martes, 22 de enero de 2019

Operación despegar… @dealgunamanera...

Operación despegar…

Buda, Roberto Lavagna. Dibujo: Pablo Temes

Comicios y dirigentes mueven fichas para no perder votos. Todo está por definirse.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 20/01/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La hora de la primera definición política importante del año para Cambiemos se acerca. Se trata del desdoblamiento de las elecciones a gobernador en la provincia de Buenos Aires. Es un tema que ya nadie oculta. María Eugenia Vidal lo reconoce en público cada vez que se lo preguntan. "Lo voy a hablar personalmente con el Presidente", ha dicho en las últimas entrevistas que ha concedido. En privado, la gobernadora es crítica –y en algunos casos, muy crítica– de varias de las medidas adoptadas por Mauricio Macri y por el desempeño de los funcionarios del área económica del Gobierno. Es ahí donde residen los problemas que han complicado la vida de la gente y, por ende, la tarea de Vidal cuya gestión, en algunos casos, se ha visto limitada por imposiciones del Presidente que debió acatar en silencio. Silencio que, en el tema del desdoblamiento de la elección provincial, acabó.      

Que sí, que no. “Lo veo muy probable, la vocación y voluntad de la gobernadora es que se anticipe”, señala en forma categórica un armador político del oficialismo bonaerense. En el círculo áulico de la gobernadora no hay la más mínima duda sobre lo imperioso de avanzar con el desdoblamiento.

Allí anida la convicción de qué es lo mejor para mantener las aspiraciones de ganar la elección provincial y, a la vez, de garantizarles a los intendentes de Cambiemos las mejores posibilidades de acceder a la reelección.

Al día de hoy las encuestas que se manejan en La Plata muestran que Vidal tira para arriba y que Macri tira para abajo. Esas mismas encuestas indican, además, que cuando las dos boletas van juntas, la que más pesa es la de Macri. La matemática electoral, pues, es clara: unida a Macri, Vidal pierde; sola, en cambio, gana.

Más allá de que se concrete o no –el proyecto exige un cambio de la Ley electoral de la Provincia– el solo hecho de que se esté discutiendo el desdoblamiento lleva implícito un mensaje político para el Presidente. Es un mensaje potente y de signo negativo para él ya que deja expuesta su debilidad. Por eso la idea no le atrae y, por lo tanto, las definiciones se retrasan.


En el final –como casi siempre ocurre en Cambiemos– el veredicto lo darán las encuestas y los análisis de Jaime Duran Barba. Este fenómeno no es exclusivo de la provincia de Buenos Aires sino que se repite en todo el país. Salvo en el núcleo duro del eje Peña-Duran Barba, que exhiben un optimismo electoral al que muchos funcionarios observan azorados, lo que se ve en gran parte de Cambiemos es un marcado desánimo. En cualquier lugar que visita Macri hoy, lo que se ven son protestas. Las hubo en Puerto Madryn y en el Chaco. Más allá del componente político que muchas de esas manifestaciones conllevan, está la calle que habla de su día a día en el que se expresa la disconformidad y el desaliento del ciudadano de a pie, que no participa de ningún espacio político y que enfrenta con esfuerzo la penuria del presente.

Muchos de ellos han sido votantes de Cambiemos. Muchos –no todos– lo volverían a votar si la disyuntiva es Macri o Cristina Fernández de Kirchner. Es en este punto en el que hay que ubicar a Roberto Lavagna. Su posible candidatura “hace lío” por todos lados. Y por eso le han salido a pegar presurosamente tanto desde el oficialismo como desde el kirchnerismo como lo explica muy bien el artículo de Jorge Fontevecchia publicado ayer en la contratapa de este diario.

En el interior del Frente Renovador alberga la convicción de que Lavagna es el candidato del círculo rojo. Para el FR, el candidato sigue siendo Sergio Massa. Y cuando se habla de candidato se especifica con claridad que se hace referencia a la candidatura a la presidencia de la Nación.

La vuelta de Massa al kirchnerismo representaría su suicidio político. Por eso su idea es apostar a Alternativa Federal y, de ser necesario, dilucidar la candidatura a través de una interna con Lavagna y/o Miguel Ángel Pichetto. Sería algo similar a lo que pasó en 2015 en la interna entre Massa y José Manuel de la Sota.

