 2001". 

Así, los sacerdotes intervienen en el debate sobre la despenalización del consumo de esas sustancias. "¿La legislación actual penaliza al consumidor? No. La ley 23.737 establece que cuando la tenencia es para uso personal y hay una dependencia física o psíquica de la sustancia, el juez puede imponer una medida de seguridad curativa, consistente en un tratamiento de desintoxicación y rehabilitación por el tiempo necesario, por lo que deja en suspenso la pena que le pudiera corresponder", escribió monseñor Jorge Lozano, obispo citado por los sacerdotes en el duro documento presentado ayer. Según Lozano, "la despenalización del adicto ya está en vigencia". 

En ese sentido, los curas se preguntas: "¿Ministros y jueces conocen la situación en nuestros barrios? ¿Han dialogado con el hombre común de la villa? ¿Se han sentado a elaborar con ellos proyectos liberadores, o simplemente se piensa en implementar recetas de otras latitudes? A veces, se busca transmitir la idea de que se está trabajando fuertemente en la lucha contra la droga. Es así como, por ejemplo, se abre un solo centro de recuperación para toda una ciudad y se la empapela para dar una buena imagen". 

Entre las propuestas que, según dicen, "sin ser expertos en la materia", hacen los sacerdotes figura incorporar a la currícula escolar de la primaria una materia de prevención que no explique qué drogas hay y cómo se consumen, sino cuál es el valor de la vida, al tiempo que reclaman que se escuche más a los jóvenes en la casa y en la escuela.




sábado, 5 de diciembre de 2020

Se dice de mí... @dealgunamanera...

Qué decía Alberto Fernández sobre Amado Boudou en 2014… 

Alberto Fernández fue crítico de Boudou cuando tuvo que declarar en 2014 Foto: Noticias Argentinas

El actual mandatario enumeró las “mentiras” con las que “pretendió defenderse” el exvicepresidente de Cristina Kirchner en una columna publicada en La Nación.

© Publicado el viernes 04/12/2020 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


 

En el 2014, Alberto Fernández ya llevaba un tiempo alejado del kirchnerismo y del mundo de la política. Tras renunciar a ser jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner en 2008, el actual presidente se había vuelto muy crítico de la viuda de Néstor Kirchner, de su gestión al frente de la Casa Rosada y de varios de sus funcionarios. Uno de los miembros del gabinete cristinista más cuestionados para ese entonces era el vicepresidente Amado Boudou, investigado por presunta conducta incompatible con la función pública y enriquecimiento ilícito en la causa Ciccone. En mayo del 2014, el juez Ariel Lijo lo citó a declaración indagatoria para el 15 de julio de ese año.

 

Ese pedido de indagatoria tuvo una fuerte repercusión, tanto dentro como fuera del país. Los medios extranjeros hicieron eco de la noticia, que supuso un escándalo internacional. En Argentina, las críticas también proliferaron. Ese mismo 30 de mayo, Alberto Fernández publicó una columna en el diario La Nación en la que acusó a Boudou de mentir.

 

Ciccone: un fallo que trae otra vez a Rafecas y ensancha la grieta entre Alberto y Cristina

 

“Todas las excusas dadas por él hasta aquí se han ido desvaneciendo con la misma velocidad con la que el agua se escapa entre los dedos. Boudou ya no tiene coartadas. Los argentinos saben cuánto ha mentido en su alocada carrera por escapar de los hechos que se le atribuyen”, arrancó el actual mandatario bajo el título Boudou: game over.

 

Fernández sostuvo en su nota que no era cierto que Boudou hubiese sido presionado por Esteban Righi y Adelmo Gabbi. Asimismo, el peronista enumeró varias de las mentiras que habría dicho el vice, por ejemplo que sí conocía a Alejandro Vandenbroele porque era quien pagaba los servicios de su departamento en Puerto Madero así como tenía vínculos con The Old Fund porque pagó viajes de placer a parientes suyos. 

 

En el texto también destaca que el titular de la AFIP dio a conocer una misiva firmada por Boudou en su condición de ministro de Economía en la que solicitaba flexibilidad en el cobro de una deuda impositiva para la empresa Ciccone. “Tan solo el sinnúmero de mentiras con las que pretendió defenderse, bastaría para poner en crisis la honorabilidad del vicepresidente”, aseveró Fernández.

