domingo, 31 de enero de 2016

“Cristina no quiere competir por el PJ”… @dealgunamanera...

“Cristina no quiere competir por el PJ”…


La afirmación de Recalde sobre la ex presidenta y el rol partidario. La jefatura de Perón, un modelo que hasta ahora nadie alcanzó. El poder repartido. El PJ abandonado y su web para arqueólogos. El cordobesismo. Massa. El espacio de Cristina. ¿Y Scioli?

© Escrito por Martín Granovsky el domingo 31/01/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Héctor Recalde, el presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria, lo afirmó ayer sin vueltas. Cristina Fernández de Kirchner “ya dijo que no quiere competir por la presidencia del Partido Justicialista”, citó Recalde, para quien “todo el mundo reconoce su liderazgo”. Dos mensajes en uno.

Las declaraciones de Recalde a Radio Continental ponen en un sitio módico de la política las expectativas desmesuradas que a veces rodean la renovación de autoridades del PJ programada en principio para los próximos meses. Es como decir que lo valioso en el peronismo es la conducción del conjunto y que además, para Recalde, esa conducción le pertenece a la ex presidenta.

La historia del movimiento que ganó sus primeras elecciones hace casi 70 años, el 24 de febrero de 1946, es pródiga en anécdotas por el estilo.

En 1972 dos jefes guerrilleros llegaron a Madrid a visitar a Juan Perón, que todavía estaba en el exilio. Lo saludaron cuadrándose. “Mario Eduardo Firmenich, jefe de la organización Montoneros”, dijo uno. “Roberto Quieto, jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias”, dijo el otro. El dueño de casa los sobró: “Juan Domingo Perón, jefe del Movimiento Peronista”. 

El episodio figura en el interesante libro La lealtad, de Aldo Duzdevich, contada por Alcira Argumedo. Revela muy bien que a Perón le importaba el peronismo como conjunto, más allá de las líneas y las organizaciones, y naturalmente quería ejercer en plenitud el liderazgo de todo el movimiento. Un liderazgo que, entendía Perón, le pertenecía por legitimidad popular.

Perón fue el único peronista que consiguió su objetivo de liderazgo sintético cuando el peronismo no tenía el control del Estado. Y lo mantuvo nada menos que 18 años, entre 1955 y 1973.

En la última dictadura el peronismo no tuvo un jefe nato. Entre 1983 y 1989, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, tampoco despuntó un líder indiscutible. Creció Antonio Cafiero en 1985 y aumentó su poder de forma notable cuando ganó la gobernación de Buenos Aires en 1987, pero ya en 1988 perdió la interna con Carlos Menem para determinar la candidatura presidencial de 1989.

El siguiente período con el peronismo fuera del Estado nacional fue el de Fernando de la Rúa instalado en la Casa Rosada. El peronismo mostró dos jefaturas. La de Menem, ya muy menguada. Y la de Eduardo Luis Duhalde, quien tampoco logró evitar un estado de dispersión y divisiones que aún perdura.

El peronismo volvió a gobernar durante diez días con Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá y Dante Camaño, y poco más de un año con Eduardo Duhalde. Luego tuvo el volante del Poder Ejecutivo durante doce años y medio con Néstor Kirchner y con Cristina Fernández de Kirchner. Por eso el comienzo del mandato macrista marca la tercera vez en la era democrática en que el justicialismo no tiene el control de la Presidencia de la Nación y plantea otra vez el desafío de hallar un liderazgo o al menos un sistema colectivo de resurrección política.

El cuadro de poder es heterogéneo:

- Los jefes territoriales peronistas no gobiernan en distritos importantes como Buenos Aires, Santa Fe, Capital Federal y Mendoza, y perdieron Jujuy por primera vez.

- El peronismo retuvo La Matanza, Lomas de Zamora, Ezeiza, Florencio Varela y Berazategui, pero perdió bastiones tradicionales como Quilmes y Tres de Febrero.

- Cristina es una figura de peso personal y político tras sus ocho años en la presidencia (la tercera para un mandato peronista luego de los diez años de Carlos Menem y los nueve de Perón), pero aún no puso a prueba su jefatura.

- El Congreso todavía no comenzó a funcionar. Su dinámica futura es un intríngulis y no hay jurisprudencia que permita un pronóstico exacto.

