domingo, 4 de marzo de 2018

La interpretación de la puteada a Mauricio Macri… @dealgunamanera...

La interpretación de la puteada…


Mauricio Macri. Presidente de la República Argentina. Imagen: https://redonline.com.ar

Lógica del futbol, “permitidos” del tablón, opinión crítica hacia el Gobierno: las posibilidades son varias pero todos coinciden en que no es posible que el fenómeno sea manipulado por un grupo político. Cientistas sociales y semiólogos analizaron los insultos a Macri en las cancha.

Fotografía: Diario Página/12

© Publicado el domingo 04/03/2018 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

¿Un fantasma recorre las canchas argentinas? Con al menos una decena de episodios registrados a un mes de su inicio, los cantos con insultos contra el presidente Mauricio Macri en los partidos de fútbol insisten con un mensaje. Pero, ¿qué es el emisor: hincha o votante? ¿Pueden separarse? Este fenómeno reciente, en ciertos rasgos inéditos, surge de las entrañas del mismo mundo en el que Macri dio sus primeros pasos como dirigente. Su trayectoria en ese ámbito fue en parte su ticket de entrada a la política. ¿Qué implica, entonces, el coro de hinchadas que lo insultan? En diálogo con Página12, especialistas de las ciencias sociales y la semiología aportan su mirada sobre el fenómeno.

A la hora de interpretar, los especialistas en sociología del deporte Rodrigo Daskal y Mariano Gruschetsky inician con una advertencia: el fútbol es un mundo con lógicas propias. Ahí el rival es un “enemigo”, al que vale decirle cualquier cosa que hiera. “En la cancha se ponen en suspenso muchos valores y prácticas de la vida cotidiana. Como todo ritual, lo que hace es habilitar ‘permitidos’”, explica Gruschetsky. En esa dinámica, un mismo atributo es valorado negativamente en el rival y usado como insulto, y sin mediar contradicción, elogiado y resaltado cuando se presenta en el equipo propio. Incluso muchas veces se usan como insulto rasgos que identifican al propio hincha, como por ejemplo su nacionalidad. Los insultos al presidente son, desde esta mirada, un “permitido” de cancha.

Para Daskal, el insulto forma parte de la lógica de la cancha, como la ironía y la agresión. “Ese mundo tiene criterios muy particulares, desde cómo se coloca una bandera, qué dicen las canciones y hasta quien las inicia. Es en esa lógica que se inscriben estas canciones. Si la entendemos podemos salir de la idea de que eso está manipulado, ya sea por una barra brava o un grupo político”, explica Daskal.

Al igual que Gruschetsky, Daskal se muestra escéptico de que en los orígenes del canto haya un trasfondo político. “No creo que haya un vínculo directo. Quien insultó podría tranquilamente ser un votante macrista, pasado o futuro. No hay que entender al fútbol como un apéndice de la política. Sí está relacionado, todo fútbol es político de alguna manera, pero hay un grado de autonomía muy grande”, afirma el sociólogo que, además, preside el Museo River Plate. Daskal no descarta que muchos de los hinchas sumen a los motivos para su insulto el descargo por una visión crítica del gobierno, pero insiste: “Lo importante es comprender que ambas cosas caminan paralelas, una no decide la otra. Lo que unificó a los hinchas es una visión de desigualdad en la organización del fútbol”.

La doctora en Ciencias Políticas Cecilia Abdo Ferez tampoco cree que el canto exprese, en un primer momento, una arenga política. Para interpretarlo, advierte que lo que pasa en un cancha es fruto de la mezcla de cuestiones vinculadas a la identidad futbolística: sus rasgos lúdicos, de irreverencia o carnavalescos. La identidad que se pone en juego en ese cantar también es resaltada por el semiólogo Oscar Steimberg que, al pensar los cantos, afirma que más que un hacer, lo que se pone en juego es un ser. 

“Las hinchadas actúan pertenencias tan genéricas y diluyentes de diferencias históricas como para que los bosteros (en principio populares ¿no?) deban fatalmente reconocer la cercanía de tribuna de un personaje de la más simple pertenencia de derecha”, asegura.

Mauricio Macri y Carlos Tévez. Fotografía: Diario Clarín.