 

Boudou ya no tiene coartadas. Los argentinos saben cuánto ha mentido en su alocada carrera por escapar de los hechos que se le atribuyen

 

Para el profesor universitario, era “sorprendente” que miembros del oficialismo avalaron sus dichos y lo exculparon de las acusaciones que pesaban contra él. “Tan fuerte fue la defensa organizada desde el poder, que hasta una ley de la Nación impulsada por la mismísima Presidenta acabó por expropiar la empresa Ciccone para hacer más compleja la investigación de la maniobra”, destacó.

 

Una actitud muy similar que tomar ahora varios referentes kirchneristas como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, o el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés ‘Cuervo’ Larroque tras que trascendiera que la Corte Suprema de Justicia confirmó ayer jueves 3 de diciembre la condena de cinco años y diez meses de prisión contra Boudou en el caso Ciccone, por lo que el ex vicepresidente quedó cerca de volver a la cárcel. 

Las críticas a Cristina 

Una de las partes más sensibles de la columna es en el momento en el que Fernández apuntó contra la entonces presidenta, que ahora actúa como número dos dentro de su propio gobierno. “Hubo además un silencio presidencial que avaló esos alegatos defensivos. Cristina siempre supo que Boudou ocupa la vicepresidencia de la Nación solo por su decisión personal. Hasta aquí, le ha costado mucho admitir el error que ha cometido. Tanto le ha costado, que ha preferido resguardarlo antes que aceptar que se equivocó. Tratando de preservarlo, Cristina no dudó en involucrar al Parlamento argentino en el más grave encubrimiento que se recuerda: la expropiación de Ciccone”, manifestó.

 

Organizaciones sociales y políticas organizaron un "abrazo solidario" a Boudou

 

El jefe de Estado opinó que era perjudicial que con tantos los indicios en su contra hubiera un apoyo por parte del Gobierno. Además, calificó que era “imposible” que la culpabilidad de Boudou se debería únicamente a los medios porque eran “demasiados los fallos judiciales que le restan razón a los argumentos con los que ha pretendido protegerse y son muchas las mentiras que se le han verificado”.

 

“Tal vez sea hora de que el oficialismo entienda que no se puede seguir resguardando institucionalmente la inconducta de un funcionario, aun cuando ello implique dejar sin amparo la decisión presidencial de preservarlo. Porque en el mejor de los casos, Cristina se equivocó con Boudou. Pero el mayor costo de un error es persistir en el mismo”, cerró.

 

B.D.N./FeL






domingo, 25 de noviembre de 2018

Después del Museo Malvinas, el historiador y novelista Federico Lorenz quiere dirigir el Nacional de Buenos Aires… @dealgunamanera...

Después del Museo Malvinas, el historiador y novelista Federico Lorenz quiere dirigir el Nacional de Buenos Aires…

Aspirante a rector entre otros seis candidatos, Lorenz cree que la gran visibilidad y el capital simbólico del CNBA desdibujan su misión en la educación de vanguardia. Fuente: Diario La Nación. Crédito: Santiago Filipuzzi

En septiembre de este año, el historiador y escritor Federico Lorenz (Buenos Aires, 1970) renunció a su cargo como director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Aunque desde varios sectores se atribuyeron razones políticas a esa decisión (Lorenz había accedido por concurso a la dirección del museo en 2017), el autor de “Los muertos de nuestras guerras” declaró que lo habían motivado dos cuestiones. Una, vinculada a la muerte de su padre, era de índole personal y la otra estaba asociada a su primera y más fuerte vocación: la docencia.

© Escrito por Daniel Gigena el 22/11/2018 y publicado por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Acompañado por una decena de profesores, presentó ahora su proyecto de gestión institucional en calidad de candidato para el cargo de rector del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA). "Se trata de una institución compleja, de gran visibilidad pública y de enorme capital simbólico, lo que muchas veces desdibuja lo que debería ser: un establecimiento de educación secundaria, dependiente de una universidad nacional, y de vanguardia pedagógica", dice Lorenz en conversación telefónica con La Nación.