- Un peronista, Juan Schiaretti, es gobernador de Córdoba, pero pertenece al sector del también peronista José Manuel de la Sota, que nunca se sumó al FpV ni reconoció el liderazgo de Néstor Kirchner. Precandidato a vice con Cafiero en el 88 y gobernador de Córdoba las veces que lo deseó, la vez que De la Sota estuvo más cerca de la Presidencia fue en 2003, pero no llegó porque Duhalde bendijo a Néstor Kirchner como candidato y le puso a disposición el aparato del peronismo bonaerense.

- Schiaretti, que ganó la gobernación en una provincia que le aportó a Macri 1.540.018 votos en el ballottage de los 12.903.301 totales, y ella sola una diferencia de 900 mil votos sobre Daniel Scioli, construyó su propia relación cordobesista con Macri. No se integró al grupo de gobernadores peronistas formado por Carlos Verna (La Pampa), Juan Uñac (San Juan), Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Domingo Peppo (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Sergio Casas (La Rioja), Lucía Corpacci (Catamarca) y Juan Manzur (Tucumán).

- El grupo es sólo funcional. Esos gobernadores son interlocutores de la Casa Rosada y no necesariamente coinciden en sus proyectos políticos y personales. Pero necesitan sumar masa crítica para discutir con mayor poder de negociación.

- Un peronista, Sergio Massa, salió tercero en las elecciones y domina parte del peronismo bonaerense.

- Todas las vertientes de origen peronista, de Cristina a Massa, respetan la tradición frentista, sólo que en cada caso buscan aliados distintos. Martín Sabattella es un ejemplo dentro del peronismo kirchnerista. Mario Meoni, un ejemplo en el peronismo de Massa. Incluso el PRO no reniega de los dirigentes que vienen del peronismo como Cristian Ritondo, Diego Santilli, Federico Salvai o Emilio Monzó, muchos de ellos convertidos en interlocutores de sus antiguos compañeros.

- El movimiento obrero está atomizado en tres CGT (Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo) y dos CTA (Pablo Micheli y Hugo Yasky). Los cinco son peronistas.

En este cuadro la obsesión por el control del Partido Justicialista parece un juego distanciado del poder real.

Sólo tres

Hasta ahora sólo tres personas hablaron con cierto interés de la futura conducción del PJ.

Uno fue Macri, cuando dijo en Davos que para él Massa es el que pinta mejor. Si lo hizo por candidez o por picardía (para desordenar al FpV o tal vez para tornarlo rígido y quebradizo) es una elucubración sin respuesta.

El otro fue Massa al proponer como jefe a un peronista virgen de kirchnerismo como De la Sota.

El tercero fue Guillermo Moreno, que volvió de su cargo de agregado comercial en Italia y se candidatea diariamente como postulante al PJ mientras alimenta el mito del peronista puro que desafió a las corporaciones. Audaz y frontal, Moreno confía en su estrella y en la escasez de debate a fondo sobre fenómenos como la quiebra de Cresta Roja.

Con este panorama no sería extraño que el presidente del PJ termine siendo un dirigente sin aristas públicas que sus adversarios busquen limar. El jujeño Eduardo Fellner, que no parece muy irritado por el virtual estado de excepción resuelto por su comprovinciano Gerardo Morales para encarcelar a Milagro Sala, fue un ejemplo.

La Argentina no tiene un régimen parlamentario donde los partidos sean una pieza clave porque el jefe de la agrupación habitualmente es el candidato a formar gobierno y transformarse en primer ministro. Aunque los partidos tienen rango constitucional desde 1994, la práctica del peronismo y la del mismo PRO ilustran que ambos son maquinarias electorales capaces de reforzar el peso de la estructura partidaria solo frente a elecciones inminentes. Más a la norteamericana que a la europea.

El partido desierto

En el peronismo nunca el partido fue decisivo. Cafiero logró sortear el obstáculo de Herminio Iglesias en el 85 yendo a las primeras legislativas del período de Alfonsín por fuera del peronismo, con el sello democristiano que le prestó Carlos Auyero. Y ganó. A fines de 2002 Néstor Kirchner era solo un gobernador más que soñaba con ser presidente en 2007. Ni Duhalde controlaba el PJ sino solamente un trozo, el bonaerense, sin duda más importante que la porción de Menem y la porción de Adolfo Rodríguez Saá, los otros dos candidatos presidenciales de las elecciones de abril de 2003.

Néstor se preocupó por el PJ según las épocas y de manera intermitente. Jamás se obsesionó por él. Cristina se ocupó de que el PJ fuera favorable o neutral respecto de su propio poder. No más.

