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domingo, 4 de agosto de 2013

Ricardo Foster, un tren sin frenos… De Alguna Manera...


Un tren sin frenos…


Un lúcido análisis de la realidad realizado por una de las luminarias del profundo pensamiento Kirchnerista.

Intrépidos devenires cruzan otra histórica semana en que otro avance fundamental se suma a la ristra de logros maravillosos que nos ha dado este modelo. En la búsqueda constante de alcanzar la modernidad, la razón, la libertad, nuestro país conquista y termina por aliarse con la última monarquía teocrática del planeta. Atrás quedaron los tiempos en algunos rostros visibles de este proyecto (este humilde servidor, el libertario Alex Freyre, la luminaria María José Lubertino, el locuaz Juan Cabandié) denunciábamos al fascista, discriminador y cómplice del genocidio Jorge Bergoglio.

Hoy la sacrosanta palabra del Papa Francisco nos ilumina a todos, en un arcoíris de paz, amor y concordia. Néstor, desde el cielo, se congratula de ver convertido a ese viejo enemigo intolerante y conservador en un hombre amplio y progresista. No nos hemos corrido ni un milímetro a la derecha: es Jorge Bergoglio, con su ascenso y conversión en líder de la más moderna institución mundial, el que ha abrazado la causa del socialismo y la revolución.

Párrafo aparte merece el lamentable despliegue mediático de una oposición condenada a la fragmentación y al ridículo. Verdadera bolsa de gatos, la UNEN ha elegido la televisión como la tribuna en que pasear su completa carencia de ideas y de cohesión. Ante esa alianza que no es más que un caldero de contradictorias ideologías, el Frente Para la Victoria se alza como la única garantía de proyecto coherente.

La unidad es nuestra premisa: personas fundidas en un mismo pensamiento y militancia como Carlos Kunkel y Gerardo Martínez, Estela de Carlotto y César Milani, Gildo Insfrán y Horacio Verbitski, Luis D’ Elia y Amado Boudou, Lázaro Báez y Hugo Yasky, Hebe de Bonafini y Ricardo Jaime. A diferencia del caótico rejunte opositor, en nuestro modelo sostenemos una única base ideológica y un mismo rumbo.

No quiero cerrar esta columna sin destacar la eficacia con la que el habilidoso superministro Florencio Randazzo ha desmantelado el discurso del desánimo que sostiene que los trenes de nuestro país funcionan mal. La imagen de un maquinista de los cientos que trabajan en óptimas condiciones todos los días, quedándose vencido por el cansancio, es la prueba más absoluta de que la culpa de los accidentes es de los pérfidos obreros y no de nuestra envidiable infraestructura, que nada tiene que envidiarle a Suecia o Alemania. Digan lo que digan los adláteres de la desconfianza, nuestro modelo avanza, sin atender señales negativas, hacia el futuro, como un tren sin frenos. Un tren del que, con la estable conducción de la compañera Cristina, nadie quiere bajarse.

© Escrito por Ricardo Foster el viernes 02/08/2013 y publicado por plazademayo.com





domingo, 30 de junio de 2013

Doble apriete… De Alguna Manera...


Doble apriete…

El regreso de 'SUPERTIGER' Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes.

Con Massa y el jefe de la Corte en la mira, el kirchnerismo sube la apuesta. La decisión de Sergio Massa de presentar su candidatura a diputado nacional por fuera del Frente para la Victoria pegó fuerte dentro del Gobierno y despertó la ira de Cristina Fernández de Kirchner, estado de ánimo del que hace gala cada vez con mayor frecuencia para sufrimiento de varios de sus funcionarios. 

Según narran quienes conocen al dedillo la trama de esta historia, hasta el sábado 22 por la tarde –es decir, a pocas horas del vencimiento del plazo para presentar las listas de candidatos–, la Presidenta estaba convencida de que Massa no competiría. 

No eran pocos los colaboradores que le informaban que intendentes, diputados de diversos colores políticos, actores y varios nombres conocidos dentro y fuera del kirchnerismo se estaban pasando al bando del intendente de Tigre. 