Desde el martes se encuentra en Chubut, donde participa del Foro de Estudios sobre Historia Reciente organizado por la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco en la sede de Comodoro Rivadavia.

Este año, poco antes de su renuncia a la dirección del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur Lorenz dio a conocer: En quince días nos devuelven las islas  (UNR Editora), un ensayo-ficción donde conjetura qué ocurriría si el gobierno británico decidiera restituir las Malvinas a la Argentina. Mientras tanto, escribe un libro sobre el rol de los docentes de escuelas secundarias en el siglo XXI, que será publicado por Paidós a inicios de 2019. En el museo, como director interino, lo reemplaza Gustavo Álvarez Rodríguez.

El escritor e investigador egresó del CNBA en 1988 y, desde 2008, es profesor de Historia Antigua y de Historia Argentina y Mundial Contemporánea. Deberá competir con otros seis candidatos que aspiran a suceder al profesor Gustavo Zorzoli en su cargo. El hijo de Lorenz también se formó en esa prestigiosa institución y su hija cursa el tercer año.

No es muy auspicioso el contexto en que se anuncian las candidaturas para dirigir el "Colegio", como se lo conoce en círculos académicos y entre graduados. Con tomas que se extienden en el tiempo, denuncias de abuso hechas por estudiantes en actos de graduación y reiterados episodios de violencia, el CNBA fue noticia a lo largo de 2018. "Del Colegio siempre se dan informaciones como esas y las críticas de algunos comunicadores ya son parte del folclore. Sin embargo, son muchas las familias que quieren que sus hijos se formen en el Nacional y la institución se da el lujo de elegir a los estudiantes mediante un exigente curso de ingreso. Debemos usar esa fuerza para impulsar un pacto de convivencia", arriesga Lorenz.

Fuente: Archivo - Crédito: archive

Entre sus propuestas, que se pueden leer en la página web del CNBA, figuran una evaluación institucional para impulsar una reforma del plan de estudios, el cumplimiento de la ley sancionada en 2006 que establece la Educación Sexual e Integral, la creación de un Museo del CNBA y la crítica de la idea de meritocracia. "Hay muchas presunciones y mandatos que pesan sobre los estudiantes que asisten al CNBA; nosotros queremos reemplazar la meritocracia por una épica de la solidaridad que toda institución pública debería alentar", señala.

La prehistoria del CNBA se remonta a los tiempos de la colonia, cuando en el predio de la Manzana de las Luces funcionaba el Real Colegio de San Carlos. Luego de la emancipación de la corona española, la institución adoptó otros nombres hasta que, por decreto del presidente Bartolomé Mitre, se creó el CNBA en 1863. Desde entonces se lo conoce como "el colegio de la patria", destinado a la formación de dirigentes. En 1911, fue incorporado a la Universidad de Buenos Aires por decreto del presidente (y exalumno) Roque Sáenz Peña. El actual edificio del CNBA (Bolívar 263) fue proyectado por el arquitecto francés Norbert Maillart. Su construcción costó fortunas, duró más de veinte años y se lo pudo inaugurar recién el 25 de mayo de 1938. En julio de 2016, el presidente Mauricio Macri lo declaró monumento histórico nacional.

Varios libros reconstruyen la historia del CNBA. Entre ellos, se pueden mencionar Breve historia del Colegio Nacional de Buenos Aires (Juvenilia Editores), de Horacio J. Sanguinetti, que fue rector de esa casa de estudios por un extenso periodo a partir de 1983, y, más reciente, el de Alicia Méndez, El Colegio. La formación de una elite meritocracia en el Nacional Buenos Aires (Sudamericana). "El Colegio es una personalidad espiritual. En él se formaron los próceres de la independencia, la hueste civil de Echeverría que dictó la Constitución Nacional, los organizadores del 80, y muchedumbre de sabios, artistas, profesores, magistrados y hombres útiles a la República", escribió Sanguinetti.