Desde 2003 hasta ahora el PJ no conformó siquiera una gran escuela de cuadros o un núcleo unificado de técnicos, el sueño eterno de muchos peronistas veteranos que imaginan terminar con el silencio desértico que reina en Matheu 130, la sede nacional que el partido tiene en el barrio de Balvanera. Una inspección por la página http://www.pj.org.ar ofrece resultados increíbles. El último documento fue colgado el 15 de octubre de 2015. El listado de autoridades se remonta a 2013. Hay solo tres textos: Conducción política de Perón, Doctrina peronista y Las 20 verdades. En la era digital la web parece una estación de tren abandonada.

La paradoja es que, desde el 10 de diciembre, las unidades básicas reciben cada vez más preguntas sobre cómo y cuándo afiliarse al PJ.

Una ronda de consultas de Página/12 a dirigentes peronistas intermedios permitió detectar el origen de esos pedidos. Hay un sector de kirchneristas no peronistas que fantasea con una gran puja interna en la que habría que estar adentro para votar por Cristina o por quien Cristina mande. Hay una franja de jóvenes hasta ahora no encuadrados que se siente peronista y quiere un combo de fundamentos y militancia territorial. Y hay desencantados de La Cámpora que buscan en las unidades básicas sitios con mayor intensidad de discusión política.

Poder real

Pero el poder real está fuera del PJ y desagregado en provincias, grandes distritos del Gran Buenos Aires, dirigentes sindicales y legisladores. También en una persona que no entra en ninguna de esas categorías: Cristina, dueña a la vez de un predicamento construido desde la Presidencia, de su carácter mismo de ex presidenta reciente, y por lo tanto con un conocimiento cercano de los temas de gobierno, de su potencial como contracara de Macri y del manejo de resortes parlamentarios a nivel nacional y de Buenos Aires. La realidad indicará si puede mantener su jefatura sobre todos los sectores que formaban el Frente para la Victoria, si construye un liderazgo importante gracias a lo que en la jerga se llama “confianza en la conducción” o si queda como un punto de referencia importante pero no excluyente.

¿Y Daniel Scioli? Desde su ingreso al peronismo hace 19 años fue diputado, funcionario y candidato, pero no tuvo vocación de construir ni jefatura ni liderazgo.

No es un disparate pensar en un escenario de poder repartido, con distintos niveles cruzados de diálogo y disputa entre dirigentes peronistas y entre ellos y el oficialismo, con dos momentos en que la dispersión necesitaría mayor centralidad: las legislativas de 2017 y las presidenciales de 2019, que deberían mostrar si el peronismo enfrenta otra vez un ballottage temible o aprovecha el margen constitucional para ganar en primera vuelta si es que las otras fuerzas no se juntan. Siempre teniendo en cuenta, claro, que los contrarios también juegan. Lo decía siempre Garrincha, jugador de la selección que ganó el primer mundial para Brasil, el de Suecia 1958.

Y Garrincha algo sabía de fútbol. 



Informe de daños… @dealgunamanera...

Informe de daños…


El sinceramiento de la economía es costoso pero inevitable. Gestionar en campo minado.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 31/01/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El sinceramiento de la economía era y es una realidad que le hubiera correspondido llevar adelante a cualquiera de los candidatos que compitió en la última elección. Es lo que le toca poner en práctica a Mauricio Macri. La tarea es difícil y traumática. El campo minado que montó Cristina Fernández de Kirchner ha dejado de ser un enunciado y se ha transformado en una realidad que se hace presente día a día.

El Gobierno sorteó exitosamente el primer gran test que fue el levantamiento del cepo. Viene ahora el segundo: el combate contra la inflación. En la raíz de este gran problema está el fenomenal déficit fiscal que creció sin parar durante la segunda presidencia de CFK al ritmo de los subsidios y los nombramientos innecesarios de una mayoría de militantes kirchneristas en los diferentes ámbitos de la administración pública.

En relación al primero de los ítems –los subsidios–se dio el primer paso con los anuncios hechos por el ministro de Energía, Juan José Aranguren. La medida era inevitable. Si hacemos memoria, veremos que CFK ya la había comenzado a implementar no bien comenzó su segundo mandato. El impacto político de la tragedia de Plaza Once la hizo desistir de seguir adelante con ese plan. Fue precisamente por razones políticas electoralistas que en la Argentina se generó un doble estándar inaceptable para un país que aspira a ser realmente federal: en la mayoría de las provincias sus habitantes gozaron con un nivel de ingresos tal que nunca debió haber sido subsidiada.