Lo que se está viendo, por otra parte, es que Alternativa Federal comienza a erigirse en una colectora de desencantados del peronismo que no quieren tener nada que ver con CFK, y del radicalismo, que tampoco quieren tener nada que ver con Cambiemos.

Hagan juego. En todo el armado de Massa está jugando un rol muy importante Antoni Gutiérrez-Rubí, el consultor de imagen catalán que en la elección de 2017 supo serlo de CFK. Atentos a estos avatares del peronismo, varios gobernadores justicialistas buscan en el desdoblamiento de sus respectivas elecciones asegurar sus reelecciones para ver luego en dónde se ponen.


Los voceros del kirchnerismo están activos y preocupados. Desesperan por algo que es imprescindible para ganar la elección: la unidad del peronismo. No alcanzan a comprender que con Cristina Fernández de Kirchner eso tiene el valor de una quimera.

Pruebas al canto: para la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires su predilecto es Axel Kicillof, a quien le ordenó que comience a recorrerla. Esto decisión dejó descolocados a varios intendentes del Conurbano que aspiran a tener un rol de mayor participación y poder de decisión en el proceso de la selección de quién vaya a competir contra María Eugenia Vidal. En la cúspide del Frente Renovador esta situación genera expectativa porque la idea es atraer a algunos de ellos para erigirlo en candidato a la gobernación. De entre ellos, el que sobresale es el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, de muy buena relación personal con Sergio Massa.

Que la ex presidenta es sinónimo de división no es novedad. Pero no solo eso: es además sinónimo de revancha. Y no acaba allí: es sinónimo también de una concepción chavista del poder. Es lo que expresó con toda claridad el senador Miguel Ángel Pichetto hace unos días. Sabe de qué habla: durante los 12 años del kirchnerato conoció los verdaderos pensamientos de la ex presidenta y de su entorno, es decir, La Cámpora.

Él bien sabe que cuando aparece Eugenio Zaffaroni haciendo mención a una reforma de la Constitución para terminar con el sistema de “democracia liberal” no es casualidad. Y que el intento del kirchnerismo de despegarse de esos proyectos no son más que mentiras.

Más allá de sus diferencias, Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner tienen algo en común: los dos auguran años de división en la Argentina. "La división en los pueblos es causa de su desolación" (Agustín de Iturbide).

Producción periodística: Lucía Di Carlo.



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lunes, 21 de enero de 2019

Superliga Argentina. San Lorenzo 0 vs. Huracán 0... @dealgunamanera...


Huracán y San Lorenzo repartieron puntos en el Gasómetro


Los dirigidos por el Turco Mohamed empataron 0 a 0 frente a San Lorenzo en el partido pendiente de la 13ra fecha de la Superliga Argentina de Fútbol.

© Escrito por Nicolás Roncoroni el domingo 20/01/2019 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotografías: Daniel Méndez.

El equipo de Parque Patricios retomó esta tarde en el Nuevo Gasómetro la actividad en la Superliga Argentina de Fútbol con el encuentro pendiente frente al Club Atlético San Lorenzo, correspondiente a la 13ra fecha del campeonato.

En el comienzo, los locales tomaron el control de la pelota y tuvieron dos chances claras de abrir el marcador con un par de cabezazos de Nicolás Blandi, los cuales contuvo Antony Silva de gran forma. El Globo respondió después de un centro de Andrés Roa y un desvío de Lucas Barrios, que Fernando Monetti quitó de buena manera.

A los 34, Andrés Merlos expulsó a Fabricio Coloccini por un pisotón a Israel Damonte en el centro del campo de juego. En una de las últimas de la etapa inicial, Rubén Botta quedó solo contra el arquero de Huracán, pero su disparo fue débil.

Pocas situaciones de gol se vieron en el segundo tiempo del partido. La primera llegó de un cabezazo de Barrios, el cual sacó el portero de San Lorenzo al córner. Los dirigidos por Jorge Almirón estuvieron a nada de marcar el 1 a 0 con un mano a mano de Blandi, que se fue por al lado del palo.

Lucas Gamba protagonizó la oportunidad final del cotejo con un tiro de cabeza que pasó cerca de la valla local. Finalmente, los conducidos por Antonio Mohamed igualaron 0 a 0 en el clásico de barrio más importante del mundo.