La política tal vez no estuvo en el origen de los cantos, pero sin dudas está y estará presente en sus repercusiones en el resto de la sociedad. Daskal le otorga al fenómeno un “efecto político importante”, aunque limitado: “no creo que defina una elección”. Para el sociólogo, los insultos son un importante obstáculo para los intentos del oficialismo de sacarse la etiqueta de “gobierno para ricos”. En la misma línea, Abdo Ferez sostiene que fueron sus efectos fuera de la cancha los que tornaron político el fenómeno: “Cuando se replica tantas veces, incluso en otros ámbitos como subtes o marchas, cuando salen funcionarios o personas cercanas al gobierno a evitar, de cualquier manera, que se lo lea como una muestra de descontento social, o cuando el sindicato de árbitros dice que pretende parar el fútbol, entonces se torna políticamente relevante. La réplica, el intento de focalizarlo, la búsqueda de censura  lo tornan político”.

Una vez politizado afuera, el canto en las canchas, ¿va a seguir siendo “apolítico”? Como hipótesis para reflexionar Mariano arriesga que no. “El canto ahora va a tener una conciencia más clara que en un típico canto futbolístico. Ese efecto, por ejemplo, se ve en los casos de quienes se proponen, antes incluso de empezado el partido, ir a cantarla políticamente, y también en quienes creen que el canto ya no va a prender por la posición política de los hinchas”.

En ese “salir afuera” de los cantos, las redes sociales tuvieron un rol central, exponenciando el fenómeno. Steimberg destaca cómo a partir de ese “juego”, de la coincidencia en un enojo en principio poco definido, pueden abrirse escenarios inesperados. “De los palpitares de la improvisación contemporánea puede salir cualquier cosa; pero las coincidencias en una cosa cualquiera pueden abrir la posibilidad de descubrimientos imprevisibles. Tal vez sea uno de los modos en que se conversa o se vuelve a conversar en momentos en que se buscan modos de volver a compartir el discurso”.



¿Qué canción hay detrás de los insultos a Macri?... @dealgunamanera...

¿Qué canción hay detrás de los insultos a Macri?

Raúl Sheriko Fernández Guzmán. Fotografía: RCA Víctor

¿Sabés de dónde viene la melodía de "Mauricio Macri la p... que te parió"? Bueno, enterate.

Raúl Sheriko Fernández Guzmán. "Es tiempo de Alegrarnos"

(Video publicado por ZAXON-ARGENTINA Publicado el 27/02/2018)


© Escrito por Javier Hernán García el martes 27/02/2018 y publicado en ROCK and BALL de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Toquen trompetas y matracás al compás, suenen los pitos y las palmas sin cesar, cantemos todos la tristeza hay que olvidar, la visa pasa no te pongas a llorar”. ¿No dice nada, no? Bueno, eso es lo que dice la letra del hit del momento en las canchas y recitales de la Argentina.

Seguramente, Raúl Sheriko Fernández Guzmán, el autor de “Es tiempo de Alegrarnos”, como se llama el tema, no imaginó en 1975 que su tema tendría la trascendencia que hoy tiene.

Sheriko. Fotografía: RCA Víctor

Es la melodía de los insultos a Mauricio Macri que se replican en todos los estadios, fecha a fecha de la Superliga o de las categorías menores.

En este pasado fin de semana, hubo insultos en las canchas de Lanús, Huracán, Independiente, Chacarita y Gimnasia y Esgrima la Plata.

Más allá de la mezcla de fútbol y política, lo cierto es que la pegadiza melodía ya ha llegado a las canchas del fútbol argentino en más de un cántito popular.

Raúl Sheriko Fernández Guzmán. "Es tiempo de Alegrarnos" RCA Víctor 1975 ©



De selección. Messi es una "mentira"… @dealgunamanera…

Messi es una "mentira"…

Lionel Messi. Dibujo: Andrés Alvez

Un país canoniza al máximo goleador de la selección después de su heroica noche en Quito pero, en la lógica delirante de miles o de millones de argentinos, su cabeza hubiera quedado debajo de la guillotina si el equipo de Sampaoli no se hubiese clasificado al Mundial de Rusia. Ucronía de un crack acabado, humillado, después de una eliminación histórica. O las sandeces que evitamos leer o escuchar gracias a los tres goles del crack.