Hay otros, en cambio, que lo necesitan imperiosamente. El aumento que viene a partir de ahora es brutal; por lo tanto va a ser fundamental que su implementación sea lo suficientemente prolija y cuidadosa para que ninguno de estos últimos quede excluido de ese universo.

El aumento de las tarifas tendrá también un efecto sobre los precios, hecho que va a complicar la negociación salarial. Los primeros en experimentarlo serán el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, y su par bonaerense, Alejandro Finocchiaro. La propuesta de Bullrich, quien había planteado un índice de ajuste del 25%, quedó desfasada. En esos ámbitos se han escuchado quejas por la falta de timing político con que se adoptó la medida.

La reunión del Gobierno con la Mesa de Enlace marcó la reapertura del dialogo con el campo. Como ya lo había expresado su presidente, Carlos Melconian, el Banco Nación, –en cuyos despachos hasta el 10 de diciembre sólo se sintonizaban Canal 7, Encuentro, Paka Paka y el resto de los canales afines al kirchnerismo–, volverá a tener una presencia fuerte en el sector. A manera de símbolo y como anticipo de lo que vendrá en líneas de créditos para el sector, se decidió que el banco vuelva a tener su tradicional stand en Expo Agro, circunstancia que no ocurría desde el conflicto por la 125.

La supresión de los “ñoquis” nombrados en la administración pública por el anterior gobierno representa un verdadero desafío y un dolor de cabeza para la actual gestión porque en el camino se cometen injusticias por las que se han dejado cesantes a empleados que cumplieron con sus tareas en forma cabal. Una cosa es prescindir de los “ñoquis” y otra muy distinta es la de dejar cesante a personal de carrera. ¿Es una “desprolijidad” o algo planificado? Esto está creando temor en mucha gente que se ha desempeñado en el Estado con probidad y eficiencia.

A CFK le molestó ver a gobernadores peronistas con Frigerio.

El kirchnerismo intentó apropiarse del Estado como herramienta para mantener cuotas de poder. A manera de ejemplo veamos lo que ha estado sucediendo en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. El edificio que ocupa el organismo fue inaugurado por CFK antes de las elecciones de octubre. A simple vista es moderno y bien construido, pero según manifiestan los nuevos huéspedes, es pura carcaza. “Si prenden un aire acondicionado en el primer piso, se corta la luz de la planta baja”, señala un funcionario del área.

Curiosamente, parte del personal no acata las órdenes de las nuevas autoridades. Algunos de los que se niegan a prestar las tareas que se les requieren se amparan en su condición de personal de planta para argumentar que eso los pone a resguardo de cualquier intento de despido.

En el predio de la ex ESMA hay decenas de edificios, y cada uno le corresponde a alguna agrupación de Derechos Humanos. El edificio central corresponde a la Secretaría. Sin embargo, cada edificio tiene un “intendente” y, cada decisión adoptada relacionada con la infraestructura tiene que ser consensuada entre todos los intendentes. “Esto parece una reunión de consorcio. Ahora queremos instalar Cablevisión en la Secretaría y no obtenemos el consenso de la mayoría de los intendentes que representan a las agrupaciones de corte kirchnerista”, señala otra autoridad.

En uno de los galpones del fondo está instalado el taller del artista que realizó el perfil de Evita que se instaló en la cara norte del edificio del Ministerio de Desarrollo Social. “Parece que al tipo no le pagaron todo o negociaron con ese galpón. El hecho es que nosotros tenemos que usarlo y el artista no se quiere ir”.

Mientras tanto, el peronismo cruje. Se sabe que a CFK le molestó la asistencia de los gobernadores peronistas a la reunión convocada por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Con alguno de ellos parece que habló para quejarse por su concurrencia. Lo que no imaginó la ex presidenta fue el reproche que recibió por parte del mandatario provincial a quien supo “mandonear”.

CFK debería leer con mucha atención el documento que los gobernadores pertenecientes al PJ firmaron al final del encuentro que mantuvieron la semana pasada en San Juan. Se habla allí de la necesidad de llevar adelante una renovación y de hacer una lectura adecuada de la derrota que sufrió el justicialismo y que sólo parece no haber sido aceptada ni elaborada por la ex presidenta, La Cámpora y el resto del kirchnerismo duro, que aún no se han dado cuenta que no manejan ya la caja –el dinero del Estado– para amedrentar y castigar a quienes hubieran osado rebelarse ante su manejo despótico del poder.