Sin embargo, en todos los casos la respuesta de la jefa de Estado a sus allegados fue tajante y contundente: “Terminen de preocuparse por Massa; yo les digo que no va a jugar; eso es lo que me confirmó la SIDE”. Por eso, horas más tarde, cuando la candidatura del intendente de Tigre se hizo realidad, el desconcierto y la furia de Fernández de Kirchner fueron mayúsculos.

Entre los operadores políticos del kirchnerismo, las preguntas fueron recurrentes: ¿cómo es que Cristina no se dio cuenta de que Massa nos iba a traicionar? ¿Cómo es que dejamos escapar a este hombre que hoy tiene tan buena imagen en las encuestas creíbles?

Las fuentes que saben los detalles de la negociación señalan que el intendente de Tigre recibió un llamado sobre el cierre de los plazos para presentar las listas, de uno de los armadores políticos del kirchnerismo –todos señalan a Carlos Zannini– con un mensaje muy claro: si jugaba en estas elecciones por fuera del oficialismo, desde el Gobierno se encargarían de comenzar con los carpetazos referidos a algunas presuntas irregularidades cometidas por Massa durante su gestión al frente de la Anses. Lejos de amilanarse, el ahora candidato a diputado respondió con firmeza: “Hagan lo que quieran, pero no se olviden de que yo fui jefe de Gabinete y me tocó viajar con Néstor en varias oportunidades”. 

No hizo falta agregar nada más. Massa dejó mudos y preocupados a quienes intentaron apretarlo sin éxito.

“No va a pasar nada. Tan sólo habrá un poco de aspaviento por unos días y después la tormenta amainará.” Palabras más, palabras menos, éstas fueron las expresiones con las que el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, buscó llevar calma a los miembros del cuerpo preocupados por la virulenta reacción que el Gobierno mostró ante el fallo que declaró la inconstitucionalidad de las modificaciones al Consejo de la Magistratura. 

Los ministros, que lo escucharon con atención, no coincidieron con esa apreciación. “Los ataques de la Presidenta van a seguir”, dijo uno de ellos, que no imaginaba cuán pronto los hechos le darían la razón para disgusto particular, en este caso, del mismísimo Lorenzetti. De eso fue de lo que se habló en la dramática reunión –acordada– de la Corte que tuvo lugar el martes pasado. Ese día, el presidente del alto tribunal dio detalles sobre la investigación que está realizando la AFIP –verdadera Gestafip– contra su persona y contra su hijo. Si ese momento produjo impacto, lo que ocurrió el jueves por la noche ahondó la convicción existente de que el Gobierno no cejará en su objetivo de vaciar de poder a la Corte. Ese es el objetivo del proyecto que reflotaron Diana Conti y Carlos Kunkel para retirarle el manejo de los fondos.

“Un poder sin manejo de los fondos que necesita para funcionar casi deja de ser poder”, confiesa un ministro del cuerpo que viene advirtiendo con creciente preocupación esta voluntad del Poder Ejecutivo de quedarse con la suma del poder público. “Si tiene todo en orden, no tiene nada que temer”, se apresuró a señalar el flamante ministro de Defensa, Agustín Rossi, al referirse al apriete a Lorenzetti. Curiosa afirmación del funcionario de un gobierno que, en una de sus tantas contradicciones, acaba de premiar a evasores con un blanqueo escandaloso. “Es evidente que vienen por nosotros”, siguió diciendo ese ministro, cuyas expresiones, a esa altura, eran compartidas por todos sus colegas presentes. 

El único ausente era Eugenio Zaffaroni, ocupado por uno de sus frecuentes viajes al exterior. En tren de especular, una fuente inobjetable que conoce el pensamiento de varios de los integrantes de la Corte señalaba: “Es poco probable que la Presidenta intente forzar el desplazamiento de los ministros Carlos Fayt o Enrique Petracchi, quienes han superado el límite de los 75 años. ¿Pero qué pasaría si, en cambio, le solicitara la renuncia a Zaffaroni a fin de nombrar en su lugar a la actual procuradora general de la Nación, Magdalena Gils Carbó, una militante furiosa del kirchnerismo?”.

“Nos equivocamos con la Corte”, es lo que se escucha en la Babel de Olivos. Es la expresión más acabada de un gobierno que no acepta que su poder tiene un límite. Ese límite es la Constitución a la que la Presidenta juró observar, algo que hoy demuestra haber olvidado.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

©Escrito por Nelson Castro el sábado 30/06/2013y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 3 de febrero de 2013

Dólar y religión… De Alguna Manera...