© Escrito por Andrés Burgo el sábado 14/10/2017 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Pero si Messi mira para abajo en el himno. ¿No lo viste antes del partido con Ecuador? Era una estatua el pingüino ése. Así, todo paralizado, duro, asustado hasta las patas. Nunca cantó el himno pero antes por lo menos te levantaba la cabeza. Ahora ni eso. El pecho frío ya estaba entregado antes de jugar. Igual nada que sorprenda mucho, ¿no? En las jodidas nunca aparece, capítulo mil. Lo de Quito fue más de lo mismo. Se les entregó mansito a los ecuatorianos como antes a los peruanos y a los venezolanos y a los uruguayos y a todos. No hizo nada en las Eliminatorias. No se rebela y nunca se va a rebelar. Punto. O decime, ¿cuántas veces te salvó en las difíciles? Ni una vez te salvó. Ni una vez estuvo a la altura de las circunstancias.

Uno esperaba otra cosa porque veías que en el Barcelona se eludía a medio mundo y querías que hiciera lo mismo en la selección, pero ya está, no va a pasar. Ser líder es otra cosa, es tener la cabeza arriba, contagiar confianza, despabilar a los compañeros, pegarles un grito, aplaudirles en la cara, retarlos si hace falta ¡Vamos carajo que se puede! ¡Vamos que somos Argentina! Así hay que gritar. Inflá el pecho, hermano, o tenés un trauma. Pero bueno, sabemos que la personalidad no se compra. O nacés con carisma o no, y Messi nunca tuvo personalidad ni carisma. Hasta Fazio, que no le conozco la cara, debe tener más carácter. Mil veces más carácter debe tener.

Yo, si era Salvio y lo veía a Messi al lado mío, ahí, encorvado en el himno antes del partido más importante de tu vida, me borraba, me hundía. Me deprimía. Acordate de Maradona, que en el himno los puteaba a todos, hasta a un muerto contagiaba. Y este pibito es otra cosa, seguro que terminó el partido, entró al vestuario y se puso a ver el telefonito. A boludear en Instagram. A pensar en el próximo tatuaje.

Y sus compañeros también, fija. Les da lo mismo perder. Son millonarios, ya están recontra hechos, vienen de compromiso porque hay que venir y les ponen un avión privado. Ni siquiera saludan a la gente. Viven en una cápsula. Y encima quieren que les agradezcamos. Si no quieren venir, que no vengan más, que jueguen los de acá que serán igual de burros, pero por lo menos te comen el hígado. Hasta un barrendero va a poner más huevos. Y lo que me da más bronca es que este fin de semana la van a romper en sus equipos. Uh, que fenómenos, van a decir. Tres goles de Messi al Getafe, dos de Di María al Guingamp y cuatro de Icardi al Benevento.

Pero no es lo que odie, eh. Solo que me da rabia. Hasta ahora más o menos la maquillaba, dos golcitos a Bolivia todos los años y uno a Brasil en un amistoso cada cuatro años y listo, seguía la mentira. Porque Messi en la selección no existió nunca, no jodamos. Siempre fue una mentira. Pero esto de no haber clasificado al Mundial superó todo. Indefendible. Vergonzoso. Y el responsable es Messi, no jodamos. ¿A quién le vas a echar la culpa? ¿A Benedetto? ¿A Marcos Acuña? ¿Al Laucha Acosta? No me vengas con eso de que tiene que jugar solo con 10 tipos más alrededor suyo. Solito no le alcanzó nunca.

Los que le justifican que se borra siempre se quejan que no tiene socios, pero le pusieron a un montón y a todos se los terminó comiendo: Pastore, Dybala, Lamela, Di María, Gago, Banega. Tenía razón Caruso Lombardi cuando decía que Messi tenía que ser suplente. Que entre en el segundo tiempo y listo. Si juega un partido bien y cuatro mal.