Producción periodística: Guido Baistrocchi. 



sábado, 30 de enero de 2016

Mariano Martínez Rojas, el nuevo dueño de Tiempo Argentino y radio América…

Mariano Martínez Rojas, el nuevo dueño de Tiempo Argentino y Radio América…

Promesa. El empresario asegura que armará el multimedio más poderoso detrás del grupo Clarín.

¿Quién es el extraño comprador de los medios K?. Denuncias por estafas y enigmáticos inversores.

© Escrito por Giselle Leclercq, Marcos Teijeiro y Nicolás Lucca el viernes 29/010/2016 y publicado por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Habla mirando fijo a los ojos y le gusta referirse a sí mismo en tercera persona, a lo Maradona. Citó a la Revista Noticias en el Palacio Duhau, en un reservado a puertas cerradas del elegante hotel, en lugar de sus oficinas del Palacio Alcorta. Una recurrencia palaciega que completa su evidente apego a los símbolos de status, como los autos de alta gama y la referencia reiterada a amigos “extranjeros” poderosos e inversores norteamericanos de los que se guarda la identidad.

Enigmático. Se define como un hábil lobbista que descubrió el negocio de los medios. No explica con claridad quiénes lo financian.

La pregunta del millón es quién es en verdad Mariano Martínez Rojas (37), el empresario que acaba de comprar el diario Tiempo Argentino y radio América al kirchnerista Grupo Veintitrés por una suma “algo” superior a la que trascendió, de 2.3 millones de dólares, según aseguran en su entorno.

Dice que, aunque lo creen correntino, creció en Buenos Aires, cursó primaria y parte de secundaria en el Colegio La Salle, hasta que a su padre militar lo destinaron a Misiones. Finalmente, la familia se instaló en Corrientes donde hizo dos intentos universitarios: abogacía y administración de empresas. Pero abandonó. “Incursioné en el rubro textil; del textil al financiero y terminé de vuelta en Buenos Aires, con idas y vueltas, con errores cometidos en Corrientes como ya se citó en algún lado”, dice. Los errores son causas judiciales por estafas que de a ratos asume, niega o califica como “camas” que le hicieron.

Noticias: ¿Quién es usted?
Mariano Martínez Rojas: Soy Mariano Martínez, desembarqué con un grupo inversor norteamericano en la compra de medios. Empecé en el tema financiero con un grupo asiático muy grande.

Noticias: ¿Cuál?
Martínez: Un grupo que mueve el 80% del negocio textil hoy en Argentina. Los asesoraba en finanzas. A través de ellos fui conociendo del negocio, gente de afuera, fui creciendo y armando clientes. Soy un tipo muy lobista. Me gusta relacionarme y conocer gente. Una cosa fue llevando a la otra, empecé a abrir el abanico, a dedicarme a lo que era show y espectáculos, asociándome con Fénix Entertainment en todo lo que es el NOA y Paraguay. Nos consolidamos, armé mi empresa: M Deluxe. Después me interesé medios. Charlando con amigos me dicen “este grupo está a la venta, nosotros conocemos a la gente, te acercamos y empiezan a conversar a ver si concretan algo”.

Noticias: ¿Así conoció a Szpolski?
Martínez: Así lo conocí.

Noticias: ¿No lo conocía de antes?
Martínez: No, es más, lo conocí acá (Palacio Duhau). Me lo presentaron, le dije que estaba interesado en el paquete que tenía.

Noticias: No todo…
Martínez: No. Compré Tiempo Argentino, Radio América y la revista Forbes, que era de ellos, pero perdieron la licencia hace ocho meses. Por el resto estamos negociando.

Noticias: ¿Tiene intenciones de quedarse con el canal de cable CN23 y las otras radios?
Martínez: Si me cierran los números, sí. Igual yo no vengo sólo por este paquete. La idea es ser el segundo grupo más fuerte de medios de Argentina. No le tengo miedo a nada, te lo digo así. Y espaldas, lo que me estoy dando cuenta en las últimas semanas, me sobran. O sea, inversores es lo que sobra. Falta gente como yo con ganas de hacer.