Con una importante carrera docente, Lorenz fue también alumno del Colegio, adonde asisten sus hijos. Fuente: Diario La Nación. Crédito: Santiago Filipuzzi

"Al comenzar a transitar el armado de esta propuesta de gestión, recibimos recomendaciones de colegas, que se pueden sintetizar en que nuestro mayor desafío sería volver a hacernos sentir a todos parte de un proyecto colegial. Algo se rompió en el colegio que teníamos y no va a ser fácil recuperarlo", admite Lorenz. Consultado sobre la decisión de aspirar a conducir el CNBA por cuatro años, agregó: "Mantengo muy buena relación con estudiantes y colegas, y mi único capital es la legitimidad que siento que tengo para funcionar como puente entre ellos". Según él, los adultos muchas veces olvidan que el CNBA es un colegio secundario al que asisten menores de edad que necesitan reglas claras y consensuadas. Más de 2100 estudiantes y alrededor de 350 profesores al frente de cursos habitan el Colegio Nacional de Buenos Aires en los tres turnos diarios. En ciento cincuenta años de historia, tuvo poco más de cincuenta rectores. Hasta ahora, solo dos fueron mujeres.

El próximo miércoles 28, una junta integrada por profesores, estudiantes y graduados elevará una terna de candidatos al Consejo Superior de la UBA, organismo que decidirá quién regirá los destinos del CNBA entre 2019 y 2023. El nombre del rector o de la rectora se conocerá entre diciembre y los primeros meses de 2019. El inicio del ciclo lectivo en la institución en la que se formaron Bernardo Houssay, Alfredo Palacios, Alberto Vanasco, Martín Caparrós, Ana María Shua, Mario Bunge y Alberto Kornblihtt, entre tantos otros cuando eran adolescentes, está previsto para el 3 de marzo.


viernes, 6 de abril de 2018

Los cómplices de la mentira… @dealgunamanera...

Los cómplices de la mentira…

Jorge R. Videla y Claudio Escribano. Fotografía: Archivo Página/12.

La maldad inconsciente es cuando alguien no se da cuenta. Otra forma es cuando alguien sabe lo que hace y no lo oculta. Pero la peor de todas es cuando se sabe y se lo oculta. Como hicieron los militares de la dictadura con los desaparecidos. Otra variante es el cómplice de esa mentira. La corporación de medios fue cómplice de la dictadura al ocultar lo que ocurría con el terrorismo de Estado y fue cómplice con la dictadura al ocultar lo que ocurría en Malvinas durante la guerra. Ahora resulta que no, que fueron críticos y que estaban asustados, según la nueva versión que ofrece el que fuera en ese entonces subdirector del diario La Nación, Claudio Escribano, en una entrevista que publicó esta semana el periódico El País de España.

© Escrito el viernes 06/04/2018 por Luis Bruschtein y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ocultamiento de la maldad es el reconocimiento de que se trata de algo inaceptable, que ningún argumento alcanza para justificarla, que existen argumentos que solamente pueden entender algunos pocos elegidos.  

Escribano reconoce su profundo rechazo al kirchnerismo, pero no le aclara al entrevistador que poco antes de asumir Néstor Kirchner, le presentó un ultimátum de cinco puntos. En el segundo decía muy claramente: “No queremos que haya más revisiones de la lucha contra la subversión. Creemos necesaria una reivindicación del desempeño de las Fuerzas Armadas”. El entrevistador es concesivo, sabe con quién está hablando y lo deja irse por las ramas. El nombre de Jacobo Timerman surge en la entrevista y Escribano responde casi en forma despectiva,”son cosas de Timerman”, ni el entrevistador ni el entrevistado dicen que Timerman estuvo secuestrado y fue torturado salvajemente por la dictadura. Tampoco dicen que cuando lo liberaron, Timerman recibió el premio Moors Cabot y que los directores de La Nación y Clarín, devolvieron los suyos en clara defensa de los genocidas.

El País presenta a Escribano como si fuera un periodista influyente y al mismo tiempo inocente. Son conceptos que se contradicen. Escribano fue el subdirector, con funciones de director efectivo, en el diario más conservador del país en largos períodos de dictadura, durante los cuales, los dictadores se sentían expresados por ese medio. Pero las hilachas se escapan entre las palabras. “¿Cómo vio la dictadura cuando fue el golpe?” pregunta. “Como algo inevitable”, responde Escribano usando la justificación más frecuente del golpe del 76. Era evitable si el grupo social que representaba La Nación no lo hubiera respaldado.