Y decime qué goles importantes tiene Messi en la selección. En amistosos no, eh. Y tampoco en el Barcelona. En la selección, goles importantes de Messi…. ¡No hay! En el Mundial fueron todos de relleno. De primera ronda. A Serbia en el 2006 y a Bosnia, Irán y Nigeria en el 2014. Listo. Después, nada. Ni uno. ¿En octavos de final para adelante? Cero. Y los de la primera ronda son como hacérselos al Eibar, si en España no te marcan. Que venga a la cancha de Chacarita y no toca la pelota. Miralo en las Eliminatorias y en la Copa América, lo anticipan siempre. Ya no genera respeto en los rivales americanos, de a poco le fueron perdiendo ese miedo. Decí que en el Mundial de Brasil lo salvó Mascherano. ¿O no te acordás de la charla de Sabella en el entretiempo del suplementario contra Alemania? Todos en ronda, Mascherano hablando y el traumadito éste afuera de la ronda escupiendo como en otro planeta. Siempre fue un tipo raro. No me olvido del Mundial 2006: mientras sus compañeros erraban los penales contra Alemania, él estaba con auriculares al cuello en el banco de suplentes.

No lo siente, ése es el tema. No tiene la pasión que debe tener un capitán de la selección. No sé, que grite, que se cague a trompadas. Pero no, es mudo. Qué le pasa en la cabeza no lo sé. Pone una pelota cada tanto pero no es conductor, no es líder, juega caminando, se aísla, se va de los partidos, se desconecta, camina la cancha, se apaga, parece un oso hibernando. Y encima es una máquina de perder finales. Eso es imperdonable. Tres perdió. Ponele una, ponele dos… No, fueron tres. Y en las tres esperabas que hiciera algo, y nada. Corré, hacé algo, equivócate, mandate una cagada, pero pedí la pelota. Era la final del mundo. ¿Te acordás del tiro libre en el último minuto contra Alemania? A las nubes fue, cualquier cosa. Y algo parecido el otro día contra Perú, en la Bombonera, una masita que pegó en la barrera, y Paolo Guerrero casi la clavó en un ángulo a la jugada siguiente. Y mejor ni hablar de las finales de la Copa América contra Chile. Ni las jugó. Ni bien ni mal. Nada. Se entregó. Era un fantasma. Si sentís la presión en el momento en que tenés que marcar la diferencia, entonces no sos el mejor.

No se la banca, le pesa, ésa es la verdad. Decime cuántas veces te conmovió Messi. Acordate de alguna. Y no, no hay. Una arenga, un video, algo, pero no, no hay nada: siempre hablaba Mascherano, siempre le faltó un golpe de horno. Y al final Cristiano Ronaldo lo pasó por encima con Portugal. ¡Con Portugal! Campeón de la Eurocopa y clasificado al Mundial. Ya está, este muerto de Messi no lo levanta más. Y si se quiere ir de la selección, que se vaya. Quién le va a decir que no. No da para más, acá va a ser siempre el eterno perdedor. Que se quede en Barcelona.

Decime cómo hace para ponerse otra vez la camiseta de la selección. En la historia va a quedar que Maradona te jugaba con el tobillo hecho mierda y éste vomitaba en la final del Mundial. ¿Te lo imaginás al mamerto éste entrenándose en Tilcara, como los del 86? Ja, me muero.

Porque encima es ingobernable adentro del plantel. En la cancha los defensores rivales se lo comen en un pancho, pero dentro de la concentración es ingobernable. La última es que decidió que Dybala no volviera a jugar ni un minuto después de lo que dijo, eso que era difícil jugar con él. Lo sacó él, como siempre, si toda la vida puso a sus amigos. Es un club de amigos la selección. Se la quedaron ellos. ¿O quién te pensás que a sacó a Tevez del Mundial? Pone cara de nada pero decide todo. ¿Y a los técnicos quién te pensás que los puso? Llevó y sacó a Martino cuando se le cantó y ahora eligió a Sampaoli. ¿No escuchaste que baja de dormir la siesta y, si él no saluda, nadie se le anima a decirle buenas tardes? Le tienen miedo hasta sus compañeros. Lo tenés que mimar como si fuera un nene y ya es un grandulón de 30 años. El señor quería tener a los hinchas más cerca y la selección se tuvo que mudar a la Bombonera. Y como ni siquiera eso alcanzó, la AFA tuvo que llevar un brujo a Ecuador. Ahora que se joda con todos los memes que salieron después de la eliminación. Y los whatsapp que se hicieron virales tienen razón. Y las cosas que le dijeron en tele. Por suerte hay periodistas que dicen la verdad, que a Messi le quedó grande la selección, que ya está, que ya cumplió un ciclo. Hasta Moria Casán lo criticó, y estuvo bien.