Noticias: También ofrece servicios inmobiliarios.
Martínez: Gestión. En forma personal, acá y afuera, de compra y venta para terceros, con comisión. Tengo muchos amigos. Lo que me pidas, si lo puedo tener, lo tengo, y si no, te lo consigo. Siempre fui así. Soy muy comerciante. Si vengo en un auto y me decís “me gusta tu auto”, yo te digo “te lo vendo, tomá las llaves”. Soy así, pero con todo. Si vos me decís “che, estoy interesado en un edificio, en una propiedad, estoy buscando algo en Nueva York, en Miami” te digo “Pará que yo tengo un amigo, le escribo, dejame ver qué puedo conseguirte”.

Noticias: ¿Aún lo hace?
Martínez: Sí, porque es innato. Aunque me digas “pero hoy tenés un holding, ¿para qué te tomás el trabajo de llamar a alguien?”. Me nace. Disfruto de levantarme todos los días y ver qué cosa puedo hacer o qué cosa nueva puedo inventar. Dicen que nadie me conoce, eso es mentira. De los diez tipos que manejan los medios, cinco almuerzan en Dashi. Yo almuerzo ahí todos los días. ¿Vos pensás que no me conocen?

Noticias: Usted dice que representa a un grupo de intereses norteamericanos ¿Quiénes son?
Martínez: Amigos míos que aportan, amigos que fui conociendo a lo largo del último año y medio, te diría, más que en los últimos años.

Noticias: ¿Por qué comprar medios ahora?
Martínez: Como negocio es muy rentable…

Noticias: Tiempo Argentino es deficitario y el Estado le debe mucha pauta.
Martínez: Vamos a separar las cosas. Yo soy empresario, no político, no valijero como me llamaron, no todas esas cosas. Miro y analizo. Compré un negocio deficitario para hacerlo eficiente. Andá a comprar Clarín, que anda perfecto y gana mucha plata. Pero andá y pagá lo que vale, también. Yo compré, te lo digo en criollo, algo barato que lo puedo arreglar, pintar y que funcione. Es un negocio, no es otra cosa. Un negocio con un problema.

Noticias: ¿El grueso del capital para la compra viene de afuera o usted pone también parte de su patrimonio?
Martínez: Pongo parte de mi patrimonio. Generé algo que en Buenos Aires, en el sector financiero, es vox populi, y el resto viene de afuera. Al margen de eso, yo compré un agujero sin fondos. No es que puse plata: la plata la voy a ir poniendo a partir de ahora. No es como dicen. Compré algo que vale equis dinero. Pero en realidad pagué una deuda de equis dinero y no la pagué tampoco: estoy arreglándola y solucionándola con todos. O sea, tuve reuniones con banqueros desde las 12 del mediodía hasta llegar acá. (N. de la R: 5 de la tarde) Y así tengo todos los días.

Noticias: ¿Cuántos acreedores tiene el Grupo Veintitrés?
Martínez: Existe un número, pero es privado. Por eso estoy reuniendo inversores. Algunos pueden ser locales, no tienen que ser sólo de afuera, como los tengo también. Porque el negocio se tornó atractivo. No habría hecho ningún negocio el año pasado. O antes.

Noticias: ¿Por qué?
Martínez: Porque no servía. Es muy simple.

Noticias: ¿Económicamente?
Martínez: Económicamente. Yo no tenía un cliente mío de afuera que ponga ni diez centavos para hacer algo en la Argentina. La situación en la que estaba el país no era buena desde hace unos años. No es algo que diga yo, no es una cuestión política; es netamente una cuestión económica. ¿Vos habrías comprado una empresa el año pasado? Hago plancha. Hoy, para la gente de afuera es muy bueno el viento nuevo que vino. Y yo como inversor también te diría que tengo muchas expectativas de acá en adelante. Si no, no te diría que vine a quedarme y voy por todo. No meto marcha atrás, puse primera y no meto nunca marcha atrás. Así tenga que pagar el costo que estoy pagando.

Noticias: ¿Cuál?
Martínez: La exposición, que busquen ensuciar a alguien que viene a invertir, a un país en el que hasta hace tres meses nadie venía a invertir.