Las preguntas siguen y “el periodista político estrella de ese momento” asegura que no sabía nada. “Sí, aparecían cuerpos –dice la estrella del periodismo– pero como un tema abstracto, no con nombres y apellidos, ni como números.” Entonces se sabía, era imposible no saberlo para un periodista. Y los militares no lo ocultaban a periodistas amigos, al revés, lo exhibían con orgullo como parte de una victoria militar o trofeo de guerra. Sigue con el tema de los desaparecidos: “Todo quedaba en los enfrentamientos, pero uno iba teniendo una idea de que había más cosas. Pero los militares con los que se tenía diálogo jamás hacían concesión con esto”. Alguien que presenta un ultimátum como el que le plantaron a Néstor Kirchner demuestra que estaba enterado y que lo justificaba plenamente. Agrega que “del robo de niños no teníamos ni idea”, pero el ultimátum exigía la impunidad para todos los genocidas, incluyendo a los responsables por el robo de niños. No solamente exigía la impunidad, sino que reclamaba el reconocimiento público a lo realizado por las Fuerzas Armadas.

Escribano se reunió con Kirchner, pero dice que no lo hizo con Videla. Dice que el periodismo tendría que haber hecho más durante la dictadura, pero La Nación y Clarín fueron defensores activos de la dictadura frente a otro periodista como Jacobo Timerman. Los dos diarios están involucrados en la historia negra de Papel Prensa, el monopolio expropiado por los militares que habían secuestrado a la familia y a empresarios del grupo Graiver.

Reconoce que un general condenado por violaciones a los derechos humanos, le advirtió de que estaba “en la mira de López Rega”. Dice que lo amenazó el almirante Emilio Massera “pero debo reconocer que cuatro días después me llamó para disculparse”. Vivía en un mundo de animales que se lanzaban esas amenazas de muerte, pero dice que no sabía nada y encima lo justifica porque después le pidió disculpas.

La derecha argentina no puede aceptar su historia de violencia y autoritarismo, que son condiciones que suele denunciar como exclusivas de los movimientos populares. Le parece natural que lo amenacen de muerte. Entonces le recuerdan que el diario Buenos Aires Herald, con mucho menos poder que La Nación, cubría la información sobre los desparecidos. “Bueno –responde–, pero el Buenos Aires Herald también apoyaba a Martínez de Hoz”, como si eso restara valor a lo que hacía el periódico de lengua inglesa y no hacía La Nación.

Coronación de un discurso engañoso: después de jurar que no sabía nada, finaliza con el argumento de los genocidas para explicar sus condenas: “La batalla cultural ha sido ganada por la izquierda. El tiempo cerrará todo. Ha habido militares condenados, muchos en prisión. La amnistía y los indultos han servido para los subversivos. La Nación ha tenido una posición muy rotunda a pesar de las críticas y de ser minoría. Todos los políticos argentinos tenían diálogo con los militares, empezando por los del partido comunista. Los casos de desaparecidos tenían muy poco eco en la sociedad, salvo en la APDH en la que estaba Raúl Alfonsín”.

El “tiempo” no cerró nada. En todo caso lo cerrará la lucha de los organismos de derechos humanos acompañados por la sociedad y la justicia. En cambio, “el poco eco” se convirtió en trueno a medida que pasó el tiempo y junto con ese transcurso creció el repudio de la sociedad a los genocidas. Los juicios no fueron consecuencia del triunfo de la “subversión”, como dice Escribano, sino de la victoria de la democracia, quizás la más importante de los últimos treinta y cuatro años. En este tiempo se han escrito muchos libros, desde “La prensa Canalla”, hasta “Decíamos ayer”, sobre la complicidad de las corporaciones mediáticas con la dictadura. No hay forma de ocultarlo o disminuirlo. La intención de hacerlo los pone más en evidencia, los muestra conscientes de la monstruosidad que cobijaron y del daño gravísimo que infligieron.