Síntesis:

San Lorenzo 0

Fernando Monetti; Andrés Herrera, Fabricio Coloccini, Marcos Senesi, Gabriel Rojas; Fernando Belluschi, Raúl Loaiza, Rubén Botta; Héctor Fértoli, Nicolás Blandi y Nicolás Reniero. DT: Jorge Almirón.

Huracán 0

Antony Silva; Cristian Chimino, Saúl Salcedo, Federico Mancinelli, Carlos Araujo; Carlos Auzqui, Israel Damonte, Iván Rossi, Andrés Roa; Lucas Gamba y Lucas Barrios. DT: Antonio Mohamed.

Cambio en el primer tiempo: 35m Gianluca Ferrari por Reniero (SL).

Cambios en el segundo tiempo: al inicio Walter Pérez por Chimino (H), 14m Gustavo Torres por Botta (SL), 22m Gino Peruzzi por Fértoli (SL) y Andrés Chávez por Barrios (H), 26m Patricio Toranzo por Damonte (H).

Incidencia en el primer tiempo: 33m expulsado Coloccini (SL).

Estadio: "Pedro Bidegain".

Árbitro: Andrés Merlos.


Gustavo Alfaro. Traidor al Pueblo de la Quema.


Pueblo de la Quema…







domingo, 20 de enero de 2019

La vieja "atorranta"... @dealgunamanera...

La vieja atorranta... 


Hace muchos años, cuando era psicólogo muy joven, trabajé en algunos geriátricos. (...) Muchos de ustedes trabajarán o habrán trabajado en alguna institución, y sabrán que lo que tiene que hacer todo el que trabaja en un establecimiento al ingresar es ir a la cocina, porque la cocinera es la que está al tanto de todo lo que pasa. Más que los médicos incluso.

© Del Libro Encuentros escrito por Gabriel Rolón.

Llegué, entonces, una mañana, me dirigí a la cocina y, como era habitual, le pregunté a la cocinera.- ¿Y, Betty, alguna novedad? -Sí, doctor- me llamó así aunque soy licenciado-. ¿Ya vio a la vieja atorranta?

-No - le dije asombrado-. ¿Entró una abuela nueva?

-Sí, una viejita picarona.

Me quedé tomando unos mates con ella y no volví a tocar el tema hasta que entró la enfermera y me dijo:

-Gaby, ¿ya viste a la atorranta?
-No -le respondí.
-Tenés que verla. Se llama Ana.

Lo primero que me llamó la atención fue que utilizara, para referirse a ella, el mismo término que había usado la cocinera: Atorranta. 

Pero lo cierto es que habían conseguido despertar mi interés por conocerla. De modo que hice mi recorrida habitual por el geriátrico y dejé para el final la visita a la habitación en la que estaba Ana.

En esa hora yo me había estado preguntando de dónde vendría el mote de vieja atorranta. Supuse que, seguramente, debía ser una mujer que cuando joven habría trabajado en un cabaret, o que tendría alguna historia picaresca. Pero no era así. 

Cuando entré en su habitación me encontré con una abuela que estaba muy deprimida y que casi no podía hablar a causa de la tristeza. Su imagen no podía estar más lejos de la de una vieja atorranta. Me acerqué a ella, me presenté y le pregunté: 

-Abuela, ¿qué le pasa? 

Pero ella no quiso hablar demasiado; apenas si me respondió algunas preguntas por una cuestión de educación. Pero un analista sabe que esto puede ser así, que a veces es necesario tiempo para establecer el vínculo que el paciente necesita para poder hablar. Y me dispuse a darle ese tiempo.

De modo que la visitaba cada vez que iba y me quedaba en silencio a su lado. A veces le canturreaba algún tango. Y, allá como a la séptima u octava de mis visitas la abuela habló: 

-Doctor, yo le voy a contar mi historia. 

Y me contó que ella se había casado, como se acostumbraba en su época, siendo muy jovencita, a los 16 años con un hombre que le llevaba cinco. Yo la escuchaba con profunda atención. 