Noticias: Pero usted tiene causas por estafa…
Martínez: No tienen sustento ninguno de las denuncias, las testigos jamás se presentaron. El pedido de nulidad de la causa está lento. Creo que después de la feria va a ser más rápido. Es una cuestión de plata. Si la gente te quiere sacar algo…

Noticias: Según el sistema de calificación crediticio, su situación es moderada, la de su hermano irrecuperable, y la de su esposa (N. de la R: fueron sus socios) tiene alto riesgo de insolvencia.
Martínez: No repercute en nada. ¿Mi nivel financiero crediticio? No te dan una tarjeta black si no tenés un buen nivel financiero. La realidad es que vine y me hice cargo de algo de lo que nadie quiere hacerse cargo. Hay gente que lleva tres meses sin cobrar. Pero eso no lo muestran. No muestran que fue Mariano el que, primero que nadie, se sentó a hablar.

Al límite.

Efectivamente, Martínez Rojas sigue con causas judiciales vigentes en Corrientes. En el juzgado de instrucción Nº 4, a cargo del Dr. Leandro Andrés Maciel, consta una causa iniciada por el artista plástico y arquitecto Hugo Sotelo. El expediente 103141/13 lo investiga por estafa en la compra de un auto de alta gama que nunca se abonó y tiene anexada la denuncia de Pedro Kaenel (ver recuadro página 86), por las mismas razones, por lo cual ambas causas se resolverán en conjunto. “La etapa de instrucción ya concluyó. Ahora cuando se levante la feria judicial el juez deberá resolver si con los elementos que se reunieron en la investigación dicta su procesamiento”, explica el titular de la Fiscalía de Instrucción Nº 1, Buenaventura Duarte.

Otro de los puntos en común en ambas causas es que los cheques sin fondos emitidos pertenecían a Grupo Norte SRL, razón por la cual también están imputadas en ambas causas la madre de Martínez Rojas y su esposa, María Inés Mozzati. En un principio, también se había imputado al hermano, Fernando, quien es el vicepresidente de la sociedad, pero una junta médica determinó que no puede ser juzgado debido a su incapacidad mental. Sotelo y Kaenel no serían los únicos en haber sido estafados, sin embargo, sí fueron los únicos en avanzar en causas judiciales. En Corrientes señalan que otros damnificados llegaron a arreglos extrajudiciales con Martínez Rojas.

Además de la causa por el automóvil, Sotelo también denunció al empresario por la desaparición de una de sus obras. En 2013 la Fiscalía Nº 10 de Comodoro Py abrió el expediente Nº 10314 para investigar la sustracción de una obra de arte. Tras un juicio abreviado, Martínez Rojas se declaró culpable de la apropiación y secuestro de una pintura valuada en casi 50.000 dólares. Por esto fue condenado a tres años de tareas comunitarias.

Noticias: En una nota publicada en Tiempo Argentino afirmó que iba a mantener la línea editorial del diario.
Martínez: No afirmé que tenía planeado mantenerla. Yo dije que vamos a ver de acá en adelante, cuando se reestructuren ciertas cosas con prioridad en los sueldos, cómo seguimos la línea en base a todo el grupo, no en base a cada uno por separado. Hay cosas que a mí no me gustaban de antes, al sentarme a leer el diario. Esas cosas no pasarán. Busco más una realidad, no agarrar el diario y leer una mentira.

Noticias: ¿Veía que Tiempo Argentino mentía?
Martínez: Sí. Tiempo Argentino como varios medios más que son vox populi. Creo que con decir la verdad, no perdemos. Y que la gente confíe.

Noticias: ¿Pudo conocer a Garfunkel?
Martínez: Sí. Una sola vez. Su relación con Szpolski está totalmente quebrada, creo.

Noticias: – Pero también tuvo que negociar con él…
Martínez: No tengo que negociar con él. Yo me siento, hago una oferta, está en ellos como grupo aceptarla o no aceptarla. De ahí en más son los abogados, los contadores, los que se encargan de encaminar todo. Si está todo OK y están todas las cosas en regla, se firma. Si no se firma absolutamente nada.

Noticias: ¿No van juntos a las reuniones?
Martínez: Jamás. Eso no existe. Viene un apoderado de Matías. Sergio está siempre. No se cruzan. Si ves cómo está el Grupo hoy… Es un agujero sin fondos. Me senté en una reunión y les dije “esto parece un ministerio”.

Noticias: ¿Se reunió con personal periodístico jerárquico de Tiempo Argentino y Radio América?
Martínez: Me reuní el día cero. Hice todo al revés de lo que hace un empresario normal. Hice un acuerdo por el que, supuestamente, tenía que entrar en 90 días al diario y hacerme cargo. Más allá de que ya compré y soy dueño desde el primer día, tenía que analizar, hacer auditoría, ver la situación, sentarme con banqueros, con proveedores. Pero terminé de firmar y me fui al diario. No soy alguien que se esconde, si es algo mío yo quiero ver cómo es, cómo funciona, y lo quiero ver ya, no dentro de 3 meses, en tres meses comenzó la carrera y ya es tarde.