Ah. ¿Al final Argentina ganó con tres goles de Messi y se clasificó al Mundial? Seguro que el partido estuvo comprado, que les pusieron toda la guita a los ecuatorianos. Si además ya estaban eliminados. Y que gane un Mundial si quiere dejar de ser una mentira.



Veinte preguntas a Darío Sztajnszrajber, filósofo... @dealgunamanera...

Darío Sztajnszrajber: "La monogamia es una cuestión de poder"...


El filósofo más mediático da su mirada sobre el fútbol, el psicoanálisis, la política, la propia muerte y el amor, un acto de locura, según él.

© Escrito por Miguel Frías el domingo 04/03/2018 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

1.
¿Te cansa que te pregunten por el sentido de la vida, como si fueras un gurú?
No. Me encanta. Más cuando las respuestas que damos desde la filosofía son lo opuesto a la autoayuda. No hay recetas ni manuales. Ni siquiera hay un sentido único y último. Bienvenido que muchos se acerquen a la filosofía para perderse. Este mundo está demasiado plagado de certezas.

2.
En los medios parecés la contracara descontracturada de tu hermano, Mauro Szeta. ¿Es así?
Mauro es muy descontracturado, pero entiendo que el periodismo policial tiene que cuidar ciertas formas. La divulgación filosófica es también una crítica de las formas solemnes con las que se viene haciendo filosofía.

3.
Mostrás soltura en televisión, radio y teatro, ¿te tienta la actuación por afuera de la filosofía?
Estudié muchos años teatro, pero no hay lugar donde aprendas a hablar con más soltura que en el aula. Tantos años dando clases para adolescentes a las ocho de la mañana te obligan a diversificar los recursos. Todo lo que hago en los medios lo aprendí en el aula.

4.
Te gusta el rock nacional y en algunos espectáculos lo cruzaste con la filosofía. ¿Qué músico de acá te hubiera gustado ser?
La síntesis dialéctica entre Spinetta y Cerati.

El pensamiento binario es responsable de que temas tan cruciales como la libertad y la prohibición se simplifiquen al extremo. Deberíamos salirnos de lo binario.

Darío Sztajnszrajber, Filósofo

5.
Sos de Estudiantes. ¿El bilardismo es derecha y el menottismo de izquierda?
Ja. Esa ya es una pregunta menottista. El bilardismo es peronista de izquierda y el menottismo es liberalismo económico con rostro humano.

6.
Marihuana recreativa libre: ¿sí o no?
Primero, despenalización del consumo. Luego: el pensamiento binario es responsable de que temas tan cruciales como la libertad y la prohibición se simplifiquen al extremo. Deberíamos salirnos de lo binario.

7.
¿Dosificás el uso de las redes sociales o tendés a la adicción?
Ja, otra vez el pensamiento binario: ¿soy adicto a la dosificación o dosifico la adicción? Igualmente creo que lejos están las redes de ser un mero entretenimiento. Están cambiando de raíz los vínculos sociales.

8.
¿El psicoanálisis es, entre otras cosas, una especie de superstición porteña?
Todo lo que nos transforma supone elementos supersticiosos. Creo que el psicoanálisis es primo hermano de la filosofía, ya que comparte la vocación por salirse del peor dispositivo de poder: nuestra propia subjetividad.

9.
¿Con qué película lloraste más, y por qué?
Ultimamente, con Arrival. (N del R: La llegada, de Denis Villeneuve, en la que una lingüista intenta comunicarse con alienígenas que llegaron a la Tierra). La posibilidad de lo imposible, de otro mundo y otro tiempo, y a la vez todo atravesado por el dolor más profundo, que es la pérdida de un hijo.

10.
Más allá de que sirva o no para vivir y morir, ¿sirve la filosofía para seducir?
Depende. Sirve en la medida en que el otro busque ser seducido con la palabra. No te olvides que filosofía es amor a la sabiduría, o sea que ya de por sí es un ejercicio erótico.

11.
“En la vida de casados, tres son compañía; dos no significan nada.” ¿Qué opinás de esta frase de Oscar Wilde?
La monogamia es mucho más que una cuestión afectiva: es una cuestión de poder. Por eso creo en la máxima feminista “lo personal político” y en la necesidad incesante de reinventar.