-¿Sabe? -me miró como avisándome que iba a hacerme una confesión-, yo me casé con el único hombre que quise en mi vida, con el único hombre que deseé en mi vida, con el único hombre que me tocó en mi vida y es el hombre al que amo y con el que quiero estar. Me contó que su esposo estaba vivo, que ella tenía ochenta y seis años y él noventa y uno y que, como estaban muy grandes, a la familia le pareció que era un riesgo que estuvieran solos y entonces decidieron internarlos en un geriátrico.

Pero como no encontraron cupo en un hogar mixto, la internaron a ella en el que yo trabajaba, y a él en otro. Ella en Provincia y él en Capital. Es decir que, después de setenta años de estar juntos los habían separado. Lo que no habían podido hacer ni los celos, ni la infidelidad, ni la violencia, lo había hecho la familia. Y ese viejito, con sus noventa y un años, todos los días se hacía llevar por un pariente, un amigo o un remises en el horario de visita, para ver a su mujer. Yo los veía agarraditos de la mano, en la sala de estar o en el jardín, mientras él le acariciaba la cabeza y la miraba. Y cuando se tenían que separar, la escena era desgarradora.

¿Y de dónde venía el apodo de vieja atorranta? Venía del hecho de que, como el esposo iba todos los días a verla, ella les había pedido autorización a las autoridades del geriátrico para ver si, al menos una o dos veces por semana, los dejaban dormir la siesta juntos. Y entonces, ellos dijeron: 

-Ah, bueno... Mirá vos la vieja atorranta.

Cuando la abuela me contó esto, estaba muy angustiada y un poco
avergonzada. Pero lo que más me conmovió fue cuando me dijo, agachando la cabeza:

-Doctor, ¿qué vamos a hacer de malo a esta edad? Yo lo único que quiero es volver a poner la cabeza en el hombro de mi viejito y que me acaricie el pelo y la espalda, como hizo siempre. ¿Qué miedo tienen? Si ya no podemos hacer nada de malo. Conteniendo la emoción, le apreté la mano y le pedí que me mirara. Y entonces le dije:

-Ana, lo que usted quiere es hacer el amor con su esposo. Y no me venga con eso de que ¿qué van a hacer de malo? Porque es maravilloso que usted, setenta años después, siga teniendo las mismas ganas de besar a ese hombre, de tocarlo, de acostarse con él y que él también la desee a usted de esa manera. Y esas caricias, y su cara sobre la piel de sus hombros, es el modo que encontraron de seguir haciéndolo a esta edad. 

Pero déjeme decirle algo, Ana: ése es su derecho, hágalo valer. Pida, insista, moleste hasta conseguirlo. Y la abuela molestó.

Recuerdo que el director del geriátrico me llamó a su oficina para
preguntarme:

-¿Qué le dijiste a la vieja?

-Nada- le dije haciéndome el desentendido- ¿Por qué?

La cuestión fue que con la asistente social del hogar en el que estaba su esposo, nos propusimos encontrar un geriátrico mixto para que estuvieran juntos. Corríamos contra reloj y lo sabíamos. Tardamos cuatro meses en encontrar uno. Sé que, dicho así, parece poco tiempo. Pero cuatro meses cuando alguien tiene más de noventa años, podía ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Además ella estaba cada vez más deprimida y yo tenía mucho miedo de que no llegara. Pero llegó. Y el día en el que se iba de nuestro geriátrico fui muy temprano para saludarla, y en cuanto llegué, la cocinera me salió al cruce y me dijo: 

-No sabés. Desde las seis de la mañana que la vieja está con la valija lista al lado de la puerta. 

-Yo me reí. Entonces fui a verla y le dije: 

-Anita, se me va. Y ella me miró emocionada y me respondió: 

-Sí doctor... Me vuelvo a vivir con mi viejito. -Y se echó en mis brazos llorando.

-Ana- le dije- Nunca me voy a olvidar de usted. Y como habrán visto, no le mentí.

Jamás me olvidé de ella, porque aprendí a quererla y respetarla por su lucha, por la valentía con la que defendió su deseo y porque gracias a esa vieja atorranta, pude comprobar que todo lo que había estudiado y en lo que creía, era cierto: que se puede pelear por lo que se quiere aunque se deje la vida en el intento. Y además, porque la abuela me dejó la sensación de que, a pesar de todas las dificultades, cuando alguien quiere sanamente y sus sentimientos son nobles, puede ser que enamorarse sea realmente algo maravilloso y que el amor y el deseo puedan caminar juntos para siempre.