Noticias: ¿Usted es testaferro de Szpolski?
Martínez: Esperen dos meses y verán quién era quién. Busco una tirada nacional de acá a dos meses, no que el diario desaparezca. Estoy renegociando con toda la gente, y tengo problemas con todo el mundo. Creo que los últimos empresarios que adquirieron medios acá pertenecían al gobierno anterior. Acá no se pertenece a ningún gobierno, ni padrino, ni hay nadie atrás. Soy un aventurero.

Noticias: ¿Dentro del macrismo no conoce a nadie?
Martínez: No. Sí conozco de tomar café en el mismo bar. Tengo oficinas en el Palacio Alcorta, desayuno, almuerzo abajo. Me conoce todo el mundo, soy un pibe muy sociable. Si entrás mañana y te veo acá, te digo “vamos a tomar un café”. Me siento, hablo, no me escondo.

Noticias: Se le señalaron vínculos con gobernadores peronistas…
Martínez: No, eso no existe.

Noticias: Capitanich e Insfrán, puntualmente. ¿No le aportan?
Martínez: Descartalo 200%. No tengo ningún tipo de relación. No los conozco.

Antes de terminar la charla, Martínez se auto-diagnostica: “Podés pensar "este pibe es un demente" y yo te voy a decir que sí, pero que es un demente que no es ningún boludo.







jueves, 28 de enero de 2016

Argentina, entre los países más corruptos de 2015… @dealgunamanera...

Argentina, entre los países más corruptos de 2015…

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner dejó al país entre los peores calificados del mundo.

© Publicado el miércoles 27/01/2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El informe anual de la ONG Transparencia Internacional estableció una clasificación de168 países en 2015, a través de una escala de 0 a 100 puntos, que encabeza Dinamarca como el país menos corrupto, mientras que la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner quedó entre los peores Estados en esta manera.

El informe recoge una visión panorámica sobre el nivel de corrupción, en función de la percepción que tienen a este respecto los ciudadanos de dichos países y muy diversos especialistas y colectivos consultados por diferentes organismos internacionales. Para establecer su índice, Transparencia Internacional agrupa los reportes de expertos de organizaciones como el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo o la fundación alemana Berteslmann, entre otros.

El Índice de Percepción de la Corrupción 2015 calificó a Argentina en el puesto número 107, a la par de países como Ecuador, Costa de Marfil o Bielorrusia, nación calificada por expertos como la "última dictadura de Europa".

En el informe se dejó un apartado especial para hablar de los países más corruptos llamado "The bad" (lo malo). "Investigar a los políticos no detendrá a determinados corruptos de enriquecerse a expensas de los ciudadanos. Muchos de los países que descendieron en el ranking tiene amplios recursos naturales, por caso Argentina, México o Venezuela, pero su largamente mantenida corrupción provocó una falta de desarrollo en seguridad, educación o salud", consigna el reporte de Transparency.

En 2011, Argentina estaba en el puesto 100. Pasó al 103 en 2012. En 2013 cayó al 106, y desde 2014 se mantiene en el 107.


Por su parte, Brasil es el país que más posiciones ha descendido en el índice, al empeorar 5 puntos y bajar 7 posiciones en una escala de 76. El escándalo de Petrobras empujó a la población a salir a las calles en 2015, y el inicio del juicio en este caso podría ayudar a que Brasil ponga freno a la corrupción.

Además de conflictos y guerras, los países en las últimas posiciones del ranking se caracterizan por su gobernabilidad deficiente, instituciones públicas frágiles como la policía y el poder judicial, y falta de independencia en los medios de comunicación.


¿Los países con menos percepción de corrupción? El ya mencionado Dinamarca se encuentra en el primer puesto y lo siguen: Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda, Holanda, Noruega, Suiza, Singapur, Canadá y Alemania. Los países en las primeras posiciones presentan características comunes que son clave: altos niveles de libertad de prensa; acceso a información sobre presupuestos que permite al público saber de dónde procede el dinero y cómo se gasta; altos niveles de integridad entre quienes ocupan cargos públicos; y un poder judicial que no distingue entre ricos y pobres, y que es verdaderamente independiente de otros sectores del gobierno.