12.
¿Se puede, al borde de los 50 años, “querer sin presentir”?
No es un problema de edad. El amor es un acto de locura. No sólo no presiente sino que tampoco gana ni sosiega ni acuerda. Va en contra de uno mismo. Es la prioridad absoluta del otro. El amor es el otro.

El amor es un acto de locura.

Darío Sztajnszrajber, Filósofo.

13.
¿La voluntad es completamente estéril al enamorarse?
No es que el problema sea la voluntad sino la razón. Muchas veces los cálculos determinan que el otro no me conviene y sin embargo, pese a todo cálculo, el amor persiste.

14.
Te gusta la literatura de Michel Houellebecq, autor de Las partículas elementales y Plataforma, que fue denostado por las ideas de sus personajes. ¿Confundimos autor con narrador?
La literatura no tiene que ver con la moral. En todo caso, la moral es un tipo más de literatura.

15.
Buscando una saludable apertura mental, ¿podemos llegar a convertirnos en comisarios de la corrección política?
No creo en la corrección política. Creo en la prioridad del otro. El límite es el uso de cualquier recurso para someter al débil .

16.
La frase “todos los políticos son iguales”, ¿te parece verdad, pereza intelectual o colonización mental?
Una cosa es la política (las instituciones) y otra lo político (la fuerza transformadora). Cuando la política se vuelve tan homogénea, es un buen momento para volver a recuperar lo originario de lo político.

17.
A uno y otro lado de la grieta hay acusaciones de crear un “relato”. ¿Somos más permeables a una narración que a la propia experiencia?
La propia experiencia también es un relato. La acusación también se hace desde un relato. Acusar al otro de crear relatos también es un relato. Como me dijo un amigo alguna vez: al final lo que cuenta es cuánta gente se salva.

18.
¿Por qué podemos pensar sin angustia en el año previo a nuestro nacimiento y no en el posterior a nuestra muerte?
¡Yo me angustio más con el origen que con el final! Morir es algo a lo que uno se acostumbra, pero ¿haber nacido? Nada me resulta tan inconcebible como haber pasado de la nada al ser.

19.
Alguna vez dijiste: “Prefiero el pesimismo militante que el optimismo ingenuo”. ¿Podés ampliar esa idea?
Se le suele pegar mucho al pensamiento crítico por su mirada improductiva y se suele levantar una idea de entusiasmo ingenuo donde lo único que importa es la eficiencia. No quiero ser lo que otros necesitan que yo sea.

20.
¿Cuál es el sentido de la vida?
Buscar un sentido que sabemos que nunca vamos a alcanzar y realizarnos en ese paseo sin rumbo.



sábado, 3 de marzo de 2018

Marcha y contramarcha… @dealgunamanera...

Marcha y contramarcha… 
VOLANTAZO Hugo Moyano. Dibujo: Pablo Temes.

El Gobierno atacó el efecto de la movilización instalando un debate como el del aborto. Qué pasará en el Congreso. 

© Escrito por Nelson Castro el domingo 25/02/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En la dinámica de la Argentina, el acto y la movilización gestados por Hugo Moyano parece quedar lejos. El jueves, el Gobierno sacó un conejo de la galera y entonces, ahora, el tema de debate es la despenalización del aborto.

Vayamos por partes.

El acto de Moyano fue multitudinario. Número más, número menos, la concurrencia orilló las 100 mil personas. Son muchas. Solo la muy alta vara que puso el propio líder de los camioneros –habló de llevar entre 300 mil y 400 mil–hizo que el impacto fuera menor. Pero, en el análisis intrínseco de esa concurrencia están los problemas y las debilidades que al mismo Moyano le dejó la movilización. Las ausencias fueron muchas y de alta significación política. Los grandes sindicatos faltaron. No estuvo la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), no estuvo la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), no estuvo el Sindicato de Empleados de Comercio, no estuvo el Sindicato de Mecánicos Automotores y Afines (Smata), no estuvo la Unión Ferroviaria, no estuvo la Unión Transporte Automotores (UTA), no estuvo la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), no estuvo la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), y no estuvo el Sindicato de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh). No estuvo tampoco el Partido Justicialista a nivel nacional.


¿Y el PJ?