Dólar y religión…

KICILLOF, KUNKEL Y ZANNINI. Padres de la epistemología K.

Cuando MDZ Radio de Mendoza lo sorprendió preguntando por los 17 parientes a los que les consiguió trabajo en el Estado, en lugar de articular alguna explicación, Carlos Kunkel respondió que enviaba saludos a Jorge Fontevecchia por preocuparse por sus familiares, pero no por los negocios que él hizo con la dictadura. Y cortó. Confunde a PERFIL con Clarín y La Nación y su ceguera ideológica no le permite siquiera preocuparse por registrar que Editorial Perfil fue, de las que sobrevivieron, la empresa de medios más perseguida por la dictadura, a pesar de todas las veces que repetimos nuestra historia de clausura, secuestro, puesta a disposición del PEN y exilio. Cuatro evidencias inequívocas y un buen ejemplo de lo que le pasa al kirchnerismo con la economía, porque como bien explica Paul Boghossian en su libro El miedo al conocimiento, “lo que nos lleva a creer ciertas cosas nunca es realmente la evidencia, sino una serie de motivos no epistémicos como el egoísmo o la ideología a la que estamos sometidos”.

Por ejemplo: todas las escuelas de economía enseñan que una inflación superior al 20% durante varios años termina produciendo daños serios, y que no se puede emitir el 40% por año sin que se generen consecuencias inflacionarias y desvalorización de la moneda. Pero para Axel Kicillof, simpatizante del posmarximo, o Carlos Zannini, neomaoísta, todo es relativo y desconfían del conocimiento canónico porque estará siempre influido por el poder que intenta validarlo.

Para ellos, si Estados Unidos puede emitir sin que el dólar se desvalorice (mucho), ¿por qué nos van a recomendar a nosotros disciplina monetaria? Los que siguen la ortodoxia económica intentan colonizarnos por una academia que sirve a los intereses de los dominadores para mantenernos dominados.

Los kirchneristas no son ni mínimamente originales en su intento emancipatorio de la ciencia. El constructivismo radical, groseramente definido como “todo es social”, cree que nuestras formas de conocer son artificiosas y convencionales, que somos nosotros y no la realidad responsables de lo que conocemos porque la verdad y la falsedad no son el resultado de un escrutinio racional. Esa es la doctrina de la igual validez epistémica, un movimiento fuerte que surgió como respuesta al colonialismo que justificó la destrucción de los pueblos originarios en la superioridad de la ciencia occidental. Ninguna superioridad científica justifica el aniquilamiento de los pueblos originarios, pero quedar prisioneros de un sentimiento de revancha mal expresado en una rebeldía cognitiva, en este caso de la ciencia económica, nos hará más dependientes y menos emancipados. Alemania no tiene ese complejo de colonia frente a la economía anglosajona que dos veces la conquistó y no emite moneda sin parar para solucionar el problema de la zona del euro. Si fuera tan fácil...

Pero lo que se considera evidencia irrefutable puede no serlo para quienes están apasionados por una ideología o una religión. El ejemplo clásico es el del cardenal Belarmino, que cuando Galileo Galilei lo invitó a mirar por su telescopio para que comprobara con sus propios ojos el movimiento de las estrellas y los planetas, se negó a hacerlo porque él tenía una fuente de evidencia irrefutable sobre el origen del universo: la lectura de la Biblia.

Los pueblos originarios también tenían su propia evidencia sobre el origen de la vida y, en lugar de haber llegado a América desde Asia cruzando por el estrecho de Bering, su creacionismo asumía que habían llegado desde alguna otra dimensión física, del espacio o del centro de la Tierra.

La crítica que la ciencia clásica le realiza al constructivismo radical y específicamente a quienes sostienen que “no hay un conocimiento superior, sino únicamente conocimientos diferentes cada uno apropiado a su entorno particular”, es que sus seguidores priorizan lo políticamente correcto, el multiculturalismo y lo que sería deseable que fuera antes que lo que objetivamente la ciencia demuestra que es. La corrección política por sobre un genuino conocimiento.