Dejemos el prejuicio y la crítica... Seamos tolerantes





Recalculando Electoral (II) - El tobogán de Massa y el social-radicalismo… @dealgunamanera...

El tobogán de Massa y el social-radicalismo...

Lavagna UCR, fórmula 2007 con Morales de vice. Lavagna-Massa, apoyo del Frente Renovador. Fotografías: Cedoc

“Massa es un candidato tobogán: comienza alto y se va desinflando”, repite Jaime Duran Barba, descontando que el futuro será igual al pasado. El oficialismo presume que en 2019, como sucedió en 2015, la existencia de las PASO transforma esas elecciones pensadas para ser una interna dentro de los partidos en una primera vuelta entre partidos. Y que si en agosto Cambiemos más Unidad Ciudadana, Macri y Cristina Kirchner, suman el 70% (37-33, sea quien fuere que supere al otro) y Alternativa Federal quedase tercero con el 15%, esos votos migrarían automáticamente para alguno de los dos primeros en la verdadera y vinculante primera vuelta electoral de octubre. Lo que de alguna manera sucedió después de las PASO de 2015, cuando quien más creció fue Macri bajo la consigna de “voto útil” para no perderlo con un candidato que seguro no podría ganar y votando por el menos malo o en contra del peor mal.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 20/01/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 
Sigue de ayer con: "Recalculando electoral (I). Todos en contra y a favor de Lavagna".

Pero el incansable Massa coincide con que las PASO funcionan como una primera vuelta, entre y no “inter” partidos, pero que en el contexto político actual en lugar de producir la fuga potencial del voto de quien salga tercero al primero o segundo, producirá la fuga de votos del primero o segundo al tercero porque la ciudadanía no querrá quedar prisionera de la opción Macri o Cristina. Imagina que si en las PASO de “los doce apóstoles de la oposición” (él, Pichetto y los diez gobernadores de Alternativa Federal) Massa obtuviera 15% (hoy se acerca a 10) y, por ejemplo, Urtubey 7, pero en cualquiera de los casos entre los dos sumaran el 20% (muy parecido a 2015 con 14% de Massa más 6% de De la Sota), votantes de Cambiemos y de Unidad Ciudadana que eligieron a uno u otro para que no ganase Cristina o Macri, al ver que habría una alternativa para lo mismo fugarían hacia Alternativa Federal. Dicen que Massa repite: “En 2015 comencé el año siendo banca y terminé siendo punto, en 2019 prefiero comenzar siendo punto y terminar de banca”.

Si la neurosis es no querer lo que se desea, o sea no estar dispuesto a hacer los esfuerzos necesarios para consumar ese deseo, Massa está vacunado de neurosis porque siempre está tratando de ser presidente e imaginando que lo puede ser más allá de los escenarios adversos que viene enfrentando últimamente. Desea con tanta energía que en su búsqueda de ventaja Macri pudo bautizarlo peyorativamente como "Ventajita". Macri comparte con Massa su misma vocación presidencial, aunque es más experto en el arte de disimular que está dispuesto a arriesgarlo todo.

Cerca de Urtubey temen que el crecimiento de Lavagna termine en un Massa Lavagna, pero Lavagna nunca aceptaría

Massa sabe que de él se dice que no mantiene la palabra, que un acuerdo con él tiene una validez de cinco minutos, que no es creíble ni confiable, y que uno de los síntomas de su ansiedad abortiva es que siempre llega tarde a todas las reuniones, vicio que estaría tratando de corregir. La primera sospecha sobre Massa es que esté dispuesto a negociar con Cristina Kirchner. Nuevamente Macri bautizó peyorativamente a Massa diciendo: “Urtubey soy yo, Massa es Cristina”. Sospecha muy fundada porque el propio intendente de Tigre, Julio Zamora, propuso que su jefe vaya como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires con Cristina Kirchner como candidata a presidente. 

Algo que Massa desmiente, de la misma forma que se acepte en Alternativa Federal que Cristina Kirchner compita en sus PASO porque la mayoría de los gobernadores votarían en contra: Gustavo Bordet de Entre Ríos, Juan Manzur de Tucumán, Sergio Casas de La Rioja, Mariano Arcioni de Chubut, Juan Schiaretti de Córdoba, Juan Manuel Urtubey de Salta, y, aunque no gobernador, Miguel Pichetto por su provincia, Río Negro. Más afines al kirchnerismo quedarían Domingo Peppo, gobernador de Chaco; Rosana Bertone, de Tierra del Fuego; y Hugo Passalacqua, de Misiones.