No hubo ningún legislador peronista y no hubo  ningún gobernador peronista que se adhiriera al acto. Entre los asistentes estuvieron la izquierda –que se fue rápidamente– estuvieron los jirones del kirchnerismo –a los que no se los dejó siquiera subir al palco–,  las dos CTA, los bancarios y los docentes. Conocedor del valor de las ausencias, Moyano –a quien no se lo vio bien–  comprendió que lanzar un paro era inconducente. Lo que ensayó, entonces, fue un discurso con críticas duras al Gobierno, pero, a la vez, no rupturista. Fue un discurso deshilachado, no porque hubiera tenido mejores –la oratoria es un don que la vida no le dio– sino porque lo utilizó para su defensa personal.

Al enfocar su discurso en su situación personal, la palabra de Moyano perdió peso. Cometió un error garrafal que dejó descolocados a los que estaban esperando otra cosa y dio la razón a sus detractores dentro del mundo sindical, un mundo que ha quedado definitivamente atravesado por una profunda división de incierto desenlace.

Reacción. 

En el Gobierno hubo alivio. La foto del acto, en términos de construcción política, lo favorece. Ese conglomerado con aires de rejunte tiene, hoy en día, pocas posibilidades de construir algo que políticamente complique al oficialismo. Sin embargo, hubo quienes interpretaron que arrojar a Moyano a los brazos de esa oposición dura y extrema no es lo mejor en el medio de una realidad que seguirá siendo dura por un buen tiempo. Lo ocurrido el jueves marca que algunos puentes todavía perduran. Las declaraciones de Moyano –“me reuniría con Macri”– y el principio de solución de la problemática situación de OCA, son indicios de que los puentes no han sido totalmente dinamitados.

Lo que Moyano debe entender es que tiene que aclarar su compleja situación judicial. Eso es inexorable. Y lo que el oficialismo no debería hacer es buscar la demonización del líder de los camioneros. Al fin y al cabo, varios de los dirigentes sindicales con los que el oficialismo mantiene una buena relación no son mejores que Moyano. Es más, bien podría decirse que algunos de ellos son peores.

En el interior del Gobierno se vive un momento de opiniones divididas que, en algún caso, genera tensiones. Por un lado, están los que piden “no perder pisada al termómetro de la calle”, como señala una fuente.

Es el ala más territorial y acostumbrada a recorrer la calle y que ha tenido siempre relación con los dirigentes sociales. Hay ahí cierto temor a las encuestas de imagen que registró caídas en los últimos dos meses. Esas encuestas reflejan el presente de mucha gente a la que le cuesta hacerle frente a la inflación y a las subas de tarifas.

Del otro lado están los que prefieren ver el vaso medio lleno y capitalizar los errores estratégicos de la oposición y mostrar todas las caras indeseables para muchos en un mismo equipo. “Mientras del otro lado estén Zaffaroni, Aníbal Fernández, Máximo Kirchner y La Cámpora es todo ganancia para nosotros porque le recuerda a la clase media todo lo malo que vivió durante 12 años”, expresa otra voz del oficialismo.

En medio de todo este ir y venir, el Gobierno sacó un conejo de la galera y produjo un verdadero golpe de efecto con el anuncio de impulsar el tratamiento por parte del Poder Legislativo de la despenalización del aborto. Quien pergeñó esta sorpresiva iniciativa tuvo un primer éxito: descolocó a los sectores del progresismo opuestos al Gobierno y produjo un verdadero cimbronazo en el kirchnerismo. Mientras varios legisladores, como es el caso de Mayra Mendoza, apoyan la iniciativa, es sabido que Cristina Fernández de Kirchner siempre la rechazó. Con la composición que tiene el Parlamento hoy, las probabilidades de que la despenalización del aborto sea aprobada son nulas.       

Lo que viene. Este es el contexto en el que el Presidente asistirá al Congreso para abrir el período ordinario de sesiones. En su discurso ratificará el rumbo y habrá críticas para todos los sectores empresariales. ¿Qué es lo que más le enoja? que puertas afuera del país todos reconozcan el cambio de rumbo y que dentro de su propio país, reciba críticas de ese sector al que le endilga falta de sacrificios y de voluntad de ayudar a salir adelante.

“Todos son directores técnicos pero nadie pone pierna fuerte en la cancha” –es el pensamiento que atribula a Mauricio Macri. Si indagara en la historia, vería que eso ya le pasó a varios de sus predecesores que tuvieron entre los destinatarios de la misma queja, incluso al grupo empresarial que fundó su padre.