Ese narcisismo nacional, de “somos los mejores” como reacción, es adolescente. Y es un verdadero obstáculo epistémico que nos impide solucionar nuestros problemas de una vez. Otra vez el espiralamiento entre inflación y aumento del dólar. Como si no hubieran pasado dos décadas podemos ir al futuro volviendo al pasado. Hace unos meses en uno de sus Panoramas Internacionales, Dante Caputo, quien recién regresaba a la Argentina después de vivir varios años en Estados Unidos trabajando para la OEA, recordó una frase de Ernesto Sabato sobre que la Argentina era como un trompo, se movía vertiginosamente pero no avanzaba, siempre estaba en el mismo punto; parece que pasan muchas cosas y cambiamos a un ritmo vertiginoso, aunque estamos eternamente en el mismo sitio, confundimos movimiento con avance.

La búsqueda de una ciencia revolucionaria en lugar de ordinaria que apele a mecanismos de justificación diferentes (relato) no puede hacernos caer en el error de no poder distinguir entre creencias tercamente basadas en prejuicios de inferencias relevantes como la relación entre emisión, inflación y desvalorización de la moneda.

Creer que todo conocimiento es socialdependiente, condicionado por valores particulares, que refleja las necesidades y los intereses contingentes de la sociedad en cuestión, lo que influencia las observaciones que realizan y cómo evalúan la evidencia que encuentra, no puede hacernos insensibles a razones o llevarnos a creer que todo es emocionalidad. Construimos mundos al construir versiones, las palabras se adecúan a nuestros propósitos, pero una parte de los hechos no dependen de nuestras descripciones sobre ellos, como lo demuestra el aumento del dólar paralelo a partir del cepo cambiario. Todo se puede hacer, lo que no se puede es evitar las consecuencias.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 02/02/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




miércoles, 2 de enero de 2013

Peronismo, la memoria silenciada... De Alguna Manera...


¿Kunkel sigue temiéndole a Firmenich?...

La “macana” que fue masacre...

Hace unos días, el diputado Kunkel apoyó el proyecto de ley del  diputado ruralista formoseño Buryaile que pedía el resarcimiento a los defensores del cuartel de esa provincia, contra el ataque terrorista de Montoneros (por haberse producido contra un gobierno peronista llegado al poder con el 62% de los votos) al Regimiento de Infantería de Monte 29, de Formosa en 1975, hablando de ¡Macanas!

En el hecho cayeron víctimas de esa guerrilla  (que ya entonces convertida en una fuerza armada totalmente vanguardista y elitista)  principalmente conscriptos humildes, hijos de la tierra y de  nuestras etnias indígenas originarias, que no habían podido salir de franco por sus escasos recursos; y que defendieron el cuartel con una inmensa bravura; hecho que hizo que hasta el mismo Insfrán, gobernador eterno de Formosa y 1º lugarteniente kirchnerista, haya tenido que ponerle un alto a la presión presidencial para sacar la fecha de recordación del ataque, del calendario provincial.

Kunkel habla hoy, eufemísticamente de macanas, para esconder lo que fue una masacre y un horror, en el que sin embargo los Bravos Hijos de la Tierra, repelieron la inaudita agresión. Cuando uno ve documentales de Firmenich en canal 7 y este tipo de respuestas, no puede dejar de preguntarse: ¿Por qué Kunkel y muchos más, le siguen temiendo al ex líder montonero y su “extorsión moral”? ¿Es por eso que jamás hicieron autocrítica? ¿O es que ya se ha acostumbrado a la vida de un burgués que levanta la bandera roja con la mano izquierda mientras cuenta los billetes con la derecha? ¡¡¡Macana es la del pibe que rompe un vidrio de un pelotazo, Sr. Kunkel!!!

¿Quiere mostrar agallas y reparar algo? Usted sabe que la conducción montonera traicionó / entregó, al Padre Carlos Mugica, Roberto Quieto, Paco Urondo, Rodolfo Walsh, José Luis Nell, Lucia Cullen, los que hicieron la “Contraofensiva”, etc. Basta de eufemismos y servilismos; y cárcel para esa conducción. 

Ahí, se estaría “reparando” algo. ¡Hágase cargo, Kunkel!

Juan Manuel Duarte

© Publicado el Tribuna de Periodistas,en la sección Carta de Lectores, el martes 4 de Diciembre de 2012.

Peronismo, La memoria silenciada...