Pero quien sea su candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires como si se desdoblaran las elecciones provinciales es tan crucial como si se presenta o no Cristina Kirchner. Hay especulaciones cruzadas: que si Vidal adelantara la elección provincial ella gana seguro pero Macri podría perder y, a la inversa, si no desdoblara Macri aumenta sus posibilidades de ganar tanto como las de perder Vidal. Estas conjeturas se basan en que elecciones anticipadas independizarían a los intendentes peronistas de Cristina Kirchner porque hasta podrían ir con el candidato kirchnerista a gobernador, presumiblemente Kicillof, y después de haber sido reelectos intendentes, no acompañar a Cristina en su candidatura presidencial porque el cierre de listas nacionales sería tres semanas después de la elección provincial. 

Una alternativa que equilibraría los intereses contrapuestos de Vidal y Macri sería: elecciones provinciales y nacionales el mismo día pero con boleta única de papel como en Santa Fe, donde al marcar con una cruz sobre opciones se puede elegir presidente de un partido, gobernador de otro, intendente vecinal y legisladores de otro partido.

Sueño de Massa post PASO: que Cristina no pueda ganarle a Macri en ballotage y sus votos migren a él en octubre

Desde el massismo proponen como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por Alternativa Federal a una figura de fuera de la política o una fórmula casi compartida entre dos intendentes jóvenes. De fuera de la política rápidamente aparece la imagen de Tinelli, tantas veces descartada, pero si Lavagna fuera candidato presidencial Facundo Manes aceptaría acompañarlo  donde fuera más útil.

Lavagna es otro dilema de Massa, con quien se reúne cada 15 días, la última este jueves, pero a diferencia de las reuniones de Lavagna con Pichetto o con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, son sin foto para mostrar el diferente grado de relación –permanente– que los une. Massa sostiene que si Lavagna viera “que hay agua en la pileta” y decidiera avanzar con su candidatura a presidente, él estaría dispuesto a bajar la suya y confía en que será al primero que le avisará. Pero no lo ve decidido ni tampoco pinchando el globo de expectativas que generó, sino dejando que se vaya desinflando poco a poco pero apoyando siempre al espacio alternativo de Macri y Cristina Kirchner.

No es esa la visión que tienen el socialismo de Santa Fe ni los radicales desencantados con Cambiemos que ven en Lavagna el candidato transversal ideal antigrieta rememorando aquel balcón de Alfonsín con Cafiero, habiendo sido Lavagna funcionario tanto del radicalismo como del peronismo. El 31 de marzo se cumplirán diez años de la muerte de Alfonsín, habrá actos de todo tipo en su memoria y será un momento en el que los radicales de Cambiemos y los abiertamente desencantados de Macri hagan un balance de su alianza con el PRO. ¿Esa tradición, no los une más al socialismo, o al GEN de Margarita Stolbizer o al ARI de cuando Elisa Carrió  descarrilaba menos, que a la derecha del PRO? Hasta Cornejo en Mendoza analiza anticipar las elecciones provinciales para no dejar al radicalismo atado a la suerte de Macri.

Otro mendocino, artífice fundamental de Cambiemos y hoy retirado en parte también por no sentirse cómodo con el PRO, Ernesto Sanz, piensa que hizo lo correcto al apoyar a Macri para que no continuará el kirchnerismo. Pero si apareciera otra alternativa que pudiera vencer al kirchnerismo, si este ya estuviera vencido o el día en que el PRO y Macri perdieran: ¿qué sentido tendría para los radicales continuar en Cambiemos? Paralelamente, ven con preocupación cómo el PRO coloca candidatos a competir en las provincias gobernadas por el radicalismo y sacan cuentas de cuánto y cómo alejarse. Hay un radicalismo socialista tan numeroso como el afín al conservadurismo. La tensión solo la aplacan los premios del triunfo, premios que desaparecerán en la derrota o cuando se la comience a dar por descontada.


(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a perfilcom@perfil.com